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No Regrets por Kuro Kaori

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Notas del fanfic:

Death Note no me pertenece.

Esta historia se desarrolla en un universo diferente al de "Míngwáng"

Posible OoC L 

Notas del capitulo:

Holaaaa

Queria traerles este One Shot

Espero que les guste

En las notas finales, les dejo el enlace de la canción en la que me he basado para escribir esto ♥

Lo observó armar sus maletas, con los labios finamente apretados y no se atrevió a decir nada para detenerlo. Sus movimientos frenéticos, demostraban sus fuertes deseos por irse de allí y tuvo que apretar los puños para no obligarlo a voltearse.

Después de todo, él también estaba enojado, Light también le había fallado.

Paseó sus grandes ojos negros por la habitación, sintiendo deseos de dar vuelta cada una de esas fotografías, en donde ambos se abrazaban y sonreían.

Lo había amado, lo amaba… y dolía. No estaban hechos el uno para el otro.

Podía suplicarle que se quedara, podía tratar de convencerlo y quizás, lo lograría. Sin embargo ¿Cuánto tiempo tardarían en no volver a caer en lo mismo?

Light lo trataba como un niño, sin importar frente a quien estuvieran y allí iniciaban las peleas, sin sentido… Especialmente, cuando ese hombre estaba junto a ellos.

— ¿Te gusta? Es apuesto… Yo sé que te gusta.

—Si.

— ¿Me amas?

—Sí, maldita sea, sí.

—Y te acostaste con él…

—Si

— ¿Por qué?

—Porque puedo hacerlo, porque no soy un niño… porque me creíste incapaz, porque me subestimas, todo el tiempo lo haces.

— ¡Mierda, Elle!

Las lágrimas en sus ojos, el rencor… le calaban hondo. Lo había hecho porque había estado cansado de sentirse menos, cansado de que él creyera que estaría todo el tiempo a sus pies.

¿Hacía cuánto tiempo, Light no le decía que lo amaba? ¿Cuánto tiempo que ya no lo deseaba? Se había transformado en un infante ante sus ojos… y ese tipo, ese hombre, se interpuso.

— ¿Acaso pensaste que no lo noté?

Light se volteó a verle, con los ojos enrojecidos por el llanto contenido. Rechinó los dientes y soltó las prendar que fuertemente apretaba entre sus dedos.

— ¿Vas a empezar con eso de nuevo?

—Te gustaba, ese tipo… Lo veías como nunca me viste a mí.

—Elle…

—Por eso lo hice.

Light soltó una risilla y negó con la cabeza varias veces.

—Si supieras lo estúpido que suena todo esto… Toda esta maldita situación. ¡Lo has arruinado, Elle!

—Cada segundo a tu lado… fue un martirio.

Light se quedó en silencio y las lágrimas bajaron de sus ojos sin que pudiese detenerlas. ¡Dolía, carajo, dolía tanto!

— ¿Por qué te quedaste, entonces?- preguntó con la voz rota.

—Porque te amo… te amo tanto.

El castaño volvió a reír y sus carcajadas se confundieron con el llanto por los segundos en los que tardó en apagar la voz y continuar juntando sus cosas.

Elle miró su espalda y se perdió entre los recuerdos. Las veces que rieron, las veces que pelearon… las que hicieron el amor.

¿Ahora, él lo deseaba? ¿Ahora, Light podía verlo como un hombre? Estaba cansado… de no haber llegado a sus talones, de no haber sido lo que él deseaba. Y lo peor de todo, se había aterrado de que ese extraño si lo hubiese conseguido.

Cada vez que Light reía junto a ese hombre, una parte de él parecía quebrarse.

Sabía, que en un momento, Light había sentido vergüenza de él, de sus manías, de su adicción a los dulces, de su comportamiento...de su apariencia. Ese hombre, era lo que jamás conseguiría ser… Había sido por ello que lo había seducido, para demostrarle a Light que podía, ser mucho más que alguien por quien avergonzarse, que más allá de su forma de ser, había otras personas que envidiaban al castaño, por estar con él…

Quería demostrarle a Light, que podía salir a presumirle, como tanto le gustaba hacer con cada una de sus cosas, como le gustaba hacer consigo mismo. Demostrarle, que estaba equivocado.

Se había cansado de esas miradas, de las justificaciones que daba a los demás, como si las otras personas necesitaran comprender el porqué de que se amaran.

Se había cansado, de que lo tratase como a un niño. De que no lo tuviese en cuenta.

Light se dio vuelta nuevamente y tomó sus maletas para dirigirse a la puerta.

No lo detendría. No lo haría. Ni rogaría que se quedase.

Se mordió los labios y se sorprendió al darse cuenta de que había levantado su brazo en su dirección. Su propio cuerpo, su propio corazón… ¡Traidores! ¡Maldito e insoportable dolor!... Estaba destrozándole. Le costó mucho más de lo que hubiese deseado bajarlo y se detuvo cuando él lo hizo.

El silencio se le hizo insondable, desolador, tormentoso.

Light se volteó lentamente y lo observó con esos hermosos ojos castaños, provocando que se hundiera en ellos, que sintiera que podía nadar en ese profundo mar de tristeza que estaban hecho. Se sorprendió, como muchas veces a su lado, de tener tantos sentimientos y que estos pudiesen embargarles todos juntos, todos al mismo tiempo.

—Te traté como un niño… sí, pero no por lo que piensas, no porque me resultases inferior ni ninguna de esas mierdas que se te cruzaron por la cabeza. Te traté como un niño, porque deseaba protegerte… porque eras lo más preciado para mí.

Elle sintió un nudo formarse fuertemente en su garganta y deseo arrojarse a sus pies para abrazarlos y detener con ello su partida. Sin embargo, permaneció allí, inerte, mirándole como idiota.

—Todas las cosas que hice… fueron para protegerte. Para demostrarle a los demás lo grandioso que eras, para que a nadie le quedara dudas de ello. Jamás te consideré un niño, siempre fuiste mi igual, Elle… Hasta ahora, en que esta mierda te acercó más a lo que odiabas que yo pensara de ti… Que si me gustaba él, ¡Si, me gustaba! Pero ¿Eso que carajos importaba, Elle? Yo a ti te amaba con locura… Cada gesto tuyo, cada palabra, cada silencio… cada una de tus manías, eran motivo de adoración para mi… pero no esto, Elle, esto no… Este gesto tan infantil… tan egoísta- masculló con los dientes fuertemente apretados — solo causa que te odie.

Hacía casi una hora que Light se había marchado y él permanecía allí de pie frente a la puerta, a la espera estúpida y vana de que regresara.

Aun le parecía verlo, sus ojos entristecidos, su semblante cansado… su expresión desilusionada.

De repente, una carcajada seca salió de su garganta, seguida de ella una serie más. Se escuchó a si mismo reír, de esa forma tan lastimera y no se reconoció.

¿Quién era ese sujeto tan deplorable que había venido a usurpar su lugar? ¿Qué era esa dolorosa agonía?

Quiso detenerse ¡Dios, trató de hacerlo! Pero la risa no cesaba, parecía tener vida propia y se confundía con llanto a causa de las lágrimas.

¿Qué estaba haciendo? ¿Qué había hecho?

“Nos he matado…” pensó y continuó riendo.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

https://www.youtube.com/watch?v=FB4iDiQ-XSk

 

Espero que les haya gustado :D

Hasta la próxima 

Saludos n.n/


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