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Disperso por chibibeast

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Notas del fanfic:

Nota1
¡Hey, Chibibeast hace acto de presencia, nuevamente!
 
Este One shot lo tenía escrito en un cuaderno, fue un poco difícil transcribirlo al celular y... Fue peor aun subirlo a A::Y.
 

Notas del capitulo:  
Bien, esto trata sobre la baja autoestima de un chico través de los años. Empieza con 12 años y termina en 14 años. 
 
Esto -/-/-/-/- significa cambio de narración (de presente a pasado).
Esto -0-0-0-0- significa cambio de escena. 
 
¡Viva el poder de la amistad!
 
He tenido malas experiencias con niños, creo que lo expresé en este fic xd
 
AVISO IMPORTANTE EN NOTA FINAL.
 
¡A leer!

 

Si hay algo por lo que he luchado, no recuerdo haberlo conseguido.  

 

Han sido pocas las veces que me he interesado en cumplir algún propósito, las ganancias obtenidas no me han hecho sentir que ha valido la pena. No lo entiendo, no me entiendo. Es como si todo fuese arena colándose entre mis dedos, dejando mis manos vacías; como si esa arena fuese yo mismo, desperdigándome en el suelo, siendo dispersado aun más por el viento.  

 

Tengo una opinión propia, como todos, que en contadas ocasiones he expresado y hecho escuchar, lo cual ha creado una lista de personas que han estado en desacuerdo, no soy de su agrado o sólo pasan de mí. Yo no espero nada de ellos, tampoco les presto la suficiente atención como para preocuparme de lo que sus pequeñas mentes piensen al respecto.  

 

No siempre fue así. En ocasiones, mi pasado aflora como una ola de disconformidad.        

 

 

 

-/-/-/-/-      

 

 

 

 

 

Muchas palabras negativas y frases hirientes han sido dirigidas a mí. A mi corta edad no le hallaba significado a lo que los adultos se referían cuando se aproximaban a mi mamá y me apuntaban, mientras yo me escondía detrás de ella, en un acto de timidez... y temor. Conforme pasaron los años, los compañeros de clases con los que jugaba en los recreos fueron alejándose, sin explicación alguna; quedando yo sólo, sin nadie con quien reír. Los padres de algunos niños les ordenaban no acercarse y los otros no lo hacían porque alguien esparció una, obvia, mentira sobre mí. " Si te acercas a Takashima, se transformará en un oni y te comerá desde la cabeza."   

 

Al ser infantes, todos lo creyeron.Los maestros trataban de desmentirlo, pero en su terquedad infantil, ellos se negaban a entender la verdad.  

 

Suerte, podría decirse, eso sucedió durante los dos últimos años de la escuela elemental.  

 

Soporté dos años de burlas por parte de seres que eran semi conscientes de los que sus mofas causaban. No los justifico porque "son niños" —como otros hicieron—, sino, digo que no fueron completamente conscientes porque ellos sabían que provocaban mi llanto, pero no sabían las consecuencias de sus voces resonando una y otra vez, haciendo eco en mi mente. La percepción de mi imagen se distorsionó.  

 

En ese tiempo me di cuenta que los niños pueden ser muy crueles.  

 

Durante el intermedio para elegir una escuela media a la cual asistir el próximo ciclo escolar, discutí con mi madre y hermanas mayores. Las culpé debido a mi apariencia, por heredar sus genes y ser idéntico a ellas. Poseía rasgos faciales tan finos y delicados, trataron de convencerme de que era normal, que atravesando la adolescencia cambiarían; sin embargo, yo no quería ser así, parecer lo contrario a lo que realmente era. Siempre he vestido como un chico, pero la ropa nunca ha sido una muestra fehaciente de nada.  

 

La depresión y las visitas al sicólogo, no fueron de ayuda. Me encerré en mi habitación, no quería saber nada de nadie; me mantenía abrazado a mi balón de fútbol —deporte que disfrutaba mucho—, mas, estar en el exterior me atemorizaba. Nos mudamos a una nueva casa en otro residencial, todavía dentro de Kanagawa. Creían que un cambio de ambiente total mejoraría mi situación. Yo no veía más que un patrón diferente en la estructura de las casas.  

 

Una tarde, mi progenitora se adentró a mi habitación, podía observar en sus irises una vaga esperanza de recibir una respuesta positiva a su petición.  

 

—¿Quieres que me una al equipo de fútbol local?— vocalicé incrédulo y casi molesto, recostándome contra el espaldar de mi cama.

 

—¡Sí!— respondió mi madre, sentándose a la orilla del mueble. Con verdadero entusiasmo procedió a narrar lo descubierto en su aventura a través de un parque ubicado a unas cuántas cuadras de nuestro nuevo hogar.— En el parque hay muchos juegos, los típicos como columpios, resbaladillas, sube y baja... ¡incluso construyeron una casita en un árbol! Es muy bonita.— sonreía tanto, contrario a mí, lo mencionado no me emocionaba. Ante mi escasa reacción,  moderó su tono y continuó.— Como te decía: el fútbol es un deporte bastante popular, muchos chicos de por aquí lo practican. El campo es enorme, tiene césped real, las porterías están bien sujetas al suelo; se percibe tal energía al ver a los muchachos correr a lo largo y ancho. Todo se encuentra en tan buen estado, que quisiera ser joven para poder unirme.— una suave risa traviesa escapó de su garganta, acomodó los rebeldes mechones color ébano que se negaban a permanecer atados a su coleta.  

 

—No me interesa.— negué su propuesta. Me escondí bajo el calor de las mantas con el diseño de mi súper héroe favorito -en aquel tiempo-, Ultraman.  

 

—Shima.— sonaba triste, casi al punto de llorar.— Deseo que vuelvas a ser...— inhaló profundo para tranquilizarse.— Necesitas recuperar tu vitalidad. Te extraño, cariño. Somos tu familia, te extrañamos.— dio un beso en -donde supuso estaba- mi frente. Seguido, salió al pasillo, cerró la puerta tras suyo.

 

Minutos después, descubrí mi cabeza de las telas, noté un papel a un lado de mi almohada, antes no estaba allí. Era un panfleto muy colorido, con dibujos alusivos al deporte mencionado, letras grandes en el centro se leían "¿Quieres divertirte hasta el cansancio? ¡Únete a nuestro equipo! ¡Pasarás un buen rato!", traía anexado un número telefónico. En una esquina había señalada la categoría "de 12 a 15 años de edad".  

 

—Esto es basura.— arrugué el papel y lo arrojé al piso.  

 

 

 

 

 

      -0-0-0-0-      

 

 

 

 

 

Al día siguiente, salí de mi habitación, bajé a la cocina, donde se encontraba mi familia desayunando. Le dije a mi progenitora que me llevara al parque. Su alegría fue tal, corrió hacia mí y me abrazó lo más fuerte que pudo. Una de mis hermanas soltó la cuchara que llevaba a su boca, cayó dentro del tazón de cereal, sacudiendo la leche junto acierta cantidad de hojuelas, yendo estos a parar al rostro de nuestra otra hermana. Los cuatro reímos al darnos cuenta.   Sentí como si hubiese transcurrido una eternidad desde la última vez que mis mejillas se estiraron así.        

 

 

 

 

 

-0-0-0-0-        

 

 

 

 

 

Me inscribí al Setagaya FC*, el club tenía el nombre del vecindario. Al principio, temí ser rechazado debido al mismo problema de siempre, toda la tensión acumulada en mi cuerpo se deshizo, los demás integrantes se comportaron de modo amigable. No fui objetivo de insultos ni miradas disgustadas. Gratamente, fui halagado, gracias a mis habilidades con el balón. Incluso, uno de los nuevos miembros me retó a dominadas*, me sorprendió bastante. No propuso un reto serio, de hecho, su emoción me contagió.  

 

El entrenador no tuvo opción,más que aceptar el "desafío". Así que, formamos parejas y, a continuación, el estruendoso soplido del silbato dio inicio al primer emtrenamiento.  

 

Luego de un mes, me di cuenta que ya había establecido conversaciones normales con cada miembro del grupo. El mayor era el capitán, quien tenía 15 años, el resto oscilaba entre las edades aludidas en el panfleto; eramos dos los menores, Akira Suzuki, apenas diferenciado conmigo por un mes. Akira, era con quien mayor contacto tenía, me agradaba mucho y, al parecer, él pensaba lo mismo respecto a mí.  

 

Los entrenamientos eran una excelente distracción, casi olvidé que debía asistir a la escuela. Había una lista de posibles institutos a los cuales matricularme, no quería reencontrarme con personas de mi pasado, entonces, elegí un lugar cercano a mi hogar. La secundaria Raijin* ofrecía un campus vasto, dividido en tres alas: el ala norte y este, eran destinadas a salones estudiantiles comunes; el ala oeste, eran salones especiales, destinados para las actividades extracurriculares. El gimnasio ubicado al suroeste, daba espacio para las canchas de tenis, fútbol sala, fútbol soccer y atlemismo. Era estupenda.  

 

El primer día, mientras me dirigía a clases caminando, me topé con Akira. Nuestros globos oculares casi salen de sus cuencas, cuando notamos que traíamos puesto el uniforme exacto de telas oscuras, encontramos nuestras voces, mas no articulamos nada concreto. Suzuki palmeó mi espalda, saludándome, y acompasó nuestros andares. Juntos trazamos el camino a Raijin.  

 

Así conocí a quien se convirtió en mi mejor amigo, la persona que expresó en voz alta y clara su discrepancia ante las mofas de los creídos superiores, debido a poseer rasgos más toscos, tanto faciales como físicos. Él, quien logró expulsara todo lo guaradado en mi interior: tristeza, furia, miedo, repulsión. Era un muy buen escucha, una grata compañía y un maravilloso consejero. Gracias a él, superé mis inseguridades, me acepté tal cómo soy. Aunque, él también tiene sus momentos de debilidad, permanezco a su lado... porque, Akira, no necesita a alguien diciéndole que su vida fluirá en sentido recto, sino, necesita un hombro para apoyarse, unos brazos que lo sostengan y un susurro al oído.  

 

—Ue-chan, ¿quieres chocolate?  

 

—¿Con trocitos de maní?  

 

—Sí.  

 

—Eres el mejor, Shima-chan.    

 

 

 

 

 

  -/-/-/-/-  

 

 

 

 

 

Continuo sintiéndome como arena desperdigada, la diferencia, ahora, es que el viento ya no me dispersa, sino, me lleva a un sitio seguro, en el cual reposar.

 

 

Notas finales: Aclaraciones:
*Setagaya FC (Football  Club) -> en Japón, los clubes de fútbol llevan el nombre de su vecindario/cuidad/etc. Setagaya es un barrio real, ubicado en Tokio, pero yo lo usé en Kanagawa.
 
*Reto dominadas-> hacer trucos con el balón.
 
*Raijin-> No es una escuela. En realidad, es el dios del trueno en la mitología japonesa, de la religión Shinto.
 
Datos curiosos (reales):
HAY SIETE DATOS REALES, QUIEN DIGA PRIMERO CUÁLES SON (mínimo cinco), LE DARÉ UN PREMIO. ¿Un Drabble de esta hermosa ship, tal vez? ¿O alguna otra ship que le apetezca? 
 
Querido lector, si crees tener las RESPUESTAS CORRECTAS a este "desafío", deja un review con las especificaciones siguientes:
- Cualquier ship de the GazettE, puede ser Crossover con otra banda, específicamente, que haya pertenecido a PSC.
- Roles (Activo/Pasivo) o sin él, como desee.
- Temática (explicada brevemente)
- Género (no angustia o parodia, por favor).
- Advertencia (NO escribo muerte, shota, violación, lemon).
 
En el siguiente Drabble que publique daré las respuestas correctas, mencionaré al ganador y la fecha de publicación de su premio.
 
¡Estén atentos!
 
Nos leemos~
 

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