-¿Por qué? ¿Por qué tiene que ser así? ¿Por qué mi mejor amigo? ¿Por qué no puedes estar conmigo? Tal vez no merezco estar a tu lado... tú mereces algo mejor que yo, pero aun así me gustaría que me dieras una sola oportunidad.-Repetía en su mente un joven pelirrojo con grandes ojeras y cuyos ojos verdes eran enmarcados por un intenso negro. En una de sus manos traía una foto suya con su querido amigo Naruto, En su mente resonaba una canción:
"Sigo paciente buscando tu amor,
llegará el día en que seamos tú y yo...
me rechazaste de forma muy cruel y...
aún así siempre estoy aquí.
Incluso al ver que eras con él tan feliz
me conformé con vivir.
Pero yo he visto tus lágrimas, he visto tu tristeza
Ya estoy cansado de verte mal
¡Ya no lo aguanto más!
Yo no te dejaré, haré que tú regreses,
¡Así debe ser!"
Se encontraba sentado al pie de un árbol, mirando la foto, y recordando la vez en que se animó a declarar sus sentimientos al rubio de ojos azules. Era evidente que jamás olvidaría aquel día, pues su corazón había sido profundamente herido; él amaba a Naruto, pues fue él el primer amigo que tuvo, y el que le mostró que podía ser feliz sin lastimar a nadie.
A Gaara le dolió aquel rechazo, pero le dolía más que, días después de su declaración, constantemente veía a Naruto golpeado, tenía marcas púrpuras o rojas en diferentes partes de su cuerpo e incluso cortes en la mejilla izquierda. La razón: Neji Hyūga.
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Naruto había mantenido una relación con Neji desde hacía unos meses. Se rumoraba que Neji era muy violento, y muy iracundo, y Naruto había sido advertido de eso en numerosas ocasiones, pero él no quiso hacer caso, había decidido darle una oportunidad a Neji, y en principio le fue bien, hasta el día en que Iruka, el hombre a quien veía como su padre, y quien siempre cuidaba de él, murió, dejando a Naruto una herida que jamás sanaría. Gaara, a pesar de haber sido rechazado, decidió permanecer cerca de Naruto, con tal de hacerlo sentir mejor, pues odiaba verle llorar, sin embargo, al poco tiempo, Naruto comenzó a apartarse de Gaara, quien, en principio no comprendía el por qué, hasta que empezó a notar las marcas de golpes y laceraciones en el frágil cuerpo de Naruto, cuya sonrisa de siempre había sido borrada.
Neji ayudaba a Hinata a entrenar, pero esta no lograba una buena destreza; la falta de habilidad de Hinata, junto con el rechazo del padre de la misma y el odio por no haber sido miembro de la familia principal del clan Hyūga, habían trastornado a Neji, volviéndolo un tipo sumamente violento, al grado que terminó desquitándose con su amante, Naruto, quien no contaba ya con el apoyo ni la protección de su sensei Iruka.
Gaara, al descubrir lo que estaba ocurriendo, decide ir a buscar a Naruto, para que este último se quede en casa del pelirrojo, y así poder protegerlo de Neji, pero no lo encuentra por ningún sitio, pues alguien más se le adelantó: Naruto ya se había ido con Shikamaru.
Al enterarse Gaara de que Naruto estaba viviendo con Shikamaru, se sintió tranquilo, pues sabía que estaba a salvo, y se resignó a vigilarlo desde las sombras, para asegurarse de que su amado rubio estuviese a salvo, sin embargo, esto implicaba que le vería constantemente, y Gaara al final no soportó el estar lejos de Naruto, así que decidió alejarse de él, evitarle por todos los medios, asumiendo que si no le veía más, podría olvidarse de él, y algún día ser feliz, pero no fue posible para Gaara el olvidar a Naruto, por lo que se planteó el buscar a Naruto para de nuevo pedirle una oportunidad.
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“Duele cuando te veo, quedo sin aliento
Toma de mis manos…
¿Por qué aún no comprendes?
Me juego el todo, ser como un hechizo
Podría ser perfecto
Aún así voy en contra de todo…
Ser yo mismo...
Sin ti yo no vivo.
¡Sólo deja amarte!”
Gaara se levantó de su sitio, ya de pie se recargó en el tronco del árbol, aquel árbol debajo del cual conoció a Naruto tiempo atrás. Miró de nuevo su foto. Sus ojos se humedecieron, pero los secó con su brazo. Se quedó pensando unos minutos, y finalmente decidió ir en busca de Naruto, para declararse por segunda vez, aún a sabiendas de que sus posibilidades eran mínimas, pero se dio valor y buscó un rayo de esperanza.
“Sigo aferrado, no he renunciado
Así es
Yo, el que te ama a ti.
Te diré que por ti haré un juramento:
Mi amor por ti será más que eterno.”
Gaara fue a comprar algunos regalos para Naruto. Lee lo ayudó a comprar un peluche de sapito y un ramo de flores, compuesto principalmente por dalias, pero también podían apreciarse margaritas, violetas, tulipanes y unos cuantos girasoles. Temari le ayudó preparando una cena romántica, bien ambientada, y Hinata le ayudó escribiendo un poema que él mismo le pidió. Hinata lo hizo, pero con cierto temor de que Gaara se burlara de lo que ella escribiera. En cuanto tuvo el poema en sus manos, Gaara le dio las gracias a Hinata y la abrazó, por lo cual, Hinata se sonrojó considerablemente. Gaara se despidió de ella y se fue, pero en ese momento iba llegando Neji, quien pasó de largo junto al pelirrojo, no sin mirarle con disgusto, cosa que Gaara notó, pero decidió ignorar e irse, muy a su pesar, pues sabía que, en tanto se fuera, Neji cuestionaría a Hinata respecto a su visita. Así fue, pero Hinata se armó de valor y rechazó la conversación que entablaba Neji.
Gaara fue en busca de Naruto, con su foto en la mano izquierda y en la mano derecha un ramo de flores, cada una con significados especial, reunidas de un extraño modo en un hermoso conjunto. Gaara, aún un poco incómodo, dado que no acostumbraba a actuar de esa manera, sonrió por primera vez en mucho tiempo, pensando en las cosas que le diría a su amado Naruto.
Gaara llegó a casa de los Nara, pero no encontró a nadie allí, así que fue a la plaza a buscarlos. Ahí en la plaza, se encontró con Shikamaru.
-¿Dónde está Naruto?
-¿Eh? Me asustaste.-Dice Shikamaru. En su hablar se nota cierta tristeza.
-¿Ha pasado algo?-Pregunta Gaara preocupado, pero lo oculta.
-Neji ha vuelto a lastimar a Naruto.
-…
-Por la mañana Naruto salió corriendo de la casa un tanto emocionado. Dijo que iría a buscar a alguien, pero no me dijo a quién. Tiempo después, lo encontré inconsciente, con algunas marcas de golpes. Al parecer Neji sigue molesto con Naruto por haber terminado con él. Era de esperarse, viniendo de alguien como Neji.
-¡NEJI!-Dice Gaara mientras inclina al suelo la cabeza y aprieta los ojos.
-Calma, Naruto ya está bien.
-¿Y dónde está Naruto?
Ambos voltearon en dirección a una nevería, de la cual venía saliendo Naruto, con notorias marcas de golpes. Venía abrazado a un chico de cabello y ojos negros, bastante atractivo. Naruto y aquel chico se besan y ríen mientras hablan de ellos mismos. Gaara, viendo todo esto, deja caer las flores, inclina de nuevo la cabeza hacia abajo y comienza a llorar.
-Viejo, ¿te encuentras bien?-Le pregunta con preocupación Shikamaru.
Gaara no respondió. Echó a correr sin detenerse, con los ojos llorosos,
¿Gaara?-Dice Naruto, que recién se percataba de la presencia del pelirrojo.
-¿Qué le pasa?-Preguntó Sasuke.
-Quizá tuvo que ir a un entrenamiento.-Dijo Shikamaru con cierto sarcasmo.
-¿Uh?-Naruto ve las flores que se encontraban en el suelo.
-Eran de Gaara. Te estaba buscando.
Naruto mira en la dirección que tomó Gaara, pero este ya no se veía.
Naruto y Sasuke acordaron verse en el bosque y fueron en busca de Gaara. Naruto fue a casa del pelirrojo, en donde encontró la cena preparada para dos personas. Naruto se llenó de dudas, pero decidió continuar buscando en aquella casa, en donde se encontró con Temari.
-¡Naruto!-Gritó sorprendida Temari, que venía bajando las escaleras.
-¿Dónde está Gaara?
-¿No estaba contigo?
Naruto salió corriendo de la casa, buscando por todas partes a Gaara. Desesperado, usó los clones para abarcar un área mayor, cuando se encontró a Lee.
-Hola Naruto, ¿Qué tal va tu día?-Dijo alegremente Lee, imitando la actitud de su sensei.
-¿Has visto a Gaara?
-No…hace rato fue a buscarte.
Naruto corrió como nunca lo había hecho. Buscaba desesperadamente a Gaara. Al poco tiempo encuentra a Kankuro, que va camino a su casa.
-¡Por favor! ¡Dime que sí!-Grita casi eufórico Naruto
-¿Qué pasó?-Le pregunta Kankuro
-¿Has visto a Gaara?
-No. ¿Por qué no lo buscas en el gran árbol? Siempre que quiere estar solo va ahí.
Naruto echó a correr al sitio indicado por Kankuro, el cual le quedaba un tanto retirado, Al llegar ahí, se percata de que no hay nadie en la zona. Triste y exhausto, Naruto empieza a caminar hacia el bosque, pues deseaba estar solo. Aquel bosque era el lugar al que iba Naruto cuando se sentía triste.
Pasaron varios minutos. Naruto reflexionó sobre las acciones de Gaara, intentando buscar una explicación, pero por más que lo intentaba, no encontraba alguna razón lógica.
En eso estaba cuando, logró divisar una silueta entre los árboles.
-Sasuke, ¿eres tú?-Dijo Naruto, pues sabía que Sasuke llegaría al bosque en cualquier momento.
Naruto se acercó para ver mejor. Cuando fue capaz de ver con claridad, soltó un grito en el cual se percibía la tristeza.
-…¡NARUTO!-Grita Sasuke, que ya se encontraba en el bosque, y se preocupó escuchar el grito del rubio.
Sasuke fue en busca de Naruto. Cuando lo encontró, quedó en shock al ver la escena: Naruto se encontraba de rodillas frente al cadáver de un chico pelirrojo, con una calabaza al lado. En su mano traía una foto suya con Naruto. A un costado se podía apreciar un anillo amarillo con la inscripción: 南