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Mi medidor de amor por Ayumi Kuran

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Notas del capitulo:

¡Hola! Pues una vez más, aquí estoy con uno de los pedidos que se me han sido dados. En esta ocasión es un Enma x Tsuna para luki-chan, a quien espero que le guste nwn.


Sin nada más que decir, a parte de que siguen en pie lo de pedir parejas, es que lo disfrutéis nwn.

Un chico de cabellos del color del fuego se encontraba en la azotea del instituto Namimori, su mirada estaba dirigida hacía las nubes, revolviendo su cabello con desesperación, sintiéndose más avergonzado que jamás en toda su vida, ¡había hecho el mayor ridículo de todos! Joder, jamás iba a ser capaz de olvidar esto, ¿ahora cómo podrá volver a ver a Tsuna a los ojos? Sencillamente no puede.


Un suspiro escapó de sus labios, dejando que su rostro cayera hasta chocar contra el suelo del lugar, repitiendo el movimiento una y otra vez, jamás debió hacerle caso a sus sentimientos, mucho menos a lo que vio, no debió montarle una escena de celos al Décimo Vongola.


Flash Back


Enma caminaba por los pasillos del instituto, lo cierto es que no le hacía ninguna ilusión estar en el lugar, es decir, ¿para qué? Él ya tenía a Adheleid que le enseñaba todo lo necesario pero aún así iba solo por ver esos ojos miel que tanto amaba, esa sonrisa que iluminaba su mundo y que le hacía sentir que estaba flotando en una nube, esa calidez que imagino que no podría llegar a experimentar. Por muy cursi que pareciera solo cuando estaba a su lado sus pesadillas desaparecían, se sentía bien y protegido, sentía la paz y como el rencor desaparecía de su ser.


Todos esos sentimientos se habían vueltos alarmantes, haciéndole sentir miedo al volverse tan dependiente de Tsuna, eso mismo fue lo que le llevó a alejarse de él. Apenas fue capaz de estar una semana lejos de su lado cuando se estaba volviendo loco, volviendo de forma irremediable a su lado. ¿Eso era bueno? Sus sentidos le decían que si este lo descubría podría tenerlo bajo su poder, usándolo como gustara sin embargo otra parte de su mente le recordaba que eso era imposible de que ocurriera, después de todo el castaño no era así. Luego estaba su corazón que le decía que no importaba todo eso, lo único que valía la pena era estar a su lado y si llegaba a ser usado estaba bien, al menos de esa forma iba a ser feliz, sintiéndose completo.


Este asunto le había quitado por meses el sueño, ya no estaba en tranquilidad, hasta su familia se había dado cuenta de todo esto pero la verdad es que no le importaba mucho, lo que menos le apetecía era darle explicaciones, solo quería aclarar su mente y corazón, ponerlos por una vez en su vida de acuerdo. Un suspiro escapo de sus labios ante esto, él mejor que nadie sabía lo difícil que eso iba a ser.


- ¡Gokudera-kun!


Un escalofrío recorrió su cuerpo por completo al oír esa voz, tan dulce que le llamaba, sus pasos yendo directamente hasta donde esta se encontraba, de forma casi desesperada solo para quedarse congelado en su lugar, la sonrisa que se había mantenido intacta en su rostro  empezaba a desaparecer sin tregua alguna, solo dejando una pequeña y delgada línea entre sus labios.


Tsuna se encontraba pegado a la pared con Gokudera pegado a su cuerpo, los labios del mayor se encontraban pegados a los suyos en un suave beso, las manos del castaño se encontraban apoyadas en el pecho contrario, como tratando de alejarlo y a la vez de mantenerlo pegado a él tanto como le era posible.


- Vaya, pero que atrevidos.


Sus palabras habían salido llenas de furia y plagadas de veneno, viendo con ira como sus rostros se separaban, el cielo estaba sonrojado con uno de sus brazos tapando sus labios.


- Enma, esto no es lo que parece.


- ¿Ah, no?- Estrecho sus ojos, casi gruñendo mientras se cruzaba de brazos. Podían ser solo amigos pero le había sentado realmente mal esa escena.- Entonces, ¿qué es lo que parece? ¿No estabais besándoos?


- Bueno…Sí.


Esas palabras solo le dolieron y enojaron por igual, golpeando con su puño a la pared a su lado ante la sorpresa de los ojos contrarios, pero pronto se repuso.


- ¡¿Cómo pudiste besarlo?! ¡Tú…no puedes!


- Enma…es todo un malentendido.- Tsuna levantó sus manos como si fuera una bandera blanca.


- ¿En serio? ¡¿Entonces qué es?!


- Antes pasaron un par de alumnos corriendo y nos empujaron, casi me caigo por las escaleras pero Gokudera-kun lo impidió justo a tiempo no obstante nos escurrimos y caímos pegados a la pared. Estábamos por separarnos cuando otro lo empujo hasta…acabar en un beso.


Enma estaba con el ceño muy fruncido por lo escuchado, estaba por decirle si creía que era idiota cuando los que antes los empujaron llegaron disculpándose, explicando porque había sido esas prisas, al parecer Hibari y Mukuro se estaban peleando, no queriendo ser atrapados por su pelea habían huido por patas.


Al escuchar todo esto Enma se había avergonzado como nunca en su vida, no pudiendo estar ante la presencia de ambos había salido corriendo como si la vida se le fuera en ello, teniendo un sonrojo cubriendo todo su rostro, solo parando al llegar a la azotea.


Fin Flash Back


- Joder…seguro que Tsuna me odia ahora, nunca me lo perdonará.


Un suspiro derrotado salió de sus labios, un aura depresiva rodeándolo por completó, sintiendo hasta ganas de llorar pero no podía evitarlo, después de todo había reclamado sin motivo alguno al chico que le gustaba, como si este le perteneciera en algo cuando eso no era así, estaba más que seguro de que ahora lo iba a dejar solo, yéndose lejos de su lado o incluso diciéndole que no quería volver a verlo, no rompiendo su relación con los Shimon pero sí pidiéndole que no fueran más amigos.


La puerta del lugar fue abierta pero él no le prestó atención, después de todo le daba igual quién fuera o lo que quisiera, su vida acababa de perder sentido ante lo que estaba seguro que iba a pasar en cuanto el castaño lo viera.


Los pasos resonaron con calma por el lugar hasta que una mano se apoyó en su hombro, haciendo que la curiosidad fuera demasiada, levantando su mirada para ver a la persona que estaba ante él con la respiración cortada. Tsuna le dio una suave sonrisa, sentándose a su lado sin decir nada, quizás sus hipótesis habían sido equivocadas y realmente le quisiera a su lado a pesar de todo.


- ¿Tsuna…?


- Enma todo está bien.- La sonrisa no desaparecía de su rostro y…sus ojos se desviaron, joder, no podía dejar de ver esos pliegues de carne aunque el otro no se diera cuenta.- Mira, sé que estás enamorado de Gokudera-kun, yo jamás te lo quitaría. Puedes estar tranquilo con ello, de hecho creo que él también te ama.


Ante sus palabras Enma sintió como se le caía la quijada, un profundo vació instalándose en su pecho.


- ¡Eso no…!


No podía, no podía permitir que el otro creyera que amaba a su guardián de la tormenta, prefería decirle sus sentimientos y ser rechazado antes de que tuviera esa errónea impresión sobre él o sus sentimientos. Levantándose a prisa se dirigió hasta donde él estaba pero antes de hacer esto se tropezó con sus propios pies a causa de la velocidad y el nerviosismo, haciéndose una pequeña herida en la rodilla que le hizo soltar un pequeño jadeo adolorido.


- ¿Estás bien?


Tsuna lo vio preocupado, acercándose a él pero antes de poder tocarlo la mano contraria se enrollo en su muñeca, jalándolo hasta dejarlo tumbado en el suelo, subiéndose sobre su cuerpo para verlo a los ojos, sus puños estaban clavados a cada lado de su rostro.


- ¿Enma?


- ¿Por qué?- Su mirada estaba oculta con su cabello.- ¿Por qué crees que lo amo?


- Porque siempre te pones celoso cuando alguien está con él e incluso te pones muy nervioso a su lado, muchas veces parece cómico.


Tsuna rió un poco por esto, el pelirrojo por otra parte se encontraba sonrojado, nunca pensó que fuera tan obvio a la mirada de los demás aunque parecía que su tierno castaño era el único que no se había dado cuenta de ello.


- Tsuna, estoy así por ti.- Se había armado de valor para ver esos ojos que tanto le gustaban, acariciando su mejilla.- Si me pongo celoso es porque se te acercan demasiado, la confianza que les tienes, que ellos son capaces de abrazarte sin importarles nada, sin ningún tipo de miedo mientras que yo no puedo. Me pongo nervioso al estar cerca de ti porque tengo miedo de que mi lado más inútil salga ante ti, que me rechaces y alejes de tu lado. Tengo miedo de que no me veas cómo soy, que te enamores de otra persona porque…yo estoy completamente enamorado de ti. Me he vuelto dependiente de tu calor, de tu sonrisa, de ver esos ojos acaramelados brillar como si tuviera apresados en ellos las mismísimas estrellas.


Al decir todo esto no pudo evitar caer sobre el cuerpo contrario, temblando con el sonrojo quemando sus mejillas, ahora solo quedaba esperar su respuesta, una que lo decidiría todo. Dios…estaba aterrorizado.


- ¿P-Pero…estás seguro? Gokudera-kun….


- Estoy más que seguro.- Su voz era firme, levantándose para ver ese rostro sonrojado que le hizo temblar de ternura.- Solo digo la verdad. Me gustas mucho Tsuna, no, te amo Sawada Tsunayoshi.


- Yo no soy la persona adecuada para ti.- Desvió su mirada.


- ¿Por qué?


- Soy demasiado torpe, da igual lo que quiera que haga siempre lo estropearé todo y haré tu vida mucho más difícil.


- Llevas razón, lo eres.- Ante esto el castaño se encogió sobre si mismo.- Pero eso no me importa lo más mínimo porque te amo aún con ello. Adoro cada una de tus torpezas, ese corazón tan grande que posees dispuesto a hacer hasta lo imposible por ayudar a los que amas aunque eso signifique sacrificar tu propia vida, amo esa forma en la que siempre lo das todo por conseguir tu objetivo aunque luego todo te salga mal, como te levantas no queriéndote dar por vencido. Te amo con tus virtudes y defectos, no me importa si tengo que vivir bajo un puente si es contigo, da igual lo que tenga que hacer para que te des cuenta de mis sentimientos, aunque me rechaces…yo...quiero que lo sepas, no quiero darme por vencido. Quiero lograr que me ames de la misma manera en la que yo te amo a ti, no importa el tiempo que me lleve ni los esfuerzos que sean necesarios, todo eso será poco con tal de lograr que me aceptes a tu lado.


Tsuna sentía como sus ojos estaban aguados, demasiado a decir verdad pero no dudo un solo instante en abrazarse con fuerza al pelirrojo, atrayendo el rostro contrario hasta el propio, un dulce beso posado en sus labios que hizo al otro sentir que se iba a desmayar de la emoción, que era un sueño, pero eso solo lo hizo reaccionar, abrazándolo para devolverle ese beso con calma, lamiendo esos carnosos y hermosos labios hasta soltar un suspiro enamorado al separarse, jamás se había sentido tan completo como en ese momento.


- Yo también te amo Enma.- Susurro a su oído, enterrando su rostro en el cuello contrario, siendo abrazado con fuerza.


- ¿Entonces por qué me rechazabas?- Susurro sin intenciones de apartarlo, pegándolo aún más a él.


- Solo…solo quería asegurarme de que no te arrepintieras.


- Jamás lo haré.


La dulce sonrisa que apareció en los rostros de los dos era única, casi parecían gemelas cuando se unieron en un nuevo beso, acariciando con sus lenguas los labios del otro, disfrutando del primer beso de su relación como pareja, primero pero no último.


No muy lejos de allí, más específicamente, en la parte más alta de la azotea, estando ocultos estaban los guardianes de ambos, viendo como la pareja se convertía en tal, besándose. Lástima que no todos estuvieran de acuerdo y es que Adheleid estaba siendo retenida por Julie mientras que Gokudera estaba siendo parado por Yamamoto.


- Vamos chicos, ¿no os alegra que ahora sean felices?- Dijo Yamamoto un poco cansado de que ambos trataran de ir a matar al jefe contrario.


- Por supuesto que sí pero…- De repente la voz de Gokudera se oscureció.- ¡¿Por qué se tienen que estar besando?!


Ante esto le tuvieron que cubrir a este la boca, los cielos habían tenido la sensación de escuchar a alguien pero al no ver a nadie siguieron con su mundo de color de rosa, haciendo suspirar aliviados a los otros quienes decidieron atar a los otros dos guardianes, sobre todo al ver a Adhelied empezar a usar sus poderes para atacar al castaño.


- La verdad es que nos ha costado mucho llegar hasta este punto.- Ese simple comentario hizo asentir a todos.


- Tantos planes fracasados por los lentos que son.- Koyo bufo al recordar esto.- Si hubieran durado un poco más así…no soy responsable de mis actos.


- Yo sigo pensando que si los hubiéramos encerrado en una habitación echada con llave acababan declarándose.- Comentó Ryohei.


- Lo dudo mucho, son demasiado lentos para ello.- Comentó Kaoru a quien le salió una sonrisa maliciosa.- Pero sí que funciono con vosotros.


Al recordarlo, tanto Ryohei como Koyo se sonrojaron, aún no podían creer que lo hubieran hecho a propósito, bueno, al menos gracias a eso había empezado su relación por ello mismo no le habían hecho nada después de ello. Tras esto solo se sonrieron, uniendo sus labios al igual que la reciente pareja.

Notas finales:

Bueno, espero que os haya gustado. He tratado de poner algo de comedia pero...no soy muy buena ne ello ^.^U


En fin, espero poder mejorar con el paso del tiempo y poder satisfacer vuestros pedidos de manera adecuada nwn. El próximo short lo veréis el próximo sábado, así qeu ¡hasta dentro de una semana!


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