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ASCENSOR por Huitzil

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Notas del fanfic:

Notas Iniciales: está claro que los personajes aquí expuestos no son de mi autoría por lo tanto no lucro escribiendo sobre ellos

Notas del capitulo:

N.I: Hola a todos, de nuevo mami/papi dios de la guerra Huitzil aquí experimentando con nuevos personajes; Hoy en especial quiero unir a dos personas que todo el mundo une pero que de alguna manera desune, enfermos degenerados >:v malvadas sin corazón, no los dejan ser felices (no me hagan mucho caso es que casi no hay material de ellos :,,v)  Dedicado a una gran amiga y  padre de mi pequeña hija beba, Azul.

 

Resulta que aunque no era el mejor momento lo fue.

 

Entro junto al moreno al ascensor, no dijeron nada y vio cómo su compañero era quien apretaba el botón para subir a la cuarta planta, soltó un largo suspiro y se quedó callado algo incómodo. Era algo… por así decirlo raro o cuando menos para el pobre e inexperto de Reid así era. Hace muchísimo tiempo se había dado cuenta de que sentía algo por su compañero de trabajo Morgan, y como siempre era un ser extremista el no sentía cualquier cosa por el moreno, era algo grande, más fuerte que una simple amistad, no quería llamarle amor pero estaba seguro que de ser una enfermedad el tenia todos los síntomas que tienen los enamorados y si era así, lo tenía que negar, negaba ante todos y así mismo ese sentimiento que a muchos alegraría por varios factores pero a él no, él no quería saber nada del amor por varios factores: Miedo, desconfianza, tristeza, soledad, miedo (si de nuevo miedo porque le aterraba enamorarse ¿algún problema?) pero seguramente el factor más importante y posiblemente el más obvio tenia nombre, apellido, pelo rubio, unos anteojos y le gustaba usar colores brillantes muy llamativos ¡Exacto!  Era evidente que el carismático, amigable, sociable, popular y demás sinónimos positivos de Derek Morgan tenía cierta química con García, ¡Por dios el moreno era completamente heterosexual! Morgan era como ese popular chico con sonrisa perfecta de la preparatoria al que todos admiran y respetan; mientras que Spencer era ese nerd raro que no sale de la biblioteca, que nadie quiere, entonces… analizando las probabilidades, el chico guapo nunca se enamoraba de la chica rara ni mucho menos si era hombre, el enclenque fenómeno enfermo y con descendencia esquizofrénica, ni Disney podía realizar o juntar a dos personas tan diferentes para compartir una historia de amor ¡Cielos no! Ni pensarlo, el solo imaginar el rechazo o la mirada rara que le fuese a dedicar su compañero le resultaba un golpe letal en su ego. No, no, no, no, mejor negarse ese sentimiento y actuar como si nada, como si lo que sintiera no le atormentara cuando lo tenía cerca justo como en este momento en el ascensor. Comenzó a mover los dedos impaciente, quería ya salir de este estrecho lugar y de la nada de un bruto movimiento se detuvo ¡¿era una broma?!. Morgan miro a los lados del ascensor y Raid tuvo que pensar en lo que había pasado, el moreno se movió un poco para comprobar que en efecto estaban atrapados.

- No hagas eso - ordenó el menor

- ¿se está moviendo?- preguntó Morgan brincando dentro del ascensor

-No lo sé - el moreno se dirigió a los botones y comenzó a apretarlos al azar como si se tratara de un juego ¿Qué acaso nadie le había enseñado que hacer en caso de quedarse atorado en un ascensor? Parecía que no.

- No, para ¡No! -

- Que ¿Qué problema hay?- pregunto como un niño pequeño al que le das una orden que no entiende

- No hagas eso -

- ¿Por qué no? –  Reid rodo los ojos, definitivamente un niño pequeño.

- hay seis muertes al año por los ascensores por no hablar de los seis mil heridos que necesitan hospitalización - ¡dios, le había alzado la voz a la persona que le gustaba! Era un estúpido, estúpido; los ojos del moreno le miraron como recriminándole algo - tranquilo - se le ocurrió decir.

- ¿Qué quieres que haga? - su mirada fue de burla instantánea -¿tienes miedo Reid? ¿Tienes miedo?

- No, no es eso -

- ¿No tienes miedo?

- No, no me gusta meterme en un ascensor…

- ¿y si pulso aquí?- comenzó a pegarle al ascensor con el puño cerrado jugando - ¿y si pulso aquí?- el ascensor pareció responder a aquellas preguntas como si estuviera harto de escucharles discutir ambos se miraron y Morgan al fin había dejado de jugar ¡Aleluya!

- Bueno… ¡qué bárbaro! ¿Qué ha sido eso?-

- pulsa ahí -

Morgan comenzó a apretar la alarma pero no sucedía nada

- ¿están bien? - Hutch pregunto a través de la puerta del ascensor.

- ¡Hutch!- exclamó el rubio aliviado ese hombre era como su padre, tan correcto y aseado, el papa de los pollitos - el ascensor se ha quedado trabado y Morgan esta angustiado-

- ¿Qué? ¡Yo! -

- esperen ahí, iré por ayuda- Aaron se fue y les dejo solos.

Nuevamente un silencio incomodo los rodeo, la ayuda tardaría un poco más en llegar eso le daría a Reid un par de horas para pensar en cómo evadir a su compañero de la nada el silencio fue roto por Morgan.

- Me gustas – escuchó.

- ¿Qué? – pregunto incrédulo, seguramente había imaginado esas palabras.

- Que me gustas – respondió el moreno como si estuviera hablando del clima, ni un sonrojo asomo por su moreno rostro, le miraba fijamente, los enormes ojos lo escrutaban con profundidad y el menor tuvo que apretar los tirantes de su mochila puesto que sentía que estaba a punto de desmayarse. – me gustas mucho –

- No, es decir… te escuche perfectamente la primera vez, pero  ¿Qué? –

Derek mostro una perfecta sonrisa blanca que resalto sobre sus delgados labios, para pasar a una sonora risa optimista, levanto los hombros risueño.

- pues no se – salió de su boca y siguió riéndose, lo que provoco que Reid se molestara, odiaba que alguien se estuviera burlando de él y más cuando tenían motivos de reírse de él. 

- ¿Eso es una broma cierto? Ja, ja, ja, que graciosos son chicos – definitivamente estaba enfadado e iba a refunfuñar algo mas pero entonces el más alto lo empujo contra la pared y ahí le acorralo, su sonrisa se borró de repente y el ambiente se tensó, al doctor no le quedo de otra que dar un gran trago de saliva nervioso.

- ¿Quieres que esto sea una broma niño bonito? – susurro con ufanía su compañero dejando al contrario estupefacto.

Todos esos años, esos días lluviosos o soleados en los que se había entretenido memorizando las facciones de su compañero, contado sus arugas, besado con su mirada los ojos ajenos, hundiéndose en esas tupidas pestañas obscuras que ahora parecían más largas y saboreado sin probar aquellos gruesos labios; todos esos días se iban a la basura puesto que tenerle tan cerca, respirando su cálido aliento, con el aroma de alcohol algodón y madera de su colonia masculina; podía jurar que escuchaba el indómito corazón ajeno tamborear insistente contra su pecho. Estaba asustado y el moreno pudo notarlo.

- Era una broma, no seas tan serio amigo – dijo, su tono de voz se escucha triste y agobiado, se separó lentamente y dibujo para reconfortarle esa picara y traviesa sonrisa ladina tan característica y que tantas veces lo había enamorado

Algo dentro del menor reacciono antes que cualquier pensamiento coherente surcara su mente, detuvo la huida de Morgan sujetándole con toda su fuerza y lo jalo para si violentamente ante la desprevención del segundo capturo sus labios de manera torpe y sí… infantil.

No sabía porque había cerrado los ojos pero lo hizo cuando sintió la suavidad de los carnosos labios del moreno pareció que toda logia se desvaneció, los gatos hablaban, los dinosaurios tomaban té con la reina de Inglaterra, los cerdos volaban, todo era un sueño y el al fin, era el protagonista de su propia historia. Se separó lentamente abriendo los ojos de golpe y vio a Morgan confundido, su rostro se pintó de un color meramente carmín ¿Qué mal había hecho?

Se arrepintió.

Su mente ágil solo pudo maquinar un sencillo y mediocre, nada convincente “lo siento” ¡Dios! Sabía que era incorrecto, sabía que esto era una probabilidad ¡Pero se había sentido tan , tan bien! Pero justo ahora se sentía tan mal ¡Era confuso y el odiaba lo confuso!

Derek sin embargo también se encontraba algo catatónico, se había llevado por reflejo el brazo a los labios y no se atrevía a hacer contacto visual, el moreno jamás  imagino que el raro y paranoico de Spencer tomara la iniciativa para dar el primer beso.

Escondió su sonrisa, temía que si su compañero llegara a verla lo tomara como si se estuviera burlando cuando simplemente era alegría lo que sentía.

Le encantaba.

- L-lo lamento - tartamudeo de nuevo el menor con la mirada baja, quizá pensando en una buena excusa sin embargo en este preciso momento a Morgan le venía valiendo todo, él se encontraba feliz,  como nunca antes, el moreno no quería una excusa o una explicación solo quería probar de nueva cuenta esos deliciosos y dulces labios una vez más.

Vio el rostro avergonzado del otro, le sujeto de la mandíbula y con más lentitud volvió a unir sus labios, lentamente tanteo con su lengua el durazno ajeno y pidió permiso como un caballero para introducir su juguetona lengua en la boca ajena deleitándose del sabor de aquella saliva tibia.

Reid era el tipo listo que sabe todo, que le gusta tener un plan para los diferentes escenarios que su vida pudiese ofrecerle, sabía que decir y cuando decirlo, podía terminar todas las oraciones, frases, adivinar todos los momentos, los dichos, e incluso le gustaba prever los futuros crímenes,  pero de entre todas sus imaginaciones esta era algo que no estaba paneado, sin saber que hacer exactamente que hacer abrió lentamente su boca sintiendo la lengua del otro danzar hábilmente sobre sus inexpertos labios.

¿Qué debía hacer?

¿Qué se hacía en estos momentos?

Y ¿si corría?  ¿Eso se podía en un elevador?

¡¡¡¡Aaaaarggggh!!!! Esto era confuso ¡Él no podía no hacer nada! ¡No quedaría como un tonto!

- Tranquilo doctor - murmuro el moreno separándose lentamente de los suaves labios de su amante - lo que se deba aprender se aprenderá a su debido tiempo - y volvió a besarle, el menor quería decir algo ingenioso pero no se le ocurrió nada inteligente. Se conformó con seguir disfrutando de esas caricias cuando sintió como las manos del contrario comenzaba a desfajarlo y a desabrocharle la camisa. Reid estaba a punto de protestar pero los besos del moreno eran tan sofocantes y perfectos, tan seductores que simplemente busco apoyo con sus manos en el cuello de aquel que siempre estaba a su lado y se recargo en la fría pared.

- Tu piel es tan suave- le escucho murmurar contra su piel desnuda mientras pellizcaba una de sus tetillas.

- n-no -

- ¿seguro? - pregunto el moreno viéndolo a los ojos, Reid se cubrió el rostro con ambas manos.

- ¡No lo sé! Estoy confundido - exclamó, se avergonzaba que Morgan le mirara tan expuesto y vulnerable y de la nada… le dieron ganas de llorar.

Que patético debía de verse.

Pero temía que esto fuera una broma, que su amigo se cansara de él, que le cambiara por García, porque las probabilidades existían y si existían era porque son posibles y si pasaba cualquiera de esas opciones ¿Dónde quedarían sus sentimientos? ¿Dónde dejaría todo ese amor que sentía por él?

Lo apretó con fuerzas. No quería que Morgan se fuera y le dejara, no quería obtener el odio del otro porque estaba comprobado que del cien por ciento de las parejas, el ocho por ciento de la parte homosexual el siete por ciento se dejaba y terminaban detestándose y él no quería ser parte de las estadísticas negativas, no quería ser un número más.

- No te dejare niño bonito - Derek pareció leerle la mente a su amigo, le beso la comisura de los labios con ternura – jamás te cambiaría por García – Reid lo miro con los ojos vidriosos queriéndose aferrar a esas palabras aunque fueran mentiras - y te juro que seré cuidadoso contigo - el miedo que el menor pudo haber tenido o las dudas que le albergaban desaparecieron con esas palabras y toda su piel se enchino provocándole una gran erección.

“es química Reid, solo química” pensaba mientras trataba de tranquilizarse  no podía evitar disfrutar de los besos bajo su quijada y se quedó sin aire cuando los dientes caninos se encajaron en su yugular y cuando creyó que el calor de esos labios iba a quemarle y matarle se detuvo. Abrió los ojos consternado y entonces vio como el moreno comenzaba a descender a sus pantalones para desabrochárselos y comenzar a besar aquella península privada que era su miembro recto. Nuevamente las palabras cuerdas se ahogaban en su garganta antes de ser pronunciadas por largos suspiros de placer ¡Por su madre estaban en un ascensor publico! En cualquier momento Hutchner podía llegar con ayuda y descubrirlos pero enserio lo que el moreno hacía con su boca era fantástico, las sensaciones que le transmitía con aquellos sensuales movimientos ni la mejor droga del planeta podía entregárselos, se mordió el labio tratando de callar sus gemidos que salían como ronroneos suaves y ligeros.

Morgan estaba un poco ansioso, jamás había sido considerado como alguien paciente y el tenia también un miembro que atender, mientras descendía por el tronco de su amigo comenzó a masajearse el mismo a través de la ropa hasta lograr tener una buena erección y lentamente aprovechando el delirio de éxtasis que le otorgaba al niño bonito dirigió sus agiles manos a la contra parte del cuerpo para ir tanteando el terreno.  El rubio se quejó por lo bajo entre abriendo los ojos, él también estaba deseando que ese momento pasara comenzaba a prepararse mentalmente y se posiciono mejor para que la introducción fuera más accesible, con cierta incomodidad sintió la introducción de un dedo lubricado con su propio pre-semen y se quejo del dolor pero trato de relajarse había leído que uno debía relajarse para que la penetración fuera más fácil en caso de los hombres. Se complació al ver que Morgan le sonreía complacido por ello y comenzaba a dilatarle el ano abriendo y cerrando los dedos en forma de tijera pero sin olvidarse de darle placer con su boca y moviéndose más rápido.

Reid de nueva cuenta abrió los ojos, quizá era el morbo pero quería recordar y gravarse el rostro del moreno probando todo su ser y entonces algo hizo que toda la sangre se le enfriara y fue ver aquel miembro, todos sus temores se hicieron realidad y solamente vio como el moreno se levantaba para dejar expuesta su virilidad, eso ni en mil vidas le cabria, ni siquiera partido por la mitad ¡Lo mataría antes de entrar!, le miro asustado, debía buscar una buena excusa, se quedó un rato boqueando como pez fuera del agua levanto el dedo como si fuera a decir algo inteligente y definitivamente cuando le vio ponerse el condón no supo que decir. Morgan lo cargo sin apartarlo de la pared y comenzó a masajear ambos miembros con las manos, era definitivamente enorme  las diferencias de tamaños Spencer se relamió los labios para hablar antes de que esto ya no tuviera vuelta atrás, todo estaba muy bonito y todo pero no iba a comprometer su salud corporal solo por un calentón.

- Derek – Hablo con la voz ronca pero el moreno no pareció escucharlo – Derek, espera Derek, escúchame – al fin el moreno le miraba atento – c-creo que deberíamos dejarlo hasta aquí –

- ¿Qué?- le pregunto con fastidio y en un puchero, no se veía molesto simplemente desilusionado, definitivamente este Morgan tenia patrones infantiles, era momento de decirle al niño grande porque no podía jugar con su cuerpo.

- No podemos continuar Derek, el elevador si se mueve tan bruscamente puede colapsar – vio entonces como el otro parecía meditarlo muy detenidamente. Muy bien Reid esa era una buena excusa, se felicitó mentalmente aunque poco le duro el gusto.

- pero ¿por qué? – Volvió a preguntar – seré cuidadoso y no me moveré tanto, solo lo estrictamente necesario –los ojos negros de cachorro le miraron rogándole una oportunidad, sabía que cedería a esa petición. Ok… se acababan las excusas era momento de hablar con la verdad.

- Es que Derek ¡Me vas a partir por la mitad si me metes eso! ¡Es enorme! No quiero –

El moreno sonrió complacido asintiendo con la cabeza como diciendo “si, te partiré por la mitad” y esa sonrisa maliciosa del moreno no le gusto para nada a Spencer quien se movió incomodo buscando zafarse del agarre del moreno quien le detuvo cuando sus piernas buscaban el dulce consuelo del suelo.

- seré bueno cariño – alego defendiéndose con la voz más dulce que Reid jamás le había escuchado pronunciar pero él tenía una voluntad de hierro.

- ¡No! si no me partes por la mitad me mandas al hospital –el moreno comenzó a besarle con demasiada pasión que se desbordaba con cada gemido y en cada alieno que daban, el rubio estaba por bajar sus defensas pero se dio cuenta que eso es lo que quería el mayor – espera Morgan, por lo que más quieras espera -

- Ya no puedo esperar niño bonito –

- ¡¿me vas a violar entonces?!- le reclamo fingiendo molestia ya que la idea no se le hacía tan mala.

 - Es que Spencer tengo tantas ganas de hacerte el amor; en serio desde hace tanto tiempo, te amo como nadie más te amara, y no sabes cuantas veces me he controlado para no besarte, para no tocarte más de la cuenta, para no celarte, ya no puedo esperar más. Por - por favor Reid, por favor mi vida…–

A Reid le tomó por sorpresa esas palabras porque él no sabía que su compañero sentía lo mismo y desde hace cuánto lo sentiría, quizá estaba más desesperado que el mismo, y no sabía Reid porque pero estaba muy feliz, saber que la persona que tanto admiraba, a la que tanto quería, le correspondía en sentimientos lo hizo infinitamente feliz, se sentía ridículo por alegrarse por algo tan pequeño pero para el esas simples palabras eran lo más preciado que tenía en estos momentos…

- Esta bien… pero con una condición –

A Morgan le brillaron los ojos por la ilusión – la que sea –

- Yo elegiré los próximos diez lugares para salir –

- Que sean los próximos cinco y acepto –

- Diez –

-ocho, quiero enseñarte un restaurante donde puedes tomarte la foto con batman –

- Nueve… conozco uno donde puedes tomarte fotos con los objetos que fueron utilizados en la guerra de las galaxias -

 No pudo discutir contigo – el moreno le sonrió – voy a entrar a la de tres ¿entendido? – Spencer asintió con la cabeza y se aferró al cuello el moreno, inhalo todo el aire que pudieron sostener – uno – exhalo e inhalo nuevamente – dos – y antes de sacar el aire fue penetrado de una sola estocada, tanto fue su dolor que enterró las uñas en la espalda ajena con brusquedad arrancándole un sonoro gruñido bestial.

No sabía cómo Morgan tenía tanta experiencia se hizo una nota mental para preguntarle después, pero ahora se concentraba en notar en carne y hueso como el moreno trataba de distraer el dolor insistente provocándole un placer inhumano al comenzar a masturbarlo rápidamente y colmarlo de besos. Ambos estaban gimiendo, el aire se puso denso, la sal del sudor ajeno era el mejor platillo que ambos podían saborear por el momento. El elevador hizo un extraño ruido por los movimientos constantes y bruscos; pero Reid estaba tan concentrado en comenzar a disfrutar de aquella sensación en su interior, de aquel constante golpeteo en sus paredes internas y en ese extraño punto “G” que no le importo morir con la mitad de Morgan metida entre las piernas y simplemente exclamó aturdido - ¡Mas rápido Derek!, Aaaaah, Si, si, ¡Oh Derek! –

Aaron estaba preocupado sus amigos llevaban mucho tiempo en el ascensor y sabía perfectamente que a uno de ellos le aterraban las probabilidades de morir en uno, se le hacía extraño que no intentaran abrirlas manualmente y los bomberos estaban tardando en llegar seguramente por la distancia y por el tráfico. Se remango las mangas blancas ya se había quitado el saco y comenzó con la dura tarea para abrirlo por sus propios medios cuando escucho la ronca voz de Reid gritar, no pedía ayuda pero gritaba lo que le dio fuerzas para al fin destrabarla y se arrepintió de haberlo hecho, en seguida soltó el metal como si le quemara,  y se levantó de un golpe alejándose lo más rápido posible de la escena del crimen completamente avergonzado, escuchando más claramente la voz de Spencer gritando “¡Me corro Derek, me voy a Aaaaah!” apresuro el paso tallándose el rostro sintiendo vergüenza ajena, lo único que le reconfortaba era el saber cómo y de qué forma los regañaría cuando salieran del lugar, los reprendería a ambos pero sobre todo a Morgan. Tomó su celular y le marco a García para pedirle que le dijera a los bomberos que ya no los necesitaban que había sido un mal entendido o algo ingenioso, bueno ella tendría que arreglárselas con las excusas y él tenía que sacar esa perturbadora imagen de sus amigos en el ascensor.

FIN.

Notas finales:

Notas finales: Hola de nuevo :D me gustó mucho escribir sobre ellos dos y espero que les haya gustado ahora si les abandono, me despido me fui a extra en laboral y mañana presente. Oren por mi alma pagana para que me vaya bien, les deseo una linda noche. Huitzilopochtli fuera.


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