Oh, my heart hurts so good
Gaara
Éramos felices, no sé qué pasó pero ahora todo estaba a punto de irse al diablo. Tal vez fue mi mal carácter, los celos excesivos, las prohibiciones, no lo sé pero no puedo perder a Naruto, no después de todo lo que me costó tenerlo a mi lado.
Quedé con mi mejor amigo Deidara de ir a tomar unos tragos para platicar y ponernos al tanto de la vida de los dos, necesitaba distraerme. Iba caminando con el por la avenida principal de bares hasta que encontramos uno que parecía buena opción, así que entramos.
Estuvimos un buen rato bebiendo y platicando.
—¿Como va todo con Naruto?
—Bien, tenemos problemas como todos. —le conté a Deidara. —No me gusta que sea tan alegre con las personas, da idea a malas interpretaciones.
—Pero es su forma de ser, no puedes pedirle que cambie eso, mapache —Dijo Deidara dandole un sorbo a su cerveza.
—Lo sé, lo sé —contesto pensativo.
Estuvimos así hasta que llegó la hora de retirarnos, ya era tarde cuando pedimos la cuenta y salimos del bar, cómo íbamos a beber ambos decidimos que lo mejor era no llevar automóvil así que tendríamos que volver en autobús. Caminamos unas calles para llegar a la parada cuando de repente lo ví...
—Espérame aquí —le dije a Deidara antes de echarme a correr.
—¿Qué te pasa? —me gritó Deidara preocupado.
Cuando me acerqué lo suficiente para asegurarme de que en verdad era él, me quede en shock, ¿qué demonios hace mi rubio con ese sujeto?
Naruto notó mi presencia y de inmediato se borró su sonrisa pero no dijo nada, en cambio siguió abrazando a ese estúpido. De repente el sujeto voltea y lo reconozco al instante, es Sasuke Uchiha estudiante estrella de la carrera de ingeniería industrial, siento su mirada penetrante sobre mí y se la regreso de igual manera hasta que Naruto hace que se rompa en el contacto y empiezan a caminar hacia el lado contrario de mí.
Al volver con Deidara, este está sentado sobre la banqueta examinándome.
—¿Qué fue todo eso? —preguntó entre curioso y molesto—¿A dónde fuiste?
—Nada, ya vámonos que necesito descansar.
En el camino venía callado, el único que hablaba era Deidara, la verdad es que no preste atención a nada de lo que decía así que seguramente por eso cuando se despidió de mí, ya que el vivía unas cuadras antes, lo hizo molesto y dándome un golpe en la cabeza.
Llegué a mi casa, pase de largo sin saludar a mi familia y me encerré en la recámara, ahí todo se derrumbó, Naruto es mío y siempre lo será, esto no se iba a quedar así, Sasuke tenía que aprender a no meterse con lo ajeno, yo le iba a enseñar ya fuera por las buenas o por las malas.
Ain't never felt this way
Sasuke
Todo empezó un 20 de septiembre, el día era nublado y con un poco frío, la universidad estaba repleta de alumnos, viejos y los de nuevo ingreso, como cada año evitaba a toda costa circular por los pasillos principales ya que tanta gente me molestaba. Gracias a mi carácter no eran muchas la personas que quisieran entablar una relación amistosa y/o amorosa conmigo. Eran contados los amigos que tenía.
—¿Otra vez huyendo, Sasuke-kun? —Mas que pregunta parecía afirmación, volteé a ver a la persona que me hablaba.
—Ya sabes que estos días son muy molestos para mí, Sakura.
Una de las únicas amigas que tenía en la vida, siempre me cayó bien porque nunca intentó acercarse de manera amorosa a mi, solo se acercaba para pedir ayuda con los temas que no entendía o solo por hacerme compañia, ya que según ella me veía muy solitario a veces.
—Lo sé, sabía que te iba a encontrar por aquí —me dijo Sakura cuando empezó a jalar mi brazo en dirección al salón. —Vamos, vamos, tenemos matemáticas juntos.
El día transcurrió tranquilo y sin nada interesante hasta la hora de la salida, cuando caminaba hacia mi automóvil note que había un grupo de niñas con cartelitos y mil cosas más, seguramente eran de primer año.
"Que fastidio, cada año es lo mismo" pensé.
Cuando de repente al voltear hacia la entrada de la universidad divise a lo lejos a un rubio, alto de tez morena. Fue como un flechazo, algo me impidió apartar los ojos de él, al cabo de unos minutos reaccione y tuve que hablarle a Sakura para que me ayudara con la situación de mi auto, seguramente se reíria de mí.
Cuando por fin, mi amiga auyentó a las mocosas esas pude subir a mi auto para ir hacia mi departamento. Llegando hice lo de siempre pero no podía sacarme al rubio de la cabeza.
Al día siguiente me di a la tarea de investigar todo acerca del rubio, toda la tarde no pude sacármelo de la cabeza así que tenía que saber por lo menos su nombre, discretamente fui por ahí preguntando acerca de el. Descubrí en que carrera iba, su nombre y hasta su color favorito, al parecer era una persona muy abierta, lo malo, tenía una relación con Gaara Sabaku No pero los rumores decían que la cosa no iba por buen camino. Aún así decidí que lo mejor era no acercarme y dejar las cosas como estaban.
—Ya me enteré de lo que estás haciendo y déjame decirte que no fuiste lo suficientemente discreto. —Suigetsu me pasó los brazos por encima de mis hombros.
—No molestes. —dije malhumorado.
—Bueno, yo como buen amigo que soy tuyo, te lo iba a presentar, tengo unos meses de conocerlo, es mi vecino —me contó Suigetsu con una sonrisa.
—Olvídalo, tiene novio y no pienso meterme en problemas.
Pero obviamente el destino o quién sabe quién demonios no estaba de acuerdo conmigo al ponerme con el rubio en más de 3 materias juntos y además en el mismo pupitre.
—Hola, mi nombre es Naruto, mucho gusto —me saludó sonriente.
—Humph.
—Pero que amargado eres —me dijo Naruto sacandome la lengua.
—Y tú un completo dobe —le dije con una sonrisa de lado.
Lo mejor era ignorarlo así que eso hice unas cuantas semanas hasta que note que Naruto era muy persistente y no se daba por vencido. Pasamos de simples compañeros de pupitre a mejores amigos en tiempo récord y además, como extra, me volví su paño de lágrimas.
—Sé que lo quieres pero esto se está volviendo molesto dobe, siempre llegas a mi casa enojado o triste porque al mapache le dio otro de sus ya conocidos ataques. —le dije fastidiado.
—Ya lo sé, teme pero esta vez las cosas van a ser diferentes —suspiro para después decir —Tomé una decisión.
Eso si que era nuevo, por lo general, Naruto siempre se quejaba, esperaba a que lo escuchara, le diera mi opinión y a los 20 minutos ya estaba arreglando las cosas con el mapache.
—¿En serio? —pregunté aún sorprendido.
—Si, voy a terminar con Gaara —dijo el dobe, está vez iba enserio, se notaba la determinación en su voz y en su mirada.
I'm hella obsessed with your face
Naruto
Tome una decisión que pienso llevar a cabo, así que después de abandonar la casa de Sasuke, llame a Gaara para vernos en algún lugar para poder hablar. Lo mejor era vernos en un lugar donde no hubiera tanta gente por si la cosa se ponía fea, así que lo cite en el parque municipal. Llegue antes que el y tome asiento en una banca cerca del pequeño lago que había ahí en el parque. A lo lejos vi a Gaara caminando hacia mi, levanté la mano para que me viera.
—Hola, amor, ¿qué es lo que pasa? —me preguntó Gaara mientras tomaba asiento a lado de mi.
—Hola, la verdad quiero ser breve, nosotros ya no funcionamos Gaara, siempre peleamos, tus celos se estan volviendo insoportables y sobre todo ya no te quiero de esa manera —le conteste calmado.
—No, tú no puedes dejarme, yo te amo —Dijo Gaara con la voz entrecortada. —Naru, no me dejes.
—Lo siento, pero ya no puedo seguir y perdón que sea tan duro o directo pero esto es lo mejor para los dos—me pare de la banca y antes de marcharme le di un beso en el cachete. —Te quiero, te deseo lo mejor, cuídate.
Me di la vuelta y caminé hacia mi casa, en el camino pensé las cosas y definitivamente las cosas eran mejor así, al menos yo ya no estaba a gusto en esa relación y si seguíamos juntos terminaríamos haciendo mucho daño. Los meses posteriores de terminar con Gaara, las cosas siguieron su curso normal. Al principio si me seguía buscando, pero yo lo ignoraba, le dije una y mil veces que ya no teníamos nada que arreglar, después de un rato los mensajes, llamadas, etc disminuyeron a nada, al fin se rindió conmigo y lo agradezco muchisímo, eso ya no era sano.
Terminé mi tercer año de carrera y para festejar un grupo de amigos organizó un viaje a la playa al cual obviamente fui llevando a Sasuke conmigo, fue el detonante para que los dos diéramos el siguiente paso y comenzáramos una relación. Bueno primero llegó la pasión, tuvimos relaciones sexuales y después vino todo lo demás.
—Dobe, tengo que informarte que a partir de ahora, me perteneces.
—¿Según quién? ¿Tú? —la cara que puso Sasuke hizo que reventara en carcajadas —Estoy bromeando, pero vamos, podrías habérmelo pedido de una manera más romántica.
—Te lo puedo pedir de una manera más sensual, si gustas —para cuando el teme acabo de hablar, yo ya estaba abajo de él gimiendo.
Como pueden ver nuestra relación era un tanto extraña, podíamos matarnos y al minuto siguiente ya nos estábamos besando. No sé en que momento empecé a ver al Sasuke con otros ojos, todo pasó demasiado rápido, primero me ignoraba, luego empezamos a ser amigos, nos volvimos mejores amigos y ahora novios, espero en un futuro podamos llegar a más pero por el momento agradezco al destino que lo haya puesto en mi camino porque gracias a eso ahora soy la persona más feliz del mundo.
Can´t get enough so stay with me
Gaara
Estoy destrozado, ¿por qué Naruto había decidido dejarme?, solo está confundido, el me ama, todo es culpa de Sasuke, otra vez. De repente algo paso por mi mente y decidí llevarlo a cabo. Tome mi celuar e hice una llamada.
Deidara, ¿quien habla?
Hola, amigo, soy Gaara
Oh, hola mapache, ¿qué pasa?
Necesito que me hagas un favor
Claro, dime para que soy bueno.
Al principio no accedió a ayudarme pero luego de una larga plática acepto. Esto tenía que funcionar, Naruto tiene que volver a mis brazos, así sea lo último que haga. Faltaba hacer unas cuantas llamadas más para llevar a cabo mi plan.
Nobody could take your place
Naruto
Estaba en casa de Sasuke brindando porque además de que era nuestro aniversario, mi teme había conseguido un trabajo en la empresa que el deseaba desde que había decidió cuál sería su carrera. Fue una velada muy especial, Sasuke se esmeró en la cena, la decoración del departamento, mi regalo, en todo, estaba profundamente enamorado de ese amargado guapísimo. Terminamos de cenar y nos dirigiamos hacia la recámara para descansar o tal vez tener un poco de acción nocturna cuando un ruido nos alertó. Todo lo que ocurrió después lo vi en cámara lenta, 4 sujetos irrumpieron en el departamento con máscaras de payasos y armas. Uno me agarro por detrás haciendo un movimiento extraño, intenté liberarme pero el sujeto que tenía encima era más fuerte que yo y al parecer experto en hacer llaves. Entre los otros 2 agarraron a Sasuke de los brazos y el otro tipo que quedaba empezó a golpearlo con un bate hasta casi matarlo.
—¿Porqué hacen esto? —les grité. —Ya basta, déjenlo, lo van a matar.
Los minutos pasaron lentos hasta que vi caer a Sasuke al suelo todo ensangrentado. Me sentía impotente de no poder hacer nada para evitar que lo lastimaran. El sujeto que me tenía agarrado me dirigió al sillón y me sentó mientras el que golpeaba a Sasuke se acercaba a mi, me observó un rato cuando empezó a quitarse la máscara, reconocí su cara, su cabello, su tatuaje, me quedé sin aliento...
Era Gaara.
Cuando se fueron,corrí por mi teléfono para llamar al 911. La ambulancia llegó al cabo de unos minutos, Sasuke estaba inconsciente cuando llegaron por el y cuando ingresó en el hospital, el diagnóstico fue bueno aunque tenía que quedarse internado en observación una semana, ya que tenían que verificar que no hubiera mas daño más que los golpes que recibió.
Los oficiales tomaron el testimonio de Naruto de lo ocurrido. Se abrió una carpeta de investigación y lo que descubrieron los dejo helados, el pelirrojo empezó a desarrollar una obsesión con Naruto a tal punto de entrar en la casa de este, colocar camáras para vigilarlo, seguirlo a todos lados y hasta tapizar su recámara con todas las fotos del rubio.
Kakashi Hatake, amigo y abogado de la familia Uzumaki-Namikaze se ofreció a llevar el asunto y tomo la decisión junto con el rubio de levantar una demanda y abrir el caso frente al juez, todos temian que la obsesión de Gaara llegara más lejos y pudiera hacer daño de verdad a Naruto. Para cuando fue tiempo de entregarle a Gaara el citatorio este ya había desaparecido.
I love you so bad
Sasuke salió del hospital al cabo de una semana, al parecer los daños no habían sido tan graves como se veían los moretones que empezaban a salir en la cara del azabache, los papás de ambos ya habían contratado seguridad privada para ellos. Siguieron con su vida aparentando normalidad aunque era una tortura tener a alguien siguiéndote todo el tiempo. El tiempo se fue volando hasta que llegó su fiesta de graduación.
—Quiero hacer un brindis por mi hermano y cuñado —dijo Itachi, hermano mayor de Sasuke. —Les deseo lo mejor tanto en su relación como en lo laboral.
Todos apludieron y levantaron sus copas para brindar por ellos, siguieron disfrutando la fiesta, bailando, platicando y bebiendo. A la hora de los fuegos artificiales todos los alumnos e invitados salieron al jardín para admirarlos mejor. Sasuke tomo a Naruto de la mano y lo jalo hacia el frente.
—Bueno, ya que todos estamos aquí, quiero hacer un anuncio —Dijo Sasuke. —Ya que llevamos mucho tiempo juntos y ha quedado más que claro que nuestro amor es fuerte, quiero pedirte una cosa, Naruto...—
Todos estaban átonitos cuando vieron a Sasuke arrodillarse frente a Naruto y sacar un anillo de su bolsillo.
—¿Te quieres casar conmigo?
Naruto no sabía donde meterse, estaba colorado y nervioso pero tenía que dar una respuesta antes de que el azabache tomara como algo negativo su silencio.
—Cla-a-aro que sí —dijo tartamudeando.
Todo mundo estalló en aplausos para la pareja, los familiares de ambos se acercaron para abrazarlos y felicitarlos por el gran paso que iban a dar. La boda sería algo sencilla y solo con personas cercanas ya que cuando ambos recibieran su título, tomaron la decisión de cambiar un poco de aires e irse a vivir a otro país en donde tuvieran una buena oferta laboral.
Estaban en el aeropuerto de Kyoto esperando para poder abordar su vuelo cuando un par de mujeres llegaron a asfixiarlos con abrazos y cariños.
—Mamá, no puedo respirar —Sasuke trató de alejar a Mikoto pero todo quedo en un intento fallido.
—No me importa, dejáme disfrutar a mi bebé antes de que se vaya —dijo Mikoto sollozando.
A lado de ellos, una escena similar se llevaba a cabo. Mas atrás se veía al resto de la familia reírse de la situación. Cuando por fin se libraron y despidieron de ambas familias tomaron camino hacia una nueva etapa.
—Te amo, Naruto —dijo Sasuke antes de abordar el avión.
—Te amo más, teme —contestó Naruto para después darle un beso.
Todo esto era observado por unos ojos aguamarina, su rostro era una hoja de papel blanca, sin gesto alguno, una de las azafatas le pidió su boleto para poder abordar, sin voltear a verla sé lo entregó y camino para poder subir al avión. Despues de la tormenta, viene la calma o al menos eso es lo que dicen.
¿FIN?