Tú:
¿Que ha sido eso?
8:45
Jihoonnie <3:
Tranquilo, solo me he torcido un poco el pie, exagerado…
8:45
Tú:
Ten cuidado! No olvides que puedo sentir todo!
8:46
Tú:
Qué te pasa!?
8:47
Jihonnie:
Solo golpee la pared un poco, para ver si te calmas de una vez.
8:47
Tú:
Desquiciado!
8:47
Jihoonnie:
Lo haré otra vez
8:47
Tú:
Solo trae las cosas rápido Hoonnie~
8:48
Jihoonnie:
Eso intento, sería más rápido si
dejaras de acosarme por mensajes
todo el tiempo
8:48
Tú:
Ya, paro, pero apúrate,
se está haciendo tarde
y no quiero que estés en la calle por la noche, podría ser peligroso…
8:48
Jihoonnie:
Ya voy exagerado…
8:50
Bajó su celular al leer el mensaje del chico soltando un pequeño suspiro y mirando su mano dolorida, vaya que su pequeño novio había golpeado fuerte la pared.
Rodó los ojos y masajeó un poco la zona, intentando que el dolor parara por un momento.
Definitivamente su compañero era bastante especial, entonces Junhui se preguntó si el destino le había puesto a la persona correcta, tal vez hubo algún error a la hora de ponerlos como almas gemelas, o tal vez no.
Si habláramos de las personalidades de Junhui y Jihoon, eran bastante diferentes, mientras que el chino gustaba de ser el centro de atención de las personas, el pequeño prefería pasar desapercibido por la sociedad, quedarse todo el día en su departamento acostado y en el celular, Junhui era de salir todo el tiempo, estar en fiestas e ir al centro comercial a gastar su dinero en ropa de moda.
Jihoon era bastante malhumorado y serio, y Junhui expresivo y entusiasta.
A simple vista no parecían una pareja de novios.
Y costaba bastante creer que eran el alma gemela del otro.
Pero si había algo que compartían, era el amor que se tenían, no solo hablando de sentimientos, porque en Junhui, Jihoon descubrió más que sólo un chico bonito, descubrió su complemento.
El chico en sí era talentoso, era magnifico en cuanto a la actuación, tocar el piano y por supuesto, cantaba de una manera que lograba enamorar aún más a Jihoon.
Claro que Jihoon no era el único enamorado, Junhui estaba embobado con su menor, su pequeña altura lo enternecía, su linda carita le encantaba de sobremanera y oh por dios, tenía la voz más hermosa que Jun había escuchado en su vida.
Tenían suerte de que hubieran encontrado una forma de encontrar a su alma gemela o quizás nunca se hubieran hecho novios y se hubieran quedado con sus ex.
La vez que se conocieron fue bastante rara.
Wonwoo, un amigo que tenían el común los presentó.
Todo fue muy normal hasta que por un descuido Junhui golpeo su dedo pequeño del pie contra un mueble de la casa de Wonwoo, resultando con Jun y Jihoon gritando al mismo tiempo por el dolor.
Fue bastante incómodo para ellos ese día pero bastante divertido para su serio amigo.
Después de todo encontraron a su alma gemela por un accidente estúpido.
Rio flojo al recordar semejante escena vergonzosa.
Miró de nuevo a la televisión donde se reproducía uno de los episodios de Lost In Space en Netfix. Se suponía que iba a verlo con Jihoon, pero como este estaba tardando demasiado en traer unas simples palomitas de la tienda decidió que ver unos cuantos episodios sin él, no le haría daño a nadie. Claro, mientras él no se enterara todo estaría bien.
***
Ya ni siquiera sabía cuántos episodios había visto. El cielo se veía oscuro desde la ventana de la sala, y su pequeño novio aún no llegaba. Se comenzó a preocupar cuando tomó su celular para llamarle y éste no le contestó.
Todo fue peor cuando al levantarse del sofá sintió un dolor punzante en la mejilla y posteriormente sus brazos comenzaron a arder.
Supo instantáneamente que algo no estaba bien con Jihoon.
Intentando tomar sus llaves para salir del departamento lo sintió.
Un dolor desgarrador se instaló en sus caderas, tan intenso que logró tirarlo al suelo fácilmente.
Comenzando a hiperventilarse al saber lo que le estaría pasando a Jihoon intentó levantarse nuevamente pese a todo el dolor que sentía.
Imaginarse lo que estaría sufriendo su novio en esos momentos le destrozaba el corazón.
Ignorando todo, tomó sus llaves y salió lo más rápido que pudo del departamento.
No sabía cuál era su plan, no sabía por dónde debía comenzar a buscar, no había ningún ruido en las calles, no había nada que le ayudase. Lo peor, el dolor se hacía cada vez más insoportable en su cuerpo.
Pesadas lágrimas bajaban de vez en cuando por sus mejillas perdiéndose entre su cuello y el inicio de su ropa. No imaginaba todo lo que le estaban haciendo a su pequeño.
Algunas veces cuando el dolor era realmente desgarrador lograba parar su caminata, sacándole pequeños gritos de la garganta. En ese punto sus piernas temblaban y probablemente si caía al suelo no podría levantarse de nuevo.
¿Qué clase de persona podía hacerle eso a Jihoon?
¿Acaso se había metido en problemas con alguien?
Dudas y dudas llegaban a su cerebro pero eran fácilmente dejadas a un lado cada que su cuerpo sentía diversos golpes por doquier.
Que jodido es el destino.
Definitivamente el poder sentir el dolor de tu alma gemela era jodido.
Comenzó a desesperarse aún más cuando sintió un dolor en la mejilla (probablemente un puñetazo) y después nada.
Los golpes en su cuerpo dejaron de seguir llegando. Y lo más importante. El cuerpo de su pequeño había dejado de ser violado (O eso creía al menos).
Cuando el dolor en su cuerpo comenzaba a ser una bruma que poco a poco se detenía; corrió, no sabía a donde, pero comenzó a correr.
Miraba entre cada callejón que aparecía en su vista, intentando encontrarlo. Su corazón latía desenfrenadamente. Le sorprendía como las calles estaban tan vacías a esa hora. Era desafortunadamente ingenioso para el desgraciado que se metió con Jihoon.
Los gritos de impotencia se ahogaban en su garganta. Mordía su lengua evitando que salieran.
Su ceño fruncido era impresionante.
Estaba seguro que a cualquier persona que se le cruzara en frente que no sea su novio podía golpearlo de puro enfado.
Se detuvo una cuadra antes de llegar al supermercado.
En cuestión, debería de estar cerca de ahí.
Mirando hacia los lados y caminando en círculos pensando en los lugares donde podría estar. Se detuvo.
Unos pequeños sollozos se escuchaban cerca de ahí. Justo detrás de la casa que estaba a su lado.
Corriendo hacia ellos, y brincando algunas cajas que se encontraban tiradas en el suelo del asqueroso callejón, logró ver un pequeño bulto acurrucado contra la pared.
Su corazón se rompió al instante al poder identificar a Jihoon.
Se encontraba intentando sentarse de alguna forma. En su cuerpo se podían apreciar los que después serían unos feos hematomas. Sus delgados brazos temblaban y él no sabía si era por el frío que comenzaba a sentirse en el lugar o si era por lo lastimados que se veían. Él incluso lograba sentir un poco del dolor que sufría el pequeño tan solo con moverse. A unos pasos del cuerpo de su pequeño se podía ver una bolsa con la marca del supermercado tirada junto a una parte de la ropa de Jihoon.
Sus puños se abrieron e inmediatamente comenzó a acercarse a él. Tocando ligeramente uno de sus hombros su corazón se rompió aún más al ver como el chico se abrazaba a sí mismo como intentando protegerse de cualquier amenaza.
-Jihoonnie… amor, soy yo…
Sus palabras se atoraban involuntariamente y no sabía el porqué. Lo único que quería en ese momento era tomar a Jihoon en brazos y protegerlo de todo aquel que quisiera hacerle daño de nuevo.
-Junnie?...
Un poco tembloroso levantó la mirada; ahora se podía apreciar su pequeño rostro a la perfección. Se encontraba bañado en lágrimas y su labio inferior estaba roto, con un pequeño hilo de sangre seca en él.
Rápidamente su pequeño cuerpo se abalanzó contra el de su mayor, comenzando a llorar desconsoladamente. Por supuesto, Junhui lo recibió con los brazos abiertos, tragándose un pequeño quejido por el dolor transmitido del chico.
Soltaba un llanto tan desgarrador que dejaba a Jun sin saber qué hacer para calmarlo, atinando a acariciar su cabello con suavidad en un intento por reconfortarlo de alguna forma.
- P-Perdón Junnie… yo no quería pero…- Le dio un pequeño beso interrumpiéndolo, negando suavemente ante las disculpas del chico.
- Tú no tienes de que disculparte Jihoon, sino el desgraciado que te ha hecho esto…
Dijo con el ceño fruncido nuevamente.
La ira y la impotencia fluían por su cuerpo y él no sabía qué hacer.
Su instinto trataba de ayudar a Jihoon y a la vez ir a buscar al desgraciado.
- L-Lo siento tanto… tuviste que soportar esto también por mi culpa… si tan solo te hubiera hecho caso y no hubiera tardado tanto en regresar…
Escuchar cómo se disculpaba por algo que el no hizo le destrozaba el corazón a Junhui de varias maneras.
Sin pensarlo mucho se sacó la chaqueta y tapó el cuerpo semi desnudo del pequeño. Su blanquecina piel comenzaba a tener manchas en ella. Marcas de las manos del tipo en sus delgados brazos le confirmaban también lo que había sucedido. El propio cuerpo de Jun aún sentía el dolor de ser sometido a la fuerza.
- Shhh amor… tu no tuviste la culpa de nada, si tan solo te hubiera acompañado probablemente no te hubiera pasado esto, se lo peligroso que es este lugar por las noches y lo dejé pasar… perdóname tu a mi Hoonie…
El chico dejó un pequeño beso en la comisura de los labios del chino intentando que dejara de decir todas esas tonterías.
- Por favor… podríamos ir a casa…?
Asintiendo de forma inmediata, no tardó en levantarse con Jihoon en brazos, intentando que este no se moviera demasiado y evitando tocar las partes sensibles de su cuerpo. No quería que siguiera sintiendo dolor.
Un angel tan bello como lo era su pequeño no merecía haber pasado por esa experiencia y mucho menos culparse por eso.
Necesitaba ser cuidado y amado por el resto de su vida. Y eso era lo que Junhui haría.
Se negaba a que alguien más le hiciera daño a Jihoon.
Y por un momento Jun se alegró de que pudiera sentir el dolor de su pareja, así podría saber cuándo algo este mal con su pequeño.
- Junnie…
- Si?
- Gracias por venir por mi…
- Iría a donde fuera por ti, okey?
- Okey…
- …
- Jun
- Si?
- Te amo…
- Yo también te amo.