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Un Recuento de los hechos por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Espero que les guste esta mini historia, nada más es una plática entre dos compañeros, pero ocurrian otras cositas. No les spoileo más y las dejo leer.

Aioria estaba de los nervios con la situación, sabiendo que las cosas no irían bien y menos acuerdo al plan, cada uno tomo su rumbo y cada uno tomaba cartas sobre el asunto. Eso sí, estaba muy seguro que podía contar con la ayuda de Shaka, rememorar la tarde del día anterior, era algo que no podía dejar pasar, estaba consciente de que tuvieron una cita en vez de salir como amigos, al contrario, algo en él había despertado y pronto encontraría la respuesta.


 


- El museo Monthay, ese lugar antes funcionaba como una casa ¿No es así? – Aioria asiente ante el comentario, Shaka esboza una sonrisa sarcástica no podía entender casi nada, pero consciente de los hechos estaba - ¿Y qué sucedió con la familia que vivía ahí? – el castaño se rasca la nuca destellando su nerviosismo, desconocía el paradero de los padres del antiguo amor de Milo, y ese sería otro de sus objetivos con la investigación que él mismo haría, evitando que su hermano y cuñado, sus dos amigos, se enteren de su táctica de juego.


 


- La verdad que no se, dudo que se hayan mudado desde la muerte de su primogénito – Shaka se cruza de brazos y observa a Aioria con confusión, no entendía el punto de la conversación. El de cabellos cortos y castaño, deja salir otro suspiro, se vuelve a tranquilizar junta el coraje y le cuenta toda la historia – Perdona si me parezco al viejo Sage con las historias, pero necesitas saber todo los hechos, sé que Mu solo no puede con este asunto, sé que él sabe porque es un cazador de vampiros, y no sé qué ocurriría si él falta su juramento, el único escudo que tiene Camus Afrontes es contar contigo y Afrodita – Shaka abre sus ojos de la sorpresa, sabía que Mu era un cazador de vampiro y que estaba enamorado de un vampiro, pero jamás pensó que él junto a Afrodita serian lo mismo, sin embargo opta por asentir ante las palabras de Aioria.


---- 1879 ----


Eran finales de diciembre las fiestas habían concluido, como también las misas en el pueblo. Ellos tres únicamente se quedaban fuera de iglesia con la intención de hacer alguna travesura, propia de tres jóvenes vampiros que deseaban hacer alboroto en un pueblo pequeño.


 


- ¿Es él? – Señalo Deathmask al chico con ropas elegantes, en tonos poco convincentes en un humano, usando una chaqueta roja con detalles plateados y negros, pantalones negros y botas de cuero marrón, prácticamente para el joven Doría aquello era un asalto hacia la moda.


 


- Si es él, ah, se ve tan lindo y guapo con esas prendas – Aioria y Deathmask miraron a sus costados, enfocando su mirada en su mejor amigo Milo, quien parecía estar embelesado con la imagen del joven Monthay. Los dos vuelven a enfocar sus miradas en el muchachito quien ya los había visto, Aioria toma a un Milo hipnotizado por el otro chico para alejarlo de los tarros de basura.


 


- Ya Milo, deja de observarlo y vuelve a la realidad – Le dice mientras le golpea la cara de manera suave, el de cabellos rizados y rubios, reacciona antes de tiempo.


 


- Hola señores – Los tres pegan un grito y un salto, mientras se ponían firmes como si fueran militares, el joven Monthay comienza a reír, jamás pensó que esos tres serían sus únicos amigos en todo el pueblo.


---- Actualidad ----


Shaka parecía estar llorando de la risa ante escuchar aquella última parte, en cambio, Aioria también reía con aquel recuerdo feliz, adoraba rememorar los días donde su mejor amigo estaba feliz y era él mismo, lástima que la tenía dudas al respecto de la muerte y el misterio que rodeaba en ese casa.


 


- Me es extraño pensar en esto, pero ¿Seguro que desde ese día Milo se enamoró? – Aioria se queda pensando unos minutos, para después negar la pregunta.


 


- No, fue unas semanas antes de esa anécdota que te conté – Shaka se sube en los lavabos y observa a Aioria con una sonrisa, destellando su interés – Él se enamoró a primera vista del joven Monthay, en la mansión Monthay, se realizó una fiesta de antifaces, y para decirte que también fui invitado – Shaka asiente ante el mini relato que contaba Aioria, el castaño se acerca a la persona que estaba enamorado perdidamente, para simplemente estar cerca de él.


 


- Entonces, en toda esta historia de amor, pero no entiendo por qué Albafica se enamora de una persona tan cruda como Milo – Aioria desvía su mirada y deja salir una risa, esa historia tenía un argumento factible - ¿Tú sabes cómo se enamoró Albafica de tu “amigo”? – Aioria vuelve a fijar su mirada en los zafiros claros que tenía Shaka como ojos, le dedica una sonrisa tímida y asiente ante la pregunta - ¿Me lo contarías? – De nuevo le asiente mientras le toma las manos, provocando que ambos se sonrojaran ante la cercanía del otro.


---- 1879 ----


El día resplandecía en todo el pueblo, los rayos del sol se infiltraban por sus ventanas, él como siempre dormía plácidamente en su cómoda cama. La puerta de su cuarto se abrió dejando pasar a un pequeño niño de unos seis años, aquel muchachito de cabellos cortos y rojizos, mirada celeste, se trepaba en la enorme cama de su hermano mayor para levantarlo.


 


- “Debo despertarlo o sino el tío Sysipho se enojara con él” – El pequeño se acerca hasta la altura de la cabeza y tomar el aire suficiente para cometer su más grande travesura - ¡YA ES DE MAÑANA AIORIA! – El pequeño se aleja de su hermano, quien se reincorporaba con mala cara, el niño amaba molestar a sus hermanos mayores, prácticamente era su hobbie.


 


Al cabo de unos minutos, el pequeño salió del cuarto de su hermano llorando del miedo, y detrás del pequeño salía un Aioria con el cabello todo alborotado, su pijama de ceda toda arrugada y con los botones salidos.


Pero el pronóstico del tiempo en su casa no eran la más favorable, ya que su hermano mayor Aioros en compañía de su prometida, iban acercándose hasta él, traga grueso al ver a su hermano venir con una cara de pocos amigos.


 


- ¿Qué significa todo este alboroto? – Le pregunta a su querido hermano en un tono fastidiado, Aioria trata de mirar al costado derecho de su hermano con dirección a su futura cuñada, quien parecía estar indicándole que no le responda, pero Aioria opto por decir lo que ocurría.


 


- Regulus me acaba de despertar con sus gritos, yo me desperté y bueno, ya sabes lo que seguía a continuación – Aioros deja salir un suspiro para después insultar a su hermano en alemán, detestaba siempre ser él quien les llame la atención a sus dos hermanos pequeños.


 


- No importa eso ahora, por lo menos cámbiate de ropa que Milo te espera en el comedor – Aioria asiente bastante extrañado por la repentina visita de su mejor amigo, se da media vuelta y regresa a su cuarto para cambiarse de ropa.


---- Actualidad ----


- Vaya, me cuentas todo sobre ti y tus hazañas, pero no vas al punto – Aioria ríe ante el regaño del rubio, sin embargo, Shaka no duro ni unos minutos con su pucherito y se acoplo al momento de gracia.


 


- El punto es que, Milo fue aquella mañana a mi casa para que le ayude con las cartas que se enviaría con el joven Monthay, todo con que él iba a ser el anónimo de las cartas, evitando el rechazo del otro muchacho – Shaka asiente ante las palabras dichas por aquella persona que lo estaba abrazando por la cintura, se estaba acostumbrando a la compañía de él, pero hace un solo día que pasaron tiempo juntos y eso no significaba nada, no obstante, todo ese asunto no era importante en esos momentos, sino enterarse de todo lo que sucedía.


---- 1879 ----


Se veía en un espejo especial para los vampiros, con el fin de confiscar toda su ropa de manera detallada, no deseaba recibir a uno de sus mejores amigos con malas pintas; toma la colonia, se rocía todo el cuerpo con ella, se peina una vez más el cabello y sale de su cuarto.


Al bajar las escaleras, avanzar por un pasillo que lo conducía al comedor, pudo apreciar a su mejor amigo hablando con su pequeño hermano, Regulus, ambos charlando sobre los dibujos que hacia el niño.


 


- Buenos días, amigo mío – decía muy jovial Aioria mientras se acercaba a su mejor amigo, Milo se pone de pie para recibirlo, ambos se dan un enorme abrazo y un apretón de manos.


 


- Buenos días – Le responde el saludo Milo, mientras los dos tomaban asiento en una de las sillas del comedor.


 


- ¿Qué te trae por mi humilde hogar? – Milo esboza una sonrisa tímida, ya que no encontraba las palabras correctas para contarle sus sentimientos encontrados que tenía con el joven Monthay. Aioria se extraña al ver la cara roja que tenía Milo, coloca su mano derecha en el hombre de su amigo para transmitirle confianza - ¿Te encuentras bien? – Milo niega ante la pregunta bastante tonta, sabiendo que no estaba enfermo, sino estaba nublado por sus pensamientos.


 


- Yo estoy perfectamente de salud – Contesta Milo en un tono normal, mientras se acomodaba nervioso en su asiento – Sino que venía a hablar contigo, pero en privado – Aioria guía su mirada hasta su hermanito Regulus quien los observaba anonadado.


 


- Regulus, ve a despertar al tío Sysipho y al tío El Cid – El pequeño asiente con una gran sonrisa y se marcha del comedor, dejando a los dos amigos a solas – Ahora si podemos charlar con tranquilidad – Milo esbozo una sonrisa y Aioria lo imita, sabiendo que ambos siempre eran unidos.


 


- Haber, por donde comienzo – Dice Milo mientras se apoya en su silla y enfoca su mirada en el techo – Aioria, no dejo de pensar en Camus, él es – Deja salir un suspiro destellando su enamoramiento, en cambio, Aioria niega al ver por dónde iban los tiros.


 


- ¿Quieres mi opinión al respecto? – Milo se acomoda en su silla y asiente con una gran sonrisa en sus labios – Opino que tú mismo debes estar seguro de que tu elección es la correcta, eres vampiro y él un humano, si le dices que eres un vampiro puede que los pueblerinos vallan a tu casa y te quemen vivo, o hazla sencilla envíale cartas de amor – Milo medita las sabias palabras de Aioria, para posteriormente aceptar aquella opinión y consejo.


---- Actualidad ----


No habían escuchado el timbre sonar, ya que los dos no dejaban de negar ante la imagen de un Milo súper enamorado – Jamás pensé que fueras un romántico empedernido – Comento Shaka mientras colocaba sus manos en un hombro cada una, Aioria se acerca un poco más al rubio y hacer que él sin darse cuenta lo abrace por el cuello.


 


- No soy fan de las cosas románticas, prefiero las cosas espontaneas y lógicas – Shaka asiente con la cabeza, porque él también pensaba de esa manera, pero prefería los detalles románticos sin importar el tamaño que estas signifiquen – Pero volviendo al tema – Se toma unos segundos para recordar aquella vez, y al recordarla se aventura a contársela – Después de una larga conversación sobre el amor, yo incitándolo que lo hiciera, pero el resultado prácticamente funciono. Sin embargo, después de que lo hizo, Milo regresa a mi casa para contarme que ya estaba saliendo con el joven Monthay y que ya se dieron su primer beso, lo malo de toda esta historia era que Albafica se había enamorado de Milo, por razones que desconozco – Shaka hace un pucherito al ver que su respuesta no fue contestada, pero pronto lo sabría y por boca de otra persona.


 


- Creo que eso es todo ¿No es así? – Aioria lo medita por unos segundos como si tratada de acordarse si en verdad era toda las razones que tenía, pero viendo que no tenía demasiada información al respecto, opto por asentir a la pregunta, afirmando que toda la conversación de medio modulo llego a su fin.


 


- Parece que me hizo bien contarte algunos hechos de cuando yo era más joven, pero de aspecto más guapo – Shaka se cruza de brazos y lo mira severamente, Aioria le guiña el ojo en señal de coqueteo, pero no se aguantó las ganas de reír – Esta bien, dale precioso, déjame llevarte a un sitio para decirte otra cosa más – Lo toma de la cintura para bajarlo de los lavabos y lo toma de la mano, ya se había acostumbrado hacer eso con él. Sin embargo, Shaka no dijo nada al respecto, le pareció algo extraño, pero ya se había acostumbrado, todo en menos de un día.


Los dos comenzar avanzar hasta la salida del baño de hombres, para después toparse con el grupito de Albafica. Sabiendo que jamás pensaron en que se toparían, debían hacer algo, pero Aioria se apresuró aclarar las cosas.

Notas finales:

Espero que les haya gustado y nos leemos pronto.


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