-¿Quieres decirme que sucedió?
Kai parecía ser una persona confiable, pero… si le decía y pensaba que estaba loco o que era un demonio como las demás gente creía.
-Está bien si no quieres…
-No sé si me creerías
-Inténtalo, te prometo que te creeré, yo mismo he visto cosas inimaginables
Tome un suspiro, decidí confiar en él, después de todo me había salvado.
FLASHBACK
Yo vivía en una aldea no muy lejos de aquí, anteriormente con mi madre, pero cuando tenía 5 años nació mi hermanito Tae, sin embargo, las cosas no salieron bien durante el parto y ella falleció, entonces me quede a cargo de él, la gente de la aldea nos ayudaba proporcionándonos algunos alimentos y prendas.
Un año después, el crecía sano y fuerte, pero ese invierno fue de los más fríos que recuerdo, no lograba prender la fogata para calentarnos y mi pequeño hermano comenzaba a temblar sin control, lo acerque a mi quería ser capaz de trasmitirle un poco de calor, pero entre mi deseo por lograrlo mi temperatura subió bastante de forma inexplicable, tanto que comenzaba a lastimarlo, se alejó de mi apenas sosteniéndose en sus pequeñas piernas, pero el frio continuaba, mire la leña con impotencia, estaba a punto de tocarla para seguir intentando prenderla cuando de mi mano salió una llamarada pequeña que logro iniciar una fogata, no podía creerlo, que sucedió conmigo, sabía que eso no era normal y que si alguien nos descubría podrían separarme de Tae, así que trata de ocultarlo, aunque en tiempos de lluvias y frio lo usaba tratando de contenerlo lo más posible para no provocar un incendio, pero terminaba causándome daño en mis manos.
Al crecer y ser mi hermano mas consiente, se sorprendía por lo que yo lograba hacer, prometió guardar mi secreto; pero también se percató del daño que me provocaba al usarlo, por lo que me pidió que no lo hiciera más, estuve de acuerdo con eso.
Nos las arreglamos bien por un tiempo, pero hace unos días, Tae enfermo, la lluvia no paraba y toda la madera estaba húmeda, para colmo del techo se filtraba el agua, lo lleve a una parte donde no se mojara y sé que le había dicho que no volvería a usar “eso” para calentarnos, pero no aguantaba más verlo así; aunque la lluvia había cesado todo continuaba húmedo; forme una bola de fuego sobre mi mano izquierda, sentí que comenzaba a hacerse más grande, entonces trate de aminorarla, en mi palma comenzaba un fuerte ardor, dolía pero mi hermano podría estar cálido, por lo que lo soporte un rato más, entonces entro una de las señoras de la aldea a nuestra choza, me volteo a mirar con la mayor expresión de miedo que había visto, dio un grito y comenzó a correr, extinguí de inmediato la llama, estaba asustado por lo que vendría, cargue a TaeYong y lo lleve atrás de la cama.
Salí a ver que sucedía y varios hombres se acercaban a nuestro hogar con toda clase de armas, trata de persuadirlos, pero empezaron a maldecirme y a acercarse cada vez más, tenía que correr lejos de donde Tae, pero me alcanzaron rápidamente, me tumbaron y me pedían toda clase de explicaciones “¿Qué eres?” “contesta” “¿Eres un demonio?” Un primer golpe en el brazo, estaban lanzado piedras, mas piedras eran lanzadas, estaba desesperado y sin pensarlo de mis manos salieron llamaradas que lograron alcanzar a algunas personas, se escucharon gritos por todos lados y entonces vi a la distancia a mi hermano, estaba asustado y llorando, luego uno de los aldeanos lo tomo por la espalda y saco un cuchillo, me gritaba que parara o mataría a Tae, lo hice, detuve todo y le pedí que lo soltaran, un hombre aprovechaba para sujetar de mis manos, me rendiría ya no quería luchar, pero vi como alguien más tomo de mi hermano mientras gritaba “¡también es un demonio, hay que matarlos para terminar con este mal!” algunas personas secundaban esa noción “¡Si, mátenlos!” Solo repetían, suplique porque lo dejaran en paz pero nadie me escuchaba, no podía dejar que lo lastimaran, mi respiración se agito ahora no podía darme por vencido, luche para soltarme y ahí fue cuando una gran cantidad de fuego salía de mis manos y creí que en cualquier momento también saldría de todo mi cuerpo, estaba causando grandes estragos en toda la aldea; hubo un momento en el que no era consiente de mis actos, como un rayo llego a mi mente la imagen de Tae asustado, tenía que parar sin importar que, mi fuerza se desvanecía de a poco, sentía el ardor escocer en mi cuerpo, levante la mirada buscando de TaeYong, …pero lo que vi fue solo destrucción, todo estaba ardiendo, mucha gente caída por mí, lo había perdido, lo único que me quedaba y amaba. Las personas sobrevivientes notaron el estado en el que me encontraba, y así comenzó la persecución, corrí lo más que pude y después… nada
FIN DEL FLASHBACK
-Ahora estoy aquí sin la persona que tanto intente proteger, siendo yo… el culpable de su muerte, tal vez si sea un demonio después de todo – No podía contener más las lágrimas, Kai se acercó a mí y dejo que llorara sobre su hombro hasta que quede completamente vacío
Cuando me separe de Kai, limpie el resto de lágrimas que seguían en mi rostro, lo mire a los ojos y le pregunte –Tú… ¿Me crees? ¿No piensas que soy una mala persona?
-Por supuesto que te creo y no creo que seas malo, yo también soy diferente no por eso tenemos de ser demonios
-¿Tú también? ¿A qué te re…? - Acto seguido Kai desaparecido de mi vista ¿Dónde se metió? – ¿Kai?
-Aquí estoy – Su voz sonó por detrás mío, lo cual provoco gran sorpresa de mi parte, incluso haciéndome saltar del lugar
Voltee mi rostro – Pero… ¿Cómo?
-Hace tiempo yo también descubrí un extraño poder que me pertenecía, puedo teletransportarme ¿Te muestro?
Yo asentí, aun estupefacto. De pronto volvió a desaparecer y me gritaba desde arriba de un árbol, después paso a varios metros de distancia y termino a mi lado
-¿Qué te parece?
-Ah… wow, creo que es increíble ¿Cuán lejos puedes llegar?
-Puedo viajar a algunos kilómetros de distancia, siempre y cuando tenga una idea de a donde llegar y también hace poco descubrí que puedo llevar a alguien conmigo.
-Oh… es genial el control que tienes sobre la situación
-No siempre fue así, antes de lograr viajar largas distancias, me quedaba a mitad de camino y mi energía bajaba rápidamente, sin contar el vértigo y que podía caer en alguna zona peligrosa, pero lo he estado practicando y he mejorado de a poco.
Ambos guardamos silencio pensando en la situación – Creo que tú también puedes mejorar el control de tus habilidades sin herirte o herir a los demás, además he percibido un gran poder de…
-No, nunca quiero utilizarlos de nuevo, solo provoco desastres a mi alrededor, y yo… le había dicho a Tae que no lo haría
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A partir de ese día no le volví a insistir en usar sus poderes, aunque me gustaría que cambiara de opinión.
Hemos permanecido juntos desde entonces, aprendimos cosas del otro y nos volvimos como hermanos, ahora sabía que él es un año mayor que yo, entonces muy seguido el me trataba como un niño pequeño que necesitaba protección, de vez en cuando se lo permitía pues conocía su pasado
-Hey Kai, hemos estado viajando sin rumbo por días ¿No crees que es hora de establecernos?
-¿A qué te refieres?
-Hay que construir una pequeña choza
Y así lo hicimos, ninguno de los dos era muy diestro en esto de la construcción, pero hicimos lo mejor que pudimos y al menos nuestro nuevo hogar nos protegería de la lluvia y el frio. Tratamos de ubicarlo en un lugar lejos de las aldeas, así yo podría seguir practicando mi teletransportación probando nuevas distancias y viajando con Chanyeol, aunque a este no le gustaba la idea pues siempre terminaba mareado, cosa que a mí me divertía bastante; y por otra parte a Yeol no le gustaba estar cerca de las personas, pues aunque ambos nos recuperábamos rápido de las lesiones, algunas marcas se quedaron de ellas, por lo que cuando era necesario pasar cerca de las aldeas siempre usaba vestimentas que lo cubrieran del todo y que tuvieran capuchas para cubrir su rostro, además temía que alguien de su antigua aldea lo reconociera.
-Este nuevo hogar es perfecto solo para ambos, creo que puedo colocar más cosas en un tiempo
-Claro si necesitas cualquier cosa solo dime, siempre puedo ir a “visitar” otras chozas para conseguir instrumentos
-Ya no quiero que sigas con eso, te pueden descubrir un día
-No te preocupes, soy muy cuidadoso antes de entrar a cualquier lugar - Me miro con ojos amenazadores – Ah…, de acuerdo, pero no creo que tenga nada de malo utilizar nuestros poderes de vez en cuando
-Somos las únicas personas extrañas que pueden usar “poderes” la gente no está acostumbrada a esto
-Te equivocas
-¿Qué?
-No creo que seamos los únicos, a veces, siento fuertes presencias en algún lugar, es como cuando te encontré, pero se encuentran fuera de mi alcance, no sé el lugar exacto, por eso no he podido encontrarlos
-Entonces… ¿los has ido a buscar?
-Sí, no te he dicho porque a veces me tratas como a un niño pequeño y ya no lo soy
-Sí que lo eres
-Pues en todo caso tú también, solo eres un año mayor
-No yo… a como sea, eres un mocoso desesperante ¿Lo sabias?
-Si hyung, y tú eres un gigantón orejón ¿Lo sabias?
-Aich… esta me la pagas
En muchas ocasiones nos peleábamos como dos niños tontos, pero era gratificante tener a alguien haciéndome compañía y cuidándonos.
Disfrutamos de las comodidades de nuestro hogar por alrededor de 3 años, hasta que un día la fuerte lluvias se encargaron de derribarlo, tratamos de recuperar las pocas cosas que teníamos y nos las llevamos hasta una cueva que conocíamos no muy lejos de ahí, yo me encargue de llevarnos haya
-Ah… carajo nunca me voy a acostumbrar a esto
-No seas llorón Yeol, mejor saquemos nuestra ropa a secar
La lluvia no paraba y con ello el frio iba en aumento, mi cuerpo tiritaba tratando de generar calor, a Chanyeol parecía no afectarle tanto pues su temperatura corporal siempre estaba alta y aunque quisiera colocarme junto a él para no pasar frio era peligroso, ya que con el tiempo su cuerpo parecía arder y solo podría lastimar mi piel. Minutos después vi que Chanyeol juntaba pedazos de madera que se encontraban tirados por la cueva
-¿Qué haces? Ni siquiera tenemos con que prender una fogata y varios de esos maderos están húmedos
No me dio ninguna respuesta, solo siguió acomodando los trozos hasta crear una torrecilla, coloco su mano frente a ellos y vi como su cuerpo empezaba a temblar, era obvio que no quería hacerlo, tenía miedo de volver a usar su poder
-Déjalo así Chan, no es necesario que lo hagas
Siguió mirando fijamente la madera, decidió bajar cuatro dedos quedando solo el dedo índice arriba, como señalando su objetivo, y lo hizo, aunque solo haya sido un dedo logro emitir una bola de fuego de tamaño considerable que de inmediato creo una fogata, se retiró de esta y vi que algo goteaba al piso, su dedo y parte de su mano sangraban
-Rayos Chan ¿Estas bien? Ven acá – Tome un pedazo de una prenda y se la coloque alrededor de la herida, aunque estaba preocupado por el, también fue impactante verlo usar su poder, era la primera vez para mi así que fue asombroso.
Esa noche no fue tan fría gracias a la fogata creada, así que dormimos relativamente bien, al despertar, le dije a Yeol que nos dirigiéramos al arroyo para limpiar su herida, sin pedirle permiso lo tome y en un instante ya estábamos en el arroyo
-¡Pude haber llegado caminando!
-Lo sé, solo quería evitarte la molestia
-¡No, sabes que… - Tape la boca del grandote con mi mano
-Shh…
Quito mi mano y me susurro - ¿Qué sucede?
-Alguien como nosotros está cerca
Nos escondimos entre los árboles y vimos aproximarse a un joven, probablemente de nuestra edad, tenía un semblante muy tranquilo, lo observamos caminar con gran parsimonia y en un instante se inclinó para acercarse a una planta perenne marchita, la observo un momento y enseguida paso su mano sobre esta y la planta volvió a la vida
-Wow… - Dijimos los dos al mismo tiempo.
-Hyung, no creo que sea una mala persona, hay que acercarnos a el
-¿Qué? Kai espera…
Llegue de forma sigilosa hasta el chico, quien me
miro y regalo una gran sonrisa soñolienta que dejaba ver hoyuelos en sus mejillas, detrás de mi pude oír a Chanyeol alcanzarme
-Hola, mi nombre es Kai y este grandote es Chanyeol – Extendí mi mano para saludarlo, la tomo y después se dirigió a Yeol, este ofrecía inconscientemente la mano que tenía herida, se percató de su acto y comenzaba a bajarla para saludar con la otra, cuando el chico lo detuvo, se acercó un poco más a él y le quito la venda improvisada, Chanyeol iba a arrebatarla, pero no le fue permitido
-¿Qué haces?
Cubrió con su palma la parte herida y al momento de quitarla ya no había más sangre, ni siquiera cicatriz, prosiguió tomando la otra mano para repetir el acto, al igual que con su cara y en otras partes del torso, todo rastro de cicatrices había desaparecido
Nos volteamos a ver impactados por lo que ocurría y luego Chanyeol volteo a mirar al extraño
-Yo… Muchas gracias…
-Lay, mi nombre es Lay.