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Zhānwàng (谵妄) Delirio [SeXing] por themuzaa

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Notas del fanfic:

Originalmentepublicado en Wattpad.

♦ | On Seshat | ♦

 

|| Reto de género y trama (parte dos) Lucky house ||

Las autoras presentarán un relato de una pareja o personaje de EXO a libre elección, extensión mínima de 1K.

Los géneros y temas para la dinámica serán tipo fluff , comedia, romance, parodia, lemon entre otros; con el fin de proporcionar un ambiente agradable y animado a los lectores.

→Lugar: Oficina
→ Autor: Themuzaa
→ Extensión: + 5 K 

Notas del capitulo:

Go, go~ 

Otro día igual al anterior  piensa Yixing mientras golpea los palillos contra el plato de comida fría que se encuentra frente a él.


 


Nada ha cambiado en las últimas dos semanas. Sus días se habían resumido en esperar ansioso la llegada de Sehun luego de que éste terminara su jornada laboral.


 


Cuando el joven coreano cruzaba la puerta, le miraba por encima del hombro y murmuraba un simple Hola Yi, estaré un momento en la oficina, puedes cenar si gustas, no sé cuánto tardaré antes de depositar un suave beso en su coronilla y encerrarse en su oficina por horas; bastantes para el gusto de Yixing.


 


Al principio no le importó, sabía que Sehun tenía un trabajo importante y había veces en las que no podía concluir con ese trabajo en su oficina, claro que lo entendía ¿quién era Yixing para renegar de las obligaciones de su pareja?


 


Lo que molestaba la estable serenidad de Yixing era que después de salir del cuarto de oficina a horas muy altas de la madrugada, Sehun se limitaba a tomar un baño y acostarse en la cama que compartían, le daba la espalda y dejaba que el sueño se adueñara de su cuerpo.


 


Y eso era todo.


 


No platicas, no miradas fugaces, no roses de manos, no caricias debajo de las sábanas, no besos esporádicos, ni mucho menos un Buenas noches mi amor.


 


Absolutamente nada de nada.


 


Yixing conocía las consecuencias del estrés laboral, sabía que de vez en cuando las personas necesitaba tiempo para sí mismo y descansar de la gente, claro que estaba de acuerdo con eso, pero ¿dos semanas? ¿Quién se creía ese tal Oh Sehun para encerrarse por horas en el despacho y olvidarse de su pareja así como así?


 


Estaba exasperado, si hubiese sabido que terminaría con esa ansiedad debido a la ausencia del contrario, quizás hubiera pensado más de dos veces el siquiera acercársele la primera vez que lo vio.


 


Sonrió con melancolía al recordarlo.


 


Desde que lo conoció en aquella biblioteca, Yixing se dio cuenta de lo especial que era aquel chico. Sehun tenía pilas y pilas de libros sobre lenguas muertas, historia antigua, filosofía griega y sin importar la época del año, cargaba siempre con un rostro tétricamente serio y un vaso de té con bolitas de tapioca que siempre terminaban desechadas en el basurero.


 


Yixing a diferencia de Sehun, se entretenía leyendo libros de poesía o simples novelas románticas para señoritas porque Yo soy muy hombre, pero si alguien como Chanyeol llega a mi vida, no me importaría cambiar mi nombre a Baekhyun.


 


Yixing recuerda el día en que se atrevió a acercarse al chico del vasito de tapioca.


 


Sus piernas temblaban debido a los nervios. Sehun era un chico bárbaramente guapo y tenía un gran parecido con su personaje de novelas favorito porque era alto, misterioso y sobre todo ¡tan extranjero!


 


Con el corazón en la boca y los testículos en el pecho, Yixing toqueteó ligeramente el hombro de Sehun, en cámara lenta vio el recorrido de la nítida luz sobre la suave piel del chico. Yixing recuerda que se sintió casi muerto cuando Sehun se quitó el auricular derecho y con una suave sonrisa le dijo Hola


 


En ese mismo instante Yixing supo lo que realmente significaba sentirse vivo. Porque la sonrisa de Sehun era eso; vida en su estado más puro.


 


Con el paso del tiempo, de las pláticas, los roces suaves y miles de miradas, Yixing pudo saber mucho de Sehun; detrás de ese rostro inexpresivo se encontraba una cajita de sorpresas.


 


Estudiaba dos carreras y hablaba fluidamente tres idiomas; era coreano de nacimiento pero vivía en china desde que tenía 16 años junto a su madre y su hermano mayor.


 


Guardaba silencio la mayor parte del tiempo, miraba a las personas a los ojos cuando tenían el uso de la palabra, cuando se sentía inseguro prefería callar y meditar lo que diría para evitar sonar fuera de lugar.


 


Filosofía que se desarrollaba diferente a cuando practicaba su baile o contaba cosas de su día a Yixing; tan apasionado y vivo.


 


Yixing jamás creyó que las personas podrían llevar matices tan diferentes en un mismo día.


 


Poco fue el tiempo en que ellos dos llevaran conversaciones entre libros y estantes de madera para entablar una conexión entre sí.


 


Yixing no lograba ver el mundo a su alrededor cuando encontraba pequeñas señales de sonrisas en el rostro de Sehun. El contrario por su parte, quería ponerse un taje de buzo y nadar en el hoyuelo que se formaba en el cachete de Yixing cada vez que sonreía y sus adormilados ojos se perdían entre sus rojizas mejillas.


 


Un día Yixing acompañó a Sehun a la biblioteca para ayudarlo con su caligrafía. Estaba realmente concentrado que cuando escuchó a Sehun decir "Tú me gustas, en verdad me gustas mucho" en coreano, su mundo se tambaleó.


 


Con el rostro enrojecido Yixing le miró sorprendido, Sehun no sabía que Yixing podía hablar un poco de coreano y justamente esas palabras las había entendido a la perfección.


 


Sin esperar una confirmación, Yixing se le lanzó directo a los labios y le besó fielmente; como si el mundo dependiera de recordar eternamente la sensación del recorrido de sus labios contra los otros.


 


Si, la vida después de aquella declaración había sido gratificante. Luego de meses de una relación estable y llena de color de rosa, habían tomado la decisión de llevar la relación un paso más adelante y no, no se referían a llegar a la cuarta base.


 


Una noche mientras veían películas americanas en el departamento de Yixing, Sehun con toda la neutralidad que lo caracterizaba le propuso vivir juntos. Decir que el chico no se sorprendió sería mentir, luego de procesar la propuesta, saltó en el regazo de Sehun gritando alegremente.


 


La vida al lado de Sehun podía ser casi perfecta –casi– llevaban casi dos años de relación en la cual diez meses de ella se les había ido en vivir juntos.


 


Escoger la casa perfecta no fue problema, ambos coincidían en gustos y tenían trabajos bien remunerados.


 


Una bella casa color caoba con interior blanco, sala, comedor, cocina, un cuarto de oficina, habitación de lavado y tres habitaciones extra fue lo que necesitaron para firmar ese contrato de compraventa.


 


En esos meses ambos aprendieron tanto del otro, Yixing descubrió muchas cosas que Sehun tenía ocultas debajo de ese semblante.


 


Cuando se ponía nervioso por las películas extremadamente sangrientas, se le escapaban pequeños siseos de sus labios, durante las noches de tormentas eléctricas se abrazaba con fuerza de la espalda de su novio y murmuraba frases poéticas para distraer su mente.


 


Por su parte, Sehun aprendió que Yixing no siempre es una persona feliz y desbordante de sentimientos positivos. Yixing suele ahogarse en sus propios pensamientos y cuando no siente la confianza suficiente en él, puede hundirse en un mar de color negro.


 


Sehun aprendió que cuando el mundo está callado, Yixing pide abrazos en gritos silenciosos por su parte, Yixing supo que Sehun es la única persona en este mundo en escuchar esos gritos y abrazarlo sin pedir palabra alguna a cambio.


 


Fueron duros los primeros meses, es una total mentira que vivir juntos al principio es fácil; tuvieron que aprender que no siempre se tiene la cara bonita por las mañanas, o que las acciones del otro no siempre van a ser bien recibidas por el otro, claro que no pero los obstáculos son sólo eso, obstáculos y ellos estaban juntos para trabajar en ellos.


 


Excepto ahora.


 


Yixing está moliendo el arroz frío que hay en su plato con los palillos de madera fina que tiene en las manos. Si su poco apetito y sentido del tiempo no le falla, Sehun regresó hace cuatro horas del trabajo, mismas horas que lleva encerrado en su maldita oficina del demonio.


 


No es que Yixing desconfié de su pareja, claro que no pero ¿cuál es el puñetero motivo que lo ha llevado a encerrarse por tantas horas, durante tantos días?


 


¿Trabajo? No, claro que no era trabajo, el mismo Yixing había ido unos días atrás a hostigar al departamento del hermano mayor de Sehun: Luhan, sobre el comportamiento del mismo.


 


La verdad es que yo no creo que él esté raro Xing –soltó Luhan luego de que su cuñado lo atacara con preguntas respecto a su hermano a la entrada de su apartamento —. Y tampoco veo el motivo por el cual piensas eso, ha estado muy normal, las traducciones de las cuales está encargado van de maravilla e incluso me ha ayudado con algunos textos que no he logrado interpretar.


 


Luego de aquella respuesta, Yixing agachó la cabeza y se despidió de su cuñado lanzando un Comprendo, nos vemos luego Lu tan suave que el contrario muy apenas pudo escucharlo.


 


Más y más dudas se almacenaron en su cabeza.


 


¿Planeaba algo para vacaciones?


 


La respuesta debía ser otro rotundo no, ellos normalmente eran un asco con organización de viajes, si no olvidaban buscar hoteles, olvidaban hacer los pagos respectivos, o incluso comprar los boletos de avión, por lo cual aquella idea estaba descartada. Era más probable que a Yixing le saliera un cuerno mágico por el fundillo antes de que Sehun se encargara solo de la organización de unas vacaciones.


 


Mientras su cuerpo seguía divagando pensamientos fugitivos aplastando los granos de arroz, su traicionero lado paranoico encendió una luz roja en su cabeza. Un temblor viajó desde su pecho hasta su mano, logrando que soltara los palillos con los cuales jugaba. Un escalofrío recorrió su espalda y sintió como iba perdiendo el poco color que tenía su piel.


 


—No Yixing –intentó calmarse a sí mismo soltando una pequeña risa, puesto lo que estaba pensando no tenía sentido—. No pienses cosas tan tontas como esas, no creo que él sea capaz de algo así, lo sabría, yo lo conozco como la palma de mi mano, él nunca podr... ¡oh por dios, esa mancha es nueva! ¡No lo puedo creer!


 


Con más pánico que razón, empezó a sacudir su mano en el aire, como si ésta tuviese un bicho venenoso.


 


—¡No conozco ni la palma de mi mano! –Con la vista perdida, un alma ausente y un cuerpo pálido, algo hizo clic en su cabeza—. ¡Entonces es verdad!


 


Exclamó Yixing levantándose de su asiento, luego de haber volteado el dorso de su mano y ver una pequeña peca que le surgió por la exposición al sol.


 


—Si no conozco ni mi propia mano entonces lo que ha estado haciendo Sehun todas estas semanas debe ser cierto –con un poco de aire en los pulmones decidió volver a sentarse para estabilizar su cuerpo—. No puedo creerlo ¡Sehun pertenece a la mafia coreana!


 


Todo era súper clarísimo, no entendía cómo es que no lo sospechó antes, incluso llegó a pensar que Sehun le engañaba con otra persona ¿Pueden creer que pensó en algo tan tonto como eso? Sip, él también se quiso reír por ese bobo pensamiento.


 


Las señales eran más claras que el agua ¿Cómo no lo vio antes?


 


Sehun llevaba tiempo sin dejar que le vieran la piel del torso o las piernas, se negaba cuando Yixing se ofrecía a ayudar a desvestirlo, llevaba su ropa al baño y luego de la ducha, salía con la ropa ya puesta, no había visto nada, ni una partícula de su piel había sido capaz de ver en esas dos largas semana.


 


Eso sólo podía significar una cosa: Él había tenido peleas con integrantes de mafias enemigas. Se había llenado el cuerpo con moretones y para evitar las preguntas incomodas, prefería taparse la piel.


 


También estaba esa otra cosa, él salía más arreglado de lo normal, no es que su trabajo no le exigiera la formalidad, pero esos últimos días se veía excesivamente guapo, mocasines nuevos, trajes que usaba para ocasiones muy especiales, ése perfume por el cual habían tenido una pequeña pelea porque Es demasiado caro ¿Quién te crees, Kim Kardashian?


 


Otra explicación súper lógica llegó a su mente; Sehun era la mano derecha del jefe de la mafia coreana, se vestía más guapo para imponer respeto y engatusar a las presas que planeaban hacer negocios con ellos.


 


Cuando el último estado bancario de Sehun que llegó, le fue arrebatado de sus manos por él antes de siquiera poder oler el sobre. Lo único que podía pesar es que esa cuenta había sido aumentada unos dos, tres o incluso cuatros ceros y él no lo sabía ¿Por qué es tan egoísta Oh Sehun? Pensó luego de atar los cabos y sacar conclusiones.


 


Todo estuvo frente a él y no lo supo ver, Sehun le estaba dando las señales y él simplemente no las agarró. Quizás por ese mismo motivo fue que se encerraba en su oficina.


 


Él podría estar manejando los papeles de los negocios de la mafia en su propia casa; nadie sospecharía, nadie indagaría, nadie filtraría información. Era el plan perfecto para cubrir su segunda vida.


 


—Pero no mi cielo, usted no contaba con que soy una mente maestra y Sherlock Holmes me la pela –dijo Yixing a si mismo mientras se levantaba de la barra y tiraba la comida fría en la basura—. No sé cómo ni cuándo, pero yo mismo me encargaré de descubrir que ocultan tú y tu maldita cerradura.


 


Con una gran determinación, sin saber que la poseía, salió directo a su habitación; necesitaba una pluma y una hoja. Iba a tener una noche muy larga.

Notas finales:

Falta la segunda parte, ya la subo ♥ 


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