Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lagarto Cornudo por evolet kun

[Reviews - 13]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

los personajes no me pertenecen, son del autor Masashi Kishimoto que le gusta romperme el corazón :´v

esta historia es sin animo de lucro.

Tambien podéis encontrar este fanfic en Wattpad con el mi seudonimo Sarada1216

Notas del capitulo:

como es cumpleaños de mi hermoso Naruto, decidi publicar el dia de hoy tan especial :v, iba a ser un one-shot pero por falta de tiempo y otras cosas lo dividi, no sé si van hacer dos o tres partes en total, ya esta planificado el fianl  falta redactarlo asi que sólo sera cuestion de tiempo, vere en que ocasion especial publico lo que falta :)  pero no se preocupen la historia sera concluida ;) minetras tanto disfruten este capitulo.

 

En un lugar lejano llamado konoha vivía un joven y guapo Hokage, cuya esposa, novia desde la infancia, esperaba a su primer hijo, cuando éste nació provocó regocijo en toda la aldea, pues era el bebé más lindo que jamás se halla visto, un doncelito rubio, de mejillas regordetas con extrañas marquitas que el conferían una ternura sin igual, el niño sin duda tenía una extraña belleza y se presagiaba que tendría un gran corazón, gentileza y valentía.

Un bello chico sentado en un viejo tronco caído platicaba con un trio de niños que afanosos relataban lo ocurrido en su misión, mientras el doncel pacientemente armaba una corona de flores.

_ ¡Y no atrapamos al gato hasta después de tres horas de haberlo encontrado!_ Exclamó uno.

_ Nos tomó toda la mañana_ Completó el  que portaba lentes mientras se acomodaba estos por el puente de la nariz.

_ Naruto-Nichan, ¿Por qué tu no haces misiones como nosotros?_ preguntaba el chico castaño cuyo nombre era Konohamaru.

_ Supongo que porque soy hijo del cuarto no me está permitido hacerlo_ Contestó paciente, terminado la corona y colocándosela en la cabecita a la niña tan bien portada que recibió el regalo con adoración al soltar un gemido de admiración por el presente._ Además nunca me llamo la atención, así que no interesa._ Le quitó importancia al asunto.

_ ¡Oye, Naruto-Nichan! ¿Has visto a Sasuke-kun?_ Dijo esta vez Moegi, muy emocionada, ya que el Chico era bastante guapo y muy fuerte ante sus ojillos de Gennin. Inmediatamente el chico rubio se puso nervioso y soltó gotitas por todos lados al querer cambiar de tema.

_ N-no, no lo eh visto estos días, jejeje_ Río atolondrado y rascándose la nuca.

_ Oh, es cierto, Yo tampoco lo eh visto_ Dijo el castañito._ De hecho no ha pasado por la oficina del Hokage en toda la semana_ Pensaba con un dedo en la barbilla y mirando al cielo.

_ Desde la semana pasada, ¿no?_ Habló esta vez la chica.

_ Debe estar en una misión muy importante afuera de la aldea, apuesto que es de rango S._ Mencionaba el chico con catarro. Sin que se dieran cuenta, el ojiazul tenía los ojos blancos y redondos, se había puesto azul al imaginar al Uchiha en una tarea de la aldea muy peligrosa, arriesgando su vida, quizá estaba muy mal herido, los compañeros de su equipo muertos y él a duras penas respirando. Una gran mortificación le cegó el corazón.

Konohamaru se dio cuenta de su sincera preocupación, no por nada el rubito estaba enamorado del muchacho pelinegro, como muchas otras jóvenes casaderas del pueblo.

_ Descuida, Naruto-Nichan, Sasuke está bien él es muy genial_ Dijo con gentileza a su amigo rubio.

_¡¿Q-Quien se va a preocupar por ese Teme!?_ Refunfuñó de pronto para dejar en claro que no le importaba el joven ojinegro.

Naruto convivio con Sasuke desde hace mucho, a veces tenia riñas, chiquitas, cosa de nada, la mayor parte del tiempo el azabache le molestaba con su aire de playboy y con otras cosas, pero la mayoría de las ocasiones intentaba robarle un besito al rubito que por nada se dejaba, por más que le gustara el Uchiha, Naruto sentía que su relación era muy extraña, pero a la vez presentía que tal vez así debía de ser, pues jamás había tenido ningún amigo en su corta vida.

_Sasuke-san es el mejor de su generación por lo que escuche, además del más popular._ Continuó con el tema el niño con lentes.

_ ¿Ne? ¿Naruto-Nichan, tú y Sasuke-kun van a casarse?_ Una pregunta tan despreocupada pero tan intensa y comprometedora sólo podía ser realizada por la chica del grupo. En esta ocasión el Uzumaki no sólo se puso nervioso sino que además se sonrojo en supremacía, acompañado de una disimulada sonrisa de disfrute por tan generoso sueño.

_ Pero que dices, Moegi, eso es imposible._ Rehuyendo su mirada ilusionada de los chiquillos.

_ Entonces otras personas aprovecharan, es muy buen partido, hay chicas que están muy interesadas en él, por ejemplo la hija de los Yamanaka.

_ Sakura-san también.

_ Le hermana mayor del chico de la arena.

_ La compañera de Neji Hyuga._ Y la lista perecía seguir y seguir, cuando pensó que podría respirar con alivio los gennin continuaron con la gente que deseaba aventarle las braguitas a su amor, pero esta vez contando a los donceles que deseaban el afecto de Sasuke y no pudo evitar enojarse internamente al darse cuenta de la infinidad de rivales que tenía. Suspiró con derrota.

Luego de varias horas el insensato jovenzuelo permanecía en un parque en soledad, deseaba quedarse más rato, era temporada de luciérnagas y en su casa no las veía, tampoco era tan tarde, había transcurrido una hora desde que apenas anocheció y recién encendían los faros.

Era una locura estar en un mismo sitio desde hace tantas horas pero lo cierto era que no le dejaban salir muchas veces y su padre sobre todo cercioraba que no conviviera con alguien, algo complicado si quería dar un paseo por la aldea así que lo mejor era permanecer en campo abierto sin nadie alrededor. Caminó un poco más hasta encontrar un bebedero público, se enjuago las manos y después lavó su cara para después beber un poco de elixir sinsabor.

Alguien acarició su cabello con ternura, sorprendido se alejó rápidamente del bebedero gimiendo corto por el susto. Enfocando su visión descubrió al azabache por el que pensaba día y noche al lado del objeto aun con la mano extendida sobre la fuente como si Naruto siguiera ahí, sin embargo veía al doncel con porte serio pero con mirada profunda y conmovedora; llena de amor.

_ ¡Cielos, Sasuke! ¡Me asustaste!_ Exclamó con una mano en el pecho, respirando un poco agitado.

_ Tks… no seas exagerado Mi amor._ Le respondió con voz fastidiada pero con pose de coqueto. Estaba uniformado con ropa de la policía militar, en lo personal a Naruto no le fascinaba demasiado ese ropaje pero en Sasuke se veía bien, de vez en cuando el rubio se burlaba y le decía que traía falda, un concepto que utilizaba como arma cuando el propio Uchiha lo molestaba.

_ No me llames así Sasuke, por favor._ Se dio la vuelta para evitarle la mirada, un poco avergonzado y cruzando los brazos para fingir molestia.

_ No, me gusta._ cuando menos lo pensó el guapo ojinegro ya estaba a su lado, casi sentía el susurro de su deliciosa voz en su oreja._ Porque eres el amor de mi vida y me vuelve loco ver como se te enrojecen las mejillas y aprietas los muslos_ El otro chico se presionó la panza con la mano._ O como te tocas el vientre para detener el aletear de las mariposas que te sembré desde la primera vez que te vi._ con cada palabra el doncel retrocedía y el varón le seguía, sin escapatoria, Naruto chocó con un árbol del parque mientras Sasuke lo encarcelaba con sus brazos.

_ No digas esas cosas_ El ojinegro se inclinó para besarlo, el rubito aprovechó que el otro tenía los ojos cerrados para escapar de su prisión doblando las rodillas para salir huyendo, terminado con un Uchiha besando la corteza.

Naruto miro la desilusión en su postura al permanecer en la misma posición de donde escapo pero si había otra cosa que Sasuke sentía por el doncel más precioso de la aldea aparte de amor era paciencia, pues, el premio que se consigue con mucho esfuerzo y después de un largo sufrimiento es el que más se disfruta al final.

Después Sasuke se irguió renovado ignorando el rechazo, giro para ver de nuevo al doncel de sus sueños, cambiando de estrategia.

_ ¿quieres ir a comer ramen, Naruto? Yo invito_ esa era una pregunta frecuente entre los dos, sino era ir a comer al Ichiraku era un paseo por la aldea o cualquier otra cosa que los comprometiera a ojos del pueblo. El hijo inmaculado del cuarto Hokage, a quien protegía más que la propia aldea, de la mano del Uchiha más rebelde y con actitud de dictador. Era exactamente lo que Sasuke quería, tener a Naruto para sí, que fuera su novio y llenar su día a día de plena felicidad, nunca le faltaría nada, luego en un futuro le haría su esposo y su hogar se abundaría de bebés y amor, quería darle todo, haría todo por Naruto, todo.

_ Ya sabéis que no puedo._ a ello venía la misma respuesta pero Sasuke estaba tan acostumbrado que ya no dolía, lo hacía en un principio, con el compañerismo descubrió el por qué pero después de que intentara sonsacar a Naruto sin éxito decidió dejarlo por la paz e insistir de forma más pacífica en vez de incitar a su Naruto al pecado.

Y aunque no lo pareciera el Uzumaki sufría por desplantar al azabache infinidad de veces, porque no le gustaba hacerlo, temía en el fondo que Sasuke se fastidiara y un día terminara por irse, buscando un doncel que le entregara el afecto que definitivamente Sasuke necesitaba y que acudiera a sus reclamos amorosos.

Sin embargo el Uchiha no se cansaría nunca, aún tenía fe de que algún día Naruto aceptara salir con él de manera formal.

Cuando más se anocheció las luciérnagas que el rubiales tanto quería ver aparecieron en mayor medida, pasaban de aquí por allá, cruzando en la visión de Naruto o rozando los cabellos dorados, el ojinegro al ser más alto y robusto tenía la suerte de que los bichos chocaran con él con mayor frecuencia, lo cual le molestaba pero ver al niño Uzumaki feliz era todo lo que requería, uno de los animalillos chocó en su ojo, fingiéndose herido hizo leve drama para recibir un poco de atención.

_ ¡Ah!

_ ¿Qué sucede, Sasuke? ¿Estáis bien?_ inmediatamente el dulce Naruto acudió a su rescate.

_ una torpe luciérnaga chocó en mi ojo, ¡ah! Como duele. _Con gentileza le tocó el rostro, le pidió al pelinegro que abriera su ojito lastimado y que viera hacia arriba.

_ Para ser vi-capitán de la policía militar y Jounin de alto rango eres muy quejumbroso._ Le dijo con suma dulzura, acariciando el parpado con infinito cariño, disfrutando en el alma proporcionarle tal mimo a su chico._ ¿Eres igual de chillón en tus misiones?_ Agregó con diversión.

_ Soy un Uchiha, Naruto, debo cuidar mis ojos son muy valiosos._ Tomo su mano con suavidad para que su tersa palma presionara con cremosidad en su mejilla impura.

_¿qué tan valiosos?_ preguntó hipnotizado en sus preciosos ojos negros.

_ Son el reflejo del amor, cuando perdemos a alguien que amamos despertamos el Sharingan una poderosa fuerza ocular que sólo los de mi clan poseen porque somos los únicos que amamos profundamente y la perdida es excesiva, dolorosa.

_ Así que sois unos exagerados?_ colocó la mano sobrante en el rostro de su… amado?, acunando su faz, era tan feliz en ese momento, sin importar las luciérnagas o los faroles de luz, ni siquiera la luna llena de esa noche era suficientemente bella en comparación de los refrescantes ojos negros de Sasuke.

_ Quizá_ Contestó en el mismo tono juguetón que su niño rubio y de marquitas en las mejillas._ Mis ojos evolucionan con cada perdida.

_ Nunca te eh visto con el Sharingan, debe ser muy genial pero… Yo te prefiero así, me gustan tus ojos negros, son… muy hermosos.

_ Es por tu reflejo en ellos.

Sin poderlo resistir, Sasuke se inclinó poquito, temeroso de que el doncel saliera huyendo de nuevo. Pero en respuesta el hermoso chico se levantó en puntillas para conceder y entregar su pasión. La luz de los faros se fundió en un misterio oportuno que permitió a Naruto regalar en plenitud y sin recato el amor que sentía por Sasuke, lo más regocijante era saber su amor correspondido. Un beso en la boca tan delicioso y cremoso, como mezclar un pastel de chocolate de doble crema con nata de vainilla. Sentía el sabor en la lengua aun después de separarse donde la luz eléctrica se devolvió, el chico de ojos azules, se tapó los labios con recato al pensar que lo hecho estuvo mal sin embargo su corazón no se arrepentía y el afortunado varón era el más feliz.

_ Creo que mmm ¡Tengo que irme!_ Salió corriendo en dirección contraria, dejando al Uchiha con el boiler prendido pero riendo internamente por lo ocurrido y por la reacción del doncel.

_ Y dice que Yo soy el exagerado._ Satisfecho por lo ocurrido supo la verdadera intensidad de sus sentimientos, caminó en dirección contraria con las manos metidas en los bolsillos.

[1]

_ ¿¡Donde estuviste!?_ Enojada su madre le cuestionaba sumamente preocupada.

_ Ya te lo dije no tienes por qué preocuparte mamá._ el rubio no resentía tanto el regaño aunque se sentía un poco culpable por desobedecer estaba feliz. Su padre llego y por la costumbre ancestral su madre le acusó resentida. El patriarca recordó que estaban en el mes de octubre, algo preocupante, porque estaba cerca el cumpleaños de Naruto.

_ Naruto, a partir de ahora, no tienes permitido salir de la casa hasta nuevo aviso._ Más que castigo era por protección.

_ ¡Pero, Padre!

_ ¡No me dramatices! ¡Haz caso y ve a tu habitación!_ El chico obedeció a regañadientes, aunque sus padres lo sobreprotegían y le trataban fríamente, él los amaba, pero su cumpleaños estaba cerca, ya sería más grande tal vez le darían mayor libertad.

En el confinamiento de su recamara recordó su infancia, sin amigos, siempre que paseaba por la aldea iba vestido con una preciosa yukata con flexionado por su madre, los cuales detestaba, caminando detrás de su progenitor, siendo apreciado por todos los de la aldea, y esa tradición siguió hasta el día de hoy, era la única convivencia que tenía con las personas, el que hablara con Sasuke y Konohamaru fue un mero accidente, un secreto que guardaba celosamente para que sus padres no le arrebataran a sus pocos amigos.

Mientras sus padres en la sala meditaban cuál sería su siguiente movimiento.

_ ¿De verdad es la única alternativa, Minato?_ Preguntaba la pelirroja angustiada.

_ Lo- lo lamento, en serio, Kushina.

_ Debe haber otro modo_ Lloraba ahora.

_ No hay otro modo._ Intentaba ser fuerte pero lo cierto es que a él también le dolía.

_ Déjame darle un abrazo por lo menos._ Se levantó apresurada del sofá para casi ir corriendo al cuarto de su hijo.

_ ¡NO! ¡Kushina! , no lo hagas, te lo pido, será más difícil para él._ La sujetó a tiempo y la mujer lloraba más desconsolada entre sus brazos._ Por favor, facilítale las cosas.

_ Una caricia aunque sea eso… snif.

_ No…_ Terminó de decir, con suma tristeza.

Los días pasaron con lentitud para Naruto que esperaba con ansia su cumpleaños y sus padres sólo querían más tiempo. Esa mañana a las 10, vestido con un pescador beige y una camisa gris opaco , paseaba en compañía de su madre, como era típico, no hablaban con nadie, a pesar de que la gente los veía esperando un saludo, cuando el rubito era más pequeño sonreía a  los ciudadanos y  estos respondían con regocijo al ver la dulzura de su boca en amable gesto, sin embargo, su madre le prohibió ese tipo de libertades, dijo que debía comportarse y ser serio, no debía sonreír, no debía saludar, no debía hacer amigos o convivir con la gente, eso y otros tipos de tics le fueron suprimidos.

Pasando una tienda viro un hermoso kimono blanco con preciosos detalles azules de rosas y azulejos, el retocado era igual de precioso. Por un momento se imaginó vistiéndolo y a su lado, con una ropa de casamiento estaba su pretendiente favorito. Por el reflejo del vidrio vio al Uchiha con su ropa de civil, al parecer estaba con sus mejores galas; el pantalón verde militar y la camisa azul oscura de cuello alto. Muy apuesto, estaba rodeado de chicas cerca del puesto de Yamanaka, todas las lagartonas coqueteándole descaradamente, al parecer el varón actuaba natural, no notaba ese aire chulo que se cargaba cuando estaba con él, pero igualmente no evito sentir celos, su madre le jaló por el codo sin notar su letargo.

_ Te hare uno igual en tu cumpleaños_ Le escuchó decir. Ambos se alejaron de a poco. 

Pasada la media noche el solitario vecindario estaba en penumbra, un joven con sus ropas de galanteo caminaba solo por las calles, a lo lejos percibió una ventana con luz, la única de la casa, conteniendo la emoción cogió una piedrecilla ligera del suelo para lanzarla con tenue fuerza y perfecta puntería hacia la ventana alumbrada. Luego de que esta chocara el hombre joven exclamó.

_ ¡Naruto! ¡Hey, Cariño, asómate!_ Inmediato al grito, la ventana se abrió casi de sopetón, asomándose un rubio asustado.

_ Sasuke, guarda silencio, te escucharan_ Respondió en tono mucho más bajo pero audible para el de ojos negros. Ya traía la pijama puesta, su camisa de tirantes y su short azul claro.

_ Mi amor, me alegra tanto verte.

_ mmm… si claro_ Le dijo no muy convencido. _¿qué haces aquí?_ Preguntó de mala leche.

_ Te eh traído un presente._ Alegó con tono atrayente.

_ ¿Enserio? ¿Qué es?_ exclamó excitado y curioso.

_ Si quieres ver, ven y baja._ Dijo sugestivo. Pero el rubio lo pensó mejor, creyendo que era mala idea pues el Uchiha jamás se había atrevido a ir hasta su casa con sus padres presentes, tomando el riesgo de que estos despertaran de su largo sueño y terminaran por correr a su Sasuke.

_ Creo que mejor otro día_ imaginó que vería la desilusión en su expresión por su rechazó en cambio encontró una mirada fiera, enamorada y segura que se negaba a una negativa de sus labios._ Si mis padres te descubren te mataran ¡o peor! ¡Me mataran!

_ No me iré de aquí hasta hablar contigo, si no bajas Yo subiré._ Chocó la punta de las sandalias en el piso como preparación para saltar._ Sabes que puedo_ Amenazó.

_ ¡Está bien, de acuerdo! Ya voy… pero no hagas ningún ruido._ El doncel volteaba atrás de si para comprobar que sus padres no se hubieran despertado, cerró la ventana y bajo en silencio pero a gran velocidad, antes de abrir la puerta de la casa se cepilló los cabellos con sus dedos, pellizco sus mejillas y labios para tener color y al abrir la puerta en el umbral estaba recargado Sasuke de lo más galante, al parecer no fue el único que se preparó segundos antes.

_Hola.

_Hola.

_ Y… ¿Qué traes para mí?_ cuestionó sonrojado.

_ sólo por eso bajaste, pensé que te importaba más._ Contraatacó fingiendo indiferencia.

_ ¡No es así! ¡Yo te quiero mucho!_ Calló por un segundo._ ¡teme! ¡Lo haces a propósito!_ Le dio un golpe en el hombro de forma juguetona.

_ Sólo juego contigo, bebé.

_ Ya me di cuenta, y para que lo sepas no me tienes muy contento desde la mañana._ Se cruzó de brazos volteando la cara en forma digna.

_ No te moleste en la mañana_ Aseguró.

_ Te ví en la florería Yamaka, muy alegre por las compañías que tenías.

_ Oh… por eso te enojaste, no es la gran cosa_ quito importancia.

_ ¡¿No es la gran cosa!? ¡Hmp!_ dijo molesto, frunciendo el ceño e inflando los mofletes como hámster bonito.

_ N-no era enserio, mi amor._ al ver que lo hizo cabrear de verdad esta vez intento disculparse._ Sólo eran unas mujerzuelas sin importancia, ya sabes cómo me molestan, no las tome enserio._ Naruto seguía igual, dándole la espalda, sin mirarlo, él se rascó la nuca al meter la pata y con paciencia por el berrinche de su bello niño._ No te enojes conmigo, ¿quieres que te dé lo que te compre?_ Intentó seducir con su regalo pero no funciono._ ¿Sabes una cosa? Aún recuerdo la primera vez que te vi, tu familia daba un paseo por la aldea y tú ibas detrás de tus padres con una Yukata de color azul pastel_ el niño Uzumaki le prestaba atención pero aún no cambiaba su posición, sin embargo escuchaba atentamente y sus hombros se relajaron._ Yo estaba en el puesto de frutas porque mi madre compraba manzanas, sonreías como un hermoso zorrito y te lancé un durazno en la cabeza, tú volteaste a todos lados intentando encontrarme pero no supiste quien fue_ Se acercó a su lindo doncel que ya estaba más tranquilo._ sobándote y con tu adorable expresión de hámster gordo porque te enojaste._ Terminó de decir con voz divertida al recordar tan agradable anécdota. Le picó ambas mejillas y al momento Naruto sacó el aire en un ruido sordo, éste rio por fin sin poderse contener.

Después giró a verlo con una hermosa sonrisa de dulce amor, Sasuke le ofreció entonces una preciosa rosa roja que se veía suave como el terciopelo y que  brillaba como el cristal.

_ ¿Es para mí?_ El otro asintió calmado._ ¡Ouuuah! Por eso estabas en la florería Yamanaka._ Concluyó. Tomando la flor en sus manos.

_ Te amo, Naruto_ el aludido le vio sorprendido, su boquita entreabierta lo comprobaba, en cambio, Sasuke estaba impávido, sin demostrar un atisbo de nerviosismo._  Estoy muy enamorado de ti y… al ser un Uchiha de sangre pura mis sentimientos y amor hacia a ti son sinceros y profundos, siempre te cuidare, te amare cada día de una forma diferente, todos tus días estarán llenos de felicidad, sólo regálame un pedazo de tu corazón, por muy diminuto que sea será suficiente para mi_ Tomó la mano del Doncel con ternura, acariciando con su pulgar el dorso terso y acanelado._ Te entregare mi vida entera sólo acepta mis sentimientos._ Vio sus ojos tan fijos que el pobre Doncel sentía que se le derretían los muslos y que sus muñecas estaban tan frías porque la sangre de ahí se congeló por completo. Sus mejillas se pusieron rojas y rehuyó su intensa y enamorada mirada, prestándole atención a la rosa de tallo muy largo_ Le quite las espinas para que no te lastimaras, con lo dobe que eres._ Añadió.

_ De verdad… me quieres_ No era una pregunta. El Uchiha observaba como el ojiazul acariciaba los pétalos con delicadeza y sus ojos azules admiraban la belleza de la rosa._ Es difícil porque mis padres son… extraños, pero hablare con ellos, después de todo va a ser mi cumpleaños en tres días, si se los pido como regalo…_ El hombre joven tembló de excitación, Naruto de verdad lo estaba aceptando.

_ ¿Enserio, Naruto?

_ Sí, por favor, espera mi respuesta hasta entonces, pero no necesitas un pedazo de mi corazón, es todo tuyo_ dijo contento._ Sólo deja que mis papás lo acepten para entregarte lo que falta de mí.

_ Naruto, quiero casarme contigo._ Soltó

_ ¿eh?_ El joven pelinegro se quitó el collar en su cuello y el anillo de plata en su dedo. Ambos artilugios eran reliquias valiosas de su clan. El collar; Una linda cadena que tenía como dije el emblema de abanico blanco con rojo y el anillo de plata tenia grabado su nombre por el interior, las joyas lucían tan atractivas en su pescuezo y mano, sin embargo creyó que se verían mejor en el doncel.

_ Quiero que los tengas como regalos y pruebas de mi amor para que tu padre vea que mis sentimientos van enserio._ le puso la cadena primero. Sin duda la joya lucia exquisita en las clavículas de Naruto._ Nunca olvidaremos esta noche, Mi amor_ Le colocó el anillo en su dedo corazón de la mano izquierda, uniendo sus almas para siempre, como si de verdad esa noche se estuvieran casando ya, por el pensamiento de cada uno llego esa conclusión extasiada y a su vez les invadió el deseo de hacerse el amor._ Mi amor, hay otra cosa que debo decirte._ Se habían perdido en los ojos del otro, tan brillantes y temblorosos por la ansiedad de intercambiar la virginidad.

_ ¿Vas a decirme que después de casarnos nos iremos a vivir con tus padres y que quieres un hasmter de mascota?_ Le cuestionó distraído en la guapura de su ahora prometido.

_ No mí bebé, jamás te llevaría a vivir a casa de mis padres siendo una pareja casada y en todo caso adoptaremos un perro no un hámster._ Acarició la mejilla de su Doncel, con la otra mano sostenía la palma de Naruto, no queriendo soltarla._ Iba a decirte que tengo una misión, debo irme mañana  así que no te poder ver, no estaré aquí para tu cumpleaños.

_ ¿Cuándo regresaras?

_ En cinco días, supongo que para entonces tus padres tendrán una respuesta para mí.

[2]

Un día después Kushina y Minato mandaron a su hijo a comprar fresas, el cual iba muy feliz, contando el dinero en su bolsillo pero cada dos pasos que daba veía la sortija en su mano y se tocaba el dije en su cuello con anhelo.

_ ¡Naruto Ni-chan!_ Era Konohamaru solamente con su compañera Moegi.

_ ¡Hola chicos!_ Los niños llegaron a él corriendo._ ¿Dónde dejaron a su amigo?_ antes de que estos respondieran Naruto sacó sus conjeturas._ ¿Acaso tenéis una cita?_ agregó carismático. El niño se ofendió tremendamente y la chica se sonrojó con satisfacción.

_ ¡De ninguna manera, Naruto-nichan! ¿Quién crees que soy? Tengo malos ratos pero no malos gustos, ¡kya!_ Moegi lo mandó lejos con un puño pues se sintió ofendida.

_ Vaya, eso fue muy grosero por parte de Konohamaru._ dijo sin inmutarse el pelirrubio._ Oye, Moegi, te traigo unas noticias que tal vez de gusten._ Miro a la chiquilla, después le contó que su chico pelinegro le pidió matrimonio.

_ ¡Woah! ¡Te casaras con Sasuke-kun!_ luego del trancazo el niño castaño estaba a su lado nuevamente, ambos escuincles admiraban la argolla en el dedo de Naruto que le quedaba tan preciosa._ Serás la envidia de toda la aldea.

_ Ese chico no te merece_ Exclamó el castañito.

_ Estas celoso porque será Sasuke-kun quien se case con Naruto-nichan y no tu_ Molestó la niña de mejillas sonrosadas.

_ ¡N-no es cierto!_ Le vio con reproche. El doncel disfrutaba de la pelea sin sentido de los menores, hasta que hubo de regresar a su casa, aun emocionado de lo acontecido en la noche, nadie jamás le haría olvidar lo sucedido.

_ ¡Ka-chan! ¡Ya llegue! _Hubo un gran silencio, fue a la cocina a dejar el encargo de su madre esperando encontrarla pero estaba vacío._ ¿Por qué no me contestas? ¿Oh?_ En la sala había un hermoso kimono purpura muy lujoso que tenía detalles negros además en la mesita para café reposaba un pastel lleno de fresas con velas encendidas._ ¡Pero qué lindo!

_ ¡Sorpresa!_ Sus padres salieron de su escondite, rara vez tenían detalles así, pero cada uno de esos momentos era aprovechado por el rubio menor al máximo.

_ Ka-chan, To-san, que bella sorpresa._ Cogió las manos de sus progenitores y les dio un leve apretón._ Pero ¿Por qué hacen esto? Mi cumpleaños es hasta mañana.

_ Bueno hay algo que debemos decirte…

_ Yo también ¡Les encantara!_ Los adultos se sorprendieron un tanto._ ¿Recuerdan a Sasuke del clan Uchiha? Me ha pedido que nos casemos.

_ ¡Qué! ¿Pero cómo? ¿Te lo pidió así de la nada?_ La inocente Kushina pensaba que su chaval no había convivido con nadie como le había ordenado su marido.

_ Naruto te dije que no debías hablar con nadie del pueblo_ su padre, aunque mostraba paciencia se veía enojado._ No es más que un mujeriego como el hermano y el primo. ¿Por qué conviviste con él? Te lo tenía prohibido.

_ Lo sé lo sé pero no lo pude evitar él siempre me buscaba y…

_ ¡Debiste decirme!

_ Lo sé, pero no es malo y a decir verdad, es muy amable nos hicimos amigos, siempre ha sido lindo conmigo y ¡mira! _ Le mostró a su padre el collar y luego a su madre el anillo._ sus sentimientos son sinceros ¡ves!_ Luego jaló a su madre de las manos y empezaron a girar alrededor de la sala como si bailaran y Naruto sumamente feliz tarareaba.

_ ¡No puede ser! Minato, el Uchiha de verdad está enamorado._ Afirmó la pelirroja al ver las joyas auténticas que el bastardo le dio a su vástago.

_Esto es terrible_ Susurró el rubio mayor agarrándose la barbilla. Sin embargo, su hijo lo escuchó y detuvo su celebración.

_ ¿porque?_ Preguntó confundido, su madre lo halo hasta el sillón para sentarse ambos y comenzar su parloteada.

_ Naruto, hijo mío, la cosa es… que tú ya este comprometido.

_ ¿Cómo dices?

_ Con un príncipe de una tierra muy muy lejana.

_ Pero eso es imposible, tendría que ser Yo…

_ De la misma alcurnia pero no es así, te escogieron cuando eras un bebé._ El rubio menor se levantó de su lugar, un tanto exasperado de que sus padres quisieran hacerle algo así, ¿Por qué? No había necesidad, su padre era el Hokage, su madre tenía una enorme herencia por su linaje.

_ Yo no me casare con nadie que no sea Sasuke… deshaz el compromiso_ Pidió a su padre.

_ ¿Acaso crees que se trata del hijo de un señor feudal? Es mucho más grande que eso, Naruto, nuestro mundo depende de este matrimonio._ Exclamó alterado.

_ Tal vez exageras, ¿cierto madre?_ Intentó buscar apoyo de su progenitora, su papá parecía haber perdido el sentido común pero la seriedad de su boca y la tristeza decían la verdad de lo dicho por el ojiazul mayor.

Dos días de su nacimiento ocurrió un extraño acontecimiento que estaba lejos de traer alegría y bendiciones.

El cuarto Hokage, Minato Namikaze, estrechaba la mano desnuda con una palma oscura, cuyas ropas sedosas y porte elegante eran la principal causa dolorosa de tener un escenario destruido; ruinas y shinobis que dieron su vida para defender su mundo.

Este ser se despidió con frases agridulces que advertían el retorno. Detuvo la aniquilación del territorio de su antigua subordinada Kaguya al aceptar como muestra de paz un bebé doncel como sacrificio, eligiendo adrede el hijo de cuarto Hokage.

_ Lo siento hijo, no hay otra opción._ El príncipe sólo lo quería a él y no podrían engañarlo puesto que poseía el Byakugan, reconocería el chakra del uzumaki rubio._ Si no me obedeces me temo que matare a tu Sasuke._ Alegó sin remordimiento, ahora reconocía la verdadera naturaleza de un ninja; frio y despiadado, sin corazón._ Incluso si escapas con él toda la alianza shinobi ira tras  ustedes, Sasuke será clasificado como un criminal rango S para que lo asesinen sin cuartel en el momento que lo vean, tu terminaras cumpliendo mi orden de otra forma._ Su hijo lo veía con los ojos abnegados_  Sólo para que entiendas hasta donde puedo llegar con tal de que se haga esta boda.

_ No… ¡No! Sob sob_ Naruto se fue corriendo a su habitación al ver que no existía alguna alternativa, desesperado se hecho en la cama a llorar amargamente desconsolado. Sería alejado de su familia, de Konohamaru y sobre todo

No volvería a ver a Sasuke.

Al día siguiente, en su cumpleaños, partieron a la aldea de las Rocas, por la técnica de velocidad especial de Minato es que llegaron en un parpadeo, literalmente, sin agotarse sin viajar durante días, se hospedaron en la casa del Tsuchikage, todo el mundo Shinobi en especial la alianza sabia del trato hecho hace  varios años. La aldea ya estaba casi lista, en dos días sería la gran boda, ya que ese lugar se escogió como punto de reunión, a retorno del príncipe que sería dentro de 18 años, a dos días del nacimiento de Naruto, el doncel no podía sacarse de la cabeza que sería el mismo día en que Sasuke regresara a la aldea y que llegaría a su casa sin encontrar a nadie, eso sería tan triste, apretó el collar para darse fuerzas sintiendo el amor y protección del hombre que amaba. ¿Qué estaría haciendo en ese instante? Peleando seguramente, con expresión de autosuficiencia al saberse ganador del amor de su persona más amada, que sólo tendría que acabar esta misión con gran éxito y que de recompensa estaría próximo a casarse.

Pero cuando regresara no recibiría la aprobación de casamiento de sus padres, no pediría su mano y sobre todo, no le entregaría su amor.

Notas finales:

Les digo algo?,  estoy en la uni y estudio en el area de la salud, entonces ya empezamos a atender a pacientes de mi misma escuela y el niño que me tocó cumple años hoy :´), fue como "oh , cumple años el mismo dia que mi crush" casi casi XD y le di su abrazo y todo, luego me arrepenti :v y ahora no puedo sacarmelo de la cabeza jajaja.

Nos vemos gente sexy :B


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).