Su mirada fiera, parece que envenena pero no ves su ternura esa que en sus ojos poco dura y es que a sido criado férreo de la manera más fuerte y más dura, que perdió esa dulzura de alma pura que oculto en una caja dura, la llave correcta profana Aquella cerradura, perdida en la oscuridad que pocos se atreven a entrar, la llave perdida junto a un alma pura y fina, no todos los ojos fieros llegan a tener llamas dentro.
entristecerse es lo mas obvio ya que es remoto el que un alma rescate tan añorada llave. Sus ojos reflejan lo que ha pasado y es que lo han lastimado con sumas e intereses, entonces se ha vuelto cerrado por que a su corazón miles lo han lastimado, pero muy en el fondo desea en lo hondo que alguien vea el amor que desea entregar.
Pero nadie quiere, o tal vez nadie puede ver más de esos ojos que muchos llegan a odiar.
Odio, rencor y tristeza en una demencia, la vida lo atormenta con miles de grietas que en un simple corazón se desintegra por amor, el ser amado no es para bestias las miradas lo concretan, esas de cual odio a vivido junto al rencor que le han tenido, ¿cuantas heridas mas soportara un solitario corazón? cuyas grietas mas profundas son. Y entre suspiros conoció a alguien de zafiro color, que poco a poco con sonrisas le dio una cura para el odio y el dolor, era que su torpeza e ingenuidad lo hacían reír de verdad y aunque algunos los intentaron apartar no lo pudieron lograr, siendo que su amor era descomunal y era que ese joven había encontrado la llave para perdurar en aquel corazón que nadie había podido volver a entrar, pero lo que más temía era si podía durar aquel amor o tener un cruel final.
Un final temido y olvidado, cuan mas olvidado este la enseñanza que las mas bellas rosas dañan, unas espinas a un fino palo, el saber no se olvida solo se omite y que mejor que olvidar las heridas futuras, una rosa helada y azul desprende el mas puro resplandor un tanto segador, como el amor siendo entregado.
La luna testigo y cómplice a la vez de una noche de pasión y entre temblores, susurrantes y bellas palabras de amor, observando esa bella flor que sostenía en sus brazos, cautivado por sus bellos tallos, aguantando la respiración sin saber que algún momento la guardo, entonces siendo el clima de tan bella noche el susurrante palpitar de ambos era un fuerte como ensordecedor "yo te amo". Así fue como despertó en su alma un nuevo color conocido como amor, un amor donde una flor era lo mas importante de aquel tenebroso ser y la flor dispuesta al destierro para estar siempre con aquel ser.
Un amor prohibido ante una sociedad toxica y ambigua, cuyo reto es el sobrevivir y su pecado el ser feliz, un amor raro y cultivado día a día en un arduo trabajo, pues al perderse en esos mares azules cual zafiro condeno su destino, no en forma trágica que aunque a pesar de la tempestad en un diluvio de crueldad de esa sociedad, una flor que vence la adversidad tiene el mas reluciente brillar, donde un amor perdura la eternidad.
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