Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The legend of the clown por AideeGM

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Todos los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto y la historia de It a Stephen King.

Notas del capitulo:

Hola, hola, bueno pues esto resultó del #RetoTerrorifico de la página Shh...NaruSasu SasuNaru y tengo varias cositas que aclarar:

1. Creo yo que esto es una adaptación de la historia original de It pero con un toque mío ya que no todo es igual a la historia de Stephen King.

2. Hice mi mayor esfuerzo por plasmar todo lo que tenía en mi mente, si algo no entienden o les parece que algo está mal, por favor déjenlo en un review ya que eso me hace mejorar.

3. Todo lo que esté en cursiva y entre “” son pensamientos o recuerdos.

4. El dibujo en que se inspiró la historia lo dibujó Cindy CM, aquí a bajito les dejo el link para que puedan verlo. 

Y por último muchas gracias a mi beta por corregir el capítulo.

Ahora si los dejo leer ^^ 

 

Konoha

Mayo, 1957.

 

 

Era un día lluvioso en el pueblo de Konoha, Asuma se encontraba en su casa con su hermano pequeño Konohamaru.

 

—¿En serio no vas a salir conmigo? —preguntaba Konohamaru, con un tono triste.

 

—No puedo, todavía estoy enfermo —contestó Asuma. —. Pero te ayudaré a terminar tu barco, tienes que bajar al sótano por la cera.

 

Konohamaru volteó a verlo con miedo.

 

—¿Al sótano? No quiero, está muy oscuro ahí abajo.

 

—No seas miedoso, corre, ve.

 

—No soy miedoso —dijo Konohamaru antes de ir hacia el sótano.

 

“Todo va estar bien, no hay nada ahí”, se repetía mentalmente Konohamaru mientras bajaba las escaleras. Su pequeña linterna no alumbraba muy bien y menos cuando el cielo afuera era casi negro. Un rayo iluminó el sótano y Konohamaru notó una figura un tanto extraña en el perchero de la puerta, asustado volteó alumbrando con su linterna para encontrarse con un abrigo viejo.

 

“Sólo es mi imaginación”

 

Buscó en las repisas la cera, hasta que la encontró y salió corriendo de ahí.

 

—Ya está listo, solo tienes que ponerlo en la corriente y el hará todo el trabajo, no vayas muy lejos. —Decía Asuma, dándole un barquito de papel con el nombre de Konohamaru en la esquina.

 

 

—Está bien, no tardo.

 

El pequeño se colocó su impermeable amarillo y sus botas contra el agua antes de salir de casa. Konahamaru corrió varias calles detrás de su su barco hasta que este, cayó por una alcantarilla. 

 

—Asuma se va a molestar conmigo.

 

El pequeño, preocupado, cuidadosamente se acercó a la alcantarilla para ver si podía rescatar el barco pero se encontró con una sorpresa.

 

—Hola, Konohamaru —dijo el extraño con el barco en las manos. —. ¿Éste barco es tuyo?

 

El niño estaba sorprendido, ¿cómo era posible que un payaso estuviera ahí abajo?, según el, ellos se encontraban en los circos.

 

—S...sí, es mío —contesto apenado.

 

—Mi nombre es Naruto y vivo aquí en la alcantarilla porque al final del túnel tengo un circo con muchos payasos, juegos y dulces, dime, ¿te gustan las palomitas?

 

—Si, un poco.

 

Naruto sonrío.

 

—Que bueno, porque a mi también. —Naruto acercó el barco hacia Konohamaru. —Ven, tómalo.

 

En el instante en que Konohamaru se acercó lo suficiente, los ojos de Naruto se volvieron rojos y su boca se abrió mostrando un sin fin de colmillos, mordió al niño arrancándole el brazo. Konohamaru, aterrado, trató de huir, pero era demasiado tarde. Naruto ya lo había jalado hacia las alcantarillas.

 

 

                                     ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

 

6 meses después.

 

 

Kakashi escuchaba por la radio las noticias acerca de los niños desaparecidos en Konoha. La cifra había aumentado desde mayo. El teléfono de la comisaría no dejaba de sonar.

 

—Creo que me voy a volver loco.

 

—Pues, somos 2 —contestó Óbito, entrando por la puerta. —. Americano doble, sin azúcar.

 

—Gracias —dijo Kakashi, después de darle un sorbo a su café. —. Todas esas desapariciones no tienen ni pies ni cabeza, sobre todo la del hijo pequeño de Sarutobi.

 

—Sí, pobre niño, sólo estaba disfrutando de la lluvia—dijo Obito con un suspiro—. En fin, es hora de ir a patrullar.

 

                                  ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Era el último de clases en la escuela secundaria de Konoha. En ésta, había un grupo de niños llamados: "los perdedores" conformado por Sasuke, Shikamaru, Kiba y Neji. La desaparición del hermano de Asuma y la de Ten-ten era el tema de todos los días desde hace 6 meses, pero eso no evitaba la rutina de todos los días: ser molestados por unos chicos de último año. Y aunque no eran las únicas víctimas, sí eran los favoritos.

 

—Pobre niño nuevo, siempre le quitan su bicicleta. —dijo Shikamaru.

 

Al fondo, se podía ver a un niño gordito corriendo atrás de su bicicleta que era manejada por los de último año.

 

—Siempre es lo mismo con esos imbéciles. —susurró Sasuke, molesto.

 

—¿Qué te molesta tanto, mariquita?

 

Zetsu hizo su aparición en escena con una sonrisa de medio lado que no auguraba nada bueno. Neji dio un paso hacia delante poniéndose frente a el.

 

—Algún día te vamos a poner en tu lugar.

 

—¿Y por qué no lo hacen ahorita? —levantó su puño para estrellarlo contra la cara de Neji pero el sonido de una patrulla pasando lo detuvo. —Te salvó la campana.

 

Obito y Kakashi miraron mal a Zetsu y posteriormente se bajaron a saludar a los niños, después de todo, Sasuke era sobrino de Obito y conocía a todos sus amigos. Después de que su tío se fuera, todos se fueron juntos a sus casas y mañana empezarían a disfrutar de las vacaciones de verano.

 

                                 ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Ino estaba en el baño lavándose las manos, escuchó a lo lejos voces, cuando reconoció una de ellas, cerró la llave y se metió en uno de los cubículos. Sakura entró al baño buscando donde se encontraba Ino, una de sus complicés le señalo el cubículo donde estaba la rubia.

 

—No vas a poder esconderte eternamente, zorra. —decía una pelirrosa mientras se subía a la taza del baño continúo a donde estaba Ino, con el bote de basura en mano, una vez arriba de la taza se lo vació a la rubia encima. —Ahora ya combinas con el panorama, Ino cerda.

 

Sakura se empezó a reír y salió del baño junto a sus secuaces, minutos después salió Ino hacia su bicicleta. En la entrada estaba Chouji, después de recuperar su bicicleta de las manos de Hidan y Kakuzu. El moreno desde que llegó a Konoha babeaba por la rubia, entonces al verla junto a él a punto de tomar su bicicleta, se decidió por hablarle.

 

—Hola, emm... me llamo Chouji, soy el chico nuevo.

 

Ino volteó a verlo y le dedicó una sonrisa.

 

—Soy Ino, sí, sé que eres el nuevo, tengo geografía contigo— Ino estiró su mano. —. Mucho gusto.

 

                                          ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Sasuke siempre se había sentido fuera de lugar, pero en aquella ocasión lo sintió con más fuerza. Ése sueño se había sentido muy real y más si se sumaba el hecho de que esa casa que estaba enfrente de él, era igual a la de su sueño.

 

Vuelve a mí, Sasuke” escuchaba a lo lejos.

 

El azabache sintió curiosidad, abrió la reja y comenzó a recorrer la casa. Era una casa vieja y abandonada, así que no encontró nada interesante. Salió al jardín, al fondo pegado a la reja detrás de un montón de globos rojos, se encontraba un payaso mirándolo fijamente. Ésto asustó a Sasuke, que se quedó en su lugar. Nada pasó. El payaso sólo lo miraba, después de unos minutos, desapareció.

 

Ahora, o en éste caso, Sasuke es una serpiente ancestral que nació casi al mismo tiempo que la tierra se creó. Su maldad era tanta que tenía que ser controlada para tener un equilibrio, así que por eso junto con él, nació otro ser. Se trataba de un zorro de nueve colas, Kyuubi o como nosotros lo conocemos, Naruto. Cada quien hacía su trabajo como debían, la convivencia entre ellos era buena, así fue por años hasta que un sentimiento desconocido para ambos se empezó a asomar, pero las cosas no pudieron llegar a más porque la desgracia llegó. La maldad empezó a consumir a Sasuke a tal punto que era ya imposible controlarla, tenía que tomar una decisión y por el bien de Naruto, decidió sacrificarse. Para cuando Naruto se dio cuenta de las cosas, ya era demasiado tarde, Sasuke se había ido.

 

La rabia del rubio llegó a tal punto que se olvidó del propósito por el que fue creado, él sólo pensaba en venganza, y la iba a obtener de la manera que fuera. Si no podía tener a Sasuke con él, todos iban a conocer lo que era la desgracia.

 

Naruto observaba desde la sombra como el mundo empezaba a florecer, personas evolucionando, eras* iban y venían, guerras, muertes. Él estaba maravillado viendo el dolor de los humanos, pero sin duda, tenía una debilidad, los niños. Sus emociones eran tan fuertes que los hacía un blanco fácil de manipular. El problema es que su poder no duraba tanto, así que tenía que hibernar cada cierto tiempo antes de volver a su venganza.

 

En 1942, todo dio una vuelta de 360 grados cuando un niño azabache nació en el pueblo. Naruto despertó de su hibernación antes de tiempo por éste acontecimiento, había esperado siglos para este momento, su corazón se lo decía, Sasuke había vuelto. Desde ése momento veló por su seguridad desde las sombras, pero el que el azabache hubiera regresado no iba a cambiar las cosas, el corazón de Naruto hace mucho ya se había podrido, no había forma de que él abandonara lo que le llenaba el alma ahora, que era ver a los humanos sufrir.

 

La mente del rubio era un caos en ese momento, no era lo mismo verlo de lejos que tenerlo a unos pasos, el plan para recuperar a Sasuke tenía que entrar en acción lo más pronto posible. Ya no podía esperar, Naruto iba a acabar con todos esos niños molestos.

 

 

                                      ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Kiba decidió tomar el camino corto hacia su casa en el cual tenía que pasar por un puente que daba al río, al final de éste se podía ver a una persona. El ambiente de repente se sentía pesado. Kiba comenzó a escuchar risas, lo que lo puso alerta. La persona al final del puente se empezó a acercar y atrás de el, aparecieron Hidan y Kakuzu.

 

—Te encontramos, mariquita —le susurró Hidan, mientras lo tomaba de los hombros. 

 

Kiba trató de escapar, pero al ser más pequeño que esos 2, no pudo hacer mucho. Zetsu se acercaba a paso lento hacia donde estaban ellos.

 

—La osadía de Neji quedó pendiente —sonrió maliciosamente Zetsu. —. No pensarás que lo voy a perdonar ¿verdad?, vas a pagar por ello.

 

Hidan y Kakuzu ya lo tenían bien agarrado. Para cuando Zetsu estuvo frente a Kiba, le dio un golpe en el estómago y otro en la cara, como no era suficiente, de su pantalón sacó una navaja pequeña y le hizo un corte en el estómago. Kiba gritó del dolor pero no había nadie cerca que pudiera ayudarlo. Aprovechó la distracción de Hidan, que había soltado un poco el agarre, empujó al peliblanco y se aventó hacia el bosque.

 

—¿¡Qué esperan!? ¡agarrénlo! —gritó Zetsu, furioso.

 

Los 3 salieron disparados hacia el bosque en busca de Kiba. Zetsu tropezó con una rama, perdiendo su navaja, así que en lo que la buscaba, Hidan y Kakuzu tuvieron que seguir con la persecusión. El moreno ya se había adentrado demasiado en el bosque, tanto que había llegado a la zona de las alcantarillas, entrando ahí para esconderse. Kakuzu quién había alcanzado a Kiba, lo siguió. Como en la alcantarilla no se alcanzaba a ver nada, con su desodorante y encendedor en mano, iluminaba el camino. Empezó a escuchar ruidos y se fue acercando hasta llegar al final de una tubería, pero ahí no había nadie, los ruidos continuaron. Kakuzu tratando de averiguar de donde o de quién venían, prendió el encendedor y se encontró con un globo rojo flotando enfrente de él. Lo último que vio fueron los dientes afilados de un payaso.

 

Kiba al no escuchar ruido, decidió salir de su escondite de entre los árboles. Emprendió camino al pueblo para buscar ayuda con su herida, su madre no era opción, ni ningún otro adulto, así que lo más acertado era buscar a sus amigos. El problema es que nadie le contestaba el teléfono y necesitaba comprar material para tratar la herida, porque él no podía entrar a la farmacia o el vendedor se daría cuenta de su mal estado, cuando pensó que todo estaba perdido, Ino apareció en la esquina de la calle.

 

—Oye, tú, la rubia —gritó.

 

Ino volteó a todos lados para ver quién le hablaba, cuando vio a Kiba se acercó a él.

 

—¿Qué te paso? —preguntó al darse cuenta del estado en que se encontraba Kiba.

 

—Zetsu y su grupo, eso me pasó. —volteo a ver hacia otro lado avergonzado y continuó hablando: —Necesito que me hagas un favor.

 

Ino sonrió al darse cuenta del sonrojo de Kiba.

 

—Claro, ¿cuál?

 

—¿Puedes ir a la farmacia a comprar algo para mi herida?

 

—Espera aquí.

 

Luego de unos minutos, Ino regresó con gasas, alcohol y otras cosas necesarias para tratar la herida. Limpió con el alcohol el corte y le puso una gasa encima. 

 

—Listo —terminó de poner cinta para que no se moviera la gasa. —Con eso debería ser suficiente.

 

Kiba volteó a verse la herida, ahora curada y le agradeció a la rubia por su ayuda.

 

—Pensé que nunca me volverías a hablar después de lo que pasó en primer año. —dijo Ino.

 

Kiba no sabía donde meter la cabeza.

 

—¿Por qué no? Sólo fue un beso y por culpa de la obra. —contestó con un susurro.

 

—Solo te alejaste de mí sin explicaciones, por eso lo digo. —La expresión de Ino era de tristeza.

 

—Bueno, yo... lo siento, si aún quieres, podríamos recuperar el tiempo perdido. —Kiba se levantó del suelo y empezó a caminar. —¿Vienes?

 

La ojiazul borró su cara de tristeza reemplazándola por una sonrisa y caminó detrás de Kiba. —Con mucho gusto.

 

                                     ~*~*~*~*~*~*~*~*~*~

 

Shikamaru se encontraba en el despacho de su padre, leyendo unos documentos que después de horas ya le parecían un fastidio. Decidió que sería buena idea divagar por ahí para distraerse, abrió los cajones y encontró una foto donde estaba el viejo pueblo de Konoha en sus inicios: se podía ver a la gente haciendo cosas comunes, pero algo llamó su atención, en el fondo de la fotografía, a lado de que ahora era la farmacia del pueblo se veía a alguien vestido de payaso con un globo en la mano, desencajaba totalmente de la foto además de que la mirada del payaso se sentía muy penetrante. Se quedó mirando fijo, analizando la foto cuando se dio cuenta que el payaso comenzó a sonreír, se asustó y regresó la foto al cajón con la respiración acelerada. El teléfono empezó a sonar, pero no le puso atención.

 

¿Era su imaginación, o el payaso comenzó a sonreír?”

 

El teléfono volvió a sonar, pero al segundo timbre alguien contestó. Escucho a su mamá gritar desde la sala. 

 

 

—Shikamaru, Sasuke está en el teléfono.

 

~*~*~*~*~*~

 

Chouji se encontraba en la biblioteca, leyendo un libro de la historia de Konoha. La bibliotecaria se acercó sigilosamente a él.

 

—Es la tercera vez que lees ese libro, no entiendo que haces aquí si es verano, hay muchas cosas que hacer afuera. 

 

Chouji vio de reojo a la bibliotecaria.

 

—Me gusta estar aquí y también me gusta éste libro.

 

Su tono de voz no daba oportunidad a réplicas. Chouji continuó con su lectura por unas horas más, a la hora de marcharse, algo llamó su atención. La puerta que daba al sótano de la biblioteca estaba abierta, se acercó para ver si la bibliotecaria no estaba ahí, bajo los escalones sin darse cuenta que la puerta por donde había pasado se cerró. Llegó a un salón donde había muchos estantes con montones de libros viejos y cajas. La iluminación era poca. Chouji escuchó pasos cerca de él.

 

—¿Hola? ¿Hay alguien ahí?

 

Nadie contestó, los pasos cada vez se escuchaban más cerca. Del fondo del pasillo, salió una persona, algo no le daba buena espina a Chouji así que se quedó callado mirando fijamente a la persona que estaba frente de el, retrocedió unos pasos hasta que chocó con el estante y cayó un libro que estaba en la orilla. El ruido alertó a la persona que comenzó a correr hacia Chouji, por el miedo no se movió a tiempo y ya tenía al sujeto encima de el, su aspecto era horrible, tenía los ojos y la boca cocidos. Además parecía tener súper fuerza porque era imposible quitárselo de encima, Chouji gritó por ayuda, pero pareciera que nadie escuchaba, cerró los ojos, esperando lo peor. De repente sintió alguien agachado a lado de él y una mano en su hombro.

 

—¿Te encuentras bien? —preguntó preocupada la bibliotecaria.

 

Aturdido, Chouji volteó a ver a todos lados para buscar a la persona sin ojos pero no había nadie más que el y la bibliotecaria.

 

¿Me estaré volviendo loco? Pero, se sintió tan real”

 

—S...sí, estoy bien.

 

                                           ~*~*~*~*~*~

 

Era la segunda semana de vacaciones de verano y todo estaba tranquilo, las desapariciones habían disminuido, pero para Sasuke las cosas solo empeoraban, cada vez eran más constantes los sueños extraños. Pareciera que su subconsciente quisiera decirle algo, pero no sabía que. De una u otra manera, siempre terminaba a fuera de la casa abandonada de la calle del fuego. Además de que siempre se le venía a la mente un nombre: “Naruto”. No conocía a nadie con ese nombre. Todo era muy confuso.

 

                                                 ~*~*~*~*~*~

Ino ya era una más del grupo de perdedores, iba a todas las reuniones del grupo que siempre eran en casa de Neji, quién vivía a 2 cuadras de la biblioteca. La rubia y Kiba caminaban juntos al punto de reunión, en el momento que pasaron por la entrada, había un niño que la rubia reconoció al instante.

 

—¡Hola, chico nuevo! —le gritó mientras agitaba sus brazos en el aire.

 

Chouji levantó su brazo saludándola mientras bajaba los escalones de la entrada. Ino le comentó a Kiba que iba con él en geografia y se presentaron, entonces Kiba le dijo que podía unirse si quería. Chouji aceptó y siguieron juntos hasta llegar a la casa de Neji donde ya estaban los demás chicos.

 

—Quiero contarles algo extraño que me ha estado sucediendo. —empezó a hablar Sasuke. —He estado teniendo sueños extraños con un payaso y una casa. No sé como, pero llegue hasta la casa abandonada en la calle del fuego. El problema en todo esto es que el payaso de mis sueños se apareció enfrente de mí, pero solo se quedó mirándome y de repente, desapareció.

 

Todos se quedaron en silencio.

 

—No eres el único, yo también he visto al payaso. —rompió el silencio Shikamaru.

 

—Y yo —dijo Chouji cohibido. —Bueno, no vi al payaso pero tuve un momento igual de aterrador en la biblioteca.

 

—Algo quiere, eso es obvio pero, ¿por qué ustedes? —preguntó Neji.

 

—No lo sé, tendremos que averiguar —respondió Sasuke desde su lugar.

 

Kiba decidió intervenir.

 

—No quiero sonar como un gallina, pero no pretendo perder mi verano en investigar a un payaso.

 

—Sí sonaste como un gallina. —dijeron todos al unísono y se rieron después.

 

                                                ~*~*~*~*~*~

 

Cuando Ino llegó a su casa, se encontró con su padrastro sentado en el sillón viendo la televisión.

 

—Me han dicho que ahora te juntas con puros niños, no tengo que preocuparme por nada, ¿verdad?

 

—Claro que no, son sólo mis amigos.

 

Su padrastro se levantó del sillón y se puso frente a ella.

 

—Eres mi niña —decía mientras le acariciaba la cara. —. Siempre vas a ser mi niña.

 

Ino tuvo que disimular su cara de asco y fingir una sonrisa. Cuando todo el show terminó, pidió permiso para retirarse a su recámara pero desvió su camino hacia el baño. Estaba harta del acoso de ese maldito, no era su niña, ni siquiera era nada de él. Buscó unas tijeras en el cajón del mueble de atrás de ella, cuando las encontró, hizo lo impensable. Amaba su cabello largo, pero si eso era indicativo de que ese maldito le siguiera diciendo “mi niña”, lo cortaría.

 

—Todo esto es tu culpa, todo esto es tu culpa. —recitaba con lágrimas en los ojos.

 

Cuando se miró en el espejo, quedó satisfecha con el resultado, aunque extrañaría su largo cabello. La noche le fue eterna porque no podía dormir.

 

Al día siguiente despertó con unas ojeras enormes y sin ganas de nada, pero había reunión de los perdedores en casa de Neji, asi que tenía que ir. Fue la última en llegar en el momento que entró, todos la miraron curiosos. Kiba fue el primero en hacer un comentario al respecto.

 

—Te queda bien tu nuevo corte.

 

La rubia se tocó su cabello y le sonrió tímidamente.

 

—Gracias.

 

Chouji sacó de su mochila un montón de mapas, libros e imágenes de Konoha. 

 

—Cuando llegue aquí casi no tenía amigos, así que invertía todo mi tiempo en la biblioteca. —explicaba Chouji —Buscando, encontré unos libros sobre la historia de Konoha y al parecer estas desapariciones han ocurrido luego de una desgracia, por ejemplo, en 1851 una familia fue envenenada y las desapariciones comenzaron días después, asi ha sido cada 37 años luego de una tragedia.

 

Todos lo miraban entre sorprendidos y asustados.

 

—¿Entonces estás diciendo que todo está conectado? —preguntó Ino.

 

—Es un teoría.

 

Sasuke que estaba sentado en el suelo dijo:

 

—Debemos saber que es lo que quiere de nosotros.

 

Neji lo volteó a ver pensativo.

 

—Opino lo mismo que Sasuke pero hay algo raro en todo esto, ¿porqué eres al único al que no asusta?

 

—¿Y yo que voy a saber? sólo quiero que ésto termine pronto.

 

Todos asintieron pensando lo mismo que Sasuke.

 

Al terminar la reunión de los perdedores, Neji se sentó a ver la televisión con su hermana Hinata, en los cortos comerciales, la pelinegra se levantó al baño. Estaba en el cuarto del baño lavándose las manos cuando escuchó su nombre, pensando que era Neji, ignoró el llamado, pero nuevamente volvió a escuchar su nombre, cerró la llave de lavabo para escuchar mejor, la voz provenía de la tubería. 

 

—¿Hola?

 

—Ayúdame —le contestó un voz de niño pequeño.

 

—¿Dondé estas? 

 

—Ayúdame —volvieron a contestar un poco más fuerte. 

 

Hinata se asomó, esperando ver, tan siquiera, algo por el orificio del lavabo, la voz volvió a hablar, pero ahora ya no sonaba como la de un niño, sonaba distorsionada y mucho más grave. 

 

—Todos van a flotar.

 

De la nada, un chorro de sangre salió de la tubería directo a la cara de Hinata, cubriéndola completa y junto con ella, a todo el baño. La pelinegra comenzó a gritar, alertando a Neji y a su padre. Neji llegó primero y se quedó impactado con lo que sus ojos veían, era un mar de sangre, parecía que habian masacrado a alguien ahí. En el momento en que Hiashi llegó vio a sus hijos extrañado.

 

—¿Por que gritas Hinata?

 

Neji y Hinata se voltearon a ver antes de contestar.

 

—¿No lo ves?

 

—No, ¿qué se supone que tengo que ver?

 

Neji se quedo callado analizando la situación, la sangre del baño y que su padre no viera lo que ahí pasaba, tenía que ser obra de ese payaso que se la pasaba acosando a sus amigos y ahora, a ellos también.

 

                                            ~*~*~*~*~*~

 

El ambiente se sentía realmente pesado. Ésa noche su sueño se había sentido demasiado real, se despertó sudando, con la respiración agitada y con su cabeza a punto de estallar. Llevó sus manos a su cabeza, tratando de apaciguar el dolor. La luz de la luna entraba por la ventana, había algo diferente en él, sus ojos ya no eran negros, habían cambiado de color y tenían 3 pequeñas aspas alrededor de la pupila. 

 

—Ya sé quién eres, Naruto.

 

                                      ~*~*~*~*~*~*~

 

En la mañana del sábado, Zetsu se encontraba con Hidan a fuera de su casa practicando disparos con latas.

 

—Hidan, trae al gato.

 

Al peliblanco se le hizo raro pero aún así fue por el. Regresó con un gato blanco en sus brazos.

 

—Aquí está.

 

—Pónlo donde están las latas y ahí sostenlo.

 

Hidan al escuchar eso, sujetó al gato contra su pecho y miró horrorizado a Zetsu.

 

—No voy a dejar que lo hagas.

 

—No te estoy pidiendo permiso. —dijo Zetsu irritado apuntando a Hidan con la pistola—Pónlo ahí o te mato junto con el.

 

En ese momento, Danzo, su padre, salió del garage, apuntándole con una escopeta.

 

—Zetsu, suelta la maldita pistola. —dijo Danzo molesto. —¡AHORA!

 

El pelinegro sólo rodó los ojos, antes de agacharse para dejar el arma en el pasto. Danzo se acercó a pasos rápidos a el.

 

—¿Te sientes muy machito haciendo eso? —Danzo le dio una cachetada. —No eres más que un maldito cobarde, bueno para nada.

 

Zetsu sólo miraba al suelo apretando sus puños. Danzo volvió al garage con las 2 pistolas en mano.

 

Hidan ya se había marchado hace tiempo, él seguía a fuera sentado en el pasto cuando el cartero dejó un paquete en su buzón. Sintiéndose curioso, se levantó a ver de qué se trataba, era una caja con su nombre, rompió la envoltura y lo abrió: era la navaja que había perdido en el bosque el día que atacó a Kiba. ¿Cómo había llegado a él?

 

Entró a su casa y como era costumbre, encontró a su papá dormido en el sillón viendo un programa de niños, se veía a un grupo de niños cantando una canción de las que te enseñan en la primaria. La tonada comenzó a cambiar y una canción totalmente diferente empezó a sonar. Hipnotizado, sacó la navaja de su pantalón y la puso en el cuello de padre, la canción seguía.

 

Mátalo, mátalo, mátalo, mátalo ahora.

 

Abrió la navaja y está se enterró en el cuello de su padre, provocando que se desangrara, ocasionándole la muerte. La canción seguía sonando en la tele, pero ahora en vez de un montón de niños, se encontraba Naruto cantando.

 

Mátalos, mátalos a todos, mátalos.

 

Zetsu con la mirada perdida, asintió.

 

                                     ~*~*~*~*~*~*~

 

Sasuke caminaba por las alcantarillas cuando encontró el lugar que estaba buscando, se podía observar un circo viejo y destruido al centro, con cientos de niños flotando alrededor y un payaso al fondo, continuó caminando hasta llegar a él.

 

—Te estaba esperando. —susurró Naruto.

 

Sasuke soltó la bolsa que traía en la mano frente al rubio, en el interior de ella, se podían ver las cabezas de sus amigos, los 2 sonrieron con maldad.

 

—Ya estoy aquí, tu espera se acabo.

 

A pesar del tiempo y las circunstancias, estaban juntos de nuevo.

Notas finales:

Pues espero les haya gustado, espero también sus reviews y solo quiero decir que amo los animales, la escena del gato solo fue para que vieran que tan dañado estaba Zetsu, nos estamos leyendo. Bye bye *~* 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).