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Island por MichelleMcCook

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Notas del fanfic:

 Actualizaciones serán todos los viernes. 

Notas del capitulo:

La historia estará basada en la época victoriana en un universo alterno, en donde donceles conviven con hombres y con mujeres.

Cualquier falta de ortografía, son bienvenidos a que me lo hagan saber.

No se aceptan comentarios ofensivos dentro de esta obra.

Espero que sea de su agrado. 

Capitulo 1º

 

Las campanadas de la iglesia daban anuncio del fallecimiento de un niño. Doce campanadas.

 

Ellis llevaba entre sus brazos una pila de libros, todos del mismo tema. La poca luz que había en las calles, hacían ver al jovenzuelo de diecisiete años como un espectro, su piel pálida y su ropa blanca hacían notar su cansancio por las horas ya caminadas de su pueblo hacia la metrópolis de la cuidad.

 

El peso de los libros, hacían que su pequeño cuerpecito se encorvara, la metrópolis quedaba a un par de minutos y sinceramente no podía aguantar un minuto más.

 

Cansado y sediento se sentó en una de las bancas del lugar, mirando el cielo obscuro y las estrellas que hacían compañía a esa tranquila noche.

 

Las pesadillas que, en algún momento de su vida, le atormentaron de una manera no muy sana, las continuas quejas de su madre y la desaparición de su padre, era sin lugar a duda una lista que no quisiera volver a recuperar.

 

El frio aire le hizo tener un escalofrió y mirando al cielo por última vez, se levantó más decidido que nunca, agarro la espantosa pila de libros y camino por el lado menos empedrado de la calle.

 

Los últimos minutos del recorrido se la vivió peleando con su cabello que sin lugar a dudas era un poco largo para un doncel , las luces que hacían brillar a la metrópolis, hicieron que el jovenzuelo pudiera ver con más claridad, la casa de su prima no quedaba muy lejos del puente en el que se encontraba, suspiro y dando un pequeño brinco para que los libros se acomodaran y no cayeran siguió con su agotada caminata, la gigantesca casa que tenía su gran y exitosa familia materna le hacían recordar los días antes del incidente. Ellis dejo los libros en el suelo y toco suavemente con su pequeña mano la enorme puerta caoba, espero algunos segundos y sabiendo que su prima no tardaría en abrir la puerta y así fue. Una muchacha de la misma edad que Ellis se asomaba, era más hermosa, pero carecía de la gracia y los modales que el poseía.

 

Su rostro se deslumbro con la luna y con una sonrisa de par en par abrió rápidamente la puerta, haciendo que esta pegara fuertemente con la pared a su costado, Ellis corrió a refugiarse a sus brazos y lloro como nunca antes lo había hecho, extrañaba tanto estos brazos, esos risos y esa sonrisa, extrañaba la reconfortante fogata que se prendía a mediados de diciembre y los libros que su tío Francis leía para ellos.

 

Ambos jóvenes se separaron del tan ansiado abrazo, Dane le dio un beso en ambas mejillas y volvió a sonreír cariñosamente hacia su primo.

 

— ¡Mírate Ellis, cuan cambiado estas!, tu cuerpo está más desarrollado desde la última vez que te vi, debo admitir que tu belleza es deslumbrante, sin lugar a dudas te convertirás en un brillante doncel.

 

 Ellis se sonrojo y asintió tiernamente, con la manga de su abrigo se limpió las lágrimas que aun caían de sus ojos, Dane tomo la mano de su primo y lo condujo al interior de la enorme casa.

 

Ellis miraba a su alrededor, el lugar seguía de la misma manera que lo recordaba, nada había cambiado, los episodios de su niñez lo golpearon, las riñas que tenía con Isabella, los viajes en caballo, la colección de hojas secas que aún conservaba y los bailes que con Dane bailaba, imaginando que ambos conocían a sus parejas y como debían, cortésmente presentarse.

 

Dane llevo a Ellis a la cocina y allí le sirvió una taza de té caliente, ambos no dejaron de mirarse a los ojos, Ellis le dio un pequeño sorbo a su té y siguió observándola, los años le habían sentado bien, ahora como una señorita y el como un doncel, ya no eran más unos niños, pero ella no había cambiado nada, seguía siendo la feliz y orgullosa niña que en sus recuerdos aun habitaba.

 

—parece que estás enamorado de mí.

 

 

Ellis rio por las ocurrencias de su prima, dejo la tasita en la mesa de madera y negó con un movimiento de cabeza que eso que ella decía no era verdad.

 

— ¿Entonces?-Dane se cruzó de brazos y levanto la cabeza, esperando a que digiera algo.

 

—solo te admiraba, siento que las cosas no han cambiado mucho.

 

—un poco si— dijo—las cosas no van muy bien que digamos. Admitió, soltó un suspiro lamentable. 

 

Ellis levanto un poco más la cabeza, interesado en lo que Dane diría a continuación, la joven muchacha se levantó un poco de su asiento y tomo entre sus manos una carta amarillenta un poco maltratada de los extremos debido a las veces que ya había sido leída, extendió la carta hacia Ellis, este la tomo con cierto sigilo, temiendo su contenido.

 

 —la carta me fue entregada hace un par de semanas atrás, el cartero no dio muchas explicaciones, diciéndome que el autor no quería dar su verdadera identidad.

 

Ellis la miro y luego su mirada callo en la carta en sus manos, leyó en voz alta las palabras allí plasmadas y con cierto asombro levanto nuevamente la cabeza observando a Dane.

 

—Te están pidiendo matrimonio Dane, es una carta de compromiso.

 

—Eso me queda claro— resoplo, camino a la ventana de la cocina y la abrió totalmente, apoyo sus codos en ella y permitió que el viento moviera delicadamente sus negros cabellos. —pero no conozco a nadie quien pudiera a ver enviado la carta, las únicas personas que conozco son a Henryk y a ti, pero tú no cuentas como varón y Henryk ya está casado.

 

—tal vez, sea alguien que te vio en el festival, las fuerzas armadas llegaron hace tiempo y tú estabas allí ese mismo día.

 

Dane negó, era muy poco probable que eso hubiera pasado, además si eso fuera cierto, él debía haberse presentado en persona ante ella y cortejarla como se debía.

 

—No somos adolescentes Ellis, no planeo casarme con alguien a quien no conozco, y un romance por carta no sirve de nada.

 

Ellis no dijo nada, tan solo leyó nuevamente la carta y suspiro rendido, estaba tan cansado por todo que solo quería descansar, Dane le miro, sonrió un poco, se despegó de la ventana y corrió hasta llegar hacia Ellis y puso sus manos en los hombros del chico, asustándolo en el progreso, la risa estruendosa de la muchacha se pudo escuchar por toda la casa, Ellis le miro molesto, y se paró de su asiento, su risa paro de inmediato y lo siguió, arrepentida de su broma.

 

—Ellis espera, perdona no quería asustarte.

 

—Está bien, no pasa nada, solo quiero dormir Dane, por favor estoy demasiado cansado para bromas.

 

—bien, te llevare a tu antigua habitación, pero no te quejes de que este demasiado pequeña.

 

Dane lo llevo al segundo piso, su antigua habitación estaba al final del pasillo, recordaba que este estaba conectado a unos dos cuartos, uno era de su madre y el otro lo ocupaban como alacena, la muchacha saco de su bolsa del vestido un par de llaves, todos pertenecientes a la casa, Ellis estaba sorprendido, se suponía que las llaves solo le pertenecían a Adeline, la ama de llaves, tampoco había visto a ningún criado en la casa y eso para él era sumamente extraño. Se mantuvo callado y no dijo nada al respecto. Ambos primos se dieron las buenas noches y se besaron en la mejilla como era ya su costumbre.

 

Ellis prendió algunas velas de su cómoda y observo el lugar, le traía nostalgia volver a recordar episodios de su niñez, donde todo era más fácil y tranquilo.

 

Se quitó sus zapatos de charol negro y descanso sus agarrotados pies, soltó un suspiro relajante debido al frio suelo que le quitaba todo tipo de molestias.

 

 Prosiguió a desvestirse y esta vez con su playera y pantalón, dejando ver su corsé que era obligado a ponerse por obvias razones, se la quitó dificultosamente y una vez acabado dejo toda su ropa en una silla y se vistió con un camisón de encaje blanco que le presto Dane.

 

Se acostó en la cama que para su sorpresa esta no estaba tan chica como lo había pensado, se cobijó con las suaves y reconfortantes mantas y se durmió al instante.

 

Notas finales:

Cualquier falta de ortografía háganmelo saber, recuerden dejar un r.r para saber si les ha gustado la historia y continuar con ella. Nos vemos dentro de una semana.

Atte: MichelMcCook 


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