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Incluso si el mundo se acaba, seguiré contigo por KuroAshi_ZxS

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Notas del fanfic:

¡Hola a todos! Es un gusto volver, solo un par de días después de mi anterior One-Shot. Este es el fic que prometí, y aunque no creo que sea necesario volver a avisar, tendrá muchos spoilers de la película. Además, esta historia estará basada en buena parte de lo que probablemente pasará en Avengers 4, filtrado por un usuario hace algunos días. Aunque claro, también algunas ideas que agregaré de mi parte.

En lo que respecta a parejas, será Stony, aunque no sé si agregué alguna otra más adelante. Todo depende del modo en que se desarrolle la trama.

Notas del capitulo:

Los Vengadores, Los Guardianes de la Galaxia y el resto de los personajes pertenece a Marvel. Disculpen las faltas ortográficas.

Se habían esfumado. Tal y como el tiempo, como el tiempo que había pasado congelado en el hielo, habían escapado entre sus dedos.

No había podido detenerlo, se tan sentía impotente. Perdido… la culpa del superviviente corroyéndole por dentro, la pesadumbre del que había sido dejado atrás.

Pero una gran diferencia marcaba ambas situaciones: Peggy, Howard y los Comandos habían disfrutado sus vidas, formado una familia. Aquello siempre le había brindado un agridulce alivio, sentía que, si bien su sacrificio para exterminar HYDRA había sido en vano, salvar sus vidas era una recompensa más que suficiente.

Sus compañeros, su familia, habían muerto antes que él. Y esta vez no había marcha atrás.

Quizás era ese dolor el más difícil de digerir, tan frío como la hiel.

Cayó rendido en el suelo, sintiéndose entumecido, agotado. Su cuerpo clamaba por un descanso, por desconectarse de aquello que su mente no podía procesar. No podía hacerlo, y eso era lo más triste de todo. El deber siempre era mucho mayor que el dolor.

Tomó un par de respiraciones profundas; parpadeando contra el cansancio, las lágrimas y una posible conmoción cerebral. Thanos le había golpeado con fuerza, pero no lo suficiente para matarle. Sabía que se encontraba a solo unos pasos de derrotarlos, y seguro había pensado que era mejor que el azar se encargara de acabar con la mitad del universo.

Los restos de quién había sido su amigo, de Bucky, se confundían con la fértil tierra de Wakanda. No dudaba que en todo el mundo estaba ocurriendo lo mismo, y solo imaginar las ciudades sepultadas en las cenizas de sus muertos…Era imposible que enfermara, pero el regusto amargo en la boca y las náuseas le indicaban que estaba a punto de vomitar.

Su expresión se cerró, bruscamente, al sentir los pasos de sus amigos acercarse a él. Debía intentar mantener la compostura, aunque sabía que el ligero temblor en sus manos, delataba lo que su rostro no se atrevía a mostrar.

“¿Qué ha pasado?” preguntó Bruce con la voz rasposa, haciendo un valiente intento de aclarar la situación. Una conformación a lo que más temía “¿Medio universo…?”

El doctor dejó la frase sin acabar, pues el asentimiento de Thor fue más que suficiente. Vio como Bruce caía al suelo, aún dentro del traje semi destruido del Hulkbuster, aquel que habían rescatado de la sede de los Vengadores poco antes de su partida.

Steve llevó una mano a su pecho, apretándolo con fuerza, justo en el lugar donde antaño, una estrella blanca adornara su traje. Pudo disimular, con muchos problemas, el acceso a un ataque de pánico y las nuevas nauseas que le hacían perder el equilibrio. Por un segundo, incluso había olvidado como respirar. Ver al buen doctor tan destruido solo servía para añadir más peso a lo terrible que era ahora su realidad…

Sintiéndose un poco más estable, miró a sus compañeros, a quienes quedaban. Era una palabra horrible, pues ni siquiera podía creer que el azar le dejara nuevamente atrás. Sabía perfectamente que habría preferido irse, el peso que se acumulaba poco a poco sobre sus hombros terminaría asfixiándolo. Miró con algo de ironía el lugar donde había estado Wanda minutos antes, la expresión casi agradecida cuando se dio cuenta de cuál sería su final. De poder seguir a Visión al más allá, si este existía.

Siempre había sido un devoto católico, un fiel creyente. Pero ni siquiera él podía preocuparse de como su fe se había tambaleado hasta sus cimientos, pues el Titán había logrado algo que siempre había pensado imposible, incluso de parte de HYDRA mientras luchaba contra ellos.

Steve sabía perfectamente que, de haber estado en el lugar de Wanda, su expresión habría sido la misma. Alivio y paz, finalmente un descanso. Pero seguía allí, con ellos, y eso era algo que no podía cambiar. Debía afrontar las consecuencias, y aunque doliera, aún había mucho por hacer.

Al menos, la Bruja Escarlata no tendría que recorrer por ese camino lleno de sufrimiento. No tendría que ponerse en pie, con la consciencia carcomiéndole por dentro: tener que matar a Vision y luego no poder evitar que Thanos se adueñara de su gema.

Detuvo esa línea de pensamientos, cuadrando los hombros, intentando serenarse. Nuevamente la ironía jugaba en su contra, pues de todos los elegidos, se encontraba aún el equipo original.

Natasha estaba al lado de Bruce, ayudándole a abandonar el Hulkbuster. No había que temer, pues era obvio que tras el ataque, las fuerzas enemigas se habían retirado, sin darles oportunidad de hacer algo más. De vengarse por los caídos, o dejar que la ira de muchos se desvaneciera a través del combate.

Thor se encontraba mirando al vacío, contemplando su nueva arma, que había blandido con tanta fuerza como Mjolnir, pero que no había cumplido el objetivo final por el que había sido forjada. Era extraño no verlo usar el martillo, pero a juzgar por la expresión de su rostro, era una historia que más tarde todos deberían escuchar.

Con paso más firme del que habría esperado, se acercó a Okoye, ayudándola a ponerse en pie. La chica parecía ausente, sosteniendo con fuerza su mano, aquella que su rey había tomado antes de desaparecer “Me gustaría que nos reunamos en el palacio” sostuvo sus manos con fuerza, obligándola a mirarle a los ojos “Sé que es el peor de los momentos, con su Majestad...no, con T’Challa ido” su voz se quebró unos instantes, pero pensaba que era mejor así. El rey de Wakanda se había convertido en su amigo, uno de sus mejores amigos, y no sentía bien tratarlo con tanta formalidad, cuando solo ella se encontraba para escucharlo. Él había salvado a Bucky, le había prestado su ayuda en los peores momentos. Le había abierto su hogar bajo aquellas circunstancias, y siempre tenía tiempo para charlar con él cuando visitaba a Barnes. Se lo debía “Pero debemos reagruparnos, ver quienes siguen con nosotros. Si nos derrumbamos ahora, nada tendría sentido”

“Sin su majestad...habrá una revuelta” murmuró la jefa de las Dora Milaje, mirándole con un deje de gratitud que, tan rápido como vino, desapareció de su mirada. No era alguien que le gustara mostrarse débil, la había conocido durante sus breves estadías en Wakanda, y sin duda era una fiera guerrera que respetaba tanto como Natasha. Por ello, sabía que necesitaba algo en qué centrarse, lo había visto en su compañera durante muchas veces tras sus misiones. Ya luego el tiempo para el duelo llegaría. Todo a su debida hora “tendremos que poner algo de orden”.

“Shuri sigue viva, escuché su voz cuando empezaron...cuando ellos desaparecieron” el parpadeo en sus ojos le indicó que no había pensado en ello, no con la muerte de T’Challa tan fresca en su memoria “Aún se puede hacer algo, pero debe ser rápido. Restablecer las barreras, curar a los heridos y buscar una forma de contactar...con Stark. Puede que siga vivo”

Okoye asintió con brusquedad, al igual que el resto de sus compañeros. La determinación fulgía con tal fuerza, que su corazón se hinchó con el amor hacia ellos, por dejarle tomar las riendas en esa situación tan desesperada. Por permitirle centrar su mente en algo más que el dolor, en los recuerdos de la pérdida, de cómo todo volvía a repetirse en un círculo sin aparente fin.

Y eso fue justamente lo que hicieron. El campo de batalla estaba completamente destrozado, y los supervivientes, luchando por encontrar una explicación lógica a esa masacre. La devastación era tal, que el aire parecía que nunca volvería a ser igual, para siempre marcado con las cenizas de quienes su vida había sido tan injustamente arrebatada.

Las naves enemigas seguían allí, al menos las que se encontraban tan destruidas que había sido imposible ponerlas en marcha. La barrara no parecía tan afectada, pero sí el palacio y las ciudades aledañas: el humo y las llamas brotaban con furia, e incluso el vibranium no había sido capaz de detener el embiste de las Fuerzas Oscuras.

“War Machine, necesito que recorras el perímetro, busca a cualquier desaparecido” empezó a dar órdenes, sin detenerse más que a ayudar a una de las Dora Milaje con una herida en el tobillo. Asintió bruscamente al dios nórdico, quién llevaba entre sus manos a Vision, el único a quién ese día podrían dar una verdadera sepultura. Estaba cubierto por su capa, cargado con tal delicadeza, que cualquiera podría decir que solo estaba dormido “Viuda, ve con Okoye y las Dora Milaje. Creo que parte de la tribu Yabari sigue en pie, ellos conocen el terreno y pueden ayudar. Pongan orden, vean que la princesa se encuentra bien, y que no quede ningún enemigo escondido en las instalaciones”

“Voy a encargarme del transmisor y contactar con mis amigos. No me importa si quieres mandarme como a todos, no eres mi jefe, yo soy el líder aquí de mi propia banda. Mucho más genial que la suya, por cierto” murmuró una voz a sus pies, con una voz tan cargada de dolor, que habría sido imposible escucharla sin su super audición “Necesito contactar a Quill, sin Groot aquí…” Rocket, si no mal recordaba, era su nombre. Entendía perfectamente esa desesperación, la angustia, la incertidumbre.

“Puedes ir con el doctor Banner, cuando termine de ayudar a los heridos, si necesitas ayuda con la tecnología” murmuró con suavidad, casi como si estuviera haciendo una acotación, en vez de guiar suavemente a Rocket hacia los suministros “la mejor calificada es Shuri…digo, la princesa Shuri. Pero con T’Challa ido, creo que debemos dejarla descansar, al menos por hoy” Su rostro se arrugó en un rictus de cansancio, sabiendo que a pesar de lo que deseaba, ella no era una guerrera ni un soldado. Solo una chica muy fuerte, pero que en menos de unas horas, debería asumir la pérdida de su familia y sentarse en el trono de una nación destruida. Una mano en su hombro le devolvió a la realidad, topándose de frente con la suave sonrisa de Banner.

“Aún sigo sin ser esa clase de doctor, Capitán” respondió Bruce en tono ligero, pero acatando sin más comentarios sus indicaciones.

Poniéndose de pie, y dejando a la guerrera en manos del doctor, inició con las labores de ayuda. Él mismo dirigió con Rhodas el rescate de los heridos, trasladándolos a las inmediaciones del palacio que aún seguían en pie. Thor se unió pronto a ellos, con el rostro en blanco, conteniéndose de un modo admirable a romper en llanto. En un momento, Steve le obligó a detenerse, cuando todos tomaban un breve descanso.

Necesitaban tener sus mentes centradas, al menos de momento, por el bien de la nación que les había prestado tanta ayuda y que ahora le pagaban con sangre y cenizas. Irónicamente, las palabras que el propio T’Challa había pronunciado antes de la batalla contra la Orden Oscura. Pero a pesar de ello…no podía quedarse de brazos cruzados al ver al dios así. Algo mucho más grande debió ocurrir antes, y suponía que tenía que ver con la historia de Bruce sobre su supuesta muerte.

“¿Qué ocurre?” preguntó con cuidado, frunciendo profundamente el ceño al notar que Thor no era capaz de soportar y se derrumbaba a sus pies. Nunca le había visto de ese modo, excepto cuando supo que Loki había muerto… “¿Es…tu hermano?” Por el cariño que le tenía al dios, nunca había insultado al pelinegro en su presencia. Nadie del equipo lo hacía, ni siquiera Clint, quién había sido forzado a actuar contra su voluntad por las tretas de Loki.

“Thanos le engañó, Steven…la razón por la que atacó Midgard fue porque se encontraba bajo su voluntad” gruesas lágrimas descendían de sus mejillas, y sus amplios hombros se sacudían en medio de sus sollozos “Pero es más que eso, mucho más…pobre amigo conejo, yo le dije que no tenía nada más que perder, y él me respondió que sí lo hacía. Perdió a su amigo árbol nuevamente, y yo tan ciego…no me di cuenta que aún los tenía a todos hasta ver como el azar jugó en nuestros destinos…”

Sin saber que más hacer, Steve le abrazó con fuerza, rodeándole entre sus brazos. Thor era más alto, por lo que era una situación algo incómoda, pero al sentir como este devolvía el contacto, pensó que podía estar haciendo algo bien. Fue lo suficientemente respetuoso para apartar la mirada cuando el guerrero secó sus lágrimas, devolviendo la sonrisa temblorosa que le dirigió el dios al retomar el rescate.

La noche llegó antes de lo esperado, y sus agarrotados músculos le hicieron tropezar un par de veces, mientras se dirigía a la sala de conferencias. Allí se encontraban todos sus amigos, las altas autoridades wakandianas, los mejores guerreros del país. En las pantallas holográficas mostraban las noticias que cubrían las grandes ciudades de todo el mundo, de cómo misteriosamente la mitad de la población había desaparecido de un momento a otro.

“Ross ha muerto, pero su segundo al mando ha estado intentando contactarte” la escueta voz de Natasha le sobresaltó, viendo cómo manejaba su teléfono celular con impresionante rapidez “Es increíble que ahora nos quieran de regreso, pero sobre todo a ti. Te necesitan como líder, ahora que las personas se han vuelto contra las Fuerzas Armadas”

“Ya veo” mordió sus labios un instante, sabiendo que era uno de los dos posibles escenarios que rondaban en su mente “Mañana hablaremos de qué hacer con los gobiernos, ya es demasiado tarde, y todos necesitamos descansar” hizo una pausa, dudando antes de preguntar “¿Clint? ¿Scott?”

“Incomunicados. Pero Pepper…” Rhodey fue quién contestó, con los ojos brillantes por las lágrimas no derramadas “Fury y Hill también se fueron. Los dos altos cargos que quedaban de SHIELD. Tendremos que pensar que hacer con los sobrevivientes”

Tras alistar los últimos detalles, y decidir que la siguiente reunión sería al medio día. Y dependiendo de lo que lograran concertar, llevarían a cabo un funeral para aquellos que se habían ido. La Reina Madre, el título honorario con el que se conocía con la progenitora de T’Challa, sería quién asumiría el control de Wakanda hasta que Shuri estuviera lista. Al menos agradecía los pequeños favores, pues la chica no tendría que enfrentar sola tal camino.

Aunque la ironía era terrible, si era sincero consigo mismo. Todos los que estaban aquí, al menos la mayoría, habían tenido que ver morir a sus seres queridos al menos por segunda o tercera vez.

Pero momentos antes que ellos se retiraran a sus habitaciones, Rocket entró a la habitación, sosteniendo entre sus manos un comunicador. Su rostro estaba cubierto de lágrimas y dolor, pero parecía decidido, tendiéndoles el artefacto. Thor a su lado se tensó, entendiendo lo que había ocurrido sin necesidad de palabras. El propio Steve intuía levemente que el destino de los amigos de Rocket era el mismo que Bucky, pero antes que pudiera decir algo o intentar intervenir, los pasos resonando en el pasillo le indicaron que Bruce venía tras él. Apareció por la puerta, con el cabello apuntando en todas direcciones y un brillo singular en la mirada “Lo hemos contactado”

Era increíble, pensó Steve, sintiendo que al fin podía respirar correctamente y un peso se aliviaba de sus hombros. Que incluso en esa situación, de las cenizas de los muertos, existía un rayo de esperanza.

Notas finales:

Espero sinceramente les haya gustado, e intentaré publicar una vez a la semana, dos si mis estudios me lo permiten. Agradecería que me dejaran sus impresiones, sean buenas o malas, pues soy nueva escribiendo en este fandom.

Gracias por leer, nos vemos en la próxima.


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