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Historias Hannigram~Madancy por Sora17

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Notas del fanfic:

Aquí subiré mis one shots hannigram (Hannibal Lecter x Will Graham) y Madancy (Mads Mikkelsen x Hugh Dancy) quizás suba también de otras parejas relacionadas a la serie, depende de mis ganas, espero que lo disfruten!

Notas del capitulo:

El primer one shot de los muchos que vendrán ! Esta vez le toca al Madancy <3

Mads contemplaba el techo de su cuarto de hotel mientras reflexionaba.
Él y Hugh Dancy junto con Bryan Fuller se habían reunido unos días para discutir los detalles del libreto de la cuarta temporada de “Hannibal” que empezarían a grabar a mediados del año próximo y estaban los tres muy emocionados.
Para Mads volver a estar tan cercano a Hugh era todo un alivio, ya que apenas se habían podido ver en los últimos tres años teniendo en cuenta lo apretadas que eran sus agendas.
De mas esta decir que el danés extrañaba a su “pequeño” amiguito inglés. Lo extrañaba demasiado. 
Mikkelsen llevaba una buena vida en Copenhague con su esposa Hanne y sus dos hijos, tenía dinero, salud, y gente que lo amaba. Ofertas de trabajo y amigos a montones. Pero desde que ya no podía verse tan seguido con Hugh sentía constantemente que algo le faltaba.
No era necesario ser un genio para inferir las razones de esa angustia que a veces carcomía el alma de un hombre tan pacífico y relajado como lo era Mads.
Estaba enamorado de Hugh…
Profundamente enamorado. Lo estaba desde que se habían conocido para las grabaciones de la película del Rey Arturo hacía ya casi 14 años.
Nunca había habido entre ellos nada más allá de una especie de coqueteo disimulado, maquillado debajo de una fuerte amistad que había surgido de una manera sumamente espontanea. 
Habían llegado a conocerse y a tratarse lo suficiente como para comer juntos, solos o en compañía de sus familias. A veces eso sucedía en Londres, en casa de Hugh, o en Dinamarca, en el hogar de Mads.
Parecían una pareja de amigos común y corriente, salvo por que eran famosos y todo eso.
Sin embargo, Mads llevaba con él ese secreto… 
El secreto de estar enamorado de su mejor amigo hacia tantos años.
Mads no pudo evitar dar una vuelta en su cama, abrazando su almohada casi como una adolescente cuando piensa en el muchacho que la vuelve loca.
Hugh era tan perfecto. Un refinado señorito ingles con unos ojos que serían las joyas de la corona de cualquier rey.
Emanaba tanta sensualidad y al mismo tiempo tanta inocencia y frescura.
Sin embargo, ese amor estaba lleno de obstáculos.
Para empezar, los dos eran hombres. Y si bien eso ya no era algo que se viera tan mal en estas épocas, eso no quería decir que fuera a ser fácil. Estaban de por medio sus familias, sus amigos, el medio laboral y los fanáticos también.
Ninguno de los dos era un hombre libre… Llevaban casados mucho tiempo con sus respectivas esposas. Sobre todo, Mads. Y había otro detalle también. La diferencia de edad.
Mads suspiró con fastidio al recordar todos esos motivos por las cuales aquello que lo consumía hacia tanto tiempo no podía tener futuro.
Era tan frustrante. Y sin embargo quería intentarlo. Quería al menos poner al corriente a Hugh de cuáles eran sus sentimientos.
Lo que pudiera pasar después de eso era otra historia.
Y estaba reflexionando sobre eso cuando escuchó unos golpes en la puerta de su habitación. 
El corazón del bombón danés se aceleró estrepitosamente de solo pensar que pudiera ser Hugh y dio un salto aún más potente cuando abrió la puerta y en efecto allí estaba Dancy, con una sonrisa atontada pero hermosa estirando sus labios.
-Mads… Grandote…- murmuró Hugh tendiendo los brazos hacia él. Traía una botella en la mano y Mads enseguida se dio cuenta de que su amigo había estado bebiendo y que estaba claramente muy ebrio.
Lo hizo pasar a su habitación, asegurándose de que nadie pudiera verlos y cerró la puerta una vez que Hugh estuvo dentro.
El británico fue directo a la cama y se sentó ahí, cruzándose de piernas y dejando la botella casi vacía a un lado.
-¿Por qué no vienes? ¿Tienes miedo?- preguntó Hugh con voz divertida y algo nublada al ver que su amigo se mantenía lejos de él.
Mads realmente sí que tenía miedo, nunca había pensado ver a Hugh de esa forma. A veces solían beber juntos, pero nunca al punto de agarrarse una borrachera tan grande como la que parecía tener Dancy en aquel momento.
El danés se acercó un par de pasos algo vacilantes hacia la cama. Tal vez debería obligar a Hugh a recostarse de una vez y dormir. Pero los gestos y las miraditas del menor demostraban a las claras que no tenía ningún sueño.
-Ven… Siéntate a mi lado… Ponte cómodo…- insistía Hugh, y Mads no tuvo más remedio que hacerle caso, sentándose en la cama también a una distancia algo prudente.
Parecía como si fuera obra del destino. Había estado pensando en él con tanta intensidad durante esa noche y ahora lo tenía allí, en su cama y ebrio… Cualquier otro hubiera aprovechado la oportunidad para iniciar algún tipo de acción romántica, pero Mads no se atrevió a hacerlo. Solo Hugh tenía el poder de poner nervioso a uno de los seductores más grandes del planeta.
Por supuesto, un ebrio Dancy no se haría rogar mucho. Se soltó los botones de su propia camisa, dejando al descubierto su pecho lampiño y fuerte y luego se lanzó sobre Mads, empezando a arrancarle la ropa también.
El danés no se veía venir este movimiento de parte de su amigo, así que antes de que pudiera darse cuenta se encontró sin camisa y con el cierre de los pantalones a medio bajar, mientras que Hugh se apretujaba contra él.
Solo sentir el contacto de la piel del otro bastó para encenderlos a ambos, aunque a Dancy no le costó mucho teniendo en cuenta el estado en el que se encontraba. 
-Hugh… E-espera…- murmuró Mads, intentando soltarse de esos brazos, aunque sin verdaderas ganas de hacerlo.
-¿Esperar que? Siempre quise tener sexo contigo y hoy tengo muchas ganas…- susurró Hugh besando el cuello de Mads apasionadamente y acariciando su amplio torso tan masculino.
Mads no supo que decir ante esas palabras tan sinceras y apasionadas, así que se rindió a los encantos de su pequeño británico y lo besó en los labios como tantas veces había ansiado hacerlo fuera de cámara.
Nunca olvidaría el primer beso que se dieron que había sido más un impulso que otra cosa. 
Al grabar el final de la temporada tres de Hannibal ambos actores no habían podido controlar sus impulsos y se habían besado antes de caer del precipicio.
La excusa, claro, era que los personajes se habían “adueñado” de ellos por un momento. De mas está decir que Bryan estaba encantado con eso, pero se había guardado ese pedacito de filmación para sí mismo en su caja fuerte.
Los besos en aquella habitación de hotel se volvieron más y más salvajes, mientras las lenguas de ambos se encontraban dentro de sus bocas, jugando la una con la otra y no pararon hasta no quedar ambos desnudos por completo, uno encima de otro.
Mads nunca se había acostado con otro hombre, pero Hugh parecía tener más experiencia así que aun a pesar de la borrachera fue guiando por los caminos de su cuerpo a su querida bestia danesa y pronto ambos estuvieron acoplados, haciendo el amor de una manera tan caliente que los resortes de la cama no dejaron de rechinar en toda la noche.
Al día siguiente Mads despertó muy tarde. Su cama era un lio, igual que su cabello y su corazón, estaba desnudo y estirado, apenas cubierto por una sabana y con el calor de los besos de Hugh todavía inundando sus sentidos.
Se sentó sobre la cama y pasó una mano por su rostro, recordando la pasión de la noche anterior, los besos, los jugueteos, los gemidos y los suspiros, todo eso formaba un cuadro inmejorable dentro de su mente.
No había pensado que fuera tan intenso unirse físicamente a la persona que realmente uno amaba. Tembló un poco pensando en su pequeño y se dio cuenta de que él ya no estaba en la cama.
Eso le pareció lógico, después de todo nadie podía saber que ellos dos habían estado juntos toda la noche. Sería un escándalo terrible.
Mads se dio una ducha y se vistió con su ropa informal de siempre. Decidió pasar por la habitación de Hugh, pero cuando golpeó no le abrió nadie. Se preguntó si el más joven estaría charlando con Bryan o algo así.
Bajo a recepción y allí se encontró al propio Fuller, hablando con parte de su equipo.
Apenas lo llamó, Fuller fue con él.
-¿Qué pasa mi oso mimoso? ¿No había cervezas en tu minibar?- preguntó Bryan con su enorme sonrisa característica.
-No… No es eso…- dijo Mads con una risa algo avergonzada -¿No viste a Hugh por aquí? -
-¿Hugh? ¿Ese sinvergüenza no se despidió de ti? Su vuelo salía hoy a la mañana…-
Mads se quedó totalmente desconcertado al escuchar esas palabras.
-¿Vuelo?-
-Si… Salió muy temprano rumbo a Londres… Quizás deberías llamarlo.- Bryan puso expresión de preocupación al notar la cara que se le quedaba a Mads.
-No… No, está bien… Es solo que pensé que se iría en la noche como yo…- murmuró Mads al fin. Escuchó que Bryan le decía algo pero ni siquiera lo registró en su mente. Quería ir corriendo a buscar a Hugh a Inglaterra, pero tenía que calmarse.
Quizás su pequeño no le había dicho nada porque le había surgido un imprevisto de última hora… 
Quizás iría a hablar con su esposa para decirle lo que pasaba y divorciarse…
Las posibilidades y las esperanzas eran muchas.
Sin embargo, las semanas fueron pasando unas tras otras y Mads no recibió ningún llamado de parte de Hugh. Pensó en llamarlo, pero no quería darle la lata tampoco.
Y un día, varias semanas después de la noche que habían compartido, Hugh viajó otra vez a Estados Unidos para un casting en una obra.
Dancy salía del teatro cuando se encontró allí a Mikkelsen, esperándolo con una expresión cargada de tanta ilusión que era casi imposible de ocultar.
Una sonrisa brilló enseguida en el rostro de Hugh también.
-¡Hey! ¿Cómo estás? ¡Hace mucho que no nos vemos!- Hugh abrazó a su amigo, dándose cuenta de que este último traía un ramo de flores en una mano, aunque no preguntó nada.
-Pues sí, pero tú no me has llamado tampoco…- dijo Mads tranquilamente, aunque sus ojos no se despegaban del menor.
-Lo siento es que realmente estuve muy ocupado… Con Claire, el niño, el trabajo…- Hugh sacudió la cabeza, aunque se lo veía feliz.
-Oh… Ya… ¿Quieres ir a tomar algo?- preguntó Mads por fin, un tanto nervioso, no sabía cómo sacar el tema que quería a colación.
Hugh asintió y fueron a tomar un café.
Mads se pasó todo el tiempo distraído, nervioso, con una expresión soñadora que Hugh no dejó de preguntarse a que se debería.
Incluso cuando se despidieron le pareció que Mads estaba como ausente y perdido en alguna clase de ilusión de su mente, pero no le prestó demasiada atención al detalle.
Después de eso, cada día en el que se veían, Mads aparecía con un ramo de flores en una mano, ramo que jamás se animaba a darle a Hugh.
Nunca se atrevía a hablarle del tema, pero llegó un día en que la situación no se pudo dilatar más.
Habían ido a tomar un café donde siempre, para festejar que Hugh había obtenido el papel principal en la obra.
-¿Me dirás lo que te pasa?- preguntó Dancy en ese momento, con voz levemente exasperada. No le gustaba ver así a su amigo… Tan diferente…
-Creo que ya debes saberlo…- murmuró Mads al cabo de un rato de silencio que se antojó muy pesado para los dos. Las cosas parecían haber cambiado tanto entre ellos, y no precisamente para mejor. Como si el fuego con el que se habían tomado el uno al otro aquella noche hacia tantas semanas hubiera sido lo bastante intenso como para quemarlo todo y no dejar nada más que cenizas. Incluso de su amistad.
-¿Es por lo que pasó esa noche no es cierto?- murmuró Hugh bajando la mirada justo cuando Mads la levantaba y la clavaba en él.
-Si… Mas… Más claro no puede estar…. Te amo. Te amé desde la primera vez que te vi.- confesó Mads, apretando un poco los tallos del ramo de flores que traía aquel día. Quizás por fin hubiera llegado el día en que podría dárselo.
Hugh se quedó en silencio otro largo rato más y después pasó sus manos por su rostro, con un suspiro apesadumbrado.
-Yo… Realmente lo siento mucho… No quería hacerte sentir así… Solo… Dios mío, fui un estúpido… Estaba ebrio y solo quería un poco de diversión… Había notado como me mirabas así que pensé que … Podríamos sacarnos los dos las ganas y nada más…- 
Las esperanzas de Mads comenzaron a caer en picado al escuchar esas palabras.
Había considerado mil cosas en contra del amor de ambos.
El medio y miedo.
La familia.
La diferencia de edad y de culturas.
Pero nunca había tomado en cuenta lo más obvio.
¿Qué pasaría si Hugh no lo amaba de la misma manera en que él amaba a Hugh?
Mikkelsen se dio cuenta de que por primera vez en su vida él era la víctima de un amor no correspondido.
Hugh levantó la mirada, sus ojos brillaron algo asustados cuando contempló la expresión dañada de su amigo.
-Lo siento… Me gustas y todo… Pero no así… Estoy casado con Claire y estoy enamorado de ella… Tenemos un hijo…- Hugh suspiró -Y pronto tendremos otro bebé en la familia…- la expresión de Dancy esta vez se tornó mucho más dichosa al poder por fin contarle eso a su mejor amigo.
Mads tragó saliva con fuerza, intentando pasar por la garganta también el increíble dolor que estaba sintiendo.
-Fe-felicidades…- dijo con voz lo más normal posible.
-Gracias… Oye, en serio lamento toda esa confusión… Fue una estupidez de mi parte… Pero… ¿Podemos seguir siendo amigos no? Después de todo, eres mi Hannibal.- Hugh sonrió y le guiñó el ojo a Mads de una manera tan hermosa, que el danés sintió como si le rompieran el corazón en un millón de afilados y dolorosos fragmentos.
-Claro… Claro que podemos ser amigos…- murmuró Mads, mientras su mente gritaba que no era así, mientras su corazón parecía desangrarse con lentitud. Nunca podrían ser amigos, así como Hannibal nunca podría ser amigo de Will, porque siempre querría algo más… y al mismo tiempo siempre algo los separaría.
Hugh estiró una mano por encima de la mesa y le dio un par de palmaditas a la mano de Mads.
No le gustó la compasión en la mirada del inglés, pero supuso que se la había ganado.
Era ya un hombre grande, con experiencia, y se maldijo por haber pensado que un simple acostón entre dos amigos podía terminar en algo más.
Y, sin embargo, Hugh era su Will… Siempre seria su Will, su Will y también su Galahad. Desde el momento mismo en que los ojos de Mads se habían fijado en él simplemente no había existido nadie mas.
Pero por lo visto el sentimiento no era mutuo.
No hablaron de mucho mas aquel día. Mads perdió toda su elocuencia y su brillo natural se apagó más y más.
Finalmente, Hugh declaró que tenía que volver a su hotel y se despidió de su amigo. 
Lo hizo rápido. Como alguien que desea escapar del desastre que provocó.
Mads se lo quedó mirando hasta que se marchó, y permaneció allí sentado por un largo rato más.
Sabía que la culpa y la vergüenza tal vez durarían un par de meses en Hugh, claro, hasta que el británico pensara que era un tema que ya había quedado en el olvido.
Pero Mads sabía que por su parte tendría que vivir con ese peso para siempre. Vendrían más temporadas de Hannibal y tendría que estar allí. Actuando de un personaje que amaba al personaje que Hugh hacía, así como él lo amaba, lejos de Hannibal Lecter y de Will Graham. 
Sería difícil. Lo sabía. Tendría que vivir con esa herida los años que tuviera por delante.
Mikkelsen se prendió un cigarrillo tras otro aquel día. La vida se podía acortar de muchas maneras, incluso sin que él mismo fuera consciente de eso.
Se preguntó cómo se suponía que lo haría, como podría mirar a Hugh a la cara cuando estuvieran trabajando. Como podría mirar a su propia esposa o a sus hijos amados, a quienes sentía que les había fallado también. 
Miró las flores, marchitándose sobre la mesa… Otra vez el ramo se quedaría con él, pero esta vez se quedaría para siempre.
Y supo que nunca podría tener el amor de su pequeño.
Y mientras se hartaba de cerveza y de cigarrillos, solo en la esquina de ese bar, recordó un fragmento de algo que había leído hacía tiempo.
“No te preocupes por los rechazos, compadre. Llevo 25 cigarrillos esta noche, y cerveza ni te digo. El teléfono solo ha sonado una vez: Numero equivocado.”
Esa noche el teléfono de Mads ni siquiera sonó.
 
----------FIN----------
Notas finales:

Quizás suba otros que tengo escritos. Tengo dos one shot brownham (:'v) y un drabble de los esposos asesinos (cosas que subo en Wattpad y tal) y tengo ganas de subirlos aquí, quizás lo haga y acomode un poco todo lo que escribo. I dont know, besos y espero sus comentarios <3


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