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The Beauty & The Wolf por ParkBaconlove

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Notas del fanfic:

Hola mis pequeños,  este es un fic ChanBaek principalmente aunque también contiene KaiSoo,  CheMin, HunHan y SuLay 

este fic pueden encontrarlo también en Wattpad y solo en estas dos plataformas estarán,  la historia es de mi total autoría sin embargo los personas que en ella aparecen no lo son, espero que lo disfruten mucho 

Notas del capitulo:

Un fic que tengo registrado también en Wattpad 

 

Disfrútenlo 

-Su estómago comenzaba hacer extraños ruidos y a doler un poco, no estaba seguro de que hora era pero podía suponer que pasaba de las 5 de la mañana puesto que los gallos ya habían hecho su habitual cacareo. Sabiendo que probablemente su padre lo regañaría por lo tarde que ya era se levantó corriendo de la cama, logró tomar entre sus manos solo una camisa rota casi desecha y un short, el cual debido al tiempo que llevaba con él le quedaba algo pequeño, además de ello estaba algo transparente pues, al lavarlo continuamente la tela comenzaba a perder fuerza y ni qué decir del color. 
 
Rápidamente tomó una de las cubetas que tenía fuera de casa, estaba algo sucia seguramente porque los animales jugaron con ella pero ese no era momento de ponerse a pensar en los destrozos que los animales habían hecho. Salió corriendo rumbo al río que se encontraba a pocos kilómetros de casa, enjuagó solo un momento la cubeta y después procedió a llenarla nuevamente; su hermana menor estaba por despertar y debía llevarle agua para que se duchara antes de salir a trabajar, a pesar de su corta edad sus padres les habían inculcado que debían ganarse el pan de cada día de un modo o de otro por lo cual ambos trabajaban ayudando a sus vecinos en el campo. 
 
Se quitó toda su ropa hasta quedar desnudo y se metió al arroyo comenzando por enjuagar su cuerpo, no tenía shampoo o jabón para lavar su cuerpo, esos eran productos muy caros de los cuales no podían darse el lujo de comprar en esos momentos pues para ellos solo importaba llevar pan a la mesa y era más que suficiente. Al verse un poco más limpio que cuando llegó tomó la ropa que había traído consigo y se vistió tratando de apresurarse, si su padre llegaba de su trabajo nocturno y no lo veía en su esquina de la habitación ya listo para partir se enojaría mucho con él y eso no le gustaba, porque se quedaría sin comer y él no podría estar otro día sin comer, no lo aguantaría nuevamente.
 
Tomó el valde de agua como pudo y procedió a caminar de regreso a casa, pudo notar como el sol comenzaba a salir y eso le asustaba, tenía que llegar si o sí antes que su padre; Entre los mil y un pensamientos que rondaban por su mente escuchó lo que parecía ser el motor de un auto, lo sabía porque era un auto el que siempre pasaba por su papá todas las noches para ir a trabajar, así que ya reconocía el sonido, sus nervios aumentaron al pensar que podría ser él pero aquello era imposible, aquel auto nunca lo traía de regreso a casa y no pensaba que fuera a comenzar ahora, buscando la manera más factible de entrar a casa no se le ocurrió otra forma más que entrar por la ventana trasera, sería algo difícil pues el chivo que su padre tenía amarrado en la parte de atrás no lo quería y aprovechaba la primer oportunidad que tenía ya sea para delatarlo o intentar patearlo, decidió arriesgarse aún cuando sabía que lo terminaría agrediendo o bien que le terminaría tirando el agua de su hermanita.
 
Como pudo subió la cubeta a la ventana para posteriormente subirse él y con cuidado bajar la cubeta, una vez sano y salvo dentro de su habitación corrió a despertar a su hermana, esta algo adormilada y con los ojos cerrados aún salió de la cama y tomando la cubeta entró al pequeño cuarto que tenían asignados como baño, mientras tanto el corrió a la entrada de la casa, debía de pensar en como salir sin que su padre se diera cuenta de que no había salido temprano de casa, sintiendo su corazón latir como nunca antes logró escuchar unas voces fuera de la habitación, al parecer su padre platicaba con otro hombre, no podía entender que es lo que decía pero seguramente no era nada bueno.
 
Teniendo otra idea decide salir por el mismo lugar por el que entró, por la ventana trasera de su habitación por lo que corriendo hacía dicho lugar sale con todo el cuidado del mundo para no hacer más ruido del que ya había hecho al correr; una vez fuera de la habitación comenzó a caminar hacía el pequeño establo con su corazón latiendo a mil por hora, lo único en lo que pensaba en ese momento era en los métodos de tortura que su padre usaría en él cuando llegara a encontrarlo. 
 
Al llegar al pequeño establo tomó una de las cubetas que se encontraban cerca y, colocándola bajo la única vaca que ahí tenían comenzó a ordeñarla, aquel animal no se había puesto rudo ni le había pateado como al principio, al parecer ya se había acostumbrado a él y su toque, además él ya le había explicado que no era malo y que él solo quería un poco de su leche y a cambio él la cuidaría y alimentaría siempre, era un trato justo según creía, y, en sus pensamientos estaba por demás seguro que la vaca le había entendido y era por ello que ahora le hacía caso y ya no le golpeaba como antes. Una vez terminó le agradeció a la pequeña al acariciarla y dedicarle dulces palabras terminando con un pequeño beso en su hocico; tomó la cubeta con cuidado y volvió lo más despacio que pudo a su pequeña casa, no podía darse el lujo de desperdiciar ni una sola gota, debía aprovechar lo máximo incluso los restos de la leche para hacer unos pequeños quesos y crema, al casi llegar a casa pudo notar que aquel auto aún estaba fuera de su casa, algo extrañado de saber que tendrían visitas miró nuevamente su ropa esperando verse un poco más presentable que otros días, tampoco es como si pudiera hacer muchos milagros con las garras que tenía. 
 
Entró a casa con la mirada baja, saludó a las personas que estaban ahí en un susurro y se adentró rápidamente en la que era la cocina, colocando el balde en una mesita pequeña cercana a la mesa, le sonrió a su hermana que en ese momento se encontraba toda llena de harina, sabía que ella hacia todo lo que podía al hacer el pan de todas las mañanas además del pan que iban a vender por las tardes. Mientras su hermana seguía con el pan él se concentró para poner un poco de leche dentro de una pequeña tetera, la dejó a un costado de la leña que tenían lista para quemar, recolectó un poco de esta y colocó la leña de modo que se encendiera más rápido. Mientras soplaba un poco para que el fuego despertara escuchó la voz de su padre hablarle desde la sala, un poco nervioso de que le encargara algo de comer miró a su hermana con terror.-
 
No te preocupes mami –Susurró su hermana.- Me sobró pan de ayer, solo lo pongo a calentar y si papá pide de comer eso les daremos a las personas de afuera ¿De acuerdo?
 
El mayor de ambos asintió con suavidad, sin duda alguna su hermana era un ángel, a pesar de sus cortos 8 años de edad su hermana había madurado en demasía y es que, después de la muerte de su madre hace seis años él debía hacerse cargo de muchas cosas de la casa, entre las cuales estaba el cuidar de hermana que en ese entonces tan solo contaba con dos añitos de vida. 
 
Sinceramente no se arrepentía de nada, pues estaba seguro de que había criado a su hermana con unos buenos modales y de la forma más correcta que pudo, justo como su madre había hecho con él. Lo más curioso de todo es que la pequeña le miraba como una figura materna, y no solo lo miraba así puesto que la menor constantemente le decía "mamá", en más de una ocasión ya le había dicho que él era un hombre y además de ello era su hermano mayor por lo cual no podía ser su mamá, pero al parecer no haría cambiar de opinión a su niña puesto que siempre terminaba aquellas conversaciones con un "No importa, tu siempre serás mi mami" y al final siempre terminaba poniendo una de aquellas sonrisas que le regalaba cuando era aún bebé y que le alegraban el día. 
 
Arreglando lo más que pudo su ropa salió de la cocina caminando rumbo a la sala, manteniendo siempre la cabeza y mirada baja, con temor de incomodar a los presentes, eso era algo que su padre siempre le explicaba, sus ojos eran de un color poco habitual, y era por ello que temía mostrárselos a las demás personas ya que, de por sí a sus 15 años no se juntaba con ningún niño y eso era porque todo el mundo decía que sus ojos eran extraños, a él no le gustaba cuando le decían aquello, sus ojos eran hermosos porque eran idénticos a los de su mamá, la realidad era que, para un chico coreano era extraño que tuviera ojos de color, pues este era el caso de BaekHyun, tenía unos hermosos ojos color gris y expresivos, idénticos a los de su madre; completamente tímido mantenía su mirada baja escuchando a su padre hablar.-
 
Este es BaekHyun, mi hijo mayor ¿Acaso no es hermoso? Él es muy parecido a su madre que en paz descanse, miren sus facciones delicadas, además de que posee los ojos más hermosos de todos –Podía escuchar a su padre hablar con aquellos hombres.- Además de ello sabe planchar, lavar, cocinar, incluso se levanta demasiado temprano para ordeñar a la vaca y preparar pan junto a su hermana, en las tardes se va a vender el mismo con su hermana también, la casa la tiene impecable y no para en todo el día hasta que llega el anochecer –Su padre hablaba y hablaba, parecía estar orgulloso de todo lo que él hacía y realmente no sabía si aquello era bueno, para comenzar no sabía quiénes eran aquellos hombres o que es lo que querían para que su padre les comentara todo aquello, comenzaba a sentirse nervioso poco a poco.- Vamos hijo, muéstrale a estos hombres tus hermosos ojos, no seas tan tímido –En definitiva algo malo sucedía, su padre no era de las personas que se dirigían a él con el seudónimo de hijo, para nada; completamente nervioso y no queriendo ser castigado subió la mirada para posarla sobre aquellos hombres, en ese momento pudo sentir como el aire abandonaba sus pulmones y como un pequeño estremecimiento recorría su cuerpo, como si se hubiera electrocutado solo que sin dolor, aquel hombre que estaba parado frente a él era simplemente guapísimo, sus rasgos eran toscos pero varoniles, sus ojos obscuros, le miraban con una adoración inimaginable, brillaban cuales canicas obscuras, sus labios eran gruesos y con un ligero tono cereza, su piel levemente bronceada y su cabello grisaseo, sedoso, pero eso no era todo, aquellas manos varoniles que se posaban en sus propias piernas como descansando estas y su nuez de adán marcada de una manera exquisita; BaekHyun podía sentir como su rostro se sonrojaba de sobremanera logrando solamente que volviera a bajar la mirada completamente apenado.
 
En cuanto al alto la única palabra que se le venía a la mente al ver al pequeño frente a él era precioso, un ser tan hermoso y delicado que quería comérselo en ese momento, piel blanca cual porcelana, ojos grandes y expresivos, ni que decir del hermoso color, cabello obscuro y brilloso que hacía solo hacer lucir más aún su hermoso rostro; era delgado pero a pesar de aquello su cintura se marcaba de una manera tan exquisita que, de no saber que era hombre por palabras de su padre pensaría que es una herma chica sin pechos, además de ello ver como mordía suave sus labios como si estuviera nervioso le hacía sentir que se volvería loco. Pero de todo ello había algo que no le gustaba para nada, su ropa, era sucia y desgastada, podía ver incluso parte de su cuerpo sobresalir de los agujeros que tenía su camisa, casi pudo gruñir al verle así, no podía dejar que ese hermoso chico mostrara más piel de la que debería y menos estando tantos hombres frente a él. 
 
BaekHyun no sabía qué hacer, se sentía demasiado nervioso en ese momento por lo que solo atinó a jugar con el dobladillo de su camisa manteniendo la mirada baja a la vez que mordía con suavidad su labio inferior.-
 
¿Cuál es tu nombre, pequeño? –Su cuerpo volvió a estremecerse por el simple hecho de escuchar la voz del hombre, era gruesa e imponente, con nerviosismo alzó sus grisaseos ojos para posarlos sobre los obscuros del hombre.- 
 
B...BaekHyun –Murmuró tan bajo que de no ser por su desarrollado oído no hubiera podido escucharlo, le sonrió con suavidad sin apartar su mirada del chico, para él, en ese momento era como estar mirando un ángel, su aura era sencillamente magnifica y ni que decir de su olor tan espectacular, el padre del pequeño ángel le ordenó traer un poco de leche y algo de pan para sus invitados a lo que el pequeño solo pudo asentir y haciendo una pequeña venia hacia ellos se retiró a lo que parecía ser la cocina.-
 
Perdonen que solo tenga eso para ofrecerles, pero como podrán darse cuenta no hay mucho trabajo aquí por lo cual no se puede conseguir lo suficiente para comer más que leche y un poco de masa para hacer el pan de todos los días, espero que no les incomode aquello aunque si hay algo que no les guste por favor hágamelo saber. 
 
El hombre no podía si quiera pensar en lo que le decían, solo seguía mirando hacía aquel lugar en el que el pequeño había desaparecido, aún fuera de la pequeña habitación en la que se encontraba su olor a rosas y miel era todavía olfateable. Pocos minutos pasaron para que el pequeño regresara con lo que parecía ser leche caliente puesto que el humo salía encima de la jarra y detrás de él una pequeña niña de no más de 8 años de edad le seguía con una charola llena de pan, este se veía tibio pero no reciente, podía olerlo desde donde estaba. El chico aún mantenía su mirada baja cuando comenzó a servir la leche en los vasos previamente acomodados en la mesa, una vez terminó, con sus manos temblorosas tomó uno de los vasos y lo acercó al hombre alto que con anterioridad le había preguntado su nombre. ChanYeol no dudó en tomarlo y, aprovechando la ocasión rosó apenas y con sus dedos la mano del chico haciéndolo estremecer.-
 
Tranquilo cariño, no te haré nada –Susurró lo suficientemente alto solo para el chico, este pareció titubear para después terminar asintiendo con suavidad y siguió entregando los demás vasos al resto de los invitados incluyendo a su padre, pronto la pequeña niña de cabello castaño rojizo se acercó a él con una tímida sonrisa.- 
 
B..Buenas tardes, señor –Murmuró apenas, Yeol pudo notar que la niña se encontraba nerviosa, casi como si tuviera miedo de decir algo mal, aquello le hizo fruncir leve el ceño cosa que solo puso más nerviosa a la niña, se maldijo mentalmente por eso y le sonrió con suavidad y cariño.- 
 
Buenas tardes princesa, dime, ¿Cuál es tu nombre, hermosa? –Su sonrisa era amplia, mostrando sus blancos dientes y el hoyuelo en su mejilla, la pequeña sonrió tímida e incluso pudo distinguir un pequeño sonrojo en sus mejillas.-
 
M..Mi nombre es Lauren, señor –Murmuró apenas audible apegando un poco más a su cuerpo la charola de pan el cuál casi olvidaba que debía entregar, apenada aún acercó la charola al hombre.- T..Tome uno señor, por favor 
 
-Yeol asintió un poco ante la petición de la pequeña, estaba por tomar uno cuando reaccionó de algo.- Pero si yo tomo uno, necesito que tú también lo hagas hermosa, debes comer, una niña tan linda como tu debe alimentarse adecuadamente –La sonrisa del chico era suave y tranquila, la pequeña parecía que apenas y comía lo suficiente para mantener algo de piel en sus huesos al igual que el otro chico lindo, la pequeña asintió.-
 
Yo comeré con mi mami, no se preocupe por eso señor –Aseguró la pequeña sonriendo amplio, el hombre le regresó la sonrisa.- 
 
Me parece bien cariño, asegúrate de que el chico lindo coma también –Le susurró aquello señalando a Baek, la niña le miró extrañada, ladeando con suavidad su cabeza sin comprender bien lo que el hombre había dicho pues según ella había explicado ya ese punto.- 
 
Sí señor, por eso le decía que comeré con mami –Decía la pequeña al tiempo que miraba al que en realidad era su hermano mayor.- Baek es mi mami, él me cuida como una mami, así que es mi mami –Explicaba simple la pequeña, pudo escuchar un carraspeo de su padre por lo que un poco nerviosa le sonrió al hombre.- Perdone el molestarlo con mis pláticas, con permiso –Le hizo una pequeña venia al hombre y siguió repartiendo el pan a los demás, Yeol se había quedado sorprendido al escuchar aquello, el pequeño niño no olía como si hubiera parido alguna vez en su vida, aquello era algo que no podía entender, algo distraído comenzó a comer solo para no ser descortés, pronto el padre de familia comenzó hablar.- 
 
BaekHyun, Lauren, traigan su pan y leche y vengan a comer, ahora... -Sonrió al escuchar un "Si papá" proveniente de los chicos desapareciendo nuevamente en la cocina. Sonrió mirando nuevamente a sus invitados.- Ellos son mis hijos, espero que no les causen molestias, BaekHyun tiene apenas 15 años y desde que mi esposa se fue de este mundo por culpa de la neumonía se hizo cargo de su hermana Lauren, les explico esto para que no se extrañen si la escuchan llamar Mamá a BaekHyun, ya se le explicó que no es su mamá pero al parecer ella quiere aferrarse a eso –Explicaba el hombre haciendo una pequeña mueca de disgusto por ello, pronto los menores regresaron con su pan y leche, BaekHyun le indicó a su hermana que dejara las cosas en la mesa de alado, se sentó en un pequeño sofá que tenía algunos resortes fuera, haciendo una suave mueca de disgusto cargó a la pequeña sentándola en su regazo y terminó por pasarle las cosas para que comenzara a comer junto con él, cabe destacar que solo traía un vaso grande de leche que compartiría con su hermana pues no podía utilizar tanta leche por lo mismo de que debían utilizarla en muchas cosas, Baek le sonrió a su hermana acomodando su cabello, el chico cuidaba y ponía en prioridad a su hermana sin duda la amaba y ver aquello hacía derretir a ChanYeol que solo les miraba embobado.- 
 
¿Ya les has dicho? –La voz de uno de los invitados mirando al señor Byun hizo regresar al mundo a ChanYeol mirando a su amigo el cual tomaba algunos tragos de leche.-
 
Suho, no creo que sea buen momento de decirlo ahora que están ellos aquí –Murmuró ChanYeol mirando al chico que estaba a su costado, procurando que solo él escuchara aquello, el chico pareció mirarlo con desaprobación.-
 
Lo siento mucho Alfa, pero ellos deben de enterarse ya, quiero pensar que Byun YoHan ya les dijo –Miró al hombre alzando una de sus cejas.- ¿No es así? 
 
-BaekHyun no comprendía mucho y más aún el ver a su padre tan nervioso, asustado por lo que pudiera suceder apegó más a su hermana a su pecho mirando a los hombres platicar, no creía que aquello fuera un tema que se hablara con una niña pequeña estando en la misma habitación y aun cuando no sabía nada de lo que pasaba pero el solo ver a su padre así le hacía temer, buscado una explicación miró al hombre que le había pedido su nombre buscando una explicación a lo que estaba sucediendo, el hombre solo le respondió mordiendo suave su labio inferior, aquello hizo que su corazón comenzara a latir fuerte, se dio cuenta momentos antes de como aquel hombre llamado ChanYeol se había quedado hablando un buen momento con su hermana, tal vez se quería llevar a su hermana de su lado y eso era algo que no lo permitiría, abrazó protectoramente a su hermana comenzando a tener miedo, incluso el hambre se había ido por completo. El señor Byun miró a sus hijos un momento y suspirando con suavidad comenzó hablar.-
 
BaekHyun, Lauren... Yo... Les debo algo de dinero a estos hombres –El labio inferior del hombre fue mordido nuevamente como si estuviera nervioso, el pulso de BaekHyun iba a mil por hora sintiendo a la vez como su pequeña hermana dejaba el vaso y el pan de nuevo en la mesita que estaba a un costado de ellos, como si su pequeña también presintiera algo se acurrucó en el pecho de su hermano aferrando sus manos a la camisa de este y escondiendo su pequeño rostro en el pecho contrario, estaba asustada, no sabía que pasaba pero tenía miedo.- La única forma en la que puedo saldar mi cuenta es que... Ustedes se vayan a vivir con estos señores, ahora ustedes trabajarán para ellos... -BaekHyun se veía sorprendido, ¿De qué demonios hablaba su padre, no podía venderlos así como así, por un lado estaba asustado al no comprender aquello pero por otro estaba tranquilo al ver que su hermana se iría con él, salió de sus pensamientos al escuchar la voz de su pequeña.- 
 
¿Papi no irá? –Preguntó apenas audible, Baek solo pudo abrazar más a su hermana.- 
 
No pequeña, papá no irá –Respondió su padre sonriendo suave.- Pero mami irá contigo, ¿No es eso bueno de que mami Baek vaya contigo? –La niña pronto asintió, manteniéndose aferrada a la camisa de su hermano mientras este la aferraba más a su cuerpo y besaba su cabeza.- Es hora de que vayan hacer sus maletas, anden –Sonrió apenas, BaekHyun se levantó del sofá con su hermana en brazos y haciendo una pequeña venia hacía los hombres salió de la sala para ir a la habitación, agradecía tener unas cuantas cajas de cartón para guardar su ropa y la de su hermana.-
 
¿Crees que papi estará bien solo aquí? –Preguntaba la pequeña niña mientras acomodaba la ropa en la pequeña caja de cartón, aún no sabía doblarla bien por lo que solo metía la ropa dejando que se acomodara por sí sola.- 
 
El estará bien, sabes que papá es una persona fuerte –El mayor de los Byun le sonrió con suavidad, se acercó a su pequeña hermana posándose tras de él para después sacar la ropa de la caja y comenzar a doblarla sonriendo al ver como la menor prestaba la debida atención y que incluso ella también hacía sus intentos por doblar su ropa.- Lo estás haciendo realmente bien cariño, aprender rápido –Le sonreía a su hermana dejando un pequeño beso en su mejilla, se separó de su hermana para después caminar hacía su caja y seguir guardando sus pocas pertenencias.- Y nosotros también estaremos bien –Murmuró aquello más para él que para su pequeña, esperó a que la menor tuviera todo listo para sonreír suave y caminar hacia ella tomando la caja de su hermana con un brazo y la propia con el libre, pesaban un poco debido a la ropa pero podía manejarlo, le pidió de favor a su pequeña que abriera la puerta para poder salir y una vez acatada la orden caminó hacía la sala dispuesto a dejar las cajas sobre el sofá, más sin embargo no esperó que alguien terminara por ayudarle con ellas, alzó el rostro mirando aquel hombre de casi dos metros que era su invitado ayudarle con su caja y la de su hermana, cargándola como si pesaran lo mismo que una pluma.- G..Gracias –Murmuró apenas el chico hacia el hombre, esperó a que su hermana saliera del cuarto y tomó su pequeña mano, no quería que se alejara de él en ningún momento, miró a su padre por unos segundos sonriendo con suavidad, era extraño, por un lado estaba feliz de salir de aquel infierno pero a la vez se preguntaba qué era lo que le deparaba el futuro a él y su pequeña.-
 

Notas finales:

Espero sea de su agrado 


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