Mi padre tenía un buen trabajo, no éramos ricos pero lográbamos llevar un estilo de vida estable, sin embargo…él no era un hombre de una sola mujer y después de muchos años de soportarlo mamá decido dejarlo y regresar a su país de origen Japón, decidí irme con ella puesto que no podía dejarla sola en estos momentos, menos sabiendo que papá era el responsable de todo, pero mi padre no tomo mi decisión de la mejor manera y decidió ya no apoyarnos financieramente, llegamos aquí en mis últimos dos años de preparatoria al principio fue muy difícil, conocía el idioma porque mi madre me lo había enseñado desde pequeño pero acoplarme al nuevo estilo de vida fue realmente complicado, no vivíamos en una pobreza extrema pero solo nos alcanza para cubrir lo básico, no podíamos permitirnos ningún tipo de lujo, mamá siempre se preocupaba mucho por mí, ella siempre quería darme una buena educación pero no sabía cómo hacerlo, hasta que una gran oportunidad llego a nosotros, la directora de la preparatoria pensaba que era alguien con grandes capacidades y quería ayudarme a tener un futuro brillante consiguió un cupo para que lograra aplicar un examen el cual si aprobaba podría ser acreedor de una beca para la más prestigiosa escuela de Tokio, intente negarme sabía que la beca solo se encargaría de cubrir la mitad de los gastos y mi madre y yo apenas lográbamos tener una estabilidad económica, sabía que si lograba ganar la beca eso representaría más gastos, además de que en esta escuela se tenía una estricta regla de no trabajar durante los periodos de clases y el dinero que yo conseguía trabajando medio turno era fundamental para que pudiéramos sobrevivir, la directora se ofreció a ayudar a mi madre a conseguir un mejor trabajo fuera de Tokio y aunque no fuera a ganar exorbitantes cantidades de dinero, con mucho esfuerzo lograría conseguir el dinero necesario para poder cubrir los gastos escolares, así que me arriesgue, estudie durante muchos días para lograr pasar el examen y conseguir la beca, mamá tuvo que irse a trabajar fuera de Tokio y yo ingrese a la escuela, si bien era cierto que mi madre podía cubrir los gastos de la escuela habían muchos otros que apenas y se podían solventar, no quería preocupar a mi madre a sí que decidí remediarlo por mi cuenta intente buscar trabajo pero debía ser muy lejos de la escuela para que no me descubrieran, sin embargo la distancia causaba muchos problemas ya que siempre llegaba tarde a los lugares donde trabajaba lo que ocasionaba que me despidieran continuamente, estaba devastado no encontraba una solución a mi situación hasta que un día sin querer encontré esta página web que permitía ganar dinero a cambio de subir fotos y vender artículos personales, la verdad que estaba nervioso pensaba que no era correcto hacer este tipo de cosas pero estaba desesperado así que tome muchas fotos de mí, no sabía posar ni nada por estilo, tampoco quería mostrar tanta piel como los demás usuarios lo hacían, así que solo mostraba mi abdomen y hombros, a pesar de no mostrar mucho, tenía bastantes visitas y solicitaban comprarme artículos usados los cuales vendía, aunque claro no estaban usados, de hecho todos eran nuevos y solo los lavaba un par de veces para que parecieran usados, en algunas ocasiones cuando necesitaba más dinero de lo normal vendía besos en la mejilla por 40 dólares , algunas leves caricias sobre la ropa y del torso hacia arriba cabe resaltar a 10 dólares y una cita en algún lugar cine, café, restaurante 100 dólares, sé que tal vez en parte me “vendí” pero no pensaba llegar tan lejos, no pensaba hacer nada malo, sobre todo no pensaba que alguien me fuera a descubrir…
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-Haa…-Deje escapar un pequeño gemido mientras sentía una húmeda lengua recorrer mi cuello, un gran peli morado me tenía acorralado frente a mi casillero y mis esfuerzos por alejarlo parecían inútiles- Murasakibara-san… déjeme-Decía con una voz entrecortada, mientras intentaba alejarlo con todas mis fuerzas de mi cuerpo, esta situación me estaba dando mucho miedo- Por favor suélteme… si alguien nos ve nos meteremos en problemas, ¡Murasakibara-san!-Dije emitiendo un pequeño grito, lo que hiso al peli morado reaccionar por un instante y dejar de lamer mi cuello, mientras me miraba a los ojos y me acorralaba más con su cuerpo-
-No quiero…-Hablaba arrastrando su voz- Murochin sabe dulce… no quiero dejarlo de probar… -Tomo mi barbilla e hiso que elevara mi cabeza para mirarlo- quiero comprar a Murochin… quiero comprar todos sus servicios…-de repente sentí como se acercaba a mis labios lo que me provoco mucho pánico, note como el cuerpo del gigante se relajaba por unos segundos y aproveche para alejarlo de mí, propiciándole un puñetazo en el labio provocando que de este saliera un poco de sangre-
-No sé a qué te refieres…-Decía con la respiración entre cortada mientras sobaba mi mano- ¿De qué servicios hablas?- En ese momento yo no tenía idea que había descubierto la página web y ni siquiera lo imaginaba - Bueno no importa, solo aléjese por favor –El peli morado se encontraba quieto sin decir ninguna palabra parecía no reaccionar por completo a la situación actual después de unas segundos se percató que algo escurría de su boca, llevo a su mano hacia ella y noto que le brotaba sangre de repente su mirada se oscureció parecía una persona completamente diferente, había dejado atrás esa actitud infantil que lo caracterizaba, sentí como me tomaba fuertemente de la muñeca provocándome dolor mientras me jalaba en dirección a los baños, intente liberarme pero su agarre era tan fuerte que no podía hacer nada, también intente pedir ayuda pero no había nadie, el partido había sido después de clases así que todos ya se habían ido a sus casas y los pocos que quedaban estaban en el gimnasio, le rogaba al peli morado que me soltara mientras mi voz se entrecortaba y sentía como cada vez su agarre se hacía más fuerte, llegamos finalmente a los baños y este prácticamente me arrojo al interior después se metió el y cerró la puerta con seguro, se acercó hacia mí con gran velocidad me tomo de la cintura y me subió al lavabo para después comenzar a besar mi cuello y colar sus manos debajo de la camisa de mi uniforme.
-No… ¿Qué está haciendo Murasakibara- san? ¡Suélteme!-En este punto ya estaba completamente alterado y mi tono de voz comenzaba a subir en busca de ayuda, sin embargo mi captor parecía no importarle-¡Por favor suélteme!-le grite en mi último intento desesperado de que se alejara de mi mientras de mis ojos brotaban pequeñas lagrimas-
-Si Murochin sigue gritando nos van a descubrir… -Sentí como el peli morado se detenía y se alejaba unos centímetros aunque no me permitía bajar del lavabo, también note como su personalidad volvía a la normalidad- ¿Por qué Murochin se porta así? ¿Es porque no le he pagado?
-¿Pagado? –Pregunte mientras limpiaba las lágrimas de mi ojos, estaba totalmente confundido-
-Si…-Busco en su pantalones y saco una gran cantidad de billetes todos completamente arrugados y algunos pegajosos ya que tenían rastros de dulces- Esto es todo lo que traigo…pero mañana puedo darte más…-Se acercó nuevamente a mí y me miro- Quiero seguir probando a Murochin…-Sus manos volvieron a posarse en mi cintura causando que me estremeciera-
-Espere… espere…-Le suplique con la voz entrecortada antes de que intentara algo- No sé a qué se refiere… con eso de pagarme… estoy realmente confundido y creo que tal vez se equivocó de persona-
-No me equivoque…-Saco su celular de su pantalón, busco algunas cosas y luego me mostro la pantalla- Este eres tu… ¿verdad?...
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Al ver su foto en la pantalla el pelinegro se puso pálido, no sabía que hacer como actuar o que decir, solo se quedó en silencio mientras se recuperaba del shcok que sufría en ese momento-
-Murochin es muy lindo…-Decía el más grande mientras acariciaba la mejilla del menor provocando que este reaccionara- Y huele y sabe muy rico… quiero más…-Se inclinó para besarle pero el pelinegro se giró esquivando tal acto-
-Es…espere Murasakibara-san…debo aclarar el mal entendido-El peli morado se alejó un poco para ponerle atención pero sin dejarlo libre- Es verdad que yo soy el de la foto y estoy consciente del tipo de contenido y servicios que se ofrece en esa página pero yo soy diferente… yo no alquilo mi cuerpo-Sus mejillas se sonrojaron al decir estas palabras, nunca se imaginó que se presentara este tipo de situación, si bien es cierto que ya había tenido encuentros con personas todas eran completos desconocidos y por tal motivo no se sentía incómodo además sus clientes solo pedían carisias sobre la ropa y besos en la mejilla nunca algo como lo que el peli morado quería-
-Mmm…-El mayor hizo un pequeño puchero, tomo nuevamente su teléfono y comenzó a buscar en la página- pero aquí dice que ofreces servicios de caricias y besos-Le mostro nuevamente el celular-
-Si pero es solo una forma de llamar la atención de los clientes, cuando llaman a mi numero para solicitar el servicio les aclaro que las caricias son en la zona del torso y sobre la ropa y los besos solo son en la mejilla-Decía el pelinegro avergonzado y un poco más calmado ya que el peli morado parecía comprender-
-Entonces… ¿Murochin no ofrece nada más? -Dijo con su característico tono de voz a lo que el menor solo negó, después de esto el más grande se alejó del pelinegro mientras se quedaba pensativo mirando el suelo, a su vez el pelinegro se relajó puesto que pensó que el peli morado había comprendido-
-¡Tatsuya!... –Gritaba un preocupado pelirrojo puesto que su amigo azabache ya había tardado mucho en regresar- ¡Tatsuya! …¿Dónde estás? –El corazón del azabache se sobresaltó un poco pero también se sintió aliviado ya que por un lado se sentía más seguro sabiendo que el pelirrojo se encontraba cerca, al ya no ser presa del gigante se bajó del lavabo y rápidamente camino a la salida pero antes de llegar a la puerta fue detenido del brazo-
-No he dicho que Murochin se pueda ir… -El azabache lo miro con pánico una vez más, estaba seguro que el peli morado había comprendido la situación pero al parecer no era así, los gritos del pelirrojo cada vez se hacían más lejanos y eso lo hacía sentirse ansioso, no quería quedarse nuevamente solo, pero no sabía si debía gritar para llamarle ya que no quería que él se enterara del porque el peli morado lo acosaba en estos momentos.
-Por favor suélteme, ya le explique que yo no hago lo que usted me solicita- Decía un poco afligido y casi en un susurro el azabache evitando así que su voz fuera descubierta por el pelirrojo-
-No importa si son solo caricias y besos quiero comprarlos todos -Lo que pronuncio descoloco al azabache no sabía cómo reaccionar a esa petición-
-¡Tatsuya!... -Su cuerpo se crispo al escuchar nuevamente cerca la voz de su amigo al parecer había regresado, sus nervios estaban a flor de piel y no sabía exactamente que hacer-
-Es…está bien lo hare- Dijo casi en suplica por recuperar su libertad mientras se sonrojaba y un feliz Murasakibara lo abrazaba- Pero no aquí… -Decía mientras se alejaba, el mayor asintió y acaricio su mejilla levemente-
-Lo que Murochin desee…
-Pero como lo dije antes solo serán besos y caricias leves… no ofreceré nada mas-Informaba mientras sus mejillas se ruborizaban-
-Mmm…como Murochin ha sido un niño bueno me portare bien…-Dijo arrastrando su voz dejando confundido al azabache con esas palabras pero por el momento tenía problemas más grandes de que preocuparse- espero a Murochin por la tarde en mi casa -El gigante volvió a buscar en sus bolsillos y tomo su billetera de donde saco una tarjeta con su dirección, el menor tomo la tarjeta un poco nervioso y asintió con algo de miedo después de esto salió prácticamente corriendo del baño en busca del pelirrojo que no se encontraba muy lejos de ahí-
-¡Taiga!...-Grito para llamar la atención del pelirrojo-
-Tatsuya ¿Dónde estabas? Te estuve buscando como loco, estaba muy preocupado-Le recriminada un poco molesto mientras se acercaba al menor para asegurarse de que estuviera bien-
-Lo lamento fui a lavarme la cara y la puerta se atascó no quise gritarte porque me sentí muy avergonzado- Mintió mientras mustiaba una pequeña sonrisa implorando porque el pelirrojo le creyera-
-Eso es serio mañana hablare con el consejo estudiantil para revise las puertas-
-No creo que sea necesario –Intervino el azabache un poco alterado- tal vez yo no abrí correctamente la puerta-
-De acuerdo, pero no vuelvas a hacerme esto -Despeino su cabello- la próxima vez que te encuentres en problemas no dudes en pedir mi ayuda, no importa si es un problema insignificante o que te de mucha vergüenza, yo siempre estaré aquí para apoyarte e intentar solucionarlo, ¿entendido? –Dijo mientras tomaba entre sus manos las mejillas del azabache y miraba sus ojos, haciendo que el mejor se sonrojara y asintiera- oh!!.. Tatsuya eres tan lindo pareces una chica-Dijo esto mientras lo abrazaba emocionado-
-Taiga suéltame…-Decía el azabache mientras intentaba zafarse de su agarre, completamente sonrojado por haberlo comparado con una chica-
-¿Por qué? Aquí no hay maestros que nos regañen ni personas que se molesten -Decía mientras lo seguía abrazando y caminaban hacia la salida, sin embargo las palabras del pelirrojo no eran del todo ciertas ya que asomándose levemente por la puerta del baño se encontraba un peli morado contemplando la escena que ellos dos realizaban y a cada roce que el mayor tenía con el azabache hacia que algo dentro de él comenzara arder de manera descomunal provocando su enojo, si era verdad y Tatsuya no ofrecía más que besos en la mejilla y caricias en el torso eso quería decir que estaba con el pelirrojo por voluntad propia y eso no le parecía correcto al grandulón, claro que no, él no estaba dispuesto a compartir su nuevo dulce por ningún motivo-
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-Llego a su habitación extremadamente cansado y sin más se arrojó a la cama, su día había sido muy agitado, en su mente aún se repetían las escenas que había vivido esa tarde y su cuerpo sentía escalofríos al recordar a ese gran peli morado acosándolo, tomo la tarjeta con la dirección de este entre sus manos y después de unos minutos la arrugo y arrojo a una esquina del cuarto- Ni loco iría a ese lugar… -Dijo para sí mientras fruncía levemente el entre cejo y se volvía a acurrucar en su cama, ese grandulón le daba mucho miedo pero no por eso haría lo que él quisiera, además de que no podía delatarlo ya que si intenta divulgar lo de la página web él también se vería afectado por intentar conseguir los servicios de un hombre, viera por donde lo viera al peli morado no le convenía divulgar su secreto así que no tenía por qué preocuparse o al menos eso suponía el-
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El reloj marcaba las 12 de la noche, era más que obvio que ese chico no llegaría apretó sus puños con fuerza mientras miraba a la ventana después de unos momento se dirigió a su cama en busca de compostura y tranquilidad, debía calmarse no quería hacer una tontería solo por impulso.
Continuara…