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Venus por Pandora

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Notas del capitulo:

Notas iniciales de Pandora: Me he demorado demasiado en actualizar T.T…! es que tuve problemas con mi pc, estuve casi dos semanas sin ella y luego problemas con amor-yaoi y etc….prometo no demorar mucho la próxima vez ^^…

 

Este fic le pertenece únicamente a Hikari-chan :X…

 

 

 

 

 

 

 

 

Hey j-j-jaded, you got your mama's style
But you're yesterday's child to me
So jaded
You think that's where it's at
But is that where it's supposed to be
You're gettin' it all over me and serrated

 

 

 

-Está aburrido, mejor vayamos a tomar unos tragos…

 

-No seas pesado, además, sabes que no puedes tomar alcohol….la terapia.

 

-Lo que sea…-cerró los ojos y recostó la cabeza sobre la mesa, como una rabieta. El sonido de la música electrónica se vio interrumpido por los gritos y aplausos de los asistentes.

 

Alzó la cabeza, sobre la tarima apareció un muchacho vestido completamente de negro, su rostro no se lucía bajo el sombrero de copa redonda que lo cubría parcialmente.

 

No entendía porqué tanto alboroto por un simple mocoso.

 

El chico se sentó en una silla metálica, se agachó y tomó sus tobillos con ambas manos, el sombrero negro se deslizó hasta su nariz, pero lo sujetó rápidamente con una de las manos evitando que cayera, luego volvió a su postura recta.

 

Caminó lentamente por la tarima, tomó el tubo con una mano, la sensual música de un suave jazz inundaba el ambiente, las luces brillantes resaltaban la pequeña figura que se movía seductoramente.

 

Pegó su cadera con suavidad y se balanceó varias veces, separando las piernas para que el tubo se apretara entre ellas, creando una agradable fricción en sus apretados pantalones y su piel caliente.

 

Observaba con interés ahora, como los delicados y rosados labios del chico se abrían soltando gemidos casi mudos por la música.

 

-¿Se mueve bien no?

 

Pero él no escuchó, ahora el chico gateaba por el piso sosteniéndose tan solo por las rodillas y usando las manos para arrastrarse con facilidad. Se acercó un poco al público, los hombres le lanzaron muchos billetes.

 

La música aceleró el ritmo, se puso de pie y arrancó los pantalones negros de un tirón, quedando tan solo en unas diminutas pantaletas negras que marcaban el contorno de su trasero y resaltaban su piel brillante.

 

Bajó de la tarima y se sentó en el regazo de un hombre de cabello plomizo, el tipo le quitó la chaqueta negra de un tirón, pero su cuerpo aún seguía cubierto por la camisa de tela y el corbatín.

 

Acarició el rostro del hombre, no sin antes frotar descuidadamente su trasero contra la entrepierna del mayor.

 

Volvió a la tarima y abrazó el tubo con las piernas, se deslizaba como un gatito, una y otra vez, tocándose y bajando algunos centímetros la diminuta prenda interior que exponía parte de sus nalgas.

La camisa cayó a un lado y quedó solo con el corbatín y el sombrero.

Aún no podía ver el rostro del misterioso muchacho.

 

Se recostó en la tarima, sus dedos recorrieron los costados de su cuerpo brillante y pequeño, gimió y arqueó la espalda excitado, los billetes llovían a su alrededor.

 

Cuando volvió la vista, el sombrero se hallaba en el piso, los hombres habían quedado en silencio, como si esperaran que algo asombroso fuera a suceder.

 

Y sucedió.

 

Observó con la boca abierta el rostro del muchacho que finalmente se quitaba el sombrero. Los ojos violetas brillaban, como si estuviesen hechos de amatistas, su rostro no tenía comparación, era simplemente angelical, divino, una obra de arte.

 

La criatura exudaba belleza por cada rincón de su cuerpo.

 

Se acercaba a él.

 

Reaccionó cuando el pelirrosa se detuvo frente a él, el chico lo tomó por la barbilla obligándolo a alzar el rostro.

 

Shuichi observó al  extraño, algo lo había atraído a él, estuvo bailando durante mucho tiempo, pero todos los demás eran sombras…solo ese chico…

 

 Él tembló cuando lo miró con sus preciosos ojos violetas y acercó sus rostros lentamente.

Cerró los ojos esperando un beso por parte del otro, pero solo recibió una lamida en la mejilla que le erizó la piel.

 

El pelirrosa se alejó y el sintió como el aire abandonaba su cuerpo.

 

.*.

 

-Ahora que lo recuerdo, me avergüenzo mucho…yo actué como una ramera….me froté sobre todos los hombres, bueno, hice todo lo que hacía comúnmente….y lo lamí- sus mejillas se sonrojaron- al comienzo no le presté atención, era un cliente más para mí , era mi trabajo, me había vuelto desconfiado y cortante con los hombres que trataban de acercarse . Nadie me importaba, no deseaba una relación, me dediquen de lleno a mi bebé y a nadie más que él.

 

Pero apareció…sin avisarme.

 

.*.

 

Shuichi terminó de vestirse con unos sencillos jeans y un sweater negro de cuello alto.

 

-Nos vemos mañana.

 

-Adiós…-se apresuró a despedirse de su compañero y salió por la puerta trasera para evitar ser acosado por algunos clientes. Ya era tarde e Iori solía despertarse por las noches , llorando para que le cambiara el pañal o por hambre.

 

-Espera…-detuvo sus pasos extrañado ante la repentina llamada.

 

Dio media vuelta, era un muchacho más alto que él, ojos azules, cabello castaño cubierto por una gorra azul. Tenía cierto aire de chico malo, con el cigarrillo en la mano y el rostro serio.

 

Shuichi lo reconoció.

 

-Ya terminó mi turno…si te gustó, vuelve mañana.

 

-No es eso…

 

-No me acostaré contigo por diez dólares…

 

-Soy Ryuichi Sakuma….-dio una calada al cigarrillo y expulsó el humo denso que se notó claramente en la oscuridad de la noche.

 

El niño pelirrosa lo miró sin entender.

 

-Te daré diez mil dólares.

 

-No me acostaré contigo, entiéndelo.

 

-Te los pagaré si posas para mí…

 

-¿Posar? ¿yo?

 

-Quiero pintarte…

 

.*:

 

-El tipo estaba simplemente loco…

 

.*.

 

-¿Pintarme? ¿no hay modelos para eso?

 

-Tú no eres un modelo…-las expresiones del pelirrosa se quedaban grabadas en su mente con facilidad.

 

-Wow…no sabía que eras tan inteligente, ¿es algo obvio no?, me quito la ropa por dinero…no estoy al nivel de eso.

 

-Te lo pido a ti…

 

.*.

-No tenía idea de quien era él….

 

.*.

 

-¿Cómo te llamas?

 

-Shuichi…

 

-Toma…-le alcanzó una tarjetita que contenía una dirección- ven mañana por la mañana….

 

-No iré…-Shuichi se mostró indignado ¿Quién se creía ese tipo para darle ordenes?. Le dio la espalda y se alejó de ahí.

 

Ryuichi sonrió.

 

.*.

 

Iori apretaba sus manitos en torno a la baranda de la cuna, daba pequeños saltos con el chupón en la boca.

 

Shuichi le sonrió a lo lejos y se puso en delantal azul- Ya no más comida por delivery…compré algunas cosas y te haré el almuerzo ¿te parece?...

 

El bebé sonrió con el chupón en la boca. Shuichi se acercó a la cuna y lo tomó en brazos, depositándolo en el suelo con cuidado.

 

 -Mamá va a cocinar…así que, no hagas destrozos….

 

Tomó el libro de cocina que había comprado y leyó algunas recetas.

 

.*.

 

-Yo me esforzaba mucho para ser bueno, por Iori. Quería alimentarlo, y que se sintiera orgulloso de mí.

 

.*.

 

Masticó varias veces la goma de mascar con sabor a fresa, alcanzó un paquete de arroz, lo abrió y lo lanzó a una olla.

 

-Se supone que el arroz  normal…debe tener más agua que el arroz de sushi… ¿o era menos?...-echó algunas tazas de agua y tapó la olla. Subió el fuego y abrió la refrigeradora ahora.

 

-Puré de papas estará bien…-sacó el cartón de leche y lo colocó al lado del pollo.

 

.*.

 

Shuichi trataba inútilmente de aplastar las duras papas picadas en cuadritos. El pollo estaba friéndose en una sartén aparte.

 

-¡Diablos!...-se golpeó la frente- se supone que debían estar cocidas…¿Cómo es posible que sea tan tonto?...

 

Escupió la goma de mascar y se limpió las manos húmedas en el delantal.

 

Un olor bastante particular llegó a su nariz, volteó violentamente, golpeando el tazón que contenía las papas que volaron y cayeron directo al suelo. Shuichi trató de levantarlas pero el humo lo hizo toser.

 

El pollo se quemaba en la sartén y el agua del arroz rebalsaba por los contornos de la olla.

 

-¡Mierda!....

 

.*.

 

Se encogió como un gato asustado al lado del horno. Las lágrimas de frustración caían por sus mejillas.

 

El lavadero estaba abarrotado de platos, cubiertos, ollas y sartenes. El pollo y el arroz humeaban desde el tacho de basura y las papas seguían regadas en el piso.

 

Su cabello estaba húmedo, y el mandil sucio.

 

Gimió. Dos ojos violetas lo observaban desde el umbral de la cocina. Iori estaba ahí, de pie, con un cartón de leche vacío en la mano.

 

Shuichi le sonrió con tristeza y estiró los brazos, el bebé no tardó en correr hacia él.

 

-¿Soy pésimo no?....discúlpame, no puedo hacer nada bien…-acarició sus cabellos negros y lo pegó contra su pecho- ¿quieres ir a pasear?...comeremos afuera.

 

.*.

 

Shuichi lo vistió con una jardinera azul y una camisetita roja que resaltaba su cabello negro, el bebé había crecido algunos centímetros y hablaba, o más bien balbuceaba algunas palabras.

 

Estaban en un establecimiento de comida rápida que no le parecía tan malo al pelirrosa.

El bebé saboreaba animadamente unas papas fritas.

 

-¿Crees que yo..deba…?...

 

 

.*.

 

 

Tocó la puerta de madera, y esperó a que abrieran.

 

-Es que…tengo algunos asuntos…y no tenía con quien dejarlo…acabamos de almorzar.

 

-Es hermoso Shuichi…casi tanto como tú…

 

Se cohibió y le sonrió tímidamente…-no digas tonterias…¡baka!...-le dio un amistoso golpe en el hombro- ya te dije que no lo haré contigo.

 

-Pero valió la pena intentar…-Yuuji se rió con ganas y tomó a Iori en brazos- vete ya o se te hará tarde.

 

Shuichi miró al pelirrojo, a veces era asombroso notar el parecido entre su Hiro y Yuuji, ambos eran tan bondadosos, tan cálidos con él.

 

-Gracias Yuuji…

 

 

.*.

 

-Dejé a Iori con Yuuji, y sin pensarlo siquiera, hice lo que menos esperaba…

 

 

.*.

 

Trazó varias líneas sobre el lienzo en blanco con gran rapidez, sostenía un pincel entre sus labios, y hacía trazos con ese de vez en cuando. Las líneas formaban una especie de bodegón moderno. Se sentía con inspiración esa mañana y la aprovecharía.

 

El timbre arrojó las notas de la quinta sinfonía, cerró los ojos y disfrutó del agradable sonido.

 

Abrió el cerrojo y giró la perilla, el jovial rostro de Shuichi apareció en el umbral.

 

-Hola…-sus cabellos castaños eran sostenidos por una banda roja. Su camiseta llena de pintura, los jeans holgados y desgastados, estaba descalzo. Su aspecto era desaliñado pero atractivo.

 

Lo miró con timidez, tal vez no debería estar ahí. El chico de la noche anterior a la luz del día, era todo un hombre ahora.

 

-Pasa…-se hizo a un lado, el pelirrosa se quitó los zapatos y la chaqueta.

Shuichi observó todo. El departamento era inmenso, y estaba completamente tapizado por una gruesa alfombra gris, la decoración era exquisita, las esquinas se hallaban abarrotadas de cuadros sin terminar, esculturas, bocetos, algunas de las obras le inspiraron miedo, como un caballo deformado hecho de metal y algunos rostros desfigurados.

 

Sakuma cerró la puerta y recostó la espalda en ella- ponte cómodo…

 

Lentamente tomó asiento en un sofá de cuero blanco, la suavidad lo acogió cómodamente, Shuichi pensó que ese sofá costaría más que él. Miró a los lados y algo captó su atención. Varias envolturas de condones adornaban el piso. Supuso que el castaño llevaría a todos sus amantes ahí.

 

-No es lo que piensas…-se rascó la nuca y caminó hacia la ventana cubierta por cortinas- hace dos años que no follo….me ayuda a pintar mejor…-envolvió las cortinas con un lazo, permitiendo que la luz solar llenara la estancia e iluminara la figura de Shuichi – me he vuelto…¿Cómo dirían los críticos?...un ‘’misántropo’’, y verdaderamente no es que lo sea, pero no me apetece salir de aquí e intentar encajar en una ya bastante jodida sociedad…los condones eran para una escultura, de ese tipo de basura moderna para prevenir el sida y esas estupideces…

 

 

.*.

 

-El tipo era de lo más extraño, pero eso me intrigaba aún más, incrementaban mis deseos de conocerlo…hasta ahora no me había topado  a nadie como él…tan solitario. Yo había vivido toda mi vida en Japón, rodeado de la misma gente, él era algo nuevo para mí. Algo único.

 

.*.

 

-Yo no dije nada…

 

-Pero lo pensaste.

 

-¿Qué es eso?- señaló un cuadro incompleto y rasgado pero hermoso, un hombre de cabello negro sentado sobre un piano de cola en medio de un paisaje otoñal.

 

-Nada importante….mi padre…-a Shuichi le pareció que su expresión cambiaba fugazmente- traté de recordar sus facciones…pero no lo logré.

 

-¿Está muerto?

 

-Algo así…

 

.*.

 

-Yo…nunca he hecho algo así…no sé como hacerlo.

 

-Solo quédate quieto y dame un buen ángulo.

 

El pelirrosa estaba de pie al lado de la cama, Ryuichi se acercó y observó la cama, luego al niño. Arrancó el cubrecama y desordenó las sábanas.

 

Desapareció por un momento y volvió con un caballete que armó con facilidad. Hacía cortos viajes a la ‘’sala-estudio’’ para aparecer con un lienzo, una paleta, varios pinceles y telas finamente cortadas.

 

Cuando tuvo todo listo se movió a una esquina.

 

-Desnúdate…

 

-Vaya…nunca habían sido tan directos conmigo…

 

No esperó a que se lo repitiera, se quitó la camiseta sin mangas, y los pantalones cortos.

 

Quedó en ropa interior, subió a la cama y se cubrió con las sábanas blancas hasta la cintura, con algo de dificultad se desprendió de la prenda íntima y la lanzó al piso.

 

Ryuichi se acercó a él y lo miró largo rato con detenimiento. Estaba desnudo entre las sábanas que se habían deslizado por sus costados y dejaban al descubierto el contorno de una de sus nalgas.

 

Su piel bronceada resaltaba en la blancura, se veía precioso e inocente.

 

Tomó su rostro y lo alzó para que mirara al caballete directamente, deslizó la sábana un poco, dejando sus piernas al descubierto.

 

-Eres una belleza…

 

El pequeño se sonrojó y lo miró con sorpresa. Él seguía sosteniendo su rostro.

 

.*.

 

-Lo que me hacía sentir mal era que ….él no me miraba con deseo, ni con lujuria. Él era diferente…y eso me asustaba.

 

.*.

 

-No lo soy…por favor…suéltame…

 

Ryuichi lo sintió tensarse, sus preciosos ojos violetas se llenaron de lágrimas. Lo soltó y volvió a posicionarse tras el caballete, la expresión de tristeza en el rostro de Shuichi era algo que nunca antes había visto.

 

-No cambies de expresión…quédate así.

 

.*.

 

El silencio estaba comenzando a desesperarlo. El castaño solo le lanzaba unos cuantos vistazos y seguía ensimismado en su trabajo.

 

-Tengo un hijo ¿sabes?....tiene un año- captó la mirada que le mandaron los ojos azules- debes pensar…que soy un fácil.

 

-No importa lo que yo piense.

 

-Se llama Iori…

 

-¿Tienes pareja?

 

-No….me abandonó cuando lo supo.

 

Shuichi no quiso hablar más, se vio obligado a recordar, y recordar dolía. Aún más si eso lo volvía vulnerable frente  a alguien.

 

-Tu pasado no me importa…

 

 

Se sintió más aliviado y en confianza con el de ojos azules, le sonrió con calidez pero cambió de inmediato la expresión a una de infinita tristeza. Quería que el cuadro quedara como Ryuichi lo deseaba.

 

-¿Puedo preguntarte algo?- Ryuichi no lo miró, estaba concentrado.

 

El pelirrosa asintió, no tenía nada que ocultar.

 

-¿Qué edad tienes?

 

-16

 

-Lo supuse…-suspiró y apartó algunos mechones castaños de su frente empapada en sudor- eres un niño…

 

-No lo soy….

 

-Je…¿cuántos crees que tengo yo?

 

-¿19?

 

-Tengo 29.

 

Explayó los ojos violetas como platos y luego le lanzó una mirada recelosa- mientes…

 

-No tengo porqué mentirte…

 

Pasaron unos cuarenta minutos antes de que Shuichi se animara a decir algo para romper el silencio.

 

-También hago desnudos…para una porno.

 

-No sabía que dejaban trabajar a menores de edad…bueno, en realidad en un centro nocturno tampoco.

 

-Tengo una identificación falsa. Me la dio el jefe… ¿crees que está mal lo que hago?

 

-…-no dijo nada y eso desconcertó aún más al menor.

 

-No soy ni la mitad de bueno de lo que tú piensas…

 

-No me agrada pensar…

 

 

Shuichi estuvo quieto por horas. Logró calcular unas 5, antes de que la luz solar desapareciera y Ryuichi diera le última pincelada.

 

-Terminé.

 

-¿Puedo verlo?- quiso moverse pero recordó que estaba desnudo y por alguna extraña razón no quería exponerse ante él.

 

-No…-Ryuichi se puso de pie y lanzó los pinceles a un recipiente lleno de agua- te lo mostraré cuando seque…mañana.

 

-¿Quieres que vuelva?

 

-¿Porqué no?

 

My my baby blue
Yeah I been thinkin' about you
My my baby blue
Yeah you're so jaded
And I'm the one that jaded you

 

Notas finales:

Notas finales de Pandora: ¿Qué les pareció?...Mi niñooooooo T.T!! mi Ryuichi precioso adorado, idolatrado, bello, sexy ,castaño, descarado y alocado, no pude resistirme xDD…me encanta Ryuichi y tengo un fetiche con los artistas ;_; especialmente los pintores xD…!!! A Ryuichi le queda como pintado!!... y a la que no le gusta Ryu que pena!...Ryu tiene pa rato xD…!!

 

 

Quería decirles que me gusta variar un poco xD…en la mayoría de fics el que tiene un pasado turbulento y varias parejas es Eiri…en mi fic será Shu, tendrá varias parejas x.x…una historia con cada una de ellas. No sé si les gustará xD pero prometo hacer lo posible para que sea de su agrado.

 

Al final se quedará con el definitivo xD y no creo decepcionarlas.

 

Agradezco sus reviews mucho T.T me ayudan a continuar ;_;…y a las autoras de la cual soy seguidora les pido perdón xD amor-yaoi me impide dejar reviews ;_; me pide un codigo pero la imagen nunca sale T.T buaaa!!...

 

 


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