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Never give Up por Misa Tsukamoto

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Notas del fanfic:

Hacía mucho que no volvía a escribir, espero aun así les agrade. ^^

El fic será de romance, con escenas de drama y un intento de comedia por mi parte.

 

Actualización: Cada Miercoles/Jueves

Se encontraba en un dormitorio de un apartamento, tumbado en una cama, oyendo música; ese joven de aspecto atractivo y grandiosa voz, como solían describirlo, llamado Daehyun. En sus auriculares sonaba un estilo de balada como las que a veces acostumbraba escuchar y como si se encontrase en una película la melodía era el clima en el que ahora veía a Jongup.

Su compañero con concepto fuerte; su cuerpo descubierto, solo con su prenda íntima y una toalla en sus hombros, marcando los músculos se veían esas pequeñas gotas de agua que buscaban caer por el laberinto que formaban los surcos de su abdomen. Sus piernas, sus brazos, su pecho… y el orillo de su bóxer irrumpiendo con la agraciada vista, dejando un poco pero no tanto, a la imaginación.

 

Parecía moverse al ritmo de la tonada que solo Daehyun escuchaba. La mirada seria, el cabello mojado… Daehyun soltó un suspiro.

No era la primera vez que le observaba de aquella manera, esa manera que trascendía lo sentimental y hasta podía ser un tanto pecaminosa. No iba a desviar sus ojos, poco le importaba que el menor se diera cuenta de lo que generaba en él ya que nunca se percataba. Aunque de ser posible, esperaba que su cuerpo no lo evidenciara mucho, porque si fuera así, sería vergonzoso.

 

El otro no terminaba de vestirse cuando Daehyun ya soñaba con quitarle la ropa; admitía qué, o el ambiente de aquella habitación se había vuelto caluroso por el vapor de la ducha que el menor antes tomó, o… era él quien se sentía caluroso.

 

Pero lo que sentía por Jongup no era meramente calentura, no se trataba de una atracción solo física o sexual. Iba mucho más allá.

Iba en la sonrisa del menor que le hacía sonreír a él también como un tonto, iba en la mirada que le perdía el sendero cuando sus ojos se posaban justo en los suyos, iba en ese corazón que parecía salirse del pecho debido a tanto amor… sí, iba en eso, en una relación platónica de amor.

Daehyun estaba enamorado en secreto de Jongup.

 

Eso en principio no tenía nada de malo, pero si le sumamos a eso que ambos eran ídolos, que pertenecían al mismo grupo, que ambos eran hombres y no estaba seguro si al pequeño le iban los chicos o las chicas… Y claro, había un tercer problema y quizá el más grande de todos, puesto que englobaba a los otros tres; y ese problema era…

 

—   ¡Jongup! ¡Jongup! ¿No has visto mi reloj? — Himchan entró en la habitación, no preguntó si quiera si se podía o no, la privacidad allí no era un privilegio. Se le veía serio parado frente al otro como si esperase algo más que una simple respuesta si lo vio o no.

—   No lo he visto hyung… — Jongup se colocó la remera, prenda final para terminar de vestirse. — Pero iré a buscarlo ahora. — Una sonrisa simple, de esas que ni siquiera muestran los dientes, se presentó en su cara; Himchan por el contrario, sonrió tan amplio como pudo.

—   Gracias — Le dio una nalgada al menor antes de que éste se fuera a buscar dicho reloj.

 

Él era el problema mayor, el que ni siquiera podía ir a buscar su propio reloj, el que siempre estaba junto a Jongup, momentos graciosos, momentos tristes, momentos serios, etc., en cualquier ocasión y lugar él estaba junto a Jongup, y eso a Daehyun le ponía los nervios a flor de piel.

La balada en sus oídos se convirtió en una canción infernal que no pudo soportar, quitó sus auriculares y sonrió con algo de falsedad cuando Himchan vio en su dirección. ¡Tan feliz que se encontraba disfrutando de las vistas!

Ya había intentado tres veces decirle a Jongup lo que sentía por él y en las tres veces Himchan les había interrumpido, parecía tener cierto sexto sentido para saber cuándo él atacaría de nuevo, porque para eso estaba allí. Para eso se había pasado los últimos minutos que el menor había estado en el baño, tumbado en su cama esperándolo, había reunido el valor suficiente por tercera vez. ¡Y otra vez Himchan lo volvía a arruinar!

 

—   ¿Y tú qué? — Himchan alzó sus cejas preguntando de forma altanera. La sonrisa de Daehyun ensanchada de oreja a oreja le hizo casi cerrar sus ojos mientras con un movimiento de cabeza negaba.

—   Nada hyung. — El mayor le dedicó una mirada algo despectiva y se fue.

 

¡¿Qué había sido eso?!

Daehyun quedó algo descolocado con la actitud de Himchan, sí, solía ser un altanero orgulloso, pero también era un buen hyung, al menos hasta ese momento donde la mirada que le regaló parecía descargar una ametralladora sobre su cuerpo. Oh, la sensación le hizo llevar su mano al pecho sintiéndose algo agredido.

Una vez Himchan salió de la habitación Daehyun se encontró en silencio consigo mismo. Observó los auriculares caídos en la cama que antes había arrancado de sus oídos con fastidio y apretando su puño golpeó el colchón.

Se sentía frustrado, de nuevo sus sentimientos habían quedado ocultos por culpa de Himchan y encima esa mirada que le había lanzado. ¡Maldición!, pensó, todo le salía mal.

 

—   Oye… ¿Qué tienes eh? ¿Ahora golpeas camas? — Youngjae entró en la habitación viendo a Daehyun con aquella expresión de enfado.

—   ¿Quieres que golpee la tuya acaso?

—   Uh… Eso suena tentador, pero no, gracias. — Rio al ver que su amigo aflojaba las facciones de su rostro y sonreía bromeando. — ¿Me vas a contar que te pasa? — Preguntó sentándose al costado de la cama en la que el mayor estaba aún recostado. Daehyun suspiró.

—   Otra vez Himchan hyung interrumpió…

 

Youngjae asintió con una mueca mansedumbre y se cruzó de brazos mientras observaba el suelo. Él sabía lo que su amigo sentía por Jongup y estaba enterado de las otras dos veces en las que el mayor había decidido confesarse. Empezaba a sentirse cansado de ese juego, incluso siendo un mero espectador.

¿Sería que acaso había un algo, una magia cósmica que se proponía frenar a Daehyun cada vez que éste intentaba confesar sus sentimientos? ¿Acaso una señal? Quizá el orden de las cosas estaba invertido y por ello todo iba contra él.

 

—   Tal vez es una señal de que no debes hacerlo… al menos por ahora. — Daehyun achicó sus ojos frunciendo el ceño y ladeo su cabeza escuchando a Youngjae. — Ya fueron tres veces y ninguna has podido, quizá deberías tomarlo como una señal de ser más precavido.

—   ¿A qué te refieres?

—   ¿Sabes si a Jonguppie le gustan las mujeres, o le gustan los hombres? Deberías asegurarte de ello primero.

Daehyun lo meditó, a lo mejor Youngjae tenía razón y debía asegurarse de algo tan básico como eso, así sabría si debía confesar lo que sentía o no, porque ¿si lo hacía y Jongup lo rechazaba por ser un chico? Eso dolería más que cualquier rechazo y se formaría una gran incomodidad en el grupo.

—   Tienes razón… pero es que… ¡aish! — Refunfuñó molesto. — Himchan hyung…

—   Olvida a Himchan hyung, toma el valor que reuniste hasta ahora para averiguar la verdad, si lo haces con prudencia puede que incluso frente a Himchan lo puedas averiguar.

—   Bien, lo haré…

—   No te oí…

—   ¡Lo haré! — Dijo con voz fuerte levantándose de la cama. Youngjae se levantó también.

—   ¡Muy bien soldado! Lo quiero en el área de batalla ¡Ahora!

—   ¡Sí señor! — Imitó un saludo militar y se fue de la habitación.

 

Su sonrisa resplandecía y Youngjae rio al verle salir corriendo, una vez desapareció de sus ojos el joven tomó los auriculares sobre la cama y los colocó en las orejas. Relajó su mente cerrando los ojos, mientras cantaba a son de la balada que antes Daehyun escuchaba.  

Daehyun buscó a Jongup decidido, pero el joven se había marchado, Himchan le dijo que había salido con unos amigos pero que no sabía a dónde. Esto ya más que una señal parecía una negación rotunda de la magia cósmica que Youngjae planteaba, pero con lo decidido que estaba no se iba a rendir tan fácilmente.

Y no lo hizo.

 

Al otro día, apenas salió del local donde iban a ensayar un musical en el cual él participaba, fue hasta la empresa. Sabía que Jongup estaría allí, estaba trabajando sobre un proyecto en solitario, y de hecho, Daehyun también, pero apenas si tenía tiempo de respirar gracias al lío amoroso que se hallaba en su corazón.

Todo su cuerpo estaba bloqueado y parecía una marioneta a la que había que dirigir, ¿qué hacer?, ¿cuándo?, ¿dónde?

Una vez había llegado a la empresa se paró frente a ésta, miró hacia arriba observando la altura del edificio, oyó los gritos de fans que le habían seguido y otros que prácticamente acampaban en el lugar no solo por ellos, sino por algún otro grupo también. Saludó con una sonrisa y acomodó la mochila que llevaba en sus hombros, finalmente entró.

 

La determinación que Youngjae le había dado se desprendía de él en cada paso que daba, sus piernas parecían temblar en cuanto se acercaba a una de las salas de prácticas para buscar al menor; seguro allí estaría.

Oyó la voz de Jongup en un parlante, una canción rítmica y sensual, se dejó guiar por la letra hasta la sala donde estaban practicando el baile, él probaría su suerte en ese mismo momento y esperaba que la suerte estuviera de su lado. ¿Sería afortunado?

En cuanto llegó se quedó en la puerta, dejó la mochila en el suelo y casi sin hacer ruido se recostó en el marco para observar al menor.

La seriedad en su mirada tan profesional que cambiaba por completo lo que conocía de aquel chiquillo sonriente; el sudor en su frente, la remera ajustada de manga corta y el pantalón holgado para poder moverse con libertad. El corazón de Daehyun empezó a latir con rapidez mientras los pasos del menor parecían sortear obstáculos en el suelo creando un eco en la habitación junto a los demás pies.

 

«I need your body on me»

 

Daehyun tembló por dentro. Era él quien necesitaba del cuerpo de Jongup, en realidad, de Jongup al completo. Siguió los movimientos del menor con sus ojos y su respiración se dificultaba, sus manos estaban ansiosas moviéndose algo inquietos los dedos; nadie, ni aunque Himchan se pusiera a su lado, podría impedir que él disfrutase de la performance como un fan más… porque hasta eso se consideraba, un fan de ese pequeño. Si supiera que Jongup no estaba cansado de tantas veces que seguro practicaron la coreografía, se pondría a gritar y animarlo, pero temía distraerlo.

Jongup era el único que le provocaba tantas emociones juntas que se contraponían entre sí, por un lado lo derretía con solo una mirada, se paraba firme en aquella habitación y Daehyun sentía sus piernas flaquear y por otro lado… Jongup se tiraba en el suelo y Daehyun sentía ganas de saltar sobre él.

Todo era tan confuso que en un abrir y cerrar de sus ojos la canción había terminado, y con ella el afrodisiaco baile del menor.

Los demás bailarines aplaudieron y tras unas risas entre todos, golpes en las espaldas y despedidas se fueron uno a uno, hasta solo quedar Jongup; ¿fin del ensayo?

 

—   Hyung ¿viniste a ensayar? — Jongup sonrió alegre de verlo. Tomó la tela de su remera a la altura de su pecho y la sacudió dándose aire.

—   No, creo que tengo algunas cosas en las que trabajar pero, las haré después. — Movió su hombros restando importancia. La fragancia del desodorante de Jongup se intensificó con la transpiración, tan fuerte, tan atractivo… Daehyun cerró sus ojos respirando hondo. — Me trae loco…

—   ¿Qué?

—   Digo… todo esto, el tour, el próximo musical, el solo… todo eso me trae loco. ¿A ti no? — Caminó hasta sentarse en uno de los sofá color negro en la sala. Junto a él estaba la pared de espejo.

—   Un poco, al menos yo no participo en un musical, pero el que se esté planeando además de todo un nuevo comeback para después que retomemos la gira… — Jongup se sentó a su lado, tomando una botella de su mochila y bebiendo de ella.

—   Sí… mucho trabajo por delante…

 

Daehyun quedó algo estático, no se suponía que eso fuese así, las otras veces no se sentía tan nervioso como ahora, hablando de algo tan trivial como si recién hubieran empezado en el grupo. Llevaban años juntos ¿qué manera de conversar era esa? Necesitaba soltarse pero no podía, algo le tenía tan nervioso que su pierna ahora se movía por si sola como si le hubieran cargado batería.

Mientras más vueltas le daba más se lo preguntaba, sabía que era normal sentir esas mariposas en su estómago estando junto a la persona que le hacía mover el mundo, pero algo no estaba bien y entre sus pensamientos la respuesta apareció.

Lo comprendió, sus nervios radicaban en el temor de que a Jongup no le interesaran los hombres de ningún modo, de ser así Daehyun ni siquiera podría expresar sus sentimientos. Al menos al confesarse corría el riesgo de ser rechazado, pero Jongup lo sabría, ahora corría el riesgo de ser rechazado y que sus sentimientos quedasen ocultos hasta que su corazón dejara de latir por él y encontrara a alguien más.

 

—   Hyung ¿estás bien? — Jongup buscó entre la perdida mirada del mayor un rastro de aquello que parecía inquietarle. ¿Dónde estaba el Daehyun animado, el que siempre hablaba y reía, el que a veces hasta bromas le gastaba?

—   S-sí… solo estoy algo distraído, lo siento. — Golpeaba uno de sus pulgares contra otro en un acto ansioso. — Conversemos para despejar la mente mientras tomas un descanso, el trabajo no lo es todo en la vida… dime… no has tenido novia, ¿verdad?

Claro que no, Daehyun sabía de sobra eso, pero quizá podría ser un buen pie.

—   ¿Novia? — Jongup le miró algo sorprendido, si bien era algo normal temas de conversación así, sentía que había emanado de la nada dicha cuestión. ¿Qué se pasaría por la mente del mayor? — No hyung.

—   Ah… — «¿Y novio?», «¿te ha gustado alguna vez un chico?», «¿Crees que podrías fijarte en un hombre?» — ¿Y qué me dices de tu primer beso? — Ninguna de las anteriores preguntas le parecieron correctas sin ser algo bruscas y por de más obvias.

Jongup se sonrojó, la expresión de sorpresa se convirtió en una algo perturbada, vaciló un poco y se giró quedando en una perspectiva paralela con el mayor.

—   ¿Por qué preguntas eso hyung? — Ah… algo escondía y eso a Daehyun le generó confianza, la suficiente como para pasar un brazo por los hombros del menor, uniendo más ambos cuerpos.

—   ¡Vamos! No tienes que ser tímido conmigo, solo es una pregunta, somos amigos hace años ¿no? — Jongup asintió mas no respondió. — Si quieres te cuento mi primer beso.

La sonrisa de Daehyun era confortante, el menor le miró de reojo.

 

—   Mi primer beso fue con la única novia que tuve… — Daehyun lanzó la primer frase de su historia, como una pista quizá de que no le gustaban las mujeres, después de esa novia, ya no hubo ninguna más pero sí hubieron otros. — Éramos pequeños, fue divertido a decir verdad, ninguno de los dos sabíamos qué hacer y nos reíamos mucho por la vergüenza que teníamos, hasta que… — Su mirada bajó hasta Jongup. — …solo nos dejamos llevar…

Un susurro fue lo que de sus labios salió. Sus ojos se entrecerraron con ternura ante la cercanía del rostro ajeno. Jongup sintiéndose observado desvió su rostro para ver al mayor de frente, la sonrisa de Daehyun que demostraba tanta confianza antes se estaba borrando con lentitud, tragó saliva sintiéndose nervioso por el mayor. 

Mientras éste podía sentir el aroma de Jongup, el tacto de su piel al no llevar mangas largas, su respiración chocando contra él… que ganas de volver a dejarse llevar mientras observaba los finos labios del menor, que ganas de estar aún más cerca de lo que ya estaba, que ganas de… ¡Mierda! Jongup se separó de Daehyun, no solo su rostro, también quitó el brazo de sus hombros.

 

—   Hyung… gracias por compartir tu historia pero… no quiero hablar de eso ¿si?

—   ¡Oh vamos! Jonguppie… ¿qué tan malo pudo haber sido? ¿o tan bueno?.... — Daehyun buscaba ver el rostro ahora cabizbajo de Jongup. — Ni que hubiera sido con un chico, ¿verdad?

—   ¡¿Qué dices?! — El rostro de Jongup ya no estaba sonrojado, ahora estaba completamente rojo. Hervía en su vergüenza y le miraba alterado. 

 

¡Bingo!

Con que eso era, su primer beso había sido con un chico. Daehyun no podía estar más feliz. Tenía una oportunidad.

 

—   ¡Dios mío! ¡Así fue! — Exclamó con una amplia sonrisa, Jongup frunció el ceño, Daehyun se veía alegre, presentía que eso iba a significar burlas por parte del mayor. — ¿Cómo fue?, ¿qué pasó?, ¿por qué?, ¿te gustan los chicos?

 

«¡JONGUP POR FAVOR DIME ALGO!»

 

Ya no se contenía, ya no importaba que tan evidente fuese, soltaba demasiadas preguntas y no obtenía respuestas, Daehyun moría en ansias y Jongup cerró sus ojos con fuerza.

 

—   ¿Interrumpo?

«¡Sí, sí, sí! vete»

Daehyun casi pierde la calma cuando Himchan llegó. Un momento… ¿Himchan? Volteó su vista a ese recién llegado. Estaba de pie en el marco de la puerta, ¿cuánto había escuchado? Esperaba que no mucho, ni siquiera había notado su reflejo en el espejo junto a él.

El mediano se sintió frustrado de nuevo y sin esperar una respuesta el mayor de los tres con una sonrisa en su rostro se sentó en el medio de ambos, dando un salto al sofá y obligando a que los cuerpos de los menores se movieran a un costado en ambos extremos.

Daehyun mordió su lengua para no soltar veneno como las serpientes, gruñendo en su interior. Jongup por su parte pareció respirar aliviado, soltó un suspiro y tras eso se marchó sin despedirse.

 

No parecía el Jongup de siempre, apenas si registró a Himchan, su sonrisa ya no estaba, y a su alrededor un aura algo triste y enojada resplandecía. Quizá Daehyun se había entusiasmado demasiado y había preguntado cosas que no debía, olvidando el término: “Privacidad”, debió haber respetado más los sentimientos de Jongup, respetar sus silencios, ahora Daehyun tampoco estaba muy contento, aunque una pequeña llama de esperanza había surgido en su corazón.

Cerró sus ojos y tiró la cabeza hacia atrás, la apoyó en el respaldo y suspiró también. El corazón aun le latía agitado y a su lado Himchan le observaba con fija mirada. De nuevo esa mirada tan determinante hacia él.

 

—   ¿Sucede algo? — Podía sentir que le veía sin siquiera tener los ojos abiertos. De hecho podía sentir los golpes a través de su mirada.

—   Daehyunnie… aléjate ¿sí?

—   ¿De qué hablas hyung? — El joven abrió sus ojos y se hizo el desentendido ladeando su rostro. Himchan hizo una mueca de enojo.

—   Sabes bien de qué hablo. Aléjate de Jongup, él no lo ve pero yo sí, eres demasiado obvio…

«Ah, así que Himchan hyung ya sabía mis sentimientos» Pensó, y de pronto comprendió el porqué de que cada vez que quedaba solo con Jongup para confesarse, Himchan llegaba.

—   ¿También estás enamorado de él?

 

Daehyun no lo miraba, su vista estaba fija en el suelo mientras sus brazos se cruzaban como una defensa, el tono de su voz era agrio, desganado; si la respuesta era sí, ¿qué haría? ¿Podía competir contra Himchan por Jongup? No, eran un grupo, si había un triángulo amoroso en él todo se arruinaría, y sería demasiado triste que se rompan luego de tantos momentos juntos.

Suspiró de nuevo, Himchan tardaba en responder y eso le asustaba, ¿sería él el primer beso de Jongup? ¿Y si estaban juntos ya? Se sintió tan pequeño como una hormiga, tan indefenso como un gusano… ¿podría soportar ver una relación de ellos?

 

—   No.

 

El alma le volvió al cuerpo en cuanto una simple palabra de dos letras se pronunció en los labios de Himchan.

—   No estoy enamorado de él, y tú tampoco deberías, una relación en un grupo de seis es complicado, ¿qué pasa si él te rechaza? ¿crees que no será incómodo? No solo para ti, para todos, se distanciarán y luego nosotros lo haremos también.

Daehyun no quería seguir escuchando, deseaba taparse los oídos porque en el fondo sabía que Himchan tenía razón.

—   Y si te llega a corresponder… los romances son difíciles cuando se mezclan con el trabajo, tendrán conflictos y esos conflictos nos dañarán a los seis ¿entiendes?

Lo hacía, lo entendía muy bien. Pero… ¿Por qué de pronto uno de los más infantiles del grupo actuaba con tanta madurez? Ni siquiera Youngjae le había regañado tanto… podía esperar algo así de Yongguk mas no de Himchan. 

—   No puedes y no voy a permitir que te acerques a Jongup de ese modo… ¿Acaso quieres terminar cantando con tu padre en el karaoke de nuevo, en vez de sobre un escenario? Porque yo no.

 

Golpe bajo, muy bajo, los ojos de Daehyun ardieron en un llanto de rabia que apenas si podía contener. Himchan se levantó del asiento, ya había dejado claro su punto de vista a los sentimientos del menor y también a su posición de entrometerse entre ellos, haría lo que sea por impedir que Daehyun se acercara a Jongup.

Tras irse Himchan el puño se estrelló en la tela del sofá con toda la fuerza que en su interior la ira emanaba, rechinó los dientes y una lágrima escapó de él. No importaba qué hiciera el mayor, Daehyun no se iba a rendir… había llegado muy lejos ésta vez y la oportunidad que vio en Jongup unos momentos atrás no la dejaría pasar.

Como una vez se escuchó, «En la guerra y en el amor, todo se vale» Y eso era ambas, era una guerra contra Himchan y un amor hacia Jongup.


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