ESTRELLAS
Comprendí que había cometido errores en el pasado, que una vida en excesos tuvo su pago, pero ahora era un completo extraño a la vista de esa persona, siendo inspeccionado por un niño no mayor de cuatro años, sus ojos de color azul lo escaneaban, su cabello rubio y su piel blanco como la porcelana lo miraba tratando de descifrar su siguiente movimiento, porque aun cuando había escuchado de él, era un “desconocido”.
Y bueno él era nuevo en eso de la paternidad, y deseo tener a ese tonto rubio oxigenado de Kise para darle un par de golpes en la cabeza por dejarlo ahí, solo con su hijo que solo tomaba su cajita de jugo para verlo tan fijamente. ¿Cómo recuperas cuatro años de no saber que eres padre? Era la pregunta que rondaba su cabeza, y no pudo evitar cerrar los ojos, no pudo ver la barriga de Ryota, de saber la primera palabra de su hijo, y ahora se miraba en vuelto en un papel que ni siquiera sabía que tenía. Asustado, no que va, estaba super tranquilo (nótese el sarcasmo que sale en cada poro de su cuerpo), sus manos eran enormes a la diferencia del infante que se acercó su manita en donde estaba las suyas, sintió la calidez que le brindaba esas manitas, y no pudo sentirse culpable de todos sus errores, “sí, hubiera aclarado todo desde un inicio con Ryota, todo sería diferente”.
Pero era consiente que los “hubiera” ya no existían, ahora debía hacer frente a su nueva situación, pero rayos era difícil, muy difícil hablar con su hijo, llevaban una semana intentando conocerse de tener esa relación que su hijo necesitaba y porque él no, pero como deseas que una semana se pueda recuperar tantos años de errores, de haber perdido tan hermosos momentos, de haber perdido tanto, de que nunca estuvo para Kise, de que se perdió los antojos, los achaques, el nacimiento, su primera palabra, su primera vez que camino, todo eso lo había visto por videos, videos de un Ryota solo con Tenshi. Y todo eso lo perdió solo porque debes de pensar con la cabeza pensó con lo de abajo, porque tenía un deseo, uno cuando se miraba en un largo futuro casado con hijos, era que le cantaría la canción de cuna de su abuela, esa mujer, si supiera lo imbécil que era su nieto era de seguro que le hubiera dado con el palo de escoba en la cabeza para haber si de esa forma se le hubieran acomodado el cerebro pero no podía evitar escuchar esa canción de cuna en su cabeza “Estrellita donde estas”.
Él pequeño Tenshi. trataba de entender que estaba sucediendo, pero su mirada se enfocó en un columpio, de manera tímida le pidió si podía mecerlo, y Aomine sintió como si le hubieran puesto enfrente una bomba que debía desactivar, su hijo era su estrella, lo supo una vez que lo vio pero estaba la maldita situación de los años perdidos, con silencio se fueron al dichoso columpio, con el silencio del parque, tanto padre, e hijo se perdieron en el juego, uno estaba más concentrado en sentir el viento golpear su inocente carita y el otro lo que vivió esos años de infierno. El pequeño miraba el viento, su papi Kise siempre le hablo de su otro padre, siempre que le pregunto dónde estaba, su gestante le decía que estaba ocupado por trabajo, o que estaba de viaje, pero siempre miraba la cara triste de su papi, y entonces él se ponía triste y no quería el trabajo de su papá porque lo alejaba de él, pero ahora que al fin había vuelto, su papi y papá a veces se comportaban como unos completos desconocidos, y su papá Aomine lo miraba como si fuera una bomba a punto de estallar (y el no entendía porque lo comparaba así, pero su amigo Richy le dijo que esa mirada era la que hacían en las caricaturas, cuando miraban una “bomba a punto de estallar”) ¿Acaso había hecho algo malo, y por eso su papá no le quería? Al tener esa revelación quiso llorar, sus ojitos empezaron a humedecerse, soltó unos sollozos y cuando sintió empezó a llorar, pudo sentir como su otro padre lo abraza tan fuerte, como a la vez tan delicadamente como si fuera cristal, y por primera vez se sintió protegido por los brazos de su padre.
Aomine maldijo por lo bajo, sus inseguridades estaban afectando a su hijo, sabía que no podía borrar el pasado, pero si podía cambiar el futuro, sin importarle donde estaba empezó a cantar esa canción de cuna a su hijo, porque su hijo era su estrellita, que estaba perdido, que estaban tan alto que era un diamante, pero no podía estancarse en el pasado porque lo único que haría seria hacer sufrir a los seres que quería. A los pocos minutos sintió la respiración tranquila de su hijo, de ver como estaba dormido y era compresible por todas las emociones vividas en esos días, se acomodó en un árbol, sintiendo la frescura que le brindaba la sombra de este. Se perdió en los recuerdos.
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Había escuchado el mensaje de voz de Kise, tuvo el presentimiento que si no corría a buscarlo lo perdería, desde hace unas horas se estaba planteando si era lo que quería hacer, casarse y no es que su compañera tuviera la culpa, era hermosa pero no era Ryota, no era su torpe modelo, corrió lo más rápido al hogar del rubio, descubriendo que su departamento estaba vacío, su ropa, todo no estaba, tuvo la idea de ir con la familia pero solo recibió que le cerraran la puerta en la cara, sabía que lo correcto era hablar con su aun prometida, y luego de un escándalo, la furia de una novia que no iba a tener boda, como maldiciéndolo, se dedicó a buscar a Ryota.
Y era como si la tierra se lo hubiera devorado, tuvo que hablar con Akashi, el loco emperador solo lo observo duramente por largo tiempo, pero siendo persuadido por su novio, un adicto a lo dulce, y aun Aomine no entendía como el emperador había caído redondito en los brazos de Atsushi, pero era su vida, lo que necesitaba era saber de Ryota. Se sentía frustrado, molesto y lo peor le daba la razón al modelo, pero porque borrar todo, era como si Ryota Kise no quisiera ser encontrado, y la culpa lo carcomía, cuatro largos años, cuatro malditos años sin saber nada del rubio, en donde algunas entrevistas se preguntaban por la estrella del modelaje Kise Ryota volvería, y Aomine Daiki lo deseaba, deseaba saber que algún día volvería a verlo.
Fue una mañana de primavera, en que Akashi, le entrego una carpeta, de toda la familia que investigo de Ryota, ninguno vivía en otro país, para que el modelo pudiera ir a vivir, hasta que luego de cuatro años, apareció en el sistema un padrino, uno que solo hablaba con él por llamada telefónicas pero hace cuatro años, tuvo un accidente que lo dejo hospitalizado por varios meses, y era natural que Ryota hubiera encontrado una solución para huir de Aomine, saber que el hombre que amas se casaría con otra persona había sido un gran sufrimiento en el modelo y con su padrino hospitalizado buena excusa para huir, pero lo que le tenía con la duda porque desaparecer, como hizo para desaparecer tanto tiempo, ni es que fuera posible tapar el sol con un dedo, tomo el primer vuelo a ese lugar, pensando que iba a decir para que el otro le perdonara.
Esperaba de todo o lo que creía esperar, pero al verlo pasar por una calle, supo que era él, muchos solo lo miraban pasar sin detenerlo, era como si fuera fácil pasar desapercibido, y bueno quizás para otras personas fuera normal ver a un tipo de cabellera rojiza caminar como si nada, pero para Daiki, que conocía cada parte de ese cuerpo, reconocería a Kise a la distancia, ni peluca, mucho menos lentes de contacto lo escondería, y ahí supo porque el modelo paso desapercibido tantos años, nadie en su sano juicio lo reconocería, que ese tipo tan simple fue hace cuatro años atrás uno de los modelos más reconocidos como populares, de ver enormes anuncios a un joven modelo de cabello rubio, como unos ojos dorados pero ahora no había nada de él, lo vio a la distancia, pudo ver la mirada vacía del modelo.
Lo siguió varias calles, hasta que el hombre se detuvo en una casa, con un enorme jardín, al verlo a punto de ingresar a ese hogar, Daiki sabía qué era su oportunidad de hablar con él, pero se quedó quieto al ver un cuerpo saltar en los brazos de Ryota. Y Aomine se sintió patético cómo humillado, él que creyó diferentes escenarios y resulta que Kise tenía un hijo quizás con alguien más, que el rubio había hecho una vida con otra persona, su primer impulso era irse de ese lugar, largarse de ahí pero su cerebro trabajo lo más rápido que podía y por la edad de unos tres a cuatro años, era su hijo y entonces todo tuvo sentido del porqué el anonimato de Ryota. Fui difícil hablar con Kise, pero lo logró.
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Fue difícil pero no imposible, si estaba claro que existía días en que metía la pata, su hijo se reía y como si hubiera sido lo más normal su relación padre e hijo se fue fortaleciendo con cada día que pasaba, y Daiki agradecía a su futura pareja porque él no descansaría a reconquistar a Ryota, de ser una verdadera familia Tenshi, Ryota y él. Aomine cómo Kise hicieron lo posible para que esa relación fraternal funcionará, pero Daiki deseaba tener todo, a Kise, a su hijo, a su familia, de disfrutar de cada momento de reír con los momentos que compartía con su hijo.
Porque su familia era su estrella, tan alta en el cielo, tan brillante que le daba la paz que tanto necesitaba, era consiente que Ryota lo amaba, pero tenía miedo, miedo que él nuevamente cayera en su mal habito de estar en cama en cama, pero no desistió, como estaba jugando el partido más importarte de su vida.
Tenshi era un amor tan inteligente, como tranquilo todo lo diferente a él, pero era un pequeño diablillo disfrazado de ángel, sin él no hubiera podido conquistar nuevamente a Ryota, de varias citas fallidas, rechazos a las misma, pero el siguió, siguió al punto que Kise ya no pudo negare a ser feliz y lo acepto, después de estar cuatro años, tres meses y saber cuantas horas, minutos o segundos había estado en abstinencia, cuando su rubio le dio el permiso de entrar en su cama pudo liberarse de todo ese tiempo, hizo retorcerse de placer a su prometido, porque si dejaron un poco el noviazgo para pasar al compromiso pero ambos lo deseaban.
Cabe decir que el resultado de esa hermosa reconciliación, en nueve meses iban a tener el fruto de su amor y si Kise le amenazo con matarlo porque el modelo deseaba regresar a trabajar en lo que le gustaba, pero al parecer iba a regresar al mundo del modelaje con unos huéspedes y su agente no pudo evitar saltar de emoción al imaginarse a su representado con ropa de maternidad especial para donceles, y si Aomine Daiki ya estaba planeado la boda junto a su hijo, porque deseaba mostrar al mundo que Kise Ryota ese sexy modelo ya no estaba en el mercado sino estaba comprometido con un idiota…ok con un poco despistado moreno llamado Aomine Daiki.
Tenshi no pudo evitar mostrarse orgulloso de que pronto seria un hermano mayor que protegería a las futuras estrellas de su hogar, si definitivamente su vida era perfecta y estaba feliz de ese resultado.
FIN