Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojos Dorados por Yami Red eyes

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola, hola!!

 

Este fic está dedicado a Johan Andersen GX.

Amore, una disculpa por la tardanza y otra disculpa porque me di cuenta que el romance no es lo mío. Trataré de hacer uno mejor, pero gracias por la espera.

 

Y como lo pensé, no puedo apartarme del Star :'( Creo que ya es un problema que tengo xD

 

 

 

 

Notas del capitulo:

 

 

No estaba segura si subirlo, la desidia me retrasó mucho porque deseaba presentarte algo mejor, Johan. Pero aun así, sigue siendo Darkspirit e intentaré presentarte algo más romántico y bello; mientras tanto, espero que no me mates D:, digo, espero que te guste ya que a mi también me gusta el Dark y una historia sobre ellos lleva en su mayoría drama y sangre. <3

 

 

Saludos a todos y gracias por leer ;)

 

 

—Esos ojos dorados…

 

Esos ojos…

 

Inocuos…

 

 

 

 

 

 

 Recuerdo que sus ojos dorados siempre han sido aterradores; nadie podía sostenerle la mirada o cruzarse con ellos sin caer en un pánico excesivo efecto de aquellos orbes del demonio. Pero por más bizarro que se escuche, para mi ese misterio y oscuridad pérfida de ese chico,  me llenaba de energía.

  

 

 

 

 

 

Sonrió ligeramente...

 

 

 

 

 

  

El era un estudiante solitario, antisocial, callado, mi grupo de gamberros y yo molestábamos a todo el mundo sin excepción alguna, pero a él inexplicablemente lo pasábamos por alto; no sé por qué pero preferíamos no mirarlo, no…hasta que todo cambió el día que por fin nos armamos de valor, o estupidez, y decidimos fijarnos en molestarlo a él, a Haou Yuki.

  

 

 

 

 

 

Trató de pasar saliva por su garganta, pero el collarín de cuero que apretaba su cuello dificultó esa acción, se acomodó como pudo para mirar de nuevo por la ventana...

 

 

 

 

 

 

Haou Yuki, me parecía tan frágil, tan debilucho. Sí, era verdad que nadie se acercaba a él por alguna extraña razón, pero nunca imaginamos el motivo por lo cual lo hacían, es tan irónica la vida, las personas nunca terminan de sorprendernos; sobre todo aquellas que nunca se muestran. Ahora lo afirmo, es verdad lo que decía mi abuela: “Las personas más calladas, son las más peligrosas. Ellas observan todo, lo analizan, lo planifican; ellas llegan hasta lo más profundo de tu alma y tú no sabes cómo actuar hasta que ya es tarde”

   

 

 

 

 

 

Gimió un poco de dolor que le causaban algunos recientes persings colocados en sus pezones, no debía moverse mucho hasta que lograse cicatrizar...

 

 

 

 

 

 

Él no venía de una familia adinerada como la mía, pero tampoco parecía provenir de una familia humilde que apenas sobrevivía. Haou era de clase media, nunca se metía con nadie ni conversaba con nadie, las prácticas las realizaba únicamente cuando los profesores lo indicaban, así es que no participaba demasiado y pasaba desapercibida en su mayoría; ahora que lo pienso, su voz apenas podía recordarla hasta ese día, donde no volvería a olvidarla jamás.

Recuerdo que él siempre leía un libro en el patio a la hora del descanso, nuestra universidad era muy grande, pero aun en ese entorno inmenso, era común toparse con las mismas personas día con día; y yo me topaba con él a diario, aunque solo fuese de pasada, pues nunca nos deteníamos para conversar. Pero había algo maravilloso entre nosotros, nadie podía sostenerle la vista, mas a mí me encantaba desafiarlo. Algunas veces, cuando cruzábamos la mirada, sé que nos decíamos tantas cosas en un minuto, él nunca la desviaba y yo permanecía conectado a esa mirada siniestra por un segundo eterno; entrelazábamos nuestras almas y sé que él lo sentía también, aunque no decíamos nada. Yo tenía miedo de él, mas, por extraño que me digan, amaba sentir aquella adrenalina de Haou Yuki invadiendo y destrozando mi ser por dentro. Poco a poco me interesé más en su presencia y su misterio, aunque no lo demostraba a mis amigos.

 

 

 

 

 

 

Los ojos naranjas se perdieron en los recuerdos ante la distancia del ocaso ambientado por los canticos disparatados de una orquesta de pajarillos en los árboles afuera.

Hacía calor, era en extremo, el verano era sofocante ahogando el aire puro el cual no podía respirar abiertamente; todo el lugar oscuro y hermético donde él se encontraba en ese momento era su hogar...

 

 

 

 

 

 

—¿Qué te parece ese friki de Haou Yuki, Johan? —Astro era un fiel amigo mío, era de mi pandillita de abusones, se podía confiar en él—Se cree tanto y por eso no habla con nadie, pfs, ¿Qué piensa? ¿Qué no somos lo suficientemente buenos para él? —se sentó a aun lado de mi.

Estábamos en un tiempo muerto, y el destino se encargó de acomodarnos en un espacio justo frente a él.

—Es un idiota, se siente sobrevalorado simplemente. —hablé siguiéndole el juego. Como no revelé que me gustaba observarlo, que amaba su cabello castaño en dos colores; que me levantaba cada mañana rumbo a la universidad solo por toparlo de nuevo, y su aroma embriagante.

—Deberíamos enseñarle el mundo real para que no siga metido en esas fantasías, ¿Qué lee ahora? —Chazz se cruzó de brazos, era otro integrante.

—Jaja—soltó Bastión al fijarse bien en la portada de libro que leía Haou—Al parecer es un bebito de mami, lee “La Sirenita” jajaja

—Que bobo— remarcó en risas Alexis, una chica que se sentía atraída por él, solo que lo ocultaba.

—¿Qué hace leyendo algo tan estúpido a nivel profesional? —Adrián era un tipo falso, siempre me pregunté por qué Zane lo dejaba estar con nosotros.

Recuerdo que Zane nos los advirtió muchas veces: no molestar en específico a ningún Yuki, nunca pensamos en el por qué.

Zane era mayor que nosotros, había re cursado un ciclo; nos guiaba para que los problemas que causáramos no sean tan estúpidos que nos produjeran un problema mayor para nuestro desarrollo en la carrera. Zane era el estratega de la pandilla, nuestro líder, aunque tranquilo, cuidaba de todos nosotros, pero reciente lo habían trasladado a otro lugar debido a su cambio de domicilio. Ojalá hubiera estado con nosotros ese día, quizás nos hubiera detenido.

—Bueno, —me levanté—vamos a enseñarle lo que nuestro grupo “GX” somos capaces de hacer “al servicio de la comunidad” fu, fu.

  

 

 

 

 

 

El vidrio de la ventana se opacaba un poco con su agitado intento de respirar, las llagas en su cuerpo eran pequeñas pero atroces. Se acomodó las esposas que lo ataban tras su espalda y siguió contemplando el paisaje recordando el acontecimiento decisivo de aquel ayer...

 

 

 

 

 

 

 

Que tonto fui…

 

El libro que sostenía entre sus manos cayó de su agarre por mi violencia.

—¿Qué tontería lees, rarito? ¿La Sirenita de Andersen Christian? Ja, algún pariente mío con mal gusto. Disney es para niños bobos ¿sabes? —arrojé el libro y lo pisé después de escupirlo. Mis amigos lo habían rodeado, simplemente lo queríamos intimidar.

Recuerdo esos ojos dorados mirándome penetrantemente sin emoción, recuerdo que todos estábamos decididos a golpearlo solo porque se nos daba la gana.

Y ahí voy yo, como todo un idiota sin cerebro, lo estrujé de sus ropas levantándolo un poco, y él no despegó la vista sobre de mí.

—¿Qué me miras, rarito? ¡¿Te crees mejor que nosotros?! No eres más que un mediocre desesperado por ser cool. —arrojé el primer puñetazo hacia su perfecto rostro. ¿Por qué no me detuve? ¡¿Por qué no estuviste con nosotros Zane?! ¿Por qué me dejé llevar por mi arrogancia?

Recuerdo que no nos costó trabajo derribarlo, él no habló nada, ni siquiera se defendió y nosotros recobramos más confianza, comenzamos a burlarnos de él cuando lo pateamos en el piso.

Sé que todos lo sintieron, un miedo inexplicable, algo de sangre en el ambiente, alguien nos observaba desde algún lugar incierto, era una mirada cargada de adrenalina salvaje, de instintos asesinos, odio y sangre; pero continuamos, seguimos siendo unos imbéciles. 

El instinto nunca falla.

  

 

 

 

 

 

Escuchó un ruido provocando que la piel se le pusiera de gallina y sus sentidos se tensaran. Johan desvió sus pensamientos hacía la puerta de hierro fuertemente cerrada delante de él, pero no ocurrió nada; por un momento hasta su respiración se había paralizado...

 

 

 

 

 

 

Haou no se había defendido, recuerdo que solo trató de cubrirse lo más que pudo el rostro y sus partes sensibles. Ninguno de nosotros se detuvo hasta que un chico de cabellos oscuros y ojos azules, de anteojos delgados, se interpuso. Sólo así lo dejamos.

—¡Bola de montoneros! ¡El no hace daño a nadie! —recuerdo que ese chico era más alto que nosotros, traía rayitos dorados en su extravagante peinado parado y ropa desgastada, creo que él sí era de posición humilde.

—¡¡¿Quién eres tú para decirnos que hacer, cuatro ojos?!!

—¡Eso no importa! ¡¿Es que no tienen humanidad?! ¡Eso que hacen no está bien! Llamaré a la policía.

—¡Eres un marica, no debiste interponerte!—lo golpeamos, Haou miró como se defendía para protegerlo.

Todos nos impresionamos cuándo nos enfrentó, pero sobre todo cuándo Haou actuó.

—Déjenlo. —Su voz, esa voz era del inframundo, la voz de Haou era excitante, era profunda, calmada, pero a la vez agresiva. Mi corazón latió al mil por segundo, mi sonrisa se ensanchó provocando una agitada respiración por la belleza de ese miedo inexplicable.

Los puños de Haou hirieron a Chazz y Astro severamente, fue cuándo me di cuenta que no era fuerza con la que combatía, sino era estrategia; Haou usaba nuestra fuerza en nuestra contra. Sabía defenderse muy bien y derribarnos fácilmente fue presunción. Aun me pregunto, ¿Por qué no lo hizo antes? Mi alma saltaba por él, mis ojos se emocionaron junto con todo mi cuerpo herido, por fin veía a ese chico en acción y me pareció maravilloso. Pero…

—¡¿Estas bien?! —la mano de Yuki sostuvo la del pelinegro para ayudarlo a levantarse. Y mi pesadilla comenzó, eso no me había gustado.

—Estoy bien…—la mirada entre ellos había sido como la que nosotros nos regalábamos al cruzarnos, pero Haou interactuó más con él que conmigo.

Si yo no hubiera irrumpido su paz ese día, ese pelinegro jamás hubiera aparecido.

  

 

 

 

 

 

El sol lo había abandonado, la oscuridad reinaba su habitación como de costumbre, pero él no podía moverse de su sitio para poder apreciar las estrellas; parecía una bicicleta atada en la pared en espera de ser montada por su dueño nuevamente...

 

 

 

 

 

 

Mis amigos comenzaron a faltar repentinamente, uno a uno, desaparecieron inexplicablemente. La policía decía que nuestro grupito estaba en la mira de algún delincuente peligroso, porque en todo el recinto educativo, los incidentes de secuestro no habían tenido relación con algún grupo en especial desde hace años.

Yo tenía 22 y ya había perdido a tres de mis amigos: Bastión, Chazz, Adrián. Nos encontrábamos nerviosos por ser el siguiente blanco, nuestras maldades cesaron por la incertidumbre.

Alexis miraba para todas direcciones esperando lo peor, se notaba que no estaba tranquila. Astro también temía por su vida y me sugirió irme con él a Venecia. No acepté, solo lo vi partir en el puerto.

Sí que fui descuidado, pasé por alto mi seguridad, es que, en ese momento…. yo solo tenía en mente el desastre de la unión de en esos dos, ya que ese día se quebrantó algo dentro de mi. Se que ellos dos se enamoraron en ese encuentro, sé que se presentaron y comenzaron a forjar lazos entre ellos. Mi estúpido juego de abusador los había encontrado.

 

 

 

 

 

 

¡MALDITO SEAS YUSEI FUDO! ¡TODAVÍA ME ATORMENTAS!

 

 

 

 

 

 

Los miraba juntos, muy pegados uno al otro, pero sé que Haou me miraba solo a mi, con una sonrisa burlona pero insinuadora, me tentaba a hacer realidad mis deseos hacia él, sé que solo me provocaba para sacar a Fudo de la jugada y me atreviera a ganarlo, lo sé, lo sé, debe ser así. Perdí la oportunidad y el tiempo en vez de ir y declararme a él, pero recuerdo mi furia desde la boca de mi estómago.

Yusei me arrebató mi paz, esos dorados ojos lo miraban ahora a él, agarrados de la mano, recargado en su hombro, perdido en el azul brillante de esos profundos ojos azules.

¡No lo podía soportar!

Haou Yuki ¡¿Cómo pudiste hechizarme así?! Y a sabiendas que mis amigos y yo corríamos peligro, aun así, me atormentaste con tu mirada dorada, no podía tenerte, no sé cuándo fue que mis ojos naranjas no se despegaron más de ti.

 

 

 

 

 

 

Los sonidos por doquier le hacían pensar que ya había llegado, pero solo era resultado de su paranoia.

Por un lado, lo hacía feliz, pero por otro deseaba que esa noche se hubiera olvidado de él, aunque sea solo esa noche. Sus ojos naranjas eléctrico estaban dilatados fijamente encontrados directamente en la entrada cerrada.

Haou…

 

 

 

  

 

 

Se besaban, me presumían su amor y yo escondido siguiéndolos a todas partes como idiota. Apreté mis nudillos, Yusei debía desaparecer.

De nuevo esa sensación de sed de sangre en el aire, lo ignoré de nuevo.

Supe que Alexis fue la última en desaparecer. Mi mejor amigo Astro no llegó a su destino, la policía lo sigue buscando, creo que la misión de “Zero Yusei” me desvió de esos detalles. Si no me hubiera obsesionado con él, hubiera notado que alguien me asechaba.

Yusei no parecía ser mala persona, le gustaba ayudar a los demás, los niños de la calle siempre eran auxiliados por él y se llevaba muy bien con todo mundo.

Después de que dejaba a MI Haou a su casa, yo lo seguía para saber más de él — sus debilidades sobre todo—, pero resultó que vivía con una tía y que era huérfano, vivía muy humildemente, ya habría sufrido demasiado. Según lo que descubrí, su casa se quemó junto con sus padres adentro, él sobrevivió milagrosamente y su tía lo acogía. No, no me dio lástima, no sentí ni una pizca de pena por ese desgraciado que me arrebató los ojos dorados de mi amado Haou. Recuerdo muy bien, ….!Oh Zane, ¿Por qué no me detuviste de nuevo?....Yusei estaba solo esa noche, estaba en un estacionamiento aparcando su motocicleta. Mi mirada lo quería desaparecer con el pensamiento. ¡Rayos, Yusei! ¡¿Por qué tuviste que cruzarte en mi camino?!

—¡Yusei! —sentí que lo había gritado con todo el aire en mis pulmones.

—¿Johan?

—Han pasado nueve meses desde que te atravesaste en mi vida. No estoy dispuesto a continuar con esta tortura. Haou Yuki debe ser mío. —lo apunte, era el arma de mi padre. Papá casi no estaba en casa y mi madre tomaba mucho, quizás su descuido hizo que fuera de esta manera y se me hiciera fácil tomar el revolver para ese día.

—¡Johan…cálmate!

Jaja, fue tan placentero mirarlo tan vulnerable, levantando sus bracitos para que no le hiciera daño con mi arma. Esa sensación de poder es una de las mejores que se han manifestado para la humanidad.

—Fu, fu ¿Dejarás a Haou?

Odié que se retrasara tanto en responderme, era una respuesta de sentido común.

—Lo dejaré libre.

—Así me gusta, ¿Ves que fácil es apartarte de lo que no te corresponde?

Y así de fácil fue, más nunca pensé que ese lugar fuese su lugar de encuentro; se habían citado esa noche para alguna cena o evento nocturno. No contaba con ello; Haou había llegado y miró cómo apuntaba a Yusei con esa arma.

¡Haou!

  

 

 

 

 

 

Bajó la mirada hacia la oscuridad de la habitación, en cámara lenta se reproducía el fatídico accidente que llevó a Haou a la locura. Johan no tenía intenciones de disparar, pero su nerviosismo y su inexperta mano provocó que jalase el gatillo frente a los ojos dorados. Yusei ya había dicho que dejaría ir al castaño y aun así, la bala impactó su cuerpo.

Haou, mi amor…dijo como reviviendo el hecho—Yo sí quería matarlo, pero fue sólo por ti. —estaba divagando, necesitaba volver a verlo.

Se sumergió en el recuerdo...

 

 

 

 

 

 

Recuerdo las luces de ambulancias, el barullo que provocó mi descuido y mi eterno shock.

 

Miraba a Haou que no se alejaba del cuerpo del humilde estudiante y su mirada reflejaba dolor, aunque su rostro apenas expresaba preocupación. Por suerte no estaba lejos el hospital, pero Johan solo se quedó estático entre la muchedumbre sin escuchar nada que no fuese la suave voz aguada de su amado chico de ojos dorados pidiendo un milagro para Yusei en voz baja y una última palabra dirigida a él.

Abominable.

Una última mirada de aquellos orbes dorados hacia su persona y después nada.

Haou…

 

 

 

 

 

 

Sonidos de pasos estaban acercándose, Johan respiró apresuradamente y nuevamente sus pupilas se dilataron del terror. Esta vez no podía equivocarse, él estaba de regreso...

 

 

 

 

 

 

 Sí, yo fui juzgado conforme a las leyes, la cárcel es un lugar terrible donde ningún ser humano aguantaría estar, es un infierno en vida. Lo pisé por dos días y ya había recibido una paliza de los reos por asesinato a sangre fría. Luego me dieron la sorpresa de que alguien me había sacado de allí.

Pensé que era bueno que alguien se apiadara de mí, pensé incluso que eran mis padres; pero no, alguien estaba más interesado en mí que mis propios progenitores.

Ahora entendía el por qué Zane nos advirtió no meternos con ningún Yuki.

No sé si la cárcel hubiera sido mejor.

  

 

 

 

 

 

Una persona se paró detrás de la puerta, iluminando el pasillo al encender la luz, por lo que su sombra podía atormentarlo desde el otro lado.

Johan trató de hacerse más atrás pero sólo pudo tragar saliva y sudar frío. Tenía que mantener la calma, al menos aparentar frente a él puesto que se deleitaba con su terror.

Y la puerta se abrió, la silueta del esperado se dejó ver, pero no fue hasta que prendió la luz de aquella oscuridad, e hizo correr a las cucarachas y alimañas en las paredes, que su perfecta anatomía tomó nitidez.

Cabello algo largo castaño en dos colores, ojos bi-color brillantes de mirada insana, sonrisa retorcida y cínica, y una estatura de 1.80, a sus 28 años.

No estaba nada mal, nada mal, belleza de los cielos; pero no era lo que Andersen quería.

Yooh, Johan Andersen ¿Cómo te encuentras hoy?sonrió pareciendo divertido.

Johan estaba sentado en una silla amarrado de brazos y piernas con cadenas y esposas, semidesnudo. Escupió en el suelo antes de ensanchar una sonrisa de locura y mirarlo conteniendo una frustración fingida.

—No tan bien como tú; pero me alegra verte.

—Na ah. No escuché las palabras mágicas. —movió su dedo índice desaprobatoriamente. —Sabes lo que quiero escuchar de tus hermosos labios, Johan.

El aludido soltó una risilla nerviosa, después se corrigió fingiendo un estado amable. —Lo siento fu, fu…quise decir: Bienvenido a casa, mi amor.

—Así está mejor. —Llegó hasta él y le arrebató un beso demandante. —Mi Johan. — besándolo, toqueteándolo, Johan tenía que ceder ya que no podía defenderse y el castaño era mucho más fuerte que él.

Se dejó hacer entregado al placer y la locura.

 

A veces es mejor dejar ir lo que no está marcado en nuestro destino, aferrarse a alguien es un error humano que puede llevarnos a un desenlace amargo, pero eso no va conmigo.

Supe que Yusei sobrevivió y que Haou está con él ahora mismo odiándome a distancia seguramente. Jaden, el hermano pequeño de Haou, también lo socorrió y viven juntos en su casa con sus padres. Estoy seguro que en un futuro querrán casarse.

Pero nunca imagine que así como yo estaba tentado por Haou, Judai , el hermano más grande de los Yuki, estaba obsesionado por mi y él había sido el responsable de mi liberación en la cárcel.

No sabía que de sus dos hermanos, Haou era su pasión, es decir que Judai era su ángel guardián y lo cuidaba muy celosamente de cualquier daño. Es por eso que toda mi pandilla desapareció debido a su mano, aniquiló uno por uno deteniéndose en mi por haber tocado la piel de su hermano. Nosotros solo éramos unos chiquillos creyéndonos importantes, haciendo bullying escolar, pero nos metimos con la persona equivocada, en el momento equivocado.

Judai Yuki se pasaba su vida protegiendo a sus hermanos; nosotros, imbéciles, nos cruzamos en su vista. Seguramente se interesó en mi cuándo comencé a acosar a los ojos dorados; yo me hubiera dado cuenta de su presencia si no hubiese estado tan atento de aquella pareja que me hacía infeliz.

 

—¡Oh Judai! —tenía que admitir que Judai era un experto, siempre lo hacía tocar el cielo aunque sus sentimientos estuvieran enredados entre Judai y Haou. El parecido era extraordinario, pero se notaba a Judai más maduro sin duda.

 

En este tiempo he llegado a acostumbrarme a él, sus manos y sus caricias, junto con su retorcida forma de amarme, me ha hecho experimentar sensaciones afrodisiacas y adictivas que en toda mi vida jamás había explorado. Judai deseaba casarse conmigo, ya me lo había dicho, pero aún sigo aferrado a Haou y eso siempre le moleta. Sabe que en cuanto me deje salir de este cuarto, yo haré lo que sea para llevarme a su hermano lejos de todos. Y es por eso que me “educa” para liberarlo de mí y no le haga daño.

Tiene el mismo problema que yo, estamos atrapados en el deseo de una persona; nuestro triángulo amoroso es un bello cuadro creado por nuestras bajas pasiones y nuestro orgullo no nos permite ceder.

Judai me ama a mi, pero yo no puedo hacerlo; sé lo que anhela, me quiere completo para él, en cuerpo, mente y alma. Pero ya tengo mi estrategia preparada, por eso siempre hago lo que me pide; aparentaré una liberación total y amor sincero por él para que deje de vigilarme y pueda hacer realidad mi deseo. Así me mate a golpes, yo siempre desearé a Haou Yuki

Y lo haré.

No me detendré, deseo probar los labios de los ojos dorados, porque es el ser que he elegido para mi eternamente y no dejaré que Yusei, ni Jaden, ni siquiera Judai me desvíen del camino que he elegido.

Puesto que Judai parece un ser enfermo por mí, pero yo he aprendido a ser mucho peor que él por Haou; y aquel día que yo llegue a ser libre…

 

Haou será solo mío.

 

 

 

Notas finales:

 

He escrito narraciones como primera y tercera persona, de recuerdos y de acciones en tiempo real; pero he notado que al hacer povs, (pensamientos narrados por el personaje) son muy sencillos de realizar. Sí alguna persona desea comenzar a escribir, yo sugiero que comience con este estilo de narración, verás que puedes plasmar tus ideas muy fácilmente.

En este caso combiné las dos formas de narrar, pero igual se puede todo el fic con narración sólo de los personajes. Siento que de cualquier forma, es agradable leerlo. Sin embargo, de esta manera (primera persona) nos ahorramos mucho las descripciones de los escenarios xD.

Un saludo a mi waifu, su historia me inspiró. <3

Y Gracias por leer.

Gracias Johan por ser tan bello.

 

-Yami red eyes-

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).