Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Nuestra manera de dormir [EunKang] por Pato359

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Este es uno de mis primeros one-shot de esta hermosa pareja que me encanta. Espero puedan leerla y les guste tanto como a mí :3

La primera vez que dormimos juntos fue mientras estábamos en Hawaii, hace muchos años. Me pidió quedarme en su casa pues ya era demasiado tarde para irme a la mía. Sin pelear, acepté su amabilidad.

Para no discutir por la cama, colocamos dos mantas una al lado de la otra, en el suelo. Arrojamos las almohadas y nos tumbamos ahí. Con la colcha nos cubrimos a ambos del frío nocturno.

Recuerdo haber caído profundo esa noche. Estaba tan cansado que apenas mi cabeza tocó la almohada, me hizo entrar al mundo de Morfeo. No sentí nada extraño, fue un buen sueño. Sin embargo, el susto que me lleve en la mañana fue inolvidable.

Ji Won, a mi lado, estaba sentado, todavía durmiendo. Me había sorprendido pues pensé que andaba despierto. Pero al ver sus ojos cerrados y escuchar sus leves suspiros calmados, descubrí que dormía profundamente. Lo sacudí suavemente para no asustarlo. Él, tranquilamente, despertó y comenzó su rutina como si nada.

Pensé que había sido algo producto de mi imaginación. Tal vez una secuela del cansancio que estaba atravesando esos días. Pero en otras ocasiones que pude compartir con él, pasaba exactamente lo mismo. De un momento a otro, mientras dormía se sentaba y seguía así el resto de la noche.

-Ji Wonnie.

Se giró a mirarme, pausando el juego que tenía en su computadora.

-¿Alguna vez te han dicho que duermes de una manera peculiar?

-No que recuerde, ¿por qué?

-No, por nada -le sonreí, restandole importancia al asunto.

Seguramente no era consciente de eso, y nadie lo había visto antes en ese estado. Me preocupaba el hecho de que si se sentaba, podría causarse alguna lesión en la cabeza, o podría caerse.

Como éramos novios hace mucho, para mí era común el quedarme en su casa. Quizá habría un método en que Ji Won permanezca acostado. No lo ataré a la cama, es lo único seguro. Debe ser la forma más natural posible.

La primera noche intenté hacerle un brebaje para dormir. Funcionaba casi como un somnífero. Se lo bebió todo de un trago, agradeciendome después. En la mañana siguiente, no había ningún cambio.

Al segundo día hice que salieramos a hacer ejercicio. Trotamos un buen rato, también jugamos baloncesto.

-¿Ya podemos volver a casa? -me dijo luego de que almorzamos afuera, en un centro comercial que quedaba lejos de su casa y de la mía.

-Vi que no tenías nada en tu nevera. Podemos aprovechar que estamos aquí e ir a la tienda a hacer mercado.

Caminamos hacía el barrio y ahí compré varias cosas para abastecer la alacena. Juntos cargamos las bolsas.

En la noche tuve que darle masajes pues su cuerpo estaba adolorido.

-No siento mi cuerpo. ¿Por qué querías hacer tantas cosas?

-Pensé que sería buena idea -sone más convincente de lo que creí, mientras pasaba mis manos por su espalda.

Mi plan había funcionado a la perfección, apenas y tendría energía para mantenerse despierto. Pero en la noche eso no fue impedimento para que Ji Won siguiera con sus hábitos de sueño.

Con el paso de los días me estaba quedando sin ideas. Nada parecía funcionar.

Pero la iluminación vino a mí mientras estábamos viendo la cantidad de fotos que teníamos en la cámara. Cuando nos fuimos a dormir, estaba algo nervioso por si funcionaría o no lo que se me había ocurrido.

Me dio un beso de buenas noches antes de voltearse para darme la espalda. Yo me pegue, rodeándolo con los brazos.

-¿Pasa algo?

-No -respondí- solo quería abrazarte un poco. ¿No es romántico hacer esto?

-Tal vez -se giró hacía mí. Nos miramos entre la oscuridad. No podía definirlo bien, pero por su tacto sabía que era él.

-Solo debes dormir -aprete mas fuerte el agarre.

-Estás apretandome mucho.

-Lo siento, es que tengo algo de frío.

-Puedo encender la calefacción.

-No, no hay por qué. Contigo es suficiente -coloqué mi cabeza sobre su pecho. Escuché su corazón latiendo suavemente, acelerandose un poco.

-¿Estás nervioso? Ni que fuera la primera vez que dormimos juntos.

-No, pero sí abrazados.

-Tienes razón... en todo este tiempo solo dormíamos uno al lado del otro. Creo que me gusta más de esta manera.

Ji Won no dijo nada, solo correspondió, pasando sus brazos por mi espalda, dando suaves caricias arriba y abajo. Me sentía como un gato que era consentido por su amo. El calor de su cuerpo se pasaba al mío. No pasó mucho antes de que me quedara dormido, profundamente.

Soñé con Hawaii. Las olas me rozaban las puntas de los dedos de los pies. A mi lado, dibujaba en la arena.  Realmente no era un gráfico, más bien eran letras. Dándome cuenta, era el nombre de Ji Won y el mío, encerrados en un corazón. La marea subió repentinamente. Pensé que se iba a desvanecer la imagen, pero eso no paso. Apenas y la rozó.

Luego aparecí en un hospital. Caminaba solo por el pasillo hasta que me detenía en un cuarto en particular. Había un niño acostado en la única camilla. Estaba acostado, plácidamente. Se veía realmente tranquilo. De un momento a otro, comenzó a levantarse lentamente, aún mientras dormía. Abrazaba las cobijas como si fueran un peluche. Era una copia de Ji Won.

Me desperté en la mañana, algo soñoliento. Mis dedos rozaron algo suave. Cuando miré, estaba casi recostado sobre el pecho de Ji Won. Sostenía entre mis brazos su camisa. Él seguía rodeándome. Al darme cuenta, estaba acostado.

Mi idea había funcionado. Si lo retenía, no podría levantarse. No estaría mal poder dormir así el resto de nuestras vidas.

-¿Por qué sonríes? -gruñó, removiendose un poco en la cama. No pude evitar reír y darle un beso.

-Nada especial. Tengo ganas de hacer un buen desayuno.

***** 5 AÑOS DESPUÉS *****

Fui hasta al baño para mojarme la cara. Había acabado de despertar, y a pesar de haber dormido ocho horas, sentía que todavía estaba agotado. Todavía faltaba tiempo para las vacaciones de mitad de año. Debía de aguantar un poco más.

Ji Won seguía recostado en la cama. También se notaba que estaba cansado. Me acerqué para poder arroparlo con las mantas.

Caminé fuera de nuestra habitación hacía el primer cuarto. Habían paredes moradas con estantes blancos llenos de peluches. Soo Ji estaba envuelta en sus cobijas, mientras abrazaba a su conejo Yoon con fuerza. Cerré la puerta despacio para no despertarla.

En la segunda habitación, frente a la de ella, había un cuarto de paredes verdes. Mi pequeño Bok Ji estaba todo destapado mientras estaba acomodado en una posición extraña. Reí por lo bajo, entrando para poder acomodarlo. Moví sus piernas, dejándolas derechas; también acomodé sus brazos para que quedaran bajo las cobijas. De repente se giró, acomodándose por su propia cuenta, volviendo a quedar profundo. Deje un beso en su frente antes de salir.

En la última habitación de paredes blancas, Nan Ji estaba sentado en la cama, abrazando el grueso edredón. Sonreí recordando aquel sueño que había tenido con la imagen de mi hijo copiando la extraña costumbre de su padre al dormir. No lo hacía a menudo, pero se veía realmente tierno cuando lo hacía. Me acerqué, ayudándolo a acomodarse. Su rostro plácido quedó tranquilo en la almohada. No hizo ningún ruido ni cambió su expresión. Lo deje descansar también.

Cuando salí, mi esposo venía adormilado hacía mí.

-¿Duermen? -preguntó bajito. Yo asentí, llevándolo a la sala.

-Hay que dejarlos descansar. Estuvieron estudiando contigo hasta tarde.

-Yo también merezco un descanso.

-Aún quedan unos meses. Aguanta -sonreí.

Ji Won solo soltó un suspiro. Me abrazó por la cintura, caminando detrás mío. El estar así abrazados se había vuelto una costumbre para nosotros, no sólo a la hora de dormir sino en todo momento posible. Así éramos nosotros.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).