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Visitante de otro mundo por shiki1221

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Notas del fanfic:

sigo con los one shots :)

En el universo infinito no se puede afirmar o negar a ciencia cierta de la existencia o no de otras formas de vida inteligente. Los seres humanos más controvertidos afirman que efectivamente los “hombrecitos verdes”, como suelen llamarse, se encuentran en alguna galaxia lejana e inalcanzable para la tecnología humana, la cual es precaria comparada a sus extraordinarios avances y conocimientos. Los más escépticos en el tema aseguran que esos sólo son cuentos de ciencia ficción creados para mantener entretenidos a los idiotas.

Justamente idiotas como el rubio acompañante de Sasuke, quien lo había convencido de quedarse en el patio de su casa, usando un telescopio de largo alcance en un intento por captar algún ovni. Uchiha sólo suspiraba de aburrimiento al ver al otro tan empeñado en demostrarle que tenía razón y que si había seres del espacio que visitaban la Tierra.

—¿Ves, Teme? —preguntó el de ojos azules cerca del telescopio.

—No veo nada, Usuratonkachi. —fue la corta respuesta que dio mientras se acomodaba mejor la manta que tenía para evitar el frío de la noche.

Aunque fuera primavera las noches no dejaban de ser demasiado frescas para su gusto, él estaría durmiendo cómodamente en su cama de no ser porque su idiota amigo le había insistido, pedido, amenazado, rogado e intentado sobornar para que accediera. Él no creía en esas cosas y mucho menos cuando las evidencias de Naruto se limitaban a simples textos y anuncios en revistas para aficionados como Uzumaki.

—Mira, mira. —insistió acercándose a Sasuke para jalarlo de su agradable lugar para ver por el telescopio.

—Sigo sin ver nada. —musitó con molestia al notar que se dejó mover de su sitio sin ninguna causa importante.

—Si prestaras atención notarias que esas luces se están moviendo de forma rara ttebayo. —regañó el de las marquitas con un puchero.

—Ya deberías dejar tus ridículas fantasías de que hay vida en otros planetas. —afirmó el azabache caminando de nuevo a su silla.

—¡Yo estoy seguro de que no estamos solos! —gritó seguro de lo que decía.

El moreno sólo suspiró de cansancio. Siempre era la misma historia con aquel chico. El cómo llegó a ser su mejor amigo era un enigma mayor que el de los alienígenas. Desde que se conocieron que Uzumaki siempre fue así, no estaba seguro de donde había nacido aquella obsesión por la vida extraterrestre. Sólo sabía que el rubio pregonaba a viva voz que ellos eran reales y que algún día vendrían a la Tierra. Ese tipo de comentarios o manera de pensar estaban bien para algún niño ingenuo que aun creyera que Santa Claus era real, pero para ellos, jóvenes adultos que pronto ingresarían a la universidad quedaba ridículo.

Sin embargo, por mucho que considerada aquello una completa perdida de su valioso tiempo, Sasuke no podía negarse. Ellos irían por caminos diferentes y quien sabría si volverían a verse. En cierto modo, lo reconfortaba que Uzumaki fuera tan infantil, ya que de esa manera sus alocadas ideas les permitían aprovechar el tiempo antes de ser completamente consumidos por sus respectivas elecciones de carreras universitarias. Naruto seguramente, casi podía jurar que sabía lo que haría, se anotaría en astronomía o astronauta. Muy seguramente la segunda opción, ya que Uzumaki era temerario y exponerse a la muerte no era algo que no fuera a hacer. Mientras que él prefería algo más lucrativo para poder vivir sin problemas.

—En cuanto aparezcan los extraterrestres buscando vida inteligente yo… —comenzó a explicar lo que haría.

—Serías descartado por cabeza hueca. —completó Sasuke con una media sonrisa burlona.

—No, bastardo. —se quejó con molestia— Ellos serán mis amigos ttebayo.

—Sé que eres conocido por hacerte amigo hasta de las chinches, pero eso no quiere decir que te vaya a ir bien con seres de inteligencia superior. —comentó con desinterés.

—Ya verás que lograré demostrarles que los humanos buscamos una convivencia pacífica con ellos. —aseguró elevando los brazos muy animado.

—¿Y usarás todas aquellas películas en las que los humanos pelean contra alienígenas para matarlos? —preguntó con sarcasmo.  

—Bueno yo… —dijo titubeante— Aun nos queda ET. —respondió rascándose la nuca. Él no se había planteado la posibilidad de que vieran eso al llegar.

—Contra “día de la independencia” “alien” “Marte ataca” y tantas otras que se me dificulta contarlas. —enumeró Sasuke mostrándole los dedos.

—Yo explicaré que eso es sólo un malentendido y que algunos los imaginan así porque no saben los geniales que son. —explicó su plan “maestro” para conseguir la paz intergaláctica.

—Dobe, tú… —comenzó a hablar el moreno, pero se quedó callado al ver algo que no esperaba.

En el negro cielo nocturno sobre sus cabezas un haz de luz cruzaba velozmente en dirección desconocida. Naruto abrió la boca con sorpresa al notar aquel suceso. Abrió los ojos completamente sorprendido, de ser lo que estaba imaginándose, su mayor sueño se haría realidad ese mismo día. Vieron como aquella bola de luz se perdía en el horizonte, desde su lugar no tenían idea en donde había caído aquella cosa. Sin embargo, conocían la dirección a la que iba.

—Debemos llamar a emergencias y que se hagan cargo de… —dijo Sasuke sacando su celular para marcar a los bomberos o policías para que investigaran.

—Olvida eso. —Interrumpió Naruto sosteniendo la muñeca del moreno mientras le arrebataba el celular— Nosotros lo vimos primero, así que seremos nosotros los primeros en ver que es esa cosa.

—Naruto es una locura. —reclamó mientras iban avanzando.

—Si tienes miedo puedes quedarte aquí, gatito miedoso. —aseguró soltándolo para empezar a correr hacia donde, según él, lo esperaban los aliens.

—¡Espera! —gritó Sasuke corriendo detrás del rubio.

¡Eso era el colmo! ¿Quién con un par de neuronas se acercaría a un lugar potencialmente dañino? Esa cosa, fuera lo que fuera, había caído desde el cielo (aún no estaba seguro si venía del espacio) no sabían absolutamente nada de esa cosa. ¿Y si era tóxica? Al parecer ese tipo de cuestiones eran las que el de ojos azules pasó totalmente por alto cuando se lanzó en búsqueda de lo desconocido. Mejor seguirlo y llamar una ambulancia si el idiota se metía en problemas.

Naruto se sentía entusiasmado como nunca en su corta vida; por fin podría ver auténticos seres del espacio como siempre soñó y como bono extra podría restregarle en la cara a su mejor amigo que tenía razón, y no él como siempre presumía el “perfecto Uchiha”. Corrió sintiendo los pasos de su amigo yendo detrás de él. Había algunas ramas rotas en los árboles frente a los que ellos pasaban mientras corrían. Cada vez se alejaban más y más de la zona donde estaban todas las casas de sus vecinos y el camino se tornaba más solitario. Esa parte no tenía personas viviendo, ya que era una parte baldía donde sólo había altos pastizales, los cuales al ser cruzados llevaban a un pequeño lago donde todos solían ir a divertirse en verano.

—Ya estamos cerca ttebayo. —anunció el rubio mientras respiraba agitado por la carrera.

—Sigo diciendo que esto es demasiado arriesgado, tonto imprudente. —regañó Uchiha al alcanzarlo.

—Increíble. —exclamó Naruto acercándose al cráter que se había formado en la tierra por el impacto, de lo que parecía ser un meteorito.

—Aléjate de allí, Dobe. —ordenó el moreno acercándose a su amigo intentado detener su locura.

—Sólo es una piedra ttebayo. —expresó con decepción el rubio luego de haber saltado dentro del hoyo— Y yo que creía que los aliens al fin habían decidido venir a nuestro planeta.

—Tarado, esa piedra es mucho mejor. —regañó Sasuke— Es un meteorito que podemos presentar como sus descubridores. Sólo no la toques porque debe estar a altas temperaturas o ser algo nocivo.

El de las marquitas puso una cara de fastidio y aburrimiento ante lo que dijo su amigo. ¿Él prefería una piedra a un ser inteligente? ¡Que locura! Era mil veces mejor tener un alien para hablar que una estúpida roca, como le decía en su mente. Volteo a mirar aquella cosa que brillaba de forma intermitente y le pareció ver una especie de gelatina verdosa escurriendo de la grieta del asteroide.

—¡Algo está saliendo! —gritó Naruto poniendo en alerta a su amigo.

—¿Ves? Te dije que te mantuvieras lejos. Ven acá rápido. —ordenó el moreno haciéndole un gesto para que saliera de aquel cráter.

—¡Se-se está moviendo! —gritó impactado el de ojos azules— Sasuke, la gelatina parece tener vida propia.

El rubio no dejaba de observar como aquella cosa sin forma parecía ir directamente hacia él. Quiso evitar que lo tocara, pero la masa viscosa se separó rodeándolo, cerrando así cualquier posibilidad de escape.

—¡Naruto! —gritó preocupado Sasuke cuando aquella sustancia amorfa repentinamente saltó hacia la cara de Uzumaki.

Aquella cosa estaba pegada a su cara y especialmente a su boca. El blondo sentía que se estaba asfixiando y eso lo estaba poniendo de los nervios. Con desespero usó sus manos en un intentó por alejar aquella cosa de su rostro, pero era inútil, nada parecía funcionar. Repentinamente la masa verde se alejó de su cara y volvió a amontonarse a cierta distancia de él.

—¿Estás bien? —preguntó Sasuke saltando dentro del cráter para verificar como estaba su amigo.

—Yo estoy… —comenzó a hablar Naruto, pero fue interrumpido por una voz que no era la de Uchiha.

—Ttebayo, ttebayo, ttebayo. —aquella masa verde estaba ¿Hablando?

—¿Está repitiendo mi muletilla? —preguntó asombrado el de ojos claros.

—Parece un pokemón. —dijo Sasuke mirando aquella masa de mala manera.

—Bastardo. —gruñó Naruto mirándolo de mala manera.

—Siempre me pareciste uno. —se encogió de hombros el de ojos negros— Todo el tiempo repitiendo la misma palabra.

—Como si tú no hicieras lo mismo cuando estás a cada momento diciéndome Dobe o Usuratonkachi ttebayo. —protestó.

—Eso es porque… —la frase quedó inconclusa cuando la masa verde saltó al rostro de Sasuke.

—¡Ay no! —gritó el de ojos claros tratando de quitarle aquella cosa de la cara.

Aquella cosa repentinamente comenzó a tomar forma, una muy similar a la de un humano, mientras los segundos pasaban lo que antes fue una gelatina verde ahora era un chico de su edad de cabellos negros al igual que sus ojos y una piel pálida. En resumen, era como si Sasuke se hubiera clonado. Y aquel clon tenía sus labios pegados a los de Uchiha quien no desaprovechó para golpearlo ahora que tenía forma.

—¿Te sientes diferente? ¿Estás bien? —preguntó Naruto a su amigo colocándose a su lado por si esa cosa intentaba atacar de nuevo.

—Creo que sí. —respondió Sasuke mientras tosía un poco e intentaba recuperar el aliento mientras veían a aquel chico delante de ellos… completamente desnudo.

—Hola. —saludó el pálido chico.

—¡¡No puede ser!! ¡Es exactamente igual a ti desnudo, Teme! —gritó asombrado por aquella copia.

—No es verdad. —negó el de cabellos ébanos al mirar esa cosa— Sólo es una copia barata.

—Pero si hasta tiene un lugar cerca de su entrepierna justo como tú. —señaló el rubio.

—¿Dónde estás mirando pervertido? —cuestionó Sasuke con una ceja alzada mirando de reojo al blondo sin dejar de vigilar aquel ser extraño— ¿Y cómo sabes de mi lunar?

—Yo… esto… ¡No importa! —declaró con un sonrojo en la cara al no saber que responderle a Uchiha— Mi sueño se hizo realidad mira, mira. Te dije que existían los aliens.

—No te confíes, Naruto. —advirtió Sasuke— Podría ser un ser hostil.

—No lo creo. —dijo el rubio mirando a aquel chico sonreír sin hacer ningún movimiento.

—¿Cómo sabes que no estás embarazado ahora mismo? —interrogó el de ojos oscuros mirando a su amigo.

—¿Embarazado? —preguntó sin entender que quería decir.

—Alien. —fue la simple respuesta— ¿Qué no recuerdas cómo dejaban un pequeño alien dentro del cuerpo de sus víctimas?

—¡Oh diablos! —exclamó con la cara perdiendo su color— ¡Podría estar embarazado! ¡Y tú también!

—Mierda. —maldijo con molestia al caer en cuenta que él también tuvo esa cosa pegada a su cara.

—Son muy graciosos. —dijo el aparecido— Descuiden, no dejé huevecillos en sus cuerpos.

—¿Puedes hablar? —preguntó el blondo con los ojos brillando de emoción— Esto es mejor que ET.

—Ya que puedes hablar. Contesta ¿Qué quieres aquí? ¿Qué buscas? —interrogó con seriedad Uchiha.

—Teme, no lo trates así. Darás una mala impresión de la humanidad. —regañó el de ojos claros.

—Vengo en son de paz. —afirmó el ser extraño.

—Siempre dicen eso. —bufó Sasuke rodando los ojos.

—No creo que sea tan malo. —susurró Naruto a su amigo tratando de tranquilizarlo— Mi nombre es… —iba a presentarse cuando lo interrumpió.

—Naruto. Lo sé. —afirmó aquel ser.

—¿Cómo? —demandó saber Uchiha.

—Mi especie por lo general se mantiene en una forma que es poco afectada por los cambios de gravedad. Por eso era una masa verde cuando llegué en este meteorito. —señaló aquel pedazo de roca roto por la mitad— Al adherirme a otras especies soy capaz de indagar en sus memorias, tomar una apariencia acorde al planeta en el que me encuentro y aprender su idioma.

—Por eso decía ttebayo. —susurró entendiendo— ¿Y por qué tienes apariencia tan parecida a Sasuke si primero saltaste sobre mí?

—Porque no quería tener cara de idiota y pene pequeño. —respondió con simpleza— Según tu cultura no son muy buenos atributos por eso escogí un mejor espécimen.

—Eres tan bastardo como Sasuke ttebayo. —protestó con suma molestia por ser considerado un mal espécimen.

Con aquellas palabras Sasuke no pudo reprimir una sonrisa burlona por el sonrojo en el rostro de Naruto. A su parecer no debían fiarse de aquel “sujeto” pero no por ello podía controlar la diversión que le causaba el gesto de su amigo. Por un momento se olvidó de que con quien hablaban era un alienígena y aprovechó para burlarse un poco del Dobe, con eso le pagaría la noche en vela que le forzó a tener.

—Hasta los seres de otros mundos saben que soy mejor que tú, Dobe. —afirmó con una sonrisa de superioridad.

—Y eso que no creías en ellos ttebayo. —susurró en forma de reproche.

—Ustedes son muy interesantes y por eso en este momento los selecciono como mis sujetos de prueba.

Ambos jóvenes intercambiaron miradas con escepticismo. Ni siquiera Naruto quien soñaba con conocer seres de otros mundos desde su más temprana edad dejaría que juraran con él como si fuese una rata de laboratorio. Mucho menos Sasuke permitiría tal atropello a su orgullo. ¿Qué se creía ese sujeto? Era muy arrogante que una simple copia barata de él pretendiera hacer cuanto quisiera con ellos. Sin embargo, ellos no contaban con las habilidades del misterioso sujeto, quien de un momento a otro desapareció de la vista de ambos. Miraron a sus alrededores buscando donde se había metido, sin ningún éxito, todo lo que notaron fue que repentinamente todo se ponía oscuro.

Cuando despertaron, estaban encima de una cama metálica con una luz cegadora alumbrando directamente sus rostros. El primero en despertar fue Sasuke por lo que llamó al rubio para que abriera sus ojos. Al principio parecía que estaba profundamente dormido porque lo ignoraba completamente. El azabache suspiró de fastidio. Ellos estaban en una situación peligrosa en la que no sabían que es lo que pretendían hacerles y Naruto durmiendo como si no pasara nada.

—Hey, Dobe. —volvió a llamar esperando que le respondiera— Hay ramen para comer, pero Chouji se está comiendo tu parte. Te quedarás sin nada.

—¡Aléjate de mi comida y ve a comer tus patatas fritas ttebayo! —gritó abriendo los ojos.

El de ojos claros tardó un par de segundos en darse cuenta de su situación. Estaban en una cama metálica y atados. Según su experiencia en películas de aliens lo habían abducido y ahora procedían una serie de experimentos dolorosos. De sólo pensar en eso se le erizaba la piel. Más aun al pensar en que por su culpa también lastimarían a Sasuke. Se regañaba a si mismo por no hacerle caso y dejar sus fantasías infantiles.

—Sasuke no sé como, pero te prometo que te sacaré de aquí y que vamos a estar bien. —aseguró mirándolo fijamente.

—Lo sé, tú siempre cumples tus promesas. —dijo calmadamente Sasuke mientras lo miraba intensamente perdiéndose en el azul de aquellos ingenuos ojos.

Aunque sonara descabellado prefería estar a su lado en una situación que posiblemente los condenaría a tener que dejarlo solo. Aquel soñador siempre fue un tonto ingenuo que no se dejaba llevar por lo que la mayoría dijera o pensara. Mientras él sintiera que era real y que valía la pena, lucharía por alcanzarlo y sorprendentemente siempre solía acertar, prueba de ello era su actual situación. Le sorprendía como el instinto de Naruto podía ser tan acertado, confirmó prácticamente por azar lo que muchos científicos habían estado intentando probar desde hacía décadas.

—Veo que ya están despiertos. —anunció una voz ingresando al lugar donde ellos estaban— Que bueno.

—¡Suéltanos maldito! —gritó con furia Naruto removiéndose bruscamente tratando de librarse de los amarres que lo limitaban. 

—La pagarás muy caro por hacer esto. —amenazó Sasuke desde su lugar.

—Tranquilos, no es nada doloroso lo que voy a hacerles. —dijo acercándose para sentarse entre las mesas donde ambos estaban restringidos.

—Entonces habla de una vez. —exigió Naruto— ¿Qué es lo que deseas de nosotros?

—Verán, en mi planeta todos somos seres por completo racionales que no experimentamos esas cosas llamadas “sentimientos”. —explicó tranquilamente— Eso es algo que desafía la lógica por completo por lo que nosotros lo llamamos enfermedad, pero nos intrigó mucho cuando en este planeta todos tienen aquella cosa. Por tal motivo hemos decidido estudiarlos en su habitar natural.

—Si sólo era eso, ¿se puede saber por qué demonios nos dejaste inconscientes y nos ataste? —preguntó Sasuke mirándolo con odio.

—Era para revisarlos sin tener dificultades. Asumí que no dejarían que les revisara sus partes más íntimas estando conscientes por lo que la solución fue noquearlos y asegurarme que estuvieran sanos para el experimento.

—¿Nos revisaste? —preguntó Naruto con un sonrojo apenado de que lo tocaran demás.

El propio Sasuke sentía deseos asesinos contra aquel sujeto. ¿Cuánto los tocó? ¿Qué partes les revisó? Si llego a propasarse con el Dobe lo acabaría sin importar si luego tenían que vivir una realidad similar a la de la película “día de independencia”. Los deseos del rubio acerca de hacerse amigo de alguien fuera del mundo cayeron en picada al saber que le metió mano a Uchiha. Eso si que no lo iba a perdonar. Nadie tocaba a Sasuke mientras él pudiera evitarlo.

—En su dialecto mi nombre sería Sai. —dijo sonriendo— Mucho gusto, espero nos llevemos bien durante este experimento.

“Ni loco” pensaron ellos desde su lugar. Ese sujeto aprendería por las malas a no meterles mano. Además, ¿para qué revisaba sus cuerpos? ¿Los someterían a duras pruebas de resistencia imposibles de soportar? No aguantando más las dudas decidieron preguntar y la respuesta fue más impactante que la propia aparición de Sai.

—Quiero que me muestren los límites del sentimiento que llaman amistad y amor. Cuando estuve en contacto con ustedes esas cosas no estaban claras, no concordaban con los datos que recolecté de su mundo.

—Eso no es de tu incumbencia. —negó Sasuke— Búscate a alguien más que se dejé usar de conejillo de indias.

—Teme. —llamó Naruto en un tono serio— Si sólo es observarnos no será tan malo.

—No es sólo eso. —intervino Sai— También quiero ver sus rituales de cortejo y apareamiento. Ya comprobé que ambos están en buen estado para procrear.

La cara desencajada de ambos no tenía precio. ¿Ese sujeto pretendía emparejarlos como a perros de cría? Ahora sí que lo matarían. En cuanto ese sujeto bajara la guardia podía darse por muerto.

—Por cierto, —llamó la atención el alien— Si intentan algo raro destruiré la Tierra así que tengan cuidado con lo que hacen.

Un experimento de seres que no conocían y que no deseaban realizar. ¿Cómo se librarían de Sai? ¿Por qué dijo que sus sentimientos estaban confusos? ¿Acaso vio más allá de lo que ellos querían mostrar? ¿Quién sería el pasivo si llegaban a “aparearse” como dijo?

Estaban metidos en un problema de otro mundo y quien sabe cómo lo solucionarían.

Notas finales:

De nuevo, posible extra con cosas más completas :D


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