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Especial Día de las Madres (atrasado) por Yumi Muto

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Notas del fanfic:

Les traigo este especial atrasado por el día de las madres, los personajes no me pertenecen sino a Kazuki Takahashi-senpai.

Notas del capitulo: Espero les guste, como ya dije anteriormente, feliz día de las madres atrasado, sin mas empecemos!
Era la mañana del domingo del mes de Mayo, exactamente ese día se llevara a cabo la celebración por el día de las madres, en una casa-tienda, en la parte de arriba en la habitación, se encontraba Yumi la hija mayor de la familia Muto Atemu estaba cepillándose el cabello, ese día tendría mucho que hacer, se hizo una coleta y bajo a desayunar.
-Buenos días Yumi.-saludo el tricolor de lindos ojos amatistas, con un delantal rosa puesto.
-Buen día Oka-san.-correspondió el saludo, la chica se acercó a su madre y le abrazo de repente.-feliz día Oka-san.-dijo con una sonrisa. El tricolor se quedó sorprendido pero correspondió inmediatamente el abrazo de su hija.
-Gracias mi niña.-agradeció con una dulce sonrisa.
-Oka-san, ¿Dónde está mi hermano y mi Oto-chan?.-pregunto la chica “inocentemente”, ya que esta sabía perfectamente donde y que deberían estar haciendo.
-Pues ellos salieron desde muy temprano dijeron que tenían cosas que hacer, tu padre en el trabajo y tu hermano con tu primo Joes.-respondió mientras desayunábamos juntos en un tranquilo ambiente.
-Amm, cierto yo también tengo que salir quede con las chicas ir de compras.-dijo la tricolor recordando que había quedado con sus primas en algo muy importante.
-Está bien, solo no llegues tarde.-dijo el tricolor con una sonrisa.
En eso suena el teléfono de la casa, Yumi se levantó a contestar ya que ella ya había terminado el desayuno.
-Sí, habla Yumi.-dijo la jovencita cuando alzo el teléfono para contestar.
-Hola Yumi, ¿Qué tal?, etto... ¿esta Yugi?.-era la dulce voz del rubio de ojos mieles, cuando pregunto por el tricolor, la chica se imaginó que así deberían de haber estado cuando estaban en secundaria, soltó una pequeña risa ante este pensamiento.
-Que tal Tío Joey, espérame un momento ya te paso con mi Oka-san.-dijo con una sonrisa la joven, llevando consigo el teléfono a donde se encontraba Yugi, el cual estaba lavando los trastes.
-Oka-san, es el Tío Joey.-dijo la adolescente entregándole el teléfono, el tricolor se secó las manos y agarro el teléfono contestando con una sonrisa.
-Si, habla Yugi, oh hola Joey ¿Cómo estás?.-se escuchaba hablar a Yugi, este se dirigió a la sala para estar más cómodo, cuando el oji-amatista salió de la cocina, Yumi empezó a retomar lo que su madre estaba haciendo, abrió la llave para jaguar los platos ya que solo eso faltaba.
Cuando termino salió de la cocina secándose las manos, vio a Yugi que estaba poniendo el teléfono en su lugar.
-¿Qué necesitaba el Tío Joey?.-pregunta Yumi a su madre este le sonríe.
-Llamo para invitarme a salir con los chicos a tomar algo y pasear un rato.-dijo Yugi con una sonrisa, mientras se sacaba el delantal.
-Oh, que buena idea así no pasaras solo en casa Oka-san.-dijo con alegría la muchacha, el tricolor asintió ante lo dicho.
-Bueno iré a cambiarme y me iré, deberías hacer lo mismo Yumi.-dijo Yugi, la oji-amatista asintió y ambos subieron a sus respectivas habitaciones para cambiarse y estar listos para salir.
Un rato después ambos ya estaban cambiados y listos para irse. Así es como madre e hija salen de la casa-tienda, dirigiéndose cada uno por diferentes caminos.
Con Yumi
La hija del Rey de los Juegos estaba caminando hasta que llego a una cafetería, en la cual entro y se dirigió al segundo piso de esta, encontrándose con unas 3 chicas y 3 chicos, las chicas alzaron la mano al ver a Yumi.
-Hola Yumi-chan.-saludo una albina de ojos chocolates y dulce sonrisa.
-Hola Amane-chan, chicas…Hola muchachos!.-contesto al saludo la tricolor con una gran sonrisa.
-Lamento la demora, ¿esperaron mucho?.-se disculpó la oji-amatista, sentándose a lado de Maly, una chica de cabello rubio cenizo y ojos lavanda.
-No te preocupes recién llegamos.-contesto Ryuma restándole importancia al asunto.
-Bien, ahora tenemos que planear todo.-respondió Yumi con una gran decisión.
Más tarde
-Fue muy divertido!.-hablo Ryou cuando estaban llegando al hogar del tricolor, habían paseado por los centros comerciales, habían jugado en la Arcada como cuando estaban en secundaria, se habían divertido mucho, pero lo que no sabían es que falta la mejor parte.
-Me pregunto si Yumi ya llegaría.-dice Yugi buscando la llave para abrir la puerta, cuando la encontró, abrio la puerta invitando a pasar a sus amigos.
-Yumi, Ya llegue!!!.-anuncio el tricolor cerrando la puerta y dejando las compras en la sala. Al rato se escucha unos pasos bajando las escaleras y unas cuantas risas.
-Bienvenido Oka-san! Hola Tios!!.-saludo con la alegría de siempre a su madre y tios, detrás de ella se escucharon otras voces muy conocidas.
-Mama!!!.-también aparecieron las primas de Yumi, junto con unos trajes a mano cada una.
-Niñas ¿qué hacen aquí?.-pregunto Malik, ya que los demás también tenían esa pregunta y más por los trajes en sus manos.
-Jeje nada importante mama, compramos esto para ustedes, espero les guste.-dijo Maly indicando los trajes, cada una de las chicas se acercó a su respectiva madre y le entrego los trajes.
-Oka-san ve a cambiarte tenemos que irnos pronto o no alcanzaremos.-dijo Yumi mientras empujaba levemente al tricolor, para que fuera a cambiarse.
-Eh? Irnos... ¿a dónde?.-pregunto el albino de lindos ojos café, mientras se dirigía a mi habitación a cambiarse.
-Luego se lo explicaremos.-dijo Amane, arreglándose el moño que tenía en su cabeza.
Cuando los “festejado” subieron a cambiarse, las chicas, las cuales ya estaban cambiadas, se retocaban uno que otra cosa que les falta, el cabello, la ropa, el maquillaje, etc.
Las madres bajaron a la sala ya vestidos con sus respectivos trajes (les dejo a su elección los trajes)
-Bien, ya estamos todos listos, será mejor irnos ya llego la limosina.-hablo Seika una rubia de ojos azules, con un carácter igual al de su madre.
-Vamos.-respondieron alegremente las adolescentes, mientras que sus madres tenían una incógnita por saber que tramaban.
Todos salieron de la casa-tienda, afuera ya les esperaba una gran limosina con un guardaespaldas de la familia Kaiba.
-Buenas tardes Señorita Seika, Joven Joey, señoritas, señores.-saludo respetuosamente el guardaespaldas Raúl, hermano menor de Ronald, mientras abría la puerta para que todos entren y dirigirse a su destino.
-Buenas tardes Raúl.-correspondieron al saludo, el muchacho ya que tenía unos 20 años pero se veía muy joven había sido contratado para proteger a Seika y Joes.
Cuando todos entraron la limosina se puso en marcha, ya sabia a donde tenia que ir, por órdenes de la rubia que le había avisado.
-Bien, ahora sí, nos podrían decir ¿a dónde vamos? Quiero comer.-hablo el rubio impaciente por no saber que tramaban y por no comer todavía.
-Pues es una sorpresa Tío Joey.-respondió Yumi con una sonrisa mientras miraba la ventana y luego su celular escribiendo algo.
Luego de eso no se escuchó más quejas del rubio, empezaron a hablar sobre varios temas para pasar el tiempo y no aburrirse.
Paso 30 minutos y la limosina se detiene en un pequeño bosque que estaba afuera de la ciudad Domino.
-Bueno ya llegamos.-dijo Seika cuando se detuvo la limosina, en eso la puerta se abre era Raúl, cuando todos bajaron, la limosina se fue y los hombres empezaron a seguir a sus “guías” las cuales eran sus hijas.
Se adentraron al pequeño bosque, caminaron y encontraron un “lago” si se podría decir así, para cruzar habían unas piedras rectangulares al lado de este pequeño “lago” había un árbol con sus hojas rojo anaranjado.*1
Todos pasaron el pequeño lago y siguieron caminando, encontrando una especie de escalera en forma de espiral junto con unas flores y plantas de colores.*2
-Wow, ¿tenemos que subir?.-pregunto el rubio de ojos mieles, recibiendo una afirmación de las chicas.
Al subir por las escaleras, todos se quedaron sorprendidos por el panorama que tenían justo enfrente. Era un lago rodeado de un montón de flores, tulipanes, rosas de varios colores, nunca habían visto varias flores juntas y de varios colores menos.*3
Después de apreciar un poco, siguieron caminando por un sendero de árboles su tronco era torcido dando la apariencia de un túnel junto con sus ramas, caminaron tranquilamente y cuando salieron vieron un pequeño jardín con el césped recién podado y unas como cajas con luces dentro de forma cuadrada, también había una casa de dos pisos se podría decir, de color anaranjado casi piel, las luces se encontraban prendidas, todos se acercaron a la puerta.*4
-Pasen.-abrió la puerta la albina de ojos chocolates, los chicos hicieron caso, entrando a la casa.
-SORPRESA!!!.-se escuchó junto con el confeti y las serpentinas.
Los ukes…cofcof…digo los festejado vieron a sus respectivas parejas junto con sus hijos, alrededor de ellos, también estaban arreglados.
Primero se acercó el tricolor de ojos carmesí.
-Feliz día Aibou.-dijo dándole un beso mientras sacaba de su espalda una cajita de color carmesí con un lazo morado, se separan con una sonrisa y Yugi con un sonrojo en sus mejillas. Yami con ternura le acaricia la mejilla derecha y le muestra el regalo, el oji-amatista acepta el regalo y le da un beso en la mejilla sonrojado.
Ahora es el turno del albino orgulloso.
-Felicidades Yadonushi.-le beso con pasión mordiéndole el labio inferior sacando un leve gemido al albino menor, este se separó con un pequeño sonrojo, Bakura también saca una cajita blanca con un lazo plateado, Ryou acepta el regalo y le da un beso el cual el mayor corresponde gustoso.
Toca el peli-cenizo de mirada perversa
-Ángel, feliz día.-igualmente lo beso con salvajismo mordiendo más fuerte el labio de su pareja sacando un gemido que si se escuchó, sonrojando a casi todos los presentes, pero quien más se sonrojo fue Malik por la vergüenza, Marik le da su regalo que era una cajita dorada con un lazo violeta, volviendo a besar al menor.
Finalmente pero no menos importante, el castaño egocéntrico
-Ven aquí cachorro, feliz día.-dice dándole un beso al principio suave pero luego más salvaje, cuando se separaron el castaño le entrego un regalo su caja era de color azul y su lazo amarillo, el rubio lo recibió con una sonrisa y lo volvió a besar.
-ejem…mmm como que todavía estamos aquí…-hablo la tricolor haciéndose notar, ya que sus padres y tíos estaban en su momento romántico dando cariñitos, besitos, etc. Y los pobres adolescentes estaban algo desubicados.
-Eh?...S-si l-lo siento Yumi.-dijo un apenado tricolor con un gran sonrojo en sus mejillas, separándose del abrazo de su pareja.
-No te preocupes Oka-san, ya estoy acostumbrada.-contesto la oji-amatista con una sonrisa y moviendo la mano para que no le tome importancia. Los demás primos y primas de la chica asintieron en acuerdo con la tricolor.
Después de ese romántico momento que tuvieron las parejas, sus hijos varones empezaron a poner la mesa, claro por órdenes de sus hermanas, mientras que sus padres habían salido afuera de la casa para apreciar como aparecía la primera estrella de la noche, junto con la primera estrella asomo una estrella fugaz por los cielos, las parejas cerraron los ojos pidiendo un deseo con lo más profundo de su corazón como cuando estaban en secundaria, puede que hayan pasado años pero aún seguían creyendo varias cosas.
Mientras las parejas estaban afuera pidiendo su deseo, adentro justo en la cocina, las chicas estaban calentando toda la comida, mientras que los chicos recién habían acabado de poner la mesa y se sentaron en la sala.
-Uff…esto es cansado.-dijo Yael mientras bebía un poco de agua.
-Pero si nos hecho así nada holgazán!.-le reclamo su hermana mientras salía de la cocina limpiándose las manos.
-Estuvimos arreglando la casa y el jardín para cuando ustedes lleguen, eso es cansado.-volvió a decir el tricolor mientras miraba a su hermana sentarse en otro sillón con sus primas.
-Eso no es nada, nosotras estuvimos buscando y escogiendo los trajes para hoy y tuvimos que dejar la cena ya preparada, aparte tuvimos que ver a q hora llegarían para estar nosotras antes en la casa-tienda donde vive Yumi.-hablo enojada Amane, aunque era normal que cambie de humor tan rápido ahora estaba con el humor de su padre, es mejor no hacerla enojar cuando esta así.
-Ya tranquilízate hermana.-le trato de calmar Ryuma, su hermano gemelo, este tenía una gran paciencia y gran cariñosa no por nada tenía su carácter igual al de su madre, él era difícil de hacerlo enoja, igual que su hermana, cuando se enojaba tenía el carácter de su padre.
Cuando la albina se tranquilizó, la peli-ceniza decidió salir afuera a avisar.
-Ya esta lista la cena.-aviso Maly, los adultos asintieron y decidieron entrar además ya estaba haciendo un poco de frio.
Así paso la noche, entre risas, comidas, juegos, historias tenebrosas, y un poco de música, en especial los fuegos artificiales estuvieron geniales, fue un magnifico día de las madres, todos la pasaran genial festejando a ese ser magnifico que nos dio la vida, aunque no sean la gran cosas, nuestras madres nos dieron su amor, su cariño y todo su afecto.
-FELIZ DIA!!!
Notas finales: Espero les haya gustado, nos vemos en la próxima!
Sayonara!

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