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Stone Cold por wandarogersstark

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Notas del fanfic:

One Shot / songfic basado en la canción STONE COLD By Demi Lovato.

Pueden escuchar la canción antes de leer o mientras leen, pero escuchenla por favor, que por eso les dejo el hipervinculo del video con la letra en español.

 

DISCLAIMER: Ninguno de los personajes me pertenecen, son propiedad de Marvel, como propiedad intelectual de Stan Lee, ni la canción usada, sin embargo, la trama de la historia son completamente de mi autoria, por lo que se prohibe la adaptación y/o plagio completo o parcial del mismo sin previo permiso.

Notas del capitulo:

Hola a todos! ya estoy de regreso con un nuevo OS, pero esta vez es turno del Stucky, por que ya saben, son un alma multishipper y esta es mi Shipp culposo.


Como siempre, ya saben lo que les pongo acá:


HUMOR: Stone Cold - Demi Lovato (Sub. Español)


 


[Y por favor, eviten cualquier comentario afencibo hacia los personajes, que habrán dos que seguro adiarán :D]

Steve y Bucky siempre han sido amigos, desde que tienen uso de memoria. Cuando eran niños, todos sabían que para donde Steve corriera, Bucky lo hacía, como un imán, incapaz de alejarse. En ese tiempo Steve ya había mostrado sus dotes de líder, ya que todos los niños siempre le seguían y querían jugar con él, sin embargo, al final del día, el rubio siempre seguía a Bucky a su casa y ambos jugaban videojuegos o algún juego de mesa. Siempre fueron Steve y Bucky.

 O lo eran hasta que en su primer año de preparatoria se les unió Sam Wilson, un chico de piel oscura y personalidad burbujeante que siempre estaba ahí para todos; y Natasha Romanoff, una chica hermosa de cabello rojizo que recién se había mudado desde Rusia; completando así su grupo de amigos cercanos, claro que con el paso del tiempo habían hecho distintas amistades, como cuando en la universidad Nat y Bucky conocieron a Bruce Banner, quien después les presentaría a su egocéntrico novio millonario Tony Stark. Steve y Sam por su parte, al entrar a la milicia, conocieron a Carol Danvers, Clint Barton y a James Rodhes (quien irónicamente era mejor amigo de Stark) haciendo sus reuniones más grandes aun. Comúnmente ya no eran Steve y Bucky, pero al final del día, siempre eran solo ellos, compartiendo una amistad e intimidad que no tenían con el resto.

Es decir, Bucky y Steve se dieron su primer beso y perdieron su virginidad juntos, y aun así habían jurado que seguirían siendo mejores amigos; pero Bucky rompió el juramento y se enamoró perdidamente de Steve, bueno, siempre lo ha estado, pero antes era solo algo platónico, ahora era real y tangente. Amor sincero y real. Claro que se lo dijo a Steve y este solo le miro y le sonrió, para luego tirarlo sobre la cama de su habitación en la universidad y hacérselo como solo Steve sabe. Cuando hubo terminado, Steve se vistió y mientras lo hacía le dijo a Bucky que lo lamentaba, pero que ya no podrían seguir con ello, y que lamentaba de corazón no corresponderle a Bucky, pero ya le había quedado claro que le gustaban las chicas, y lo suyo no iba a ser posible.

Esa noche, fue la primera en la que Bucky realmente lloro por amor, y cuando Nat arribo a su habitación sin aviso y lo vio, no tuvo más remedio que contarle todo. Desde entonces ella es la única que sabe sobre lo de Steve y Bucky. En secreto odiando al rubio por lastimar a un chico tan noble como lo era Bucky Barnes.

Con el paso de los años, Bucky salió del closet, y mantuvo distintas relaciones tormentosas con distintos chicos, como Brock Rumblow, un compañero de unidad de Steve, pero desgraciadamente se le ocurrió meterle una tremenda cachetada en un antro donde habían ido a bailar en compañía de sus amigos, los cuales al ver lo ocurrido, no dudaron en irse contra él a golpearlo por lo que le hizo. Esa noche, todos vieron a un Steve Rogers muy distinto al que normalmente conocen, golpeo tan salvajemente a Rumblow y después tomo una piedra fría y se la estampo contra la quijada, rompiéndola en el acto. Tal acción le valió dos semanas de suspensión laboral al rubio y una baja definitiva a Rumblow.

Después de esto, una semana aproximadamente, Steve llegó al departamento de Bucky para saber cómo estaba. Tras una larga y amena charla, ambos terminaron de nuevo en la cama devorándose el cuerpo, y a la mañana siguiente, Bucky despertó solo como siempre.

Bucky nunca obtuvo una razón por la que Steve siempre lo usara, nunca lo supo. Pero lo que si sabía era que él se dejaba usar solo por el vano capricho de poder sentirse suyo, aunque sea una noche. Una parte de su mente quería pensar que era porque Steve en realidad le amaba, pero su otra parte, la racional, le decía que si eso fuera, ya hace mucho se lo hubiera dicho, que él solo era su juguete.

Bucky se estaba hundiendo cada vez más en una interminable depresión y nadie se estaba dando cuenta.

Su cuerpo usualmente cuidado, con músculos definidos y hermosa piel perlada, era cada vez menor en masa, pálida y sin suavidad. Él se estaba marchitando. De apoco dejaba de comer, ya no quería salir y se la pasaba pegado a su computador escribiendo, desahogando sus penas en las páginas de sus trabajos literarios. Ahora parecía una Piedra fría…

 

Septiembre del 2018.

Se encontraba trabajando en su más reciente obra a la cual llamaba “El beso de la muerte”, un libro de fantasía que se la había ocurrido hace un par de meses después de despertar de una pesadilla.

El libro trataba de un vampiro que se enamoraba de un lobo, y que a pesar de las obvias razones por la cual lo suyo era imposible, mantenían una relación a escondidas de su respectiva especie. Él describía al vampiro como un chico rubio de ojos celestes tan claros como el cielo de verano y la piel más pálida que la nieve, mientras que el lobo era un chico de cabellos castaños, ojos azul eléctrico y piel aperlada, mancillada con cicatrices de guerras contra los hijos de la noche.

 

Toda una pantomima de su mente muy similar a lo suyo con el rubio.

 

Con los ojos llorosos por pasar tanto tiempo frente al computador, se puso de pie para buscar una liga con la cual sujetar su largo cabello que caía libremente por su cara, dificultándole la vista. Justo cuando había encontrado una liga, el timbre del apartamento sonó, por lo que redirigió sus pasos hasta la puerta para mirar por la mirilla, una cabellera rubia y unos ojos azules esperaban impacientes del otro lado, por lo que sin poder evitarlo sonrió enormemente mientras abría la puerta.

— ¡Ey Steve! — Exclamó a modo de saludo. — ¿Qué te trae por acá?

El rubio le sonrió de vuelta y paso al departamento cuando el castaño se hizo a un lado.

— Hola Buck. La verdad, tengo una noticia grande que contarte. — Expresó el rubio con ojos brillantes, el castaño le miró por unos segundos e inmediatamente sonrió con él, imaginándose a lo que iba la charla.

— ¿Fury te ascendió a teniente? — El rubio bajo la  mirada con una sonrisilla bailando en sus labios.

— Ojala, — Bufó. — es algo mejor.

— ¿Qué puede ser mejor  a que te asciendan de puesto? — preguntó confundido el castaño, no pudiendo imaginar el motivo de la felicidad de su mejor amigo.

— ¿Recuerdas a Sharon?

— ¿La chica rubia con la que has tenido un par de citas dentro del mismo complejo porque ambos están muy ocupados como para salir a cenar a un lugar decente? — pregunto el castaño con voz temblorosa, la piedra fría reapareciendo en su interior, martilleando con desagrado. El rubio asintió. — ¿Qué hay con ella?

— Pues que anoche tuvimos una cita decente y formal. — Dios, su sonrisa era enorme, casi amenazaba con partirle el rostro en dos. Bucky quería llorar. — Después de una amena charla de trabajo y demás, le pregunte que si quería ser mi novia y ella dijo que sí.

Bucky le sonrió con lo que parecía entusiasmo, pero por dentro se había roto en un millón de trozos, ¿Una novia? ¿Así, nada más?

Eso no era justo. Nada justo. Él es quien ha estado con Steve por prácticamente toda su vida, con él fue que perdió su virginidad, por él, el rubio sabe besar, él fue quien le presento a Stark, quien más tarde le ayudará a entrar a S.H.I.E.L.D. Él le ha amado por mucho más tiempo y Steve lo sabe, y ¿Aun así viene y le dice que alguien más ya ha ocupado el lugar que por derecho se siente de él?

Temiendo que sus ojos reflejarán el dolor que sentía, mejor miro al piso, se aclaró la garganta y respondió: — Wow, supongo que felicidades Rogers.

— Ey, Bucky. — El rubio frunció el ceño y con sus dedos levanto delicadamente el rostro del castaño. — ¿Por qué estas así de repente? Creí que te alegrarías por mí.

Los ojos del rubio denotaban preocupación sincera, y Bucky se tuvo que obligar a sonreírle a través de las lágrimas contenidas.

— Y estoy feliz, Stevie. — Trago en seco mientras pensaba una excusa para sacarlo de su departamento cuanto antes. — Es solo que estoy tan agotado, y mis ojos lloran por si solos por la cantidad de tiempo que he estado frente al computador que… Solo necesito dormir, es todo.

 

Steve le regalo una pequeña sonrisa que le supo a una larga despedida.

 

—  Bien, te creeré. — Se acercó al castaño y le dio un beso en la comisura de los labios. — Me voy. — Y con una última mirada, el rubio salió del departamento, cerrando la puerta a sus espaldas.

Bucky se quedó congelado en su lugar, y después se dejó caer de rodillas mientras gruesas lágrimas recorrían sus mejillas. Estaba destrozado por dentro, ¿Cómo se supone que pueda fingir de ahora en adelante? En algún punto tendría que interactuar con la chica, y no se sentía en condiciones de hacerlo.

Soltó un gemido de dolor, se puso de pie, para acto seguido caminar hacia la mesa de centro y tomar su celular, después de varios toques, ya tenía la llamada saliente.

— ¿Bueno? — Una suave voz femenina con un ligero acento ruso le contesto.

— Nat. — Sorbió por la nariz, tratando de no hipar por el llanto. — ¿Puedes venir a mi departamento? Te necesito.

— ¿Bucky? ¿Estas llorando? — Preguntó preocupada la pelirroja, después se escuchó sonidos de movimiento y un tintineo. — ¿Qué ha pasado?

— Steve… — Hipó. — Steve tiene novia. Encontró a alguien mucho mejor que yo.

La línea quedó en silencio por unos segundos, hasta que la chica volvió a hablar: — Voy para allá.

 

 

1 Mes más tarde.

 

Jodido baile de beneficencia, jodido traje ajustado que no le deja moverse adecuadamente (Claro, Nat se lo escogió y él realmente no pudo decirle no, nadie le dice No a la pelirroja.) y jodido Steve y su hermosa novia que realmente es agradable y carismática e inteligente y un montón de cualidades más que le hacen perfecta para Rogers. Joder con su vida.

El baile en el que todos sus amigos y él mismo se encontraban era organizado todos los años por Stark Industries, y como Tony era su amigo, todos los años era invitado, y él debía apoyarle. Así que, ahí se encontraba él, con un traje gris ceñido a su cuerpo y su cabello pulcramente peinado hacia atrás, sentado en su mesa asignada, solo como siempre, fingiendo concentración en su celular cuando solo estaba tratando evitar mirar a Steve bailar con Sharon en la pista de baile.

Al otro lado de la pista, pudo distinguir a la mamá de Steve: Evelyn. La mujer miraba a la pareja bailar con lo que parecía aprobación. Y cómo no, si la chica era perfecta en prácticamente en todos los sentidos, por lo que Bucky no pudo odiarla realmente, a quien odiaba realmente era a Steve.

— Si no supiera que eres gay, hermanito, — Oyó la voz de su hermana, Rebecca, a un lado suyo, por lo que despego la vista de Sharon y giró a ver a la castaña. —  juraría que te estas comiendo con la mirada a la novia de Stevie.

Bucky soltó una pequeña risa irónica al tiempo que negaba con la cabeza.

— Es muy bella, lo admito. — su rostro se ensombreció. — Pero sin duda, ella no sería mi tipo, definitivamente es del tipo de Rogers.

— ¿Y tú cómo sabes cuál es el tipo de él? — preguntó Rebecca alzando una de sus cejas perfectamente maquillada. — Y ¿desde cuándo le llamas por su apellido y no por su nombre?

Volvió a girar sus ojos ya arto de todo esto, y antes de que pudiera decir algo, Tony se acercó a su mesa e invitó a su hermana a bailar. Casi le lanza besos a Stark por salvarle, aunque después fue emboscado por Natasha y Bruce, por lo que entendió por qué Stark sacó a bailar a Rebecca. Ahora mi hermana no parece tan molesta como lo son las miradas de Nat y Brucie en conjunto, pensó.

— Y ¿Bien? — Le dio un sorbo a su copa de vino tinto y después prosiguió. — ¿Van a quedárseme viendo de esa forma o me van a preguntar algo sumamente importante?

El primero en hablar, para su sorpresa, fue Bruce.

— Natasha me contó todo sobre tú y Steve. — Cuando escucho esas palabras, casi escupe el nuevo sorbo de Vino que había bebido, y una vez que se recompuso miró asesinamente a la pelirroja, esta le regresó la mirada seria y Bruce se apresuró a aclarar las cosas. — N-no te lo tomes a mal Buck, ellas nos contó a Tony y a mí porque nosotros nos dimos cuenta de tu cambio y estamos preocupados por ti, — Bucky casi quería matar a Natasha. No solo le había dicho a Bruce, sino que también a Tony, ya no podía confiar en nadie. — la verdad todos nos hemos dado cuenta de tu cambio y estamos preocupados por ti, pero solo nosotros tres sabemos el trasfondo de todo esto.

— Yo no he cambiado en nada y lo que pasó con Rogers no tiene nada que ver. — Les aseguró con severidad, su mal humor saliendo a borbones de él. — Él ya está superado. Punto.

— ¿Entonces por qué no eres siquiera capaz de llamar a Steve por su nombre? — pregunto Nat con el mismo tono que él, después su rostro se suavizó al igual que su voz. —  No te cierres a nosotros cariño, sabes que siempre vamos a querer lo mejor para ti, ¡Incluso Tony está muy preocupado por ti! Y mira que él nunca se preocupa por nadie más que no sean él mismo y su Brucie.

— ¡Oye! — Respingó casi al instante el de anteojos. — Tal vez no te hayas dado cuenta, pero Tony siempre se preocupa por todos, solo que nunca le gusta mostrarlo.

Natasha le respondió enseguida y pronto ambos se sumergieron en una discusión sobre quien tiene la razón sobre el Stark. Bucky aprovechando la distracción de sus amigos, tomó su copa y se levantó de su silla para huir a otro lugar donde pudiera estar más tranquilamente. En el camino cambió su copa ya vacía por otra llena y encontró un pasillo tras el escenario donde sin pensarlo entró para ocultarse de todos ahí. Odiaba que todos se preocuparan de sobre manera por él, como si fueran sus padres.

Sus padres. Cuanto les extrañaba. Ellos habían muerto cuando tenía cerca de 15 años, en una fatídico incendió en la empresa donde trabajaban. Su hermana, al ya tener 21, se hizo cargo de Bucky, y ambos se vieron en la inminente necesidad de vender su hogar para con el dinero comprar un pequeño departamento para ambos y poder pagar sus estudios con el restante, y así, que de esa manera, lo ganado en sus trabajos de medio tiempo les quedaría para sobrevivir.

Fueron tiempos difíciles que sin duda les había forjado carácter. Carácter que se vio fracturado por culpa de Rogers, sino es que roto completamente. En ese aspecto él definitivamente no se parecía a una piedra fría.

Justo cuando le daba otro trago a su vino, una voz a sus espaldas le sacó de sus pensamientos.

— ¿De quién se supone que te estas escondiendo?

Giró lentamente solo para encontrarse a Rogers parado en todo su gloria, mirándole con diversión. Suspiro audiblemente.

— Me escondo de Natasha y Bruce, — Bajó la mirada para no tener que ver los ojos ridículamente azules del rubio. — me están fastidiando con su sobreprotección.

— Te sobreprotegen porque te quieren, Buck. — El rubio se acercó más a él, hasta estar solo a centímetros de su cuerpo. — Has estado actuando distante conmigo, ¿Te sucede algo? ¿Hay algo que quieras decirme?

Los ojos de Bucky picaban, porque ¡POR SUPUESTO QUE TIENE MUCHO QUE DECIR! Pero es consciente de que no todo puede ser dicho, así que respirando hondo, se armó de valor y comenzó.

— Realmente no es nada que no pueda superar, pero es solo que… — Para este punto, él y Steve ya estaban frente a frente, el rostro del rubio a centímetros del ajeno. — yo siempre he sido tu ámbar, pero ahora ella es tu sombra de oro y Dios sabe que intente ser feliz por ti, pero simplemente no puedo.

— Bucky, yo….

— No Steve, déjame terminar. — El rubio asintió, su rostro arrugado. — No puedo ahora mismo ser feliz por ti, pero algún día lo seré, incluso si no lo puedo entender, yo solo… tomaré el dolor, solo quiero que me respondas una pregunta, y quiero que me des la verdad, — trató banalmente de sonreírle a través de las lágrimas contenidas. — mi corazón y yo lo soportaremos.

Steve volvió a asentir dócilmente.

— ¿Le amas de verdad? — Steve le miró con los ojos grandes, como los de un ciervo frente a los faroles de un auto, su labio inferior entre sus dientes. — Dime la verdad, juro que no me molestaré.

El rubio bajo la mirada, y tras meditarlo por varios segundos, levanto la mirada con decisión y le miró, sus ojos azul claro ahogándole.

— Sí, Buck. — Su corazón se aceleró y luchó fuertemente por no llorar ahí mismo. — Amo a Sharon.

Ahora fue el turno del castaño para bajar la mirada mientras asentía distraídamente, cuando iba a responder, una suave voz a espaldas del rubio les interrumpió.

— ¿Steve, Bucky? — Sharon estaba parada a la entrada del pasillo, la luz de la pista iluminando suavemente sus facciones delicadas. — ¿Pasa algo, qué hacen acá escondidos?

Ambos se miraron, llegando a un acuerdo silencioso.

— Nada de que debas preocuparte cariño, Bucky y yo solo hablábamos. — Respondió el rubio, la chica sonriendo suavemente.

— Si, de todas formas ya habíamos terminado, Sharon.

— ¿Entonces ya me lo puedo llevar, Buck? — La rubia le dio una sonrisa de lado mientras se acercaba y tomaba la mano de Steve.

— Adelante. — Steve le miró una última vez, antes de desaparecer de su campo de visión. — Si ella es feliz, yo soy feliz por ti, mi amor…

La piedra fría se instaló de nuevo en su estómago, como un mal sentimiento de pérdida, o tal vez un mal presentimiento.

 

Pero esté tenía que ser su adiós

 

Continuará...

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado tanto como yo disfrute escribirlo, alto amor a mi lindo Buckaroo <3

 

All the love, Liz xx

 

P.D.


Por supuesto que tendrá una segunda parte, con final feliz c:


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