Capitulo 1: Actuas raro...
Habia recibido un mensaje de parte de su Decimo temprano en la mañana. Por ello ahora se dirigia a casa de este rapidamente, estaba preocupado.
¿Acaso algo le habia pasado a su Decimo?
Si era asi, no podria perdonarselo nunca.
Al llegar a casa del castaño toco a la puerta insistentemente. En unos segundos el castaño abrio la puerta y le saludo amablemente. esto lo descoloco un poco, pero se sintio feliz de que su Decimo se encontrara bien.
Ambos subieron a la alcoba de Tsuna. Se sentaron frente a frente.
*Surp*
Dio un sorbo al té que habia hecho para ambos, siendo observado con curiosidad por el contrario. Noto que este queria preguntar: ¿el porque lo habia llamado?
Le sonrio hablando por segunda vez desde que el oji-jade habia llegado.
-¿Sabes porque te pedi que vinieras?
-En realidad no.
-Queria hablar contigo acerca de algo que no me incumbe pero.... me tiene preocupado.-menciono-Gokudera-kun. Si en verdad amas a alguien.. ¿Le dejarias ir solo por alguien aquien estimas?-envio esa interrogante a su yugular-no literalmente claro-. sonrio inocente esperando su respuesta.
El Bombardero estaba confundido pero.... creia comprender lo que le decia de cierta forma. Ahora estaba molesto. Ese idiota como se atrevio a decirle acerca de eso a su Decimo. Por su culpa ahora estaba preocupado, no queria hacerle preocupar, no queria verle angustiado. Cuando viera a ese idiota le reclamaria por ello.
-No se de que habla, Decimo.-le dijo tranquilamente.
-Me lo temia. Gokudera-kun. Si en verdad no quieres que me preocupe, por favor, has un esfuerzo. No por mi, sino por él. Ya sabes lo que dicen: "No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes". Tomalo en cuenta, por favor.-dijo apretando su taza de té.
-............-no respondio nada.
-............-el oji-miel no dijo nada ante su silencio. Sabia que el otro habia comprendido bien de que estaba hablando.
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Dias mas tarde.
Despues de hablar con su Decimo estuvo pensando en lo que este le habia dicho.
El dia de San Valentin estaba apunto de llegar, y como habia dicho el decimo;
"No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes".
Y el no queria perder eso que tenia o mejor dicho a ese alguien que tanto queria. Si queria enmendar las cosas debia hacer un esfuerzo, queria darle algo a esa persona que le hiciera muy feliz, pero el problema era que regalarle. Lo unico que sabia era que le gustaba el Kendo y que era un Friki del Beisbol, pero nada en especifico que le fuera util.
Transitaba por una calle comercial. Paso por enfrente de una vidriera de una tienda electronica. Habian televisores grandes, excesivamente grandes, en uno de ellos vio un extraño comercial que le dio una idea.
Siguio su camino. Entro en una tienda. Salio de la misma minutos despues y se fue a casa con lo que habia comprado.
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Faltaban unos dias para el dia de San Valentin.
Estaba tendido en su cama cuando su celular sono haciendole caer al suelo estrepitosamente, lo saco de su bolsillo para ver un mensaje de....
-¿Gokudera?-mascullo al ver el mensaje.
Que extraño, no solia mandarle mensajes de texto, solo llamadas.
Mensaje de Hayato:
"Ven a mi departamento a las 3. Te estare esperando"
¿Le estaba pidiendo ir a su departamento?
Pues... ahora estaba algo confundido. Pero tambien muy feliz. Nose esperaba eso de Gokudera. Aun asi hizo lo que le pedia, y fue a su departamento a la hora acordada.
Al llegar toco a la puerta y enseguida salio el peli-plateado haciendole pasar de inmediato.
Durante toda la tarde se la pasaron entre risas despreocupadas y felices de parte del moreno y aunque no lo creyese posible de parte del albino de ojos esmeralda, cuando Gokudera queria y se lo proponia podia ser muy amable, inclusive con la persona que dice odiar y amar al mismo tiempo.
El Bombardero aunque no sabiendo cocinar le convido a ayudarle hacer un pastel para pasar el rato.
-Te has estado comportando muy extraño ¿lo sabes?-menciono Takeshi despreocupadamente. esperando una respuesta hostil. Pero..
-¿De que estas hablando?-pregunto pasificamente sin su usual arranque de ira sin sentido por cada cosa o pregunta que hacia el mas alto.
-De nada. No importa.-dijo riendose restandole importancia al comentario antes dicho.
-Tsk-chasqueo la lengua, pero nada mas que eso. No lo insulto o se puso furioso, solo lo ignoro y ya.
Aun mas extraño.
Pensaba para si el oji-chocolate.
Mas Tarde.
-Ah.. se me habia olvidado decirte, Gokudera. Mañana estrenaran una pelicula de ciencia ficcion en el cine. ¿te gustaria...?
-Si.-respondio abruptamente sin dejar que terminara de preguntarle.
-¿Si?-repitio confundido, no se esperaba esa reaccion.
-Ire contigo. Sera divertido.-dijo comiendo un trozo de su pastel tranquilamente.
-¿En cerio?-dijo, con los ojos bien abiertos debido a la incredulidad de la afirmacion del otro hacia su peticion.
-No me hagas repetirtelo-bufo algo molesto por la reaccion incredula de su pareja. Si era amable comenzaba a pensar que estaba o enfermo o se quedaba con cara de tonto confundido.
¿Tan raro era que fuese amable con el?
Al parecer si.
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Al dia siguiente
Estaba muy nervioso, ese dia seria su cita al cine con Gokudera, habian quedado en verse en el cine a las 2 de la tarde hora de la funcion.
Se estaba terminando de preparar para ir a su cita frente al espejo, una pregunta surco su mente.. ¿No estaba Gokudera comportarse extraño?.. Pues si lo estaba, estaba comportandose realmente extraño. Su actitud era muy diferente, ¿Acaso ese era su Hayato, o era otra persona?.
Su habitacion se lleno de risas por esa suposicion tan absurda, puede que se estuviese comportando raro pero no era como para pensar que habia sido reemplazo o algo asi. Aunque era una hipotesis considerando los sucesos, su amabilidad, el haberlo invitado a su departamento, el que este aceptara sin peros ir con el al cine ese dia. Puede que su comportamiento fuese raro, pero era agradable ser tratado con algo de cariño.
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Cine.
Llego a la entrada del cine, donde su novio le esperaba.
Respiro profundo. No sabia porque estaba tan nervioso, no era la primera vez que tenian una cita.
Se acerco hasta el y lo saludo.
-Hola, gokudera. ¿llevas mucho tiempo aqui?
-No. llegue hace 20 minutos.
-Bien. ¿Entramos?-sugirio recibiendo un asentimiento como respuesta. se adentraron en el lugar, hicieron la fila para comprar los boletos para pelicula, y luego para comprar sus refrescos, palomitas y algunos dulces. Entraron en esa sala ligeramente oscura, la cual despues de unos minutos se lleno completamente. La luz se apago, y dio comienzo la pelicula.
Todo el rato de la pelicula Gokudera se veia muy feliz, Yamamoto no podia evitar sonreir ante ello. Cuando salieron, Gokudera hablaba sobre lo mucho que le habia gustado la pelicula, comentando sus partes favoritas y demas.
-¿Entonces te gusto?-dijo riendose por la reaccion de su compañero.
-Si. estuvo buena la pelicula-dijo sonriendo, cosa rara en el.
-Que bueno Que te haya gustado.-sonrio ligeramente.
Le tomo el ante-brazo.
-¿Qu-..?
Le dio la vuelta. Tomo su menton y...
*Chu*
Lo beso. Alli, en público.
Durantes unos instantes se quedaron asi. Para la grata sorpresa de Takeshi, su pareja no hizo nada por separarse, ni siquiera lo intento como algunas veces anteriores cuando lo besaba en público, él se enojaba porque la gente los veia, que era vergonzoso y demas.
Pero esta vez... Nada. Lo unico que esta vez hizo, fue aferrarse de su cuello a la vez que devolvia el beso de manera nerviosa pero lenta saboreando y dejando asi a la vez que el otro saborease con calma sus labios.
Sonrio entre el beso. Y aprovecho para profundizarlo. Mordio con cuidado los labios ajenos, el permiso se dio enseguida y sin esperar un segundo mas.. Introdujo su lengua en esa dulce cavidad, saboreandola con paciencia.. Acariciando la contraria para que se uniese.
Minutos pasaron, y ¡Por Kami-sama!, Takeshi juraba que si no fuera por el oxigeno que necesitaban para vivir, no se abria separado en un buen tiempo de esos suaves y tersos labios color rubi.
Pero valia la pena separarse, porque luego de ello, tenia la bella oportunidad de ver el rostro palido de su pareja, teñido de un hermoso color carmin, sus ojos empañados que le hacian ver indefenso, la saliva que escurria por su menton y que ahora trataba de limpiar por completo.
Despues de aquello, no se dijeron nada mas. No era necesario, y Hayato tampoco parecia estar dispuesto a decir algo despues de aquel beso. Su rostro sonrojado delataba lo avergonzado que se sentia en ese momento. Takeshi lo entendio y no dijo nada. Solo sonrio a la vez que el contrario le tomaba de la mano para seguir caminando, ahora de regreso a casa.
Pero antes...
-Gokudera..-llamo el moreno.
El menciono se detuvo y volteo.
-¿Que?-atendio en seguida.
-¿Sabes?, has estado actuando raro.. pero, me gusta.-confeso. Haciendo sonrojar al oji-jade, quien solo siguio caminando afianzando un poco el agarre en la mano de su pareja. Este hizo el mismo gesto correspondiendole.
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Habia pensado en calmar un poco su caracter, por el bien de su relacion. Pero esto era demaciado ya.
Iba por la calle junto con su Decimo.. este sonreia y reia en compañia del Decimo Shimon. Ambos se habian tomado de las manos, algo que le sorprendio y lo hizo sonrojarse. En realidad ambos se veian demaciado lindos y tiernos, como unos pequeños conejitos.
-Gokudera-kun..
-Gokudera-san.. No deberia sorprenderse tanto. Despues de todo Tsuna-kun y yo somos pareja desde hace casi 6 meses.
-Es cierto.-decia Tsuna aferrandose cariñosamente del brazo del pelirrojo.
-Si.-fue lo unico que respondio.
De un momento a otro se distrajo, recordo que ayer le habia dejado a Yamamoto tomarle de la mano, pero bueno hay una primera vez para todo.
Un apreton en su mano izquierda llama su atencion. Y cuando se da cuenta el pelinegro ya iba a su lado sonriendo como tonto igual que siempre. Bufo. Aquello era vergonsozo para el, y peor aun.. ¡Frente a su Decimo!
-oh, Yamamoto.. Gokudera-kun..-menciono sus nombres Tsuna sonrojandose. Nunca habia visto a sus amigos tomarse de la mano, el mas alto lo habia intentado varias veces pero siempre recibia la misma negativa.
-¡Sueltame Friki!-grito mientras se separaba de manera brusca del otro. Este simplemente rio.
-Tranquilo, Gokudera. Ayer lo hicimos y no parecio molestarte. No le veo el problema.-argumento ante los oidos curiosos de ambos jefes mafiosos quienes se miraron, uno mas impresionado que el.
-¡Eso fue solo ayer! ¡No te des tantos aires de confianza!
-Hahaha.. vamos. Dame un beso ahora.-dijo tratando de atraparlo en un abrazo, pero el albino lo esquivo y salio corriendo.
-¡Ni sueñes!-salio corriendo.
-¡Oye! ¡Espera Gokudera! ¡Vamos solo sera uno! ¡Lo prometo!-gritaba mientras corria tras el con una gran sonrisa.
Y al parecer esta vez no era diferente. A Tsuna y Enma les bajo una gotita al estilo anime mientras aquellos dos salian corriendo uno tras del otro gritando por la calle como locos.
Luego de que las clases culminaran, y la hora de la almuerzo se hiciera presente. Ambos salieron al patio trasero de la escuela para almorzar juntos.. era ya casi la una de la tarde.. Gokudera y Yamamoto estaban en la cancha de beisbol, el primero observando al otro y el segundo entrenando.
¡Chu! ¡Chu!
-Hehe..
Tsuna reia ligeramente ante los besos que su pareja le daba en los labios, en la mejilla y bajaba hacia su cuello.
-Te quiero Tsuna-kun..-decia abrazandolo con fuerza de la cadera y enterraba el rostro en su cuello. El castaño acariciaba los cabellos rojizos del otro con cariño mientras le devolvia el abrazo.
Su relacion no habia comenzado hacia mucho, pero incluso Reborn les habia apoyado y habia dicho que hablaria con el Noveno para realizar una alianza de matrimonio entre Vongola y Shimon. Cosa que no le hacia mucha gracia, apenas y tenian 15 años, como pensarian en casarse tan pronto. Pero lo que nunca se imagino fuera que Enma le brillaran los ojos cuando Reborn le dijo que le entregaria la mano del castaño en cuando ambos tomasen el mando de sus respectivas Famiglias.
Bueno a Tsuna no le hacia gracia la idea, pero tampoco le parecia mala. En verdad penso casarse con Enma y acepto hacer la alianza, pero siempre y cuando ambos cumplieran al menos 18 años.. aun eran muy jovenes. Hasta entonces estarian comprometidos. Y la prueba de eso era el anillo de rubi que llevaba en su mano izquierda junto al anillo Vongola del Cielo.
-Dime, Tsuna.. ¿Que vestido querras para nuestra boda?
-Enma.. aun falta mucho para casarnos.-se quejo haciendo puchero.
-Aun asi.-dijo sonriendo ligeramente-Debemos pensar en todo lo que haremos, ¿Adonde quieres ir de luna de miel?
Pero aunque faltaba mucho para el dia de su boda, Enma solia molestarlo preguntandole ese tipo de cosas. Ademas de que le frustraba el no poder decidir que vestido usar, si un Kimono o un vestido de novia normal.
-Ah.. no lose. Quizas un Kimono y seria lindo ir a los jardines imperiales o ir pasarlo en la playa, o en las montañas nevadas.-decia lugares a los cuales queria ir mientras sus ojitos mieles brillaban y sus mejillas se tornaban rosas cuando hablaba de las cosas que harian juntos y su cara se torno roja casi del color del cabello de su pareja cuando dijo lo siguiente-me gustaria tener hijos.. como los llamariamos. Quiero un niño.. o dos..-giro su vista avergonzado al darse cuenta de lo que estaba diciendo.-Hehe.. olvida eso.-dijo riendose de manera nerviosa.
-Tambien me gustaria tener hijos.-comento Enma llamando la atencion del castaño. Este le miro.-pero me gustaria tener una niña.. y no quiero dos, quizas 4 estarian bien.
-¿En cerio?-interrogo dudoso el castaño. Pero el otro asintio sin dejar de sonreir. Tsuna no podia estar mas feliz en ese momentos.-¡Enma!-se abalanzo hacia el otro, abrazandolo con fuerza y restregandose en su cuerpo.-Te quiero tanto Enma..-decia enterrando su rostro en el pecho ajeno, el pelirrojo solo se dejo hacer acariciando los cabellos castaños del mas pequeño.
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Hoy era el dia mas esperado por algunos, y mas odiado e ignorado por otros.
El dia de San Valentin.
En ese dia las chicas le daban regalos a los chicos como su chocolate de san valentin a la persona que te gustaba, pero hay que recordar que el dia de san valentin tambien es el dia del amor y de la amistad, por ende los amigos tambien podian darse o intercambiar presentes entre ellos. Era un dia para todos, no solo para los enamorados.
Gokudera entro al aula, chasqueo la lengua molesto al ver su puesto lleno de regalos y chocolates, ese dia habria faltado, no tenia porque pensarselo mucho, pero tenia su regalo para Yamamoto y queria darselo. Desde su lugar vio como su Decimo entraba junto al joven Shimon, aunque en un principio este no le habia caido muy bien, se habia dado cuenta de que su Decimo y el pelirrojo en verdad se querian, y el no era quien para meterse en las cosas de su Decimo, mucho menos meterse con la persona que lo hacia feliz.
-Buenos dias, Gokudera-kun.-saludo con una gran sonrisa el castañito.
-Buen dia, Decimo. ¿Que tiene ahi?-pregunto curioso por la caja que llevaba en mano.
-Son chocolates.-alzo la caja y se apego a su pareja-Enma-kun me los dio. Tambien este peluche-saco un panda de su mochila abrazandolo con cariño.-¿No es lindo?-decia con sus mejillas sonrosadas.
-Si. Lo es.
-Yamamoto-san no ha llegado ¿cierto?-pregunto Enma mirando que el moreno no se veia por ningun lado.
-Tienes razon, Enma-concordo el oji-miel viendo a su alrededor.-debe llegar en algun momento lo mas seguro. Suele llegar tarde aveces.
Las clases transcurrieron con normalidad. Pero por alguna razon en ningun momento el pelinegro aparecio. Cosa rara. Gokudera trato de llamarlo pero no le entendio, otra cosa rara.
A la hora del almuerzo penso ir a la azotea para fumar un poco. Quizas eso lo calmaria.
Mientras subia las escaleras se preguntaba porque Yamamoto no habia venido. Era algo extraño, y mas aun porque no le respondia las llamadas ni nada.
Abrio la puerta del tejado y lo vio, era el Friki con una femina, esta lucia nerviosa y estaba sonrojada.
-Tsk.-chasqueo la lengua. De nuevo esto.
Siempre que una chica le dejaba una nota a Yamamoto, o se le declaraba el las rechazaba personalmente, a cada una. A diario quizas rechazaria hasta 3 o 5 chicas. Para Gokudera eso era molesto y una perdida de tiempo, ademas de que no le gustaba para nada que aceptase regalos o almuerzos de las chicas.. que no entendia que si los aceptaba lo unico que hacia era que estas se ilusionaran cada vez mas.
-Usted me gusta.. en verdad me gusta Yamamoto-sempai.-hablo la chica cerrando los ojos con fuerza.
-Lo lamento. Pero no estoy interesado.-hablo el moreno.-No es que no me gustes, eres muy bonita y pareces ser muy amable pero no estoy disponible. Lo siento.
-Entiendo. Esta bien. Gracias de todas formas-hablo y salio corriendo. Pero se detuvo cuando vio la mirada molesta de Gokudera, hizo una pequeña reverencia ante el, y se fue cabisbaja, avergonzada quizas de que el albino alla visto aquella escena.
-Gokudera.. al fin te encuentro. Tsuna me habia dicho que estabas aqui, pero cuando llegue me encontre con esa chica de camino.-suspiro.-aveces quisiera que no se me declararan tanto.. rechazarlas tambien es duro para mi.-comento cruzandose de brazos.
-¿Y porque seria duro para ti tambien?
-¿ah? bueno, es que ver sus rostros esperanzados y luego romper esa ilusion no me gusta, algunas lloran y me hace sentir mal eso.
-Hm.
Yamamoto noto la molestia en el peliplateado. Parecia estar celoso, lo molestaria un poco con eso. Sonrio acercandose a el y abrazandolo.
-¿Estas celoso? no deberias.. solo te quiero a ti.-dijo lo ultimo colocandose serio. Cosa que coloco nervioso al oji-jade. Cuando el mas alto se ponia serio daba miedo, y esta ocasion causaba en el un gran sonrojo y un nerviosismo que no estaba seguro podria ocultar bien.
Tan perdido se sintio en esos ojos chocolate que cuando se dio cuenta estaba siendo apresado en la malla de seguridad de la azotea, por el cuerpo del mas alto. Los labios de este se apoderaron de los suyos, se movian con suavidad, succionando los contrarios, una mordida ligera en su labio inferior fue clara señal para darle acceso a su boca, el permiso se dio en un instante.
Un instante en el cual se sintio ido de un momento a otro. Como si estuviese en otro, como si no fuese consciente de nada mas que las sensaciones que ahora experimentaba. Se aferro de la ropa del mas alto, y este de su cintura dando caricias leves por debajo de su camisa. Cosa que le fue permitida tambien, para sorpresa suya.
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Apartamento..
Una melodia de piano resonaba en todo el lugar.
La noche habia caido. Ese dia habia terminado bastante bien. Hayato tocaba una pieza que solia interpretar antes de dejar de tocar el piano, Takeshi se lo habia pedido. Y de buena manera el habia aceptado tocar, una pieza, pero solo una para el.
A Hayato le gustaba Takeshi por su forma de ser, ahora que la entendia un poco mejor, viendola desde otro angulo, le gustaba en verdad. Podia parecer un Friki idiota que solo pensaba en beisbol y se tomado todo a juego. Pero es solo porque no le gusta perder la calma, siente que asi los demas no se preocuparon mas de lo que deberian. Y no estaba muy equivocado en hacer eso. Era alegre, y aunque el no entendia porque sonreia tanto y todo el tiempo, en e fondo le gustaba ver su sonrisa, era agradable. Tambien no podia ocultar el que le gustaba esa parte seria que no muy a menudo mostraba, lo colocaba nervioso y aunque eso le molestaba un poco sentirse vulnerable de esa manera era.. lindo.
A Takeshi le gustaba Hayato por muchas razones, su personalidad le fascinaba, era agresiva, y no muy empatica, pero a el le gustaba asi. Tener un Tsundere como pareja era divertido, pero obvio no iba a decirselo a Hayato, minimo y lo mandaba a volar-literalmente-metiendole dinamita en la boca. Sus ojos eran realmente hermosos, y le gustaba mucho mirarlos fijamente, colocar nervioso al peliplateado era interesante, sus sonrojos lo hacian ver lindo y su nerviosismo inocente. Su aroma le gustaba cada que lo abrazaba. Si se ponia a enumerar las cosas se le haria corto el resto de la noche.
La musica se detuvo.
-Insisto en que actuas raro.-hablo Takeshi sonriendo.
-Tsk. Entonces prefieres que te golpee e insulte, ¿eso te haria feliz?
-Quizas.. No me culpes. Tu mismo me acostumbraste a esos cariños. Creo que me he vuelto un amante de ellos-comento divertido.
-Idiota..-susurro el oji-jade suspirando pesadamente.
Ambos eran sin dudas dos polos opuestos, pero los opuestos se atraen entre si. Sus personalidades magneticas y agresivas, o despreocupadas y alegres atraian la atencion de los opuestos.
Y ellos eran un claro ejemplo de ello. Tan opuestos uno del otro, pero sus personalidades se acoplaban a la perfeccion llegando a saber sobre llevar los defectos y las virtudes del contrario.
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Fin.