En la enorme ciudad de Tokio, donde todo y nada sucede, llevándose a cabo negocios de índole extraña, se encuentran varios grupos que controlan el bajo mundo de la ciudad, entre ellos el grupo Matsuno, temido y respetado en las calles silenciosas de la gran metrópolis, es comandado por unos hermanos escandalosos, nadie ha podido hacerles frente… o al menos hasta ahora.
-Escuchen, últimamente hay algo extraño cuando me encargo del papeleo, ya van varias veces en las que los números no coinciden, ¿tienen algo que decir al respecto? – dijo Choromasu, el encargado de llevar la contabilidad, contratos y todo aquello que puedas relacionar con “trabajo de oficina”.
-Yo no sé nada, en todo caso ¿No es Ichimatsu-niisan el que da los últimos chequeos? – habla Todomatsu, al que no parece importarle nada excepto lo que puede ver en su iPhone.
-… yo se los di a Jyushimatsu- Ichimatsu siendo perezoso como siempre.
- ¡¿papeleo?! ¡No sé nada de eso! – pensándolo bien, ¿Por qué molestarse en preguntárselo a Jyushimatsu?...
Dentro del grupo Matsuno, son los menores los encargados de que la mercancías lleguen a sus destinos y que los asociados hagan su trabajo, básicamente, son ellos los que procuran que todo esté en orden, aun así, en este último tiempo han sido descuidados, esto se debe a que no pueden dar un paso si no están los hermanos mayores, si bien el trabajo de Choromatsu esta tras bambalinas, son Osomatsu y Karamatsu quienes deben hacer el trabajo sucio, entonces ¿Dónde están?
-Ustedes, mocosos inútiles, ¡¿Cómo pueden cometer este tipo de tonterías?! , ¡Está en una mafia!, entienden ¡UNA MAFIA! ¡SI NO FUERAN MIS HERMANOS MENORES YA LOS HABRIA ARROJADO A LA BAHIA DE TOKYO CON ZAPATOS DE CONCRETO! – el horrible temperamento de Choromatsu salió a la luz, sus gritos resuenan por todo el lugar, incluso los subordinados que pasan por su despacho quedan helados cuando los escuchan.
-Si hay alguien a quien echarle la culpa es a ese par de idiotas que se hacen llamar hermanos mayores, es su trabajo pero no han aparecido desde hacen días, así que cálmate un poco, pajamatsu...- la perezosa voz de Ichimatsu trataba de terminar la conversación, era muy molesto tener que seguir con esto.
-¡¿ENTONCES DONDE HAN ESTADO?!... ¡¿Y A QUIEN LLAMAS PAJAMATSU?!- de nuevo los gritos de Choromatsu.
Mientras tanto en otro lugar de la mansión, dos amantes parecen bastante relajados, sin tener en cuenta a los demás, aquellos que pasan al lado de ellos no dicen nada, puesto que saben que son de temer, si, los amantes eran los más respetados de los hermanos, Osomatsu y Karamatsu.
-Hey Osomatsu….- la voz de Karamatsu sonaba seria y preocupada, mientras su mirada se dirigía al cielo.
- ¿si? -
- ¿Enserio está bien que estemos aquí como si nada?, es decir, les hemos dejado todo a los demás…-
-¡Por supuesto!, ellos ya no son principiantes, además es problemático trabajar, ¡ah! Desearía poder gastar mi tiempo en el pachinko y las carreras de caballos…- dijo con esa forma despreocupada de hablar, a pesar de ser el mayor y el líder, odiaba las responsabilidades que eso implicaba. – Pero… hablando en serio estoy harto de todo esto- la mirada y la voz melancólica de Osomatsu provocaron un gesto de preocupación en el rostro de Karamatsu.
-¡¿Qué estás diciendo?!- grito
-¿Acaso estas sordo?, no quiero nada más con la mafia, quiero retirarme y vivir de una manera holgazana, ¡ya estoy cansado!, Karamatsu, cuando me retire, quiero que tú seas el jefe, eres un tonto con complejo de hermano, así que de seguro podrás cuidar bien de todo los demás-
- Estas hablando como un viejo –
- jajaja, si supongo - mostrando una sonrisa burlona que deshacía el ambiente tenso y un ligero sonrojo, Osomatsu bromeo, por supuesto tal expresión no pasó desapercibida por el segundo hermano, recordándole porque lo había escogido como su pareja.
- Pero… no tienes que preocuparte por esas cuestiones, my sunshine, siempre cuidare de nuestros hermanos menores, así que Darling, déjamelo todo a mí- decía mientras colocaba sus gafas de sol en sus ojos, pareciendo cool mientras brillos rodeaban su cara, eran estos momentos que hacían que Osomatsu se preguntara “¿Por qué rayos escogí a este tipo doloroso?”.
- haces que se me rompan las costillas Karamatsu, ¿no podrías contestar como una persona normal por una vez?-
-¿eh?...-
Después de aquello, la conversación tomo un rumbo distinto, pero la preocupación en el corazón de Karamatsu se mantuvo ¿Por qué quiere retirarse tan de repente? ¿Acaso él tenía algo que ver?, esto no era como el hermano mayor que llego a admirar y finalmente enamorarse, definitivamente había algo malo.
Mientras los días pasaban, las cosas se ponían más tensas, había peleas entre los subordinados, las cuentas seguían siendo incongruentes, los clientes estaban insatisfechos, y la desconfianza se estaba formando entre los sextillizos, sobre todo en los 3 menores.
Cierta noche, mientras cerraban tratos en el muelle, recibieron una emboscada, cosa que en realidad no era extraña, pero no pararon de discutir y terminaron perdiendo la pequeña campal que se formó, perdiendo dinero y mercancía, provocando aún más discordia y odio entre ellos, que además terminaron mal heridos.
Una vez regresaron a la mansión, sus heridas fueron tratadas, el segundo hermano se enteró de tal acontecimiento, culpándose totalmente, “yo debía protegerlos… prometí protegerlos…” resonaba en la cabeza de Karamatsu, ¿y todo porque?, por pasar el rato con Osomatsu.
-Karamatsu-niisan, quizá no estés enterado, pero últimamente los números van mal, los menores han estado peleando y ahora pasa esto, ¿te das cuenta de lo que pasa?, se está gestando algo grande que podría poner en peligro la organización- ese tono serio y agresivo de Choromatsu, es aún más preocupante que sus gritos, junto con esa mirada… algo no va bien.
-Estas tratando de decir… ¿Qué hay un traidor?- la mirada de Karamatsu también cambio a una más seria y calculadora.
-Exactamente-
-¿Tienes sospechosos?-
-Sí, Osomatsu-niisan- no lo demostraba en sus expresiones faciales, pero Karamatsu entro en shock, ¿Osomatsu? ¿La persona que más ama… lo ha traicionado?
-¿Por qué… Osomatsu?- su voz comenzó a entre cortarse.
-Últimamente no se aparece para nada, normalmente no me extrañaría, ya que siempre busca excusas para escapar del trabajo, pero ahora pareciera como si no le importase el futuro, como si… hubiese algo más-
En un arranque de furia y desconcierto, Karamatsu fue en busca del “traidor”.
-¡OSOMATSU!- abriendo la puerta con un gran golpe, una mirada furiosa y un corazón casi roto, entraba en los aposentos del hermano mayor, exigiendo una explicación -¡¿ QUE DEMONIOS SIGMIFICA TODO ESTO?! ¡¿ TU SABIAS TODO LO QUE ESTABA PASANDO?! ¡¿ACASO ERES EL TRAIDOR?! ¡¿ES POR ESO QUE QUIERES RETIRARTE?! ¡RESPONDEME OSOMATSU!-
Después de tales gritos el silencio reino en la habitación, Osomatsu no miraba a los ojos de su hermano, en su cara reflejaba su respuesta “si, lo sabía todo”, pero la respuesta a si era el traidor, no era visible en ese momento.
-por favor… osomatsu…niisan…- quedando arrodillado con lágrimas en los ojos, manteniendo una última esperanza de que no fuese verdad, yacía el segundo hermano.
-Karamatsu… no puedo responder a esa pregunta- la voz de niisan es débil
-¡tch!- en ese momento, Karamatsu toma de los hombros a Osomatsu y termina dándole un beso, uno muy apresurado y agresivo, tratando desesperadamente de transmitirle lo que sentía en ese momento. -¿puedo… continuar?-
-Como gustes…-
De ese modo, comenzaba una larga noche, no solo para ellos, también para el resto de los hermanos.
Al día siguiente, las cosas estaban tensas, no solo para los amantes, también para el resto, los menores un estaban adoloridos de la noche pasada, Choromatsu comenzó a ser devorado por su estrés, Osomatsu y Karamatsu tenían ese ambiente tenso, no se habían dirigido la palabra desde que despertaron.
El solo seguía con su ciclo, había llegado casi a mitad del cielo, debería ser la hora más ajetreada del día, pero casi no hay subordinados en la mansión, se viene la tormenta, se les ha pedido a los que estaban presentes tomaran sus armas y se pusieran en guardia, Choromatsu fue a ver a sus hermanos, que no habían hecho más que empeorar la situación actuando por su cuenta, encontrándose con una escena que no es bien recibida en estos casos.
-Admitelo de una vez Ichimatsu-niisan, eres el traidor, ¿Quién más haría este tipo de inumundicias a costa de sus propios hermanos?- retaba Todomatsu a su hermano menor.
-…Oye Todomatsu- esa voz aterradora, sin duda es de Jyushimatsu, tomo su bate lleno de clavos alidos y apunto a Todomatsu.
-…Dime… ¿Quién te has creído para acusar de ese modo Ichimatsu-niisan?, tú has sido el más sospechoso desde el principio, mirando siempre ese iPhone, ¿no será que te has estado comunicando con el enemigo?, dime, Todomatsu…- esa voz amenazadora que imponía tanto miedo en Todomatsu resonó en todo su ser, haciendo que comenzara a hacer chillidos, como los de una ardilla.
-Espera Jyushimatsu- exclamo Ichimatsu, tomando su hombro, logrando que se calmara, solo de ese modo, no cometería una estupidez.
-Se perfectamente que soy basura incombustible, pero aun así, si hiciera algo como traicionar a mis hermanos, definitivamente tomaría un arma y entraría por la puerta principal, tomando por culo todo lo que me rodea y dispararía sin importar que, no me andaría con pequeñeces como crear discordia entre nosotros para que se desmantele desde adentro, no lo crees ¿Totty?- después de esas palabras, nadie podía dudar que él no era el traidor.
-Oigan ustedes, ¡mocosos! ¿Creen que es momento de pelearse entre nosotros? Mejor muévanse, tengo un mal presentimiento-la presencia del tercer hijo por fin es notada por los demás, rompiendo la discusión en turno.
Tal y como dijo, los subordinados comenzaron a moverse y el escandalo se hizo cada vez peor, era un ataque del grupo yowai, los disparos llovieron, caían uno a uno, la sangre mancha las flores, los hermanos menores van a todo lo que pueden, en ese momento, Osomatsu entra a escena, atacando sin piedad, con esa astucia y malicia que siempre lo caracterizaron el los tiroteos y peleas de poca monta, es imposible, él no es el traidor, de otro modo ¿Por qué arriesga su pellejo por su grupo?.
Karamatsu mira desde lejos estupefacto, “ese Osomatsu, si, ese es del que me enamore, aun lleno de golpes y sangre, aun así, es hermoso… ¡my sunshine!”. No hay más porque dudar, es hora de unirse y pelear hombro a hombro, como siempre lo han hecho.
-¡te tardaste Karamatsu!- grito Osomatsu con una gran euforia y confianza.
-¡Mis disculpas, brothers!-
Ahí estaban, los temibles hermanos Matsuno, peleando hombro con hombro… pero no todo podía ser perfecto.
Escondido entre los arbustos, alguien del bando contrario se preparaba para disparar a Karamatsu, el único que se dio cuenta de ello fue Osomatsu así que corrió para cubrirlo, entonces el sonido de un disparo retumbo por encima de los demás, acompañado por un grito lleno de dolor.
-¡OSOMATSU!- mientras que Ichimatsu y Jyushimatsu perseguían a aquel que perpetro tal acto cobarde, un grito largo, lleno de dolor, impotencia, tristeza y lágrimas fue ahogado entre los disparos.-¿Por qué?...-
-¿Cómo que porque?... tonto, porque eres mi hermanito, no necesito otra razón- su voz era débil, era obvio que no quedaba mucho tiempo.
-¡pero!.... quería ser yo… quien protegiera a Osomatsu-niisan- las lágrimas y el llanto eran cada vez más abundantes.
-¿sabes? La razón por la que quería retirarme, era por ti Karamatsu… por ti y por los demás, quería que viviéramos una vida común, porque sabía… que terminaría así… incluso cuando sabia de todo esto… no hice nada para evitarlo… lo lamento-
-… tan egoísta como siempre, Osomatsu…- un pequeña risa salió de los labios de Karamatsu.
-Cuida bien de los demás… de ahora en adelante… te amo, Karamatsu- una voz tan débil que casi nadie podía escuchar, pero que para Karamatsu fue muy clara, con esa voz, Osomatsu dio su último deseo y finalmente dejo este mundo.
El tiroteo se extendió hasta altas horas de la madrugada, acabando como ganador el grupo Yowai, los hermanos Matsuno escaparon antes de ser capturados mientras eran liderados por el segundo hermano, el cuerpo de Osomatsu tuvo que ser dejado atrás, pero de algún modo estaban seguros de que se le daría la última ceremonia apropiadamente.
Karamatsu, Choromatsu, Ichimatsu, Jyushimatsu y Todomatsu ahora son fujitivos, esperan llegar a un lugar tranquilo donde poder vivir, tal y como quería hacer Osomatsu.
Aun en su corazón, el recuerdo de su hermano mayor y su único amor, arde con la misma intensidad de aquellos días, aquel sentimiento, se ha convertido en su única guía, y para Karamatsu, eso era más que suficiente.