I
No soy él
« Park Chanyeol, el famoso actor del cual todo el mundo habla solo podría ser definido con una palabra: perfección, y es que no deja de sorprendernos.
Hablaba la presentadora estrella del programa de farándula número 1 en Corea del Sur. Ella estaba sentada en medio de un estudio de televisión, con varios invitados a su alrededor, en su mayoría mujeres que sonreían coquetas a sus dichos.
Chicos como él nos hace preguntarnos, ¿Cuántos talentos ocultos puede esconder un hombre? Queremos decir: es guapo, talentoso, sensible, romántico, ¿Qué más se le puede pedir? Es como el esposo que todas querríamos tener, el esposo de la nación. Rió coquetamente la conductora »
- ¿Qué más se le puede pedir? Es talentoso -nombró con sus dedos-, guapo, sensible, carismático, cocina bien, ama los animales, es alto, su voz es grave y varonil... es perfecto, como si fuese hecho para mí -suspiró enamorado el castaño.
-Já, y para todas. Es demasiado perfecto diría yo, irreal sin lugar a dudas -aseveró con seguridad otro chico que venía entrando.
-Cállate, nadie pidió tu opinión -refunfuñó, cabreado.
-Si te pones a hablar solo en medio de la sala, pues tengo derecho a opinar, ¿no?
Pasaron unos segundos de absoluto silencio, solo se podía seguir oyendo la voz de la animadora del programa en la televisión.
-Beom, ¿tú crees que un chico como yo podría estar en alguna vida con alguien como él?
-No. Acéptalo Baek, esto es la vida real, chicos como él ya tienen toda la vida resulta -explicó, teniendo un punto-. Ese pobre hombre debe tener contados hasta los pasos que da, apostaría mi colección de mangas a que con suerte debe tener un amigo de verdad, quizás hasta le tengan una novia designada, una que por supuesto será igual de hermosa y perfecta que él... y tú, pobre hermano, te graduarás y vivirás una aburrida vida común y corriente
-Cuando lo dices así suena como si la vida fuese una basura
-No para todos -negó con la cabeza-, pero para él es una pena, ese el precio de la fama, hermanito
-Vaya, sí que me subiste el ánimo, gracias -respondió con un nudo en la garganta.
-Ay Baek, por favor -rió-, ¿Qué querías que te dijera? Deja de vivir en esa burbuja tuya, ya tienes 22 años, ¡veintidós! Ya es hora de que comiences a aterrizar, necesitas un cable a tierra...
Mentira. No necesito nada más mientras lo tenga a él...
Aunque sea de lejos, pensó.
« Y para promocionar su más reciente drama "Chico Maravilla", participará junto con sus compañeros de elenco en un fansign que se realizará nada más y nada menos que en nuestra querida Seúl. Así que, ¿Qué esperamos? Corramos a hacer la fila. Finalmente todos los acompañantes rieron junto con la mujer »
-Y te conoceré, Chanyeol, porque quizás no nacimos para estar juntos, pero si puedo aportar aunque sea un granito de arena para ver esa sonrisa en tu cara, haré fila por más de dos días si es necesario -se dijo a sí mismo mirando la televisión.
- ¿Acaso te escuchas? -rió otra vez su hermano-, suenas como una chica de 17 años y ya tienes 22. Baek -tomó aire-, yo entiendo que cada uno tiene sus gustos, pero, ¿no te has puesto a pensar que ya debes darle más importancia a otras cosas en tu vida?
-Todos los días, Beom -respondió hastiado el menor-. Todos los días, en todo momento, todo el mundo me recuerda lo mismo, y lo hago pero, ¿acaso está mal ser fan de algo? Fantasear un poco, algo para despejar la mente. Además tú tienes tus mangas estúpidos, no puedes opinar -rodó los ojos.
Pasaron al menos 30 segundos de absoluto silencio otra vez, de tregua.
-Ay Baek -suspiró-. Si quieres ir deberías apurarte, escuché en la televisión que ya hay chicas haciendo fila, además escuché que...
El mayor iba a terminar su idea, cuando en eso suena una cerradura siendo abierta, a lo que entra una mujer de ya más o menos 30 y tantos años con expresión preocupada junto con un pequeño de casi 4 años de la mano.
- ¡Baek! -entró chillando una mujer-, necesito que cuides de Jiwon, es urgente...
- ¿Qué? -exclamó el susodicho-, no puedo, imposible, me estaba yendo para el fansign, no puedo
-Es urgente, no puedo dejarlo con nadie más -explicó desesperada-. Mamá está trabajando, Beom tiene un examen en unas horas y yo debo correr a una entrevista de trabajo ahora mismo -murmuró nerviosa.
-Pero yo tengo una reunión importante también, ¡no es justo! -exclamó angustiado-, esto lo tengo planeado desde hace semanas.
-Baek, Baekhee podría conseguir por fin un trabajo estable, sabes que ha estado desempleada todos estos meses, no puedes ser así de egoísta -lo regañó seriamente su hermano mayor.
-Te prometo que solo serán unas horas -rogó la mujer juntando sus manos.
Y así, viendo como todos sus planes y pensamientos se destruían, el chico asintió con la cabeza.
-Está bien -susurró resignado, mientras se agachaba para saludar y darle la mano al menor.
Entonces no supo cuando lo último que sonó fue el portazo de la chica al irse.
-No pongas esas cara, Baek -lo consoló su hermano sintiendo lástima- ¿Tú sabes cuales son los principales imanes de chicos y chicas? -el menor negó-, pues los bebes y los perritos -terminó con una sonrisa, tratando de animarlo.
Al menor le costó entender la idea de su hermano.
- ¿Me estás diciendo que vaya de todas formas? -preguntó, poniéndose de pie-.
-Por supuesto -exclamó-, no serás ni el primero ni el último en asistir con un bebé a un fansign, además Jiwon ya está grande, soportará estar unas horas de pie, o si no puedes pedir una silla o tomarlo en brazos.
-Pero tendré que estar de pie durante muchas horas y...
-Solo son unas horas, Baek, ¿Qué son unas horas cuando el amor de tu vida está al final?
-Pero, ¿y si Jiwon no se comporta?
-Se portará bien, ¿no es así, pequeño? -preguntó Baekbeom, agachándose para verlo mejor.
-Sí, tío, yo me poto muy bien -respondió con una linda sonrisa.
-Si tienes suerte le dice "papá" a Chanyeol cuando estés con él y todos se ríen
- ¿Te imaginas? Me mato ahí mismo... ¿Y dejarán entrar bebés al recinto?
- ¿Por qué no? Digo, ya es un niño grande
*
-Lo siento, no se puede entrar con bebés, niños o mascotas -anunció el guardia que custodiaba la entrada.
- ¿Qué? Pero si llevo tres horas haciendo la fila, ¡no puede decirme esto!
-Lo siento, pero le voy a tener que pedir que se retire, si quiere podemos pedirle un taxi.
- ¡No! -gritó enfadado-, lo único que quiero es pasar y conocer a Chanyeol como todas las personas aquí
-Lo siento, pero yo no puedo hacer nada por usted -insistió el guardia-, solo cumplo mi deber.
-Claro que puede hacer algo, dejarme pasar por ejemplo -bufó sarcástico.
-Joven, si sigue con este escándalo tendré que llamar a seguridad.
- ¿A seguridad? ¿Cómo se le ocurre llamar a seguridad? ¿Qué podría hacerle yo? -comenzó a gritar más fuerte, estaba bastante molesto.
Toda la gente que llevaba haciendo horas la fila comenzaba a mirar con curiosidad la calurosa pelea.
- ¿Seguridad? Sí, hay un chico con un niño en el acceso norte por el lado izquierdo, está muy exaltado y violento -dijo el guardia a un woki toki.
- ¡No estoy siendo violento! ¡Lo que pasa es que llevo tres horas en la fila, tres malditas horas! ¿Por qué no me dijeron antes que no podía pasar?
-Lo siento, yo no puedo hacer nada por usted y por favor le ruego que se calme.
La rabia podía con él, y fue en eso cuando estuvo a punto de levantar aún más la voz, que un suave sollozo se escuchó. Él pequeño había comenzado a llorar y el llanto se iba acrecentando a cada segundo.
-Jiwon no llores, shh, shh, no pasa nada -susurró tomándolo en brazos, lo cual no funcionó pues el pequeño comenzó a chillar más fuerte aún- ¿Ve lo que causa? -recriminó al guardia.
-Eso es lo que usted causa al traer un bebé, perturbar la tranquilidad de todos, así que por favor háganos un favor y váyase.
Levantó la vista, todos lo estaban mirando con ojos acusadores. La firma de autógrafos se había detenido por unos segundos; el llanto del niño llegaba hasta el último punto del recinto y a Baekhyun ya le estaban temblando las piernas. Toda la gente lo miraba con ojos inquisidores, de molestia, puras adolescentes que no tenían idea de lo que era tener un pequeñito en brazos. Todo fue negro y desesperación hasta que pasó, hasta que sus ojos se cruzaron. Unos hermosos ojos negros y redondeados se posaron en los suyos; el mundo se detuvo.
- ¿Qué sucede? -habló un poco preocupado por el micrófono el famoso actor.
-Nada, oppa -respondió la chica que en ese momento compartía con él -, nada por lo que debas preocuparte.
Aquel hombre era tan perfecto, su mirada preocupada se posó en él por unos milisegundos y no pudo evitar ver como se llevaba el pelo hacia atrás en un gesto de preocupación y sensualidad. Pudo seguir viendo esos ojos por todo el día, hasta que sintió como alguien lo tomó del brazo para empujarlo hacia a algún lugar bruscamente.
- ¿Eh? Oiga, eso me duele -se quejó, molesto.
-Se lo dijimos por las buenas, así que ahora tendrá que ser por las malas.
Finalmente lo llevó arrastrando junto con el niño hasta la salida. La gente terminó aplaudiendo agradecida del guardia por echar a ese chico con el niño escandaloso y al castaño se le aguaron los ojos, ¿Qué le pasaba a la gente? ¿Cómo podían ser tan crueles?
*
-Perdóname, Jiwon, te hice salir a morirte de calor para nada -susurró triste-, tu tío tiene mucha mala suerte
El pequeño lo miró atentamente limpiándose las lágrimas. El castaño no podía dejar de sorprenderse del parecido entre el menor con Chanyeol, ya no sabía si se estaba volviendo loco o el niño de verdad tenía un aire, un leve parecido al hombre.
Después de todo el altercado siguieron caminando unos minutos hasta llegar a un pequeño parque, en donde buscaron un banco para sentarse.
-Tío, ¿un helayo? -preguntó, inocentemente.
- ¿Un helado de chocolate? -le siguió la conversación el mayor.
-No, guacala, de futilla -contestó con una sonrisa.
- ¿Cómo negarle un helado a mi sobrino hermoso?
-Tío, no esté tiste -puso sus pequeñas manos en las mejillas del castaño y besó sus labios tiernamente-. Yo feliz ya, no tiste más.
-Yah, bebé, me vas a hacer llorar.
-Mamá dice lloa bien.
-Te quiero mucho, mi principito -dijo con una sonrisa enternecida el castaño.
-Yo igual -finalizó.
Después de aquella escena, ambos se pararon en busca del helado.
Finalmente la historia terminó con un chico bastante decepcionado y triste. Se sentía tan impotente y humillado, no podía olvidar las miradas de las personas. Al final el día que había planificado tan arduamente como el mejor, había resultado como el peor día de todos.
*
Luego todo siguió su rutina. El día siguiente llegó y el chico daba las gracias de que fuera sábado para poder dormir hasta más tarde, aún seguía deprimido.
Él suponía que ya serían como las 12 de la tarde por los rayos del sol que se filtraban y el ruido general que producía su familia en la casa. Él podía seguir durmiendo con eso sin ningún problema; sin embargo, su hermano entró abriendo la puerta violentamente, prácticamente gritándole.
-Baek, ¡baek! -gritó su hermano, zarandeándolo-, te buscan en la puerta y no creerás quién es.
- ¿Quién? -respondió aún somnoliento.
-Ven a verlo por ti mismo.
Y sin más se fue. El menor se levantó a lavarse como mínimo la cara y los dientes para estar más presentable. Cuando finalmente llegó a la puerta sus ojos no creían lo que veían.
-Chanyeol... -susurró.
-Hola -saludó el alto.
Las palabras abandonaron la mente de Baekhyun, no sabe en qué minuto olvidó como articular una palabra, pero ahí estaba, con la cara de estúpido y con la mandíbula hasta el suelo. No podía creerlo, el ser más perfecto de la tierra estaba parado a la entrada de su casa. Su rostro era perfecto, sus contorneados ojos, sus perfiladas cejas, sus labios brillantes, sus lindas orejas junto con su hoyuelo perfecto.
-Sé que mi visita es inesperada, pero quería darte personalmente unas disculpas por el mal rato que pasaste ayer.
-No puedo creerlo, ¿Cómo lo supiste?
-Después de que te fuiste todo el mundo estuvo hablando de eso, lo escuché de uno de los productores. Estuve bastante ocupado ese día, lo lamento, me hubiese gustado hacer algo por ti en ese momento, pero entenderás que...
-Claro, hay fans que complacer y gente detrás de ti -entendió el bajo.
-Así es, lo siento, si te hace sentir mejor y sin ánimos de sonar egocéntrico, aquí me tienes, ¿quieres que firme algo por ti?
Sí, mis labios y con tu boca, por favor, si no fuera mucha la molestia.
-Sí -asintió con energía-, no puedo creerlo, ¡nadie me creerá! -chilló emocionado.
-Espera, no puedes decirle a nadie por favor -contestó un poco preocupado.
- ¿Pero qué tiene de malo? Digo, solo viniste a visitar a un fan.
-Nadie sabe que vine, además no solo vine a eso, también vine a hacer algo malo, de lo que no me perdonarán -dijo con un toque de miedo.
- ¿Qué pasa? Dime, no importa lo que sea, yo puedo ayudarte -se acercó y apoyo su mano contra su hombro, mostrándole apoyo.
-Estoy cansado, Baek, quiero comenzar a vivir...
- ¿Eh?
¿Cómo es que sabe mi nombre?
-No digas eso que me pones triste, tú eres perfecto, no necesitas nada más en tu vida.
-Te equivocas -contradijo-, esto es lo que yo aparento ser, la realidad es otra -suspiró-. Baek, ¿puedo pedirte un favor?
-Sí claro.
-Necesito que cierres los ojos y que me prometas que no te molestarás después de abrirlos.
-Me estás poniendo ansioso -advirtió el bajo.
-Sí, yo también lo estoy... Ahora ciérralos.
Asintió y luego cerró sus ojos. Se podían oír los sonidos de la ciudad, las llantas de los autos, las risa de los niños, los tacones de las mujeres al caminar y...
Los labios de Park Chanyeol
Fue solo un choque dulce de labios, pero para ambos significó mucho. Para el pequeño un sueño hecho realidad, la demostración misma de que hasta los más perdedores tenían éxito en el amor, y para el más alto fue una liberación; un sentimiento parecido a la independencia, esa capacidad de hacer algo por tu cuenta y no rendirle cuentas a nadie, porque eso era lo que sentía Chanyeol por primera vez en su carrera.
Tan solo un toque... que tuvo que terminar
Dios, si estoy en el cielo, no me permitas bajar
-Baek, ¿Estás bien?
-De maravilla -susurró hipnotizado.
-Baek... baek... ¡Baek!
¿Eh? ¿Qué me sucede?, volvió a pensar. Y entonces ahí reaccionó; estaba tirado en el piso con un preocupado Chanyeol a un lado de él.
-Despierta, despierta...
Todo comenzó a desvanecerse. Esa hermosa cara, esa hermosa sonrisa, ese hermoso toque, todo se esfumó. Todo se oscureció.
La luz entró a través de sus párpados y todo cobró sentido.
-Un sueño... un sueño -empezó a decir aclarando su mente-, ¡un maldito sueño! ¿Por qué, señor? -susurró furioso-, ¿Por qué maldito inconsciente? ¿Por qué juegas con mis sentimientos?
Al chico se le aguaron los ojos, no supo si de la rabia, pena, impotencia o todas las anteriores.
-Soy tan patético -susurró, mirando hacia el suelo-, debí haberme dado cuenta antes, digo, hasta los sueños tienen límites, yo besando a Chanyeol suena absurdo, sin pies ni cabeza.
Suspiró sonoramente por última vez, agitando las piernas aún enfadado.
-Maldición -balbuceó, limpiándose los atisbos de lágrimas que luchaban por salir.
En eso, por suerte, se escuchó un grito proveniente del primer piso, por lo que el monólogo de autocompasión del chico finalizó.
- ¡Baek! ¡Baek! -gritó el hermano mayor.
- ¿Qué? -respondió gritando igualmente el menor.
- ¿Pueden dejar de gritar? No estamos en la feria -sentenció molesta la madre de ambos desde el primer piso-. Baekhyun, baja en este instante, Baekhee necesita que cuides de Jiwon otra vez.
-Aish, está bien, mamá, déjenme vestirme -gritó, obedeciendo a la mujer.
Finalmente se vistió casual, se puso unos jeans algo ajustados y rasgados, una camiseta blanca que dejaba una discreta vista a sus clavículas, un par de zapatillas vans y luego bajó.
-Buenas tardes -murmuró sarcástico, Baekbeom-. Perdone por despertarlo su majestad, pero llegó este nuevo discípulo suyo -terminó poniendo al pequeño niño frente a él para luego irse a la cocina-, se hace llamar príncipe Jiwon.
-Hola, Jiwonnie, ¿Cómo estás? -le habló al menor, agachándose.
-Bien, feliz -sonrió-, ¿y tú? ¿tiste? -preguntó al ver el semblante del más alto.
-No... es solo que...
-Lo que pasa pequeño Ji es que Baek está triste porque le gusta un chico imposible
Baekhyun casi se ahoga, ¿podían hablarle de estas cosas su sobrino de tan solo 3 años y medio?
- ¿Baekhee sabe que le hablas de esto a Jiwon? -preguntó cauteloso.
-Sí, además si no, ¿qué? Es algo que sucede, es normal, el mundo sigue girando sin ninguna diferencia, no hay que hacerlo especial
- ¿Tío Baek tiste? ¿Chico?
Jiwon no se veía afectado para nada, aunque Baekhyun no supo si era por su falta de comprensión o porque en verdad para los ojos de un niño no hay prejuicios.
-Tío Baek está triste. Le gusta un chico -respondió más claramente, Beom.
-A mi gusta chico -respondió el niño, estirándole los brazos a Baek-, me gusta tío Baek -chilló emocionado cuando fue tomado en brazos como él quiso.
Ambos dieron un par de vueltas, a lo que el pequeño reía dulcemente.
- ¿Qué hiciste para que este conejo te quiera tanto? -bufó celoso, Baekbeom.
- ¿Qué hice yo para que este conejito me quiera tanto? -reformuló la pregunta el menor.
-Hasta parecen papi e hijo -rió el mayor-, Jiwon di: papi Baek
-Papi baek -repitió el niño entre risas.
- ¡Ya! Byun Baekbeom, basta ya
-Jiwonnie ahora di: papi Chanyeol -susurró, agarrándose el estómago de la risa-.
-Papi... ¿Yeol? -repitió inseguro el pequeño-.
Los dos rostros completos de los Byun adoptaron un color rojo; Beom de la risa y Baek de vergüenza. El pequeñito estaba muerto de la risa aún en los brazos de su tío al ver las reacciones de sus tíos.
-Papi yeol, papi yeol, papi yeol -repetía como loco el niño, como si fuera el chiste más gracioso de su pequeña vida-.
-Tienes que ir a buscarlo, Ji. Tu papi yeol no trabaja tan lejos de aquí
- ¿Si lo busco, tío Baek ya no tiste?
- ¡Ya! ¡Se acabó! -exclamó molesto, Baekhyun.
Bajó suavemente de sus brazos al niño y salió corriendo a perseguir a quien desgraciadamente era su hermano. Se escucharon gritos, ruidos de muebles siendo deslizados, sillas caerse, puertas cerrarse con fuerza, pero el pequeño ni se inmutó, muy por al contrario, veía algo muy concentradamente.
Y es que ahí, en la televisión, hablaban de un tal Chanyeol, uno que era igualito al chico de los posters que su tío Baek tenía en su habitación. Entonces tuvo una iluminación divina para un niño de casi 4 años y es que era muy simple, su tío Baek estaba triste porque Yeol no estaba con él.
Ahora por primera vez haría caso a su tío Beom e iría a buscarlo, no importaba cómo, él solo quería ver de nuevo la gran sonrisa de su tío favorito.
-Papi yeol, voy po ti
*
- ¡Mamá! ¡Mamá! ¡Ayúdenme!
Entró gritando como loca la hermana mayor a la casa.
- ¿Qué pasó? -salió de su habitación, la preocupada mujer.
-Jiwon... Jiwon... no sé dónde está -sollozó la chica.
- ¿Qué? ¿Pero cómo?
-Estábamos de compras en Gangnam, me di vuelta por 5 segundos y luego ya no estaba, juro que fueron 5 segundos, mamá no estaba -siguió llorando.
- ¿Avisaste a la policía?
-Sí, pero tienen que pasar 24 horas para reportarlo como desaparecido y así poder buscarlo... mamá, tiene que aparecer si no me voy a morir...
La mujer quedó impactada, su nieto, una de las personas más preciadas para ella estaba perdido en una gran ciudad como lo era Seúl.
- ¡Baek! ¡Beom! ¡Bajen ahora ya! -gritó la mujer.
Beom bajó primero con el pelo todo desordenado y con una cara de haber estado durmiendo, mientras que Baek bajó con una cara bastante deprimida.
- ¿Qué sucede? -preguntó preocupado el mayor de los hombres al ver a su hermana llorando desconsoladamente.
-Es Jiwon...
- ¿Qué le pasó a Jiwon mamá? -cuestionó preocupado Baekhyun.
-Se perdió -confesó apesumbrada.
- ¿Qué? -susurró en shock- ¿Dónde? ¿Hace cuánto?
-Hace unas horas, en Gangnam -respondió la mujer mayor.
- ¿Cómo? ¿Cómo se te perdió? ¿Cómo fuiste tan tonta? -increpó alterado a su hermana que yacía en silencio llorando.
- ¡Cállate! No fue mi intención, yo solo volteé y él ya se había ido -sollozó la chica-, ahora Jiwonnie está perdido por ahí por mi culpa, soy la peor mamá del mundo.
-Ay dios mío -soltó afligido, Baekbeom-, ¿por qué Gangnam? tú nunca vas para allá
-Jiwonnie me dijo que quería ir allá, no sé.
-Tenemos que ir a buscarlo, Beom, vamos, Gangnam no queda muy lejos de acá, ¡tenemos que ir ya!
Y dicho esto el castaño salió corriendo de la casa.
-No llores más hermanita, lo encontraremos, te lo prometemos -juró, el mayor de los dos antes de seguir al castaño.
-Yo iré con ustedes -se paró precipitadamente la chica.
-No, mira como estas -respondió la madre de todos -, te quedarás acá conmigo, me conversarás más e iremos a dar reportes a la policía, no me importa eso de las 24 horas, nosotras iremos igual -finalizó molesta.
-Gracias, mamá -hipó.
*
Caminando solo por las grandes calles del barrio Gangnam, el pequeño Jiwon esta vez se sentía aún más pequeño. Cuando maquinó su inocente plan en su cabeza, este se veía más fácil, pero ahora que veía a tanta gente caminar apurada, pasando a milímetros de él, le dio miedo. Mucho miedo, pero estaba haciendo todo esto por la felicidad de su tío Baek, así que demostraría ser un niño grande, y los niños grandes no lloraban.
-Discupe
Se acercó a un policía que estaba parado en una esquina vigilando las calles.
- ¿Si? -lo miró atentamente-, ¿estás solo pequeño? -preguntó curioso.
-Sí, busco a mi papi -respondió nervioso.
- ¿Dónde está tu papi? Yo te ayudaré a buscarlo -le propuso el adulto, agachándose a su lado.
-Se llama Yeol, es muy ato y oyejón -rio.
- ¿Chanyeol? Mmm y ¿y tú mamá?
- ¿Mi mamá? ¿Mi mamá?-se preguntó-, no sé -respondió con voz temblorosa.
-No llores, pequeño, ya estás a salvo conmigo, yo te ayudaré a buscar a tu papá y a tu mamá, ¿está bien?
El menor asintió limpiándose las lágrimas torpemente contenidas.
Sabía que el novio de su tío Baek vivía por acá, él lo vio en la televisión y lo escuchó mil veces de los labios de su mamá también. Una empresa, un trabajo, un lugar que su tío siempre mencionaba... que tenía miles de cantantes, actores y personajes famosos. S... empezaba con "S", pero no recordaba nada más. Recuerda, ¡recuerda!
El niño caminaba de la mano del hombre, pegándose suavemente en la cabeza como si eso lo ayudará a recordar. Algo con "S" de sapo y... ¡"M" de mamá! ¡Sí!
-SM -chilló el pequeño.
- ¿SM? -dudó el policía-, ¿tu papá trabaja en SM Entertaiment?
- ¡Sí! ¡Sí! Allá está mi papi -comenzó a dar saltitos de alegría.
-Ya veo, que alivio -suspiró el adulto-, entonces vamos para allá.
Jiwon asintió entusiasmado. Ahora que pudo recordar, sintió algo muy lindo en su corazón, algo como orgullo de sí mismo. Pronto llegaría a su destino y toda su familia estaría muy orgullosa de él.
-Bueno, aquí es -dijo el policía.
Jiwon creyó que nunca había estado delante de un edificio tan alto y genial como este.
-Vamos a entrar, luego llamaremos a tu papá y todo estará bien -sonrió el hombre.
-Gracias -le sonrió de vuelta, ilusionado.
Luego de haber entrado, Jiwon tomó asiento en uno de los lujosos sillones que había en la recepción. Después, por lo que podían ver sus ojos, el policía y una de las secretarias estaban teniendo una discusión, no sabía acerca de qué, pero a veces el señor lo miraba y luego miraba a la mujer recriminándole algo, a lo que la chica solo le trataba de responder tranquilamente.
Estaba perdiendo el tiempo, pensó. Era obvio que aquí en los sillones no estaría el novio de su tío; tenía que entrar, por lo que aprovechando la acalorada conversación que los adultos estaban teniendo cerca de él, se escabulló por uno de los pasillos de la empresa.
Corrió y corrió, bastante asustado la verdad, tenía miedo a que lo fueran a descubrir, él era un niño inteligente y sabía que se estaba metiendo en problemas por no pedir permiso para entrar. Ya cansado, se detuvo frente a una puerta, lastimosamente no sabía leer, por lo que no sabía si era el lugar correcto. Decidió cerrar los ojos y confiar.
Toc, toc, toc. Esperó pacientemente.
La puerta se abrió dejando ver a un chico bastante alto, con grandes orejas y expresión confusa. Era él, ¡era él!
- ¡Oye, tú! ¡Detente ahí! -gritó un hombre a lo lejos-.
Este venía corriendo junto con otros 3 hombres vestidos de traje negro que lo asustaron bastante, por lo que solo atinó a esconderse detrás de las piernas del chico más alto.
El alto aún estaba bastante confundido, le habían tocado la puerta y ahora resulta que tenía a un pequeño tembloroso entre sus piernas. Se agachó para poder verlo a los ojos y no pudo evitar extrañarse, pensó que el niño podía tener entre 3 a 4 años y... se parecía mucho a él.
-Tranquilo, no tengas miedo -le acarició la cabeza, para luego pararse- ¿Qué sucede aquí? -le preguntó a los hombres.
-Este niño entró sin permiso a la empresa y ahora tenemos que entregarlo a la policía -dictaminó uno de ellos.
- ¿Ah? -miró hacia el niño y pudo ver como sus ojitos comenzaron a llenarse de lágrimas- Es solo un niño, no pueden tratarlo así -los regañó, molesto-. Ahora largo, váyanse, yo hablaré con él.
-Pero señor, no podemos dejar que nadie entre sin permiso, no podemos saber qué es lo que planea
-Míralo -señaló el más alto-, es un niño pequeño, está asustado, ¿tú crees que podría querer hacer algo malo? No -contestó-, así que largo
Y cerró la puerta de un portazo.
-Perdónalos, a veces los adultos somos bastante tontos.
El pequeño rió suavemente más tranquilo luego de que los hombres se fueran.
-Y dime, ¿cómo te llamas?
-Pak Jiwon, y vine po ti -respondió decidido.
- ¿A sí? -rió enternecido-, y... ¿quién te mandó?
-Mi tío Baek, él te quieye mucho
- ¿Y dónde está el?
El niño miró hacia abajo, su tío Baek no estaba allí con él porque había ido sin su permiso. Apretó sus manitas frustrado, no quería que su tío se enojara con él.
-Él no sabe... que estoy aquí.
- ¿Estás perdido? -preguntó preocupado el mayor, a lo que el menor negó.
-Me escapé -susurró-. Él estaba muy tiste, el oto día hicimos fila, peyo el guadia nos echó.
- ¿Los echaron de una fila? -le siguió la conversación al niño.
-Nos echayon po mi cupa -sollozó.
Sus ojitos se llenaron de lágrimas rápidamente y estas no dudaron en caer libremente por las mejillas del pequeño.
-No, no llores -lo consoló el mayor.
-Fue mi cupa. El guadia fue muy malo -continuó explicando.
Entonces algo hizo click en la cabeza de Chanyeol. Un escándalo; un adolescente junto con un niño siendo sacados del fansign de su drama, gente aplaudiendo. Pobrecito, él sabía que no admitían a niños menores de 5 años en los eventos y era obvio que los echaron por culpa del pequeño. ¿Cómo un hombre pudo haber sido tan cruel enfrente de un pequeñito? Que injusto, que mierda de mundo era en el que vivía.
-No, no fue tu culpa -refutó-. Eres un pequeño muy tierno e inteligente -le acarició la mejilla -, tu tío estará orgullo de lo que hiciste por él, debes quererlo mucho.
-Lo quieyo mucho -asintió-, y se va a molesta.
-No si yo le digo que no se enoje -respondió con una sonrisa cómplice-. Vamos a buscar a tu tío, debe estar vuelto loco buscándote.
-Estayá feliz de vete-sonrió dando saltitos a la vez que tomaba la mano del más alto.
Se veían graciosos, aunque a Chanyeol no le agradó mucho, o más bien a su espalda, pero el pequeño estaba tan feliz que no pudo decirle nada. Tomó su celular y marcó.
- ¿Aló? Necesito un auto ahora, tengo que resolver una urgencia -esperó unos segundos-, no me importa si te parece o no, es una urgencia te dije -bufó rodando los ojos -, sí, lo iré a buscar al estacionamiento, ok.
Miró al pequeño que había soltado su mano y ahora estaba comiéndose uno de los dulces que estaban sobre la mesita de la oficina.
-Oye, no deberías comer de cualquier parte o de cualquier persona -lo regañó.
-Son de Chanyeol, tu eyes bueno -respondió con seguridad.
-No digas eso, no me conoces, Jiwon -replicó.
-No, no -negó agitando la cabeza-, le gustas a mi tío, además yo vi tus ojos, eyes bueno.
Algo en el corazón del alto se detuvo y recompuso al mismo tiempo.
-Gracias, Jiwonnie, no sabes lo bien que me sientan tus palabras -sonrió con una pizca de amargura.
-Ven -le pidió el menor haciendo el gesto con las manos.
El mayor se agachó cuidadosamente y en un pestañeo el niño lo estaba abrazando fuertemente.
-Un abaso cuya todo.
El alto respondió su abrazo con fuerza. Mierda, solo él sabía lo mucho que estaba atesorando las palabras del pequeño, no por nada decían que los niños veían a través del alma.
-Eres un buen niño, Jiwon, nunca lo olvides -dijo mirándolo a los ojos.
-Tú también, nunca lo ovides.
Eres bueno, nunca lo olvides...
-Gracias -murmuró feliz, pero de esa felicidad que no es palpable, era más bien de esa que venía de lo más profundo del alma, venía de sus entrañas-. Vamos, iremos a buscar a tu tío
- ¡Vamos! -gritó emocionado-. Sé un luga que amayás igual que mi tío.
Ambos hombres tomaron rumbo hacia el estacionamiento. El destino era desconocido, pero el motivo era claro: encontrar al tío del pequeño.
*
- ¡Jiwon! ¡Jiwon! -llamaba desesperado Baekhyun alrededor de las calles del distrito Gangnam-.
Luego de haber salido de su casa junto con su hermano encomendaron camino hacia el lugar de los hechos. Una vez allí decidieron separarse para así tratar de hacer la búsqueda más rápida. Había recorrido cada lugar, cada tienda, incluso llevó una foto consigo la cual mostró a cuanta persona pudo, pero nadie sabía nada de él, nadie tenía tiempo para prestarle atención y dejar de ver sus teléfonos.
Se detuvo unos segundos en los cuales sus ojos se llenaron de lágrimas, esto no podía estar pasando. Daría cualquier cosa para que esto no estuviera sucediendo, ¿qué culpa tenía el pequeño de Jiwon? él era demasiado pequeño, demasiado para que le pasara algo malo, la maldad solo existía en el mundo de los adultos.
Entonces se le vinieron varios recuerdos a la cabeza:
« Tienes que ir a buscarlo, Ji. Tu papi yeol no trabaja tan lejos de aquí »
« ¿Si lo busco, tío Baek ya no tiste? »
« ¿Por qué Gangnam? Tú nunca vas para allá »
« Jiwonnie me dijo que quería ir allá »
Gangnam, Jiwon quiso venir acá porque... acá trabajaba Chanyeol. Ay no, no podía creerlo, Jiwon debía estar en SM, por favor que esté allá, pensó el chico. Pero las noticias fueron malas. Cuando llegó a la empresa se encontró con dos hombres custodiando la puerta y cuando se le ocurrió preguntar si habían visto a un pequeño, ambos negaron con la cabeza. Les pidió si podía pasar, pero le dijeron que no, al parecer había habido un altercado adentro, por lo que no estaban dejando que nadie pasara.
Mierda, mierda, mierda, ¿ahora qué? ¿ahora qué, dios? Ya había estado buscando a su sobrino por al menos 2 horas. Recorrió y volvió a recorrer cada calle, cada callejón y no había pista de nada, era como si hubiera desaparecido. Borró rápidamente ese pensamiento de su mente, Jiwon aparecería, él era un niño muy fuerte y muy inteligente, el saldría adelante.
Entonces se le vino un último lugar a la mente, el parque, aquel parque al cual llegaron después del ridículo del evento, ese era uno de los lugares favoritos de su Jiwon. Inspiró sonoramente y con sus últimas fuerzas corrió al lugar que pensó que podría estar su sobrino.
Llegó corriendo, este era bastante grande, por lo que la búsqueda no sería tan sencilla. Recorrió los juegos de niños, una pequeña laguna que había, pero nada. Se detuvo unos segundos para tomar aire. Ya no sabía qué hacer, donde buscar, con qué cara llegaría a su casa y le diría a su hermana que no había encontrado a Jiwon.
Siguió recorriendo y se encontró con unos juegos con forma de dinosaurios, Jiwon siempre le pedía que lo subiera en uno de ellos, le gustaba jugar con su espada, le gustaba derrotar a los dragones. Baek siempre le decía que no eran dragones, que eran dinosaurios, y su sobrino siempre le decía: "ay tío, usa la imaginación". Que idiota, solo era cosa de usar su imaginación.
-Tío Baek...
Escuchó la voz de su sobrino a lo lejos, ¿era su imaginación o la falta de esta? Porque se sentía más loco por cada segundo que pasaba.
-Tío Baek, ¡tío Baek!
La voz se fue haciendo cada vez más fuerte, hasta que volteó la cabeza hacia la fuente del sonido y lo vio, su pequeño príncipe corría hacia él.
Esa sensación cuando te volvía el alma al cuerpo nunca había sido tan tangible para él como en esa ocasión. El dolor de su pecho cesó, pudo respirar con calma, sus músculos contraídos se relajaron y sus piernas no pudieron hacer más que correr con sus últimas fuerzas a abrazar a su tesoro.
-Jiwon, nunca vuelvas a hacer esto -exclamó con lágrimas cayendo por sus ojos.
Ambos estaban entrelazados en un gran abrazo. Las piernas del más grande no pudieron más y se derrumbaron en la tierra.
-Nunca más por favor, estaba muy triste -hipó.
-Tío no estés tiste, peyón, peyón -comenzó a llorar el niño-. Yo solo queyía que tío baek no más tiste.
-No lo vuelvas a hacer, ¿está bien? No sabes lo preocupados que estábamos por ti.
-Tío -se separó para mirarlo a los ojos-, lo enconte, ya no más tiste.
-Jiwon no tenías que encontrar a nadie -explicó-, nada ni nadie vale lo que hiciste hoy, nada es más importante para mí que tú.
-Lo siento -murmuró cabizbajo.
El castaño solo atinó a sacar su teléfono y mandarle un mensaje a su mamá rápidamente, ella le informaría a los demás. Por otro lado, el pequeño Jiwon seguía sentado en el suelo limpiándose sus lagrimitas de vez en cuando, mientras una alta silueta caminaba acercándose.
-No seas duro con él, él solo quería ayudar -replicó una voz.
Baekhyun estando tan distraído y angustiado por encontrar a su sobrino se había olvidado del resto del mundo. Tenía que avisar a sus hermanos, a su mamá, a todo el mundo, ¿o ya lo había hecho? Se paró con dificultad y se inclinó dando una disculpa.
-Tío, es papi Yeol, tío, tío, lo enconte
¿Eh? Hasta ese momento no se había preocupado de ver al sujeto que había encontrado a su sobrino. Este se sacó el gorro y se bajó la mascarilla y volvió a sentir como se le iba el aire y se le apretaba el pecho.
-Eres tú... no puedo creerlo -soltó en shock.
-No te enojes con Jiwon por favor, el solo quería hacerte feliz -le explicó tomando de la mano al niño que estaba entremedio de los dos-. Él me contó todo, me contó acerca de lo que pasó en la firma de autógrafos, lo siento.
El más bajo aún no podía salir del shock. Primero su sueño tan real con su amor platónico, luego su sobrino se pierde y para terminar su sueño se cumple, el chico más maravilloso, sexy, adorable y sensible de Corea estaba frente suyo... ¡y pidiendo perdón! Entonces se miró. Sucio, sudado, con el pelo echa una maraña, incluso la camiseta blanca que se había puesto en la mañana ya no era tan blanca, mierda.
-No digas eso, digo, tú eres Park Chanyeol, no tienes que pedirme perdón a mí -rió incrédulo -, soy yo el que tengo que pedirte perdón. Lo siento, y Jiwon también lo siente, ¿no es así? -lo miró con ojos serios a lo que el menor asintió.
-No digas eso, gracias a ustedes y gracias ti pequeño -rió acariciando sus cabellos -, gracias a ti tuve una tarde bastante entretenida y peculiar
- ¿Pecuyiar? -preguntó confundido el pequeño.
-Algo genial, asombroso, eres genial Jiwonnie -le indicó el actor, levantando el pulgar.
La sonrisa del menor alumbró el ambiente. Si en algún momento el corazón de Baekhyun se sintió encerrado y apesumbrado, ahora lo sentía libre, revitalizado, y es increíble pensar que tan solo un gesto, una sonrisa, pudo causar todo eso. Lo que no pudo notar, es que su sobrino llevaba una paleta de helado en la mano, que seguramente le había comprado el más alto y solo se dio cuenta de ello cuando vio el polerón de Chanyeol todo embarrado.
-Jiwon, Jiwon, ¡Jiwon! -gritaban unas voces a lo lejos.
El más bajo volteó y pudo ver a su hermana junto con su mamá y hermano corriendo desesperados hacia ellos. Por suerte había enviado mi mensaje a mamá y ella les avisó a los demás. Qué alivio.
-Jiwon, mi amor -llegó la hermana mayor a abrazar a su hijo, desesperada-, nunca más me hagas esto, nunca más -lloraba sin parar.
-Peyóname, mamá -comenzó a llorar el pequeño también.
El niño se alejó con su mamá para poder abrazar a su abuela y a su otro tío, por lo que Baekhyun y Chanyeol se quedaron parados uno frente al otro, completamente solos.
-Perdón, perdón, perdón, mira ese polerón, disculpa a Jiwon, es solo que...
- ¿Eh? -dijo confundido el alto, mirándose su ropa-, ah, la mancha.
-La lavaré, yo mismo, con estas dos manos si es necesario -señaló, levantando las manos.
-Si no fuera mucha la molestia.
-No, en verdad muchas gracias, en verdad, muchas gracias -se inclinó el más bajo, aliviado-. Yo sé que tu tiempo es valioso, y que un niño se metiera en tus asuntos, realmente lo siento, estoy muy avergonzado -seguía inclinado, su tono de voz decaía cada vez más.
- ¿Sabes cómo podrías agradecerme también? -propuso el más alto, a lo que el otro se enderezó rápidamente-. Invítame un café, un pastel, tengo ganas de comer algo dulce -dijo frotando sus dedos en el mentón.
- ¡Claro! -gritó un poco emocionado-, pero, pero... -comenzó a mirar desesperado a sus alrededores. Había dejado sus cosas en la casa, solo salió con su celular y su mamá o primera fuente de ingresos, se había ido con su familia.
-Eres gracioso -rió Chanyeol- ¿cómo voy a dejar que pagues tú? Digo, no es por ser pretencioso, pero el dinero es lo que menos quiero de ti.
-Ah... lo siento, fui un tonto, era tan obvio -suspiró avergonzado.
-No pongas esa cara -se acercó-, siento que de todas formas tú me invitas a mi porque... tengo mucho dinero, pero no muchas personas que me acompañen.
-Mientes, conozco muchas chicas, no -arrugó la nariz-, toda la población femenina de Corea del Sur aceptaría por tomar un café contigo, hasta pagarían por ello.
-Que exagerado -carcajeó-. No necesito una razón para querer salir contigo, ¿o sí? -sonrió dulcemente.
Baekhyun de la nada se atoró con su saliva, tosía y tosía intentando recuperar el aire, a lo que el alto le tocó suavemente la espalda intentando ayudarlo.
¿Qué rayos? ¿Estaré loco?, pensó el castaño, porque podría jurar que Park Chanyeol estaba coqueteando con él justo ahora. Esos ojos, esos gestos, esos pequeños gestos que mostraba, eran la clara prueba de su hipótesis antes dicha. Pero debía estar loco, era una acusación bastante grande, si él creía que Chanyeol le estaba dando otro tipo de señales, significaba que la súper estrella de Corea podría ser gay, o bisexual, o quizás solo se estaba armando películas. Recuerda que una vez su mamá le dijo que su cabeza era como una empresa productora de películas, "producciones Baekhyun" se burló su mamá y ahora que lo piensa ella tenía razón, deberían pagarle por pensar tantas estupideces juntas.
- ¿En qué piensas tanto? -preguntó el pelinegro.
-Nada, es solo que... -exhaló-, no puedo creerlo aún.
-Pues créelo.
-Es difícil, ¿si esto es una broma, pueden parar, por favor? -habló en voz alta, mirando los alrededores.
El alto rió otra vez, y para los ojos del más bajo no pudo escapar su hermosa sonrisa y aquel ojo que se achicaba más que el otro, era gracioso.
-Okay, dime, ¿Qué cafetería de por aquí cerca me recomiendas?
-Depende de lo que busques -explicó Baek-, hay una como a 3 cuadras que tiene unos frapucchinos deliciosos, pero si te gustan las bebidas más calientes hay otra cafetería a la vuelta que vende unos latte deliciosos y oh -exclamó emocionado-, hay otra que vende puras cosas veganas, así muy naturales y light, lo digo por si estas a dieta o algo.
-Ya, Baek -rió cubriéndose el rostro-, no es necesario que me introduzcas todas las cafeterías del barrio, solo llévame a una, a tu favorita.
-Bueno, pero no es muy refinada -musitó mirando al piso-, ¿y si mejor vamos a un Starbucks? -sonrió incómodo.
-No estuve corriendo durante toda la tarde para ir a un tonto y aburrido Starbucks
-Yah, no tienes que ser tan grosero -se quejó el bajito.
-Seré claro entonces, llévame a donde sea, no me importa, soy una persona también, mírame -ordenó-, soy de carne y hueso, no me voy a morir si no piso un lugar refinado.
-Tu no entiendes, mírame a mí ahora -exigió enfadado-, soy un monstruo al lado tuyo, estoy sudado, desordenado, mi pelo parece un trozo de paja recogido del suelo. Me siento presionado porque si alguien me ve al lado tuyo, hablaran mal de ti -finalizó cabizbajo.
-Basta, deja de decir esas cosas, ¿me oíste? Odio cuando la gente se desmerece, odio cuando veo a fans mías que se dejan pisotear por quien sea solo para verme -escupió igual de molesto-. Yo también he estado sudado, asqueroso, sin maquillaje y está bien, todos hemos estado así -inspiró profundamente-. Baekhyun -alzó su mentón con una mano-, nadie es perfecto, nadie es maravilloso, pero así de imperfecto, así como estás... eres perfecto.
¿Ah? ¿Qué? ¿Eso fue lo que dijo? ¿Todos oímos lo mismo?
Los ojos del pequeño no podían estar más abiertos, su corazón latía acelerado y sus piernas comenzaron a perder la poca fuerza que les quedaba y a temblar como locas, por lo que tuvo que agarrarse de los brazos de Chanyeol para mantenerse en pie. Espero unos segundos para tranquilizarse y se soltó suavemente del toque de Chanyeol para poder seguir caminando.
-Te llevaré a un lugar bastante especial entonces.
Y así siguieron caminando los dos. Uno queriendo olvidar lo que dijo y el otro queriendo olvidar lo que oyó. Finalmente más que llegar a una cafetería enteramente tal, llegaron a un almacén gigante que en una de sus esquinas tenía unas cuantas mesas para los clientes. Era como una especie de un "encuentra lo que necesitas, vendemos de todo", se veía bastante hogareño y sencillo, Baekhyun no sabría si le gustaría, pero como el otro insistió, lo llevó. Ambos tomaron asiento, el bajo levantó la mano para tomar la orden y el alto se mantuvo callado.
-Baek, ¿cómo estás? -saludó emocionado el trabajador.
- ¡Soo! -exclamó-, tanto tiempo -se paró a abrazarlo.
- ¿Cómo estás? Supe lo de Jiwonnie -consultó preocupado el chico de grandes ojos-.
- ¿Cómo lo supiste?
-Tu hermano pasó gritando hace unas horas atrás.
-Mi disculpo de su parte -rió-, por suerte lo encontramos.
- ¿Y dónde estaba? -preguntó curioso.
El bajo miró de soslayo al pobre Chanyeol que estaba sentado sin entender nada.
- ¿Con este chico? -apuntó con el dedo.
-Sí, lo siento -se inclinó arrepentido-, los presentaré, pero tienes que prometerme que mantendrás la boca cerrada.
- ¿Ah? -exclamó dudoso-, ¿qué me estás ocultando Byun Baekhyun? -insinuó picaronamente.
-Kyungsoo, él es Chanyeol -miró al más bajo-; Chanyeol, él es Soo, mi mejor amigo -miró al más alto.
-Un gusto, Kyungsoo -se bajó la mascarilla y estiró la mano para entrelazarla con la del más bajo, pero este parecía no reaccionar.
-Tú... tú eres -se cubrió la boca-, Taeoh... no puedo creerlo
- ¡Buenos días! Hola a todo el mundo -gritó un chico que entró vivazmente al lugar-. ¿Dónde está mi pingüinito más hermoso?
-Ay dios mío -se quejó refregando su rostro el nombrado-. ¡Cállate, maldito! -le pegó un manotazo cuando estuvo al lado de él.
-Auch -se sobó el brazo-, ¿así es como tratas a tu novio?
-Sí -sentenció-, no tengo tiempo para ti ahora, ¿no ves que está Baekhyun con un chico?
- ¿Nuestro cachorro con un chico? Eso es nuevo -se acercó al grupo el nuevo muchacho-. Hola -saludó estirando la mano.
Chanyeol parecía bastante incómodo, y no sabía si era por el escándalo en general o porque sus amigos eran gays. Aún no era certero si el alto también lo era.
-Hola, soy-
-Es Ahn Taeoh, Jongin -suspiró emocionado, el novio del susodicho-.
- ¿Y ese quién es? -preguntó confundido, sin prestar atención.
-El de Chico Maravilla, tonto.
-Ahhh, no lo conozco -declaró el moreno.
-Da lo mismo, no me importa, lo que sí me importa es cómo ustedes dos -señaló al alto y al bajo- se conocieron.
-Es una historia un poco larga -aclaró un poco avergonzado el bajito-, tienen que jurarme que no le contarán a nadie, o los mato.
-Cuéntala -rió, ahora divertido, Chanyeol-, pero antes de eso, me gustaría pedir un latte por favor, de vainilla si tuvieran.
-Sí claro -anotó Kyungsoo en su libreta antes de ir con su novio a la cocina.
-Jongin -susurró al oído de Jongin, ya en la cocina-, ese café es el favorito de Baek.
-Podría ser que fueran el uno para el otro.
-Ojalá, hacen muy linda pareja -exclamó emocionado el de ojos grandes.
A lo lejos, sentados frente a frente dos chicos se miraban tímidamente. ¿Podría formarse una nueva pareja? Quién sabe, el amor viene de un día para otro, de meses, de año, el amor es inmensurable e inoportuno.
*
-Hoy día en un fansign una chica me dijo que le gustaba más como Taeoh que como Chanyeol -suspiró triste el actor.
-Estúpida, que descarada, no sabe lo que se pierde
-Quizás Taeoh es mejor, el estúpido es misterioso e impulsivo, romántico a morir y anda en motocicleta ¿por qué a las chicas siempre les gustan los tipos malos?
-Basta Chanyeol, yo no me enamoré de Ahn Taeoh, el chico maravilla, me enamoré de Park Chanyeol; el chico que ama los animales aunque sea alérgico, el que ríe hasta que siente ganas de hacer pipí y que se casaría con su guitarra.
El más alto rió avergonzado.
-Es fácil para ti decirlo porque nunca se han aprovechado de ti o te han tratado casi como un objeto.
-No digas eso, Yeol, para mí no eres un objeto -aclaró acariciando su mejilla.
-No me hagas eso -rió-, me derrito lentamente cuando haces eso.
- ¿Y si hago esto? -llevó su mano a los cabellos de su nuca, los cuales comenzó a acariciar.
-No sabes cuánto necesitaba de esto, cuanto necesitaba de ti.
-Solo fueron unos meses -soltó con suavidad.
-Meses sin tu aroma, sin tus cariños, sin tu voz, sin tus besos, sin tus abrazos.
-Ya -rió-, basta, me avergüenzas.
-Perdóname por hacerte vivir así, tú podrías estar con cualquier otra persona como una pareja normal, no tendrías que esperarme a que llegue cualquier día a cualquier hora.
- ¿Sabes? Sería bueno que siempre nos reuniéramos a la misma hora -planteó el castaño, cambiando el tema.
- ¿Por qué? -cuestionó extrañado-, a pesar de que me apena hacerte pasar por esto, me gusta llegar en los momentos más oportunos y así darte una sorpresa.
-Sería mejor que llegarás siempre a las 4, porque así desde las 3 comenzaría a sentirme feliz -rió-. Me sentiré cada vez más feliz a medida que llegue la hora.
- ¿De dónde es eso? Lo he escuchado antes -compartió la carcajada el alto.
-A las 4 ya estaría feliz y ansioso, te mostraría lo feliz que estoy -recitó, enrollando sus brazos alrededor del cuello de Chanyeol-, pero si vienes a cualquier hora, nunca sabría a qué hora preparar mi corazón para recibirte...
Los latidos del más alto se dispararon, con cada segundo aumentaban de frecuencia al igual que el calor que crecía en su estómago y, por al contrario, el mundo se movía en cámara lenta. De pronto unas palabras quisieron salir de sus labios. No sabía si era correcto decirlo o si debería esperar más tiempo, llevaban solo unos meses de conocerse, pero entre tanto y tanto pensar, estas escaparon sin permiso.
-Te amo -susurró.
- ¿Mmm? -parpadeó confundido-, ¿qué dijiste?
-Nada
Quizás no es el momento aún, pensó. ¿Cuándo será el momento?
-Chanyeol -lo llamó-, yo también te a---
Y no aguantó más. Lo besó, tuvo que hacerlo si no quería hacer explotar su corazón. Coló sus manos y sujetó las mejillas del bajito para besarlo con más comodidad. Hundió su boca en la otra como si no la conociera, queriendo explorar por todos los lugares, pero en el fondo lo que más deseaba era hundirse en su chico, guardar una pequeña parte, un pequeño recuerdo en su bolsillo, para que en cada viaje tuviera algo a que aferrarse, una pizca de amor.
-Mmm, Chanyeol, basta -murmuró como pudo, entre beso y beso.
-Déjame -pataleó, viéndose obligado a terminar el contacto-, mañana tengo que ir a Japón para una sesión de fotos y debo aprovechar mi tiempo al máximo.
-Sí, lo sé, pero también me gusta hablar contigo, no solo me gusta que me beses, me toques y me hagas el amor.
-Lo siento -agachó la mirada-, perdón por tener pensamientos tan indecentes en vez de cosas románticas y cursis.
Baekhyun rió enternecido.
-Ay, Chanyeol, eres como un perrito -acarició sus orejas aun riéndose un poco-, uno bien cachondo sí -tiró un poco de ellas, regañándolo-, pero me gustas así, no puedo resistirme a ti -susurró a milímetros de sus labios.
El pelinegro cerró los ojos extasiado.
-Pero antes... tú y yo vamos a ver un programa que me gusta mucho, juntos -anunció con una gran sonrisa.
Chanyeol sintió como si le tiraran un balde de agua fría, el estúpido de su novio le había literalmente calentado la sopa y no se la había tomado, como decían por ahí.
- ¿Qué película o programa? -preguntó desganado.
-Más que una película, un dorama muy bueno, actúa un hombre tan guapo por no decir exquisito -rió, mordiéndose los labios.
- ¿Ah sí? ¿Y que tiene ese tipo que no tenga yo? Seguramente le dieron el papel porque yo no postulé
-Es tan romántico y sensual, me encantan los chicos rudos -gimió, ignorándolo.
-Eso fue un golpe bajo -refunfuñó.
El más alto se paró cabreado y fue a la cocina a hacer cualquier cosa.
-Chanyeol, no te enojes -canturreó el bajito, caminando hacia él.
- ¿Sabes? Miles de chicas y chicos darían lo que sea por pasar aunque sea 1 minuto conmigo y tú que eres mi pareja, me desprecias.
-Siempre el mismo discurso, Chanyeol -rodó los ojos-, ¿te pasa algo?
- ¿Qué si me pasa algo? -cuestionó enojado-, me pasa que hace solo unas horas llegué a mi casa cansado de un largo día de trabajo, deseando besar, tocar y morder a mi novio en todos los lugares posibles y él no me deja, eso me pasa -finalizó agitado, con los brazos cruzados.
Baekhyun se quedó helado escuchando. Esto podría llamarse el síndrome de la abstinencia, ¿no? Chanyeol solía ser un juguetón, un niño en cuerpo de hombre, por lo que verlo enojado se le hacía raro, pero había algo más raro aún, y es que le excitaba enormemente la furia del alto. Se acercó sigilosamente a su chico y lo besó suavemente. Se dejaron llevar por suaves movimientos de labios, Baekhyun enredó sus brazos en el cuello de Chanyeol y este tomó firmemente el trasero del bajo, convirtiendo el beso a uno más apasionado.
-Yah, ¿Qué tienes con mi trasero? -reclamó, rompiendo el beso.
-Querrás decir mi trasero -dijo, enfatizando el "mi" -. Mis labios -los besó-; mi nariz, mis mejillas, mi barbilla, mi cuello, mis clavículas -expresó besando cada una de las partes dichas-, mío, mío, mío y pobre del que se atreva a mirar.
- ¿Te escuchas acaso? Eres un loco posesivo y celoso -rió-. No te entiendo, ¿Cómo es que alguien como tú, el gran chico maravilla, estaría celoso de alguien como yo?
-No digas eso, claro que me preocupo, eres un chico hermoso y no quiero perderte.
-No me vas a perder, no soy tan popular -aclaró risueño.
-Claro que eres popular, en mi corazón -respondió, indignado.
El más bajito no pudo evitar reír con ganas, tuvo que limpiarse las lágrimas que se acumularon un poco sus ojos. A veces su novio era tan cursi y ni siquiera lo hacía apropósito.
-Ay, Chanyeol, eres tan cursi, con razón te dieron el papel de Taeoh, te sale perfecto.
-Sí, gracias -musitó un poco molesto-, ¿no te pone celoso que grabe escenas románticas con Bo Young? Se viene el beso.
- ¡No me spoilees! -se quejó, golpeándole el brazo-. Y nop, no me pongo celoso -negó con la cabeza-, soy bastante maduro para comprender que es tu trabajo, hacen linda pareja en el dorama; además eres gay, lo sé, he visto como le miras los traseros a otros chicos -comentó despreocupado.
A Chanyeol se le cayó la boca al suelo. Él pensó que si algún día tenía una novia o novio, este sería muy celoso con su trabajo, si al final su vida profesional era participar románticamente con otras actrices.
-Tu trasero es mi favorito; es blandito y redondito, cabe perfecto entre mis manos y-
-Ya, en serio, me inquieta escuchar tus fetiches con traseros, quiero ver mi dorama, Chanyeol -rogó.
-No -contestó molesto-, ¿sabes lo que haré? te acostaré sobre esa cama y te haré mío -aclaró mirándolo fijamente-, y si te preocupa tu dorama, podemos ponerlo y fingir que lo vemos.
- ¿A quién escucho? ¿Ahn Taeoh, eres tú? Déjame decirte que no, vamos a ver mi dorama primero y es lo último que voy a decir -dijo, frunciendo el ceño.
- ¿Y qué dorama es si se puede saber? Parece que te importa más que yo.
-Chico Maravilla, mi favorito -sonrió ampliamente.
Mierda, no podía hacer nada contra esa sonrisa. Estaba perdido, su corazón se derretía y perdía el razonamiento, argumentos, entre otras cosas.
Al final así fue, el puto dorama ganó. Su novio era tierno, comprensivo y por suerte nada celoso, pero era terco como una mula, cuando él decía que no era no. Y aquí estaban, acostados, abrazados mirando el televisor. No es como si no le gustara tener a Baek así en su cama, pero al menos lo tenía entre sus brazos, y dios, se sentía tan bien. El bajito apoyó la cabeza en su pecho y el posó la suya sobre la del otro. Si su novio le preguntara cómo es que había tanta química con su co-protagonista él diría, fácil, es cosa de imaginarme tu linda sonrisa y listo.
-Oye -dijo el castaño, una vez terminado el capítulo-, sé que pronto tendrás unos días libres y adivina quién te extraña y quiere verte.
- ¿Jiwonnie?
- ¡Sí! -contestó emocionado-, te extraña, dice que ahora tú eres su tío favorito -rió-. Le agradas más que Beom.
-Podríamos pasar una tarde los tres juntos, como esa vez que nos conocimos -lo miró nostálgico.
-Sí, ¿recuerdas? Le compraste un helado y te manchaste -carcajeó-, cuando te vi dije que lavaría tu polerón y así fue, siempre encontrándonos, dando excusas para seguir viéndonos.
-Yo no me manche, recuérdalo -se defendió-, fue tu sobrino, y déjame decirte que siempre pensé que lo había hecho a propósito, ese niño es demasiado inteligente para su edad.
-Es una ternurita, y tiene unas orejas parecidas a las tuyas.
-Dejó caer su helado porque supo que tú te ofrecerías a lavarlo -expuso, ignorando al bajito-, ¿comprendes el nivel de ideación?, ¿sabes lo que eso significa? -Baek negó-, significa que merece ser recompensado, ¿qué le gustaría al campeón?
-No le gusta que le digan así -respondió-, le gustan las princesas, se cree un príncipe azul -rió, rodando los ojos-, yo le digo príncipe
-Entonces será una corona y una capa para el príncipe Jiwon.
-No es necesaria tanta parafernalia.
-Te equivocas, es lo mínimo que puedo hacer por él, además de comprarle helados de frutilla de por vida. A veces, solo a veces, lo material significa algo más que lo superficial
- ¿Y qué significan tus regalos?
-Que le estaré eternamente agradecido -declaró, mirándolo con ojitos de cachorro-.
El más bajo lo miró enternecido.
-Yo también -finalizó acariciando las orejas del mayor-. Me gusta que seas bueno con los niños, serías un gran papá.
Chanyeol lo miró fijamente al igual que Baek, ambos sabían que era una invitación abierta a algún día tener sus propios bebés.
-Soy papi Yeol, ¿recuerdas? -sonrió antes de besarlo otra vez.
Ambos se besaron. Exploraron sus bocas completamente, aunque se las supieran de memoria, nunca se aburrían. Y para suerte de Chanyeol, este pudo hacer suyo a Baek en su cama; se unieron dulcemente y pudieron ser uno solo.
Ambos se conocieron y descubrieron lo que eran en realidad. Baek no era un ser tan insignificante como él creía, si uno tenía un poco de suerte y mucha fe, podía tener un sinfín de posibilidades, la oportunidad de hacer su vida diferente, y Chanyeol descubrió que si él quería podía ser un ser humano común y corriente. La realidad era diferente a la ficción, los chicos maravilla no existían, nadie era perfecto, el tampoco.
Aunque de algo estaba orgulloso, el alto pudo aprender una gran enseñanza de vida, algo que nadie debiera olvidar, y es que...
"Aquel que sea capaz de tocar hasta lo más profundo de tu alma, será la persona que conozca al verdadero chico o chica maravilla que hay en ti".