Las pocas veces que aquel amor había dado frutos no eran suficiente para alentarlos a continuar juntos. Más sin embargo seguían intentándolo porque, después de todo eso fue lo que juraron ante todos el día que decidieron unir sus vidas para siempre.
Sasuke amaba a Naruto como Naruto amaba a Sasuke o eso era lo que todos pensaban al ver a la romántica pareja demostrando su afecto sin importar las miradas curiosas que juzgaban sin conocer. Ellos dos habían estado juntos por cinco largos años donde se encontraron a sí mismos en los brazos de otro hombre, al principio había sido difícil asimilar sus preferencias sexuales especialmente para el blondo que aún se mostraba más avergonzado cuando su actual esposo tomaba su mano o besaba sus labios.
Se podría decir que conocían todo el uno del otro y se aceptaban tal y como eran, con sus virtudes y defectos sin importar nada. Tuvieron que transcurrir muchos años para que su pequeña amistad se convirtiera en una relación que más tarde desemboco en un "feliz matrimonio".
Todo comenzó una tarde de invierno, las calles estaban congeladas debido a las lluvias que se presentaban en esa época del año que en conjunto con el frío clima daban como resultado un ambiente perfecto para quedarse en casa acostado frente a una chimenea que proporcionara calor. Sasuke estaba al lado de Naruto viendo una película que según su rubio amigo iba a ser lo mejor, debió haber adivinado que solo lo quería convencer de ver una estúpida película de dibujos animados.
Los créditos aparecieron anunciando el fin de aquel martirio, el menor poso sus obres en el azabache viendo que este había caído en un profundo sueño, todo paso tan rápido que no pudo arrepentirse de sus acciones, opto por escuchar aquel famoso dicho "es mejor pedir perdón que pedir permiso" y juntando todo el valor que pudo poso sus suaves labios en la pálida boca de Sasuke.
La reacción por parte del mayor fue inmediata alterándose por la cercanía del rubio, sus músculos se movieron prácticamente solos al abrazar a su dulce ángel. Se dio cuenta que no era suficiente necesitaban más el uno del otro. Ese mismo día pensó que nunca podría tener suficiente de Naruto Uzumaki. Esa misma noche le hizo el amor incontables veces y nunca se cansó de probar la piel canela de su rubio amor.
Los años transcurrieron rápido para los dos amantes, llevaban un año de novios cuando decidieron que era buena idea hacer su primer viaje juntos, tomaron sus maletas y la mitad de sus ahorros para planificar el que sería el mejor viaje de todos. Se fueron a Cancún, donde Sasuke descubrió que para Naruto era muy difícil mostrar su afecto en frente de otras personas, decidió comprenderlo después de todo seguían perdidamente enamorados.
Los recuerdos de sus primeras vacaciones juntos se volvieron en eso, recuerdos. Unos que siempre estarían en sus corazones, sentían que podían lograr todo si estaban juntos, se amaban con locura y había veces en las que sentían que ese amor no era suficiente.
El amor no es eterno, para tener una relación saludable se necesita que cada uno tenga un pequeño espacio personal, espacio que el azabache no estaba dispuesto de concederle al rubio, estaban juntos las veinticuatro horas del día siete días a la semana. Naruto estaba asfixiado por su amado moreno, pero decidió dejarlo pasar porque al fin de cuentas nunca tenía suficiente Sasuke en su vida.
Se casaron un cuatro de noviembre, se enamoraron ciegamente el uno del otro y se casaron de la misma manera. Cada uno con una venda en los ojos que no los dejaba razonar sus acciones. Todos sus seres queridos estuvieron en la pequeña ceremonia, bailaron hasta que los pies les quemaron, se besaron hasta que el oxígeno exigió estar presente e hicieron el amor hasta que el sol fue testigo de su acto de amor pero aun así no era suficiente.
La primera pelea fue bastante violenta, ninguno de los dos estaba preparado para darse cuenta que al estar juntos en una misma habitación por tanto tiempo no podían compaginar, por el contrario los dos se sentían como peces en una pecera. Los gritos de disgusto no se hicieron esperar, todo parecía desmoronarse enfrente de sus ojos. Pero no importaba debían aguantar, se amaban demasiado como para dejarse vencer por una pequeña pelea.
El primer golpe fue dado por Sasuke, se lo merecía, no debió haber coqueteado con aquel chico del correo, pero era inevitable hacía mucho que no se sentía atractivo y que su marido pasaba la mayor cantidad del tiempo fuera de casa no ayudaba mucho. Los golpes se hicieron cada vez más presentes en su matrimonio pero no importaba, necesitaba sentir el dolor para dejar de ser un cualquiera.
El primer engaño fue un obsequio de Naruto, quien cansado de que su querido marido no cumpliera con su papel fue corriendo a brazos de otro hombre de nombre Gaara, un guapo pelirrojo de ojos aguamarina. Sasuke los encontró en su cama una noche de verano cuando regresaba de un viaje a Tokio, ese día algo se rompió en su interior y aun así sentía que podía salvar su podrido matrimonio.
¿Cuándo saber que es suficiente?
Los días pasaban pesados, llenos de incertidumbre ya ni siquiera convivían porque el solo hecho de estar en la misma habitación les daba nauseas, estaban hartos de todo. Por eso esa noche él decidió darle un fin a todo lo que su pequeño amorío representaba.
Y así fue como tener suficiente se hizo presente dentro de su corazón y muy decidido de sus próximas acciones hizo sus maletas a los ojos del otro, le dio un casto beso en los labios que sabía a despedida pero no a cualquier despedida sino que a una amarga de esas que calan en lo más profundo de tu alma.
Sin mirar atrás fijo su vista en la puerta y salió hacia un nuevo mundo sin ataduras, el divorcio vendría más tarde pero ahora tenía que disfrutar, camino durante horas sin un rumbo aparente dejando que su corazón lo guiara hasta donde se sintiera seguro.
Y fue así como esa misma noche cubierto por el manto de la luna que se dio cuenta que había tenido suficiente.
FIN