El taxi se detuvo frente a una imponente mansión mientras los donceles le repetían palabras de aliento a su amigo, Sai bajó del coche con andar titubeante y aferrándose a su pequeña hija, los rubios lo flanqueaban mientras Neji los seguía a una corta distancia.
Estaban a pocos metros de la puerta cuando Sai se detuvo y le tendió su hija a Deidara.
— Cuídala un segundo por mí ¿está bien? Si mis hermanos empiezan a gritarme no quiero que Matsuri comience a llorar.
Deidara tomó a su sobrina en brazos con mucho cuidado y le dio un asentimiento a Sai. Vieron a su amigo dirigirse a la puerta de la gran mansión y tocar el timbre, en ese momento Naruto le tendió su hijo a Neji haciendo que el castaño eleve una ceja de forma interrogante.
— Después te explico Neji.
El Hyuga no tuvo de otra que obedecer y tomar en brazos al pequeño Mitsuki, entre tanto Naruto no apartaba su vista de Sai. Él estaría atento, sabía que sería normal el que los hermanos de Sai comenzaran a gritar y despotricar en contra del menor por algún tiempo, los hermanos preocupados saldrían histéricos, pero si se pasaban de preocupación a desprecio puro Naruto estaría listo para interferir, no dejaría que Sai fuera más lastimado de lo que ya estaba.
Sai esperó pacientemente a que la puerta fuera abierta, cuando nadie atendía comenzó a tocar el timbre insistentemente, después de unos minutos escuchó unos pasos apresurados y la inconfundible voz de su hermano mellizo, ladeó la cabeza confundido, sus hermanos no eran precisamente riquillos snobs y fresas que no hacían nada por sí mismos, pero estaba seguro de que las sirvientas abrían la puerta.
— … deja de molestarme… — se abrió la puerta revelando a un varón con no más de 17 años, alto, con un notable parecido a Sai pero cuyo tono de piel no era tan claro, su cabello negro (que con la luz parecía algo azuloso) era un poco más largo que el de Sai y un flequillo parecía estarse formando, sus ojos eran dos pozos obscuros que en esos momentos demostraban lo irritado que estaba — … cierra la boca Suigetsu, tú no… — el Uchiha dejó caer su celular de la impresión apenas vio a Sai, el menor estaba seguro de que Sasuke hubiera boqueado si eso no fuera “muy poco Uchiha”.
— Hola Sasuke — habló nerviosamente Sai esperando la reacción de su hermano.
Sasuke permaneció en shock un par de segundos más hasta que volvió en sí y entró como alma que lleva el diablo a la mansión, Sai miró confundido a sus amigos haciéndoles saber que él tampoco sabía lo que ocurría, poco después se escucharon pasos apresurados y maldiciones al aire por una segunda voz masculina.
— ¡¡Maldita sea Sasuke!! ¡¡Devuélveme mi teléfono ahora mismo, estoy trabajando!!
Por la puerta salió Sasuke que corría evitando que un muy furioso Itachi lo alcanzara, era parecido a Sasuke pero con sutiles diferencias, el color de pelo del mayor era más oscuro y de flujo más suave, eso sin contar con que era bastante más largo y lo ataba en una cola de caballo, además de que su piel era unos tonos más oscura y tenía grandes ojeras bajo los ojos.
Tanto Naruto como Deidara pensaban: “Menudo pedazo de hombre”, pues los hermanos de Sai eran atractivos, Neji también lo pensaba pero no le parecían muy impresionantes, no en vano él estaba enamorado de Shikamaru.
Sasuke dio un par de vueltas alrededor de Sai con la esperanza de que Itachi lo notara pero el mayor estaba demasiado furioso para eso, con un suspiro, Sasuke corrió frente a Sai y le puso el celular en las manos, antes de salir corriendo otra vez, con rumbo a la seguridad.
Como era de esperarse Itachi fue a donde Sai, le quito el celular de las manos con un movimiento brusco antes de fijarse a quien tenía en frente, el shock presente en su rostro cuando dejó su celular caer, Sai lo miró nerviosamente esperando una reacción, pero Itachi no parecía querer salir de su aturdimiento.
— Itachi… — Justo cuando menos lo esperaba el mayor de los Uchiha levantó una mano y le dio una bofetada, Sai derramó un par de lágrimas pensando lo peor.
— Esta es la primera y la última vez que te golpeo — habló Itachi con voz seca — ¿tienes idea...? ¡¡¿TIENES UNA MALDITA IDEA DE LO QUE NOS HICISTE PASAR?!! ¡¡¡SI LO VUELVES A HACER NO TE PERDONARÉ EN LA VIDA, ESTÚPIDO HERMANO MENOR!!!
Itachi abrazó a Sai cuando a Naruto le faltaban 2 metros para llegar hasta ellos, pues al igual que Sai había pensado en lo peor, el rubio se detuvo al escuchar las palabras del azabache y observó al igual que sus amigos, como el otro varón se acercaba a sus hermanos.
— De verdad que eres estúpido, copia barata. — Sasuke se detuvo frente a sus abrazados hermanos —. No debiste salir corriendo cuando perdí el control, debiste quedarte allí y regresarme el sentido común a bofetadas — colocó una mano sobre el hombro de Sai.
El Uchiha menor se echó a llorar en ese instante, abrazó a Itachi con más fuerza todavía y murmuró disculpas a sus hermanos, estaba tan aliviado de saber que ellos no le rechazaban, la verdad sea dicha, Sasuke era quien más le preocupaba de los dos hermanos, no solo por la reacción que tuvo aquella noche sino también porque era su hermano más cercano, era su mellizo y siempre habían estado juntos, incluso, aunque la mayor parte de la gente pensaba que solo lo hacían los gemelos, ellos tenían una forma de contarse cosas que nadie más entendería, todos esos insultos que dijo a ambos… eran su manera de decirle que estaba equivocado y que lo sentía, porque su mellizo se había vuelto demasiado reservado, nunca le diría “Te quiero”, “Me equivoqué” o “Lo siento”, al menos no con esas palabras.
— Nunca vuelvas a irte de esa manera Sai — habló Itachi aun abrazando a su hermanito —. Te estuvimos buscando por todos los medios pero no dimos contigo ¿dónde estabas? — preguntó curioso el mayor.
— En Akatsuki — Sai observó confundido como Itachi se reía — ¿Qué es tan divertido?
— Que en Akatsuki es el único lugar donde nadie te puede encontrar.
— ¿De qué hablas, Itachi?
— Akatsuki tiene autorizada la completa confidencialidad de las personas que atienden, no existe un registro público de los miembros de Akatsuki y de hecho, nadie busca nunca en Akatsuki porque aunque lo hagas te negaran cualquier información, salvo que te quedes para ser atendido, si hubiéramos ido a buscarte ahí nos habrían dicho que nunca pisaste siquiera las instalaciones.
Sai se quedó pasmado, aunque ahora entendía porque Naruto escogió Akatsuki de todos los lugares, era el único sitio donde podría estar a salvo de Minato y Kushina.
— Pero eso no importa ahora, lo único que debe importarnos es que ya estamos los tres juntos.
Sai se tensó al escuchar las palabras de Itachi —. Ni-san… no seremos exactamente 3.
Sus hermanos lo miraron desconcertados. — ¿A qué te refieres copia barata?
— Chicos… — Llamó Sai.
Los donceles se acercaron y saludaron a los hermanos Uchiha con un ademan de mano, excepto Deidara, que lo hizo con un ademan de cabeza ya que tenía ambas manos ocupadas, Sai se acercó a Deidara y tomó a su pequeña en brazos.
— Esta niña es Matsuri, mi hija, la hija que tuve de Shin — admitió con pesar lo último.
Itachi lo miró asombrado, pero Sasuke parecía culpable.
— ¿Aquel día...? ¿Tú ibas a decirme...? — Preguntó esperando estar equivocado. El menor de los Uchiha asintió haciendo que su mellizo apretara los puños. — Soy un idiota — El mayor de todos lo miró interrogante. — Después te explico Aniki.
— Bueno, eso no es importante, solo que ahora seremos 4 en vez de 3 — habló Itachi con voz calmada. — ¿Quiénes son tus amigos?
— El rubio de cabello largo es Deidara, el castaño se llama Neji y el rubio de marcas en las mejillas es Naruto, estaban conmigo en Akatsuki — los presentó sencillamente notando que Itachi se comía con la mirada a Deidara, al rubio no parecía afectarle y a Sai no le extrañaba, con el pasado de Deidara era obvio que su rubio amigo estaba acostumbrado a las miradas hambrientas.
Caso muy distinto al de su otro hermano, Sasuke no parecía interesado en analizar a nadie ni nada por el estilo, pero Naruto si estaba ocupado analizándolo a él, después del primer minuto el ojo de Sasuke adquirió un tic y le habló a Naruto con molestia en su voz.
— ¿Por qué me miras tanto? ¿Acaso te gusto o solo eres un dobe?
Naruto le miró molesto antes de contestarle mordazmente.
— Eso quisieras, y la verdad no puedo imaginar quien sería tan estúpido o ciego para ver atractivo a un teme como tú — Naruto no estaba observando al hermano de Sai porque le pareciera guapo… bueno, tal vez un poco, pero en realidad estaba intentando entender cómo fue que lo confundieron con un doncel durante tantos años, pero claro que el hermano de Sai era el teme engreído que su amigo describió cuando contó su historia, y Naruto no iba a ignorar ese hecho.
Neji y Deidara rieron suavemente por la actitud explosiva y rebelde de Naruto, era obvio que el soltaría un insulto como ese. Sai lo miró asombrado, no existía chica o doncel que le hablara así a sus hermanos, a menos que fueran familia o amigos muy, muy cercanos. Sasuke lo miró como si quisiera matarlo, pero nadie se perdió la reacción del mayor de los Uchiha.
Itachi se carcajeó (Itachi era más relajado que el resto de los Uchiha, así que no le importaba “perder la compostura”) apenas terminó de escuchar lo que el rubio le gritó a Sasuke, ignoró la mirada asesina de su hermano mientras miraba a Naruto y le hablaba con voz emocionada.
— Me agradas rubio. Nadie nunca le había hablado a Sasuke de ese modo, no tienes novio ¿verdad? Le harías muy bien a mi Ototo-baka ¿quieres ser mi cuñado?
Naruto (al igual que todos los presentes) se quedó sin habla ante las palabras del Uchiha mayor, observó al azabache como si le hubiera crecido una segunda cabeza en tanto Itachi lo miraba con entusiasmo y diversión.
Pero fue Sasuke quien respondió: — Yo nunca me fijaría en semejante dobe, Aniki.
Entonces el rubio estalló gritando improperios contra el azabache los cuales fueron devueltos con una rapidez sorprendente, Neji se alegraba de estar sosteniendo a Mitsuki en brazos, no quería que él pequeño se echara a llorar por la pelea de esos dos, Deidara se seguía riendo, Sai encontraba hilarante esa pelea, e Itachi… el seguía convencido de que quería a Naruto de cuñado.