Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Seres Inmortales -YoonMin- por RuNoona

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Tambien en WT: @Rubinoona

Nací en un pequeño pueblo que era temeroso ante una bruja que vivía en la montaña más grande y cercana.


Desde pequeño se nos prohibió subir ahí. Si el rebaño iba teníamos que renunciar a él. Sin embargo, cuando eres pobre y te mantienes de una sola oveja no puedes tomar esa decisión.


En aquel tiempo, como todo niño, claro que tenía miedo.


Me escondí detrás de los arboles conforme iba subiendo, hasta que por fin encontré lo que buscaba.


Cuando me iba acercar me congele en mi lugar y retrocedí levemente al ver a mi oveja ser acariciada por otra persona que llevaba una túnica.


-Acércate no te hare daño.


Su voz se escuchaba amable. Y no era lo único que parecía amable. Su rostro, sus ojos, sus gestos. Todo de él era amable, no, era belleza.


Mis ojos se perdían en los suyos y mi boca era imposible cerrarla haciendo que mi aliento se pudiera apreciar en ese día helado.


-¿No la tomaras?- Señala a la oveja que seguía pastando contenta.


Asiento y él sonríe haciendo una reverencia mientras retrocedía dándome oportunidad de acercarme.


En lo que iba caminando pude oler algo delicioso proviniendo de él. Era dulce, agradable. Como si fuera el postre que esperas con ansías después de comer.


-Nos vemos niño.


-¡Yoongi!- Mi voz se escuchó algo urgida haciéndome sentir apenado.


Aclaro mi garganta y vuelvo a repetirlo, solo que esta vez más calmado y pulcro.- Mi nombre es Min Yoongi, ¿cuál es su nombre noble joven?


Pone su mano entre su boca tapando su sonrisa elegante y juguetona.-No soy tan joven como piensas niño.


-Por favor dime Yoongi.


-Yoongi, será mejor que te vayas. –Sus ojos se pierden en el pueblo haciendo que sus expresiones cambiaran a una de dolor.- Puedo escuchar a alguien gritar tu nombre. Regresa y no vuelvas más.


Volteo a la dirección donde observaba y veo como mi madre me busca con desesperación.


El ver a mi madre llorar y a él alejarse me deja en un aprieto de a dónde ir.


Tomo un poco de aire y elijo lo que más me llena la cabeza en ese preciso momento.


Doy grandes pasos llegando a aquel bello joven. Tomo su mano sorprendiéndolo.- ¿cuál es su nombre?


Sus ojos se pierden en mí y una leve sonrisa hace temblar la comisura de su labio.- Jimin- Justo después de decir su nombre se acerca a mi juntando nuestras frentes.


Al tenerlo tan cerca me hace apreciar mejor su aroma, el calor de su piel; apreciar mejor el color de sus ojos y lo precioso que brillan sus labios, que es en donde al final se pierde mi mirada, haciéndome tragar saliva fuerte y claro.


-Cierra los ojos, Yoongi.- No sé porque, hago caso a su mando.


Mi corazón latía con fuerza y de un momento a otro creí que se detuvo al sentir sus labios presionar con los míos.


Mi cabeza daba vueltas y mis ojos empezaban a ver borroso.- Buenas noches Yoongi.- Espero que después de dormir pueda recordarte... ¿cuál era su nombre? ¿Cómo se veía? ¿Cómo olía? Eso no importa ahora, por lo menos quiero recordar esto: Cuando crezca y tenga la edad de casarme volveré a buscarte.


...


Cuando cumplí 18 años de edad me uní al ejército del rey volviéndome un honrado guardia.


-Me gustaría que te casaras con mi hija.- El rey reconocía mi inteligencia en batalla ante mis enemigos, creyéndome el hombre indicado para desposar a su hija, y en un futuro, ser el rey.


-Como usted ordene.


-Pero antes, me gustaría que le brindaras la paz que merece tener en su propio pueblo.


-¿Qué desea?


-En las montañas, aún sigue viviendo aquella bruja que podría traer la destrucción a la familia real. Elimínala.


Sus palabras son la ley para mí por lo que tomo gustoso su orden dirigiéndome aquel lugar tan conocido para mí, siendo la primera vez que lo pisaba.


Después de subir la mitad del camino mis sentidos empiezan a flaquear asiéndome sentir ebrio sin ninguna gota de alcohol.


Caigo al suelo pastoso y dirijo la poca atención que me quedaba en aquella sombra que me tomaba en sus brazos mientras acariciaba mi rostro.


-Nos volvemos a encontrar Yoongi.-Mis ojos se quieren cerrar y yo deseo evitarlo. Algo dentro de mí quiere reconocer esta añoranza.


-No te preocupes Yoongi, no te are daño. Solo quiero ponerte a salvo del mal que hay aquí.


-¡Que haces Jimin!


-¡No te acerques a él!


...


Cuando desperté me encontré en un lago digno de sorprender.- Despertaste- Siento que me pierdo en la belleza del dueño de esa voz. En su sonrisa que va dirigida a mi persona.- ¿estás bien?


¿Sera hombre o mujer?- ¿Quién eres?- Se acerca a mí y posa su mano en mi mejilla haciéndome sentir algo acalorado.


Me acerca a él a tal punto de sentir su aliento caliente chocar con el mío.- Cierra los ojos- su voz es hipnotizaste haciéndome obedecer.


Sus labios tocan los míos. Cuando lo hacen me hacen sentir un remolino de emociones.


Ahora lo recuerdo. Su nombre es Jimin.


Cuando intenta separarse de mi tomo su cuello sorprendiéndolo, y más cuando profundizo el beso de ambos.


Yo... yo quería. No, yo quiero que sea mío.- Jimin.- Con solo escuchar su nombre de mis labios me empuja alejándome de él.


-Ahora que me recuerdas tienes que irte de aquí.


Lo tomo de la mano y lo jalo dejando su rostro frente al mío pudiendo observar que no ha cambiado nada.- ¿Que eres Jimin? ... Tu belleza es inmensa ante mis ojos.


La vergüenza que ahora tenía lo hizo evitar mi contacto obteniendo ver una faceta aniñada de él.- Tú... has cambiado.


-Ya no soy un niño.- Tomo su barbilla y dirijo mi boca a besar la suya pero este lo evita.


-Debes irte. Nadie más debe morir, me prometí que protegería a los aldeanos de este pueblo.


Mis sentidos vuelven y me hacen alejarme de Jimin.- ¿tú eres la bruja del pueblo?


Sus ojos muestran nerviosismo haciéndome sentir como un imbécil.


-No es una bruja la que abunda este bosque. Es algo peor, una hechicera.- Mi rostro le hace ver mi duda sentándose a mi lado para explicarme.- Las brujas obtienen sus poderes del mal. A diferencia de la hechicería que lo logran con su aprendizaje. Los hechiceros son sabios.


Me levanto del césped donde reposaba haciendo que Jimin también hiciera lo mismo.- ¿A dónde vas?


-Se me ha dado la tarea de enfrentar a esa hechicera.


-¡Estás loco! ¡Casi muero por salvarte hace un momento!


-Si no me hubieras puesto somnoliento no hubiera sido necesario.


-¡Yo no fui! ¡Ella lo hizo! Ji hyo es fuerte Yoongi. Ni siquiera yo pude hacer algo en su contra.


- ¿Y qué eres tú para poder enfrentarla?


Su temperamento sube haciéndome ver lo enojado que se encontraba.- Esto no es un juego niño. No me hables como si fuera un humano insignificante como tú.


-¿Humano insignificante? –Saco mi espada con habilites posando la punta de ella en su cuello- podría matarte en este preciso momento.


El no flaquea ante mi ataca acercando más su cuello a la espada.- Hazlo, mátame.- Sus ojos cambian de color a azul claro; sus uñas se tornan grandes y filosas para dejarme sorprender por lo que había detrás de su espalda.


-¿Qué eres?


- Las leyendas cuentan sobre seres hermosos que atrapan a los hombres para después devorar sus hígados.- Jimin, sin dudarlo tomo mi espada con una fuerza sorprendente haciéndome flaquear por un momento.- Soy un Gumiho.


Jimin, después de calmarse vuelve a la normalidad acercándose algo temeroso a mí- Yoongi, no me tengas miedo. Sé que soy horrible, pero no te preocupes, no te are daño. Ni a tú pueblo, ni a ti.


No sé si confiar en él. De hecho no es necesario que lo piense tanto cuando veo la forma en la que me mira.- ¿Por qué?


-Sé que debería ser alguien malo, que es parte de mi naturaleza. Pero, mi abuela, que fue la que me crio, me hizo prometerle que protegería al pueblo ya que mi abuelo era parte de él.


-¿Tu abuelo era humano?


-Sí, pero la herencia continuó siendo Gumiho.


Con algo de adrenalina me acerco a él. Poso mi mano en su mejilla y la acaricio haciendo que sus ojos vuelvan hacer de color azul.- Eres hermoso.


Una sonrisa artificial sale de su boca obligándome a retirar mis mimos.- Todo es falsedad, Yoongi. La belleza es el arma del Gumiho para atraer a la comida.


Me alejo de él al escuchar un ruido por mis espaldas.


-Tenemos que movernos, Ji hyo podría estar cerca. No dejara de seguirnos hasta que consiga lo que quiere.


-¿y que quiere?


-Tu cuerpo.


 


-¿Cómo?


-El cuerpo humano que ahora posee es viejo. Necesita un nuevo recipiente para seguir viviendo.


-Pensé que los hechiceros no morían.


-Claro que pueden morir. Pero, pueden seguir viviendo si tienen el recipiente perfecto para seguir con vida.


...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).