Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Esto no es amor por Lain Elrick

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

No me gustó la serie, me encantó Yurio, esta relación entre Yuri y Victor me parece más de codependencia, y el intro es una genialidad, es maravilloso.

Pero escribbí un fic, así que, aunque no me guste, creo que soy del fandom de Yuri on Ice...

Disfruten el fic, gracias.

Yurio sólo tiene una cosa en mente: llevar a Viktor de vuelta a Rusia. Yakov le ha encomendado hacerlo entrar en razón, que su futuro está en el patinaje, y no en Japón, al lado de Yuri Katsuki.
Parecía difícil, porque Yurio sabía lo mucho que se amaban, y él conocía ese tipo de amor. Pero sabía también que un talento como el de Viktor no debía desperdiciarse de esa manera. Todo esto lo hacía parecer difícil. Sin embargo, no lo era.
Mirando su celular esa noche, con un número nuevo, se aprovecharía de una característica muy poco conocida de Viktor: los celos desmedidos que lo poseían al ver a Yuri con alguien más. Entonces, toda la dulzura desprecia, y un demonio insaciable, hambriento de lujuria y venganza, se aprovechaba de la debilidad de Yuri, ultrajándolo, porque no había ni una pizca de amor en ese momento. Yuri era violado con tanto dolor, que siempre terminaba sangrando.
Sabiendo esto, Yurio no dudó en ningún momento lo que hizo. No dudó cuando embriagó a Yuri. No dudó cuando lo metió en la habitación de Chris, quien estaba tan dormido, que no diferenció entre una almohada y el cuerpo del muchacho. Como Chris dormía desnudó, a Yurio no le tomó mucho dejar igual a Yuri, y tomarles una foto que envió después a Viktor.
No dudó. Debió hacerlo, debió pensar, pero no lo hizo. Él, igual que Yakov, estaban desesperados porque Viktor regresara, y llegarían hasta las últimas consecuencias para lograrlo, sin imaginar lo que están a punto de despertar.

 

*****  

 

En el Ice Castle Hasetsu sólo hay dos personas. Hay una tercera, pero espera afuera.
Yuri apenas recuerda que sucedió anoche, sólo que Yurio lo invitó a comer fuera. Viktor no parecía estar molesto, de hecho Yurio era el único en quien confiaba, quizá porque sabía que Yurio amaba a Otabek. Quizá.
Los pasos resonaron serios, funestos en el ocaso de un sus tan común y tranquilo que era especial. Nadie lo iba a olvidar.
-¡Viktor! -Yuri lo vio desde el otro lado de la pista- ¿Viste hasta dó...? -pero el grito de Viktor lo interrumpió.
-Ven aquí, Yuri.
El joven no notó la seriedad en la mirada de su platinado amante. Sonreía mientras se acercaba lentamente. En su mente sólo había una cosa, la noticia que había hecho brincar de alegría a Viktor.
Cuando estuvo cerca, Viktor lo alcanzó por el cabello, obligándolo a hincarse en el hielo. Yuri no vio la otra mano de Viktor, oculta en la oscuridad que rodeaba la pista.
-¡Qué pasa contigo! -le gritó Viktor.
-Viktor, duele...
-Nada de lo que ha sucedido entre nosotros te interesa, ¿no fue importante para ti? ¿No te importó echar todo a la basura?
-¿De qué hablas? No te entien... 
Viktor haló más, y el cuello de Yuri quedó aún más expuesto.
Intentó con ambas manos liberarse, pero no lo lograba.
-¡Todo iba a ser perfecto, Katsuki! ¡Íbamos a casarnos, íbamos a ser felices!
-¡Viktor! ¡No...!
¡Y lo arruinaste, lo arruinaste, Katsuki!
-¡No sé qué fue lo que hice -hablaba asustado y muy rápido-, pero te pido perdón, ¡perdóname, Viktor! ¡Por favor, perdóname!
-¡Tú eres sólo mío, Yuri, sólo mío!
Entonces la mano de Viktor reveló repentinamente lo que llevaba: la cuchilla de un patín que entró y salió del cuello de Yuri. Atravesó con facilidad la carótida, salpicando el abrigo y el hielo. Viktor soltó su cabello, pero Yuri, con sus pocas fuerzas, le tomó el brazo con ambas manos.
Viktor bajo la mirada. El rostro desencajado surcado de lágrimas de desesperación, la herida que parecía un volcán en erupción carmesí, manchando la ropa de práctica y el hielo, donde se extendía como en el agua. La boca de Yuri trataba de pedir auxilio, de suplicar perdón, pero sólo había hilos de sangre.
Poco a poco, las manos de Yuri resbalaron, hasta que quedó de rodillas de nuevo, y luego cayó en un charco de su propia sangre. Sus ojos negros quedaron sin el brillo obsidiana, y en su cabello revuelto aún había un remolino que dejó el agarre de Viktor.
-Yo te amaba, Yuri -susurró-, si no eres mío, entonces nadie podrá tenerte.
Viktor salió, caminando paso a paso, hasta que en la entrada vio a Yurio, sorprendido por la sangre. No era eso lo que esperaba. Esperaba gritos, insultos, humillación. Pero no esto.
-Vitya -le dijo-, ¿qué hiciste?
-Yo lo amaba -dijo con voz ahogada-, porqué lo hizo si yo lo amaba.
-Vámonos, Vitya.

 

*****

 

Epílogo

Viktor caminaba lentamente hasta la pista de hielo.
Hacía un par de días que regresó de Japón, dejando atrás el funeral de Yuri, al que no asistió. Supo que Yuri fue encontrado desangrado hasta morir por su viejo amigo. Un día antes del funeral, empacó y se fue. No se despidió de nadie.
Viktor caminaba hacia la pista, sólo pensando. Pensaba en aquella noticia que lo había hecho brincar de emoción con Yuri en brazos. Pensaba en Chris, que le comentó que ese día estaba tan cansado que ni siquiera recordaba cómo había llegado hasta la cama, mucho menos si algo como eso que le insinuó hubiese sucedido. Pensaba en Yurio, a quien escuchó hablar con Yakov; se decía arrepentido por enviar la foto falsa, y con eso, provocar la muerte de Yuri Katsuki.
Viktor llegó hasta la pista donde Yurio los deleitaba con su maravilloso espectáculo, un Ágape más que excelente. Era perfecto. Era digno de un primer lugar.
La música acabó, y Yurio sonrió al ver que Viktor lo esperaba, acercándose veloz hasta él, siendo recibido por una cuchilla que entró por su ojo, llegando hasta el otro lado de su cráneo. Yurio no pudo decir nada, el daño en el cerebro fue tan exacto que, cuando Otabek llegó a su lado, no pudo escuchar al jovencito decirle "te amo", frase que trató de balbucear.
Viktor dio un paso atrás, sabiendo que no podía huir. Pero a dónde huiría, pensó mirando al príncipe kazajo llorar. Ya no tenía a nadie.

Epílogo
Días antes...
Yuri volvió del hospital acompañado por su madre, que lo llevaba tomado del brazo. Llevaba algunos días sintiéndose enfermo, sin embargo, Viktor y Maccachin lo vieron llegar con una gran sonrisa, confundiéndolos, sobre todo cuando se lanzó a los brazos de Viktor, mientras su mamá llamaba a la familia.
-Viktor -sonrió Yuri-, tengo una sorpresa para ti.
-Dime.
-¡Tendremos un bebé!
Viktor lo abrazó aún más, brincando de emoción sin soltarlo.
-¡Yuri, te amo!
Viktor lo besó, susurrándole al oído después:
-Prometo cuídate, Yuri, no permitiré que nada te suceda, ni a ti, ni a nuestro bebé.
-¿De verdad?
-De verdad.
Selló el pacto con el que sería su último beso.

 

Lain Faustus

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).