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Un Halloween inesperado. por yaoista

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La música sonaba a todo volumen mientras Harry veía divertido como sus amigos bailaban y reían. La batalla había terminado meses atrás y todos estaban empezando a rehacer su vida, cosa que a él le estaba costando trabajo lograr, por lo que Hermione había propuesto ir al mundo muggle a distraerse los tres a una fiesta de Halloween que se daba en un Bar, pero desde que sus dos mejores amigos habían empezado a ser novios el moreno no se sentía del todo cómo haciendo mal tercio, ya que había roto Ginny, y es por eso que se encontraba sentado completamente solo  tomando una soda disfrazado de “El Zorro”. ¿Por qué había roto con Ginny?, la respuesta era tan fácil y difícil de aceptar. En la versión oficial, ella necesitaba tiempo para superar la pérdida de su hermano y él para superar lo ocurrido en la batalla, pero en realidad, Harry había pedido finalizar la relación “por el momento”, ya que se había dado que no sentía nada por la pelirroja, más que amor de hermanos, de hecho, no sentía nada por ninguna chica. Solo había sentido curiosidad por dos mujeres en toda su vida, Cho Chang y Ginny, al besar a la primera se dio cuenta que no le había gustado aquel beso, tal vez estaba confundido con respecto a ella, pensó, y tiempo después intentó probar con la chica que estaba seguro lo amaba no por ser Harry Potter y tener millones en el banco, así que empezó a ceder ante Ginny, cosa que evidentemente no funcionó. Y fue ahí donde lo supo, era Gay, no le había gustado Cho, le había gustado Cedric, quien estaba todo el día con ella, y en sexto año aquella obsesión por Draco iba más del odio, por mucho que le costara admitir, y es que aquel Sly era endemoniadamente sexy, y el hecho de que se la pasara tras él, molestándolo, le daban ganas de callarlo con un beso, frente a todos, esperando que así dejara de decir estupideces y se dedicara mejor a hacer algo más con su boca.

-          Maldito rubio -pensó el moreno. Odiaba tener esos pensamientos y sentimientos hacia Draco.

Y fue en ese preciso momento cuando volteó a la barra y lo vio.

Aquel cabello platinado del chico era igual al del Slytherin.

-          Excepto que no tiene gomina. – razonó para sí mismo -y sería absolutamente imposible que se encontrara Malfoy en el mundo muggle, ya que los odiaba.

No pudo apartar la mirada de ese chico en los siguientes minutos, aquel cabello se encontraba hermosamente desordenado, tenía una camisa blanca y un pantalón y  capa negra, con máscara blanca que le cubría más de la mitad de la cara…

-          ¿Pasa algo Harry? -preguntó Hermione sentándose junto a él.

-          No -dijo rápidamente -Herm, ¿ese disfraz de que es?

-          Es del Fantasma de la ópera, una obra muy famosa -explico la castaña -¿seguro no pasa nada?

-          Seguro -sonrió el Gryffindor.

-          ¿Por qué no vienes a bailar con nosotros? Ron fue por algo de tomar, pero no debe tardar.

-          Lo mío no es bailar, lo sabes -rio.

-          Pero no puedes estar aquí sentado solo Harry.

-          No lo estaré -se apresuró a decir y se levantó -iré por algo de tomar a la barra.

-          ¿le pasa algo? -preguntó Ron llegando, viendo como Harry se iba de la mesa.

Hermione solo se encogió de hombros y ambos volvieron a lo suyo.

-          Me da dos de lo que él está tomando -le pidió al barista viendo al chico que se encontraba completamente distraído.

Una vez ya con las bebidas decidió acercarse, “no pierdo nada”, pensó. ¿Pero que tenía que decir?, “Hola, me pareces muy guapo, te invito una bebida” era demasiado directo, además, ¿Quién acepta una bebida de un extraño?, “esto fue una pésima idea” se dijo, pero antes de poder huir ya se encontraba frente al chico, quien levantó la vista lentamente.

-          Hola… -fue lo único que se le ocurrió decir, quitándose el antifaz que lo cubría.

Sintió un nudo en el estómago, aunque no sabía si era por los nervios de hablarle a un desconocido que le atraía o porque aquellos ojos no eran los profundos ojos grises que esperaba ver, sino unos ojos brillantes y confundidos ojos cafés que lo observaban sorprendido. Claro que no esperaba que fuera Draco el del bar, pero su subconsciente ansiaba encontrar la mirada platinada de aquel rubio que lo enloquecía…

El chico se levantó rápidamente de la mesa dispuesto a irse.

-          Espera -se apresuró a decir el moreno tomándolo de la muñeca, evitando que se fuera- ¿dije algo malo? -el rubio se tensó viendo aquel agarre y negó con la cabeza. -soy Harry, y ¿tu? -dijo el ojiverde soltando el agarre y extendiendo su mano.

-          Yo… -vio de la mano extendida al chico sonriente que se la ofrecía, dudando en contestar- Dylan… -dijo inseguro tomando aquella mano.

-          ¡Dragon! -dijo una chica desde el otro lado de la barra, haciendo que el rubio se sobresaltara y se apartara rápidamente- ¿todo bien? -este asintió y la chica sonrió volviendo a regresar a la plática con otra persona que se encontraba a lado.

-          Lo siento -dijo unos segundos después revolviendo un poco su cabello nervioso -no suelo hacer esto, perdón si te incomodé -se disculpó -pensé que estabas solo, no sabía que venias con tu novia…

-          No es mi novia -Harry casi pudo jurar que el chico arrugaba la nariz dentro de aquella mascara -es mi mejor amiga… tenía una cita y me hizo acompañarla…

-          Yo también vengo con unos amigos -señaló a Hermione y Ron que seguían bailando.

-          Creo que debería irme… -dijo con voz baja el rubio.

-          ¿Enserio? Pensé que podía invitarte algo -dijo ofreciéndole uno de los vasos que había pedido.

El de ojos café volteó a ver a su amiga quien ya se encontraba besando a su cita, “genial” pensó.

-          No está envenenado ni tiene ninguna droga extraña -bromeó Harry.

-          No pensé que lo tuviera -dijo sonriendo de lado, viendo al ojiverde y después consultó su reloj -creo que puedo quedarme un poco más -aceptó sentándose, seguido del moreno.

-          ¿Y eres de aquí Dylan?

-          No, vine a de vacaciones con mi amiga. -explico.

-          Yo igual, me quedo en casa de mi amiga por un tiempo… no he tenido un año fácil así que insistió en que me quedara con ella para distraerme un poco.

-          Comprendo… -dijo tomando un sorbo de su bebida. Aquella elegancia con la que se desenvolvía dejaba intrigado a Harry -yo tampoco he tenido un buen año -suspiró resignado -he tenido ciertos problemas familiares de los que necesitaba escapar un poco.

-          Lamento eso -dijo Harry -si puedo ayudar en algo…

-          ¿Siempre ayudando? -comentó sonriendo de lado casi en un susurró.

-          Se hace lo que se puede -rio el moreno. El chico tomó otro sorbo- ¿Cuántos años tienes?

-          19… -dijo aun con media sonrisa.

-          Igual yo… ¿y tu novia no se pone celosa de que vengas con tu amiga de viaje? -preguntó lo más normal que pudo.

-          No tengo novia -el rubio levantó una ceja -soy gay por si eso querías saber – confirmó sonriendo.

-          No… yo solo… -titubeó, el moreno se había puesto nervioso, y eso lo divertía.

-          Pero debo suponer que tu si tienes una novia esperándote en casa, ¿no es así?

-          No… ya no-aclaró.

-          ¿Problemas en el paraíso? ¿Por eso te aventuras a hablarme? -bromeó y Harry se sonrojó -no me digas que eres de esos heterosexuales que buscan experimentar…

-          No, no, no -negó con su cabeza rápidamente tratando de aclarar las cosas, hecho que le divirtió más al rubio -no pienses que quiero usarte ni nada de eso.

-          ¿No? -se cruzó de brazos recargándose al respaldo de la silla. -si tuviste novia, ¿qué haces invitándole bebidas a un hombre? -cuestiono- ¿me dirás que ahora eres gay?

-          No, digo, si, bueno… eso creo…

-          ¿Eso crees? -preguntó confundido.

-          Bueno, está claro que me atraen los hombres… y es por eso que termine mi relación, pero… nunca he em… tenido nada con ningún chico.

-          ¿Enserio? -Harry pudo notar que levantaba una ceja bajo la máscara y solo pudo pensar en un nombre, Draco…. Se maldijo internamente por pensar en el Sly.

-          ¿Les ofrezco algo más? -preguntó el barista.

-          Dos más -pidió Harry.

-          No debería… -trató de decir el rubio cuando el señor se fue.

-          Solo una más -pidió el ojiverde.

-          ¿Acaso me tratas de embriagar? -preguntó divertido.

-          No creo que una bebida más te haga nada -sonrió el moreno, viendo como el chico veía nuevamente su reloj.

-          Solo una más -aceptó devolviéndole la sonrisa y tomando el vaso que acababa de dejar el barista.

-          ¿Qué te ocurrió? -preguntó viendo una pequeña cicatriz en la muñeca del rubio. Este se la cubrió rápidamente con la manga de su camisa. -no la cubras -dijo tomando la mano del chico para verla detenidamente, pasó su pulgar sobre aquella marca causando que el otro se tensara ante aquel tacto, que para el moreno había sido como una suave corriente eléctrica que lo recorriera, algo que no había sentido antes, lo volteó a ver a los ojos, que lo veían expectantes -yo también tengo una cicatriz… -dijo suavemente -en la frente, está cubierta…. – el rubio retiró su mano de aquel contacto y bajó la mirada -Bueno, en realidad, son varias.

-          ¿Enserio? -preguntó sin verlo.

-          Si, larga historia, aclaró sin ánimo. -el chico solo asintió con la cabeza comprendiendo.

-          Me la hice en un incendio… -dijo el rubio -fue un accidente… -trató de explicar, pero en su voz se notaba que el tema le afectaba.

-          Hey, está bien -dijo Harry tomándolo del mentón para que lo viera -no tienes que contarme.

Ambos se vieron a los ojos, aquellas profundas miradas se contactaban, dándoles una sensación de calidad, de complicidad, como si se conocieran de siempre. El Gryffindor reaccionó al notar como el rubio lo veía de los labios a los ojos, fue entonces que se dio cuenta de los pocos centímetros que lo separaba, pero no tenía el valor de acortar esa distancia. La música había cambiado a una más lenta, tomó de un solo trago la bebida que le quedaba y se levantó de la silla.

-          Baila conmigo -dijo Harry ofreciéndole la mano.

¿Qué diablos estaba pasando? Se preguntó el rubio ante lo que había estado a punto de ocurrir, tenía que irse en cualquier momento, de preferencia en ese momento, volteó a ver a su amiga, pero ya no estaba. ¿Dónde se había metido? Giró la vista al moreno.

-          Dije solo una copa más…

-          No te estoy ofreciendo otra copa… te estoy pidiendo un baile… -el chico se mordió el labio nervioso e indeciso, cosa que a Harry le fascinó. -por favor…

-          Debo estar loco -suspiro, tomando la mano del moreno, quien feliz mente, lo guio a la pista antes de que se arrepintiera. -nos vamos a arrepentir de esto -susurró cerrando los ojos fuertemente, con culpabilidad, cuando Harry lo tomó de la cintura torpemente.

-          ¿Por qué me arrepentiría? -preguntó, acercando al chico un poco más a él, pero este no respondió.

-          No lo haces mal, aunque no tengas experiencia -dijo el rubio en voz baja, aun con los ojos cerrados, pero un poco más relajado.

-          ¿no? -sonrió Harry, y este negó con la cabeza, viéndose a los ojos nuevamente, notando como el pelinegro reunía valor.

-          ¿Por qué me hablaste a mí? -preguntó a casi un centímetro de los labios del moreno, sin apartar la vista de él - ¿Por qué, de entre todas las personas de este bar, fue a mí?

-          No lo sé -dijo sincero. -solo… te vi y no me detuve a pensar en lo que hacía… -bajó la mirada a los labios del rubio -se veían tan delicados… - solo sabía que quería hablarte… que necesitaba hablarte… y me alegra haberlo hecho -dijo ya rosando aquellos labios.

-          ¿Por qué? -preguntó posando sus manos en el pecho del moreno, deteniéndose.

-          Porque… el poco el tiempo que hemos conversado me pareciste el chico más lindo, tierno he interesante.

El rubio subió su mano ligeramente temblorosa a la mejilla de Harry y acortó la mínima distancia que los separaba, besándolo lentamente, casi con culpa, el Gryffindor lo rodeo de la cintura y siguió el beso, ambos sintiendo aquella descarga que se podría convertir en adicción, el chico rodeó con sus brazos el cuello del moreno,  dejando poco a poco aquellos besos tímidos, disfrutándose cada vez más, como si sus labios hubieran sido hechos para estar juntos, a lo lejos un ruido tensó al rubio, la alarma de su reloj estaba sonando. Se detuvo un momento para ver la hora.

-          Lo siento -dijo el rubio apartándose del Gryffindor -debo irme ya.

-          No te vayas -pidió Harry tomándolo de la mano- no ahora.

-          Lo siento mucho… no puedo quedarme más

El moreno lo beso.

-          Harry… -dijo por primera vez su nombre entre pequeños besos que de daban -enserio debo irme…

-          Déjame acompañarte -volvió a pedir cuando se separó completamente de él.

-          No debí de haber aceptado desde un principio, perdón… -decía el rubio mientras caminaba.

-          Espere -dijo el barista deteniendo al moreno -no ha pagado.

Harry rápidamente busco su cartera en su pantalón y sacó un billete.

-          Tome -dijo dándole el dinero -quédese con el cambio.

El rubio salía rápidamente de aquel bar, no sabía dónde se había metido su amiga, pero tenía que alejarse de Harry lo más pronto posible.

-          Dylan espera! -gritó Harry saliendo tras él.

-          Tienes que regresar -dijo el chico mientras caminaba.

-          Déjame acompañarte

-          No es necesario- seguía caminando lo más rápido que podía, sin voltear a ver al de atrás- mi hotel está a una cuadra más.

-          ¿Que hice mal para que te fueras tan rápido?  -preguntó mientras el rubio cruzaba la calle

-          Nada... -dijo deteniéndose en la esquina -no hiciste nada mal... -respondió -el problema no eres tú...

-          ¿Entonces cuál es?

-          …. -Volvió a caminar, en la otra esquina estaba su hotel, solo tenía que llegar y correr a su cuarto.

-          ¿Cuál es el problema? -volvió a preguntar Harry mientras perseguía nuevamente al chico.

No hubo respuesta, solo caminaba más rápido.

-          ¡Dylan! -gritó y este se detuvo. Justo en la entrada del hotel.

-          No soy Dylan...- logró articular.

-          ¿Que? -se detuvo atrás de él.

-          Ese es el problema. Yo, no soy lo que tú esperas...

-          No hables por mí... -dijo calmado- eso lo puedo decidir yo...

-          ... -silencio-

-          ¿El problema es que no te llamas Dylan?

-          Algo así -respondió sin voltear a verlo.

-          ¿Mentiste en algo más? -el rubio negó- ok... solo dime cuál es tu nombre verdadero -el rubio volvió a negar sin moverse de donde estaba y el pelinegro aprovechó para acercarse a el- ¿porque no me quieres decir? -preguntó estando frente a él, tomando sus manos.

-          Por qué temo que lo qué pasó... todo esto loco e inimaginable qué pasó... se arruine...

-          No se arruinaría... -y sin saber que más hacer… lo beso.

El rubio no se movió, no lo apartó, siguió el beso sabiendo lo que pasaría. Nuevamente la alarma de su reloj sonó... pero esta vez no salió corriendo.

-          Harry... -dijo una voz diferente sobre aquellos labios que lo besaban, haciendo que el moreno se congelara. Esa voz, aquella voz que había oído durante tantos años… insultándolo, burlándose de él, y sobre todo… ahora le hablaba por su nombre.

-          Dra… ¿Draco? -dijo en tono bajo, separándose lentamente de él, cuando intentó verlo a los ojos el rubio ya había baja la cabeza. -mírame -Draco no se movió -Mírame -volvió a ordenar.

El rubio se estremeció ante el tono firme del Gryffindor, levantó la cabeza, pero volteó hacia a un lado, viendo la puerta del hotel, dispuesto a salir corriendo en cualquier segundo.

-          Ni lo pienses -dijo el moreno.

Fue entonces que el rubio volteó.

-          No me digas que hacer… Potter…

Ahí estaba de nuevo, aquella voz, aquel acento peculiar que tenía el Slytherin al decir su nombre, aquellos labios fruncidos, aquella postura, aquella actitud, pero no estaban aquellos ojos grises.

-          Tus ojos…

-          ¿Que? -preguntó extrañado.

-          Tus ojos son cafés… ¿y cómo es que antes no tenías esa voz?

-          Pansy y yo hicimos un hechizo para cambiarla y cambiar mi color de ojos, pero solo dura un par de horas… espera un momento -agregó- ¿te acabas de enterar que soy yo quien te besó y es lo primero que dirás?

Harry sonrió, llevó sus manos hasta la máscara blanca que tenía el rubio dispuesto a quitársela, éste dio un paso hacia atrás.

-          Tranquilo -dijo con voz calmada y prosiguió, dejando al descubierto aquel pálido rostro. Era Draco, era él. El rubio lo veía contrariado, no entendiendo las acciones del moreno. Harry empezó a notar como aquel tono de ojos iba regresando lentamente a su color natural -si eres tú… -fue lo único que atinó a decir.

-          Te dije que era mejor que no supieras nada…

-          Tú sabias quien era yo desde un principio, viste a Hermione y Ron… ¿Por qué te quedaste? -preguntó por fin… aunque esa no era la pregunta que el rubio esperaba.

-          ¿Por qué me quedo? ¡Tú me lo pediste más de una vez! -se defendió.

-          Pero tu accediste… -touché, pensó el rubio.

-          Pero yo me accedí -aceptó.

-          ¿Por qué?

-          No lo sé… -reconoció- primero quise irme, lo meno que esperaba era encontrarte ahí, estaba solo, en un lugar que no conozco y tú estabas hablándome, contándome de ti y preguntándome por mí, como nunca pasó -admitió dejando caer una lagrima que rápidamente limpió- y empezaste a interesarte en mí, por mí mismo, sin importar quién era en realidad, y después estábamos cada vez más cerca, cada cosa que me decías me gustaba, y me gustaba conocerte a ti, no al niño que vivió, no al que me rechazó el primer año…

-          Draco…-trató de interrumpir.

-          Y eras tú el que ahora me buscabas, el que me ofrecía algo, que por lo visto era más que una simple bebida -ambos se sonrojaron- y seguíamos cada vez más cerca -hablaba rápidamente- y me comprendiste… sentí que en verdad me comprendías, y no mostrabas lastima por mi como los demás, y cuando pusiste tu mano en mi cara yo… -Harry se acercó para limpiar aquella lagrima traicionera que se le escapaba a Draco – yo… -se desconcertó pero volvió a hablar- había… algo en tus ojos que me hizo querer seguir ahí… que siguiera pasando lo que fuera que estuviera pasando… después aquel estúpido baile con aquella estúpida cercanía… -Harry se acercó más al Sly- no pude evitar… -los labios del moreno estaban cada vez más cerca nuevamente.

Y ahí estaba nuevamente, con aquella invasión de espacio persona, con aquellos ojos exigiendo que lo bese, con aquel brillo asegurando que todo estará bien.

-          Entonces lo hiciste porque quisiste… aun sabiendo que era yo… -dijo Harry viéndolo a los ojos, rosando aquellos labios.

-          Supongo que ahora esperas que me tiemblen las piernas y que me arroje a tus brazos y diga yo sabía que esto pasaría, y que todo será maravilloso… -Harry sonrió-  seremos felices y... tu y yo estaremos juntos y… y ... y por favor Harry, ¿Qué esperas que diga?

-          Nada… -volvió a sonreír- ahora necesito que no digas nada -dijo antes de aprisionar aquellos labios, definitivamente se había vuelto adicto a aquellos besos, y cada vez necesitaba más de ellos. 

 

Notas finales:

Que les pareció?

se debe quedar aqui? o debería agregar solo un capitulo mas?

dejen sus comentarios por favor!!!

les mando mucho amor <3


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