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Matrimonio por DanyNeko

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Notas del capitulo:

Esto es en realidad parte del Fictober en el que estoy participando.

Pero he decidido subirlo como one-shots o drabbles separados ya que algunos días del mes no son de shipps chicoxchico.

Así que, espero que disfruten los que subiré, el resto, por si quieren leerlo, está en mi Wattpad

 :3 

Malik era curioso por naturaleza.

Aún más después de que su hermana lo llevara -por fin, tras mucha insistencia- a conocer la ciudad en la superficie.

Se había vuelto más callado, luego de la terrorífica escena de ver a su padre muerto; sin embargo, no menos curioso.

Después de un tiempo, Malik había entendido por qué su hermana mayor parecía comprender mejor el mundo exterior. Las mujeres salían con cierta frecuencia a conseguir víveres allá fuera, e Ishizu ya había ido con ellas alguna que otra vez.

Era frustrante ¡e injusto! que él no pudiese ir por ser varón y por tener siempre que estar estudiando esas malditas tradiciones y el "legado" de los cuida-tumbas.

.

—Hermana.

Ishizu se volvió hacia la voz de su hermano menor, solo para descubrirlo jugueteando con aquella hoja de revista que le había permitido conservar. Rodó los ojos al intuir que se avecinaba un nuevo berrinche del menor.

Malik, sin embargo, la sorprendió cuando levantó la hoja del lado opuesto a dónde estaba la imagen de la motocicleta y la señaló, para lanzar una inocente pregunta — ¿Qué es esto?

La morena se acercó para detallar mejor la Ilustración que Malik le enseñaba. De inmediato resaltaban tres damas con pomposos y elegantes vestidos blancos con detalles color arena, durazno o dorado; el cabello oculto y rostros enmarcados por telas igualmente blancas, bajo hermosos velos. Por igual había tres hombres con trajes elegantes.
La fotografía parecía tomada en medio de una calle bien adornada y las parejas bien vestidas estaba rodeadas de muchas personas que también lucían arregladas para una ocasión especial.

—Es un matrimonio... Una boda —contestó la pre-adolescente, pensando en cómo plantear la explicación que Malik le pediría.

— ¿Una boda? —repitió el menor, bajando la hoja y ladeando la cabeza — ¿cómo eso que hacen los adultos antes de tener hijos?

Ishizu asintió. Las bodas en su hogar no eran muy pomposas, pero si solían reunir a toda la comunidad... Después de todo, no eran muchas familias las que se congregaban allí abajo.

—Se ve diferente.

—Allá es diferente —confirmó la mayor —hay muchas más personas, por eso las familias celebran las bodas para que todos sepan del nuevo matrimonio.

Malik hizo un pequeño mohín y luego se mordió el labio inferior, un gesto habitual cuando estaba pensativo.

— ¿Por qué la gente se casa?

Ishizu suprimió un suspiro, pensando en como explicarlo —dos personas se casan cuando se quieren mucho y así pueden formar una familia.

Malik aún no parecía satisfecho —cuando se quieren... Es decir ¿tú y yo vamos a casarnos, hermana? ¿O te casarás con Odion?

A pesar de la inocencia en la curiosidad de su hermano, Ishizu no pudo evitar un sonrojo ante la mención de su hermano adoptivo —L-los hermanos no deben casarse, Malik —dijo, aparentando calma lo más posible —el amor que sentirás por una persona con la que desees compartir tu vida es diferente al amor de familia en la que naces.

— ¿Cómo sabes cuando encuentras a esa persona, hermana?

La morena respondió luego un breve y tenso silencio —Se nota en los ojos. En la voz, cuando hablas de esa persona o con ella —había cierta incomodidad en su tono, o vergüenza, Malik no lo sabía —se nota en el interés por la felicidad de esa persona, ver y proteger su sonrisa, y la felicidad al estar juntos.

Malik la miró, completamente sumergido en la explicación.

Ishizu soltó un último suspiro, tocando con la yema de dos dedos el pecho de su hermano menor, sobre su corazón —lo sentirás —y dio por terminada la conversación, saliendo de allí.

.

Doce años era un edad incomoda para un chico, sobretodo​ para uno tan curioso e inquieto como Malik, lleno del deseo de conocer todo aquello de lo que le privaban; ese mundo que aguardaba por él allá afuera.

Ahora que su padre no estaba, era mucho más fácil obtener vistazos de ese mundo; Malik había entablado amistad con una niña, Ztekani, a la cual había convencido para que, al salir con las demás mujeres a conseguir víveres, le trajera algún libro o revista, lo que pudiera ser.

Claro, no siempre era así. La niña, de pelo rojizo-castaño, piel canela, ligeramente pecosa y de ojos verde pasto, sabía que eso no estaba bien visto en su comunidad y debía tener cuidado; pero cumplía el capricho de su amigo cada que podía, porque ella también era curiosa y agradecía no ser la única.

Malik usualmente tenía sueños, a veces soñaba con las ilustraciones de aquellos libros; viendo cómo se iba muy lejos a descubrir todo el mundo. 
Pero había otros más profundos y oscuros que no le contaba a nadie.

Malik soñaba a veces con una pequeña llama. Era negra pero brillaba fulgurante y orgullosa, creciendo lenta y emanando una energía extraña que hacía que Malik se sintiera incómodo e inevitablemente atraído a partes iguales.

Quizás más atraído.

Había comenzado desde que había sufrido aquel rito de iniciación, los​ sueños eran dispersos pero Malik notaba que, a medida que crecía, eran más y más frecuentes.

Malik solía hablar con esa pequeña llama en sueños, algunas veces respondía. De forma aniñada o traviesa, aunque con una voz más grave que la suya, y en algún momento había llegado a la conclusión de que tenía algo que ver con el cetro del milenio.
Por eso no le decía nada a sus hermanos. Ellos siempre parecían incómodos cuando lo veían con el artículo milenario, pero nunca se atrevían a quitárselo.

Malik no sabía porqué.

.

A los trece años, otro tipo de sueños inquietantes abordaron al menor de los Ishtar.

Eran muy raros para el menor.

Había alguien más allí con él, Malik lo sabía, pero no podía ponerle un nombre a ese ser.

Aquel que le brindaba afecto por medio de lentas caricias delicadas que lo hacían suspirar.

Malik soñaba con besos en los párpados, en su frente y mejillas, que incluso se atrevían a bajar por su garganta de forma curiosa.
También soñaba con el fino tacto de una nariz que recorría los laterales de su cuello, acariciándolo y olfateando a la vez, como si hallará en su piel una fragancia mejor que cualquier incienso o perfume.

En esos sueños, habían manos grandes y cálidas que lo recorrían de forma cuidadosa, como si él fuera algo valioso que debía ser venerado y protegido. Aquellas manos acariciaban sus brazos, sus hombros, su espalda y lo abrazaban por la cintura, provocándole escalofríos agradables.

Muchas veces Malik despertaba con un remanente aroma a canela, y algo más que desconocía, bromeando con su olfato; sus manos se abrían y cerraban frustradas, recordando el tacto de cabellos parecidos a los suyos y de ligeros músculos en una espalda a la que se aferraba sin pensar.
Sus labios temblaban, impacientes, deseando desesperadamente algo que el chico no entendía, pero que necesitaba.

Pero lo que más lo impactaba e, irónicamente, lo que más fácil se escabullía en su mente, eran unos ojos rojizos que lo miraban de una manera indescriptible.

Con interés. 
Con ¿afecto?
Con deseos de ver su sonrisa y lo que provocaban sus atenciones.
Con el deseo de mantenerlo y de estar a su lado.

Aún faltaba un poco, y para ambos era desesperante.
Nunca pudieron imaginar que cuando se encontraran, la oscuridad opacaría aquellas emociones y aquellos deseos que nacieron entre sueños.
Pero lograrían superarlos y entonces entenderían que el otro era esa persona con la que deseaban compartir todo.

Notas finales:

Tenia tiempo que no escribia de este shipp

son tan... curiositos 

xD


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