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SIVE MALEDICTIO por Esmeraldaxx200

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Notas del fanfic:

Género: Terror/Romance.

Personajes: Marvel y Originales.

Pareja principal: WinterIron (James Barnes/Tony Stark).

Parejas secundarias: (Thor Odinson x Janet Van Dyne); (Thor Odinson x Loki Laufeyson); (Natasha Romanof x Janet Van Dyne); (Sam Wilson x Kamala Khan); (Steve Rogers x Peggy Carter) (James Rhodes x Carol Danvers).

Insinuaciones: Stony (Steve Rogers x Tony Stark); (Supervisor x Encantadora); (Loki Laufeyson x Natasha Romanof).

Capítulos: Máx. 5 capítulos.

Notas del escritor: Marvel no me pertenece, de lo contrario, haría que Tony sea el centro de atención de todos y todas. También, haría un comic sobre la relación de James Barnes como el nuevo capitán américa y tony.

Todos los méritos a nuestro maravilloso Stan Lee y demás creadores. 

 

#HalloweenAllTony #2017

Notas del capitulo:

¡Desde hace mucho pensaba en escribir este fanfic! Y por fin lo hice realidad :D 

 

¡Espero que lo disfruten! 

Era una mañana nublada como tantas otras, los pajaritos cantaban y los carros se mantenían inmóviles por el tráfico a tempranas horas de la mañana.

Anthony miraba por la ventana de su limosina. Aquel muchacho de apenas 15 años con mirada retadora e indomables cabellos castaños se dirigía a su preparatoria. Era el menor de su clase y uno de los pocos más jóvenes de la prepa. Se aburría esperando a que lo que sea que estuviera retrasando su llegada se apurará y lo dejará pasar. No quería llegar tarde, una de sus amigas le había comentado que tenía grandes planes para el fin de semana de Halloween y él no se lo podía perder.

–Olvídalo, Jarvis –pronunció el menor. –Será mejor que vaya caminando –miró su reloj y faltaban apenas 15 minutos para que el timbre diera por iniciadas las clases.

El mayordomo y mejor amigo de Tony trató de evitar que su joven amo saliera disparado de la limosina, pero nada evitaría que llegara al menos cinco minutos antes para escuchar a su amiga.

–Está bien, joven Tony –suspiró resignado. –Pero, por favor… mándeme un mensaje cuando haya llegado –pidió amablemente.

Tony abrazó por detrás a su gran amigo y salió con cuidado del auto. Miró a ambos lados y empezó a correr. Ya estando a pocas cuadras y faltando seis minutos, se permitió descansar y caminar con calma. A tan solo una cuadra, se encontró con un joven de cabellos negros cortos y ojos verdes brillantes.

–Eres un tardón, Stark –sonrió el oji verde.

–Cállate, Loki –le sacó la lengua y entraron juntos hasta el patio de la prepa, mientras el castaño le mandaba un mensaje a su mayordomo.  Al llegar, se encontraron con sus demás compañeros.

– ¡Tony! –gritó una joven de cabellos cortos castaños, abalanzándose sobre el mencionado. –Natasha nos va a comentar sobre su idea para la noche de brujas –sonrió enérgica como siempre.

Janet Van Dyne era una de las chicas más populares del colegio, no solo era muy bonita sino que además siempre vestía a la moda y tenía a uno de los chicos más populares y guapos babeando por ella.

Tony se acercó a la mencionada con Janet aún pegada a él. La peli roja era una amiga de la infancia con cabellos que le llegaban al hombro y una mirada intimidante. Algo sádica, pero buena en el fondo.

Loki rodó los ojos y se unió a sus compañeros. Los cuatro eran muy buenos amigos, aunque al peli negro le costaba admitirlo. 

–He leído en internet que hay un pequeño pueblo en una pequeña isla frente a Manhattan. Se rumorea que hay un demonio que asesina gente y cada año varios turistas van y se quedan en esa isla por dos o tres días. Obviamente, es falso. Pero, podemos acampar ahí para ver qué tan cobardes son –sonrió divertida.

A Tony le había asustado eso del demonio, pero la ciencia negaba cualquier existencia paranormal, así que debía ser fuerte y aceptar. Por otro lado, Janet no deja de ver a cierto rubio que de lejos también la veía. Cosa que no pasó desapercibida por Loki, quien frunció el ceño incómodo.

Tony aceptó orgulloso ir a pasar todo el fin de semana en esa isla, Janet regresó su atención a su grupo y de igual manera aceptó. No había prestado atención a nada de lo que había dicho su amiga, pero si iba Tony ella también lo haría. Después de todo, eran mejores amigos. Loki parecía estar pensándolo bien. Pero, al final decidió aceptar. No tenía planes para el fin de semana y salir de vez en cuando no le haría mal.

Natasha sonrió satisfecha de que sus más cercanos amigos, por no decir mejores amigos, aceptaran ir con ella a esa isla. Había tenido siempre la curiosidad de ir pero sus padres no la dejarían ir sola.

 –Deberíamos invitar a más gente –propuso Janet, incomodando a la peli roja y al oji verde. –Yo tengo en mente a alguien –sonrió tímidamente.

Los tres amigos se vieron entre sí y luego miraron a la castaña. Sabían de quien hablaba. Tony apoyo la idea, insinuando que sería más divertido si iba más gente. En cambio, Natasha y Loki argumentaron lo contrario.

–Si vamos en grupo ya no daría tanto miedo –el peli negro se cruzó de brazos. La peli roja apoyo el comentario de su amigo.

Tony y Van Dyne torcieron los ojos. El timbre de inicio de clases no permitió a los castaños seguir hablando. Los cuatro se dirigieron a sus respectivas aulas. Stark estaba en el mismo salón que Romanof, mientras Loki estaba con Janet.

–Jan… –la llamó antes de entrar a su salón. –Convence a Loki, yo me encargo de Nath –le guiñó un ojo y su amiga asintió con la cabeza.

Una vez en su salón, Tony se saludó con uno de sus mejores amigos de la infancia o mejor dicho hermano: James Rhodes, un moreno alegre y sobre protector con Stark.

Tony se sentó detrás de su amigo y empezaron a hablar de trivialidades. El castaño no quería comentar nada del acampar en la isla hasta que sus otros dos amigos estuvieran de acuerdo con incluir más gente a la aventura.

– ¿Qué planes para Halloween? He escuchado que habrá una fiesta en casa de Peter Quill –preguntó el moreno.

Tony sonrió nervioso y negó con la cabeza. –El año pasado tome demasiado y mis padres me castigaron… No creo que este año pueda salir a una de esas fiestas de nuevo –suspiró tratando de sonar convincente.

Rhodes rió ante el comentario de su amigo. Estaba por decir algo, pero el profesor entró al aula y las clases dieron comienzo. Matemáticas era demasiado fácil para Stark, así que en vez de prestar atención escribió un whatsapp para Nath.

¿Puedo invitar a Rhodes? No podría ir sin mi hermano del alma a una aventura terrorífica –escribió tony en el mensaje y lo envió.

El castaño volteó su mirada a su compañera y la vio sacando el celular. Regresó su mirada al profesor y fingió prestar atención hasta que el celular vibró.

Si prometes que solo será él, puedo aceptarlo –había respondido la peli roja con una carita enojada.

Tony sonrió y cuando el timbre de cambio de clase tocó, el castaño feliz le comentó a su mejor amigo sobre sus planes para la noche de brujas.

– ¿Es en serio? –preguntó preocupado el moreno. –No me molestaría ir, pero… ¿No será peligroso? –frunció levemente el ceño, temiendo por la seguridad de su mejor amigo.

Tony era muy inteligente y habilidoso con todo lo teórico, pero respecto a actividad física era un cero a la izquierda.

Sin embargo, Stark juró que todo sobre el asesino era una completa farsa y no había un peligro verdadero. James suspiró y acepto ir con ellos a la isla.

– ¿Quiénes más irán? –preguntó, esperanzado en que la chica que le gusta también fuera.

Anthony suspiró y le comentó que solo irán Loki, Janet, Nath y los dos. A Rhodes le pareció raro que solo fueran a ir los cinco y preguntó si podía invitar a alguien.

–Lo siento, hermano. Ni a Nath ni a Loki les parece invitar a más gente –se alzó de hombros. –Yo también quiero invitar a algunas personas –suspiró.

El profesor de historia entró al salón y de nuevo las clases empezaron. Tony tuvo que prestar un poco más de atención que antes porque el profesor advirtió que tomaría un examen oral al final de la clase.

Por fin el timbre del recreo había sonado. Tony junto a Rhodes se acercaron a Natasha para salir juntos al receso, juntándose con Loki y Janet en el proceso.

–Bueno, Loki por fin ha aceptado que invite a Thor al campamento de terror –sonrió emocionada Janet. –Así que Tony, por fis acompáñame a invitarlo –abrazó el brazo del mencionado, quien no tuvo opción y aceptó. –Ya volvemos, chicos –los ojos de la castaña estaban brillando más que de costumbre.

– ¿Por qué aceptaste? –preguntó Nath, después de que Rhodes dijera que iría a comprar algo a la cafetería.

Loki no quería hablar y solo rodó los ojos. Los dos suspiraron. Ambos estarían muy incomodos con esos dos dándose indirectas románticas.

– ¿Sabes qué? Invitemos a más gente… Al menos así, creo que no nos centraremos tanto en ellos… –suspiró cansada.

El peli negro aceptó la idea y se fue a invitar a unos compañeros. Natasha hizo lo mismo y se dirigió a un grupo de jugadores de fútbol americano.

Al percatarse de la presencia de la peli roja, tres chicos se acercaron a ella. Uno era Sam Wilson, moreno con una sonrisa amable y cabello corto; el siguiente era Steve Rogers, el capitán del equipo, rubio y de unos hipnotizantes ojos azules. Y por último, estaba James Barnes, mejor amigo de la infancia de Steve, de cabellos castaños oscuros que le llegaban hasta el cuello y ojos azules.

–Hola, Nath. ¿Qué tal? –saludó amablemente el rubio.

–Vengo a invitarlos, a un campamento –dijo seria como siempre.  –Será este fin de semana en una isla que queda frente a la ciudad –se cruzó de brazos esperando la respuesta de sus compañeros.

El primero en apuntarse fue Sam, quien pidió permiso para llevar a su novia. A la peli roja no pareció importarle y asintió con la cabeza. El moreno salió corriendo a buscar a su chica. Steve y James se miraron, prometiendo su respuesta para el final del día.

–De acuerdo, los esperaré en la puerta a la hora de salida. No sean tardones, por favor –sonrió divertida.

–No te preocupes, Romanof. Seremos puntuales –sonrió de igual manera, Barnes.

Antes de que la peli roja se fuera, Steve aprovechó para preguntar quienes más irían y si en caso él fuera pudiese invitar a alguien más.

Natasha le dijo que por el momento los únicos confirmados eran Janet, Rhodes, Loki, posiblemente Thor, Sam y su enamorada, obviamente también iría Stark y ella. James abrió los ojos sorprendido y sus mejillas se sonrojaron levemente.

Steve agradeció la información y dejó ir a la oji verde tranquila. Le comentó a Bucky que quizás invitaría a Peggy y aprovecharía para declarársele en el viaje. Barnes asentía con la cabeza sin prestar realmente atención, pensaba en que quizás sería una buena oportunidad para acercarse a Anthony y hacerse amigos.

–Y si me dice que no, me suicidaré… –dijo Steve, al darse cuenta que su amigo no lo estaba escuchando. – ¡Buck! –despertó del trance a su hermano, quien frunció el ceño.

–No tenías que gritar… –bufó, causándole gracia al rubio.

Steve sonrió divertido y le habló de nuevo sobre su plan para invitar a Peggy. Esta vez el castaño prestó más atención y le pareció una buena idea. Si todo salía bien, Steve sería la pareja de Peggy para el siguiente lunes. Estaba realmente emocionado, así que empezó a pensar sobre que debería decirle para convencerla de ir al campamento. James solo suspiró Su mejor amigo estaba muy enamorado de esa castaña.

Peggy Carter era una de las chicas más estudiosas de toda la preparatorio, ocupando el tercer lugar general, justo después de Bruce Banner y Tony Stark. Además, de ser delegada en su salón y era la líder de las porristas. Era una persona muy amable y solidaria. Steve, James y Peggy se conocían desde pequeños y eran muy buenos amigos.

Barnes confiaba un poco más en Peggy para los temas románticos. Por ejemplo, ella lo había ayudado con su primera novia a los 13 años. Lamentablemente no duró mucho con la chica, pero había sido su primera enamorada y le estaba muy agradecida a Carter.

Bucky se perdió un rato en sus pensamientos, ignorando de nuevo a su amigo.

–Caballeros –llamó una oji miel, logrando la atención de ambos amigos. – ¿Están ocupados este fin de semana? –preguntó sonriente.

-¡Peggy! –exclamaron juntos y asintieron con la cabeza.

-No me digas que ya te invitaron al campamento… –preguntó preocupado el rubio.

La porrista asintió y les propuso ir con ella. Steve acepto algo decepcionado de que alguien más la hubiese invitado, pero eso no podía cambiar sus planes.

– No lo sé, tendría que preguntar… –afirmó el peli negro.

– Anímate, Buck –sonrió la castaña. –También irá Tony –le guiñó el ojo, sonrojando al oji azul y confundiendo al rubio.

Steve no tardó en preguntar que tenía que ver Stark en todo eso. Peggy negó con la cabeza sonriente, ignorando la pregunta de su rubio amigo. Con un simple <<Tú ganas>>, la asistencia de Bucky fue confirmada.  Peggy mostró una sonrisa radiante, haciendo sentir celoso a Rogers. Quedaron en que ambos chicos recogerían a la castaña temprano e irían al punto de encuentro que todavía no estaba confirmado.

El timbre entristeció a todos los estudiantes, quienes con pesar regresaron a sus aulas.

Anthony se acercó sonriente a una triste Natasha. Se agachó a la altura de la joven sentada en su pupitre.

– ¿Por qué tan triste? –hizo un leve puchero, llamando la atención de su amiga.

– No es nada… –trató de fingir, pero era obvio que a la peli roja le pasaba algo. Los sentimientos que tenía por Janet ya no eran tan fáciles de fingir y no quería que nadie, exceptuando a Loki, lo supieran.

Tony regresó a su sitio algo triste por el decaimiento de su compañera. Suspiró y dejó que las clases lo distrajeran. Ya a la salida le obligaría a que le dijera que le pasa, además de coordinar todo para el fin de semana que tendrían.  

Física y Lenguaje eran las clases siguientes. Janet se mantenía atenta a cada clase, si bien era popular y todo, eso no significaba que sus notas lo fueran de la misma manera. A pesar de que Tony siempre la ayudaba en las tareas, a la pobre castaña se le hacía difícil recordar tantas letras en fórmulas. Lenguaje era algo más sencillo, así que se pasaba todo el día dibujando vestidos y zapatos en la parte trasera de su cuaderno.

Soñaba con ser una gran diseñadora de modas y poder tener su propia marca de ropa. Lo que la mantenía divagando en sus pensamientos.

Mientras tanto, Loki miraba con odio a su medio hermano, Thor. ¿Por qué tenía que ser tan endemoniadamente guapo y caballero? ¿Por qué justo tenía que serlo con su mejor amiga? Loki hubiera preferido ver a su hermanastro con cualquier otra mujer, pero no, él quería a Janet.  Trató de pensar en otra cosa, de atender a la clase, de pensar en el fin de semana… ¡Maldita sea! Ya no quería ir a esa tontería, no si iba Thor. ¿Por qué querer a alguien tenía que ser tan incómodamente doloroso? Frunció el ceño y pidió permiso para ir al baño, necesitaba lavarse la cara y sacarse esos pensamientos tan tontos de la cabeza.

El profesor le dio permiso y el peli negro salió por la puerta trasera del salón. Caminó por los pasillos de la prepa para distraerse, hasta que alguien interrumpió su recorrido.

– ¿Tampoco puedes prestar atención a clases? – el peli negro saltó de la impresión al ver a su Natasha con los ojos rojos, era obvio que había estado llorando.

–  ¿Llorando por amor, eh? Que madura – sonrió, aunque estaba preocupado.

–  Cierra la boca, tú también estas yendo al baño a llorar – se quejó y rodó los ojos.

Ambos suspiraron y subieron juntos a la azotea. Estaba prohibido subir ahí, pero en horario de clase nadie cuidaba el acceso. Se sentaron uno al lado del otro a mirar el patio y lo poco de la ciudad que se podía ver.

Natasha se permitió recostar su cabeza en el hombro de Loki. Él la miró y suspiró, apoyando su cabeza en la cabeza contraria. No tenían nada que decir, ambos sabían los sentimientos culposos del otro, así que solo quedaba consolarse en silencio.

El timbre de final de clases sonó, ambos se sorprendieron al escucharlo y bajaron corrieron a sus respectivos salones. Ambos mintieron a sus profesores, diciendo que habían ido a la enfermería por un dolor de cabeza. Anthony se acercó preocupado a la peli roja, pero está solo lo ignoró y le dijo que debían reunirse con los demás fuera de la prepa para coordinar detalles y saber quiénes irían al campamento. Tony frunció el ceño al sentirse ignorado, pero le siguió la corriente a su amiga y junto a Rhodes salieron hasta el patio, donde se encontraron con los demás.

Janet se mantenía distante de Loki y en cuanto vio a Tony se acercó a él y rodeó su brazo. El castaño sonrió y se acercó al peli negro, quien pasó de largo hasta toparse con Romanof. Tony arqueó una ceja ante la rara actitud de su amigo, pero decidió ignorarlo para no provocar una pelea. Janet le susurró al oído que había llegado tarde y que estaba medio raro con ella también.

El castaño pensaba responderle a su mejor amiga, pero Rhodes llamó la atención de ambos castaños.

– Tony, ya llegaron los demás –los castaños se acercaron a los nuevos participantes del campamento.

Steve, Sam y su novia Kamala; Peggy; Encantadora y  Supervisor, conocidos de Loki; Bruce y su novio Clint, ambos amigos de Tony y Nath; Wanda y Pietro, hermanos gemelos amigos de Steve;  Thor, hermanastro de Loki; Hope, prima de Janet; y Carol, interés amoroso de Rhodes. Peggy buscó con la mirada a Barnes, pero parecía que el susodicho no aparecería.

– ¿Dónde está James? –le preguntó preocupada a Steve. El rubio negó con la cabeza, aguantando los celos.

– Bueno, ya que estamos todos… –comenzó a hablar Romanof. –Comencemos; primero que nada, mañana deben confirmar su asistencia, obviamente deberán pedirles permisos a sus padres para estar ausentes casi tres días enteros. De esa forma será más fácil coordinar donde encontrarnos para ir juntos hasta el muelle y tomar una o dos lanchas para llegar a la isla.

– Yo puedo poner mi yate y una lancha, en caso de que todos confirmen su asistencia –sonrió Tony.

Natasha aceptó la oferta y quedaron en que lo mejor sería verse mañana después de clases con asistencia confirmada para ultimar detalles. Todos aceptaron y cuando estaban por irse, dos chicos llegaron corriendo.

Scott Lang y James Barnes se habían retrasado por estar hablando con el profesor de química para que no los retuviera en la práctica de la semana pasada. Tony rió ante el hecho, para él química era como sumar y restar.

–Deberías darnos clases, entonces –se quejó Lang, un joven de cabellos castaños oscuros y ojos del mismo color.

Stark rodó los ojos y Peggy se acercó a los dos jóvenes para comentarles las decisiones finales. Bucky miraba de rato en rato a Anthony, pidiendo mentalmente que este volteara al verlo al menos una vez, cosa que no sucedió.

– Recuerden ser buenos hijos para que sus padres los dejen ir –dijo sonriente, Peggy.

Algunos mencionados rieron ante el obvio sarcasmo de la castaña, otros solo fruncieron el ceño ante el molesto comentario. Finalmente, cada quien empezó a irse por su lado. Jarvis se mantenía esperando a su joven amo fuera de la institución. Anthony se ofreció a jalar a Janet, Hope y Peggy hasta su casa, las tres aceptaron y se fueron con el castaño.

Steve se quedó algo triste de no poder acompañar a Peggy hasta su casa, pero al menos iba bien acompañada.

Natasha y Loki decidieron irse juntos, ante la sorpresa de Thor. El rubio le preguntó amablemente a su hermano, si estaba saliendo con la pelirroja, a lo que Loki solo frunció el ceño y lo mandó al diablo. El hermanastro suspiró y sintió algo de celos de ver al peli negro tan calmado y nada exaltado con Romanof, quizás ella era la indicada para su querido hermano. Aunque no sabía porque su pecho dolía, incomodaba, como si no quisiera que ella fuera el centro de atención de su hermano. Negó con la cabeza para despejar esas malas ideas y se acercó a Steve y James. Los tres jóvenes caminaron juntos unas cuadras, después Odinson tuvo que tomar otra dirección.

– Sé que esto sonará raro… pero, ¿Crees que a Tony le guste Peggy? –preguntó preocupado, Rogers.

Bucky frunció el ceño ante la simple idea. Negó con la cabeza y le pidió cambiar de tema. Despejar la mente era lo único que los haría olvidarse de sus amoríos.

Por otro lado, Tony y las chicas hablan animadamente sobre chicos. Para Stark no era nada incomodo, después de todo casi todo el mundo sabía que era bisexual.

– Scott es lindo, pero un idiota –se quejó Hope.

–Dale una oportunidad, se nota buena persona –comentó Peggy. –Steve también es lindo –sonrió sonrojada. –Creo que en el viaje le pediré salir –dijo orgullosa, tensando a más de uno.

Tony miró sorprendida a su prima. La familia de Peggy y su familia eran muy unidas, así que ellos se conocían desde pequeños. Pasaban veranos en familia, por eso eran tan unidos. Aunque Peggy era un par de años mayor, siempre tuvo mucha paciencia con el rebelde de Tony.

Anthony adoraba a su prima, era como una tercera madre para él. La segunda era Pepper Potts, una ex novia que vive en el extranjero. El castaño sonrió nervioso y suspiro.

–No sabía que te gusta Rogers… –comentó, tratando de sonar seguro de sí mismo.

–Bueno… no hemos estado saliendo tanto como antes, así que no tuve tiempo para decírtelo –abrazó a su primo con cariño. –Pero, sí. Rogers me gusta y mucho, creo que yo a él tambien, por eso voy a pedirle para salir –se acurrucó feliz en el pecho del castaño, quién correspondió tenso al abrazo.

Janet estaba preocupada por su mejor amigo, sabía de los sentimientos de este por el capitán del equipo de fútbol. Hope se mantenía distante, era obvia la incomodidad del castaño al enterarse del interés amoroso de su prima.

Pronto llegaron al primero destino: La casa de las primas Van Dyne. Jan abrazó con fuerza a su rollito de canela, como le gustaba decirle, y con un simple <<Bye>> se despidió de la porrista. Hope hizo algo similar, pero sin profundizar tanto el abrazo con el castaño. Jan le gritó a Tony desde fuera del auto que se ponga en contacto con ella en cuanto pueda, el castaño sonrió y asintió con la cabeza.

–Sabes… –comenzó a hablar Peggy. –Creo que necesitas un novio –sonrió.

Tony negó con la cabeza y trato de evadir el tema. Pero Carter no se daba por vencida.

–Conozco a alguien que seguro se llevaría muy bien contigo –sacó su celular para buscar una foto. –Seguro lo conoces, pero es algo torpe con gente nueva –le acerca el celular, mostrando a Barnes tocando la guitarra. –Es un buen chico.

Tony frunció el ceño. A él no le importaba un comino Barnes. Ese sujeto daba miedo de muchas formas y prefería mantenerse lejos de él. En cambio, aunque Rogers y él pelearan casi todo el tiempo, se moría por él. Quizás era algo masoquista. Tony solo atinó a sonreír por cortesía. Barnes no era su tipo de ninguna manera.

Llegaron justo a tiempo a la casa de Peggy, Tony no quería seguir viendo a su adorada prima. Y eso en cierta forma lo hacía sentir mal. Se abrazaron con fuerza y se prometieron hablar por mensaje más tarde. En cuanto la castaña abandonó el auto, el ojimarrón sacó su celular y llamó a Janet. Tenía que desfogar su triste realidad con alguien y era obvio que lo haría con su mejor amiga.

– ¡Mi vida apesta! –se echó boca arriba en el asiento. –Janet, ¿Por qué de tantos hombres en la prepa, ella se interesa en mi hombre? –hace un puchero.

Ay, Tony… No lo sé, quizás el destino no te quiere con él –dijo directamente la castaña.

–Gracias, Jan. Eso me ayuda mucho –gruñó con irritacion.

Todo el viaje hasta su casa, el pequeño genio fue quejándose de su desastrosa vida amorosa. Desde que había terminado con Pepper no hace más de un año, no había podido sacarse de la cabeza al rubio. Si bien nunca se han llevado bien, a Tony le parece un chico muy serio y centrado, todo un caballero. Pero, había un pequeño e importante detalle, no era gay.

Al llegar a casa y despedirse de su amiga, el castaño subió rápido a su cuarto y se metió al baño. Quería despejar su mente, así que se metería a la bañera y estaría haciendo prototipos de robots desde su celular.

Faltaban 4 días para el campamento. En la cena le comentaría a su adorada madre la idea de su amiga y la propuesta de llevarlos en el yate hasta la isla. Dudaba que se negará, pero en caso de que lo hiciera necesitaba un plan B. Pedirle permiso a su padre.

Jarvis interrumpió sus pensamientos, llevándole el almuerzo a la tina. Una lasaña con jugo de naranja. El castaño hizo un puchero y se negó a comer. Sabía que después de eso tendría que tomar sus vitaminas y no le gustaba tomar tanta pastilla. Eso de sufrir del corazón era todo un drama.

El mayordomo se quedó junto a él hasta que se comió toda la lasaña a regañadientes y con ayuda del jugo se tomó todas sus pastillas. Le revisó la boca en caso de que no hubiera pasado el medicamento y una vez satisfecho con la buena conducta de su pequeño amo se retiró del baño.

Tony pasó todo el día hablando con Jan sobre la rara actitud de sus dos amigos, mientras que con Peggy hablaba incómodamente sobre Steve y Bucky. Pensó que lo mejor sería olvidarse del rubio y concentrarse en sus robots, además de descubrir el motivo por el que sus amigos estaban tristes y enojados.

Los días pasaron más rápido de lo que los adolescentes hubieran deseado. Habían acordado encontrarse en el muelle después de clases para que el yate de Stark los llevara a la isla. Desafortunadamente, ni Bruce, Clint, Wanda, Pietro y Hope lograron obtener el permiso de sus padres para el campamento, así que solo fueron a despedirlos y pedir que hicieran directos por Facebook.

Tony se encontraba hablando con Wanda, Janet y Hope cuando de pronto llegaron Peggy y Steve agarrados de las manos. Todos se sorprendieron al verlos juntos. Los primeros en acercarse fueron Kamala y Sam. El moreno abrazó a su amigo y lo felicitó.

– ¡Por fin te declaraste, hermano! –gritó a los cuatro vientos.

– Disculpa, pero él no se me declaró –sonrió orgullosa. –Fui yo quien lo invitó a salir –sacó la lengua feliz.

Todos los presentes, a excepción de Tony y Janet, aplaudieron la hazaña de la castaña. Pronto se acercarían los demás a felicitarlos. Stark se mantuvo agarrado de la mano de su mejor amiga. Peggy se dio cuenta que su primo no se había acercado así que fue ella la que se acercó.

– ¿No vas a felicitar a tu prima favorita? –sonrió, abriendo los brazos para abrazar al castaño.

Tony suspiró y fingió una sonrisa. Ambos primos se dieron un forzado abrazo, cosa que muchos notaron. Janet trató de excusar a su rollito de canela, insinuando que se sentía algo abrumado por el campamento. Carter pareció creer la excusa y le dio ánimos a Tony.

– Parece triste… –dijo Natasha. –Pobre… se nota que le gustaba Rogers –le comenta a Loki, alejados ambos del resto del grupo.

– Bienvenido al equipo, Stark –ironizó el peli negro.

Ambos se acercan a su amigo para brindarle su apoyo. La obvia actitud del castaño lo dejaba al descubierto por completo, así que se acercaron para cambiar de tema. Mientras, los demás seguían felicitando a la feliz pareja.

Minutos más tarde, aparece Barnes, el único que falta para poder partir a la isla. Se acerca a su mejor amigo y lo abraza. Parece susurrarle algo al oído y luego hace lo mismo con Peggy.

Tony suspiró, por fin podían irse. Aviso a Jarvis para que este prendiese el motor, que ya iban a subir para poder irse.

Anthony les pidió a sus amigos subir al yate para poder marcharse. Se estaba haciendo muy tarde y no era buena idea llegar tan de noche a la isla. Los que no pudieron ir se despidieron con pesar de sus compañeros. Loki y Natasha fueron los primeros en entrar y sentarse en los primeros asientos del Yate, que tenía alrededor de 16 asientos (cuatro asientos para dos, cuatro para uno y un asiento para cuatro). Los siguientes serían Sam y Kamala, que se sentarían detrás del peli negro y su seria compañera. Seguidos entrarían Peggy y Steve, sentándose detrás de sus amigos. Inmediatamente, entraron Supervisor, Encantadora y Scott sentándose cada uno en un asiento individual. Encantadora pondría sus cosas en un asiento individual, insinuando que son cosméticos demasiado caros para ponerlos en su maleta y dejar que se malogren. Nadie quiso discutir con la rubia de ojos verdes, así que lo dejaron pasar. Thor le preguntó a Janet si quería compartir sitio con él, a lo que la castaña acepto y se sentaron detrás de Steve y su chica. Mientras, Carol y Rhodes entraron hablando sobre historia, algo que todos notaron y arquearon una ceja ante el raro tema de conversación de esos dos. Ambos se sentaron al fondo, donde cabían cuatro personas, quedando ellos del lado derecho.

Anthony se mantenía hablando con Jarvis y arreglando las maletas de sus amigos. Algunas eran muy pesadas, como las de Janet y Encantadora. Y otras olían raro, como la de Supervisor y Scott.

– Pesa mucho… –suspiró Stark, dejándose caer en el asiento del piloto.

– ¿Puedo ayudar en algo? –apareció James, intentando acercarse al castaño.

Tony arqueó una ceja ante el pedido del peli castaño, miró a Jarvis y ambos asintieron con la cabeza. Un poco de ayuda no vendría mal. Si bien a Tony le daba algo de miedo la mirada azul de Barnes, no podía negar que era muy fuerte. Ordenó rápidamente las maletas para evitar que se cayeran. Jarvis agradeció la ayuda, mientras que el castaño solo hizo un leve puchero.

– Bajemos, Barnes –ordenó Stark.

Bucky asintió con la cabeza y agradeció a Jarvis la molestia en llevarlos hasta la isla. Tony se percató de ese detalle y sonrió. Quizás James no era tan salvaje y fea persona como se la imaginaba. Ambos tuvieron que sentarse junto a Rhodes y Carol, del lado izquierdo del asiento. Estaban demasiado juntos para el gusto de Tony, pero no había de otra. No quería discutir sobre los labiales caros de Encantadora, así que suspiró y sacó su celular para distraerse un rato. Era casi dos horas de viaje hasta la isla, así que podía aprovechar y avanzar sus prototipos de robots.

James miraba de reojo las acciones de Tony. Le parecían graciosas las muecas que a veces hacía cuando algo no le salía como quería. Las luces se apagaron ante la sorpresa de todos y cuándo Tony se ofreció para subir y prenderlas recibió un no como respuesta. Un poco de oscuridad no le hacía mal a nadie.

Algunos bufaron ante la negativa de prenderse la luz, pero la mayoría ganaba. Bucky se tensó demasiado al sentir como Tony se removía en su asiento incómodo. El castaño mayor era algo grande, por lo que ocupaba más espacio de lo normal.

– Eres demasiado grande, Barnes –bufó. –Tendrás que compartir un poco de tu asiento –sonrío divertido.

Barnes no logró entender del todo eso de compartir, si ya no hay más espacio hacia la derecha.

Sin previo aviso, Anthony subió sus piernas encima de las de Bucky y apoyó su espalda en la ventana del yate.

– ¿No te molesta, verdad? –sonrió mostrando los dientes y haciendo sonrojar al castaño mayor, quien negó con la cabeza. –Genial, gracias –se miraron unos segundos más y Tony regresó su vista al celular. 

Notas finales:

¡Espero que lo hayan disfrutado! 

Próxima actualización: Martes 31 por la noche


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