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El corazón de Bennu por BLUEALONE

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Notas del fanfic:

 

Hola soy Yuki y vengo a traerles un maravilloso fic (creída XD ok no) de KagahoxHades ya que creo estoy comenzando a obsesionarme con esta pareja *w* . anteriormente escribi fics tenmaxalone que tambien me encanta y eran lentos, pero este fic es bastante diferente pues es mas sexual y un poco más adulto, ya que considero que esta pareja sería más madura , además de estar en los zapatos de un Dios olímpico, que ellos son bastante arrogantes y egoístas.

 

no quiero spoilear así que ... a leer!! *w* espero contagiarlas con mi amors por estos dos x3 

Notas del capitulo:

aaaaaa! estoy emocionada porque cada vez siento que recupero más mis dotes de escritora (?)

 

Espero les guste este nuevo fic, y para quienes leen mis otros fics xD discukpen la demora es que en verdad he estado ocupada con la escuela pero ya haré conti de los dos, de hecho ambos fics ya casi harán fin.

 

bueno espero disfruten!

Debo de mencionar que me inspiré mucho escuchando la canción chikyuugi de saint saiya para este fic :3  asi que si tienen un chance escuchenla.

Capítulo 1: El destino de los muertos


 


Hades se encontraba mirando hacia la ventana en la alcoba de su castillo. Era de noche y desde ahí se apreciaba una parte del lienzo perdido, esa hermosa y mortal salvación. Toco con su mano la ventana. Apenas unos sigilosos roces.


-Ya no podremos volver al pasado... – Vino a su mente el día en que Tenma llegó al orfanato, cuando se hicieron amigos, cuando los tres se divertían juntos jugando dentro del bosque. En su garganta se formó un nudo poco a poco.


-De nuevo esta triste. – Se escuchó a su espalda la voz ronca del más cercano de sus espectros, Kagaho de Bennu.  Hades se sorprendió al sacarlo de sus pensamientos y se giró con elegancia.


-Kagaho... – Una vez frente a frente él espectro se arrodilló.- a veces es difícil deshacerme de estos recuerdos. - vuelve la mirada de la ventana una vez más-  tú debes entenderme ¿no es así?


-Por supuesto. Nadie lo entiende mejor que yo –respondió con una voz sombría pues ambos conocían la historia del espectro.- Pero debe ser fuerte señor Hades, yo estaré a su lado hasta el final.


El joven rey sonríe suavemente sin apartar la vista de su seguidor.


- Recuerdo cuando lo conocí en el inframundo. Tenía esa misma expresión de tristeza.


 


 Flashback


-¿Sui? No, no es él… -se dijo a sí mismo el nuevo espectro de la violencia, mientras se encontraba vagando en el inframundo para buscar la desdichada alma de su hermano pequeño.


-¿Buscas a una persona llamada Sui? Yo también busco a unos niños... –se levantó un jovencito rubio y de expresión cálida- pero el inframundo es tan grande que no los puedo encontrar. Deben estar llorando… -bajó su vista con tristeza- Sería maravilloso  poder darles una nueva  salvación… a los vivos y también a los muertos… ¿no lo crees?


Kagaho de Bennu lo miraba atónito, no solo por el parecido con su hermano, sino por el gran cosmos que provenía de él. Probablemente, esa persona era…


- ¿Quién es Sui? – Dijo el rubio con una mirada un poco más malévola, dándole a entender que había entrado por un momento en sus pensamientos.


- Mi hermano. El... se suicidó. - apretó los puños al recordar ese trágico momento y el rubio le miro sorprendido.


- Por eso lo buscas tan desesperadamente... –dijo el rey con rostro de amable tristeza. Kagaho permaneció cabizbajo. – No te preocupes, yo te ayudaré a encontrarlo. - Kagaho se sorprendió.- Ven conmigo… -comenzó a caminar- Kagaho de Bennu.


 


Fin del flashback


 


 


- Aunque no he podido encontrarlo desde entonces…


El joven moreno y de pelo azulado negó.


- No se preocupé señor, yo creo en usted. 


 


Entonces entró Pandora, la fiel sirviente del Dios Hades.


- Señor Hades –dijo alarmada, entonces se percató de la presencia de ese molesto espectro. Lo envidiaba de sobremanera pues era el único al que parecía el señor Hades había abierto su corazón y en quien confiaba más, pasando por encima de ella. Pausó por un momento y luego miró al rey- Es el caballero pegaso… Ha entrado a los dominios del  castillo y derrotó algunas de nuestras estrellas. Enviaré a uno de los jueces…


- No. –interrumpió secamente el rey.


- ¿Qué? –susurró la mujer.


- Yo me encargaré de él, de una vez por todas. –sentenció.


El joven espectro observó la mirada dolorosa de su rey. ¿A cuánto más tendría que renunciar para cumplir con la salvación del mundo? Tendría que repetir esa atrocidad… matar a la persona más importante para él, otra vez. No cabía duda, era el rey más poderoso.


- Sin importar lo que suceda, yo siempre estaré a su lado. –se dijo a sí mismo el peliazul. –Si no le molesta –habló por fin- quisiera acompañarlo, señor Hades.


Hades lo miró de reojo y luego cerró los ojos sonriendo, signo de aprobación.


Silenciosamente abrió un portar de colores negros, grises y púrpuras, donde caminó y desapareció. Acto seguido, el espectro miró a Pandora y ésta le respondió con unos ojos frívolos. El joven hizo una leve reverencia y después siguió al rey, desapareciendo con él el portal.


 


Del otro lado se encontraba un caballero de bronce con visibles golpes pues había combatido a varios espectros antes de poder avanzar. Fue entonces cuando vió al menor de ahora cabellos negros, llegar por un portal.


- Alone… -susurró.


Seguido de éste apareció el espectro de la violencia y se arrodilló tras su alteza.


- Tenma… parece que no lo has entendido. –dijo mientras su cabello y sus ropas comenzaban a moverse a causa de la elevación de su cosmo. – Te dije que jamás –hizo énfasis- podrás alcanzarme. –su mirada se tornó violenta y su espada apareció. – Estoy aquí para encargarme finalmente de ti. Ya no dejaré que vuelvas a resucitar.


- Y yo estoy aquí para salvarte Alone. –respondió con convicción el joven. – No permitiré sigas cometiendo tantas atrocidades. ¡Meteoros de pegaso! –y sin pensarlo lanzó su ataque con fuerza. El pelinegro sonrió y le devolvió su ataque, haciéndole caer.


El joven pegaso iba acompañado con su amigo unicornio, quien enseguida corrió a atacar a Hades, pero de pronto fue interrumpido por el alto y fornido espectro.


- Es de cobardes el luchar  dos contra uno. Yo seré tu oponente. –alzó su mano derecha de donde emanaron fuegos negros y sonrió pues sabía que la victoria estaba asegurada.


 


La pelea comenzó entre los cuatro. Kagaho pronto se lanzó violentamente contra el menor de unicornio, lanzándole fuego y golpeándolo a su paso.


- ¡Yato! –gritó Tenma.


- ¡No te distraigas! –dijo el rey y le lanzó con fuerza la espada la cual de nuevo fue esquivada por pegaso. – Ah, has mejorado, Pegaso, pero no lo suficiente –sonrió y alcanzó a hacerle una herida en la mejilla al tiempo que el otro se alejaba. La herida sangró.


- Será lo suficiente para vencerte esta vez, ¡Lo verás! –dijo el caballero de bronce y se limpió la sangre sonriendo. El de pelo largo le respondió la sonrisa.


 


Mientras tanto el caballero de unicornio estaba atrapado en las llamas negras.


- Eres valiente, unicornio, pero eres débil. –aumentó la intensidad de las llamas negras.


- ¡Aaaaaaaaaaaaaaaah! –el joven comenzó a retorcerse del dolor.


- ¡Morirás! –el fuego comenzó a quemarle el cuerpo  y el chico perdió la consciencia a causa del dolor.


El caballero de pegaso escuchó sus gritos y enfureció.


- Debo acabar con esto cuanto antes-pensó. Entonces elevó su cosmo al máximo- ¡Meteoros de pegaso!


- Eso no te servirá –contestó Hades dispuesto a devolverle el favor, pero no se dio cuenta de que el caballero desapareció en aquella luz cegadora y de pronto estaba detrás de él.


- Lo siento- susurró el pegaso y entonces le dio un fuerte golpe en la espalda. En su puño había concentrado su cosmo con lo cual desbalanceó a Hades y este cayó directo en una pared de concreto del castillo.


- Señor Hades –susurró el espectro y fue volando rápidamente hacia él, soltando al unicornio de sus llamas, quien cayó totalmente fuera de sí al suelo.


Aunque era Hades, el Dios del inframundo, aún tenía un cuerpo humano y había perdido la consciencia a causa del impacto. Una herida en su frente comenzó a sangrar.


- Maldito… -susurró, sujetando el cuerpo delgado y frágil de Alone en sus brazos.


El pegaso corrió hacia su amigo unicornio. Estaba al borde de la muerte.


- No puedo dejarlo así, pero… -miró a la dirección de Hades y Kagaho. ¿Qué debía hacer? ¿Continuar y dejar morir a su amigo, con la posibilidad de vencer a Hades? ¿O salvar a Unicornio? – Maldición… -carraspeó y tomó al unicornio. Entonces apareció una luz color rosa.


- Tenma… -se escuchó una voz femenina. Era Sasha. Había abierto un portar para sus caballeros.


El de cabello castaño miro de vuelta a Kagaho y Hades, para después entrar por el portal junto con su amigo. A pesar de ir con el objetivo de vencer al Dios no podía dejar morir a su compañero.


Por su parte Kagaho los dejó ir pues antes de buscar cualquier venganza debía regresar a Hades a su alcoba para que éste despertara y se recuperara.


Lo cargó durante todo el camino en sus brazos hasta llegar de nuevo a la alcoba. Al dejarlo ahí no pudo más que maldecir una y otra vez. ¿Cómo había permitido eso? ¿Cómo es que se distrajo en algo tan estúpido como matar al unicornio si su principal deseo era proteger a Hades? Apretó los puños.


El joven pálido de cabello negro comenzó a moverse y lentamente abrió los ojos.


- Kagaho… -llamó débilmente.


- Señor Hades, perdóneme. –se arrodilló.- … no fui capaz de protegerlo.


El joven posó sus cristalinos ojos en el mayor, quien tenía un gran pesar y sobretodo una gran furia.


- Kagaho –llamó de nuevo- Ayúdame a incorporarme. –ordenó, pues aun sentía el cuerpo adolorido. Pegaso… No, Tenma… le había herido de esa manera. Algo en su corazón humano le dolió, a pesar de que sabía que estaban destinados a destruirse mutuamente.


El del sapuri se apresuró a incorporarlo con delicadeza, cosa extraña en él pues era un humano de naturaleza recia.


- Tengo una herida en mi cuerpo. –dijo dolorosamente pero no con autocompasión. – Quítame la túnica.


- Sí. –el joven de rostro frío y ojos violetas aventuró sus grandes manos a quitarle la túnica con sigilo para no lastimarlo. El rey cerró los ojos ya que le dolía el roce de las telas. Kagaho terminó de quitarle la túnica, dejando su pecho al descubierto. La piel de ese Dios era hermosa, o al menos, del cuerpo que había elegido como depósito. Era blanca y tersa al contacto, y al ser el cuerpo de un pintor no era musculoso sino delgado y con fina figura. De pronto el mayor sintió su propia respiración acelerarse de sobremanera y un notable calor en las mejillas. Sin embargo, por más hermoso que fuera, estaba claramente herido en el abdomen. La sangre de Kagaho hirvió al ver la herida causada por Pegaso.


Hades abrió los ojos y con lentitud acercó su propia mano derecha hacia su herida de la frente y la hizo desaparecer, es decir, se curó a sí mismo con su cosmo. Después hizo lo mismo con la del abdomen. Esto alivió al mayor, pero se sentía tan avergonzado que se levantó dispuesto a irse en busca de venganza.


- ¿A dónde vas? –preguntó el Dios al ver la reacción de su subordinado.


- Usted sabe bien a donde voy. –respondió sin verle.


- No. –ordenó el joven Dios y lo miró fríamente. –No lo harás y es una orden.


Kagaho se giró a mirarlo, estaba molesto de igual forma.


- No puedo dejar pasar esto, señor Hades, yo… -su agresiva contestación se vio truncada por los dedos de Hades puestos en sus labios.


- Ya te dije que no tienes que probar nada, y menos a mí, Kagaho. –dijo con seriedad.- Se bien que tú eres mi más fiel seguidor –lo miraba directamente a los ojos y le tomó del mentón, mientras Kagaho, sorprendido, permanecía en silencio con los labios entreabiertos. Cosa extraña en él, pero nadie era capaz de detenerlo de la manera en que Hades lo hacía. Entonces, una suave sonrisa apareció en los rosados labios de más joven. – Es por eso que tú eres mi espectro preferido. –cerró ojos ojos al decir esto. Después le volvió a mirar, sus ojos ahora eran menos feroces y más tiernos. Un poco más parecidos a los que Kagaho conoció El primer día.


El espectro desvió su mirada, aun molesto y también con ligera vergüenza en su interior. Quería rehusarse.


- Además –soltó el tacto y volvió a su cama para ponerse de nuevo la túnica – Yo seré quien me encargue del caballero pegaso. ¿Has entendido?


- Sí… señor. –volvió a arrodillarse. Aún seguía molesto pero eran órdenes directas de Hades así que no podía rehusarse. Además comprendía lo importante que era esa persona para él.


 


El chico de cabellos largos terminó de acomodarse la túnica y le miró con una sonrisa gentil.


- No tienes que arrodillarte de nuevo.


El otro permaneció con el rostro inexpresivo sin hacer caso de las palabras del Dios. En ese momento apareció un espectro de rostro joven y bello por la puerta.


- Señor Hades, encontramos una de las almas que buscaba desde hace tiempo. La de un niño.


Al escuchar eso tanto el corazón de Hades como el de Kagaho dieron un vuelco.


- ¿Qué dices? –preguntó el espectro de Bennu sin pensar. Su voz era un hilo. El otro espectro se sorprendió de su desajuste.


- Llévanos ahora mismo.-ordenó el Dios. Después volvió su vista a los ojos violeta de Kagaho y asintió. Kagaho respondió con el mismo gesto.


 


El espectro al ser un guardián del inframundo tenía el poder de abrir portales a través de todo éste, era uno de los pocos que podía hacer esto de la misma manera que Hades. El portal de otro color se abrió y ellos lo atravesaron. Llegaron a un río con aguas grises, mientras que la tierra era café rojiza, era el  rio de la pena. Al igual que en otras partes del inframundo, las almas caminaban sin dirección y se lanzaban a su descomposición al vacío. Ahí estaba él… Sui, el hermano menor de Kagaho. La estrella de la violencia palideció y quedó mudo al verlo. Hades ordenó al otro espectro que los dejara a  solas.


El chico permanecía de la misma edad que cuando murió, al menos en apariencia, y sus ojos parecían perdidos. Hades observó el alma con tristeza y se dirigió caminando majestuosamente al pequeño. Posó su blanca mano sobre la cabeza del niño y los ojos de éste comenzaron a tener brillo. No estaba vivo, sino que Hades le había devuelto sus memorias.


- He… hermano… -susurró Sui, sorprendido.


Los labios de Kagaho temblaban y fue de pronto que lágrimas  de sangre brotaron silenciosamente de sus  ojos. Se acercó lentamente a su hermano y le abrazó. El pequeño se sonrojó.


- Hermano, lo siento… -comenzó a llorar el niño y le correspondió el abrazo. – Siento haberte causado tantos problemas.


- No digas eso. Jamás lo hiciste, Sui. –lloraba en silencio el mayor, intentaba no mostrar su debilidad aunque para Hades era bastante clara pues veía como las manos de su subordinado temblaban como nunca lo habían hecho.


- Hermano… tengo miedo. –susurró escondiendo su cabecita entre el pecho del mayor.- Tengo miedo de lo que me va a pasar. ¿Voy a ser castigado?


El corazón de Kagaho se partió en mil pedazos pues su hermanito la transmitía sus miedos en ese eterno abrazo. Los recuerdos de su cruel muerte volvían a él.


- No. El señor Hades te salvará. El convertirá nuestros pecados en un hermoso lienzo.


- ¿El señor Hades? –entonces el pequeño miró al joven que permanecía al lado de ellos. - ¿El es el señor Hades?


El chico de ojos azules sonrió con ternura.


- Así es, Sui. No debes temer, yo salvaré tu alma.


Sui lo miraba sorprendido y luego se volvió a Kagaho. Bennu aun derramaba lágrimas. El niño asintió sonriendo.


- Entonces ya no te preocupes más por mí, hermano. Confío en el señor Hades.


- Kagaho- habló el Dios. – Es hora de despedirse. –susurró, pues no quería decir aquellas palabras. Pero no debía hacer consciente al niño tanto tiempo o su alma se reusaría a quedarse en el inframundo.


Kagaho asintió y se limpió las lágrimas con amargura y violencia.


- Adiós, Sui. Pronto estaremos juntos otra vez.


El niño asintió.


- Se feliz, hermano. Te estaré esperando. –le sonrió con ternura. Las lágrimas silenciosas continuaban corriendo por la mejilla del espectro. Se puso de pie y le dio la espalda.


Hades se acercó al niño.


- Por favor, cuida de mi hermano. –soltó de pronto, dejando perplejo al Dios.


- Así lo haré, Sui. Que tengas una hermosa eternidad. –le sonrió y el niño cerró los ojos para después recibir el suave toque de la deidad. Poco a poco comenzó a desaparecer y en algún lugar del lienzo perdido, reapareció como un pequeño ángel.


Kagaho permaneció en silencio, de espaldas a todo aquello. Su nudo en la garganta aún no le permitía hablar. Hades lo miro tratando de comprender su dolor.


- Ya no sufrirá más. Es un ángel ahora. –susurró y miró al cielo donde le mostró la imagen de un Sui mucho más tranquilo y feliz, en el lienzo perdido.


El joven Bennu asintió en silencio.


- Bien, vámonos. –dijo el ojiazul y abrió el nuevo portal que los devolvió al castillo.


 


Habían regresado a la alcoba del regente de aquel mundo.


- Entonces, me retiro, señor Hades. –dijo con dificultad, esperando que el Dios no se percatara de su debilidad.


- ¡Kagaho! –habló solemne deteniendo al mayor antes de que saliera por la puerta. El otro se paró en seco y se giró de nuevo al Dios, sin levantar la mirada. El menor comenzó a acercarse a él detenidamente. De nuevo sostuvo su mentón, obligándolo a verle a los ojos. – Te prometo que estará bien. –dijo suavemente. El mayor se sintió irritado al verse tan vulnerable. En su orgullo pensaba que no era necesario que nadie lo consolara. Sin embargo las lágrimas salieron de nuevo, traicionándolo.


- ¡Lo sé! –sin pensarlo sostuvo la muñeca del menor para alejarla de su rostro. En ese encuentro sin querer se habían acercado mucho más. El rostro del cercano Dios lo miró sorprendido, más no enojado. Entonces Bennu se percató de su acción al notar esos bellos ojos tan cerca y dejó su estupefacción a un lado. –Yo… lo siento, señor Hades. –soltó su fuerte agarre- Ahora mismo no puedo pensar con claridad. –se alejó- Con su permiso. –susurró para después salir por la puerta, dejando a un confundido Dios.


 


No sabía porque, pero ese gesto lo había movido, provocando un latir desenfrenado en el Dios. Kagaho era bastante difícil de comprender, incluso para él, por su carácter rudo, incluso quizá más rudo que Tenma, y también más cerrado a mostrar sus verdaderos sentimientos.


 

Notas finales:

 

 

aaaaa!! ya  quiero subir el proximo cap que se pondrá muy buena para las amantes del lemon XD y es que no puedo evitar imaginarme más lemon de kagaho con alone que de tenma con alone, pues bennu es demasiado sexi *w* 

 

Besos y espero sus reviews, opiniones, críticas, lo que sea *w* 

 

subiré el proximo cap en una semana o a lo mucho dos, pero mejor una jejeje 

 

Bye!!


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