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38. Ravi (04) por dayanstyle

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Notas del fanfic:

BUENO NENESSSS AQUI LES TRAIGO LATAN ESPERADA HISTORIA DE DE RAVIIIII.....

OTRO SALTO DE SERIE ESTA VEZ LES TOCA A LOS GUERREROS DEMONIOS...

 

Notas del capitulo:

a leer

Ravi parpadeó varias veces mientras sus ojos  finalmente se abrieron. Le dolieron mucho cuando trató de enfocar su visión. Se podría decir que estaban hinchados, porque apenas era capaz de usarlos para ver. No estaba seguro de dónde estaba ni cómo había llegado allí, pero podía sentir algo pesado en las muñecas. Alzó la vista para ver que tenía las manos atadas por esposas de acero que estaban mordiendo su carne. Había sangre seca alrededor de sus muñecas y detrás de sus brazos, creando un extraño patrón que terminaba en los codos.


Cuando miró a su alrededor tratando de concentrarse en la oscuridad, Ravi analizó la habitación. Era una especie de sótano. Las paredes estaban hechas de concreto que tenían musgo y hongos creciendo en una gran cantidad de verdes y marrones e incluso algo de negro. El suelo tenía una especie de negra acumulación, casi como una capa viscosa.Otra cosa que notó de inmediato es que donde fuera que estuviese, hacía frío. Un profundo escalofrío se estableció en sus huesos, haciéndolo temblar ligeramente. Ravi miró hacia abajo a través de sus hinchados ojos para ver que estaba desnudo, colgado en una habitación oscura y húmeda que olía a orina y a muerte. Había unas cuantas ratas en la esquina, comiendo algo imperceptible.

Tiró de sus muñecas sólo para apretar la mandíbula con dolor. Su cabeza cayó hacia atrás mientras miraba hacia arriba para ver que el acero había cortado a través de su carne, mordiendo sus huesos. Curvó los dedos alrededor de las cadenas, intentando ponerse en pie para aliviar un poco la presión. Sentía como si sus hombros estuvieran siendo sacados de sus articulaciones.

 

No era fácil. Ravi estaba construido sólidamente y sus muñecas estaban soportando una gran cantidad de peso. Vio que las cadenas que ayudaban a suspenderlo pasaban a través de una especie de argolla. Era grande y gruesa. No había manera de que Ravi fuera capaz de arrancarlas del techo.

Inclinó su cabeza hacia la izquierda, secándose el sudor que picaba sobre sus ojos, ojos que apenas podían ver su entorno mientras colgaba allí, suspendido en el aire. Pateó con su pie cuando una de las ratas corrió hacia él, tratando de mordisquear la punta del pie. Él no iba a ser su próxima comida. La rata corrió de nuevo hacia las demás, haciendo caso omiso de Ravi, por el momento.

Los  dedos  de  sus  pies  apenas  tocaban   el  suelo   y  sabía  que eventualmente, el grupo de alimañas pondrían sus ojos en él como su  plato principal. Sólo podría mantener su cuerpo enroscado hacia arriba durante un largo tiempo antes de que el agotamiento lo doblegara y las ratas tuvieran su cena.

Mientras miraba a su alrededor, viendo la puerta de metal bien cerrada, se concentró en lo último que recordaba. Había sentido un tirón en el pecho y sabía que un alma estaba siendo tomada. Él y Jimmy habían seguido esa sensación hasta que se encontraron detrás de King Wings, donde Danny Im estaba jugando con alguna desafortunada persona, burlándose de él antes de succionar su alma a través de la boca de la víctima.

Todo después de eso era difuso.

Sus ojos fueron de golpe hacia un lado cuando escuchó movimiento, un rumor de algún tipo. Su visión borrosa por un momento y luego, lentamente, volvió a enfocarse. La puerta se abrió lentamente, las bisagras chirriaron ruidosamente, haciendo eco a través de la pequeña habitación de madera. Los sonidos chillaron en sus oídos.

 

Lamiendo sus secos y agrietados labios, Ravi se tensó para ver quién era. Su mente corría con toda clase de posibilidades  mientras la puerta crujía revelando algo que Ravi no había visto antes.

—¿Estás disfrutando de tus comodidades? —preguntó el hombre mientras entraba en la habitación. Ravi no estaba seguro de quién era el hombre, pero no era un buen augurio cuando las ratas corrieron asustadas. Eso le dijo a Ravi que estaba tratando con alguien muy maligno.

Ravi se negó a pronunciar una sola palabra. Había aprendido por experiencia que si se quedaba tranquilo la otra persona se sentía obligada a llenar ese silencio con charlas sin sentido. Una persona puede aprender mucho de esa manera.


Tenía la sensación de que su mandíbula estaba rota.Los ojos del hombre recorrieron el cuerpo de Ravi, una leve sonrisa tirando de sus labios mientras sus ojos le decían a Ravi que el hombre carecía de cualquier tipo de compasión. Los ojos del extraño eran oscuros y siniestros y francamente espeluznantes como la mierda. Ravi apretó la mandíbula, arrepintiéndose de inmediato cuando el dolor se disparó en la nuca y sobre sus hombros.

»Sin embargo, espero que estés muy a gusto. Estarás de vacaciones con nosotros por un largo tiempo.

Ravi mantuvo la mirada baja, mientras trataba de pensar en una manera de salir de este lío. Aparte de roer sus malditas propias manos, las cosas se veían un poco malditamente sombrías.

»Me sorprende que no me recuerdes. Tú fuiste quien me encerró en esa prisión subterránea olvidada de Dios. ¿Alguna vez has estado allí como invitado? Deberías probarlo. Tu mente comienza a enloquecer un poco después de estar allí durante siglos.

 

Ravi levantó la vista rápidamente y luego volvió a mirar hacia abajo, haciendo todo lo posible ubicar esa cara. Sabía que tres presos habían escapado de las celdas de detención que se encontraban en el inframundo y él sabía quién era Danny Im. Ravi también sabía quién era Kim Woo Bin.

Kim Woo Bin era una criatura vil que nadie podría confundir con otra cosa que pura maldad. Él era el ser más grande que Ravi había visto nunca, con poderes y fuerza conforme a su altura, pero la cosa tenía un guisante por un cerebro.  Woo Bin salió por puro instinto.


Y este era su hermano. Pero el hombre de pie delante él no era Kim Woo Bin o Danny Im. Entonces tenía que ser Kim Soo Hyun, el hermano de Soo Man. Soo Man era un ser asqueroso. Creó una droga llamada Liquid Wrath que hacía adictas a las criaturas de todas las especies.

Ravi sabía de hecho que Kim Soo Hyun era incluso más malvado que Soo Man.

»Respóndeme —Kim Soo Hyun gritó, su voz rebotaba en las cuatro paredes de piedra. Cuando Ravi no pronunció una sola palabra, Kim Soo Hyun se acercó más—. Yo sé exactamente qué decir para conseguir que hables —le susurró en un tono frío y malicioso—. Tienes un amigo humano en el reino de los humanos que es muy querido para ti. ¿No es así, Hak Yeon?

La cabeza de Ravi se levantó abruptamente mientras que él tiraba con todas sus fuerzas de las cadenas que lo ataban. —Si te acercas a él, te voy a perseguir y arrancar la carne de los huesos. —Ravi gruñó las palabras en voz baja añadiendo—. Lentamente.

Él sintió una oleada de dolor inconmensurable disparar a través de la mandíbula después de hablar. Joder, eso dolió.

Cuando Kim Soo Hyun le sonrió de manera ácida, Ravi miró  a lo lejos. Había caído en el pequeño juego de Kim Soo Hyun. Kim Soo Hyun había provocado a Ravi y él había caído. Ravi cerró los ojos cuando pensó en su pequeño amigo humano. Había hecho todo lo que había podido para proteger al hombre del mundo, pero ahora Ravi no estaba tan seguro de ser capaz de proteger a Hak Yeon del mal parado delante de él.

Kim Soo Hyun chasqueó la lengua hacia Ravi mientras se alejaba en dirección a la puerta. —No creo que estés en posición de amenazar a nadie, guerrero.

La puerta se cerró de golpe y Ravi escuchó un largo perno deslizándose en su lugar. Tan pronto como el maligno bastardo hubo desaparecido, las ratas regresaron. Ravi cerró su mandíbula, dolor irradiaba a través de su cara, pero a él no le importaba. La única cosa en  su mente en ese momento era su fuga e ir luego con Hak Yeon.              

Agarrando las cadenas una vez más, Ravi giró su cuerpo para colocarlo frente a la pared. Se levantó plantando sus pies en el  cemento para hacer palanca mientras dejaba caer todo su peso, aplicando  cada gramo de presión a la argolla. Pequeñas partículas de concreto cayeron salpicando su rostro, lastimando más sus aún hinchados ojos.

Mirando hacia arriba, Ravi vio que el perno se había movido ligeramente. Sus dedos se cerraron en torno a la cadena de acero para un mejor agarre mientras lanzaba su cuerpo hacia atrás, tirando con todo el peso de su cuerpo en la acción.

El perno se movió un poco más.

Sus ojos se humedecieron por el dolor alrededor de sus muñecas a causa de las esposas que se clavaban en sus huesos, pero Ravi no se dio por vencido. No podía darse por vencido. Hak Yeon contaba con él, sin importar si el pequeño hombre lo sabía o no. Kim Soo Hyun era el tipo de hombre que cumplía sus promesas y Ravi había leído la amenaza entre líneas.

 

El demonio estaba yendo tras de que su amigo.

Los músculos tensos, los dientes rechinando, Ravi tiró hacia atrás una y otra vez. La negra sangre fresca corría en sus muñecas como arroyos, pero Ravi ignoró el dolor. En el último impulso hacia atrás, el perno de la argolla cayó libre del techo, enviando a Ravi como un barril contra el suelo. Aterrizó duro, las cadenas sacudiéndose mientras Ravi estaba tendido allí, aturdido por el impacto, el aire saliendo con fuerza de sus pulmones. Sacudió su cabeza y rápidamente se puso de pie cuando las ratas vinieron corriendo hacia él. Levantó la cadena usándola como un bate, balanceándola hacia las alimañas.


Ravi no tenía idea de cuánto tiempo había estado  en esta habitación, pero a juzgar por las heridas cicatrizadas en sus muñecas y las heridas que se habían vuelto a abrir a causa del vigoroso ejercicio para liberarse, él había estado allí por largo un tiempo. Frotando su esternón, Ravi tropezó hacia la pared y luego se inclinó contra ella. Ahora que sus pies estaban firmemente plantados en el suelo, tenía que encontrar una manera de salir de ahí.

Se empujó fuera de la pared, sus piernas debilitadas mientras trataba de caminar hacia la puerta. Los músculos de sus piernas temblaban cuando llegó a la puerta grande de metal rozando sus manos sobre la superficie, tratando de encontrar un punto débil. Ravi gruñó frustrado cuando no encontró nada. Las bisagras ni siquiera estaban en este lado de la puerta. No tenía nada para trabajar.

Su frente descansó sobre el frío metal mientras veía imágenes de Hak Yeon corriendo a la vanguardia. El hombre era bajito, diminuto y a veces cómico. También era el hombre más guapo que Ravi había conocido. Hak Yeon tocó una parte de Ravi que había pensado que había muerto desde hacía mucho tiempo.

Una parte de él, que ahora, anhelaba al pequeño hombre con cada respiración.

Golpeó la mano contra la puerta deseando poder encontrar  una salida. Tenía que haber una. Él no iba a darse por vencido. No podía darse por vencido cuando la vida Hak Yeon estaba en juego.

Ravi se giró apoyando su espalda contra la puerta mientras examinaba la escasa habitación. No había absolutamente nada allí que pudiera usar. No había ni siquiera una ventana. Su libertad estaba en la puerta sobre la cual estaba apoyado.

Pateó su pie, ahuyentando a la rata que estaba deambulando muy de cerca. Las cosas eran desagradables.


Ravi había aprendido a una edad temprana a luchar o morir. Había matado a muchos para guardar su vida, para sobrevivir. Eso hacía parte de quien él era y una parte de él que Ravi mantenía enterrada en el interior en un lugar donde nadie nunca la encontraría. En Baku era matar o morir y Ravi había sobrevivido. Su vida había sido brutal y áspera, siglos de lucha y derramamiento de sangre. Antes de que Him Chan se lo llevara para entrenarlo como guerrero, Ravi había vivido en Baku, una ciudad al este de Serenity City, un lugar donde ellos peleaban por todo lo que tenían. Ravi se había criado en las calles, viviendo en la pobreza. A pesar de que muchos le dijeron que estaba destinado a ser un gran guerrero, todavía tenía que luchar su camino por la vida. Muchos lo habían probado, lanzándole a pelear en sucios sótanos o fosas de fuego para ver que tan grande guerrero realmente era.

Hak Yeon era como un faro de luz que lo llevaba hacia el pequeño hombre cada vez. Tenía una inocencia que Ravi nunca había conocido. Le fascinó que alguien pudiera ser tan puro de corazón. La maldad podría haber tocado a Hak Yeon en un momento de su vida, pero el hombre seguía siendo puro y dulce.

Ravi no podía entender ese concepto.

 

Incluso si él tomaba al hombrecito en la cama y descubría que Hak Yeon no era su pareja, Ravi sabía que iba a quedarse con él para siempre.

Él se había enamorado.

Aquí otro concepto que no entendía. Era extraño para  él. Nunca había amado a nadie en su vida y nadie le había dado ese regalo tampoco. La idea de tener Hak Yeon todo para él lo asustaba, pero Ravi sabía que no podía dejar ir al hombre.

Ravi dio un paso atrás cuando oyó pasos que se acercaban. Sabía que la única manera de salir de estas cuatro paredes era a través de la puerta, una puerta que no tenía manija o tornillos en la parte interior. Alguien iba a tener que entrar en la habitación para que él se escapara.

Ravi agarró las cadenas en sus manos, tirando de ellas  fuertemente  mientras esperaba el ingreso de quienquiera que estuviese en el otro lado de la puerta. Él no tomaría prisioneros y ni mostraría misericordia. La vida del hombre se basaba en él consiguiendo salir de... dondequiera que estuviera.

El humano que sostenía su corazón lo necesitaba y Ravi no le iba a fallar a Hak Yeon.

Ravi dio un paso atrás, esperando, mientras los pensamientos de Baku se agolpaban en su mente. Esa misma adrenalina atravesó su sistema como lo hizo en aquel entonces cuando supo que tenía que luchar por su supervivencia. El cerrojo se deslizó de su lugar mientras quienquiera que fuera estaba empujando la puerta. Ravi contuvo el aliento, esperando que la persona ingresara sólo un poco más en la habitación. Cuando una oscura figura apareció, los brazos de Ravi giraron en el aire sacudiendo  la cadena, enrollándola  alrededor de la garganta del desconocido.

 

El hombre no iba a rendirse tan fácilmente. La espalda de Ravi se estrelló contra la pared, el viento escapó de sus pulmones por segunda vez. Gruñó sin prestar atención al dolor que atravesaba su cuerpo mientras aumentaba la presión sobre el acero en sus manos.

Él sostuvo con fuerza cuando el hombre golpeó  alrededor,  sus manos golpeando en la nuca mientras trataba desesperadamente de tirar de la cadena suelta. Ravi envolvió sus piernas alrededor de la cintura del hombre, añadiendo un esfuerzo extra mientras el extraño lentamente caía de rodillas.


El pasillo era brillante, demasiado brillante para sus ojos. La celda en la que había permanecido estaba en penumbra, apenas mostrando a Ravi lo que estaba en la habitación junto con él. Él parpadeó un par de veces, tratando de que sus ojos se adaptaran mientras se deslizaba hacia el pasillo, pegando su espalda contra la pared.Un gruñido fuerte se oyó y luego todo se quedó en silencio cuando el extraño se desplomó en el suelo. Ravi se empujó hacia arriba, tirando el cuerpo inerte a una esquina y rápidamente corrió hacia la puerta abierta, asomando su cabeza alrededor del marco.

Su cabeza se levantó cuando gritos resonaron en todo el pasillo. Ravi escuchó con atención mientras corría en la recta final de linóleo, tratando de encontrar una salida.

Encontrando un conjunto de escaleras, Ravi ascendió arrastrándose en silencio mientras los gritos torturados y angustiados empezaron a desvanecerse. Se comprometió a averiguar exactamente dónde estaba y volver por los que clamaban por ayuda.

Pero por ahora, Ravi tenía que llegar a Hak Yeon y salvarlo de Kim Soo Hyun.

 

Mientras subía a la cima de las escaleras, Ravi vio una puerta con una barra de empuje. Miró a su alrededor de forma rápida y luego corrió hacia la salida.

 

 

 continuara..

Notas finales:

dejen rw


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