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Cuando Tengas tiempo por BlodDianielle

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Notas del fanfic:

Los personajes de Naruto son propiedad se Masashi Kishimoto. Yo solo plasmó historias con sus personajes...

Adiós a los finales felices...

Notas del capitulo:

Hola a todos!!!

Este es un fic que se me ocurrió de una situación familiar que se me presentó. Los hechos plasmados en este fic tienen una parte real y todo lo demás son ocurrencias de mi cabecita. Espero les guste

CUANDO TENGAS TIEMPO.

Que paso con nosotros...

Sasuke Uchiha, un joven y exitoso empresario reconocido mundialmente, dueño de una hermosa familia, compuesta por, un hermoso y encantador Doncel de cabello rubio y un hijo digno en, todo sentido, de portar su apellido, podía jactarse de poseer lo que siempre quiso.

Las Mujeres y los Donceles lo perseguían por doquier, pero solo el Doncel elegido por su corazón tenía su atención y fue tan afortunado, que contó con la gran suerte de que este aceptase sus sentimientos, y se convirtiese en su esposo, con el cual llevaba quince años de feliz matrimonio, bueno, por su parte.

De esa unión, nació Menma Uchiha, su unigenito. Era un maravilloso chico de 14 años, era una perfecta combinación, tanto de genes como de personalidades, de él y su rubio esposo, tenía su inteligencia, criterio y habilidad, así como la sociabilidad, la hiperactividad y la determinación de su esposo.

Sasuke siempre fue un ser orgulloso y competitivo, jamás le había gustado perder ante nadie, por eso daba lo mejor de sí mismo para ser perfecto, y poner tan alto como fuese posible su estandarte, para que nadie más pudiese alcanzarle o rebasarlo.

Los primeros años de unión, fueron los años más maravillosos de sus vidas, Sasuke, a su manera, era alguien amoroso y atento con su familia, era sabio y paciente a la hora de educar a su pequeño y unico vástago, y era atento y comprensivo, pero sobre todo amoroso con su rubia pareja. No era el más expresivo de los seres, habitantes de esta tierra, pero, con sus actos, le demostraba que se encontraba allí, junto a él y que le amaba incondicionalmente.

Cuando fue que todo cambio...

Cuando estaba por celebrar el décimo año de matrimonio absolutamente feliz e ininterrumpido, una noticia había afectado gravemente sus convicciones y sus planes.

Itachi, su hermano, el cual había sido compañero de batallas y victorias durante estos diez años, había decidido tomar su mitad correspondiente de la empresa, para invertir y hacerla crecer a niveles inalcanzables. Esto lleno de furia y envidia al azabache menor, se sentía traicionado por aquel, con el que creyó, compartiría una sociedad de negocios retable por toda la vida, y también se sentía envidioso, porque el no había tenido esa idea, y ahora que su hermano había alzado el vuelo, se daba cuenta, de que tan inferior era comparado a él.

Su egoísmo salió a la luz, no permitiría que NADIE, absolutamente NADIE le ganese, importándole muy poco que este fuese, hasta de su propia familia, o de lo que tuviese que sacrificar, para conseguir su propósito.

Cuando fue que empezamos a distanciarnos...

Dos años había transcurrido, y Menma y Naruto sólo se podían preguntar ¿donde demonios estaba Sasuke?

Sasuke se había enclaustrado únicamente en su trabajo. Su rutina pasó de ser, un caluroso despertar al lado de su pareja, un tibio beso de buenos días dejado sobre sus labios y los maravillosos momentos que compartían juntos a la hora del desayuno, entre carcajadas y ocurrentes anécdotas, a ser un helado despertar y el frío de la madrugada, mezclado con el costoso perfume del azabache, que indicaba de que ya se había ido.

Se levantó de su cama y dejando salir un suspiro de tristeza y frustración, compuso la mejor sonrisa que tenía en su repertorio, se dirigió al comedor.

—S&N—

–¡papi!– exclamó el pequeño azabache, que físicamente, era un mini-clon de su padre Doncel, con la excepción de su cabello, puesto que era azabache.

–buenos días, Menma– exclamó, mientras le depositaba un casto beso en la frente –que quieres comer hoy– le preguntó, regalándole una hermosa sonrisa.

–quiero pankakes y onigiris de tomate– le pidió el pequeño con una gran sonrisa, similar a la del rubio, pero esta desapareció de golpe, al notar un detalle importante. Su rostro formo una expresión seria y preguntó –¿donde esta papá?– pregunto –lleva muchos fines de semana sin estar con nosotros, madruga a irse a trabajar y regresa muy tarde, y ya ni siquiera juega conmigo– dijo con tristeza.

–hijo, sabes que tu papá trabaja arduamente, tratado de sacar la empresa adelante y que tengas algo propio en el futuro, debemos apoyarlo– le explicó el rubio con convicción, poniéndo pañitos de agua tibia para curar su herida, sintiendo que la suya propia crecía aún más por dentro, intentado convenserse a si mismo de que eran reales, aunque no se le iba de la cabeza la idea de que su esposo tuviese otra familia.

–esta bien– comento con tristeza.

–tengo una idea– le comentó –porque no desayunamos, nos arreglamos y, tu y yo salimos a dar un paseo– le propuso con una sonrisa, mientras revolvía sus cabellos.

–¡si papi!– le exclamó contento, para después abrazarlo y correr al comedor.

En su fuero interno, Naruto se preguntaba, por cuanto tiempo más tendrían que soportar está situación.

–S&N–

La noche había llegado hace bastante. Era la una de la madrugada, y no habían señales de vida de parte de su esposo.

El rugido del motor de un coche, le advirtió que su pareja, ya había llegado. Cuando el sonido de las llaves se escuchó en la entrada de su casa, el rubio abandono el libro que estaba leyendo, dejándolo sobre la comoda, y espero sentado en su lecho hasta que su esposo llegará.

–Sasuke– pronunció al verlo llegar a modo de saludo.

–hola dobe– saludo el otro ocupante de la habitación –que haces despierto a esta hora– pregunto mientras se sacaba el traje y lo doblaba.

–tenemos que hablar– comento serio.

–mira dobe, tuve un día muy estresante y lo que menos quiero ahora, es recibir sermones tuyos– le corto con fastidio –no tengo tiempo y no quiero hablar ahora– le respondió mientras abría las cobijas y se acostaba a su lado.

Naruto sólo se quedó allí, sentado y sintiendo como la rabia, la tristeza el flor y la frustración bullían en su interior. Una lágrima salió de uno de sus ojos, pero la quito con furia y se acostó con violencia en su cama, apagando la única luz encendida en su cuarto.

*****S&N*****

Con el paso de los meses, la situación se volvió molesta e insostenible. Sasuke se desentendió completamente de sus deberes como padre, siendo parte importante y fundamental en la formación como varón de su hijo, y de sus deberes conyugales con su esposo. Ya no se hablaban, y cuando Naruto quería hablar, era vilmente cortado por el Uchiha, lo que desencadenaba que discutieran o que el Uchiha tomase su almohada y una cobija y se marchase a otra habitación, o simplemente se acostara e ignorará los reclamos de su pareja.

...

–¡papi!– grito emocionado cuando bajo del escenario, con varias menciones y reconocimientos a la excelencia –mira, mira todo lo que me gane– le exclamó feliz y emocionado.

–felicidades cariño– le dijo con felicidad, orgullo y ternura. –estoy realmente orgulloso de ti– le dijo, poniéndose a su altura y abrazándolo fuertemente.

–¿donde esta papá?, quiero enseñárselas– pregunto con ilusión y felicidad.

–hijo, tu papá...– el silencio del rubio, basto para darle a entender que, su padre, como siempre, no había venido. Pero esta vez el dolor fue aún más fuerte, puesto que está vez, realmente si se habia esforzado, para que al menos, su padre viniese y no tuviera ningún motivo de arrepentimiento por el tiempo invertido.

Una de las cosas más dolorosas que Naruto tuvo que soportar, fue ver cómo su hijo trataba, inútilmente, de retener las lágrimas, causadas por el dolor, la tristeza, la desilusión y la frustración que sentía en ese momento. Naruto, abrazado a su hijo, tuvo que ver cuánto sufrimiento le causaba a este, las irresponsabilidades de su padre y su falta de compromiso con su hogar. Esta noche, los dos tendrían que hablar muy seriamente.

—S&N—

–Sasuke, recuerdas que día fue hoy, cierto– le preguntó, sin ningún tipo de voz en particular.

–no empieces dobe, sabes lo fastidioso que es tener que llegar del trabajar y tener que soportar tus berridos y tus reclamos– le pidió con voz cansada mientras se desvestía.

–hize una pregunta, recuerdas que día es hoy– pregunto, esta vez sí, dejando salir parte de su furia.

–no preguntes estupideces, mira el calendario o no se– le dijo con fastidio.

–¡maldita sea bastardo! ¡Hoy! ¡Hoy era la clausura de tu hijo!– le gritó, estallando finalmente.

–lo olvide dobe, mañana hablaré con él y me disculpare por ello– dijo sin interés.

–y crees que con un simple "lo siento" vas a evitar que no derrame más lágrimas, vas a recoger las que ya derramó, por la desilusión de ver que su padre ingrato, al que se tomó la molestia de invitar a su clausura, trasnochsndose sólo por obtener unos miseros segundos de su atencion, no asistió– le grito –no pretendas tratar de arreglar lo que ya está roto– le dijo.

Naruto se levantó, tomo su almohada y se dirigió a la salida de la habitación.

–a donde vas– pregunto el azabache al notar las acciones de su esposo.

–al otro cuarto, no puedo dormir con un bastardo sin corazón, que antepone su trabajo a su familia y tiene el descaro de romperle el corazón a su hijo– dijo caminando hacia la salida del cuarto –tambien a reflexionar si debo o no empezar a tramitar los papeles del divorcio, no quiero que nos sigas haciendo daño, ni a mi, ni a mi hijo– dijo con tristeza y decepción mientras tomaba el pomo de la puerta y se preparaba para salir de la habitación.

–¡no te vayas!– exclamó el azabache mientras cerraba la puerta –no, por favor, prometo que voy a cambiar y de que compartiré más tiempo con ustedes pero no me dejes– le suplicó mientras lo abrazaba por la espalda.

–solo una, sólo te voy a dar una oportunidad más, si tu no cambias puedes dar lo nuestro por terminado– le dijo el rubio con seriedad.

...

Las cosas cambiaron por solo los primeros seis meses, el azabache cumplió su palabra y estuvo más presente en la vida del Doncel y el pequeño. Ellos creían que las cosas verdaderamante iban a cambiar, pero después de esos meses, el azabache regreso a su fría actitud de siempre y siguió con su rutina, tal cual a como lo venía haciendo desde antes, causando furia y tristeza en el Doncel, y dolor en él pequeño azabache.

Donde fue que todo se rompió...

Era 5 de septiembre y se celebraba el trece aniversario de su matrimonio. En la mañana su hijo le regaló un ramo de flores, agradeciéndole por cuidar tan dedicadamente de el, y darle la oportunidad de tener esa maravillosa familia, o por lo menos, tenerle a él como padre, por que su otro papá, al parecer, siempre tenía asuntos más importantes, inclusive, que su propia familia.

Estaba acostado, leyendo algunos balances e informes, pues el también poseía una compañía, y sabía administrar su tiempo entre esta y su hijo, para evitar dejarle sólo.

El sonido de un motor y las llaves sonando en la entrada, le advirtieron a Naruto que su esposo había llegado. Dejando los informes sobre la mesilla de noche, apago las luces de su cuarto y se acostó a descansar. Sería mejor así, donde la herida no creciese más, donde no tuviera que verlo y sintiese como se le retorcía y se le desgarraba el alma, viendo como el amor de su vida, el hombre del cual se había enamorado, lo hacía sufrir y le trataba como un pañuelo, el cual se toma, se usa y se desecha.

El azabache ingreso en la habitación y sin encender las luces de la estancia, dejo un ramo de flores y dos cajas, sobre el tocador del Doncel y eliminando cualquier reastro de ropa se metió en la cama.

–Naru, despierta– le susurró con voz seductora, mientras toqueteaba y se resfregaba contra el cuerpo de su pareja.

–que quieres– le preguntó.

–hagamoslo, me estoy muriendo de ganas y, además, hoy es nuestro aniversario– le susurró mientras llevaba una mano a su entrepierna y metía esta dentro de su ropa interior, tomandoiembro del Doncel con las manos y estimulándolo. –necesito sentirte dobe– le susurró mordiendo el lóbulo de su oreja suavemente.

–¡valla! Hasta que por fin recuerdas una fecha importante y también que tienes esposo– le susuro, para despues jadear por las atenciones recibidas en su miembro.

–por favor, no seas así, me muero de ganas por tenerte– le susurró para posicionarse encima de él, y atraparlo entre su cuerpo y la cama.

–esta bien– respondió en un susurro, para después, ser devorado por los ansiosos labios de su pareja, con la cual tuvo sexo, sin ningún tipo de cuidado, en la oscuridad de la noche.

...

Todos los actos tienen consecuencias y dos semanas después de esa única y apasionada noche, esta se hacían visibles.

Fue acompañado de su hijo a la clínica, pues desde hace una semana no se encontraba bien. Varios estudios le fueron practicados y en sus manos, tenía la repuesta a todas sus dolencias.

Estaba embarazado...

Después de doce años sin concebir, después de años de tratamientos de fertilidad e intentos fallidos, había quedado en cinta.

Su felicidad y la de su hijo, al enterarse que tendrían un nuevo integrante en su familia, fueron grandes. Estaban muy contentos por la noticia y no veían la hora de contarle al azabache mayor.

–S&N–

Espero, sentado entre sus sábanas y disfrutando de la calidez que estás y su endredon le brindaban, la llegada de su esposo.

Al verlo ingresar a la habitación, una pequeña y sutil sonrisa se poso en sus labios y espero pacientemente a que su esposo de recostara a su lado.

–porque aún sigues despierto, deberías estar descansando– le regañó el azabsche.

–te estaba esperando, quería que leyeras esto– dijo tendiéndole el sobre dónde se encontraban los resultados de la prueba de embarazo.

Él azabache lo tomo y el rubio tenía la ilusión de que lo leyese, pero este, simplemente lo puso sobre la mesa y apago su lámpara.

–no lo vas a leer– pregunto el rubio, completamente triste y decepcionado.

–si, lo leeré después cuando tenga tiempo, ahora estoy cansado y me muero por descansar, hasta mañana– le contestó el azabache y para despues quedándarse dormido finalmente.

El rubio esa noche lloro en silencio, como siempre lo hacía. Pero esta vez, el dolor que sentía en su alma era más laserante y destructivo que el de las veces anteriores. El hombre al cual amaba, y del cual estaba esperando otro hijo le había ignorado cruelmente e, indirectamente, se había negado a conocer la existencia de su otro hijo. Esa noche decidió que no le diría nada, que el mismo Sasuke tendría que enterarse y que en la mañana hablaría con su hijo para que esté guardará silencio con respecto a esa noticia y le explicaría el porqué de sus acciones.

...

El azabache nunca leyó los resultado, sencillamente los guardo y los condeno al desconocimiento y al encierro entre miles de papeles dentro de su gran oficina. Esto creo una gran herida en su hijo y en el propio Doncel, al los cuales les dolía ver, hasta que punto llegaba la indiferencia y cuál era su grado importancia en la vida del azabache mayor.

Hoy era 10 de octubre, día de su cumpleaños y aunque jamás esperaba nada del azabache, está vez le llamó, puesto que con un mes y casi una semana de gestación, lo justo era comunicarle a Sasuke de su estado.

–Sasuke– dijo a modo de saludo, una vez obtuvo respuesta desde el otro lado.

–/que pasó ahora dobe/– pregunto con fastidio, preparándose para recibir los sermones de su esposo.

–me preguntaba si podíamos contar con tu presencia, hoy a la hora de la cena, hay algo muy importante que tengo que decirte– pidió el rubio, con la esperanza de recibir una respuesta afirmativa.

–/no puedo, se me presentó un asunto importante y debo viajar a atenderlo, no volveré hasta dentro de dos semanas/– contestó, cortando de raíz toda ilusión que tuviese el rubio.

–Sasuke, sabes que fecha es hoy, sabes que hoy es mi cumpleaños y ni aun así, eres capas de sacar un mísero segundo de tu maldito tiempo para dedicárselo a tu familia– le gritó lleno de cólera.

–/y sabes tú cuánto me esfuerzo para sacar la empresa adelante y aún así me reclamas por esforzarme en lograrlo, no puedo creer que seas así de egoísta/– grito enojado.

–el maldito egoísta eres tu– le gritó fuera de sus cabales –el maldito bastardo que le regala todo el tiempo a su empresa y deja abandonada a su familia eres tú, el maldito egoísta que no le dedica ni un segundo de atención a su familia eres tú, el maldito que no se interesa en el desarrollo de su hijo varón eres tú, y estoy convencido de que tu hermano no hace lo que haces tú con tu familia, estoy seguro de que tu hermano tiene más pantalones que tu y de que no es capaz de darle este mismo trato a su familia– le gritó con dolor, pues su vientre había empezado a doler y le hería profundamente la actitud del azabache.

–/pues si tan mal esposo te parezco y crees que Itachi es mejor que yo, ve a que te folle mi hermano si lo deseas/– grito cabreado –/y no me esperes en casa/– agregó, para luego cortar la llamada.

Las lágrimas corrían por su rostro, las palabras de su esposo azabache realmente me habían dolido y le habían herido bastante, como podía pensar aquellas cosas de él, cuando lo único que había hecho, era entregarse en cuerpo y alma a ese hombre y darle lo mejor de sí mismo.

Un dolor físico, aún más fuerte que el anterior se hizo presente y un líquido empezó a escapar de su entrepierna, al bajar su vista, sus ojos se abrieron de sobremanera, estaba sangrando. Un pinchazo más fuerte lo hizo gritar lastimeramente, alertando a su hijo, que se encontraba en el segundo piso, de que algo no marchaba bien y corriendo, bajo a la sala, donde encontró arrodillado a su padre, mientras sangraba y se sujetaba el vientre con fuerza.

–hi-jo po-r fa-vor un-a am-bulan-cia... tu her-ma-no– fue lo único que pudo pronunciar, antes de quedar inconsciente.

–S&N–

El pequeño llamo a la ambulancia, y está tardó poco en llegar. Después de varias horas en en quirófano, un galeno, ataviado en una bata blanca, salió al pasillo a buscarle.

–Menma Uchiha Namikaze, verdad– pregunto el doctor a un niño lloroso que se encontraba abarcando sus rodillas y ocultaba su carita en ellas, ocultando sus lágrimas.

–si– contestó el pequeño entre sollozos.

–Usteded es el hijo de Naruto de Uchiha Namikaze, verdad– pregunto el galeno.

–si– contestó el pequeño levantando su cara y mirando seriamente al doctor.

–tiene algún familiar al que podamos contactar– pregunto el doctor.

–no señor–

–bueno, su padre llegó en muy mal estado al hospital y tuvimos que operarlo de emergencia, el ahora se encuentra en reposo en la habitación 502, así que puede pasar a verle– pronunció el galeno, para después retirarse a revisar a otros pacientes.

El azabache se dirigió a la habitación indicada y al llegar se sorprendío de encontrar a su padre en semejante estado. Su piel estaba palida, tenía grandes ojeras y su rostro lucia severamente cansado.

Con lentitud, se acercó a la camilla y arrastro una silla hasta ubicarla al lado de la camilla, donde se sentó y velar los sueños de su padre.

–S&N–

Los gritos de su padre Doncel lo sacaron de su sueños. Al despertar pudo observar que su padre ya había despertado y que se encontraba llorando a mares y dando voces de algo que aún no lograba asimilar.

–¡Mi hijo! ¡Donde esta mi hijo!– gritaba con dolor y pena, pues temia por la vida de su hijo.

–lo sentimos señor Uchiha, usted sufrió un aborto espontáneo. Su hijo, lamentablemente fallecio– le informó el médico –lo sentimos mucho– finalizo retirandose fe la habitación. Al comprender lo que decía el médico, las lágrimas salieron de los ojos azules, similares a los de su padre. Su hermano, aquel pequeño que se formaba el interior de su padre Doncel había fallecido.

Rápidamente corrió a consolar a su padre, que lloraba destrozado. Como pudo se montó en la camilla del hospital y con sus brazos rodeo suavemente al rubio Doncel, brindándole consuelo e intentando encontrar el suyo propio.

Ese día toda su burbuja de cristal se rompió y su mundo de ilusiones se vino abajo. Un sentimiento oscuro hacia su padre varon comenzó a inundar su pecho, todo lo que había sucedido era su culpa, todo era enteramente su culpa. Si el hubiese leído ese sobre, si el se hubiera enterado de que su papi traería una nueva vida a este mundo y lo hubiera cuidado como era debido, porque aunque quisiera pretender que él podía, habían cuidados que sólo su padre varón podía suministrarle. Ese día, Menma Uchiha a sus cortos 12 años, experimento el resentimiento y este iba totalmente dirigido hacia su padre varón.

...

Tal como lo prometió, Sasuke regreso a su casa, pero no lo hizo dentro del tiempo estipulado, regreso a las cuatro semanas de su viaje y volvió bien entrada la noche a su hogar.

Tanto Naruto como Menma había acordado ocultarle lo del embarazo y el aborto al azabache, los únicos recuerdos de ese bebé, eran una lápida conmemorativa de piedra grabada, que se encontraba rodeada por un cerco de hermosas rosas blancas y una lápida con sus pequeños restos en el cementerio.

A su regreso, encontró al rubio sentado en su cama, como solía encontrarlo casi siempre. Noto que tenía ojeras y que su expresión era un poco sombría pero decidió no indagar más e ignorarlo.

–hola Naruto– saludo el azabache como si nada, acercándose a la cama, siendo detenido por la voz del rubio.

–no te acerques, no quiero compartir la cama contigo– le pidió con voz fría, sorprendiendo al Uchiha.

–que te sucede– pregunto con un tinte de preocupación.

–No quiero compartir mi cama contigo, me alegra profundente que hayas podido compartir tu tiempo con tu otra familia, pero después de ir allá y estar con ellos, no quiero que te acuestes en mi cama– le explicó, sorprendiendo al mayor.

–de que mierda estas hablando– pregunto confundido, lo único que había hecho durante este tiempo era trabajar y le sorprendía y le molestaba que su rubio dudará así de su fidelidad.

–de tu otra mujer o doncel y de tus hijos– contestó.

–dime quien te está metiendo cucarachas en la cabeza dobe, por que yo no tengo ninguna otra familia, tu y Menma son mi familia– le exclamó furioso.

–pero ni Menma, ni yo te consideramos ya a ti parte de la nuestra– le confesó con sinceridad –pasaste de, ser el mundo entero para nosotros, a ser una figura vacía e inexistente que solo se aparece de vez en cuando–

–dobe– susurro.

–si no piensas retirarte, me iré yo– amenazó.

–Naruto, no por favor, yo...– pidió, siendo cortado por el rubio.

–dejame en paz Sasuke– dijo tomando su almohada y saliendo de la habitación, dejando solo al azabache.

Donde fue que todo se perdió por completo...

Las cosas no cambiaron con el tiempo... Se volvieron peores. Sasuke viajaba frecuentemente, hace mucho que su familia pasó a ser casi inexistente dentro de su ocupada vida. El resentimiento que Menma tenía hacia su padre, ya no le llamaba papá, le llamaba Sasuke y lo miraba con rencor al pronunciar su nombre, al recordar todo lo que con sus malditas acciones y su maldito descuido había generado.

Naruto estaba bastante dolido y resentido, jamás alguien le había generado tanto daño, como lo había llegado a hacer su pareja, pero, a pesar de que lo intentaste odiar, su amor por el era tan grande, que, a pesar de tener mil y una razones para irse, siempre buscaba entre todo lo malo una única razón para quedarse.

...

Todo se termino de ir al garete, cuando en una fiesta llegó borracho y discutió con este. Le dijo que era una puta y una zorra por coquetearle a Itachi, cuando lo único que hizo fue saludarle y cruzar unas cuantas palabras con él.

–¡que mierda hacías coqueteandole al imbécil de Itachi– le gritó furioso y lleno de celos.

–¡yo no le estaba coqueteando a nadie! Simplemente le saludé, eso es todo– le gritó en respuesta, profundamente herido por ese comentario.

–¡callate puta! Seguramente seguiste mi consejo como una vil perra y ya estabas hablando con el para meterte en sus sábanas y revolcarte con él– le escupio con furia.

–¡callate imbécil! No tienes idea de lo que estás diciendo, seguramente tú tienes una amante y planeas aliviar tu culpa ensuciando mi nombre e insinuando que soy igual de basura que tu– le gritó con lágrimas en sus ojos, a causa de la furia, el dolor y la impotencia que sentía en este momento, pero en ningún sólo minuto le había quitado la vista de encima.

–te lavas la boca cuando te refieres a mi, perra– le gritó con furia, soltandole una potente cachetada y mandándolo al suelo. Al notar su error, observo con terror su mano abierta y un poco de líquido escarlata que la manchaba, proveniente de su esposo. Se fijó en su esposo y eso le dolió como nada le había dolido hasta el momento. Tenía su labio inferior roto y le miraba con irá, con furia, con tristeza y con dolor, pero lo que mayormente cubría sus ojos era la decepción. Retrocedió dos pasos hacia atrás y como un vil cobarde, salió corriendo de la habitación, abandonando al rubio herido y profundamente lastimado del corazón tirado, a su suerte y sin importarle en lo más mínimo su dolor o que le pasase.

Cuando fue que te perdí, que escapaste a aquel lugar, donde no te puedo alcanzar y no te alcanzaré jamás...

Quince años, se cumplían quince años de matrimonio. Y todo estaba destruido. La salud de Naruto había empeorado. Sangraba constantemente y había comenzado a perder su vitalidad. Sólo Menma era testigo de cómo aquella potente luz, aquel sol radiante que iluminaba sus días, brindándole su brillante luz y su confortante calor se iba extinguiendo poco a poco.

Siempre le había insistido en que visitará a un médico y se hiciera revisar, pero este pasaba de ignorar su consejo y decirle que su padecimiento era debido al aborto, pero que nada malo iba a pasar, o iba al doctor y dejaba morir el asunto allí, sin indagar, sin averiguar y todo moría allí, hasta que el problema regresaba y se repetía el mismo proceso.

El imbécil de Sasuke, muy seguramente no notaba nada, porque ahora pasaba meses enteros fuera de su casa, regalándole todo su tiempo y toda su maldita vida a esa empresa, e ignorando que le ocurría a su familia.

Menma maldecía a Sasuke en su fuero interno, pues sabía que su padre varón era el único capaz de convencer a su padre Doncel de realizarse los estudios pertinentes para detectar y tratar su enfermedad, pero como siempre, no estaba en los momentos importantes.

...

El día más temido para Menma llegó, cuando la Secretaría de su padre doncel, llamo para avisarle que su padre se encontraba muy grave en el hospital. Como pudo, dejo todo tirado y salió corriendo del colegio, sin atender a quejas y reclamos que hacían sus compañeros y maestros.

—S&N—

Al llegar al hospital y firmar el ingreso, llegó hasta la habitación de su padre, y se horrorizó con lo que hallo adentro.

Su padre se encontraba atado a muchos tubos, su piel era palida, sus labios morados y unas muy pronunciadas ojeras se hallaba dibujadas debajo de sus ojos.

–Menma– llami su padre al reconocerlo, quitándose el respirador.

–papi, que pasó– exclamó, mientras lágrimas silenciosas abandonaban sus ojos.

–perdoname Menma, si te hubiera hecho caso, hubiera podido estar contigo durante un par de años más– susurro con la voz ronca y con lamento.

–¿de que hablas?– pregunto, acercándose rápidamente, posándose a su lado y tomando una de sus frágiles y blancas manos.

–escuchame atentamente, por favor– pidió el Doncel –yo tuve algunas complicaciones durante el parto cuando te di a luz, los médicos cometieron un mal procedimiento, y por eso, yo no pude volver a tener hijos, durante años, me sometí a diferentes tratamientos de fertilidad, con la esperanza de poder traer otra vida al mundo, pero pareció que ninguno de estos dio resultado. Yo había perdido completamente la fe, pero sabes, hace unos años quede embarazado y esa fue la mayor de mis alegrías, sabía que era arriesgado y peligroso, pues ya tenía mis antecedentes y en el hospital me dijeron que sería un embarazo de alto riesgo, me sugirieron que abortara, pero yo no quería hacer algo como eso. Tan sólo un mes después, tuve un choque de emociones fuertes, y mi alteración provocó que abortara a mi bebé. Aquello me deprimió profundamente, pues yo tenía grandes ilusiones de tener a ese pequeño bebe, pero las circunstancias y la vida no lo quisieron así. Posterior a eso, pasaron dos años, donde lado de todo. Yo desmejore y tu me pediste que me realizarán los estudios, pero ciegamente crei que lo que me ocurría, eran simplemente efectos secundarios del aborto, pero no sabes cuán equivocado estaba. Hoy me desmsye y me trajeron a la clínica. Los médicos me realizaron los estudios y me dijeron que tengo cáncer de ovario, y que por el aborto y la falta de cuidado, este hizo metástasis en mi sangre y tengo leucemia. Los médicos ya me desahusiaron y me dieron pocos días de vida, así que te ruego que no te separes de mi– pidió mientras la voz se le cortaba y se le escapaban las lágrimas.

–pero papá... Como– pregunto en shock, mientras trataba de asimilar la noticia dada y las lágrimas se escapaban a borbotones de sus ojos.

–simplemente pasó, y con la cirugía para sacar el cuerpo de tu hermano agravarón el problema– contestó.

–llamare a Sasuke, el también debe estar aqui– dijo con dolor.

–perdoname, cielo, perdona me por no haberte dado la mejor familia– susurro con pena –sabes, cuando me casé con tu padre, estaba realmente enamorado de él, de hecho aún lo sigo amando, pero, no tiene justificación el abandono al que nos sometio durante todo este tiempo, sin importar el que, yo lo perdono, por que lo amo y le amaré por siempre– susurro con dolor.

–padre, no te esfuerzes, por favor, lucha, resiste– pidió con lágrimas en sus ojos y, el dolor y la suplica bañando sus palabras.

–no Menma, no puedo resistir más, tu hermano me está llamando y quieres saber algo, es muy lindo, físicamente es una copia mía, pero su cabello es un poco parecido al de Sasuke, tiene algunos rasgos de mi personalidad, como mi determinación y mi vivacidad, pero en el resto es una copia de Sasuke, se llama Boruto, y me dijo que te quiere mucho, a ti y a Sasuke, y que le apena bastante no tener la fortuna de haberlos conocido– susurro.

–hablas enserio– pregunto su hijo con un poco de emoción. Cualquier persona lo habría tomado por un loco, pero el creía en sus palabras, por que sabía reconocer cuando su padre mentía y cuando decía la verdad.

–puedes tomarme por loco, pero te aseguro que lo vi, que estuve y que hable con el. Fue hasta mañana, cuando me traían hacia el hospital, me dijo que quería que me despidiera de ti y que te dejará un mensaje importante para que se lo entregarás a tu padre, me dijo que se sentía muy sólo y que quería que le cuidase y que le hiciera compañía. Me pidió que te dijera que lo perdonarás por robarse a tu papi, pero que también era su papi y que necesitaba de mis cuidados, y me dijo que te dijera que deseaba que tuvieras un futuro muy feliz junto a tu ser amado y que fueses feliz por toda tu vida. También que se disculpaba contigo por haberse ido tan pronto y sin avisar, pero que no te preocuparas, porque en un futuro muy lejano podrían conocerse, y que el tiempo allá arriba era muy lento, así que tendrían mucho tiempo para estar juntos, que lo tomarás con calma y te tomarás tu tiempo– le dijo con una sonrisa.

–por favor, papi, dile que yo también lo quiero, que me entristece profundamente no haber podido conocerlo, pero que le prometo que cuando llegue mi hora, jugaré con el y le enseñaré todo lo que un pequeño niño debe saber, que a pesar de la tristeza que me causa tener que dejarte ir, porque considero que es demasiado pronto, debo dejar de ser egoísta y permitirle a él gozar de la fortuna de lo que es tenerte a ti como padre, por que tu eres el mejor padre que un hijo puede tener, que jamás seré como mi padre varón y que de mi cuenta corre que el conozca de su existencia, por favor dile que te cuide mucho y de que me prometa que te hará feliz hasta que yo pueda acompañarlos, por favor– pidió entre lágrimas, mientras le narraba a su padre todo lo que quería decirle a Boruto, a su pequeño Ángel del cielo, a su hermanito menor. –papi, te amo y no quiero que te vayas, pero si el destino lo quiere así y serás más feliz allá, yo no puedo retenerte–

–yo tambien te amo mi cielo, y yo tampoco quiero dejarte, pero la vida lo quiso así– susurro, mientras lo atraía a su cuerpo y lo abrazaba, depositando un casto beso en su frente, regalándole una gran gama de sentimientos – y claro que si, mi cielo, también le daré un gran abrazo de tu parte– asintió –por favor, quiero que saques una caja anaranjada que hay debajo de la cama y que se la entregues s tu padre, cuando se la entregues le dices que revise su contenido cuando tenga tiempo, es el único mensaje que tengo para el, también le dices a tu padre que lo amo y que le amaré por el resto de mi vida y también en la otra vida, dile a mis padres que tuvieron dos nietos y que el segundo les manda saludes desde el cielo, por favor perdonarme por dejarte... Y recu-erda siem-pre que te a-mo, qu-e Boru-to y yo te a-ma-mos...– susurro, antes de que sus párpados ocultaran el fulgor de ojos azules y su alma abandonará está tierra.

Un ensordecedor grito se dejó oír en la habitación, el grito de un hombre herido, que había perdido al ser más importante para su vida, estrujó el cuerpo como pido y lo movió buscando una reacción, algo que le dijese que ese maravilloso ser había partido de esta tierra, que no podría regalarle de nuevo una sonrisa, que ya no le consentiría o le levantaría el ánimo cuando estuviese decaído, que ya no podría regalarle un segundo más de su tiempo... Y no porque no lo quisiese, sino... porque simplemente ya no pertenecía a este plano y la vida lo decidió de esa manera.

...

Jamás alguien preparó a Sasuke para afrontar la difícil situación que tuvo que afrontar. Regresó muy cansado de su viaje, pero con la satisfacción de que no tendría que volver a separarse de su familia en mucho tiempo, puesto que ya todos los inconvenientes con la empresa estaban solucionados, y podría disfrutar de unas largas vacaciones junto a su familia e intentar reparar el daño causado.

Al llegar a su casa, le sorprendió ver a tantas personas vestidas de negro y entrando en su propiedad. Un negro presentimiento se instaló en su pecho y sin importar nada, corrió hasta ingresar a la casa, encontrándose con un ataúd rodeado de múltiples coronas de flores, que se encontraba en el centro de la gran sala. Ignorando a todos los dolientes que lloraban, se acercó al ataúd, quedando pasmado, al encontrar el cuerpo sin vida de su amado, ataviado con el vestido blanco que uso el día de su matrimonio y usando su anillo de compromiso y su anillo de casado.

Un grito ensordecedor salió de su garganta y sentía como su alma se rescebrajaba en pedazos. Desesperado, busco con su vista a su hijo, y al llegar hasta el, moviéndolo desesperadamente le interrogó.

–dime que pasó, dime que esto es una broma, dime que Naruto no es quien se encuentra metido en ese cajon– pregunto alterado, mientras las lágrimas corrían como mares por sus ojos.

–crees que a mi no me duele que mi padre me haya dejado, Sasuke– le preguntó con voz fría.

–porque no me avisaron, por que nadie me dijo lo que estaba pasando– pregunto dolido y desesperado, intentando buscar consuelo para el dolor estremecedor de su agobiada y atormentada alma.

–porque jamás tuviste tiempo, te envié un mensaje hace tres días y seguramente no lo has revisado– le esperó con brusquedad y sinceridad. –el te amaba y tu lo dejaste tirado a su suerte–

Sasuke, inmediatamente cayó en lo que había pasado durante estos años, y eso solo le basto para sentirse el ser más miserable de este mundo, esta vez su error fue tan grande, que ni mil perdones bastarían para darle tranquilidad a su pobre alma, porque después de todo... De que sirve hablarle a un cascaron vacío, a un cuerpo inerte.

...

Una semana había pasado, ayer se había cumplido su novenario, y Menma bajo del segundo piso, con algunas caja que colocó en la entrada, luego subió y tomó unas maletas para bajar y dejarlas junto con las cajas y finalmente se dispuso a hacer su tarea.

Fue al curso de su padre Doncel y sacó la caja. Tomándola en sus mano, se dirigió al despacho, donde se encontraba su padre, y entrando sin permiso, y hallando a su padre, intentando revivir viejos recuerdos pronunció.

–Sasuke, la última voluntad de mi padre, fue que te entregará está caja, su mensaje para ti fue, que la abrieras cuando tuvieras tiempo,y que te dijera que, a pesar de lo malo que fuiste, que te amo, te ama y te amará, aun estando en la otra vida– le dijo con frialdad, mientras dejaba la caja sobre el escritorio.

–sabes, tu tuviste dos hijos, recuerdas la lápida que estaba al lado de la lápida de mi padre, pues esa lapida es la de mi hermano, porque aunque mi padre no lo aceptase, tu fuiste el culpable de la muerte de mi hermanito – le reclamó –espero que algún día te des cuenta del error que cometiste, toda la información está adentro de la caja y sobre tu escritorio deje la información restante. Sabes, a pesar de todo el daño que nos hiciste no te guardo rencor, se que a mi padre no le hubiese gustado eso, pero no puedo permanecer contigo, así que me iré a vivir con mis abuelos. Sin más te dejo, que tengas suerte con lo de la empresa.– dijó marchándose.

...

Sasuke...

Quiero que sepas, que antes que nada, te amo a ti y a mis hijos por encima de todas las cosas.

Sabes, tu siempre fuiste la persona a la que buscaba y a la que le pertenecía mi corazón. Recuerdo con gran alegría y amor, aquel día que me pediste que fuera tu pareja, el día que me pediste que unieramos nuestras vidas para siempre en sagrado matrimonio. Yo lo acepte todo, por que te amaba y aún sigo haciéndolo, los primeros diez años fueron un sueño, un lapso de tiempo tan maravilloso, que cualquiera sentiria envidia por nosotros, todo era felicidad y miel sobre hojuelas, pero después de ese lapso de tiempo, decidiste de que tu familia ya no era importante y nos dejaste de lado, importandote muy poco lo que sucediera con nosotros. Sabes, en ese tiempo decidí soportarlo, por que te amaba, mi hijo en ocasiones me dijo que te dejará, que nos fuéramos y te abandonáramos á ti como tú lo hiciste con nosotros, pero no lo hice, porque te amaba y tenía fe en que cambiarías y para cuando ese momento llegase, tuvieras un lugar al cual regresar y llamar hogar.

Pero las cosas no cambiaron, empeoraron, llegaste hasta el punto de ser un desconocido para nosotros, te ganaste el resentimiento de tu propio hijo, y ni siquiera te enteraste de que quede en cinta, pero desgraciadamente perdí mi hijo y, Menma y yo, tuvimos que lamernos las heridas solos.

Te amo, no, amo a Sasuke Uchiha, no al monstruo en el que te convertiste, por eso quiero, que cuando tengas tiempo, revises todo el contenido de la caja, que es, sólo una pequeña muestra de todo lo que perdiste durante estos cinco años.

Espero que no me odies por la decisión que voy a tomar, pero anexo a esta carta, están los papeles del divorcio, pues, por mucho que te amé, no puedo seguir lastimandome, ni lastimando a mi hijo de esa manera.

Te pido por favor que no me pidas los anillos, pese a que ya no vamos a ser esposos, quiero seguirlos llevando, porque a pesar de todo, mi corazón te sigue perteneciendo a ti, y es la mejor manera de recordar los primeros diez años, los cuales estuvieron cargados de felicidad.

Sólo te doy un ultimo consejo, recuerda que todo lo que se siembra se cosecha, y que quizás para cuando tengas tiempo de darte cuenta de lo que has hecho, ya será demasiado tarde.

Te amará por siempre... Naruto Namikaze.

Dejo caer la carta adentro de la caja, mientras sus ojos estaban inundados en lágrimas, aquella carta era como gotas de limón cayendo sobre una herida abierta.

Era un misable, una escoria, el ser más ruin y la basura más grande del planeta. Sus acciones habían hecho sufrir a su familia, sus acciones le hicieron ganarse el odio de su único hijo vivo, sus acciones habían desencadenado la muerte de un pequeño ser, que no tuvo tan siquiera la oportunidad de ver la luz del sol, sus acciones habían causado que, la media mitad de su vida, su amor, el único ser dueño de su corazón, la luz de sus dias, su complemento y el ser más importante para el en este mundo, se fuera a un lugar donde Hamas tendría la oportunidad de pedirle disculpas, curar sus heridas y buscar consuelo para su lastimado corazón.

Era un vil desgraciado, que por la ambición de amansarlo todo, perdió lo único realmente valioso que tenía, que por querer ser el rey del mundo, perdió a su maravillosa familia, destruyéndola y dañandola de la peor forma.

Ya no había nada que pudiera hacer, su hijo se había ido, su amado esposo, también, se había quedado solo en el mundo y no pido despedirse y ni siquiera decirle un último te amo a su esposo.

Fue un hombre que nunca tuvo tiempo para atender a su familia, pero cuando lo tuvo, ya no tenía nada que proteger, porque el mismo lo había destruido todo.

Notas finales:

Hasta aquí...

Espero les haya gustado, y los sentimientos que quise plasmar en el hallan llegado a ustedes.

Recuerden que la vida es corta y es sólo una, así que aproveché al máxima cada minuto que puedan compartir con su familia. Ellos son lo más importante que puede tener un ser humano en la vida.

Se agradece cualquier comentario o sugerencia. Ya saben que todo es amor.

Sin más los dejo...

Chau!!


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