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Debajo de las Sábanas por Glace Rose

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Notas del capitulo:

Luego de mucho tiempo logré subir un nuevo fanfic :D Las parejas principales son KardiaxDegel y MiloxCamus pero también saldrán otras, espero le den una oportunidad n.n

Era un mundo completamente distinto, gobernado por cuatro reinos que llevaban con dignidad sus coronas, tan diferentes que vivían en esa infinita tensión, aparentando la anhelada y tan ansiada paz siendo que, en realidad, era una lucha sin cuartel, sangre, lágrimas y traición pero sobre todo, amor.



_Escúchame bien, no debes relacionarte nunca con la familia Skorpious.



_¿Por qué mamá? ¿Son malos?



_Serían capaces de darle fin a sus progenitores por el poder.



_Pero ese señor fue muy bueno conmigo.



_¿Que señor?



_Aquel, el de la melena azul…



--



¿Por qué había recordado eso? ¿Había pasado realmente? Observó su reflejo en el espejo, era bastante alto para ser un doncel aunque mantenía la espigada figura característica de los fértiles.



Dégel Verseau, un jovencito que a sus diecisiete años tenía un futuro prometedor, poseedor de una larga cabellera esmeralda que descansaba en sus formadas caderas, un hermoso rostro e impactantes violáceos que con una simple mirada dejaba a cualquiera a sus pies.

Tomó su cabello en una coleta alta quedando a la altura de su cintura, aunque no lograba convencerlo del todo, algo faltaba y no sabía que era.



_¿Qué me falta? - se miraba con escrutinio al espejo, escuchó como golpeaban la puerta de su alcoba - ¿Quién es?



_Ábreme soy yo, Camus.



_Está abierto, pasa.



La puerta se abrió dejando a la vista un precioso joven pelirrojo, iba vestido con un elegante traje beige que resaltaba toda su perfecta figura, si se observaba de lejos podría creerse que ambos eran hermanos debido a su parecido físico.



_¿Por qué tardas tanto Dégel? El tío Krest esta algo molesto, ya sabes, porque no has bajado - hizo una pequeña mueca antes de acercarse y arreglar el cuello de su camisa - ¿Mejor?



_Mucho mejor, gracias Camus- le dedicó una suave sonrisa.



Camus Verseau era el primo de Dégel, un chico de quince años que ya poseía el atractivo característico de los Verseau, delgada figura de marcadas caderas y torneadas piernas, piel tan blanca que asemejaba a la nieve y pupilas que parecían un retazo de cielo, todo coronado por el largo cabello carmín que descansaba en su estrecha cintura.



Los primos habían sido testigos de primera fuente de la desdichada vida de la realeza, traiciones, violencia y uniones sin una gota de amor, ambos al ser hijos únicos habían cimentado una estrecha relación, pasaban todo el tiempo juntos siendo tan íntimos como podrían ser los hermanos.



_Debe estar nervioso debido al baile dorado, todos los años es igual - musito el peliverde con resignación.



Dégel era el hijo único de Krest Verseau e Itia Livra, no tenía mayores recuerdos de su padre puesto este no mostraba mayor interés por su primogénito, por fortuna y solo vivieron con él hasta que cumplió los cinco años, Krest aburrido de su mal vivir, tomó a su pequeño y regresó al palacio de los Verseau. La relación de sus progenitores era terrible y de seguro su padre iría en un nuevo intento de reconquistar a su madre.



_Cierto que el tío Itia lo acosa todo el día ¿acaso no se cansa? - Camus se observaba al espejo arreglando cada detalle de su traje.



_Debe creer que tras doce años conseguirá algo - dijo con total desinterés al terminar de arreglar su ropa - vamos que mi madre debe estar que lanza hielo por los ojos.



Se apresuraron al vestíbulo de la mansión Verseau encontrándose allí a un joven apoyado en una de las paredes, era delgado y de baja estatura, poseedor de unas envidiables y juveniles curvas, su pálido rostro mantenía aquella suavidad de rasgos, de sus claras esmeraldas solo se veía una debido al mechón castaño que cubría su ojo derecho.



_Dégel, tendrás que darme una buena explicación para este retraso…



_Pequeño retraso…



_Pequeño retraso de cuarenta minutos - posó su mirada en ambos chicos de manera fulminante - envíe a Camus pensando que te apuraría, pero ¿Cuál es mi sorpresa? Se quedan en tu alcoba chismorreando como dos cotorras.



Camus estaba aguantando a duras penas la risa siendo bastante eficiente, consideraba gracioso que un hombre de aspecto tan dulce pudiera tener esa personalidad. Dégel, entendiendo más el temperamento del mayor se acercó para besar su mejilla.



_Está bien madre, lo siento por mi retraso - le sonrió con suavidad - sé que no es fácil para ti, pero yo estaré contigo.



_Por cierto ¿Dónde están mis padres? - el pelirrojo recién se había dado cuenta que Krest estaba solo.



_Se fueron hace más de media hora, requerían a tu padre antes, por ser el rey.



Camus era hijo de Mystoria Verseau y Cain Gémeaux, el rey que gobernaba Sud, desde que era niño que fue consentido por sus padres, en especial por Mystoria que lo trataba como un auténtico señorito, como si fuera lo más valioso para él.



_Al menos me dejarán unos momentos en paz - murmuró por lo bajo.



_Escuché eso Camus.



_Lo siento tío - ¿qué habilidad auditiva tenía Krest?, observó a Dégel buscando una respuesta, pero éste solo negó con los hombros.



**



_¿El baile dorado? - tomó la misiva con dicha invitación - ¿Hablas en serio?



_¿Me ves cara de arlequín?



_Bueno, la verdad es que sí.



_No seas estúpido Milo, es la oportunidad perfecta de encontrar una nueva presa.



_No puedes ser más descarado Kardia, estás comprometido con Albafica ¿Lo recuerdas?



_No es como si se me vaya a caer por pegarme un revolcón con un lindo doncel.



_Confías mucho en ti hombre - Milo río ante las ocurrencias del mayor - que nuestro padre no te escuche.



_¿Y qué si nos escucha? El viejo se lo pasa a lo grande con los mejores jacintos de la comarca.



_Es su vida, déjalo.



_Y que él me deje meterla donde yo quiero - agregó con una media sonrisa -



_No lo sé, ya sabes que a esa fiesta irá la nobleza de las cuatro coronas…



_Somos hijos del rey - hizo una mueca señalando lo evidente -



_Déjame terminar Kardia - levantó su palma un tanto exasperado - no me gustan demasiado los bailes ni cenas protocolares, prefiero sentir el sonido de los yelmos y el choque de las espaldas y…



_Y llevarte a los esclavos más bellos a los burdeles de mala muerte…



_Y llevarme… ¡ese no es el punto! - bufó molesto echando un poco su cabeza hacia atrás - tú también lo haces, incluso más que yo.



_Lo admito en su totalidad, no como otros que se hacen los puritanos - llevó su mano a su pecho - me decepcionas hermanito.



_Pfff idiota.



Kardia y Milo Skorpious, los hijos de Zaphiri Skorpious y Cardinale Poissons, como hijos del rey fueron criados en la mayor de las opulencias al punto de que a veces se les privada de las cosas más cruciales en la vida de un niño.



Kardia era el mayor, con veinticinco años ya era un fuerte guerrero y estratega bélico, por más que su padre le prohibiera en reiteradas ocasiones salir a las batallas. Era alto, fornido y totalmente imponente, su alborotada cabellera azul caía sobre sus hombros y buena parte de su espalda, poseedor de unos ferreos zafiros y rasgos marcados, era una figura que derrochaba atractivo masculino.



El menor, Milo era un joven de veintiún años que mantenía un fuerte parecido con su hermano, aunque había heredado más rasgos de su madre, un físico envidiable digno de un guerrero, larga cabellera dorada y profundas turquesas que podían quitar el aliento a cualquiera, ambos habían heredado el inmenso atractivo de los Skorpious, el que lograban utilizar para dominar a todo y todos.



_¿Qué tal?



Tras un exhaustivo baño y cambio de ropa, el rubio se dejó ver con un traje azul marino a la medida, había que admitir que por más que no le agradaran los eventos formales se veía espectacular.



_¿Sabes? La escoba de la cocina tiene más estilo.



_Ohh el señorito Kardia debe darme clases de etiqueta y moda.



Por más que se trataran de ese modo ambos se querían, habían sido la familia del otro en todos esos años, su padre el rey, era un hombre sombrío al que veían tres veces al año, fueron criados en el palacio hasta que comenzaron a ser educados en esgrima y pelea cuerpo a cuerpo por su tío Eudoxia donde, para su desgracia, perdieron rápidamente su inocencia infantil al ver tanta violencia provocada por la guerra.



_No sé cómo me convenciste a venir.



_Fácil, donceles de alta alcurnia.



_Buen punto - llevó sus dedos a su mentón de modo pensativo - ¿Dijiste que nuestro padre iría?



_Supongo, no es que me importe realmente, el viejo al ser el rey esta obligado.



_¿Los tíos?



_No creo, están librando una batalla no declarada en la periferia con Ouest.



_Nosotros deberíamos estar allá.



_Quizás, este estúpido baile es una careta de falsa paz, en cualquier momento la guerra será declarada y toda esta pintoresca obra de teatro - Kardia chasqueo sus dedos - dará por finalizada.



Milo nunca creyó cuánta razón podía tener su hermano.



**

Dégel y Camus no se separaban en ningún momento, no era la primera vez que Dégel asistía a ese baile, solían limitar la edad siendo un mínimo los quince años, una edad donde se pudiera ingerir alcohol sin mayores estragos.



_No estés nervioso Camus, acá nada malo puede pasar, en los territorios blancos esta prohibido todo tipo de guerra y señal de violencia.



_No sé cómo puedes estar tan impávido - mantenía una suave expresión pese a que en su interior fuera un manojo de nervios - nunca había visto a tanta gente junta.



_Eso es porque se encuentran los representantes de los cuatro reinos, de alguna manera puede servir para presentarte en la alta sociedad - el mayor le dedicó una tranquilizadora expresión-



_No me hagas recordar eso que mi padre quiere que me comprometa con Saga Gémeaux ¡mi primo! - mascullo por lo bajo.



A lo lejos observaron al joven de larga cabellera azulada y apuestos rasgos, de manera apacible les sonrió a la distancia para irse a charlar con su gemelo Kanon y otros jóvenes pertenecientes a la nobleza.



_Creo que estás muy joven para eso.



El peliverde atisbo todo su alrededor buscando algo interesante que ver, realmente podía notar la diferencia entre todas las familias, inclusive si eran del mismo reino, en una de las mesadas se encontraba un chico que no era mayor que él, poseía una belleza perfecta, lustroso cabello celeste hasta las caderas y tristes ojos azules, a su lado un hombre de cabello azul corto y orbes azules que le charlaba animadamente, no le daba buena espina, la singular pareja era observada por unos depredadores pares de ojos, su dueño, un joven alto y elegante rozando lo frívolo, su plateado cabello y ojos púrpura no dejaban en paz la escena tal ave de rapiña.



_¿Eres tú Dégel?



Fue sacado de su ensimismamiento por una conocida voz, se volteó viendo a un hombre alto y fornido de oscuro cabello azul y potente mirada del mismo color.



_Eres tu Aspros, tanto tiempo - sonrió con toda la cordialidad y cortesía que le caracterizaban -



_Demasiado tiempo tratándose de mi prometido - el aludido tomo la delicada mano del peliverde besando su dorso - estás más hermoso que la última vez que te vi.



_¿Saben? Yo sigo aquí - Camus rodó sus ojos -



_Ohh hermanito que grande estás - su amplia mano acarició la sedosa cabellera rojiza - ¿y el inútil de Saga ya te pidió matrimonio?



_¡Eso no va a pasar!



Aspros Gémeaux era el hijo mayor del rey Cain producto de su primer matrimonio, nunca se supo la causa de muerte de su esposo Lorian, fue como si se lo hubiera tragado la tierra ya que no había dejado rastro alguno de su desaparición, no había restos. No pasó mucho tiempo para que el rey posara sus ojos en el hermoso Mystoria Verseau que a sus tiernos quince años se transformó en su segundo esposo. Camus no tenía mucho contacto con sus hermanos mayores, aunque tanto Aspros como Defteros lo adoraban y sobreprotegían.



De pronto los primos Verseau pudieron ver dos siluetas recorrer el umbral del salón, altos e imponiendo su estampa guerrera, los hermanos Skorpious hacían su acto de aparición.



Nada volvería a ser como antes.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, iré actualizando lo más pronto posible, dejen review por favor no cuesta nada :'D <3


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