ChanYeol no quería caracterizarse como alguien raro, no. Pero en el momento en que llego al orgasmo, con su respiración acelerada, su mano en su pene llena de semen, su portátil en sus piernas y sus audífonos puestos, se lo planteó seriamente.
Park ChanYeol tenía una vida normal, estudiaba en la universidad central de Seúl su carrera de Ciencias audiovisuales y fotografía de forma normal, tenía un trabajo de medio tiempo en una tienda de dulces del centro comercial muy normal. En fin, él era muy normal.
¿Quedó claro?
No obstante últimamente se estaba cuestionando su normalidad. Hace unos pocos meses Park ChanYeol había conseguido un nuevo pasatiempo. Bueno, no tan así.
Fue un viernes en la noche, donde no quería salir y se dejó envejecer unos años en el sofá de su apartamento compartido. Su compañero de piso no estaba y ChanYeol estaba verdaderamente aburrido de estar tirado en el sofá, pero sin ganas de moverse de el, suele pasar ¿no?
Bien, entonces ahí estaba ChanYeol, con su ropa de vagabundo para estar en casa, sus lentes de pasta gruesa negra y su cabello todo revoltoso. Decidido a entretenerse pero sin tener que mover su inexistente trasero del sofá, estiró su brazo para tomar su portátil con pegatinas de Rilakkuma y Coni por todas partes. La encendió y abrió sesión. Sin un objetivo en realidad navego por la web. Reviso Twitter, Facebook y hasta se metió en We heart it a ver fotos de 2NE1 (no lo culpen, un chico tiene ídolos, amigos ¡Duh!) y Red Velvet (y oh dios, Joy es taaan hermosa), pero después de un rato se aburrió de nuevo. Entró en Youtube y mientras escuchaba y cantaba a todo pulmón con Supe Junior revisaba otros vídeos para ver. Y en tanto él gritaba No de-de-denying! junto YeSung vio un vídeo que llamó su atención.
No sabe porque Youtube se lo mostró en "vídeos que te pueden gustar" porque ese tipo de vídeo no tenía nada de relación con los que veía diariamente en sus cuenta de la página. Más, llamado por la curiosidad, ChanYeol dejó de escuchar la maravillosa voz de Super Junior y le dio click al vídeo para reproducirlo. Lo único que podía ver en la pantalla era el rostro de una chica joven al principio. En el momento en que termino el vídeo ChanYeol sentía cómo todo su cuerpo cosquillaba.
Y no, no era un vídeo porno, si es lo que estaban pensando.
Se le conoce como ASMR, ChanYeol lo llama el cielo.
Los videos de personas haciendo ASMR muestra a individuos haciendo diferentes sonidos, tanto con su boca, manos o cualquier artículo a su disposición. ChanYeol no había entendido muy bien de qué iba la cosa, solo sabía que le dejaba una extraña pero placentera sensación en el cuerpo. Investigó después de ver unos cuantos videos más, leyendo todo lo que consiguiera sobre el tema. El ASMR o mejor dicho "Autonomous Sensory Meridian Response" son videos donde personas murmuran, rasgan alguna superficie, arrugan un papel, cerca del micrófono. Como también otros diferentes, de personas haciendo alguna acción cotidiana o dando un masaje a otra persona. Hasta habia videos de personas haciendo RolePlay, pretendiendo ser un doctor, terapista, peluquero, hasta vampiros (este lo dejó seriamente consternado).
El objetivo de estos de videos son la profunda relajación, desestres y hasta inducción del sueño de quien lo vea. No es un tema muy investigado y muchas personas afirman no sentir nada al verlos, pero también muchas más afirman que si. Personas cómo ChanYeol.
Desde entonces ChanYeol entraba casi diariamente a ver vídeos de ASMR, la sensación placentera que le causa escuchar los diferentes tipos de sonidos y ver lo que hace la persona en estos se ha vuelto algo adictivo para él. En esos meses se había suscrito en diferentes canales que le habían gustado más, pero solo había uno que es su favorito.
Y ahí es donde empezaba lo raro en su normal vida.
El canal tiene como nombre "Lightsaber Whisper", y aunque el nombre en si le llamo la atención, ChanYeol debe admitir que entró en el canal porque la foto de este, donde solo se podía ver unos delgados y rosados labios en forma de ã…… entreabiertos.
Joder.
ChanYeol quedó enamorado con solo ver los tres primeros segundos del vídeo.
En el video solo se podía ver los delgados hombros y parte de la barbilla y boca del chico, porque si, era un chico. Y aun así, ChanYeol estaba babeando solo con eso. Porque sus hombros y manos eran los más estilizados y elegantes que había visto, su barbilla era la más bonita y su pequeña boca de cachorro era la más deseable y hermosa y ChanYeol solo quería tomar ese labio superior sobresaliente entre sus dientes. Además el tipo tenía la piel más clara y suave que había visto en sus putos veintiún años, demonios.
El chico, quien se presentaba en sus vídeos cómo "B-light", hacia lo mismo que todos los que hacen vídeos de ASMR, pero aun así diferente para ChanYeol. La noche en que lo descubrió, ChanYeol vio todos sus vídeos una y otra y otra y otra vez...
Si ChanYeol tenía un tipo de adicción por el ASMR, por B-light tenía una obsesión. Su voz era como terciopelo para él, suave pero grave y tan hermosa, una sonrisa encantadora que mostraba una hilera de rectos y blancos dientes, y joder, esa preciosa boca. Además, no ayudaba mucho a superar su enamoramiento que el tipo en muchos videos llevará una camiseta dos tallas más grande que él, mostrando la suave piel de sus hombros y bonitas clavículas. ChanYeol tenía tanta ganas de marcar esa perfecta piel.
Y eso era parte de su raresedad (si, para él es una palabra y punto) porque ChanYeol era más del tipo reservado y algo torpe, que de los de "me tiro a todo lo que veo" por decirlo así. Es más, podía contar con los dedos de sus manos... no, bien, y dos dedos de su otra mano, con quien se había acostado en su corta edad, y la mayoría fue borracho y por culpa del estúpido de SeHun por dejarlo tirado y a merced de cualquiera, aun cuando sabe que ChanYeol se vuelve algo atrevido cuando bebe de más, y le da por chuparle la cara a cualquiera. De ahí, que evitará el alcohol lo más posible. Había muchas personas que se aprovechaban de su pobre cuerpo, porque sabía que no era feo, muchos se lo habían dicho, y aprovechaban la oportunidad.
¿Debería demandarlos por violación?
No, no era así de dramático. Al final él también era un ser humano y maldición, ¿quien no le gusta el sexo?
En fin, la raresedad de la que hablaba antes de desviarse a su patética (y ahora inexistente) vida sexual, se debía a que ChanYeol nunca había sido de desear así a alguien, no tenía la imperiosa necesidad de morderlos ni marcarlos por todas partes, él no era así. Podía decirse que era del tipo romántico, a pesar de su desastre de no relaciones ¿verdad? pero B-Light le hacia tener pensamientos muy impropios de el, cómo también muy propios. Porque quería marcarlo, morderlo y probarlo, pero también tenía estos estúpidos pensamientos de citas, acurrucamientos en el sofá y besos y caricias lentas. Por alguien que no conocía, además de su voz, manos y boca; patético ¿no?
Tal vez.
Y por todo esto, es que ChanYeol estaba de nuevo un viernes por la noche, ahora en su habitación, masturbándose mientras escucha y ve a B-Light. El chico susurraba palabras en el micrófono mientras jugaba con un collar de perlas. El sonido hipnotizante de su voz y el chasquido de las perlas tenían a ChanYeol en otro mundo. Su cuello y orejas cosquillaban, sin embargo, aunque podía relajarse con la suave voz del chico, ChanYeol en realidad estaba caliente. Del tipo de, muy muy excitado.
Se había vuelto una costumbre masturbarse mientras ve los vídeos de B-light, a veces simplemente cerrando sus ojos y simplemente escuchando la melodiosa voz del tipo mientras su mano hace todo el trabajo. Así, podía imaginar a B-light, sus lindas manos paseando por su pecho, sentir su piel suave al tacto, ver como su boca, con ese bonito lunar encima del labio superior, se acercaba y le susurraba antes de besarlo.
Joder joder joder, ChanYeol lo deseaba demasiado.
Al terminar cerró la portátil con su mano limpia y se levantó de la cama para ir directo a la ducha y limpiarse allí. Al momento de estar en ella, con el agua helada cayendo por su caliente cuerpo, ChanYeol dejó caer la frente contra las baldosas también frías, moviendo su cabeza de un lado a otro, replanteándose por enésima vez su obsesión por el chico susurrante. Sabía que no podía decir que solo iba a superarlo y ya, anular su suscripción en su canal y así dejar de ver sus vídeos, porque era muy sincero consigo mismo y sabía que eso era una mierda de mentira, porque no lo iba a hacer.
Lo otro era cumplir cada una de las fantasías que tenía con el chico; pero eso era más imposible que lo anterior. Sabía que el hombre era coreano porque hablaban el mismo idioma obviamente, y que vivía en Seúl también porque lo tenía en la descripción de su canal. Y era una suerte, que hubieran nacido en el mismo país, que hablaran el mismo idioma. Pero seamos realista, ¿qué oportunidad tenía de conseguir al tipo entre un millón de personas en la ciudad? más cuando no sabía a ciencia cierta cómo lucía en realidad. La oportunidad de conocer a su amor platónico era de uno en un millón, pero aun así no podía evitar sentir curiosidad por el chico susurrante.
Por B-light.