Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Soy tu enfermero por cristalita

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta planeado que sea solo de dos capitulos :3/ esperen continuación! Tiempo que no paso por aquí ???…

Primera parte: Me escuchas.

Abrió sus ojos lentamente, poco a poco su respiración se hacía frenética y su corazón latía rápido.

¿Qué era eso?

Se sentó en la cama y se llevó la mano al corazón, lo sentía estrujado, como si hubiera sufrido por algo o alguien.

Pasaron unos minutos, minutos que fue pensando en ese sueño que parecía tan real. A pesar de saber la realidad, solo era eso, un simple sueño.

Dejó de tomarle importancia y se levantó, primero fue a tomarse una ducha, necesitaba relajarse un poco, últimamente había tenido esa clase de sueños donde él aparecía junto con ese chico, pero al despertar todo rastro de aquel hombre se esfumaba, como aquel nombre.

Lo único que no olvidaba era ese sentimiento en su corazón. siempre despertaba, feliz, deprimido, animado o llorando. Todo por aquella persona misteriosa.
Luego de cambiarse con ropa sencilla de color naranja, tomó su maleta y se fue directo a su lugar de trabajo.

EL hospital de Konoha.

Aunque no era lo que siempre había deseado, se sentía satisfecho con su trabajo. Naruto era un chico hiperactivo, no muy bueno en el estudio, con bajas notas y el peor promedio; sin en cambio había logrado terminar el estudio y una carrera, también trabajar dos años en uno de los mejores hospitales de toda la ciudad como enfermero.

¿Por qué se había quedado ahí?

Le gustaba ayudar a las personas, un enfermero mantenía en cuidado constantemente de los pacientes, cuando se recuperaban, le satisfacía ver sus sonrisas, verlos sanos.

No negaba que lo había pensado, continuar sus estudios y terminar siendo más que un enfermero, pero su motivación estaba en superarse primero en esa profesión, ya luego lo continuaría, por el momento amaba su trabajo.

En cuanto llegó a la clínica se fue a los vestidores, estaba encargado de la sala de recién nacidos, emocionado por empezar y cuidar a esos tiernos bebes, se cambió y fue a su puesto.

Toda la mañana fue de maravilla, ya lo sucedido hace unos momentos dejó de importarle le gustaba su trabajo, aunque siempre había querido un puesto en particular, durante el receso, fue entonces que su compañero de trabajo le informó que la dueña del hospital lo llamaba. Al principio se sorprendió y no hizo más que dirigirse a la oficina de esta.

__Estas designado a la sala B
ordenó autoritaria la mujer.
__¿Qué?__ Su corazón latía sin poder creerlo-
__Lo que escuchaste, te necesitamos en esa área
Luego de estos dos años por fin lo tomaban enserio puesto que ahora lo estaban designando a un área de sumo cuidado, una donde solo los capaces podían hacerlo.
__¿¡vieja Tsunade no está bromeando!?__ preguntó con duda, sin apartar el brillo de sus ojos.
__¡Mocoso, te dije que no me llamaras así!__ gritó la rubia con enojo pero se tranquilizó y volvió a hablar__ El paciente es un chico muy particular… su familia no pierde las esperanzas, pagaron todo los gastos y están dispuestos a hacer más, tú serás el encargado de cuidarlo ¿De acuerdo?
__¡Si!__ no pudo evitarlo, gritó de la emoción.
__Shhh Naruto estamos en un hospital
__Oh si cierto__ bajo su tono de voz, sin quitar su enorme sonrisa.
__Empiezas mañana, mientras tanto termina el turno que te toca hoy.

Estaba tan emocionado, tenía ganas de llorar, pero de felicidad, todo estaba saliendo a la perfección, con esto podría superarse a sí mismo.

Al volver a su puesto de trabajo su compañero le fue preguntando curioso de lo que había hablado con la dueña del hospital.

Naruto no era una persona egoísta, a él le encantaba hablar y hacer amigos, confiaba sobre todo en las personas cercanas a él, por lo mismo no le ocultó nada a su amigo pelirrojo y le contó todo.

__ No puedo créelo Naruto ¡muchas felicidades! __ felicitó sonriente el pelirrojo.
__Si Gaara, no me la podía creer, estoy tan emocionado por empezar.

Gaara no era una persona curiosa pero esa vez estaba tan sorprendido que la dueña le haya ordenado que llamase a su amigo rubio, no pudo evitar la curiosidad quería saber lo que quería, temía lo peor hasta que Naruto le confesó todo.

Se sintió aliviado. Feliz por su compañero de trabajo.

Toda la tarde el rubio estuvo tarareando canciones infantiles mientras cuidaba a los pequeños niños, era inevitable no notar que ese chico estaba feliz. Es cuando piensa que, aunque no se lo hubiera dicho lo hubiera descubierto solo.

Mientras tanto Naruto veía a los tiernos pequeñines dormir tranquilamente, le llenaba de ternura verlos así, él no era experto en cuidar bebes, pero estaba seguro que no lo hacía para nada mal, hasta pareciera que son sus hijos.

La noche había llegado, no pudo evitar su corazón estrujarse de nuevo cuando se acordó que abandonaría su puesto y a los niños, con cariño les beso en la frente a cada uno con una sonrisa mientras los bebes descansaban, algunos con chupones, otros chupando su dedo pulgar, y otros relajadamente.

Apagó la luz de la habitación y salió dando un suspiro.

__No te preocupes, los cuidaré muy bien__ le animó su compañero-amigo quien había ido por unas sodas para los dos.

__Gracias…__ sonrió y tomó la bebida que le había entregado __por eso me relajo, porque sé que lo harás bien y que el nuevo sujeto también.

__Sobre eso… prefiero hacerlo solo, hablaré con Tsunade
__Si así lo deseas no puedo impedírtelo__ dijo el rubio empezando a caminar, estirando sus brazos __Lo bueno es que ya no tendré compañero también__ sonrió cuando recibió una mirada fulminadora de su amigo__jajaja es mentira, te extrañaré.
__Eso espero.
En cuanto los dos se cambiaron salieron a cenar juntos en lo que se contaban un poco de lo que había sucedido en este tiempo, de cómo se la habían pasado con sus familias este fin de semana, cuando terminaron cada uno se fue por diferentes caminos.
Al llegar a su departamento, Naruto se fue directo a lanzarse a la cama, abrazando su almohada lo apretujó y empezó a reír de felicidad.
Era una gran satisfacción saber que lo consideraban, que podía avanzar por propio esfuerzo, con esta noticia había cumplido un objetivo, una misión.
Sacó su celular de su pantalón, revisó sus contactos y llamó a una persona.
__Hola hijo…__ contestó la voz de una mujer adulta.
__Aquí estoy Mamá ¿cómo va todo por allá? __ preguntó con curiosidad.
__Oh, muy bien cariño__ se escuchó la risa de su madre __ ¿sucede algo? Sabes que puedes contarme, no me digas que ya conseguiste novia__ se escuchó emocionada.
__ ¿Eh? Siguen con eso… mamá ya te dije que no estoy pensando en tener una chica aún__ respondió suspirando.
__Moh…. Pero ya es hora de que te juntes con una chica, si quiera un chico, pero no te quiero ver soltero toda la vida.
__Mamá deja ese tema de lado__ le respondió lo más serio posible __mejor te contaré lo que sucedió en el trabajo__ al instante cambió su expresión por una sonriente.
__Bueno, eso también me interesa hijo… cuéntame__ respondió la mujer.
__En la tarde la dueña del hospital donde trabajo me asignó a un área de alto rango después de tanto tiempo.
__Wow hijo felicidades__ le felicitó emocionada, sabía muy bien como su hijo se había esforzado por salir adelante por sí mismo, ella siempre se sentía orgullosa de él __¡espera a que le cuente a tu padre!
__Gracias mamá.
__Bueno hijo te cuidas, tengo que hacer algo urgente, adiós cariño.
__Adiós mamá.

En cuanto cortó la llamada miró el techo dando un gran suspiro de alegría.
__Mañana será un buen día.
Confiaba en sus palabras, luego se acomodó y poco a poco se quedo dormido.

A la mañana siguiente despertó de nuevo, con el mismo sentimiento de dolor, otro sueño que no comprendía, pero que le llegaba al corazón.
¿Qué significa?
No quería saberlo, solo deseaba que se fuera de una vez.
Se levantó y otra vez como si nada dejó de tomarle importancia, solo quería empezar su día contento, sobretodo porque era el día en que dejaba el puesto de cuidar bebes a uno más serio.
Salió de su departamento cambiado como el día anterior y fue directo al trabajo.
Cuando llegó se supo su vestimenta de enfermero y caminó directo a la oficina de la dueña.
__Pase…__ dio la autorización la rubia para que entrara __ Naruto justo te estábamos esperando a ti.
Al entrar al cuarto vio a unas tres personas nuevas en la oficina.
__Abuela Tsunade…
__Si lo se__ interrumpió __ Señores Uchiha, él es Naruto Uzumaki enfermero de esta instalación por alrededor de dos años, será quién cuide al paciente__ se dirigió a la familia recibiendo a cambio un asentamiento de afirmación __Naruto, ellos son la familia del paciente, querían saber quién sería el encargado de cuidar a su familiar, por eso la repentina presencia.
Naruto miró a los Uchiha algo extrañado por su característico cabello azabache y ojos negros, como que le recordaba a algo.
Dejo esos pensamientos a un lado y se inclinó frente a la familia.
__Un gusto conocerlos, Soy Uzumaki Naruto cuidare del paciente con mucho cuidado.
La familia no dijo nada, pero sonrieron al mismo tiempo, al ver lo diferente que era su hijo con ese chico joven que estaba frente a ellos.
__Un gusto Naruto, yo soy Itachi el hermano mayor del paciente y ellos son nuestros padres__ señaló a los otros dos pelinegros, la mujer cerró los ojos sonriendo y el hombre mantenía su postura firme.
__ Bien Naruto aquí te entrego los antecedentes del chico, junto con todo lo que tienes que hacer y el lugar donde se encuentra.
__Gracias Abuela Tsunade.

Sostuvo el informe y salió de ese lugar, en cuanto se alejó lo suficiente soltó un gran suspiro, aliviado de haber salido de esa incómoda situación.
Fue directo a la habitación establecido y fue revisando lo que tenía que hacer.
__ mh… vigilar sus signos vitales, cambiarle el suero, acomodar su cama, bañarlo, mantenerlo en vigía, etc…__ parecía todo bien hasta que lo volvió a leer __¡¿Eh?!

Unos minutos después estaba a punto de reclamar, pero de momentos se arrepintió, tal vez hacía el ridículo, tampoco podía perder esa oportunidad.
Pero es que no quería bañarlo… es demasiado vergonzoso, ni siquiera debería estar en la lista.
Sin mucho ánimo de cómo estaba en la mañana entró a la habitación designada de la sala B con resignación.
Todo el lugar estaba bien decorado con lujos, como si no estuvieran en el hospital, eso lo dejó sorprendido.
__Wow… __ miró todo asombrado __si que tienen mucho dinero, como para comprar todas estas cosas para una sola habitación__ se dirigió a la camilla.
Cuando se fijó mejor en el paciente se quedó petrificado, su cuerpo empezó a temblar, su corazón a latir.
Pero que….
Ese chico le recordaba a una persona, no sabía a quién, jamás lo había visto en su vida, pero por qué su corazón latía y en su interior sentía que lo conocía.
Sin estar consciente de sus actos se acercó de apoco para poder contemplarlo mejor, alzó un brazo y con su mano apartó el mechón de pelo que cubría medio rostro del otro chico.
Por más que intentaba recordar no pudo así que con mucho esfuerzo, dejó de preguntarse por qué le parecía tan conocido y recordó la principal razón por la que estaba ahí, convenciéndose de que solo era una tontería.
Volvió a sonreír e hizo su trabajo, siguió todas las indicaciones a excepción de una que solo son dos veces a la semana, decidió volver a mirarlo sintiéndose mejor que antes.
__Vaya ¿qué tontería verdad? __ se preguntó en voz alta, como si también la pregunta fuera dirigida al pelinegro.
Aunque no hubo respuesta, el silencio en la habitación era aburrido, como no había nada que hacer Naruto se sentó en la silla que estaba al lado de la camilla y descanso sus brazos encima del pelinegro.
__Enserio me recuerdas a alguien, pero nunca te había visto en mi vida__ sonrió__ es absurdo.
Contempló un poco a la persona que descansaba en la camilla luego volvió a revisar su expediente.
__Uchiha Sasuke, paciente en coma desde hace tres años.
.
.

El día fue pasando rápido, Naruto sin darse cuenta empezó a platicar de su vida con el azabache, sintiendo como si lo escuchara, al fin y al cabo, nunca había podido quedarse callado por mucho tiempo, y en esos momentos solo estaba con el pelinegro.
Al volver a su casa estuvo pensando en todo lo sucedido, se sentía bien por alguna razón, no estaba cansado, simplemente parecía como si no trabajara.
La mañana siguiente por primera vez, esa noche fue la primera que había dormido tranquilo, sin ningún sueño extraño de por medio.
Se levantó cambiándose de ropa a otra diferente, salió y se fue directo al hospital.
Al llegar se vistió y fue directo a la habitación de su paciente.
__Buen día Sasuke__ saludo cerrando la puerta en el acto __Ayer te deje todo listo y preparado así que dudo que estuvieras mal teme__ rio para sí mismo en lo que se acercaba y revisaba su estado.
__Mh… estas un poco inestable que raro__ lo volvió a revisar y respiró aliviado al ver que estaba todo normal __no, error mío. Estas bien.

Contento de nuevo realizó la orden del día, todo iba bien hasta que se fijó en lo último de la lista, y fue entonces cuando su rostro se puso pálido.

No se atrevía a bañarlo, era difícil para él.

__Ah… teme, mira a lo que estoy obligado a hacer por tu culpa__ dijo acusando al pelinegro mientras caminaba en círculos, sin dejar de pensar en una manera de realizar el trabajo sin sentir asco.

Con mucho esfuerzo lo alzó a duras penas y empezó a desvestirlo con calma tratando de no ver, se le era imposible, no sabía si estaba desvistiéndolo, sentía ganas de escapar.

__Ugh… no sé cómo haré esto__ quiso rendirse y llamar a alguien más, hasta que recordó que si lo hacía la noticia no tardaría en llegar a Tsunade, eso lo perjudicaría y seguro cambiarían de enfermero.
No podía permitirlo.

__Bien…__ miró al azabache __creo que tengo que hacerlo, será raro pero que sea solo entre los dos.

Fue a traer jabón y un bañador, y con calma lo colocó encima de lo último.

Cuando le quitó la bata quedo completamente desnudo, su rostro empezó a tornarse de un color rosado que se volvía a un rojo al ver el perfecto cuerpo del Uchiha.

__Rayos, mira que por fuera no se nota teme, pero la tienes…__ otra vez sintió su rostro arder más fuerte que la anterior ves, por poco confiesa algo que hubiera atacado a su orgullo de hombre __olvídalo…

Con mucha vergüenza, comenzó a lavar su cuerpo con delicadeza, se sentía algo extraño al ir bajando hasta esa parte, cerró los ojos y lavó ese lugar.

Ese día Naruto quedó traumado de por vida.
Cuando terminó de darle un baño, le puso en la camilla ya de nuevo con su bata, luego fue a lavarse la mano él mismo, seguía recordando lo que había hecho, sentía como si violara a alguien o mejor dicho sentía su mano violada.

__Agh… era mejor bañar a los bebes__ dijo fingiendo llorar __y pensar que haré esto cada dos días de la semana.
Calló al suelo deprimido.
Pasó el día de nuevo como si nada, luego del penoso accidente para el rubio decidió ya no pensar en eso y hablar un poco con el azabache, llegó la hora de la salida y Naruto hizo la misma rutina de todas las noches.
Los días pasaban y el tiempo se hacía cada vez más entretenidas para el rubio, ya había podido bañarlo sin problemas, por lo menos una gran mayoría de su cuerpo a excepción de una sola parte que seguía siendo vergonzoso.
Días que ahora no se sentía solo como los primeros, ahora podía entrar a la habitación normal y hacer las cosas mientras hablaba con su ahora amigo.

¿Amigo?

Si a las semanas después sabía que, aunque solo fuera un paciente ahora lo consideraba su amigo, por qué no, le contaba cosas, él le escuchaba, aunque no estuviera consciente sentía una conexión muy fuerte con el pelinegro.

Todo iba de maravilla hasta que llegó ese día.
Cuando Naruto había entrado a la habitación con tranquilidad pensando que iba a ser un día normal, vio que los signos vitales del azabache no iban bien.

La desesperación lo consumió, trató de hacer que el pelinegro entrara en razón, hizo todo lo que era posible hacer, pero nada iba bien, en eso fue corriendo hasta encontrar a un doctor.

Al regresar con uno, este lo revisó e hizo que mejorara, Naruto estaba a un lado preocupado.

__No te preocupes muchacho, este chico es fuerte estará bien.
Naruto no dijo nada, seguía preocupado por el pelinegro.

Cuando el todo acabo y lograron solucionar el problema, Naruto descansó aliviado reposando en la silla.

__Gracias doctor.
El señor al ver la mirada triste del rubio dio un respiro y sonrió.

__Sabes… eres un gran enfermero__ Naruto alzó la mirada confundido __Solo un verdadero Doctor se preocupa tanto por sus pacientes y se esfuerza por dar todo los suyo tomando las mejores decisiones__ tocó su hombro para que no bajara la mirada __lo que hice yo fue superficial, cuando llegue vi que todo estaba listo solo te había faltado un pequeño detalle, eso es ser un gran doctor, no deberías ser enfermero muchacho, tu estas hecho para salvar vidas, para lo más alto.
Luego de sus palabras el hombre se retiró dejando al rubio pensativo, jamás lo había pensado a detalles, pero era cierto, esas palabras le sirvieron de mucha ayuda.

__Teme, gracias__ dijo apoyándose en el pecho del pelinegro sonriendo __solo contigo estoy viendo de lo que soy capaz, por más que no estés aún aquí y no despiertes, estas ayudándome mucho.

Gracias eres un gran amigo.

Desde entonces tomo la decisión de cuidarlo mejor, tubo más precauciones en las inyecciones, ya no le importaba bañarlo, lo hacía hasta terminar todo bien.

Eso no perjudicó a sus conversaciones, siempre llegaba y le contaba alguna anécdota, sobre las llamadas con sus padres, lo de como su amigo fue rechazado por la dueña de trabajar solo y ahora se la estaba pasando solo en la sala de recién nacidos con su nuevo compañero Sai.

Todo tranquilo, y así un día llegó esta misma conversación.

__No puedo creerlo teme__ dijo entrando repentinamente a la habitación __Sai se le confeso a Gaara, esto debe ser increíble.
Naruto se sentía exasperado porque estuvo presente cuando vio al nuevo compañero de su amigo confesar sus sentimientos sin temor al pelirrojo. Sin darse cuenta en la única persona que podía contar todo aquello recordó a Sasuke y fue corriendo a la habitación a empezar su jornada laboral y de paso contarle sobre ese escándalo.

__Lo peor es que lo hizo en plena sala del hospital donde todo mundo lo escuchó__ hablaba mientras realizaba su trabajo sin quitar la sorpresa de su rostro __conociéndolo estoy seguro que Gaara lo va a matar jajaja
Por más cierto que fuera las palabras del rubio al otro día se llevó la sorpresa de que lo aceptó, claro que Naruto le preguntó sobre lo sucedido a lo que recibió como respuesta que había empezado a tener sentimientos por el otro, esto desconcertó al rubio.

Toda la semana se había quedado pensativo, recordando lo que su madre siempre le recordaba.

¿Cuándo iba a conseguir una novia?
A la final se iba a sentir solo, no sabía si le gustaba alguien, solo se enfocaba en su trabajo no era algo que pensaba con constancia, pero… últimamente sentía que le faltaba algo, claro que sentía felicidad al estar con Sasuke, al hablar con él y desahogarse de todas las cosas que tenía ocultas, era el único que lo escuchaba y que sabía que no recordaría.
De pronto la respuesta le llego por sí sola, una noche cuando salió del hospital, era temporada de invierno y el frio era inmenso, salió con calma como todos los días directo a su departamento.

Todo iba bien hasta que piso un pedazo de hielo y resbalo cayendo de cabeza.
El daño no era grave tampoco esperaba recibir ayuda de nadie, se disponía a pararse y retomar su camino hasta que vio la mano de una persona brindarle ayuda.
No negó la ayuda y tomó la mano dedicándole una sonrisa de agradecimiento a la otra persona.

__Gracias por la ayuda__ se sacudió y empezó a caminar por la dirección de su hogar, pero fue detenido por la contraparte.
__¿Naruto eres tú?
El moreno se quedó sorprendido al escuchar esa voz, esa misma que conocía muy bien.
__¿Akemi?
__Si el mismo.
Y lo miró, era un chico peliblaco, alto, de buen físico con una ropa elegante, su antiguo amigo de la infancia.
__No puedo creerlo, ¿desde cuándo estas aquí?__ Se dio media vuelta para mirarlo mejor.
__Llegue hace unas semanas de España__ sonrió el peliblanco, sin quitar la vista del rubio __y… ¿a dónde te diriges?
__Al mismo lugar de siempre mi casa, hoy fue un día agotador en la clínica__ respondió Naruto con calma.
__Ya veo… cumpliste tu sueño de ser un doctor, me alegra mucho__ chocó su puño contra su hombro con cuidado sin quitar la sonrisa __yo también soy reconocido.
__Oh.. jaja n-no soy Doctor aún__ confesó apenado por no corregirle antes __ trabajo como enfermero.
__¿Eh?__ el peliblanco lo miró extrañado __No me digas que te quedaste ahí.
__Si lo hice y me gusta__ lo miró sonriente __ ahora estoy cuidando a un paciente, quiero llegar a ser bueno en esto primero.
Akemi no pudo decir nada, el silencio se hizo presente por unos segundos.
__Bueno, me dio gusto volver a verte Akemi, pero se hace tarde__ sin más se fue en la dirección contraria alejándose del peliblanco.
Este no lo detuvo, se quedó tieso por segundos y cuando reacciono el rubio ya no estaba.
Naruto se sintió extraño al lado de Akemi, hace mucho tiempo que no hablaban y ahora que se volvieron a encontrar parecían muy distantes, se dio cuenta de eso en el momento del incomodo silencio.

Se echó en la cama pensativo.

¿Había cambiado?

.
.
.

Era extraño que desde ese día no lo volvió a ver, tampoco pensaba en ello, Akemi tenía su propia vida al igual que él, ahora solo quería encargarse de la suya y cuidar a Sasuke.
La familia del pelinegro seguía con las esperanzas de que Sasuke despertaría, hasta que él mismo se lo fue creyendo, después de todo sus signos vitales estaban normales, su cuerpo estaba en perfectas condiciones, siempre se encargaba de mantenerlo limpio.
Estaba orgulloso de lo que estaba haciendo, ya no sentía inseguridad, Sasuke le demostró todo de lo que era capaz. Hubiera deseado haberlo conocido antes.

Un día se detuvo a observarlo un poco, su rostro se le era familiar, su cabello era como la noche, se preguntaba si sus ojos también lo eran, sin querer esa curiosidad hizo que deseara aún más verlo despierto, agradecerle y si era posible entablar una mejor relación como amigos.

A simple vista se notaba que era un chico serio, una corazonada le advertía que era un chico totalmente diferente a él, y eso lo alentaba más, desde entonces le empezaron a nacer las ganas de tener una conversación verdadera con el pelinegro.

Ese día toda la tarde lo estaba mirando, se sentó en la silla y se apoyó encima de él sin causarle ningún daño.

No dejaba de pensar en las posibilidades de volverse su amigo.

Era un chico misterioso, tal y como el chico que lo atormentaba en sus sueños hace un tiempo.

__Me pregunto por qué siento esta curiosidad hacia ti__ soltó sabiendo que nadie lo escuchaba y tampoco le responderían __Sasuke…

La noche se hizo presente, los ojos azules se fueron abriendo lentamente, al ver el lugar donde se encontraba se levantó espantado. Se había quedado dormido en el hospital.

__Agh… no puede ser…__ se quejó mientras dejaba todo en orden, se fijó en el pasillo de afuera. No había nadie.

Cuando estaba a punto de salir ya preparado, su celular empezó a sonar, miró quién lo llamaba y al ver un número desconocido se dispuso a contestar.
__¿Hola?
__ Hola Naruto soy yo
__¡¿Akemi?!
__Si, soy yo__ contestó __Quisiera encontrarme contigo Naruto __se escuchaba nervioso.
__Oh, Akemi ahora mismo no estoy disponible
__No importa, yo te recojo ¿Dónde estás?
Naruto se sintió extrañado por la insistencia del peliblanco ¿Por qué quería verlo? Eso hizo que no se sintiera seguro por completo, pero en parte también sentía que debería hablar con él.
__Esta bien, ahora estoy saliendo del hospital…
__Perfecto, estoy cerca espérame__ dijo emocionado y colgó la llamada.
Naruto reviso si no le faltaba hacer nada y al confirmarlo justo antes de salir de la habitación miró por última vez a Sasuke y le sonrió.
__te lo prometo teme, estoy seguro que despertaras y podremos ser amigos__ tras decir esas palabras salió.

Mientras que la camilla en medio de la oscuridad justo en el lugar que se encontraba Sasuke.

El cuerpo de este estaba reaccionando.

Continuará…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).