Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Encrucijada por SEMASOLITIA

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No es la primera historia que subo en esta página, si subí alguna otra fue a través de otra cuenta que ya no existe. No tenía intención de subirla, pero siempre hay un pequeño demonio en nuestro hombro que nos dice lo que tenemos que hacer, jajaja. 

 

Me divierto escribiendola y aún sigue en proceso, espero que puedan disfrutarla y no sea muy compleja. Algunas cosas no han de estar acorde con la realidad, lugar, tiempo o espacio, y puede que haya exageraciones, al fin al cabo, es una historia sacada de mi cabeza, inspirada en cosas que han pasado a lo mejor.  

Múnich, Alemania. Año actual.


Aquel 16 de agosto parecía como un día cualquiera, a diferencia de algo en particular. No se trataba del clima en esa temporada, caracterizado por ser cálido a lo largo del día, además de fresca. La temperatura se encontraba en unos 15,7 ºC, y las personas alrededor parecían estar acostumbrados, la mayoría vistiendo vestimenta fresca y sumamente sencilla.


En los días de verano suelen desarrollarse festivales coloridos, los cuales las personas aprovechaban para recrearse al aire libre en familia, al menos los que tuvieran la suerte de tenerla.


En la ciudad de Landsberg am Lech, ubicado al suroeste del estado alemán de Baviera, a unos 65 kilómetros al oeste de Múnich y a 35 kilómetros al sur de Augsburgo, se podía encontrar el centro penitenciario de Landsberg, el cual tenía una gran popularidad ya que en 1924 Hitler pasó 264 días allí, después del fallido Putsch de Múnich.


En ese entonces la prisión fue utilizada por los aliados de la Segunda Guerra Mundial durante la ocupación de Alemania para la reclusión de criminales de guerra nazis, pero a mediados del 1958, los estadounidenses cerraron la instalación de crímenes de guerra y fue entregado a las autoridades de la Alemania occidental, que actualmente es mantenida por el Servicio de Prisiones del Ministerio de Justicia de Baviera.


Actualmente la prisión funciona como medio para mantener encerradas personas de gran reputación de manera anónima, al mismo tiempo figuran asesinos y violadores de menores. Obviamente todos divididos en varios bloques, tanto hombres como mujeres separados unos de otros.


Desde fuera, una figura observaba fijamente aquel edificio como si lo conociera como la palma de su mano o como si su interés por él fuera algo más que simple admiración. Sus ojos grisáceos no muy comunes observaban sigilosamente aquel edificio sin hacer ningún tipo de sonido, solo podía escucharse levemente el sonido de su respiración y unos cuantos murmullos en los alrededores.


Su concentración se vio interrumpida cuando una voz masculina, algo grave, pero con un toque de delicadeza, pronunció unas palabras que la sacó de su presunto trance.


-Señorita, lamento interrumpir, pero ya todo está listo para partir.


El sexo de aquella figura había sido revelado ya que al escuchar la voz de aquel desconocido inmediatamente volteó hacía él con una sonrisa dibujada en su rostro, pero al mismo tiempo se mostraba de manera inexpresiva. Parecía no le había molestado ser interrumpida.


Aquella chica que parecía tener entre veinticuatro y veintisiete años de edad. Tenía unos ojos grisáceos bastante profundos, que con una mirada podría congelar hasta el más bravucón, algo grandes y cuya piel parecía haber pasado por un proceso de bronceado. Su cabello largo que llegaba un poco más abajo de sus hombros y cuyo color castaño brillaban con intensidad debido al brillo del sol. No era muy alta ni tampoco baja, se podía decir que tenía una altura promedio de 1.69 metros. Parecía una chica atlética debido a que su contextura física pertenecía a una persona que se ejercitaba diario sin sobrepasarse, así como una contextura mesomorfa.


Cualquier persona que la viera diría que es fácil de tratar y bastante amigable, o al menos es lo que se proyectaba. El sujeto aún desconocido en cambio parecía de los típicos hombres que podrían considerarse como un "guardaespaldas" debido a su musculaturas, pero la diferencia es que iba vestido informalmente, no como cualquier guardaespaldas de alguien importante.


-Hey Leonard -La chica por fin había articulado palabra y cuya voz era bastante agradable para quien la escuchaba.


- ¿Sí, señorita? -Dijo aquel sujeto observándola, pero cuyos ojos no podían verse a la vista debido a las gafas oscuras que los ocultaban. Los dos se quedaron mirándose por unos instantes hasta que una carcajada proveniente de aquella chica se hizo presente. El sujeto llamado Leonard al principio se quedó callado observando como reía la castaña, pero unos segundos más tarde la acompañó en risas, aún sin saber la razón de aquello.


-Venga ya, tómame en serio, Chloe. -Pronunció entre risas Leonard, quitándose las gafas y dejando a la vista sus ojos verdes, muy diferentes a los de Chloe. Utilizó sus dedos para poder secar de su rostro pequeñas gotas de lágrimas debido a la risa incontrolable que se dio en el momento.


-Es que simplemente no puedo, solo mírate. -Dejando de reír y mirándolo fijamente


-Realmente quiero comportarme como alguien que va a protegerte y a hacer todo lo posible porque estés a salvo -La expresión de la chica cambió radicalmente, poniéndose seria al instante


- ¿Protegerme de qué o de quién?, no logro entender de qué hablas, Leo.


-Sabes perfectamente de que hablo, no te hagas la tonta. -La castaña se cruzó de brazos y miró directamente a los ojos a aquel chico que parecía bastante decidido a hacer lo que decía


-Dime algo Leo, ¿qué es este lugar? -Volviendo a mirar detenidamente aquella edificación


-Es el lugar donde estuviste encerrada por cinco años -Respondió rápidamente


-Dime otra cosa, ¿Por qué fui encerrada en este lugar por tanto tiempo?


-Fuiste encerrada injustamente ahí por un crimen que no fue realmente tu culpa


- ¿Y por qué iba yo a ser encerrada por algo que no hice?


-Por personas que no les importa más nada que su propia conveniencia y que son capaces de todo por conseguir lo que quieren, sin importar quien sea, incluso siendo un miembro de su propia familia


- ¿Fue grave ese crimen que cometí?


- Desfalco


-Mmmm suena mal -Decía sin darle mucha importancia


-Lo es. Desfalco a una de las compañías más grandes de Nottingham, pero no es eso lo peor; lo peor es cuando te acusan injustamente de tal acto y tu propia familia te echa al agujero, donde ni siquiera las personas en las que más confiabas te brindaron una "mano amiga", sino que conspiraron contra ti hasta hundirte -Chloe escuchó como aquellas palabras salidas de la boca de su amigo de la infancia, el único que la había apoyado en todos esos años lo hacía con odio y rabia.


-Tranquilo, tómalo con calma. -Intentó calmarlo a su manera más sencilla-Vamos a disfrutar un rato de este hermoso país, de esta hermo...de esta ciudad y pues respiremos el aire fresco que tenemos alrededor, luego nos iremos, ¿qué dices?


Leonard no tuvo de otra que relajarse. Sabía que enojarme no era la solución a los problemas y que tarde o temprano podría hacer que las personas involucradas pagaran, costara lo que le costara.


-Está bien, tienes razón, aunque te recuerdo que nuestro vuelo sale a las 3 p.m, así que no te tomes mucho tiempo respirando el aire -Chloe sonrió


-Por cierto... ¿Qué demonios estoy haciendo en Alemania cuando debería estar en Inglaterra? -Fue para ella la última pregunta a la cual hizo que su amigo sonriera


-Realmente no cambias nada, eh. Mejor vayámonos.


-Sí, sí. -Asintió sin más.


Ambos se dirigieron a una auto marca Volkswagen Golf color negro, donde iban a dirigirse hacia el aeropuerto para abordar un avión que los llevara a su destino. Mientras el avión partía hacia su destino y ya en el aire, Chloe observaba por el ventanal de este mientras su amigo descansaba.


Parecía pensativa, miles de imágenes del pasado pasaban por su cabeza lo que no permitía que durmiera. Mientras eso pasaba, tarareaba una canción, una canción que le traían recuerdos de su vida antes de que fuera a parar a aquel "rincón del infierno", nombre dado por Leonard.


"In the back of my Cadillac. A wicked lady, sittin' by my side, sayin' 'Where are we? ' Stop at Third and Forty-three, exit to the night. It's gonna be ecstacy, this place was meant for me" -Tarareaba una y otra vez aquella canción, favorita desde hace años y que nunca olvidó. Una voz proyectada desde un altavoz la sacó de su estado.


"Queridos pasajeros, les avisamos que hemos llegado a nuestro destino. Por favor, le rogamos que desabrochen los cinturones que les unen al asiento y salgan por la salida uno en uno. Espero que hayan disfrutado el vuelo. Como siempre, les damos las gracias por volar con nosotros"


-Bien, es hora de irnos -Expresó Leonard un tanto afanado


-Por supuesto que sí -Dijo Chloe haciendo todo lo que la encargada les había dicho a todos. -Es bueno estar de vuelta después de cinco años. ¿No es así...familia? -Aquello último lo había dicho para sí misma mientras ambos se disponían a bajar del avión.


Lo que Chloe no sabía era por qué estaba tan apurada por verlos, algo no muy común, se decía así misma. Era un sentimiento que no podía sacarlo por más que quisiera y quería descubrirlo. Tanta calma no era normal, no después de todo lo que había pasado y todo lo que le habían hecho, se suponía que debía sentir odio, rencor y todo sentimiento negativo hacia su familia y todos aquellos que la traicionaron, pero no era su caso.


Estaba demasiado calmada, pero descubriría tarde o temprano a que se debía eso...o al menos eso creía.


 

Notas finales:

Los domingos a lo mejor sea mi día para las actualizaciones. Espero que lo disfruten. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).