- Ya estamos a salvo… Por fin la humanidad será libre Capitán – Lleve mis manos al rostro mientras secaba con prisa aquellas lagrimas traicioneras para que nadie más las miraras.
- Deberías estar feliz por eso Mocoso – A pesar de que su tono era firme en su voz se podía escuchar aquel leve dolor proveniente de aquellas palabras y de la vista que teníamos frente aquel terreno de lapidas que parecía nunca acabar – Ellos entregaron sus vidas por ese propósito.
- Lo siento… Realmente lo siento yo debí haber entregado mi vida por ellos de igual forma – Sentí mis piernas flaquear y no puede evitar el caer de rodillas frente aquellas lapidas en la cual estaba grabado el nombre de aquella que consideraba la mejor científica y una de las mejores amigas y compañeras que cualquiera habría podido tener – La superior Hanji… Ella…
- Lo hizo por mi Eren.
- Si pero…
- Eren mírame – Sentí su mano tras mi nuca mientras juntaba nuestras frentes pero sin apartar aquella mirada penetrante – Ella sabía que si tu morías… También lo haría yo, dio su vida por la tuya, no te atrevas a deshonrar su memoria por tomar aquella decisión de mantenerte con vida – Aquellas palabras calaron hondo en mi pecho y no pude evitar el dejar soltar aquel llanto frente a persona que tanto quería, sus brazos me rodearon con fuerza y por primera vez sentí como mi hombro también se humedecía por sus lágrimas, no pude evitar el ver las tumbas que antes habíamos visitado, Armin, Mikasa, Jean, Connie y todos los demás que quería estaban lejos de mi ahora…
- No me dejes Levi por favor.
- No lo hare así que descuida, siempre juntos Mocoso.
La guerra termino y victoria de la humanidad se hiso presente, fui el único titán en pie y luego de la guerra se supone el que debía de ser ejecutado para asegurar la total seguridad pero Levi y Mikasa fueron a rescatarme una vez que estaba a punto de ser castigado, debido a eso Mikasa perdió la vida en manos de uno de los soldados el cual estuvo a pocos segundos de acabar con mi vida. Luego de eso Levi y yo fuimos a vivir lejos de todo, de lo conocíamos… Nos volvimos amantes ordinarios a los ojos de todos, dejando atrás aquellas hojas filosas y aquel régimen de entrenamiento en el cual habíamos estado durante años, el sostuvo mi mano y jamás la soltó, fue mi apoyo en todo…
<< Ese fue el más hermoso tiempo en mi vida >>
Pero aquella mano que me sostuvo tantas veces con los años envejeció al igual que él, mientras que la mia permanecía joven pasasen los años que pasasen y aunque él lo hubiese prometido… Igualmente la muerte se lo llevo, perdí mi poder de titán pero no mi inmortalidad, no importaba las veces que aquel cuchillo traspaso mi garganta frente a su tumba como una súplica de estar a su lado y dejar mi larga vida atrás, siempre despertaba con las heridas regeneradas y mis esperanzas de morir se desvanecían.
- Ni la cicatriz permaneció – A pesar de que en mi rostro deje salir aquella leve sonrisa mis mejillas la estaban empapadas en llanto -- ¡No deseo la vida eterna, quiero morir de una vez! – Golpee repetidas veces el suelo frente aquella ya reconocida tumba hasta que mis puños sangraran – ¡! AAAAHHH ¡!... Levi, Levi.
<< Ese uno de los precios que hay que pagar por haber sido un monstruo… Un eterno y Joven monstruo >>
Los años pasaban con prisa y cada vez las cosas cambiaban con rapidez dejando una vez más atrás lo que conocía, deambulaba por el mundo adaptándome a cada época como la anterior… Pero siempre solo…
- Solo si la hubieran inventado en la época en la cual nací – Deje aquel periódico a un lado del banco y acomode la bufanda roja un poca más cubriendo parte de rostro, solo dejando mi nariz y mis ojos visibles, metí mis manos en aquel gran abrigo y mire hacia el frente notando como millones de personas pasaban por el centro de la ciudad tomando fotos y riendo frente aquel gran árbol de navidad en Japón, mire de reojo el periódico nuevamente y leí con prisa “Las píldoras de vida eterna siguen siendo famosas en estos cinto treinta tres años desde su fabricación”—De nada sirve ahora… Ya ninguno está conmigo – Cerré los ojos por un momento mientras sentía como picaban por dejar salir las lágrimas que nuevamente logre contener.
<< Esta vida… ¿Cuánto más tengo que vivir y sufrir? >>
- No deberías dormir en medio de la calle… Eren -- Abrí los ojos con prisa, sintiendo aquel escalofrió en mi cuerpo al reconocer aquella cantarina voz, mire hacia arriba y sentí mi pecho ser oprimido, aquellos ojos cafés, tras aquellas gafas y la sonrisa que la mujer frente a mí me hicieron temblar de pies a cabeza.
- Supe-Superior Hanji… – Su sonrisa se agrando un poco más mientras se llevaba una mano a la boca y supe que estaba sollozando – Usted… ¿Cómo es que?...
- Vida nueva con recuerdos viejos… Todos los recuerdo Eren – Un fuerte abrazo fue lo que no pude contenerme en darle tras aquellas palabras y por primera vez en mucho tiempo me aferre a alguien sintiendo como mi cuerpo no tenía las fuerzas tras el enorme llanto en el que me veía envuelto junto a ella… Junto a la persona que sacrifico su vida para darme muchos años junto a la que amaba – No llores Eren…
- La extrañaba, he estado solo todos estos años sin ninguno de vosotros… Solo -- Su agarre se volvió más fuerte.
- Ya nunca más estarás solo pequeño… Nuca más – Aquellas palabras me helaron por completo, por pensar que pudiera morir y luego quedarme solo nuevamente, un tintineo se escuchó y pude reconocer que se trataba del Móvil en su bolsillo el cual luego de mirar su pantalla no dudo en coger -- ¿Qué ocurre?... Lo lamento, encontré a alguien muy importante… ¿Dónde estás? – Su mirada se posó nuevamente en mí, mientras me sonreía con ternura -- ¿En el árbol?... Estoy en una banca a unos metros de el – Ella miro hacia aquel lugar y pude notar a muchas personas ir de aquí para haya – Tu no me vez pero yo si… -- Mire mis pies por un momento y sonreí tras recordar aquella personalidad vacilante de Hanji – Mira al frente… Levi.
Tras aquel nombre mi cuerpo se paralizo por completo, solo atine a levantar la mirada unos segundos asía ella la cual miraba al frente con una enorme sonrisa, mi corazón bombeo con fuerza y mire a la misma dirección… No, no podría ser, todo se detuvo por un momento y solo me centre en quel hombre junto al árbol el cual tenía los ojos abiertos casi por completo y dejaba caer aquel Móvil en sus manos, mi mente no dudo en detallarlo rápidamente al pensar que esta me estaba jugando una mala pasada.
- Lo recuerda… Sé que te alegra verme pero estoy segura que lo que anhelabas era el verlo a él, así que ¿Qué esperas? Ve con Levi, Eren – No pude evitarlo, mis pies dudaron por unos segundos pero al final tuve que tropezar con un par de personas debido a la carrera que hice para llegar junto a él, el trayecto se me hacía eterno así que una vez me vi a unos pasos me lancé sobre el provocando que abriera los brazos con prisa evitando nuestras caída… Él nunca me dejaría caer, fuerte, esa era la palabra que describía nuestro abrazo, las lágrimas y gimoteos salían con prisa al sentir aquel calor que por mucho tiempo me habían quitado y que ahora ya podía tenerlo en mis brazos.
- Capitán Levi… Levi -- Junto nuestras frentes como hace mucho tiempo pero esta vez sus ojos estaban cristalinos y una sonrisa de superioridad estaba en sus labios.
- Mocoso… Te busque, en muchas ciudades y países, y estabas aquí… Te lo dije, Nuca te dejare pasen las vidas que pasen, siempre te buscare Mocoso – Y por primera vez en mucho tiempo sentía mi corazón latir de felicidad, sintiendo nuevamente aquella emoción que di por perdida tras su muerte, el unió nuestros labios con dulzura, y sentí el sabor de millones de emociones, Enojo, Felicidad, Dolor, Perdida, Amor, Reconciliación…
- No te dejare marchar, nunca más te dejare marchar Levi.
- Esta es nuestra nueva vida Eren, y ahora tengo la oportunidad de nunca más dejarte, así que lo volveré a decir… Siempre juntos Mocoso.
<< Si, y esta vez sí será para siempre >>