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GOTAS DE SANGRE EN LA NIEVE ~ {Shijima x Cardinale} por chibi fujoshi 374

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Notas del capitulo: Bueno aun me faltan seguir los fics que tengo... pero es que no había fics de esta pareja que es mi OTP de next dimensión XD asi que me llegó la inspiración y ni modo :v    Todo lo que este encerrado en "" será el pensamiento de la persona.    Esta historia también esta en wattpad :3 

 

 
 
La noche era oscura y fría, el cielo estaba algo rojizo, el viento helado parecía calar hasta los huesos, la nieve de invierno caía lentamente cubriendolo todo de blanco, y en medio del silencio y la humedad los pasos apresurados de una persona se escuchaban como un eco que rasgada el silencio y la tranquilidad de aquella noche gélida y silenciosa.
 
Primero todo fue silencio, el vapor saliendo de aquellos labios rosas y secos por el frío, el viento helado que parecía rasgarle la garganta...
 
Y de repente, la tranquilidad fue desgarrada por un grito de auxilio:
 
-Ayuda!, por favor ayudenme! - era la voz casi ronca de la persona que corría en las calles, los golpes en las puertas al azar despertaron a los vecinos, y algunas luces se encendieron, asomando sus cabezas por las ventanas para ver que ocurría ¿curiosidad, morbo? No importaba muchos de ellos tan sólo se dedicaron a observar, la escena era la siguiente: un muchacho notablemente joven de cabellos largos y rubios corría aterrado de un lado a otro, y gritando como si hubiera perdido la razón.
 
-deberíamos llamar a la policía... 
 
-alguien ya debió hacerlo.
 
Muchas de las conversaciones morían así, nadie parecía querer abrirle la puerta al desconocido, de todos modos, podría estar loco, pero esa teoría murió cuando vieron de lo que huía, una sombra de un hombre alto de saco largo y gris logró alcanzarlo, tomandolo de su largo cabello lo arrastró alejandolo de las casas, los gritos del Rubio aumentaron, estaba desesperado, asustado y no dejaba de gritar por ayuda, podía jurar que sentía la muerte asecharle con cada centimetro que se alejaba de aquellas casas.
 
Aquel hombre lo llevo tras un árbol, para tener más "privacidad" parecía no importarle mucho que la gente estuviera mirandolos.
 
-no... no, no, no, por favor! No! - gritaba ya con la voz apagada, sus manos se pusieron en frente buscando defenderse de alguna forma - Izo... te... te lo supliahhhhh!!! - fue el grito que interrumpió su ruego al sentir el filo del cuchillo clavarse en su pierna
 
Miedo, el terror absoluto que todo humano siente al estar tan cerca de la muerte, ahora no tenía salida, con la pierna en ese estado no podría tan siquiera correr para huir, gritó nuevamente al sentir como su agresor tomaba el mango para moverlo y abrir aun más la herida.
 
-I... Izo... basta... - murmuro con.la voz temblorosa, en cuanto el metal ensangrentado salio de su pierna se paralizo al ver que Izo empuñaba nuevamente el mango y esta vez con otro objetivo, esta vez parecía que pensaba clavarselo justo en el rostro.
 
-por que no sonries para mi Cardinale? - fue la pregunta retorica que helo la sangre del rubio, cerro los ojos esperando su tragico destino, pero el cuchillo nunca llego a su cuerpo, alguien se habia unido a la escena, un hombre de cabellos rojizos se lanzó sobre izo en un intento de detenerlo.
 
-no se queden mirando! Alguien llamé a una ambulancia! - gritó al ver que algunas personas aun seguían asomadas por la ventana sólo viendo la escena con pasividad.
 
Al menos hizo reaccionar a algunos que esta vez si llamaron a la policía y una ambulancia, incluso algunos se pusieron a grabar la pelea que ahora se sucitaba entre el pelirrojo y el agresor, el rubio se veia asustado pero no se movia, alrededor de el la sangre que brotaba de la herida de su muslo comenzaba a formar un gran charco de sangre oscura que contrastaba con la blanca nieve que los rodeaba, poco a poco fue perdiendo la conciencia.
 
en un determinado momento, un grito desgarrador salió de los labios del pelirrojo y luego de eso una voz ronca y extraña, para después pasar a un silencio abrumador.
 
Izo se fue al ver que ni el pelirrojo ni el rubio tenían oportunidad contra el, además que ahora no podia permitirse ser atrapado por la policía, se levantó tomando su ensangrentado cuchillo, lo escondió, corrió y se perdió en la oscuridad de las calles, de manera rápida y sigilosa, como si fuera una sombra.
 
Ese día la nieve se mancho de rojo, rojo sangre, rojo tal como los cabellos de su Salvador quien ahora temblaba hasta casi convulsionar, Cardinale no entendía por que el se sentía tan cansado, y debilitado, pero su vista se nublaba y su cuerpo se hacía pesado, lo último que vio antes de perder la conciencia fue aquel par de ojos azules dirigirle una mirada en medio de las luces de las sirenas acercándose.
 
[....................]
 
Al abrir sus ojos vio todo blanco, no sabía en donde estaba, ¿el cielo quizá? No... definitivamente en el cielo no debería sentir tanto dolor.
 
-despertaste - dijo una voz calmada y tranquila que le resultaba familiar, así que lo busco con la mirada cuando sus ojos lograron enfocar bien el lugar en donde estaba - Shijima ¿cierto?... - justo a lado de su cama estaba el rubio quien leía su historial, aprovechando que no había nadie, a Shijima le dolía respirar pero miro con preocupación al rubio quien tenía una muleta a su lado y un vendaje en su muslo.
 
-"que paso?... y quien es este tipo?" - pensaba Shijima mientras miraba al rubio, intentó hablar, pero no podía el sólo intentarlo le hacia sentir que su garganta se desgarraba de manera extremadamente dolorosa, pero dejó salir un sonido ronco y horrible.
 
-no, no hagas eso - Cardinale se acercó y con un pequeño espejo le hizo ver que todo su cuello estaba vendado, el no era muy bueno para explicar ese tipo de cosas, pero para su suerte llegó el médico quien le quitó los papeles al rubio.
 
-buenas tardes señor Shijima - saludo aquel hombre que se veía algo mayor y lo miraba con seriedad, con una mirada reprobatoria logró que Cardinale se fuera a su cama en donde se suponía debía quedarse, en palabras algo complejas y algunas divagaciones le explicó su estado, que sólo se resumía en "el cuchillo corto las cuerdas vocales, no podrás hablar" bien eso en cierta forma debía ser bueno, considerando que hay muchas venas y arterias grandes ahí, podría decirse que tenía suerte - tienes algún familiar al que podamos llamar? - pregunto el doctor al ver que Shijima no mostraba reacción alguna.
 
-"me quedaré mudo para siempre?... que voy a hacer ahora?" - al oír la voz del doctor Shijima negó con la cabeza, si tenía algunos familiares pero casi nunca hablaba con ellos, era lo último que necesitaba.
 
-bien, lo mantendremos aquí hasta que se recupere, el seguro de estudiante lo cubrirá por ahora, recuperese pronto - dijo mientras se ponia de pie
 
Se dirigió hacia el rubio para revisarlo, Cardinale era bastante hablador, el doctor se había acostumbrado y ya solamente lo ignoraba, al ver que hablar con el doctor era un caso perdido la atención del rubio se concentró en su compañero de habitación y también su Salvador pelirrojo.
 
-por cierto gracias colega - le dijo mirando hacia Shijima mientras revisaba la herida de su pierna, la cual era profunda pero al parecer estaba curando perfectamente - de no ser por ti estaría muerto, así que... en verdad es algo que te debo - le dedico una sonrisa y Shijima no podia pensar en otra cosa que no fuera "parece una chica" - por cierto soy Cardinale, Cardinale Ross estudió diseño de ropa, y tu... olvidalo, ya leí todo de ti, además no puedes responderme, Shijima Dharma 23 años, estudias para ser profesor y vives en el complejo de departamentos de la calle 19, ya te agregue en Facebook - dijo sacando su celular y mostrándole su perfil.
 
-"parece un acosador... " - pensó Shijima algo asustado y asintió con la cabeza, así que este era el tipo raro que había salvado la noche anterior, era carismático pero demasiado ruidoso, en cuanto el doctor se fue Cardinale se puso de pie ayudado por la muleta para sentarse a lado de la cama del pelirrojo.
 
-dijiste que no tienes familiares, pero aquí en la publicación de hace 5 años dice que estas con tus hermanos - decía enseñándole una foto antigua que incluso el había olvidado.
 
-"aterrador" - pensó alejándose un poco de Cardinale.
 
-problemas familiares?... bueno suele suceder, yo... nunca tuve una familia - dijo de forma casi dramática apoyándose en la cama - bueno tampoco me hacía mucha falta - sonrió levemente mientras se enderezaba - no te cansa estar así? Es muy aburrido, yo quiero salir ya... - se quejo estirando sus brazos en el aire.
 
-"por donde se apaga a este chico?" - se pregunto rodando los ojos ante el cansancio de escucharlo.
 
Una enfermera llegó con un gran ramo de flores que con sólo verlas parecía inquietar al rubio.
 
-son muy bonitas, son para ti, Cardinale - le dijo la enfermera sonriendole y las dejó a lado del Buró que tenían a lado de sus camas, Cardinale no espero para ir a ver y tomar la tarjeta que sobresaltaba a lado de aquellas rosas Rojas.
 
"Recuperate pronto ❤
No puedo esperar para verte"
-Izo 
 
 
Era la escritura en la tarjeta y Cardinale palidecio, dejó caer la tarjeta como si le quemara y miro a la puerta con desesperación, como si alguien aparecería ahí en cualquier momento.
 
-"se quedo callado muy de repente, que paso?" - la mirada de Shijima se dirigió al suelo, no entendía que había de malo en una tarjeta como esa.
 
-Lamento haberte metido en problemas Shijima, se que... seguro estarás molesto conmigo... dime... si no piensas llamar a tu familia... ¿dejarías que pague mi deuda?, podria ayudarte en lo que te recuperas - bien, eso era juego sucio, pero en verdad no tenía a donde ir, y quería esconderse de Izo cuanto antes
 
-"un enfermo cuidando a otro enfermo, que original" - pensó sonriendo divertido ante la idea, aunque Cardinale no le parecía alguien de fiar, pero su mirada suplicante le convenció y asintió con la cabeza, Cardinale sonrió estaria a salvo... al menos un tiempo.
 
-gracias Shijima! Haré mi mayor esfuerzo para que te recuperes pronto - dijo con entusiasmo y una sonrisa bastante alegre.
 
 
 
Continuará.......
 

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