Cada semana era lo mismo.
Matt recorría la Wammy's House buscando un conejo.
Un conejo blanco llamado Near.
Estaba comenzando a impacientarse. Nunca tardaba tanto en hallarlo y ya estaba anocheciendo. Este juego se tornaba tedioso y había decidido, luego de encontrarlo, que esta sería la última vez. Le diría a Mello que dejara de joder con todo esto aunque tuviera que soportar una paliza.
A decir verdad no era muy difícil. El rubio escondía a Near y le daba una pista a Matt para hallarlo. Si ganaba podían tener sexo.
Matt siempre ganaba.
Mello quería que Matt siempre ganara.
El tema ahora era que estaba siendo bastante difícil saber dónde estaba metido Near y ya sería hora de acostarse. Roger los mataría si el albino no aparecía en su habitación para ese entonces.
Caminaba por última vez por fuera de la residencia cuando escuchó un quejido.
“Bingo”, pensó triunfante.
El sonido provenía de unos viejos contenedores de basura. El pelirrojo abrió uno por uno hasta toparse con unos ojos ya conocidos.
Un magullado y sucio Near se encontraba dentro.
-Mierda… Esta vez se excedió.- comentó en voz alta. Lo sacó fuera de ahí, liberó su boca de la mordaza que tenía y cortó las sogas que lo mantenían amarrado. Luego le tomó una foto para enviársela al rubio. Una sonrisa iluminaba su rostro.
Estaba a punto de apretar “send” cuando levantó la vista del teléfono y se quedó observando al albino. Este se frotaba las muñecas con dolor. Debido a la falta de fuerza, luego de haber estado desde la noche anterior allí dentro, había caído de rodillas sobre el césped.
De pronto Matt se sentía culpable.
Lo dejaría en esas condiciones y se iría a tener sexo desenfrenado? Su conciencia no lo dejaría tranquilo en toda la noche.
Sabía que se arrepentiría de lo que estaba a punto de hacer.
-Vamos, ya inventaré algo. No puedo dejarte así- le tendió su mano al albino pero este no parecía querer su ayuda. -Por favor… Me estoy metiendo en problemas y esta es tu respuesta?- Near siguió ignorándolo y la paciencia de Matt se había agotado hace rato. Sin decir nada lo levantó sobre su hombro y se dirigió dentro del establecimiento. Near apenas tenía fuerzas para resistirse.
Una vez dentro, el pelirrojo supuso que la única opción era esconderse en la habitación de Near. Mello nunca entraría ahí. Así que sin pensarlo mucho ingresó y colocó al albino en el suelo una vez dentro. Le puso llave a la puerta, por las dudas, hurgó en los cajones perfectamente ordenados y tomó ropa limpia. Sin decir nada se dirigió al baño y comenzó a llenar la bañera. Near observaba todo en silencio. Matt se quitó la chaqueta y le hizo señas para que fuera a darse un baño, pero él sólo siguió allí sin decir nada.
-Porqué eres tan difícil? Ahora entiendo porqué Mello te detesta- masculló el pelirrojo.
Near sonrió.
En realidad fue más cómo una mueca, bastante sarcástica, que hizo que Matt se sacara de quicio. Así que se quitó las googles, luego los guantes, arremangó su camiseta negra, tomó velozmente a Near y lo arrojó a la bañera vestido. No tardó mucho en incorporarse y toser con fuerza.
-Fui gentil y entibie el agua, supuse que tus heridas te arderían…- comentó Matt aún molesto. -Esperaré afuera… Me estás oyendo? Maldición no te quedes ahí sentado sin hacer nada!- pasó una mano por su cabello con frustración. Near seguía sentado dentro de la bañera y lo observaba en silencio. Sólo se oía su respiración. Agitada y profunda. -Dime algo…- susurró Matt esta vez. Se arrodilló frente a él y apretó el borde de la bañera con ambas manos, tratando de detener el extraño impulso que sentía de pronto por tocar al albino. Sus dedos cosquilleaban ansiosos.
-Me duele… todo el cuerpo-
Matt cerró los ojos con fuerza, digiriendo cada palabra. La voz de Near nunca había sonado tan rota. Era la primera vez que hablaban. El sonido del agua hizo que abriera nuevamente los ojos; Near se había puesto de pie y estaba desnudándose. Dejándose la ropa interior, volvió a sumergirse en el agua y lentamente comenzó a lavarse el cuerpo. Matt lo observaba en silencio. Su cuerpo tenía algunos cortes superficiales y muchos moretones. De pronto se preguntó si siempre lo golpeaba de esa forma. Es decir, Mello siempre había jodido a Near pero nunca había visto tal paliza. Sintió que algo más había sucedido.
-Porqué te golpeó de tal forma?- cuestionó de pronto.
Near clavó sus ojos en los suyos y un escalofrío recorrió su espina dorsal.
-Créeme cuando te digo que prefieres no saberlo- su voz salió como un doloroso quejido y eso lo apenó un poco, pero Matt no lo notó. Éste último sin pensarlo mucho estiró la mano y acarició su albino cabello con los dedos. Inconscientemente Near cerró sus ojos apenas unos segundos, dejándose hacer.
-No hagas eso…- pidió Matt extasiado ante la imagen de un Near semi desnudo, mojado y herido dejándose tocar por él. Comenzaba a sentir el aire denso y su mente divagar. -Mierda Near… No soy tan fuerte- qué le estaba pasando? Porqué de pronto se sentía tan débil ante aquella persona? El pelirrojo sin notarlo acariciaba su mejilla con el dorso de su mano. -Porqué estás mirándome así? Me hace querer…-
Tres golpes en la puerta hicieron que Matt dejara de hablar.
-Debe ser Roger..- comentó Near al ver que el otro se había quedado sorprendido.
Sorprendido de sus propios pensamientos.
En qué estaba pensado? Tan débil era? Sería tan hormonalmente inmaduro? La respuesta se hallaba erecta entre sus jeans.
Rápidamente se puso de pie y se volteó para que Near no notara su situación.
-Voy a salir. No voltees por favor-
En menos de cinco minutos un Near envuelto en bata pasaba por su lado hacia la puerta insistentemente golpeada. Su ropa interior mojada en el suelo. “Perfecto” maldijo Matt hacia adentro.
Una breve charla y Roger había sido descartado.
Para cuando Matt salió del baño tras acomodar todo, Near ya se había vestido. O casi. Su torso se hallaba descubierto y revisaba una caja de primero auxilios. Colocó algodón, agua oxigenada y un ungüento cicatrizante sobre su escritorio y volvió a guardarla.
-Déjame hacerlo Near-
Aunque quiso que sonara como una petición fue más como una exigencia. El albino no se opuso. Ambos se sentaron sobre la cama, enfrentados, y Matt lentamente comenzó a limpiar y untar sus heridas. Para los golpes tuvo que buscar otro ungüento que fue masajeando con delicadeza sobre cada uno. Mientras trataba de mantener la compostura Near sólo empeoraba las cosas dejando escapar algún que otro gemido. Sus dedos comenzaban a quemarle.
-Aún sigo esperando que me digas porqué te dejó así-
-No necesitas saberlo…-
-Haces que suene como si me cuidaras-
-Tal vez…-
Aquello último hizo que su corazón se retorciera. Tal vez hacía que sonara así, o tal vez estaba cuidándolo? Sea cual fuera la respuesta, su pecho no dejaba de dar brincos.
-Tienes suerte de que sea un perro con amo- comentó Matt entre risas, tratando de suavizar aquel momento. Dejó de hacerlo al ver aquellos ojos clavados en él. Near colocó una mano sobre la cama y se acercó peligrosamente. Sólo unos centímetros los alejaban y el pelirrojo sintió una fuerte invasión a su espacio personal. Cuando Near habló, su aliento chocó contra sus labios, generándole varias descargas de adrenalina.
-Hasta el perro más fiel ha traicionado a su amo alguna vez… Matt- Near entrecerró los ojos al sentir una mano de Matt cerrándose suavemente sobre su garganta. Sin dudarlo, se acercó sólo un poco más a él, haciendo que sus narices chocaran. -Pero supongo que ese no es tu caso… O si?- susurró, provocándolo. Instintivamente el pelirrojo hizo un poco más de presión.
-No avances… No puedo…- con cada palabra su aliento golpeaba los labios de Near, logrando finalmente que éste soltara un jadeo. -Maldi…-
De pronto el celular de Matt comenzó a sonar con fuerza, haciendo que ambos se alejaran del susto. Apresuradamente lo tomó para silenciarlo.
-No vas a responder?-
Matt apretó los dientes.
-Vamos a dormir- sentenció, tratando de ignorarlo.
Near, que aún seguía en la cama, se metió lentamente entre las sabanas. Iba a costarle mucho encontrar una posición cómoda hoy. Luego de unos minutos Matt aún seguía de pie sin saber que hacer.
-Sólo hay una cama…-
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