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DEBILIDAD por Starfugaz

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Notas del capitulo:

Bueno es la primera vez que escribo de esta pareja, como colocar de uke a Aomine pero me llamo la atención y espero que me haya salido porque si, soy sincera la idea me vino cuando estaba esperando mi bus que me lleva a mi trabajo.

Esta historia esta dedicada para mi hermanita Samantha, espero que te guste.

Hasta  historia esta divida en dos partes, muchas gracias por tomarse su tiempo y leer esta historia

DEBILIDAD

 

Tus ojos recorren el lugar, ves cada persona,  de las actividades que hacen, como si nunca te hubiera puesto atención a esos detalles y si eres flanco.  No,  nunca te tomaste unos segundos en ver a las personas,  te creías la gran cosa,  el intocable,  el único que podía hacer las cosas,  sin la ayuda de los demás y ahora te das cuenta lo orgulloso que sonabas, del ser despreciable que pudiste ser pero como dicen por ahí, tarde o temprano te encontraras con la horna de tu zapato y él no fue la excepción, ¡ojala nunca se hubieran topado con ese tipo!  Pero aquí quería engañar, no había ningún segundo que nos se arrepintiera de haberlo conocido, por él aprendió tantas cosas, como tocar el cielo y caer en el mismo infierno. Trata de darse calor con las manos, sintiendo el frío del ambiente, se abraza mas al abrigo, tratando de enfocar su mente que olvide el lugar en que esta, y lo logra viendo nuevamente a cada persona, ver al padre jugando con sus hijos, a una madre cargando con amor a su bebé, logrando que se sintiera fatal pero no podía, ni quería estar en ese lugar, pero para su desgracia no podía dar marcha atrás, no cuando ambos hombres eran orgullosos, como de un carácter fuerte, tanto Himuro y él eran polos opuestos, pero a la vez tenían tanto en común, realmente él mundo los quiso joder cuando se conocieron.

 

Para ese momento Aomine se levanto del banco en que esta, en busca de algo que tomar para manter el poco calor que poseía, y se arrepentía de su arrebato, salió del departamento en que estaba viviendo con solo lo que llevaba puesto un abrigo, y billetera pero nunca se espero que el clima cambiara tan drásticamente, ahora se encontraba temblando de frio, como menguando su cólera, no era recomendable que se enfureciera, pero estaba cansado, realmente estaba agotado de la situación en que estaba, y por un momento quiso llorar como un bebé pero por algo debía su carácter de hombre rudo, solo con el nudo en su garganta, siguió adelante, sonrío casino y por un segundo deseo tener en su boca un cigarrillo. Todavía recuerda la sensación de tener uno en la boca, de pararse en la puerta, fumar un poco y sentir como los problemas se iban desapareciendo pero ahora, solo podía imaginar, soñar estar en su hogar viendo ahora a Tatsuya en el marco de la puerta, fumando y viéndolo de reojo como si no supiera que lo estuviera vigilando, ver a ese tipo con una sonrisa de medio lado para disfrutar de su fumada…

 

Quizás él no estaba hecho para el amor, no cuando su relación, si a eso se podía llamar una relación inicio tan  mal, cuando todo fue tan rápido que  él, en ningún momento se puso a meditar en las consecuencias de sus actos, y  no es que creyera en el amor a primera vista, pero tampoco puede culpar alcohol, si bien era joven, no era pendejo y esa fecha jamás se borraría de su mente, aun cuando habían pasado tres años de esta, era la última vez que se verían todos los miembros de la generación milagrosa, cada uno de sus amigos estaban decididos a seguir sus sueños, y él a esas alturas no estaba seguro de que seguir, soñaba con ser policía, pero también anhelaba tener una familia, un pequeño a quien cuidar, pero ese era su más oscuro secreto, ni Kise que el rubio podía ser un dolor de trasero, lo sabia pero no estaba seguro de buscar a una pareja para ese propósito, él era un omega libre, sin ataduras ni caer en la naturaleza de su sangre, jamás Aomine Daiki, decidiría a quien entregarle el culo, y no solo cegado por la calentura del momento, Era el omega que se calentaba con una revista de una hermosa mujer beta, y jamás por un hombre, él no se dejaría domar con un alfa, no cuando había demostrado que podía ser un igual con esos tipos que se creían el ultimo vaso de agua en el universo, pero precisamente esa fiesta, ese lugar debió conocer al idiota hermano del Bakagami y todo su mundo perfecto se vino abajo, porque cuando apareció Himuro Tatsuya, sintió como su omega interno salia a flote, lucho contra su instinto pero como imbécil debió caer en el sucio juego del maldito alfa. Tatsuya era un seductor por naturaleza, con sus grandes manos, esa mirada llena de intriga y misterio no fue nada difícil de meterse en las faldas de cualquier mujer, como peleas por lo mismo, porque otros alfas no estaban nada felices que sus mujeres o omegas caerán en las redes del mujeriego ese, Aomine solo rodaba los ojos porque de algo estaba seguro, él no buscaría un tipo así para tener crías, aunque también no podía mentir, que sus ojos no siguieran al tipo, y tal vez muy en fondo desearía algo con él mismo, pero con el tiempo había aprendido que tipos así no cambian, no cuando él fue testigo como su madre fue dejado por su padre, cuando este la preño. Lo mejor era olvidarlo y   disfrutar de la convivencia de sus amigos, de saber las noticias de esos raros, del compromiso oficial de Akashi con Murasakibara, él gigantón a puras pruebas se pudo ganar al suegro y este le dio su más preciada joya, de Midorima pidiendo la mano de Takao y Kagami tratando de obtener el sí de Kise, cada uno de sus amigos habían encontrado ese algo que necesitaban, y por supuesto el licor no pudo faltar.

 

Aomine bailo, se dejo llevar por el nivel de alcohol en su sangre, aunque estaba todavía consiente de sus acciones, hasta que sintió una mano en su cuerpo, cual serpiente moviéndose en su piel, y logrando que su instinto saliera a flote, y luego todo fue tan confuso, pequeños recuerdos le vienen debes en cuando de esa noche, de ser dirigido a uno de los baños del bar, de sentir el aliento caliente de un hombre, como este le devoraba la boca, lo tocaba y el cómo animal en celo respondía cada gesto hasta que en un simple baño perdió su virginidad, y supo porque Himuro tenía tanta fama, al día siguiente no fue cosa que no haya reclamando al del cabello oscuro, en ese momento debió salir corriendo pero Daiki no era conocido de esa manera, y se vio aceptando una  relación de amigos con derechos, porque Aomine se volvió adicto a sentir las caricias del otro que seguía con su mundo, coleccionando citas y el moreno ignorando todas las que podía,

 

De amigos con derecho que se miraban debes en cuando para follar, Aomine se dio cuenta de varias cosas de Tatsuya de su forma de actuar, y de cómo protegía a sus amigos, lo vio cuando Taiga necesito su ayuda para conquistar al Ryota, acción titánica pero lo lograron, si Himuro podía poder estar ocupado pero si Alex, Taiga o Atsushi los necesitaban ahí estaba él para ayudar. Daiki dejo pasar muchas cosas, porque se engañaba de que era de vez en cuando que sostenía relaciones sexuales con el otro, siempre cuidándose de no quedar en cita, pero de los de vez en cuando follar en diferentes hoteles, como moteles, Tatsuya se fue metiendo de poco en su vida, de que el otro le pegara su vicio de fumar, y era Daiki el que estaba en el marco del departamento que compartían fumando un cigarro, y no solo por su sabor, sino de esa manera podía pensar tranquilamente.

No supo en qué momento se enamoro, quizás de los tres años que tuvieron esa extraña relación que tuvo con Tatsuya, ya no solo le bastaba sentir sus caricias cuando el otro las quería dar, se vio a si mismo anhelando algo pero para su mala suerte, el otro le pasaba en la cara sus muchas conquistas, logrando que el fuerte corazón del basquetbolista se agrietaría con el paso de los meses, y no faltaba en el hogar los gritos, discusiones de parte de ambos, de reclamarse hasta por lo mas mínimo e innecesario, de ver como Tatsuya de un portazo salia del departamento para perderse días, Aomine hubiera seguido con esa rala relación con la esperanza que un día, Himuro se levantara y supiera que él era el amor de su vida, pero Daiki debía despertar de ese sueño, debía ser capaz de poner las cartas sobre la mesa, no solo porque debía saber de en que terreno estaba, porque luego de tres años de una supuesta relación con el un ojo en el cabello, lo dejo embarazado, las primeras reacciones fueron de susto pero luego, el moreno sintió un calor instalarse en su pecho.

 

Y supo que Himuro era su debilidad, de que ya no podía ser solo amigos con derecho, tal vez, solo tal vez algo más y como era costumbre iniciaron una discusión, de gritos y palabras en ambos bandos, en ese momento Daiki supo que no podía seguir de esa manera, de estar en una relación que poco a poco se estaba destruyendo y sin pesarlo dos vez, le informo a Tatsuya de su paternidad, y Daiki sintió como su corazón se destrozaba al ver la desconfianza del pelinegro en su bebé, y sin pensarlo dos vez salió de ese lugar con lo que tenia, con la idea de que quizás Himuro lo fuera a traer.

 

Pero se equivoco ahí estaba en la estación de tren esperando uno  que lo llevara a un nuevo inicio, en donde él cuidaría a su bebé, y solo pudo soltar una risa amarga que esperaba que Tatsuya viniera corriendo a detenerlo cuando el hombre desde un inicio le aclaro su relación, una relación sin ataduras y solo placer.

 

¿Qué gano él? un corazón roto e falsas ilusiones y todo eso le pasaba por confiar, por salir de su planes, ahora estaba embarazado, subiendo a un tren sin ruta trazada solo sabía que necesitaba huir de una relación fallida de algo sin futuro.

 

—Primera llamada para abordar el tren —

 

Aomine apretó su abrigo para indicar  a caminar sin darse marcha atrás

 

—Segundo llamada…—

 

Daiki solo observo la foto en donde se encontraba con Himuro y solo cerró los ojos, ¿Por qué debió llegar a su vida ese tipo? Sintió como el tren avanzaba y solo trataba de decir las miles razones porque era mejor solo irse y dejar atrás al hombre que era el padre de su hijo.

 

—Tercera llamada—

 

Himuro corre todo lo que le dan sus piernas, rogando llegar a tiempo para evitar que Aomine se fuera de su vida, todo había empezado como un juego, ver su capacidad para domar lo indomable, pero no supo en que momento el moreno se había metido debajo de su piel, cuando le confeso de su embarazo, no actuo como debia y ahora estaba a unos paso de perder al hombre de su vida, sus ojos buscaron al integrante de la generación milagrosa viendo el movimiento de la estanción, sin encontrar una pista del otro.

 

Grito el nombre del moreno pero era como si la tierra lo hubiera tragado, y deseo tirarse en el primer tren que saliera por su arrogancia, su terquedad que era solo sexo lo que tenía con el moreno lo había perdido, para siempre, debió dejar de seguir jugando ese juego, de restregarle en la cara sus conquistas, por su error lo había perdido todo

 

Aomine Daiki había sido su debilidad, su pasión, su amor y ahora por su orgullo lo había perdido todo, una familia, un hogar lleno de amor, ahora tenía las manos vacías por no decir la verdad… Se había enamorado de Daiki, de esa pantera orgullosa, de ese hombre fuerte pero a la vez sensible

 

 


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