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Un nuevo nacimiento por girlutena

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Notas del fanfic:

Por que aún no acaba el día


¡FELIZ CUMPLEAÑOS TEME!!!!

Notas del capitulo:

¡Feliz cumpleaños teme!!!


 


Flash back <cursiva>

Cada vez sus pasos se hacían más lentos, podía escuchar a lo lejos como el tintineo del reloj sonaba, pero tan solo eran sus estúpidos pensamientos. Había salido de su pequeño departamento apenas recordó la fecha que era.


Sabía que era un tonto, despistado. Él siempre se lo había dicho, pero nunca le había molestado, hasta ese momento. Frunció sus labios, haciendo un tierno mohín, disgustado consigo mismo y pateó una pequeña piedrecilla que se encontraba en la vereda.


Eran casi las once de la noche y ya todas las tiendas se encontraban cerradas. Nuevamente se lamentó por haber olvidado aquella fecha tan especial. Podía sentir un nudo en su estómago, a la vez que el frio viento se colaba por debajo de su delgada camiseta. A pesar de estar en verano, las noches se volvían algo frías, levantó su mirada para ver como las esponjosas nubes grises ocultaban a la hermosa y brillante luna.


Entrecerró sus ojos al ver a lo lejos un pequeño letrero, se puso de pie y corrió todo lo que sus pies le daban, ingresó al pequeño local, dejando sus zapatos en la entrada, el olor a libros viejos le llenó de golpe sus pulmones, pero aquello no le detuvo de poder ingresar y ver todos los hermosos libros.


-Buenas noches. -La voz de un hombre mayor le hizo voltear y sonrió enormemente al ver la cantidad de antigüedades. -¿Está buscando algún regalo?


-¿Cómo… como lo sabe’tteba?


-Es la primera vez en mucho tiempo que alguien joven entra por esa puerta a estas horas de la noche.


-Yo… olvidé que hoy era el cumpleaños de… una persona.


-Bueno, bueno. Aún la noche no acaba, ¿verdad? -El anciano le dedicó una pequeña y sutil sonrisa al más joven y le permitió que recorriera cada rincón de su pequeño local.


Tomó entre sus manos un pequeño y viejo ejemplar. Acarició la vieja portada de aquel libro y lo llevó hasta su pecho. Dejó que el mayor lo envolviera en un simple y sencillo papel y dejó el dinero necesario.


Tuvo que detenerse a la mitad del camino al sentir como su cuerpo empezaba a desvanecerse, sus pulmones empezaban a quemar por falta de aire. Siguió caminando más despacio, deseaba llegar antes de que terminara el día o nunca se lo perdonaría.


Su labio inferior tembló al sentir como sus ojos se llenaban de lágrimas, recordando cómo le había gritado al mayor, deseando nunca más verlo.


-------


Los ojos del varón tan solo le miraban en silencio, el viento había soplado tan suave aquella tarde de verano que casi se le había hecho imposible de respirar. Apretó con fuerza sus manos y golpeó el pecho del moreno.


-¡Te odio! ¡Espero nunca más volverte a ver! -Y con eso empezó a correr, dejando atrás al amor de su vida, tal vez tan solo había sido un capricho, tal vez tan solo se le iba a hacer fácil de olvidar, pero nada de eso había pasado.


Sasuke dejó de ir a clases, y él tan solo intentaba no interesarse en el moreno, pero no podía evitar preocuparse. Frunció su ceño cuando el tutor ya no lo llamaba a la lista, era como si todos se hubiesen olvidado de él.


-Sensei. -El peliplateado alzó su rostro, y con sus ojos negros observó al rubio. -¿Sabe dónde está Sasuke?


-Si él no te lo ha contado, yo no soy nadie para decírtelo. -El mayor tomó los papeles que se encontraban sobre la mesa y arregló la pañoleta que cubría parte de su rostro. -Lo siento mucho, Naruto-kun.


Tan solo pudo quedarse ahí, de pie, sin saber muy bien que hacer. Observó como Kakashi se alejaba de su vista, frunció su ceño y empezó a seguirlo, sabía que el mayor se encontraba casado con el tío de Sasuke, pero tampoco pudo encontrarlo.


Después de una semana, ya no pudo más y caminó hasta la casa del moreno, había empezado a sentir un horrible nudo en su estómago, subió las escaleras que llevaban al departamento y con la poca fuerza que le quedaba tocó el timbre.


Tuvo que contar hasta diez y al fin pudo escuchar como abrían la puerta, pero tan solo encontró a un pelirrojo desconocido.


-¿Sí?


-Yo… yo busco a Sasuke. -Le vio fruncir ligeramente su ceño, y pudo ver el imperceptible temblor en su labio inferior.


-Él… él no encuentra.


-Itachi-san. ¿Se encuentra Itachi-san? ¿Quién eres tú’tteba?


-Akasuna no Sasori, soy novio de Itachi y tú, mocoso, no puedes venir a gritar a la casa de otros. -Estuvo a punto de estamparle la puerta en el rostro del menor.


-¿Naruto-kun? ¿Qué haces aquí?


-Busco a Sasuke.


-Pensé que habías terminado su relación. -El moreno caminó con pasos lentos y cansados hasta el umbral de la puerta, dejando que su pelirrojo lo tomara ligeramente entre sus brazos.


-Yo… yo, solo quiero hablar con él.


-Temo que no podrás hacerlo.


No había entendido a que venía tanto silencio, pero aquel nudo en su pecho empezó a incrementarse cada vez más cuando pudo ver a lo lejos el hospital, los ojos del Uchiha mayor se encontraban tristes y apagados, y ya no podía más.


Sus pasos se hicieron pesados y lentos, pero seguía atrás del moreno, podía ver como Sasori apretaba la mano del varón.


-Pensé que te había dicho que vayas a dormir. -Pudo escuchar la voz de su sensei. Obito se encontraba sentado en una de las sillas metálicas del pasillo y al verlo tan solo se puso de pie. Virando su mirada entre su sobrino y él. -¿Qué hace él aquí?


-Viene a ver a Sasuke. -Obito soltó un bufido y dejó que su esposo lo tomara entre sus brazos, le vio ocultar su rostro en el pecho del peliplateado. -Tan solo podemos verlo a través de la ventana.


No deseaba seguir caminando, su corazón dolía y las palabras que le gritó aquel día golpeaban sus recuerdos con fuerza, mordió su labio inferior al ver como su Sasuke se encontraba entubado, las agujas incrustadas en sus delgados brazos, sus ojos rodeados de unas horribles ojeras y su piel pálida.


Su cuerpo se encontraba inerte, las lágrimas empezaron a bajar por sus mejillas, recordando como el moreno cada día se encontraba más cansado y él tan solo le culpaba por no querer salir a pasear, recordaba los días en los que el moreno le pedía descansar, aquellas sonrisas forzadas, las disculpas que le daba por haber faltado a sus citas, los días que faltaba a clases. La triste mirada de Sasuke el último día en que lo vio.


Apoyó su frente sobre el vidrio, sin importarle empañarlo con sus lágrimas, lentamente su cuerpo fue cayendo y ocultó su rostro entre sus piernas, como un pequeño niño después de ser regañado, soltó su llanto, pidiendo, rogando perdón.


Sintió los fuertes brazos de Itachi alrededor de su cuerpo, le escuchó llorar en silencio, le sintió temblar, o tal vez era él, o tal vez ambos.


-Hace poco le diagnosticaron leucemia, lamentablemente ya se encontraba avanzado.


-Él nunca quiso que lo sepamos. -La voz de Obito sonaba entrecortada por el llanto. -Con su trabajo de medio tiempo intentaba pagar su medicina.


-Sabíamos que algo le estaba pasando, pero ninguno se detuvo a preguntarle.


-Hasta que se desmayó en clase de educación física. -Kakashi apresó el cuerpo de su esposo entre sus brazos, besando sus cabellos.


-Se molestó mucho cuando se enteró que habíamos vendido la casa para poder pagar la operación. -Sasori fundió su mano con la mano del moreno, intentando darle la fuerza que necesitaba. -Pero ahora, ahora se encuentra en coma y no sabemos si podrá despertar.


-Él lo hará, eres su hermano, ten más fe en él. -Itachi intentó sonreír ante las palabras de su novio, lo aferró con fuerza entre sus brazos, ocultando su rostro en su pecho.


----------


Caminó con pasos más calmados hasta la habitación donde sabía que se encontraba el azabache. Hace unos días los doctores al fin podían decir que el moreno había salido de peligro, pero aun así no podía salir de aquel sueño.


Abrió lentamente la puerta, observando los globos de colores que adornaban la habitación, sonrió avergonzado al recibir las miradas de todos los presentes y con un pequeño asentimiento por parte de Itachi ingresó a la habitación.


Aún faltaban unos cinco minutos para que se cumplan las doce, se aceró hasta la cabecera, acariciando los azabaches cabellos, observando el rostro durmiente del varón, acercó lentamente sus labios hasta su oído.


-Feliz cumpleaños, Sasu. -Fue un pequeño y suave susurro, pero bastó para que todos pudieran ver como el moreno movía ligeramente uno de sus dedos, le vieron mover otros dos dedos más y mover casi imperceptiblemente sus párpados cerrados.


-Llamaré al médico. -Nadie escuchó cuando Kakashi salió de la habitación, todos se encontraban rodeando la camilla del moreno, atentos a cada pequeño movimiento.


Lentamente fue abriendo sus ojos, cerrándoles en el camino al tener la luz sobre sus ojos, gimió bajito al tener los brazos de su hermano alrededor de su cuerpo, podía sentirlo temblar, podía escucharlo llorar, las lágrimas bajaban por sus mejillas.


-Nii-san. -Su voz sonó rasposa y agradeció con un pequeño asentimiento a Sasori, quien le alcanzó un vaso con agua. Soltó un agradable suspiro cuando el agua fresca bajó por su garganta reseca.


-Feliz cumpleaños, tonto hermano menor. -Su bruna mirada cayó sobre el rostro de su hermano mayor, levantó con algo de esfuerzo su mano para acariciar la mejilla húmeda, secando sus lágrimas, sintió también los brazos de su tío aferrándose a él y a su hermano.


-Nunca más nos vuelvas a asustar de esa manera. -Acarició los cabellos de su tío, sintiéndose mal al hacerlo llorar, le sonrió ligeramente a Sasori y a Kakashi, quien había entrado junto con el médico.


-¿Cómo está mi sobrino?


-Necesitamos hacer más pruebas de descartes. Aún necesita estar en observación, pero ya pasó lo peor. -Unas enfermeras entraron a tomar las muestras de sangre. -Feliz cumpleaños Sasuke-kun.


Su bruna mirada cayó sobre el cuerpo del rubio, era la primera vez que lo veía después de la pelea que habían tenido, le vio apretar un pequeño bulto contra su pecho, las lágrimas cayendo por sus mejillas, sus cabellos desordenados, podía ver como sus ojos azules se encontraban brillando.


Con la poca fuerza que le quedaba abrió la palma de su mano, dejando que el pequeño doncel lo aferrara y nunca más lo soltara.


Y así su cuerpo nuevamente cayó en la inconciencia de aquel profundo sueño, deseando volver a ver a sus padres, sonriéndole y despidiéndose de él.


-Aún no es tu hora hijo mío.


-Vuelve a nacer.


Se aferró a los cálidos brazos de sus padres, deseando no separarse de ellos, pero entendiendo que necesitaba volver a vivir.


Un cumpleaños más, una nueva vida.

Notas finales:

Espero que les haya gustado este pequeño oneshot...es el primero que hago por el cumpleaños del teme, algo triste...pero ...espero que les haya gustado (:

 

Besos


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