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MALAS APUESTAS por Sayurayaoista

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Notas del fanfic:

Sayura: esperemos que les guste

Notas del capitulo:

Sayura: esta idea nacio en un dia de ocio con una de nuestras amigas

Ana: gracias Karla-san por la idea je je

Nina: y perdona el retraso

Xóchitl: ¡a leer!

Su cara estaba completamente roja mientras observaba aquel atuendo que Kisuke había dejado sobre su cama ¿Cómo había llegado a aquella situación? Oh, es verdad, todo fue gracias a su esposo Kyoyoraku ni Jiro Sozosuke Shunsui, pero lo mejor era empezar por el principio…

-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-

Era un día tranquilo en la sociedad de almas, podría escuchar algunas explosiones a la distancia producto- seguramente- de Zaraki e Ichigo, suspiro observando el estanque frente a sí mientras una suave sonrisa se posaba en sus labios esos días de paz eran tan confrontables, se fue haciendo para atrás hasta quedar recostado mientas observaba las nubes fue cerrando los ojos poco a poco dejando que su respiración fue tranquila, estaba a punto de quedarse dormido cuando una fragancia inundo sus fosas nasales-colonia y tabaco- y sintió un delicado beso en sus labios junto a un peso nada desconocido.

-hola-

-Shun amor-

- ¿Qué haces? -

-solo descansaba un rato-

El de cabello largo se iba a levantar, pero el otro no se lo permitió besándolo de nueva cuenta, aunque esta vez coló su lengua, provocando un leve jadeo de su esposo.

-Shun…espera-

-mmm…no quiero-

Los labios del capitán de la 8° división se pegaron como sanguijuelas a su cuello provocándole miles de estremecimientos, el cuerpo se Shunsui se movió sobre de él para apresarlo contra el pasto, las manos de Shunsui se dirigieron al obi de su esposo para poder desamarrarlo, pero antes de que esto sucediera escucharon un leve carraspeo.

Ambos capitanes giraron la vista solo para toparse a un muy avergonzado teniente de la 6° división, el pobre Renji evitaba mirarlos mientras se encontraba tan rojo como su cabello, aun no estaba preparado mentalmente para ver a aquellos respetables capitanes en aquello. Ukitake se sonrojo tanto o más que le menor mientras cubría su rostro con sus manos por su parte Shunsui sonreía de lado.

-perdón por molestarlos, capitán Shunsui, Urahara-san me mando porque necesita hablar con usted-

-no te preocupes Renji-kun, ya voy-

El castaño retiro las manos del rostro del de cabello blanco mientras depositaba un tierno beso en su nariz, levantándose para acompañar al de cabello rojo y ambos se fueron a paso de shumpo.

- ¿está seguro de esto Shunsui-san? -

-por supuesto Renji-kun, esto va a ser muy divertido-

-/-/-/-/-/-

-no lo hare-

-Byaku-

El de cabello negro miraba seriamente a su esposo mientras este ponía su mejor cara de cachorro apaleado, el de ojos grises suspiro por quien sabe qué vez en esa hora mientras deslizaba con mano firme el pincel sobre la hoja.

-de acuerdo, pero solo 2 horas-

Renji sonrió abiertamente mientras se acercaba a su esposo inclinándose a su lado, tomo su mentón mientras depositaba un suave beso en sus labios, se levantó mientras salía del lugar, Byakuya poso una diminuta sonrisa mientras seguía en su labor.

-/-/-/ dos horas después /-/-/-/-

-parece que a ti también te convencieron Byakuya-chan-

-eso parece Ukitake-san, ¿Qué cree que estén planeando? -

-no lo sé, espero que nada malo-

-vámonos-

La voz del mayor de los 4 se dejó escuchar mientras frente a ellos se abría un portal al mundo humano. Los dos capitanes suspiraron mientras veían de reojo a sus esposos, no les gustaba nada aquello, pero ya habían aceptado.

-/-/-/-/-/-

Observaban todo a su alrededor Byakuya algo molesto y Ukitake semi asombrado se encontraban en el mundo humano, en algún lugar extraño lleno de altos edificios, a pesar de la hora la pequeña ciudad estaba iluminada en su totalidad, diversos anuncios de colores neón rodeaban los edificios con extraños nombres, algunos de los anuncios ligeramente más grandes que los otros se movían.

- ¿Dónde estamos? -

-Las Vegas, así lo llamaron los humanos-

Los otros dos observaron a sus parejas con una sonrisita maliciosa en el rostro, mientras caminaban dejando que las miradas de todas las personas cercanas se posasen sobre ellos y no era para menos.

Shunsui traía puesta una camisa negra con los dos primeros botones abierto enseñando parte de su pecho a juego con un pantalón azul marino y zapatos negros, Renji por su parte tenía una camisa color vino igualmente con un par de botones desabrochados con un pantalón negro y zapatos negros, su cabello estaba atado en una coleta alta dejando que algunos mechones rebeldes cayeran por su rostro.

Por su parte Ukitake traía una camisa color café oscuro con un pantalón a juego un par de tonos más claro que la camisa, su largo cabello estaba atado en una coleta media dejando dos largos mechones uno a cada lado de su rostro, y por último Byakuya traía una camisa gris oscuro junto con un pantalón negro, su cabello libre de su kenseikan caía por su rostro de forma rebelde.

Más de uno tembló de miedo y excitación al verlos pasar, si las miradas matasen aquellos cuatro habrían dejado muerto a más de una mujer y hombre por distintos motivos, pero ese no era el punto, llegaron a un hotel el cual en la entrada tenía a dos hombres custodiando, una alfombra roja se extendía de aquellos hombres hacia adentro y a un costado una fila algo extensa de gente deseando pasar, ellos se adelantaron mientras Shunsui mostraba una tarjeta de color dorado a aquel par de mastodontes.

Ambos hombres se observaron entre sí, y asintieron mientras uno de ellos los revisaba de pies a cabeza ganándose miradas fulminantes por tocar de más y les dieron acceso a aquel lugar, si el exterior era extravagante el interior lo era aún más de un lado se encontraban una fila de máquinas traga monedas donde las personas jalaban una palanca algunas reían al ver su suerte y otras más maldecían, del otro lado había varias mesas con juegos de azar rodeados de una buena cantidad de personas, al fondo podían ver un barra llena de bebidas siendo atendida por 4 bar tender, también había unas escaleras en forma de caracol que conducían a los pisos superiores que tenían un aspecto parecido junto con un elevador de cristal, el 6°, 7°, 10°, 12° piso eran restaurantes, había hasta un pequeño teatro, y un lugar donde se daban espectáculos de todo tipo de baile dos pisos antes de las habitaciones y los últimos 10 pisos correspondían a las habitaciones, o eso habían podido observar en el diagrama en una de las paredes.

-esto es enorme-

-es uno de los mejores lugares de aquí-

- ¿y como sabes eso Shun amor? –

-vamos a una mesa-

El de cabello rojo salvo al castaño de una situación bochornosa mientras su propio esposo lo miraba seriamente, caminaron hasta una de las mesas de pókar que recién se desocupaba, todos se sorprendieron-unos más que otros- al observar a Urahara Kisuke como crupier de aquella mesa, el hombre de cabellos rubios se encontraba vestido con una camisa blanca y pantalón negro, sobre la camisa traía un chaleco negro ajustado a su cuerpo, los mechones que por lo general cubrían sus ojos estaban recogidos con un par de broches de plata y no traía su sombrero dejando al descubierto sus ojos.

El hombre sonrió mas ninguno de ellos hablo, sentándose, en aquella mesa junto con otras 5 personas, pasaron varias rondas y las gente se empezaba a retirar a excepción de aquellos cuatro, más que el dinero era una cuestión de orgullo cada uno de ellos luchaba contra su pareja, pareciera que Shunsui y Renji estaban confabulados contra Byakuya y él; algunos curiosos empezaron a observarlos ya que las apuestas en aquella mesa habían parado, iban a la par con la misma cantidad de victorias y de derrotas.

- ¿y si hacemos esto más interesante? -

- ¿de qué hablas? -

-una apuesta, especial-

La sonrisa proporcionada por el mayor de todos provoco desconfianza y que su esposo lo observase de reojo.

-a menos que, les de miedo perder-

El de cabello fuego secundo la moción del castaño provocando la misma mueca en su esposo. Ninguno confiaba en su respectivo marido, pero parte de su personalidad estaba en juego, aunque no lo pareciera Jushiro también se cargaba un orgullo algo grande y el ego de Byakuya ya había sido picado bastante.

-está bien-

Ambos varones solamente sonrieron levemente junto con Kisuke quien ya había empezado a barajear, repartieron las cartas y antes de que alguno las tomase Shunsui hablo.

-bien, la apuesta será la siguiente…-

Una sonrisa maliciosa adorno su cara al ver pasar una señorita ataviada con el traje típico de danza del vientre, detuvo a la joven para después preguntarle algo al oído la chica asintió mientras observaba a los ukes y se quedaba ahí parada.

-si pierden esta amable señorita los subirá al escenario ubicado en el 30° piso de este hotel donde se encuentra montado un escenario y ella junto con otras cicas se van a presentar, por obvias razones les darán un pequeño entrenamiento antes-

Los colores subieron al rostro de ambos mientras las personas a su alrededor cuchicheaban, Byakuya se mordió el labio mientras veía a Jushiro quien apretaba los puños sobre la mesa, sus ojos se conectaron preguntándose mentalmente, aunque para estas alturas no podían decir que no aquella apuesta trajo a más curiosos.

-de acuerdo-

Byakuya suspiro mientras asentía a lo dicho por el de cabello blanco, ninguno de los dos pudo observar la leve seña que se hicieron entre los tres-incluyendo al rubio- aquello pintaba para ponerse interesante.

- ¿y si nosotros ganamos? -

-haremos lo que quieran-

El juego comenzó, los espectadores a su alrededor empezaban a hacer apuestas, las reglas eran simples si ganaba alguno de los cuatro le daba la victoria a su compañero era un 100% semes vs ukes al principio Byakuya y Ukitake habían tenido suerte, pero a medio juego veían como poco a poco todo se iba por la borda y al final sucedió lo inevitable, Renji había ganado; ambos varones pudieron jurar que el color se les fue del rostro, Shunsui era el único que sonreía abiertamente, mientras tanto Kisuke estaba cambiando de lugares con otro crupier, ninguno de los dos hablaba hasta que el rubio tomo la palabra.

-síganme creo que tengo algo que les puede ayudar, el próximo espectáculo es en una hora-

-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-/-

Reunió todo su valor y termino por colocarse aquella ropa, unos leves toques en su puerta lo alertaron escuchando un gritillo femenino, observo a la chica que si no mal recordaba se llamaba Aya junto a ella estaba otra chica y un muy sonrojado y cabreado Byakuya, el de cabellos negros tenía un traje parecido al suyo, el joven portaba un pantalón árabe color negro, en su cintura había un cinturón de monedas semi transparente color gris en sus brazos había dos brazaletes egipcios dorados, la mitad de su rostro era cubierto por un velo del color del cinturón de monedas; fuera de la cara de cabreo que portaba en esos momentos el chico se veía sumamente sensual, el por su parte traía un pantalón árabe azul rey junto con un cinturón de monedas dorado semi transparente y también traía un par de brazaletes egipcios en ambos brazos, y el velo que cubría la mitad de su rostro era azul cielo, había tenido que recoger su cabello en una coleta alta dejando dos mechones uno a cada lado de su cara.

Ambas chicas intentaban contener la hemorragia nasal diciéndoles lo bien que lucían, después de ellos los jalaron hasta el dichoso escenario-más bien dicho detrás de este- otro grito provino de las demás chicas que actuaban en aquel espectáculo, no hubo necesidad de explicaciones porque el chisme había corrido rápidamente y medio hotel estaba enterado, Ukitake solo pudo observar como el aura maligna de Byakuya creció un poco más ante aquella revelación.

-lo mato, ahora si lo mato-

-tranquilo Byakuya-chan-

-me quedare sin esposo pronto Jushiro-san-

Jushiro rio nerviosamente casi podía sentir el reitsu de Byakuya completamente disparado y a senbozakura rodeándolo de aquellos peligrosos petalos.

- ¿son sus esposos? -

-sí, el de cabello rojo era el esposo de Byakuya-chan y el de cabello café es el mío-

Un nuevo grito de aquellas bailarinas mientras podían jurar que sus ojos eran estrellas, una sonrisa maliciosa se extendió por sus rostros mientras se colocaban en bolita jalándolos explicándoles un pequeño plan que calmo el aura de Byakuya dejándolo con una sonrisa maliciosa, a él le pareció un buen plan si esos dos querían jugar ellos jugarían con sus mejores armas, después de aquello vino un pequeño entrenamiento con las bailarinas dando por resultado que tenían cierto don nato para moverse, las chicas se sentían felices mientras los acomodaban en su rutina.

- ¿crees que estén bien Shunsui? -

-lo último que puede pasar es que se arrepientan y vuelvan a la sociedad de almas-

Ambos estaban en las primeras filas del escenario listos para ver aquel espectáculo, el lugar estaba un poco más lleno de lo usual, debido a que aquel pequeño juego entre ellos se había extendido rápidamente, Urahara ya cambiado, sonreía, a su lado tenía curiosidad por ver aquello.

Las luces bajaron mientras una chica colocaba dos sillas en el centro del escenario, una a espaldas de la otra, sus demás compañeras salieron formándose a los costados izquierdo y derecho, no había rastro de los otros dos, una de las chicas le extendió la mano a Kisuke y este de inmediato acepto subiendo al escenario lo mismo paso del otro lado donde subió un sujeto de cabello blanco y ojos purpuras.

(1° música hasta el minuto 2:00)

La música empezó a sonar y las chicas se movieron al compás de esta, limitando sus movimientos a la posición actual, ignorando a ambos hombres quienes disfrutaban de un lugar privilegiado, Shunsui suspiro al final de cuentas se habían arrepentido, Renji simplemente pasaba saliva, Byakuya lo esperaría con un doloroso ataque de senbozakura al llegar a casa.

La música paro y el escenario se apagó en su totalidad, por escasos segundos cuando las luces volvieron a prender los semes perdieron el aliento, el público restante lanzo una exclamación de sorpresa seguido de chiflidos, ambos se veían condenadamente sensuales, aunque los celos crecieron en su interior al ver la posición donde se encontraban, Jushiro estaba frente a Kisuke y Byakuya frente al otro sujeto, las chicas a su alrededor habían quedado en segundo plano.

-interesante-

-no te aproveches Kisuke-

- ¿puedo tocar? Lindura-

-no más de lo necesario o te quedaras sin manos, soy casado-

(2° música hasta el minuto 6:50)

La música dio inicio dejando a todos aún más embobados debido a sus movimientos Shunsui le mando una mirada de advertencia a Urahara quien parecía estarse divirtiendo rozando de vez en cuando las caderas del de cabello blanco este simplemente se alzó de hombros. Renji intentaba mantenerse calmado mientras enterraba las uñas en la pobre silla observando como Byakuya su Byakuya bailaba sensualmente frente a aquel desconocido, los ojos grises se conectaron con los suyos breves momentos y una sonrisa ladina broto de los labios del de cabellos negros y aquello mando una fuerte corriente eléctrica desde su espalda hasta su entrepierna.

Pareciera que aquella canción no iba a terminarse e incluso se volvió más rápida, la música empezó a bajar de tonos y al fin acabo, ambos bailarines respiraban agitados y sus esposos tenían un gran problema entre las piernas.

-/-/Byakuya/-/-

-Renji, bájame-

-no lo hare-

Su esposo en cuanto termino aquel espectáculo, lo había tomado de la cintura llevándoselo como vil costal de papas hasta una de las habitaciones de las cuales Kisuke ya les había dado la llave previamente, lo arrojo contra la cama mientras sin darle tiempo a reclamar tomaba sus labios en un beso fiero que fue correspondido.

-estas celoso-

No era pregunta, por toda contestación bajo hasta su cuello dejando una leve mordida en él, y de ahí a su hombro donde mordió más fuerte, el de cabello negro gimió sabía que en estos momentos Renji no pensaba claramente y solo actuaba y no iba a negar que aquello le gustaba y excitaba en cierta forma, pero a pesar de ello el peli rojo en cierta forma era delicado beso su torso desnudo pegándose como sanguijuela a uno de sus pezones, protesto un poco batallando con la camisa del más alto este sonrió y se la quito rápidamente, ahora ambos cooperaban Byakuya paseaba las manos por aquel fuerte torso.

Renji se restregaba contra su entrepierna provocándole gemidos ahogados y que una marca humedecida se formara en lo pantalones de ambos, la mano del de ojos cafés se deslizo dentro de su pantalón tomando con firmeza su miembro provocando que arqueara la espalda, bajo un poco su ropa hasta la mitad de sus muslos solo para bajar directamente a comerse aquella parte, provocando un grito de sorpresa de parte del de ojos grises, sus demás gemidos fueron ahogados ya que el de cabello rojo metió tres dedos a su boca, moviéndolos al ritmo que el movía su boca en torno a la erección ajena.

-más…Ren-ji-

Cuando lo sintió listo abrió sus piernas, Byakuya las enredo en sus caderas y de un rápido movimiento dejo al mayor debajo suyo sonrió maliciosos y Renji igual sabía que el otro ya había perdido parte de su cordura cuando hizo aquello, el capitán de la 6° división lo masturbo un poco alzando las caderas para ubicarse bien, bajándolas poco a poco mientras apretaba los dientes de aquella forma lo podía sentir más, emitió un suspiro satisfecho cuando toda la extensión estuvo dentro mientras se apoyaba en el firme torso.

Renji se afianzo a sus caderas mientras lo ayudaba a subir y bajar lentamente, aquel ritmo lento no duro demasiado el placer había nublado sus juicios y pronto la habitación se hayo llena del sonido de sus respiraciones, gruñidos y gemidos junto con aquel sonido de pieles chocar, el de cabello rojo se alzó un poco lo suficiente para llegar más profundo dentro de su esposo, Byakuya se aferró a su espalda encajando las uñas ahí mientras su propio miembro se rozaba contra el vientre del otro, las corrientes eléctricas en su columna delataban su próximo orgasmo.

-no…puedo…más-

-ni yo-

Renji mordió el hombro de Byakuya provocando el orgasmo de este mientras sentía sus paredes contraerse, arremetió unas estocadas más sintiendo las finas uñas del noble rasguñándolo sutilmente y termino por derramarse en su interior, terminaron sobre la cama respirando agitados, el de ojos cafés se permitió besar la frente del mayor separando algunos mechones humedecidos de su frente por su parte Byakuya se contentaba con hacer figuras invisibles en su torso.

-fue genial-

-si… ¿lo tenían planeado, cierto? -

-tal vez, pero no creímos que funcionaria-

-te encargas del papeleo cuando regresemos-

El teniente suspiro bueno aquello era mejor que quedarse en abstinencia o un ataque de senbozakura.

-/-/ Ukitake /-/-

Shunsui lo había arrastrado hasta una de las habitaciones después de casi amenazar a Kisuke quien simplemente se pasaba por el arco del triunfo las amenazas de su muy cabreado esposo, por suerte alcanzo a despedirse de las bailarinas que le habían ayudado a aquello mientras las chicas les gritaban que podían quedarse con la ropa y accesorios, observo como Renji cargaba a un molesto Byakuya como costal de papas y también desaparecía.

Miro a su esposo que empezaba a dar vueltas por el lugar profiriendo una y mil amenazas contra el ex capitán, se sentó a esperar a que el castaño se calmase mientras se retiraba los brazaletes, el velo y el cinturón de monedas fue este último accesorio quien llamo la atención de Shunsui, el cual sonrió malicioso acercándose cual felino al de cabello largo y terminando por saltarle encima Jushiro no se quejó y lo recibió sonriendo.

-te ves tan condenadamente sexy-

Podía ver el deseo reprimido en ojos de su esposo, y sentía algo muy duro clavándosele en un muslo, sonrió malicioso mientras se sacaba de encima al de ojos cafés parándose al lado de la cama mientras se movía un poco recordando aquel baile, el otro capitán le siguió el juego sentándose mientras observaba hipnotizado sus movimientos, paso sutilmente las manos por el vientre al descubierto del de cabello largo y provocándole ligeros estremecimientos.

- ¿puedo tocar? -

-soy casado guapo-

-mm, tu esposo tiene suerte ¿quieres jugar? Él no se enterará–

-mm es un atrevido, pero no estaría de más-

Jalo al otro dejando que quedase entre sus piernas mientras se besaban las manos se enredaron en el cabello ajeno profundizando aquel beso hasta que se separaron por falta de aire mientras un hilillo de saliva los conectaba, el capitán de la 12° división hizo la cabeza hacia atrás para darle espacio a su esposo de que se agasajase con su cuello, aquel era un punto extremadamente sensible y así lo hizo ganándose gemidos entre cortados con su nombre en ellos, una de las manos del capitán lo sostuvo por la espalda mientras la otra jugueteaba en su pecho pellizcando a placer sus pezones.

 -mng…Shun…más-

El otro se detuvo un momento dando una mordidita traviesa en su torso, tanteo el piso tomando aquella tela que servía de velo y con ella amarro las manos del de cabello blanco, se levantó junto con el otro recargando a su esposo en una pared, pidiéndole que se sostuviese de ella dejando toda su espalda y sus blancos glúteos hacia él relamiéndose los labios.

Jishiro temblaba levemente sabía que cuando la lujuria cegaba a Shunsui solo significaba que no podría caminar bien un par de días. Sintió ser su ropa bajada de un tirón y escucho como su esposo se desabrochaba la camisa, y se quitaba el pantalón, giro su cabeza un poco para encararlo y se ganó una sonora nalgada que lo hizo temblar.

-ah…Shun-

El castaño lamio su rojo glúteo, para después hincarse en el piso y tomar ambos con sus manos dejando al descubierto su dulce, entradita, empezó a lamer aquel lugar que el mismo se encargó de corromper unos 100 años atrás provocando que su esposo se removiese en su lugar, introdujo un dedo y luego otro y uno más mientras sentía los movimientos de caderas de Ukitake, retiro sus dedos, restregando su intimidad sin penetrarlo.

-Shun…amor…por favor-

- ¿Qué deseas Jushiro? -

Los colores subieron a su rostro al castaño le gustaba oírlo suplicar y aunque le provocaba vergüenza total no podía reprimir más tiempo sus deseos.

-hazme el amor-

Shunsui sonrió de lado introduciéndose en su cálido interior poco a poco, algo bueno de que tuvieran relaciones casi todos los días era que el de cabello largo se acostumbraba rápido al dolor, cuando estuvo totalmente dentro ambos suspiraron sintiéndose satisfechos el mayor se inclinó besando su espalda, coló una de sus manos entre las de su esposo para evitar que se lastimase con la pared y empezó a embestirlo lentamente.

-mm…más-

-tus deseos son ordenes amor mío-

Aumento la velocidad de sus movimientos pélvicos mientras Jushiro gemía aún más fuerte, se inclinó repartiendo besos en su espalda se detuvo solo unos momentos para voltear a su esposo y cargarlo, dejándolo de nuevo sobre la cama, tomo sus piernas separándolas lo más que pudo arremetiendo de nuevo, dando con su punto dulce, mordió su tórax con hambre y lujuria dejando marcas que se tornarían moradas mañana, ya no aguantaría mucho más; coló su mano en torno a la erección del de cabello blanco masturbándolo con rapidez, Jushiro arqueo la espalda cuando el orgasmo lo golpeo con una fuerza abrazadora, un par de embestidas bastaron para Shunsui lo siguiera, terminaron sobre la cama respirando agitados, recibió un cálido beso en los labios mientras el castaño lo desataba besando sus enrojecidas muñecas, ambos sonrieron se amaban tanto.

Deberían pedirle aquel favor a Urahara-san más veces, mira que hacer trampa en un pókar de las Vegas no era asunto sencillo, además no es como si les importara mucho ya que el casino estaba a nombre del rubio tendero, aunque aquello era un secreto al final aquello de hacer apuestas no era tan mala idea…bueno depende de en qué lado de la relación estés.

FIN

Notas finales:

Sayura: esperemos que hayan disfrutado de este fic al leerlo tanto como nosotras al escribirlo

Nina: nos vemos pronto

Ana: Sayonara

Xóchitl: no olviden dejarnos algun lindo review bye bye


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