Hacía ya algunos años los que habían estado habitando ese planeta, casi ya se sentían parte de él. En cierta forma, ellos convivían en armonía con las especies nativas, los humanos, los animales y hasta las plantas. Optimus Prime había estado aprendiendo las costumbres y la historia humana, maravillándose incluso del significado que le daban a cada cosa, desde fechas hasta colores. Era un mundo de mensajes y sentimientos, maravilloso para su procesador.
Tratando de profundizar más en todo aquello, fue que siempre intentaba conocer más y más de todo. Por eso, cercanas las fechas que los humanos conocían como Navidad, la primera vez que escuchó de ella no pudo evitar preguntarse lo qué era, lo que significaba y el saberlo le llenó de un profundo encanto.
Cada año, los Autobots participaban del festejo a su manera, adaptando las costumbres humanas a lo que ellos conocían para facilitar la adaptación. Así fue durante un buen tiempo, hasta que un día, Optimus reflexionó sobre algo alguna vez leído en el Internet.
“Ama a tus amigos y ama a tus enemigos.”
No entendió de inmediato aquello, hasta que un día, comprendió… la Navidad era mucho más que solo una hermosa celebración de familia, mucho más que incluso conmemorar el nacimiento de Jesús (Al que los humanos lo relacionaban con su Dios, parecido a lo que los Cibertronianos tenían como su Chispa Suprema).
No cabía duda que cada momento que pasaba en ese mundo orgánico, aprendía algo nuevo y maravilloso. Fue por eso que decidió, que si querían celebrar la Navidad de manera más honorable (Como debía ser, por supuesto) entonces debía hacer exactamente lo que la Navidad era, expresar todo el significado de ella.
***
En la base Decepticon, algunos de ellos se mantenían ocupados, ya sea planeando nuevas formas de acabar con los Autobots, ya sea una nueva forma de derrocar a cierto líder o ya sea tratando de pasar el rato. Para ser muy honestos, hacía tiempo que la causa por la que peleaban comenzaba a carecer de sentido, sintiéndose incluso aburridos de lo mismo: Pelear contra los Autobots, ser vencidos por ellos de alguna u otra forma, ser castigados por su nuevo fracaso, planificar un nuevo plan de ataque, y repetir el ciclo.
Cada vez era más tedioso, incluso peleaban ya sin ganas, y hasta los Autobots lo notaban… Megatrón reñía con Starscream más de lo acostumbrado y éste trataba de matarlo ya sin ser tan discreto (No es que lo fuera antes, pero ya no tenía la vergüenza de disimularlo). La deserción ya estaba comenzando a sonar muy atractivo, incluso algunos Decepticons estaban comenzando a tomarle el gusto al planeta y a la materia orgánica que había ahí.
Deprimente… así es como se sentía aquella causa. Tan deprimente como las vidas de aquellos que incluso ya no lo soportaban. Estaban aburridos, hastiados, deprimidos e incluso muy desmoralizados por el paso del tiempo y no es que para ellos hubiese pasado mucho, pero aquello se había extendido por mucho tiempo incluso antes de llegar a ese planeta y ya estaban cansados.
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25 de Diciembre – 12:00 A.M.
Oficialmente era Navidad, todos los humanos estaban aún despiertos celebrando, felices y unidos. Los Cibertronianos también estaban en lo suyo, pero a diferencia de los humanos, ellos no estaban reunidos en su base mientras conversaban alegres, en su lugar, optaron por algo más insólito, idea por supuesto propuesta por su líder.
***
Fue repentino, una llamada de Optimus Prime. Megatrón se sintió interesado y a la vez curioso sobre el motivo. Cuando la pantalla mostró al líder Autobot todos los presentes estaban ansiosos, no sabían qué esperar, hasta que la imponente pero gentil voz del líder de blanco, rojo y azul habló y resonó en los receptores de todos los presentes.
-Megratrón, el motivo de esta llamada es para solicitar a ti y al resto de tus soldados una reunión pacífica entre todos.
Aquello llamó la atención de todos quienes quedaron sorprendidos e incrédulos. El líder Decepticon obviamente veía aquello no con buenos motivos y por eso cuestionó con sospecha.
-¿Qué te lleva a creer que aceptaremos tal cosa? Y más importante aún ¿Con qué objetivo?
-Eso lo sabrán en su momento, solo te pido que consideres esto también como una reunión para aclarar las cosas entre nosotros, como líderes.
Luego de reflexionar sobre aquello, decidió que tomaría el riesgo, pero sin bajar la guardia.
-Muy bien, lo haré. Pero te advierto Prime, no esperes a que los recibamos gentilmente.
-Eso lo comprendo, pero en verdad espero que las hostilidades no sean necesarias. En ninguno de los bandos.
Con eso, quedó de acuerdo que en poco tiempo estarían reunidos y así fue. Casi dentro de nada los Autobots y los Decepticons estaban reunidos en zona neutral. Cuando vieron a los autoproclamados héroes de la tierra, los Decepticons no sabían cómo reaccionar, reacios a sentirse confiados con sus enemigos cerca.
Cuando ambos líderes se vieron de frente todos los demás permanecieron inmóviles y a la expectativa.
-Megatrón.
-Prime.
-Dejemos las hostilidades, al menos por hoy. Por esta noche tratemos de fingir que no somos enemigos.
-¿Por qué razón? ¿Qué hay de especial esta noche que te ves en necesidad de pedirnos tal cosa?
-Es una razón muy poderosa, créeme. Esto podría determinar quizás… el fin de toda una guerra. Pero depende de todos nosotros si así sucede.
Megatrón no comprendía aquellas palabras, pero su curiosidad lo invadió a tal grado que aún renuente, asintió a su enemigo jurado que por esta noche pedía fingieran no serlo. Entonces se dio la vuelta y todos sus soldados los miraron, esperando alguna orden. Cerró sus ópticas, algo cansado y soltado lo que sería un suspiro de fastidio y aceptación anunció lo que Optimus le había pedido.
-Esta noche, sólo por esta noche (miró de reojo a Optimus haciendo énfasis en lo último), fingiremos no ser enemigos.
Todos les miraron a ambos sin creerlo, los Decepticosn no sabían lo que eso significaba. Inseguros y reacios, acataron la orden.
Los Autobots no podían creer lo fácil que había resultado convencer a sus enemigos. Y siendo honestos, no sabían tampoco al igual que los Decepticons el cómo reaccionar. Siempre habían actuado hostiles los unos con los otros, y al repentinamente olvidar todo aquello no era una tarea tan fácil. Intentaron mezclarse con los que al menos toleraban en parte. Aunque no se conocían algunos de ellos sabían con quienes quizás podrían entablar una conversación, que en resumidas cuentas, significaba “esquiva con el que más mal te lleves o con el que más te fastidiaba o hayas atacado con más frecuencia”, que no eran realmente muchos… sin duda una tarea difícil.
Megatrón y Optimus permanecieron juntos, pese al disgusto del Cibertroniano de gris que no toleraba la cercanía de su enemigo que parecía ajeno a los aires de disgusto que aún permanecían en el ambiente, pues sonreía levemente como si estuviera esperando algo, o como si…
-Sé que solo fingimos por esta noche. Pero debo decirlo… quiero pedir perdón por todo el daño que te haya causado, incluso en esta guerra, pido perdón por el dolor a tus soldados.
Aquello desconcertó al líder tirano que miró sin comprender al noble Autobot.
-¿A qué viene eso?
-Quiero que esto sea una forma de volver a empezar… como dije, quizás sea el fin de una guerra, pero eso será posible si arreglamos nuestras diferencias.
Y justo en ese momento miró a Megatrón a sus ópticas. La intensidad en aquellas azules intimidaban en cierta forma al tirano que se encogía en el interior aunque en el exterior pareciera confiado.
-Por eso… pido disculpas por todo inconveniente, todo dolor o angustia… pido que intentemos al menos el de comprendernos, dejar de lado nuestros rencores y tratarnos con respeto mutuo. Somos de la misma raza, una raza lamentablemente moribunda… eso lo sabemos todos, pero esta guerra nos ha estado encegueciendo a ello, negándonos a verlo… por eso… eso nos hace familia… somos todo los que nos queda.
-Hermoso discurso, pero eso no cambia el hecho que somos y seguiremos siendo enemigos.
-Bien… comprendo… pero yo estoy dispuesto a verte como un amigo… mi hermano.
La mano de Optimus sostuvo el hombro de Megatrón que sintió el impulso de retirarlo de encima pero antes de hacer nada de la otra mano y sin saber cómo diablos lo había mantenido oculto todo el tiempo, le mostró algo insólito.
-¿Qué demonios es eso?
Lo miraba con total desdén pero el otro lo ofrecía con tanto cuidado que pareciera que en realidad fuera algo sumamente valioso, al menos para un amante de lo orgánico así era. Resopló con fastidio.
-Sé que a ti no te gustan las cosas orgánicas, pero esto tiene un significado muy profundo. Su significado es realmente sorprendente.
-¿A sí? ¿Y qué se supone que significa?
-Pureza y vida.
El ex gladiador miró sin comprender.
-Esto es un regalo para ti. Se usaba como un símbolo de pureza y honrar la vida de los guerreros caídos. Muchos de nuestros soldados han muerto, tuyos y míos y nuestras antiguas vidas murieron junto con muchos de nuestros seres queridos… esto es una forma de honrarlos, a nuestros amigos… nuestros aliados, guerreros, compañeros… a todos ellos.
-Esa cosa morirá, ¿lo sabes?
-Por supuesto que lo sé. Por eso sé que es el regalo perfecto. Porque ella se marchitará para permitir que ellos sigan vivos en nuestras chispas.
Ambos no lo sabían, o al menos estaban tan abstractos que no notaban que todos escuchaban aquello.
Megatrón miró de nuevo aquella planta que le parecía tan horrenda, pero para Optimus aquella parecía ser una hermosa y valiosa gema.
-Su color rojo simboliza la sangre. Sé que nosotros no tenemos sangre y menos de ese color, por nosotros corre energón, pero incluso eso sería para nosotros como la sangre. En esta guerra se ha derramado demasiado, eso lo sé más que bien, y también sé que es momento de frenarlo, dejar de lado todo aquello y tratar de comenzar de nuevo. ¿Qué caso tiene? Yo no tengo ánimos de seguir luchando por una causa a la cual no logro comprender ahora. No conozco tus motivos verdaderos y ocultos, pero creo que hasta tú sabes que ya no hay una causa verdadera por la cual seguir odiándonos, más que solo por la costumbre.
Megatrón no sabía que decir. Ciertamente sabía que incluso sus soldados ya sabían aquello como una guerra con una causa perdida… o ninguna en realidad. Estaba demasiado confundido y no fue hasta que sintió la mano del otro sosteniendo una suya entregándole aquella horrenda planta que se dio cuenta que éste no esperaba una respuesta, tan solo dejándole reflexionar aquellas palabras y sus motivaciones para el futuro, el de todos ellos. Estaba tentado a golpearlo, gritarle lo estúpido que era y lo insoportable de todo pero no encontró la fuerza necesaria o las ganas en realidad. Sus pensamientos se arremolinaban caóticos procesando la información y tratando de llegar a una conclusión razonable y perfectamente buena para hacerle decidir lo que haría.
Cada Decepticon entonces fue sorprendido con un regalo parecido, cada Autobot había estado muy bien ocultando la misma horrenda planta, y cada uno miraba aquello procesando lo que habían aprendido del líder Autobot. Muchos se sintieron tentados a tomarla como muestra de desear lo mismo, paz al fin, tranquilidad y una vida nueva pero su lealtad a Megatrón los detenía. Incluso Starscream se sintió tentado, diciéndose a sí mismo que era solo para llevarle la contra a Megatrón porque éste jamás aceptaría algo así, pero en lo profundo deseaba lo mismo que todos. El orgullo, el miedo o la extrema lealtad era lo que los detenía, pero si su líder lo aceptaba, si él lo hacía entonces todos lo harían sin dudarlo también.
Así fue por varios minutos, hasta que la suave voz del noble líder se escuchó, tan baja que solo Megatrón lo pudo escuchar.
-Permítenos estar unidos… al fin en paz, con amor con comprensión… con respeto. Podemos ser una familia todos nosotros juntos… como debió ser siempre desde antes.
La duda era cada vez mayor, tentándose a tomar aquel obsequio, pero el orgullo lo detenía. Optimus lo comenzaba a sospechar y con una sonrisa benevolente llevó la planta a las manos del otro que solo dejó que se le entregara, la contempló y cerrando las ópticas y resoplando como si realmente aquello le fastidiara y no le quedara de otra lo aceptó.
-De acuerdo… pero solo para que dejes de fastidiarme.
-Bien.
Sonrió alegre. En el lenguaje de Megatrón eso era obviamente un “gracias”. Y así, todos los Autobots siguiendo el ejemplo de su líder entregaron la planta, algunos tímidos aceptándola, otros fingiendo que les daba igual y otros dejando que les fuera entregada en las manos o por algunos atrevidos colocándolos a modo de adornos como a algunas humanas les gustaba hacer en sus cabellos con flores.
-Aún no me has dicho el nombre de esta cosa.
-Se llama Nochebuena, los humanos las usan en estas fechas por sus colores rojo y verde, se supone que son parte de la tradición de la Navidad.
-¿Navidad? ¿Esa tradición humana? ¿Todo esto es por ese motivo?
-Sí, más o menos.
Megatrón resopló, solo a Optimus Prime se le hubiera ocurrido hacer una cosa como aquella inspirado en una tradición humana. Típico. Aunque debía admitir, que fue muy interesante… y bien, también efectiva.
-Bueno, supongo que el muérdago será lo siguiente.
-¿Qué?
Megatrón miró a su ahora ex enemigo. Sabía lo que se supone que era el muérdago y para qué lo usaban. ¿Estaba loco? Gracias a Prime que no había traído esa cosa porque si fue capaz de hacerlo aceptar esa horrenda planta no quería saber lo que hubiera pasado si… miró al otro sonreír…
-Dime que no trajiste contigo eso también.
Sonrió más.
-…
¿Qué significa Navidad?
Amor: El principal significado de la Navidad es el amor que se da de manera incondicional y sin pedir nada a cambio.
Unión: La Navidad es una celebración que se acostumbra a festejar en familia.
Reflexión: Tratar de entender las consecuencias de las acciones, los misterios de la vida y determinar en qué se debe mejorar.
Paz: Es tiempo de paz, de pedir disculpas, de perdonar y dejar de lado aquello que generó molestia.
Gratitud: Agradecer y valorar realmente lo que es significativo en la vida sobre lo superficial y material.